Cambio de Paradigma De la Soberanía Nacional Absoluta a la Soberanía de la Comunidad Global A través de los siglos el “paradigma” de la soberanía nacional absoluta, que se consolidó en la Paz de Westfalia de 1648, trajo como consecuencia constantes guerras que culminaron en el siglo pasado con las dos guerras mundiales. Al no existir una autoridad supranacional efectiva con normas coercibles prevalece en la anarquía de la Ley del más fuerte como poder de facto. Por lo tanto, Planetafilia, A.C. ha propuesto un Cambio de Paradigma precisamente para desmantelar el principio de la soberanía nacional “absoluta” hacia la soberanía de la comunidad global. Por otra parte, con la reciente globalización de todos los aspectos de la vida económica, social y cultural, que incluye la expansión de las redes sociales en los medios de comunicación, se hace indispensable la globalización de la política mediante la transformación de la ONU en Federación Mundial de Naciones con un Sistema Parlamentario capaz de legislar y crear un gobierno parlamentario con facultades delegadas para resolver los asuntos globales. Para lograr dicha transformación, Planetafilia ha propuesto impulsar la convocatoria a una Conferencia General de Miembros de la ONU con el propósito de revisar la Carta de San Francisco de 1945, con fundamento en el Artículo 109. Esta estrategia la hemos denominado el brazo derecho del cambio de paradigma. Ahora bien sí los gobiernos de los Estados-Nación permanecen inamovibles, Planetafilia ha propuesto como brazo izquierdo del nuevo paradigma un Plan de Acción en la Resolución PARMUN que desarrolla un proceso electoral democrático transparente en cuatro etapas sucesivas. Cualquier ciudadano que obtenga 1,000 firmas de apoyo para convertirse en Delegado del Pueblo podrá participar en una Convención Regional de 1,000 Delegados para elegir democráticamente a los primeros 10 Parlamentarios Ciudadanos, de un Parlamento Urbano Regional que podrá replicarse en todas partes del Mundo para lograr instituir legítimamente el futuro el Parlamento Mundial Ciudadano. Nosotros como Ciudadanos del Mundo proponemos: 1) Iniciar este proceso democrático para eliminar los abusos de la anarquía internacional en la que ha predominado la Ley del Más Fuerte, sustentada en dos pilares: las armas y el dinero. 2) Impulsar la democracia mundial con la colaboración de las Universidades, los Cabildos y los Legisladores de todos los Congresos o Parlamentos de los Estados-Nación, hacia un Parlamento Mundial Ciudadano. 3) Difundir el espíritu universal de este nuevo paradigma y establecer una sociedad global capaz de impulsar una nueva civilización a partir de este Parlamento Mundial Ciudadano, que legisle y gobierne con los más altos principios democráticos y valores axiológicos a favor de la equidad social y la paz mundial. Así mismo, damos a conocer el DECRETO de “La Abolición de la Guerra” aprobado por el Foro de la Primera Etapa del Parlamento Mundial Ciudadano, que se llevo a cabo en el Palacio Legislativo de San Lázaro los días 11 y 12 de Octubre del 2011 en México, D.F, de acuerdo a las siguientes: CONSIDERACIONES 1.- En Consideración a que la guerra destruye a los seres humanos y al medio ambiente, divide y erosiona al tejido social causando la muerte y la desolación de millones y millones de seres humanos y demás seres vivos del planeta Tierra, 2.- En Consideración a que la guerra es un gran negocio para los intereses de las grandes potencias, con la complicidad de la banca mundial y las grandes empresas transnacionales proveedoras del llamado complejo militar industrial a nivel global, 3.- En Consideración a que el avance de la ciencia y la tecnológica ha facilitado el conocimiento mutuo entre los países y la comunicación sorprendente de millones de personas a través de las redes sociales, que han hecho realidad la globalización del contacto humano y que con ello se confirma una vez más que la Tierra es nuestro único hogar y que por ello hoy ya no existe justificación alguna para la guerra entre seres humanos, 4.- En Consideración a que es un mito la necesidad de gastar los trillones de dólares de recursos materiales y financieros que se han destinado por muchas décadas a la industria de la guerra y que en cambio en un futuro se podrían utilizar para la infraestructura social a favor de la educación, la salud, la vivienda, la comunicación y la ocupación digna de los seres humanos, y finalmente, 5.- En Consideración a que nosotros los ciudadanos del mundo, somos conscientes de nuestro derecho a vivir en paz, privilegiando el dialogo y buscando el bien común para un mundo mejor, a favor de las nuevas generaciones: Como resultado de dichas Consideraciones se expidió el siguiente: DECRETO de “La Abolición de la Guerra”, en la Ciudad de México D.F. el día 11 de Octubre del año 2011, en las instalaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro, que entra en vigor el mismo día de su expedición y que mediante su publicación por Internet en el sitio www.parmun.org podrá ser ratificado por todos los ciudadanos del mundo de manera personal o a través de las Redes Sociales, que decidan así hacerlo. Con este DECRETO ha quedado prohibida la guerra con fundamento en el Principio esencial de la soberanía del pueblo mundial y en ejercicio del Derecho Soberano que emana de dicho Principio, se ratifica la Resolución PARMUN hacia un Parlamento Mundial Ciudadano. Este Decreto vinculado a la Resolución PARMUN se encuentra ahora en petición de campaña con la comunidad de AVAAZ, en el cual se deben reunir 100,000 firmas para iniciar una campaña global. En resumen tenemos la firme creencia que tanto el brazo derecho como el brazo izquierdo son indispensables para lograr el nuevo paradigma de la soberanía de la comunidad global delegada en un Parlamento Mundial Bicameral que combina la representatividad de los intereses de la población mundial con los intereses de los gobiernos de los Estados Nación que necesariamente tendrán que colaborar para lograr conjuntamente no solo la seguridad y la paz mundial sino el progreso compartido hacia una nueva civilización en que prevalezca la armonía con un destino común.