Para poder seguir mejor la celebración

Anuncio
MESA DEL PAN Y DEL VINO
Oración sobre las ofrendas
Acepta, Señor, estos bienes. Que ellos alimenten y
fortalezcan nuestra fe y nuestra esperanza, para
que te sigamos por el camino de la vida amando
siempre a nuestros hermanos.
Domingo 30
PREFACIO
Verdaderamente debemos darte gracias, Señor,
porque gracias a ti existe el cielo, la tierra y
cuanto está vivo; tu luz llenó el mundo y dio vida a
todas las cosas; pero nosotros a veces quedamos a
oscuras por nuestros egoísmos e injusticias.
* Somos nuevos bartimeos que,
con frecuencia, ni vemos ni queremos ver
el dolor que hay en el mundo;
pero tu nos abres los ojos una y otra vez
para que veamos la grandeza
del amor que nos tienes y cómo hemos
de corresponderte con nuestro amor a los demás.
Por eso ahora, llenos de gratitud, queremos darte
gracias y alabarte, diciendo: Santo, Santo, Santo…
Oración de acción de gracias
* Dios de amor,
muéstranos nuestro lugar en este mundo
como instrumentos de tu cariño
por todos los seres de esta tierra,
porque ninguno de ellos está olvidado de ti.
Ilumina a los dueños del poder y del dinero
para que se guarden del pecado de la indiferencia,
amen el bien común, promuevan a los débiles
y cuiden este mundo que habitamos.
Los pobres y la tierra están clamando:
Señor, tómanos a nosotros
con tu poder y tu luz,
para proteger toda vida,
para preparar un futuro mejor,
para que venga tu Reino.
Avisos
1.- A partir del día 25 de Octubre, incluido, todas
las Misas de la tarde serán a las 7.00, hasta el
cambio de hora en Marzo. El Rosario a las 6.40.
2.- El día 2, día de los Fieles Difuntos, la Misa por
todos los fallecidos durante el año, en la Parroquia,
se celebrará, a las 7 de la tarde.
Tendemos a ser miopes y no ver otra cosa
que lo inmediato. Hay muchos ciegos Bartimeo en
el mundo. Unos, porque nunca entran en la
profundidad de su interior y viven en la pura
exterioridad de la vida.
Otros, porque no saben ver que las cosas
que pasan nos interpelan y nos sacuden para
despertar del sueño. Y otros porque su corazón está
encerrado en las cuatro paredes de su familia, de
casa, de su país o de su continente.
Para muchos de nosotros, los únicos
problemas que existen son los nuestros, los de aquí:
“nuestros” pobres, “nuestros” recortes, “nuestros”
parados, “nuestros” desahuciados, “nuestros”
derechos sociales echados a perder…Todos ellos
son problemas, auténticos problemas. Claro que sí.
Pero, ¿Cómo no ver que hay millones de personas
que buscan la vida, de manera dramática y a veces
trágicamente? Necesitamos abrir el corazón y los
ojos para ver más allá de nuestros problemas y
ensanchar los brazos para abrazar y llorar por el
mundo entero.
Momento de perdón
“¿Qué quieres que haga por ti? Maestro, que
pueda ver”. Pedimos perdón al Señor porque no
siempre estamos dispuestos a vivir nuestra fe como
una experiencia gozosa. Y por nuestros miedos y
cumplimientos vacíos, que nos imposibilitan
descubrir a Dios en la vida y comprender a los
demás. (Pausa)
* Luz para todo tipo de ciegos, ¡Señor, ten piedad!
- Compasivo y misericordioso con todos nosotros,
¡Cristo, ten piedad!
- Tú conoces nuestros rincones más oscuros y
retorcidos, ¡Señor, ten piedad!
Oración comunitaria
HEBREOS 5, 1-6. La lectura confirma ese amor de
Dios, Padre de bondad, que nos has creado
para salir al encuentro de ti y de los demás y
de ponernos en lugar de los que sufren,
Dios manifestado como compasión y misericordia
en Jesús. El nos ayuda a convertir en fortalezas
nuestras debilidades humanas. No queremos un
gurú o un experto en religión, sino un hermano que
camine con nosotros y nos ayude a realizar esa
vocación por la cual nos hemos hecho cristianos.
* Que nuestra ayuda suene en su corazón y se
sientan más persona, más dignos y no rebajados
ni dependientes de nosotros.
MARCOS 10, 46-52. El evangelio narra la curación
del ciego Bartimeo, el último “milagro” de Jesús
antes de la pasíón. Tradicionalmente este pasaje se
ha incluido en el género “milagro”, pero carece de
algunos elementos típicos de este género, por
ejemplo el gesto de curación o la palabra sanadora.
Es, más bien, un relato, basado tal vez en un hecho
histórico, que acentúa, sobre todo, la importancia
de la fe como fundamento del discipulado.
Oración de petición
MESA DE LA PALABRA
La oración de Bartimeo es modélica. No exige, no
impone, no atosiga. Lo que Jesús quiera. En
nuestras oraciones de suplica ¿subordinamos la
petición a lo que Dios quiera?
Ambientación a las lecturas.
JEREMÍAS 31,7-9. Sobre el año 631, se desmorona
el poder de los asirios y entonces Jeremías anuncia
con emoción el regreso de los exiliados, porque
Dios es fiel y bueno con su pueblo. El Señor mismo
reunirá a los dispersos, los conducirá por el desierto
y los introducirá de nuevo en su patria. El profeta
describe a los componentes del nuevo pueblo gente débil y vulnerable - y canta gozoso la
liberación antes de que suceda, para que el pueblo
viva con esa esperanza.
Salmo 125
* El Señor ha estado grande con nosotros,
por eso estamos alegres.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.
Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos».
Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del monte Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.
Al ir, iba llorando, llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas.
Señor, ten compasión de nosotros.
* Ten compasión de los enfermos, de los ciegos, de
los que viven marcados por el dolor, de todos los
que esperan al borde del camino que alguien les
tienda su mano.
Señor, ten compasión de nosotros.
* Ten compasión de todos aquellos que viven la
vida con generosidad y espíritu de servicio pero no
sienten la alegría de creer en Ti.
Señor, ten compasión de nosotros.
* Ten compasión de los que viven bajo la oscuridad
del egoísmo, del afán de poder, del deseo de
dominar a los demás, de la dureza del corazón.
Señor, ten compasión de nosotros.
* Ten compasión de los gobernantes y líderes
políticos cuya ambición y afán de poder les
impiden «ver» las verdaderas necesidades del
pueblo.
Señor, ten compasión de nosotros.
* Ten compasión de tu Iglesia, de los que creemos
en Ti y queremos seguirte pero que, en muchas
ocasiones, somos infieles a tu Evangelio.
¡Todos los
que llamáis
venid a la Luz!
Descargar