Mito 1) La neutralidad de la red es una condición técnica de

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Net Neutrality: Diez mitos, una pregunta y una posdata.
José Luis Gamo
A Fondo
La neutralidad de red o 'net neutrality' es uno de los temas que más controversia e interés lleva generando desde hace meses. Se han esgrimido decenas de argumentos a
favor y en contra pero ¿qué hay de cierto en todo ello? ¿qué mitos rodean a este apasionante asunto?
Descargar archivo de audio (14:46 min / 3,38 Mb) A continuación se da un pequeño repaso a esos mitos.
• Mito 1) La neutralidad de la red es una condición técnica de diseño. La red está preparada para
tratar igual a todas las aplicaciones y discriminarlas es atentar contra los principios técnicos
básicos.
No. En todos los niveles de su diseño, Internet tiene empotrados mecanismos para permitir tratar de
distinta manera a tráficos con distintas necesidades (de cantidad de información que se necesita transmitir,
de latencia o retardo tolerable, de necesidad de integridad de la información, etc.). Entre los mecanismos
concebidos para permitir esta discriminación, podemos citar sin ánimo de exhaustividad los campos de
Tipo de Servicio (TOS), la posibilidad de que distintos tráficos utilicen distintos protocolos con distinto
funcionamiento y garantías (TCP y UDP, por ejemplo), los mecanismos de priorización de celdas y
paquetes, los mecanismos de control de flujo, throttle y ventanas deslizantes, etc., etc., etc. Toda esta
complejidad está prevista y es necesaria para permitir un encaminamiento y una asignación de los
recursos de red eficientes y eficaces. Estos mecanismos deben ser viables económicamente y garantizar a
cada usuario una serie de mínimos con independencia de lo que estén haciendo los demás usuarios. La
neutralidad no es por tanto una cuestión técnica.
• Mito 2) La legislación explícita y detallada sobre la Neutralidad es la mejor forma de garantizar la
innovación y el crecimiento sostenible de Internet.
No. La mejor forma de garantizar la innovación y el crecimiento sostenible es creando un marco de
seguridad jurídica que estimule la inversión y que no tenga prejuicio a favor de unos modelos de negocio
respecto de otros y un buen funcionamiento de los órganos de defensa de la competencia rápidos y
efectivos. Por omnisciente que sea el regulador, nunca podrá capturar el dinamismo y casuística de la
economía mejor que los mercados.
• Mito 3) La neutralidad sirve para impedir que los telcos traten mejor unos contenidos que otros,
perjudicando o beneficiando a los actores económicos a su antojo .
No. En ausencia de toda regulación o legislación específica sobre este tema, las telcos como cualquier
otro negocio están sujetas a la legislación de defensa de la competencia. Por tanto, es de aplicación para
ellos la legislación y jurisprudencia correspondiente, con las figuras definidas de abuso de posición
dominante, prácticas de fijación de precios predatorios, colusión, pinzamiento de márgenes, etcétera y
muy específicamente la isonomía u obligación de dar un tratamiento equitativo a clientes de unas
características equivalentes. Por lo tanto, las telcos piden presunción de inocencia y actuación expos t en
caso de que se produzca algún abuso. Las telcos se oponen a una regulación exante porque la experiencia
enseña que esta es un freno a la innovación y un corsé innecesario para la generación de nuevos servicios
y nuevos modelos de negocio. La regulación es un mal necesario para impedir que la posición de
dominancia de los exmonopolios evite la generación de un verdadero mercado en competencia. A medida
que va avanzando la liberalización, debe ir disminuyendo la intensidad regulatoria y ser sustituida por el
derecho general de la competencia puesto que si no, lo que se impedirá es el desarrollo del sector.
• Mito 4) Se corre el riesgo de que la Internet se transforme en un coto privado de las telcos, que
servirán sus intereses de negocio e impedirán que las "Start-ups" puedan apalancarse sobre la red
para generar sus negocios. Esta amenaza no es hipotética sino que hay muchos casos en los que ya
es una realidad.
No. Veamos algunos de los casos más famosos que utiliza Wikipedia para apoyar este punto:
-2004, el ISP Madison River, fue acusado de prácticas anticompetitivas por impedir el acceso desde sus
clientes a servicios de ToIP de la competencia. La FCC abrió un expediente que se cerró con una multa
importante sin necesidad de mayor "intensidad regulatoria". La "amenaza" fue desactivada
inmediatamente hace ya dos años.
-2005, Telus (operadora canadiense) es acusada de bloquear el acceso a una web sindical durante un
conflicto laboral. En mi opinión estamos hablando de un delito contra la libertad de expresión que nada
tiene que ver con el nudo gordiano del debate de la neutralidad
-2006, AOL bloquea durante unas horas los mensajes que mencionan a www.dearaol.com (una campaña
en contra del servicio de correo certificado de pago de AOL). No hay ninguna evidencia de que fuera
intencionado. La opinión de un experto en seguridad como Larry Seltzer es que se trató de un problema
técnico e inintencionado.
• Mito 5) El permitir distintos niveles de servicio en la red es el fin de la neutralidad. Es necesario
una regulación explícita que lo impida.
No. El permitir distintos niveles de servicio es sano económicamente e incluso necesario. Es la única
forma de evitar que unos usuarios subvencionen a otros. ¿Por qué tengo que promediar los precios entre
los clientes si hay a algunos a los que les aporto mucho más valor? Un buen ejemplo para reflexionar es el
de las autopistas. Cierto que el estado tiene la obligación de garantizar un servicio público: una red viaria
razonable para el transporte de ciudadanos y mercancías. Pero el "café para todos" o el prohibir la
construcción de autopistas de peaje implica no dar juego a la iniciativa privada y, o bien obligar a que
todos tengan un servicio de mínimos o bien que todos los usuarios paguen vía impuestos por el servicio
caro con independencia de que tengan o no necesidad de usarlo. Parece sano económicamente poner el
precio por mercado y no por decreto.
• Mito 6) En el campo de los pro-neutralidad se alinean consumidores, académicos, técnicos y
personas preocupadas en general por la innovación y los derechos de los clientes y de terceros
actores.
Simplista. Hay lobbies en uno y otro campo. Los adalides principales de la postura pro-neutralidad son
actores con claros y legítimos intereses económicos como Microsoft, eBay, Google, Vonage, etc. A veces
se cita que gurús como el arquitecto de Internet Vinton Cerf, militan como proneutrales. Por seguir con el
ejemplo, recuerden que en la actualidad el Sr. Cerf es ejecutivo de Google. ¿Qué tienen en común todos
estos actores? Sencillo: Que su negocio se basa totalmente en la red pero que no tienen que hacer
inversiones para financiar el desarrollo de esta. Por lo tanto su interés va en asegurar que esta les da una
calidad de servicio espléndida, sin repercutirles los costes de dicha calidad de servicio, y si ya de paso
consiguen que los telcos estén confinados regulatoriamente de manera que ni sean muy rentables ni
puedan hacer ningún negocio en la red más que el de meros transportistas, pues mejor que mejor.
• Mito 7) El campo pro-neutralidad tiene un sentido de urgencia en que se solucione la controversia,
mientras que las telcos arrastran los pies.
Todo lo contrario, mientras la controversia siga abierta y por lo tanto no haya una "estabilidad en el marco
regulatorio", las telcos se ven obligadas por la vía de los hechos a ir invirtiendo en infraestructuras para
mejorar la red [1], sin tener seguridad jurídica, es decir, sin ninguna garantía de que mañana no vaya a
salir una ley que cambie de un plumazo las posibilidades de obtener unos retornos razonables de las
inversiones ya realizadas.
• Mito 8) La discusión sólo es relevante para la situación en Norteamérica. En Europa, la discusión
no es igualmente importante.
La discusión es más importante en Europa. El tema afecta como decíamos al modelo económico que
garantiza el desarrollo de la Internet y por lo tanto es igualmente crítica en USA y en Europa. La única
diferencia relevante que se ha producido hasta ahora (no quiere decirse que en el futuro no pueda haber
más; ver Mito #9) entre los dos entornos es que en USA la discusión sobre el modelo regulatorio que rige
las inversiones en el acceso ya se cerró sin la obligación para las compañías que disponen de
infraestructura no histórica de ofrecer a terceros un servicio mayorista a precio regulado, y esta margarita
todavía se está deshojando en Europa. En USA sería pues una discusión que afectaría fundamentalmente a
las economics de las inversiones en el núcleo de la red (el backbone , en la jerga de las telcos), mientras
que en Europa, afectaría también a las inversiones en el acceso.
• Mito 9) Vivimos en la aldea global e Internet es el globalizador por excelencia, luego lo que ocurra
en USA, se trasladará automáticamente a Europa.
No. Sin negar el mimetismo y seguidismo en muchos aspectos de Europa respecto de Estados Unidos,
tenemos muchos precedentes de distinta situación en el hipersector, por ejemplo:
-las áreas "toll-free" o de tarifa plana de llamadas llevan toda la vida existiendo en USA sin que hayan
aparecido en Europa hasta muy recientemente
-El "calling party pays" o modelo de servicio de los móviles por el que el coste de la llamada se imputa
exclusivamente al usuario llamante, históricamente no despegó en USA, siendo una de las causas de la
menor velocidad de penetración de los móviles en USA que en Europa, pero eso es otra historia.
• Mito 10) En Estados Unidos, la clase política está mayoritariamente a favor de la neutralidad.
No. Si nos remitimos a los hechos, entendiendo como tales las leyes y resoluciones aprobadas por el
Senado y la Cámara de Representantes, más bien hay evidencia en sentido contrario:
En Abril, la Comisión de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes rechazó (34-22) una
proposición demócrata para impedir que AT&T, Verizon y ComCast pusieran un precio superior por el
acceso a las redes de mayor velocidad.
En Junio, la Cámara aprobó legislación relevante sobre Comunicaciones (el Acta COPE, por ejemplo) que
no contiene ninguna provisión específica sobre el tema de la neutralidad. Sólo un cambio de actitud
dramático en el Senado haría que la legislación avanzará explícitamente hacia las regulaciones exante
pedidas por el campo proneutralidad.
Y ¿cuál es el verdadero partido que se juega entre bambalinas por detrás de todos estos mitos
mediáticos?
Lo que está en juego es quién obtiene retornos de las inversiones que hay que hacer para garantizar una
calidad de servicio adecuada y que ésta evolucione al ritmo que requieren la evolución de las aplicaciones
y de los negocios que utilizan la red como soporte: Si este retorno lo obtienen las compañías que realizan
las inversiones (i.e. las telcos) y corren con los riesgos (de demanda, de competencia, de regulación, de
coste de oportunidad, de obsolescencia tecnológica) o por el contrario lo obtienen compañías que no
invierten en ese negocio (entre las que están todas las que apoyan la neutralidad de la red). La única
justificación racional para lo segundo sería que las telcos fueran compañías estatales, que utilizaran dinero
público para esas inversiones o que operaran en unas condiciones de monopolios de facto exentas de las
reglas básicas de los mercados en competencia.
Pretender que el riesgo y la inversión no tengan premio en términos de rentabilidad es perverso porque la
sostenibilidad del desarrollo de la Red se basa en que exista incentivo de negocio para financiar la
creación de las infraestructuras que la soportan. Esta es la verdadera condición sine qua non del desarrollo
y la innovación. Tenemos en el pasado ejemplos que nos muestran lo que puede ocurrir en sectores
básicos de actividad en los que se impone a los actores-inversores restricciones ilegítimas (yo diría) a su
rentabilidad, lo mismo en el sector eléctrico que en el ferroviario, el del transporte o el minero. En
Internet podemos asistir a un colapso del sistema por la falta del incentivo básico que ha gobernado todo
el desarrollo económico en occidente en los últimos siglos: la expectativa de una rentabilidad
proporcional al riesgo de la inversión. Esto dejando de lado, por supuesto, lo que podamos opinar sobre el
atentado contra los derechos de los actores-inversores. Posdata
Google ha firmado recientemente un acuerdo con Sony Ericsson para que en los teléfonos móviles de esta
última, su servicio de búsquedas aparezca más rápidamente que los de su competencia (Yahoo, MSN,
etc.)... eBay acaba de tomar medidas para favorecer a PayPal sobre el servicio de pagos de Google,
Estos ejemplos van mucho más allá de lo que es tener una oferta con diferentes niveles de servicio y sí
que ejemplifican bien (en mi humilde opinión) lo que es apalancarse en una posición de dominancia en un
mercado para modificar las reglas de competencia en otro mercado.
Parecería que las cuestiones de competencia y neutralidad que se suscitan en estos ejemplos son
conceptualmente similares a las de Internet y sin embargo las posturas de algunos de los actores comunes
a ambas controversias son totalmente distintas. Estas diferentes posturas en temas aparentemente
similares hacen pensar a cualquier observador con cierto distanciamiento intelectual de la controversia
que detrás de algunas de estas peticiones de neutralidades está, al menos entre otras cosas, la búsqueda de
ventajas competitivas por parte de algunos
Autor: José Luis Gamo, Director de Marketing y Estrategia de Telefónica Empresas
[1] tanto para garantizar que los grandes "hubs" no monopolizan los recursos, impidiendo dar servicio a
los demás usuarios como por los costes de imagen que tendría para ellos que las aplicaciones no
obtuvieran suficientes prestaciones de la red, aunque estas se diseñan sin reparar en el coste de los
recursos de red que necesitan para proporcionar el valor que prometen Descargar archivo de audio
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