Consejo de la Magistratura - Poder Judicial de la Nación

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Consejo de la Magistratura
RESOLUCION Nº 148/02
En Buenos Aires, a los 26 días del mes de junio del
año dos mil dos, sesionando en la Sala de Plenario del Consejo
de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación, con la
Presidencia del Dr. Juan C. Gemignani, los señores consejeros
presentes,
VISTA:
La nota
30/2002, caratulada “Ministerio de Justicia
y Derechos Humanos sobre Solicitud - Acordada 15/02 de la
C.S.J.N.”, y
CONSIDERANDO:
1º) Que a raíz del cúmulo de causas radicadas ante el
fuero contencioso administrativo federal, vinculadas con la
aplicación de la ley 25.561, decreto 1570/01 y los textos
normativos complementarios, y de la consiguiente situación de
colapso en que quedó sumido ese fuero, la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal -al igual
que lo hizo, por su parte, el Procurador del Tesoro de la
Nación- requirió a la Corte Suprema la adopción de medidas
especialmente orientadas a solucionar los inconvenientes que
impiden otorgar debida protección a los intereses de todas las
partes involucradas en los reclamos judiciales que allí se
sustancian.
2º) Que, frente a ello, la Corte juzgó configurada
una
“situación
necesario
intentar
justicia”
de
“adoptar
superar
que
marcada
medidas
la
se
excepcionalidad”
igualmente
situación
configura
de
de
efectiva
como
que
tornaba
excepción
privación
consecuencia
de
para
de
la
imposibilidad material de atender en forma adecuada el cúmulo
de causas radicado ante los doce juzgados de primera instancia
(Acordada 11/2002, considerando 4º).
3º) Que, en razón de ello, el Alto Tribunal recordó
una consolidada doctrina, en virtud de la cual se habilita el
ejercicio
de
sus
facultades
jurisdiccionales
o
de
superintendencia para evitar, precisamente, la configuración de
situaciones
individuales
o
generalizadas
de
denegación
de
justicia (considerando 5º).
4º) Que, sobre la base de tales atribuciones y en
razón de la particular insuficiencia de medios presupuestarios
para
la
implementación
de
alternativas
de
solución
más
habituales u ordinarias como lo serían la provisión de recursos
humanos y materiales adicionales, la Corte dispuso que todas
las causas ingresadas con posterioridad al 15 de febrero de
2002 -que versen sobre la materia- se distribuyan para su
tramitación entre las secretarías de los Juzgados Nacionales de
Primera Instancia en lo Civil y Comercial Federal, en lo Civil
y del Trabajo, aclarándose que la dirección de tales causas se
mantiene bajo la competencia de los jueces del fuero en lo
Contencioso
Administrativo,
de
quienes
dependerán
a
estos
efectos las secretarías mencionadas. Tal decisión se fundó en
la necesidad de concretar, en la emergencia, la garantía de
acceso a la justicia, tutela constitucional frente a la cual
deben ceder las normas ordenatorias de los procedimientos que
“sólo tienen en mira una distribución racional del trabajo
entre secretarías correspondientes a tribunales que ostentan
igual naturaleza” (considerando 6º, “in fine”).
5º) Que, posteriormente y ante un pedido de revisión
formulado por los señores jueces de primera instancia del fuero
en cuestión, mediante Acordada 15/2002 se sugirió al Poder
Ejecutivo de la Nación “que se propicie, por la vía que resulte
procedente, la medida consistente en habilitar a jueces de
otros fueros para entender en las causas cuyo desplazamiento de
competencia
pretenden
los
magistrados
peticionarios”,
señalándose al respecto que estos últimos no habían aportado
una solución alternativa que ese Alto Tribunal pueda ordenar,
“sin infringir el límite de sus atribuciones jurisdiccionales
y de superintendencia que le fija la Constitución Nacional y
las leyes reglamentarias”.
6º)
Que
ante
la
sugerencia
efectuada,
el
Poder
Ejecutivo se dirigió a este Consejo mediante la nota que motiva
estas actuaciones, por considerar que, previo a la elaboración
de un eventual proyecto de ley, este Cuerpo debería ser oído,
atento la vinculación existente entre la materia de la ley a
Consejo de la Magistratura
dictar y las competencias reglamentarias de este Cuerpo en
orden al aseguramiento de la eficaz administración de justicia.
7º)
Que
debe
tenerse
presente
que
la
opinión
requerida no se refiere a las medidas adoptadas oportunamente
por la Corte Suprema, las cuales discurren en torno de aspectos
operativos
de
la
distribución
de
tareas
entre
distintas
secretarías, que son propios del ejercicio de facultades de
superintendencia
y
no
importan
desplazamiento
alguno
de
competencias ni afectación de la jurisdicción asignada por la
ley a los jueces del fuero contencioso administrativo.
8º)
Que,
en
esa
inteligencia,
el
requerimiento
formulado debe entenderse dirigido a conocer exclusivamente
respecto
de
la
conveniencia
de
impulsar
una
modificación
legislativa que habilite a jueces de otros fueros para ejercer
jurisdicción en la materia que motivó la situación de colapso.
Al respecto, este Consejo no puede sino manifestarse en favor
de la conveniencia y necesidad de incorporar una previsión
legislativa en el propio texto de la norma procesal que regula
la materia, en la que se contemple la posibilidad de adoptar
medidas de excepción para evitar que, en situaciones como las
actuales, la realidad dificulte y frustre el acceso a la
justicia y termine por vulnerar aquello que constituye el
objeto
y
finalidad
primordial
del
amparo,
que
consiste,
precisamente, en asegurar un recurso sencillo y rápido para
impedir
la
ejecución
de
actos
que
violen
los
derechos
fundamentales, al propio tiempo que garantizar su efectivo
ejercicio.
9º) Que uno de los medios idóneos para asegurar la
obtención de tales fines bien podría estar dado por la medida
que los propios magistrados del fuero en cuestión consideran en
su
petición
y
conocimiento
del
reconocimiento
distintos
de
que
o
la
Corte
Ministerio
ampliación
aquéllos
no
Suprema
de
Justicia
requirente,
de
la
constituye
por
competencia
un
remedio
puso
cuanto
a
que
en
el
jueces
pueda
reputarse irrazonable, siempre que la redistribución de causas
se
concrete
dispuesto
por
entre
ley
tribunales
del
nacionales
Congreso,
a
fin
y
de
que
ello
sea
resguardar
las
competencias constitucionales en la materia y la garantía del
juez natural.
10) Que, en cuanto a la medida señalada, es dable
resaltar que la propia ley 16.986 contiene disposiciones que
relativizan la importancia de sujetar el conocimiento de las
causas a los jueces que resulten competentes por razón de la
materia, al extremo que habilita al juez requerido para conocer
de la acción aunque existan dudas razonables al respecto (art.
4) e incluso impide a las partes articular cuestiones de
competencia (artículo 16).
11) Que, asimismo, la doctrina nacional propugna la
aplicación de un criterio amplio en la consideración de las
cuestiones de competencia en materia de amparo, otorgando
prioridad a la celeridad de su tramitación. En tal sentido, se
ha sostenido que, por aplicación del principio de celeridad,
todos los magistrados podrían atender cualquier demanda que se
presentara sobre amparos (Sagües, Néstor, “Ley de Amparo”, Ed.
Astrea, pag. 245) y que el “quid” de la cuestión estriba en
salvar al amparo de las cuestiones de competencia que malogren
el
derecho
sustancial
lesionado
(Arigos,
Carlos
R.,
“La
competencia en la acción de amparo”, Ed. Depalma), lo cual se
vería malogrado con el planteo de cuestiones de competencia que
retrasarían el amparo, desvirtuándose así su naturaleza.
12) Que, establecida la viabilidad de implementar una
medida de tales características, sólo resta señalar que el
instrumento
legal
que
se
sancione
debería
establecer
la
autoridad de aplicación que tendrá a su cargo la facultad de
determinar
y
precisar
los
alcances
de
la
habilitación
de
competencias y de la propia distribución de causas que se
autorice.
Por ello,
SE RESUELVE:
Hacer saber a la H. Cámara de Diputados y al H.
Senado de la Nación lo expresado precedentemente y recomendar
la elaboración de un proyecto de ley en el sentido examinado.
Regístrese y comuníquese al Ministerio de Justicia de
la Nación.
Firmado por ante mí, que doy fe.
Consejo de la Magistratura
Fdo.: Bindo B. Caviglione Fraga - María Lelia Chaya - Juan C.
Gemignani
-
Ricardo
Gómez
Diez
-
Margarita
A.
Gudiño
de
Argüelles - Claudio M. Kiper - Diego J. May Zubiría - Eduardo
D.E. Orio - Miguel A. Pichetto - Marcelo Stubrin - Jorge R.
Yoma - Pablo G. Hirschmann (Secretario General)
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