Mujeres: pesca artesanal y río Magdalena Este artículo es producto de la investigación “Diccionario de Pesca del Magdalena Medio”, desarrollada por la Facultad de Ciencias Sociales y por el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, con el fin de documentar y analizar las diversas manifestaciones lingüísticas, sociales, culturales, económicas y ambientales, vinculadas a la pesca artesanal como oficio representativo de la región. Andrea García Becerra* La investigación expone que la pesca artesanal en el Magdalena Medio no es un actividad exclusivamente masculina y destaca los roles femeninos. 4 E n la región del Magdalena Medio la pesca artesanal es considerada una actividad predominantemente masculina, pero los aportes de las mujeres han estado y están presentes; sin embargo los roles femeninos y feminizados son casi invisibles y no son reconocidos como trabajos o labores importantes. Luego de conversar con mujeres y hombres de la región de estudio, se concluye que las acciones de ellas son vitales e indispensables en la actividad económica, ambiental y cultural de la zona. junio 2016 Esta información surge de la investigación “Diccionario de Pesca del Magdalena Medio”, desarrollada por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Javeriana y por el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, con el fin de documentar y analizar las diversas manifestaciones lingüísticas, sociales, culturales, económicas y ambientales, vinculadas a la pesca artesanal como oficio representativo de la región. El grupo de investigadores visitó cinco poblaciones de dicha región: El Llanito (corregimiento de Barrancabermeja), San Pablo (Bolívar), Gamarra (Cesar), Rioviejo (Bolívar) y Hatillo (corregimiento de Rioviejo). Durante el trabajo de campo etnográfico se realizaron entrevistas a profundidad a personas relacionadas con la pesca artesanal, se observaron los contextos ambientales, económicos y sociales de dicha actividad. En su cotidianidad, las pescadoras del Hatillo se dedican los días de semana a cuidar de sus hijos, hijas, nietos, nietas y compañeros, a lavar la ropa, a cocinar para su familia y a mantener la casa. Los fines de semana, sobre todo el domingo, salen en grupos de cinco o seis mujeres a pescar con anzuelos, a diferencia de los hombres que van en canoas, ellas pescan caminando por la orilla de los caños y las quebradas cercanas al casco urbano de Hatillo. Después de terminar la jornada de pesca, que comienza hacia las 8:00 de la mañana y finaliza a las 2:00 o 3:00 de la tarde, regresan a sus casas con la provisión de alimento fruto de su labor. Doña Deyis Castro, conocida como Doña Cuba, nos dice “por acá son las mujeres las que salen a pescar, uno se dedica en días de semana a atender Hoy en la Javeriana Mientras los hombres pescan en el Río Magdalena usando embarcaciones con motor, las mujeres recorren a pie o en canoas los brazos pequeños del afluente o las quebradas. En medio de los modelos sociales de predominancia económica y pública de lo masculino, la mujer desarrolla unos aportes cotidianos a la pesca artesanal que muchas veces no son reconocidos. Ellas se relacionan directamente con las actividades masculinas –acompañando y apoyando a los pescadores–; con el cuidado del Río Magdalena y sus ecosistemas; con la cocina y la preparación del pescado; con el procesamiento y la comercialización de este alimento; y con los procesos organizativos comunitarios y económicos del gremio de pescadores. Por este motivo, nos parece de suma importancia reconocer el papel de las mujeres en la pesca artesanal, pues la pesca se percibe y se valora culturalmente como actividad propia y casi exclusiva del género masculino, desconociendo las labores de cuidado, de sostenimiento, de apoyo, de transmisión de conocimientos y de organización social, desarrolladas por las mujeres en la región del Magdalena Medio. *Profesora del Departamento de Antropología de la Universidad Javeriana. 5 inv es tigación los niños que están en el colegio, ya el día sábado me dedico a lavarles todo lo sucio, tengo una hija de 17 años y una pequeñita, y el día domingo es que me dedico a pescar, salgo acompañada por mi madre, mis hermanas, una cuñada, dos hijas, a veces salimos como 10 juntas, salimos a pie por toda la orilla, se pesca en las quebradas, una jornada dura todo un día, desde las 8:00 de la mañana hasta las 3:00 o 4:00 de la tarde, ya con los pescaditos arregladitos”. Por su parte, Judith Nieto, líder comunitaria vinculada a la organización Una tarea de todos de las mujeres y de la pesca artesanal en el municipio de Rioviejo, nos hablaba La pesca artesanal realizada por mujeres del trabajo de las mujeres en la pesca se ubica en ámbitos y en tiempos femiy de los procesos de construcción de nizados, débiles, domésticos y dominaidentidad, “acá hay mujeres pescadoras, dos por el entorno natural. Este aspecto salen a pescar a veces con los esposos a se evidencia en las herramientas usadas veces con hijos, a veces con compañepor las mujeres pescadoras, quienes a ras o salen sólo mujeres, y acá sí tiran diferencia de los hombres, usan geneatarraya. Acá hay algunas cuantas que ralmente anzuelos, en lugar de atarrasiempre lo han hecho, pero ahora hay yas y trasmallos, objetos relacionados más mujeres que lo con la fuerza, los “Acá las mujeres apren- cuerpos y las labohacen, ahora están den a pescar de generamoviéndose más res de los hombres. ción en generación, eso mujeres a pescar, se lleva en la sangre, he Además, mientras pero esto es común conocido hogares donde los hombres pescan en la zona rural. Acá la abuela, la mamá, la hija en el Río Magdalena, las mujeres aprenden son pescadoras y ahora las usando embarcacioa pescar de generanes con motores nietas”. ción en generación, fuera de borda que eso se lleva en la sangre, he conocido les permiten moverse rápidamente por hogares donde la abuela, la mamá, la el río y recorrer grandes distancias, las hija son pescadoras y ahora las nietas. mujeres lo hacen en brazos pequeños No aprenden por el esposo, es por tradel afluente o en quebradas, recorriendición. Ahora hay muchas niñas aprendo a pie sus orillas y lanzando el anzuediendo, es común en la parte rural, más lo, o también, las mujeres pescan en las o menos inician desde los 3 años, una ciénagas, junto al Río, desde las orillas niña en Campo Alegre la sacaban desde o en canoas movidas con remos, pues que sabían caminar y con los papás se las aguas de las ciénagas se consideran van también y las niñas que les gusta, se más apacibles y menos peligrosas que van a pescar”, (sic). las del Río Magdalena.