El Caribe, Paraíso Perdido

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a ser el segundo país en
volumen comercial al comenzar
la década de los ochenta, ha
descendido como resultado de
¡as medidas adoptadas por los
gobiernos de Caracas a partir
de marzo de 1963, destinadas a
solucionar los problemas de
crisis cambiaría.
Sin embargo, tanto por la
intención de la administración
Barco de estimular una
solución al diferendo. como por
la sensibilidad del tema en
Venezuela, este ha sido el
aspecto fundamental de la
relación
bilateral.
Las
diversas
acciones
y
propuestas llevadas «a cabo
por parte de Colombia han
buscado descongelar el tema
para evitar una consolidación
de la soberanía venezolana,
internacionalizar el conflicto
para ampliar espacios de
acción y encontrar eventuales
aliados, y legitimar (tanto
interna como externamente)
el uso posible de instrumentos
que
provee
el
sistema
internacional tales como la
Corte Internacional de La
Haya.
Los asuntos económicos
La
prioridad
que
la
administración
Barco
le
concede a las relaciones
económicas internacionales se
ha manifestado en los viajes
del Presidente al exterior. La
mayoría de ellos han tenido
objetivos
y
motivaciones
fundamentalmente económicas.
Ante ¡a Asamblea del Banco
Mundial y el FMI en
septiembre de 1986, Barco
planteó la necesidad de
rediseñar el papel de los
principales organismos del
sistema
económico
internacional, en el sentido de
que "usen más generosamente
sus recursos", cuenten con
mayor capital y adelanten sus
programas esencialmente a la
búsqueda de un crecimiento
económico
que
permita
enfrentar los problemas más
graves de los países atrasados,
especialmente el desempleo y
la pobreza absoluta. Para ello,
es necesario que los países
avanzados disminuyan las
barreras
comerciales contra los países
del Tercer Mundo y ejecuten
políticas que sean compatibles
con la baja en las tasas de
interés, (Ibíd.).
El énfasis que han recibido
los temas económicos de la
política exterior, y que se
extienden a las contrapartes
más importantes para Colombia
(América
Latina.
Estados
Unidos, la Cuenca del Pacifico.
Venezuela) ha llevado a que
sean estos los principales
determinantes
de
las
prioridades en las gestiones de
la Cancillería de San Carlos.
Así. áreas que tradicionalmente
no han sido de gran interés
para Colombia (como el Asia)
reciben ahora mayor atención.
Igualmente en América Latina,
con la excepción de Venezuela
que
se
incorpora
fundamentalmente
por
la
existencia
del
diferendo
limítrofe.
las
naciones
económicas
más
sólidas
(Brasil. Argentina) adquieren
un mayor peso relativo en la
política exterior colombiana y
en alguna medida reemplazan a
zonas
geográficas,
como
Centroamérica. que durante el
gobierno
del
Presidente
Betancur recibían la mayor
atención,
por
razones
básicamente de tipo político.
Bogotá. Marzo 10 de 1988.
Sección: Relaciones
Económicas
Internacionales
El Caribe,
Paraíso
Perdido
Por: Mauricio Reina*
*Investigador y Profesor de la
Facultad de Economía.
UNIANDES
A medida que se acerca el final de la administración del
presidente
Reagan,
cobra
mayor interés la evaluación de
su gestión gubernamental.
Sus aciertos v sus errores
además de constituir el eje del
debate pre-electoral entre
republicanos y demócratas,
señalan en gran parte los
derroteros que ha de seguir en
la última parte del siglo la
nación más poderosa del
mundo.
Para
los
países
latinoamericanos, la política
exterior hacia la zona tiene una
importancia evidente. Aunque
ésta se ha caracterizado por un
manejo torpe y errático, tanto
en lo económico como en lo
político,
algunas
propuestas
aisladas
representan esfuerzos con un
potencial significativo en el
mediano plazo para mejorar el
bienestar de la región. Tal es el
caso de la Iniciativa para la
Cuenca del Caribe (ICCA). que
ha cumplido cuatro años de
ejecución.
Aunque ésta iniciativa fue
concebida como un plan para el
desarrollo económico, sus
raíces se encuentran en
consideraciones
netamente
políticas.
El
prolongado
estancamiento económico de la
región llevó al gobierno de los
Estados Unidos a plantear una
estrategia
conducente
a
atenuar la inestabilidad política
de la zona y a consolidar la
hegemonía norteamericana en
esta parte del continente.
Zona de candela
Los países de la Cuenca del
Caribe no cuentan con una
identidad muy definida en
términos históricos. Desde
tiempos muy tempranos las
potencias europeas enemigas
de
España
consolidaron
militarmente
diversas
posiciones
en
el
área,
quedando gran parte del
Caribe insular y algunos
enclaves
de
la
zona
continental, en manos de
inglesas,
francesas
y
holandesas. Mientras tanto,
Centroamérica. Continental
era colonizada por la vía del
Pacífico, razón por la cual su
zona caribeña no alcanzó una
identidad
hispánica
muy
definida. La presencia de los
Estados Unidos en la zona se
consolida en el siglo XIX a
través de los Estados de
Louisiana, Florida y Texas, y
es entonces cuando los
norteamericanos empiezan * a
orientar su atención hacia el
mar Caribe. Cerca de veinte
incursiones armadas de los
Estados Unidos en el área en el
presente siglo ha sido la razón
para que el Caribe se haya
convertido en zona de conflicto
entre las superpotencias.
Los esfuerzos de algunas
naciones de la región por
reivindicar su autonomía no
han
encontrado un terreno fértil
para germinar felizmente.
Las restricciones y bloqueos
por parte de los Estados
Unidos hacia estos países. los
han llevado a buscar un mayor
apoyo
en
otras
zonas
geopolíticas colocándose así en
la mira del conflicto Este
Oeste. Así mientras el
comunismo internacional se
filtraba por los resquicios de la
revolución
cubana y
el
proyecto
sandinista.
los
Estados
Unidos
tomaban
posesión de Puerto Rico y
acentuaban su influencia en
puntos estratégicos como la
zona del Canal de Panamá.
Esta creciente polarización
sirvió de apoyo a las peticiones
formuladas
por
algunos
gobiernos de la zona a
mediados de 1981, en las que se
destacaba la necesidad de un
programa urgente y bien
coordinado que respaldara sus
esfuerzos por lograr un nivel
de desarrollo económico y
social
acorde
con
sus
exigencias de estabilidad
social. La respuesta de los
Estados Unidos a estas
peticiones fue la ICC.
Planteamientos generales
La ICC se concretó en la ley
firmada por el presidente
Reagan el 5 de agosto de 1983
(The
Caribbean
Basin
Economic
Recovery
ActCBERA), la cual entró en
vigencia el 1 de enero de 1984
por un período de doce años. El
proyecto buscaba generar
divisas, crear nuevos empleos
y elevar los niveles de
producción
de
la
zona,
mediante tres estrategias: libre
comercio, ayuda económica e
inversiones norteamericanas.
Finalmente las propuestas de
exenciones fiscales a las
inversiones norteamericanas
en la Cuenca del Caribe
naufragaron en el-Congreso,
quedando como cuerpo central
de la iniciativa la estrategia
del libre comercio y, en menor
grado, la de ayuda económica.
Estas estrategias consistían
concretamente en:
—Permitir el acceso libre de
derechos
de
aduana
a
productos de exportación de los
países de la Cuenca del Caribe
hacia el mercado norteamericano
durante un período de 12 años,
es decir, crear una zona de
libre comercio unilateral.
—Otorgar 350 millones de
dólares para cubrir el déficit
en las balanzas de pagos de
algunos países.
Es evidente que del adecuado
funcionamiento de la zona de
libre comercio dependería el
éxito económico de la iniciativa
en el mediano plazo, pues un
aumento sustancial de las
exportaciones de la región
hacia los Estados Unidos
permitiría
atraer
nueva
inversión que estimularía las
incipientes economías locales.
Desde el punto de vista
político, las características más
importantes
de
la
ICC
radicaban en su unilateralidad y
su discrecionalidad por parte
del gobierno norteamericano.
La unilateralidad consiste en
que, por medio de una
disposición de derecho interno
norteamericano, se conceden
una serie de ventajas a algunos
países de la Cuenca del Caribe.
Lo
anterior
difie re
no ta b leme n te, por ejemplo,
del acuerdo de la Comunidad
Económica Europea con el
Caribe, acuerdo de Lomé, el
cual constituye un tratado
internacional en el que se ven
representados tanto los países
europeos como los caribeños.
La discrecionalidad se refiere a
la manera como el presidente
de los Estados Unidos puede
acoger
un
país
como
beneficiario de la iniciativa, de
acuerdo a criterios generales
establecidos legalmente. Una
vez más la ICC difiere
sustancialmente del acuerdo de
Lomé, en el sentido en que
este último no puede excluir
totalmente a ningún país
caribeño,
y
cualquier
limitación de los beneficios la
decide a través del mecanismo
diplomático de consultas bilaterales.
En el fondo la motivación de
la ICC obedece más a criterios
políticos que económicos. Este
hecho se observa claramente al
analizar la designación de
países beneficiarios dentro de
los países enumerados por la
Ley (Cuadro 1). Los elementos
para llevar a cabo dicha selección van desde la exclusión de
cualquier país comunista, hasta
la posibilidad de obviar
cualquier requisito especifico si
el presidente cree que el país en
cuestión es de interés para la
economía o la seguridad nacional de los Estados Unidos.
La aplicación de criterios tan
amplios dio como resultado la
selección de un grupo de países
muy heterogéneo en sus niveles
de vida y de gran diversidad en
sus estructuras productivas. De
las 21 naciones designadas
como beneficiarías de la ICC. 6
son repúblicas centroamericanas, 9 son pequeñas islas caribeñas orientales, 3 son islas
medianas del Caribe central y 3
"con países refinadores de
petróleo. Esta caracterización
geográfica constituye un buen
punto de partida para identificar
la diversidad que existe entre
estos países en su pasado
colonial, su sistema político y la
estabilidad del mismo, la calificación y el tamaño de su
fuerza laboral, su nivel de desarrollo económico y la estructura de su aparato productivo
exportador. Esta diversidad
marcará definitivamente los resultados de la ICC como estímulo al desarrollo económico
de los países beneficiarios.
Por una parte, la mayoría de
las islas caribeñas de habla
inglesa disfrutan de una estabilidad política relativa que estimula la confianza de los inversionistas; sin embargo, su
infraestructura económica deja
mucho que desear. De otro lado,
en varios países hispanoparlantes de América Central
donde
la
infraestructura
económica
está relativamente desarrollada.
la inestabilidad política ha
derivado en violencia y caos,
con la consecuente perdida de
confianza para los inversionistas extranjeros. Teniendo
en cuenta las circunstancias
políticas de la región se puede
pensar que la ICC. como medida para promover el desarrollo
económico, debe tener mayores
posibilidades de éxito en ¡as
islas del Caribe que en los
países de América Central.
A pesar de todo, una característica común de los países beneficiarios es el reducido tamaño relativo de sus economías, lo
que necesariamente las hace
sistemas abiertos y altamente
dependientes de la disponibilidad de divisas para su desarrollo. Es así como el éxito
relativo de la ICC depende ce ¡a
medida en que se logre ampliar
y diversificar la estructura productiva, mediante agentes locales o inversión extranjera. con
el fin de lograr una oferta
exportable creciente y competitiva hacia los Estados Unidos y
otros mercados internacionales.
Resultados parciales
Aunque apenas ha transcurrido una tercera parte de un
programa concebido para doce
años, y teniendo en cuenta que
existen notables limitaciones en
nuestro país para acceder a
información
de
períodos
recientes, los resultados de los
primeros años dan algunas luces
acerca del presente y el futuro
de la ICC.
La zona de libre comercio
Teniendo en cuenta la gran
dependencia de la economía del
área de sus posibilidades ce
generación de divisas, las
mayores expectativas sobre el
ICC se han centrado en el
efecto de la Zona de Libre
Comercio
sobre
las
exportaciones de los países
beneficiados.
Observando
los
datos
disponibles (Cuadro 2) se
percibe el
efecto expansivo de la ICC
sobre las exportaciones de los
países beneficiados hacia los
Estados Unidos. Sin embargo,
un aumento de sólo 407.5 millones de dólares 15.77%) apenas
se
puede
considerar
un
beneficio. Para el segundo año
de ejecución de la iniciativa el
panorama es todavía menos
alentador: una reducción de
807.7 millones de dólares
(10.8%)en-1 valor total de las
exportaciones
de
los
beneficiarios de la ICC hacia
los Estados Unidos entre 1984 y
1985. Este descenso se puede
explicar parcialmente si se tiene
en cuenta que la Zona de Libre
Comercio excluye a productos
tan importantes en el comercio
desde la región como el
petróleo y sus derivados, el atún
enlatado, el calzado y otros
productos de cuero. En efecto,
la baja correspondiente a los
años 84-85 refleja la reducción
del valor exportado de crudo y
petróleo refinado, el cual pasó
de ser casi la mitad del valor
total exportado en 1984 a sólo
una tercera parte en 1985. en
otros dos importantes productos
básicos, azúcar y bauxita,
contribuyó también a determinar el descenso global.
Una manera de superar las
distorsiones mencionadas anteriormente para observar mejor
el efecto de la ICC, es analizar
el comportamiento de las exportaciones de la zona hacia los
Estados Unidos que aparecen
como productos elegibles para
la entrada libre de aranceles. El
cuadro 3 muestra los valores de
dichas exportaciones para los
años 1983 y 1984. es decir, el
último año previo a la iniciativa
y el primero de funcionamiento
de la misma.
A primera vista, las estadísticas parecen mostrar un resultado favorable representado en
un
crecimiento
de
las
exportaciones de los países
beneficiarios hacia los Estados
Unidos del 17.4%. De este
grupo, ocho países alcanzaron
tasas de
Cuadro 1
Algunos dalos básicos de los países elegidos como beneficiarios de la ICC.
Países beneficiarios
Antillas Neerlandesas
Antigua
Barbados
Bahamas
Belice
Costa Rica
Dominica
El Salvador
Granada
Guatemala
Haití
Honduras
Islas Vírgenes
Jamaica
Montserrat
Panamá
República Dominicana
Sn. Vicente y Granadinas
St. Kitts-Nevis
Sta. Lucía
Trinidad y Tobago
Área (Km21)
821
443
431
13935
22963
50700
790
21041
344
108809
27750
112008
130
10991
83
75650
48734
309
298
616
5128
Población
P N B per capita
(miles)
(Dólares)
261
78
253
222
153
2379
81
5200
92
7932
5300
4093
12
2250
11
1964
5961
102
46
125
1100
PNB per capita
1963-83
5554
1710
4050
-1060
1140
1020
980
710
840
1120
300
670
2714
1300
2636
2120
1370
860
950
1060
6850
—
-0.4
3.8
-1.8
3.6
2.1
-0.4
-0.2
0.9
2.1
1.1
0.6
—
-0.5
—
2.9
3.9
1.8
-A
3.1
3.4
Expectativa de
vida al nacer
(años)
Tasa de
mortalidad
(Infantil)
71
72
73
69
70
73
74
65
71
59
53
60
—
73
—
71
63
65
64
71
70
Tasa de
analfabetismo
26
21
11
22
27
19
13
67
22
71
98
82
—
21
—
26
64
27
43
18
24
7.5
11.3
0.7
10.3
8.8
11.6
5.9
38.0
2.2
54.0
78.7
43.1
1.7
3.9
3.4
12.9
33.0
4.4.
2.4
. 18.3
7.8
Fuente: Naciones Unidas. Unctad. Handbook on International Trade and Development Statistics. 1985.
Cuadro 2
Importaciones totales de los Estados Unidos provenientes de países beneficiarios de la ICC
(Valores en miles de dólares).
1985
Países designados
1983
1984
Antillas Neerlandesas
Antigua
Barbados
Bahamas*
Belice
Costa Rica
Dominica
El Salvador
Granada
Guatemala
Haití
Honduras
Islas Vírgenes
Jamaica
Montserrat
Panamá
República Dominicana
San Vicente y Granadinas
St. Kitts-Nevis
Sta. Lucía
Trinidad y Tobago
Total beneficiarios
2.274.510
' 8.809
202.047
1.676.394
27.315
386.520
2.024.367
7.898
252.598
1.154.282
42.843
468.633
242
86
358.898
381.391
211
766
374.692
337.483
364.742
446.267
377.413
393.769
1.335
396.949
880
262.360
924
989
336.086
806.520
4.276
18.758
4.700
1.317.534
7.087.506
311.627
994.427
2.958
23.135
7.397
1.360.106
7.494.954
*Designado como beneficiario en Marzo, 1985
Fuente: Estadísticas oficiales del Departamento de Comercio de los Estados Unidos.
793.162
24.695
202.194
626.084
46.951
489.294
14.161
395.658
1.309
399.617
386.697
370.219
11.902
267.016
3.620
393.605
965.847
9.643
16.258
13.796
1.255.498
6.687.226
crecimiento
de
dichas
exportaciones mayores al 25 %
Sin embargo. el crecimiento
de
las
exportaciones
de
productos elegibles para la
exención arancelaria no se
puede imputar totalmente en la
Zona de Libre Comercio de la
ICC. En efecto, menos de la
quinta parte del valor de esas
exportaciones corresponde a
productos que efectivamente
entraron a los Estados Unidos
bajo la exención arancelaria de
la ICC.
Según el Cuadro 4. los valores
de
las
exportaciones
beneficiadas apenas ascienden a
577 millones de dólares en 1984
y 498 millones en 1985. Sobre el
reducido efecto de las exenciones arancelarias se pueden
aventurar algunas explicaciones.
En primer lugar, las barreras
arancelarias de los Estados
Unidos son poco significativas
en términos relativos. Las
restricciones por medio de
cuotas, la protección a la
industria nacional contenida en
la cláusula de salvaguardia de la
Ley Comercial o la aplicación
de derechos compensatorios y
anti-dumping. Constituyen obstáculos mucho más serios para
las exportaciones potenciales de
los países beneficiarios de la
ICC hacia los Estados Unidos.
De otro lado, la existencia del
Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) también le resta
fuerza al estimulo de la ICC. A
pesar de sus limitaciones, el
SGP ya ofrece la entrada libre de
aranceles a una amplia variedad
de importaciones provenientes
de los países de la Cuenca.
De cualquier modo, los
efectos expansivos de la ICC
sobre las exportaciones de la
Zona hacia los Estados Unidos
han sido desalentadores, por
decir lo menos. Durante los
últimos 6 años las importaciones
de los Estados Unidos de la ICC
en conjunto han disminuido en
un promedio del 7 % anual.
Mientras
tanto,
las
importaciones norteamericanas
de los
países desarrollados han crecido
a un promedio de 12"c anual y
las
de
otros
países
subdesarrollados se han elevado
en un 8% anual en el mismo periodo. Las cifras hablan por si
solas sobre el estado de deterioro del comercio de la Cuenca
hacia los Estados Unidos.
La inversión norteamericana
y la ayuda económica
La inversión extranjera juega
un papel central como apoyo a
la estrategia comercial en la
ICC. Se supone que las
inversiones
norteamericanas
aportarán no sólo capital y tecnología, sino también los canales de comercialización para
abordar de lleno el mercado
norteamericano. La revisión ce
los datos preliminares muestra
un aumento en la inversión bruta
norteamericana en los países de
la Cuenca del Caribe en 1984 y
1985 aunque excesivamente
concentrada en un número reducido de naciones. Sin embargo, los mismos datos muestran
una reducción en la inversión
neta norteamericana en la zona
en el mismo período, debido a la
creciente descapitalización de
las operaciones de las empresas
transnacionales en la Cuenca del
Caribe. Los estímulos de la ICC
a la inversión norteamericana en
la
zona
parecen
ser,
definitivamente, el aspecto más
débil de la iniciativa a los países
de la Cuenca del Caribe.
Por otra parte, la asistencia
económica se ha venido
asignando
dentro
de
lineamientos
estrictamente
bilaterales en los últimos años.
Esta situación es preocupante en
extremo,
pues
politiza
notablemente el proceso de
asignación de recursos y limita
las
prioridades
nacionales
mediante la imposición de las
ideas norteamericanas sobre el
desarrollo. Este es. sin duda, el
elemento de ¡a ICC que más
depende de la discrecionalidad
política norteamericana. Se
puede afirmar inclusive, que su
dinámica ha estado y seguirá
estando al margen de los
parámetros de la política exterior
de los Estados Unidos.
La posición colombiana
Mientras otros países como
Venezuela. Méjico y Canadá,
han
adelantado
planes
concretos
de
apoyo
y
afianzamiento de los lazos
comerciales con los países de la
Cuenca del Caribe, Colombia
no ha tenido una presencia
decidida en la zona. Este no es
un fenómeno aislado; es el
resultado del bajo perfil de la
poli tica internacional que
tradicionalmente ha tenido el
país.
A pesar de ello, y como
respuesta a los planteamientos
globales que dieron base a la
ICC. el gobierno de Turbay
Avala estableció convenios de
crédito recíprocos por cerca de
250 millones de dólares y un
fondo de asistencia técnica por
50 millones de dólares. Aun que
con un impacto económico
mínimo,
dichas
medidas
constituyeron
el
principal
antecedente, reciente de una
presencia más decidida del país
en la zona.
Más recientemente, desde la
administración Betancur, se ha
venido adelantando una política
de cooperación comercial con
preferencias no recíprocas hacia
el Mercado Común Centroamericano, que incluye a los
cuatro países continentales más
importantes de la ICC. La
administración Barco, a su vez,
ha mantenido explícitamente
esta política y se avanza
actualmente
en
las
negociaciones para celebrar con
Panamá
y
República
Dominicana
Acuerdos
de
Alcance Parcial de la misma
naturaleza que los celebrados
con el MCCA. Estos mínimos
esfuerzos no han estado
orientados por consideraciones
de tipo comercial, sino que
deben ser observados en un
contexto político más amplio
que
involucra
diversos
esfuerzos latinoamericanos para
favorecer un desarrollo sin
conflictos en la región.
(Cuadro 1.)
Importaciones de los Estados unidos provenientes de los países beneficiarios de la l.C.C productos
elegibles para la exención arancelaria de la Zona de Libre Comercio (valores en miles de dólares)
Cambios
Países beneficiarios
1983
1984
porcentuales
Antillas Neerlandesas
Antigua
Barbados
BeTice
Costa Rica
Dominica
El Salvador
Granada
Guatemala
Haiti
Honduras
Islas Vírgenes
Jamaica
Montserrat
Panamá
República Dominicana
San Vicente y Granadinas
Si. Kitts-Nevis
Su. Lucía
Trinidad y Tobago
Total
Fuente: Cálculos sobre datos
oficiales
*4 150
795
177 770
2O.857
316.682
70
344.337
204
323.396
234.004
344.337
877
241.075
844
306.726
657.330
2.764
13.856
1.863
: 26.002
3.197616
del Departamento de
60.661
2.100
236 246
28.804
382.818
82
362.854
761
403.725
266.902
371.325
1.309
364.043
953
250.352
804.720
1 628
15.197
3.163
10 061
3.752.704
Comercio de EE.UU.
-27.9
+ 164.2
+ 32.9
+ 38.1 .
+ 21.2
+ 17.1
+ 5.5
+ 273.0
+ 24.8
+ 14.1
+ 7.8
+ 49.3
+ 51.0
+ 10.3
-16.4
+ 22.4
-41.1
+ 9.7
+ 69.8
+ 49.3
-17.4
Cuadro 4
Importaciones de
los Estados Unido*
Libres de derechos de aduana por la
correspondientes a la ICC.
Zona de Libre Comercio.
(Valores en miles de dólares)
Países designados
Antillas Neerlandesas
Antigua
Barbados
Bahamas*
Bélice
Costa Rica
Dominica
El Salvador
Granada
Guatemala
Haiti
Honduras
Islas Vírgenes
Jamaica
Montserrat
Panamá
República Dominicana
San Vicente v Granadinas
St. Kitts-Nevis
Sta. Lucia
Trinidad y Tobago
Total beneficiarios
1984
1985
2.504
114
13.376
—
4.621
67.756
9
71.896
2
43.442
21.856
60.198
207
44.737
2.828
357
11.372
3.138
8.412
72.833
321
19.322
95
43.138
46.554
45.072
21
40.449
11.878
222.462
55
6.757
1.413
6.422
577.074
6.889
173.693
200
5.503
1.556
15.791
497.645
* Designado como beneficiario en marzo. 1985.
Fuente: Estadística oficiales del
Departamento de Comercio de los Estados Unidos
Conclusiones
Aunque
los
primeros
resultados
de
la
ICC
planteados hasta el momento
distan de ser satisfactorios, la
experiencia cumplida permite
formular algunos elementos
centrales que se deben tener
en cuenta para el exitoso
desarrollo de la iniciativa en
los años restantes del plazo
fijado.
Un
programa
verdaderamente
orientado
hacia el desarrollo debe
responder por lo menos, a dos
grandes retos: el primero,
atraer
a
las
firmas
manufactureras
norteamericanas de la Cuenca
del Pacífico hacia el excedente
laboral de la Cuenca del Caribe;
el segundo, garantizar ¡as
condiciones necesarias para la
formación de la infraestructura
necesaria, el entrenamiento y la
calificación de la mano de obra
y la consolidación de canales de
comercialización
eficientes
para las exportaciones de la
zona.
Sin embargo, habrá que
esperar para ver que orientación
decide darle el sucesor del
presidente reagan a la ICC. La
oleada proteccionista que se
plantea cada vez con mayor
fuerza como respuesta al
descomunal déficit comercial,
así como el viraje que tendrá
que dar el próximo presidente a
la
política
exterior
norteamericana, son elementos
que seguramente afectarán
sustancialmente el contexto
económico y político de la ICC
en el futuro.
Sección: Política
Mundial
Las
Consecuencias
del acuerdo
ReaganGorbachov en
Francia ¿La
era de las
paradojas?
Christian Boudier*
*Investigador y profesor del
Instituto de Altos Estudios para el
Desarrollo.
El Acuerdo de Washington
permitió
un
espectáculo
paradójico
en
Europa:
mientras se celebra el Tratado
desde varios sectores en los
países acostumbrados a unas
discordias internas en el
campo de la estrategia, la
firma del mismo es objeto de
un vivo debate político en
Francia, país del consenso
nuclear desde la retirada de la
organización militar do la
OTAN. en 1966.
Los protagonistas, que no
responden a la tradicional
división
derecha-izquierda,
cuestionan la suerte de la
estrategia de disuasión francesa
en una Europa que parece
dispuesta
a
la
desnuclearización:
el
Presidente de la República
Francois Mitterrand aprueba el
acuerdo pues permite volver a
la concepción inicial de la
disuasión nuclear masiva, cuya
meta es impedir la guerra,
apoyándose únicamente sobre
la amena/a de las armas
nucleares estratégicas.
Otros dirigentes como el
Ministro de la Defensa, A.
Giraud, y uno de los
principales candidatos a la
presidencia,
R.
Barre,
condenan el acuerdo con
firmeza, pues según ellos,
debilita
el
acoplamiento
Estados Unidos-Europa, y la
estrategia
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