aworizaci~n para enajenar o gravar bienes por personas

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AWORIZACI~N PARA ENAJENAR O GRAVAR BIENES
POR PERSONAS EMANCIPADAS POR MATRIMONIO
O PARA COMPARECER EN JUICIO
Raúl l? Garcia Elizondo
Tradicionalmente la función del Estado de resolver las contiendas
entre los gobernados se realizó a través de sujetos imparciales, autónomos que ahora conocemos como Jueces o Magistrados. A esta
actividad del Estado se le ha denominado juris)cción coincidiendo
la generalidad de los autores en que JURISDICCION, que, literalmente
significa "decir o indicar el derecho", es la fiinción que ejercen los
órganos del Estado independientes o autónomos, a través del proceso, para conocer de los litigios que plantean las partes emitiendo
una decisión y, en su caso, ordenando su ejecución.
De acuerdo con esta definición y atendiendo al estudio realizado
por el doctor José Ovalle Fabela, no podemos hablar de jurisdicción cuando el Estado interviene en asuntos en los que no existe
contienda o controversia alguna y en donde la intervención de los
Jueces era necesaria para la tutela de determinados intereses sociales; sin embargo, tradicionalmente se ha conocido a esta actividad
del Estado como jurisdicción voluntaria, quizá por lo que &rma
Chiovenda de que la jurisdicción voluntaria deriva del proceso italiano de la Edad Media que se refería al complejo de actos que los
órganos de la jurisdicción realizan frente a un solo interesado, o en
virtud del acuerdo de varios. A los Notarios se les denomina jurices
chartulari porque tenían solamente jurisdicción ent.re quienes lo
querían.
Actualmente nos referimos a jurisdicción voluntaria para distinguir procedimientos que incluso no se plantean ante un Juez Civil,
y que define el artículo 893 del Código de Procedimientos Civiles
del Estado, que establece que la jurisdicción voluntaria comprende
Revista de Derecho Notarial Mexicano, núm. 111, México, 1998.
DR © Asociación Nacional del Notariado Mexicano, A. C.
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todos los actos que por disposición de la ley o por solicitud de los
interesados requieren la intervención del Juez, sin que esté promovida ni se promueva cuestión alguna entre partes determinadas.
Es difícil precisar aquellos casos en que por voluntad de los
interesados puede intervenir el Órgano jurisdiccional, por ello,
Pallares denunció la necesidad de reformar la ley en el sentido de
precisar los límites de la jurisdicción voluntaria y la clase de actos
que en ella pueden realizarse, pues de la redacción del artículo 893
antes citado pueden derivarse actos muy diversos que ahora corresponden a las funciones notariales; precisamente en atención a esos
actos que se pueden plantear por los interesados en forma voluntaria, con la única necesidad de que un órgano o individuo investido de facultades especiales (Notario), pudiera constatar la certeza
de una situación o estado en que se encuentra una o varias personas
o bien su patrimonio, y determinarse que a través de una declaración suficiente, se aplica el derecho.
Para llegar a esta declaración que puede plantearse ante los
Notarios Públicos del Estado por virtud a las recientes reformas que
sufrió tanto la Ley del Notariado como el Código de Procedimientos
Civiles, deben seguirse procedimientos que por su finalidad serán
sumarios y exigirse determinadas condiciones o requisitos esenciales.
Trataremos en especial del procedimiento de autorización para
enajenar, gravar o transmitir derechos o bienes de menores emancipados, así como para comparecer a juicio, cuya exigencia nace
jurídicamente de lo dispuesto por el artículo 643 del Código Civil
del Estado, que establece que el emancipado tiene la libre administración de sus bienes, pero siempre necesita durante su menor edad:
De la autorización judicial para la enajenación, gravamen o
hipoteca de bienes raíces;
De un tutor para los negocios judiciales;
Por razón de método, separaremos lo que se consideran supuestos distintos a saber:
AUTORIZACIÓN JUDICIAL A MENORES EMANCIPADOS PARA ENAJENAR,
GRAVAR O HIPOTECAR RIENES RA~CES
La mayoría de edad atribuye a la persona la plena capacidad de
goce y de ejercicio, pues el propio Código señala que el mayor
de edad dispone libremente de su persona y de sus bienes, ello
porque el legislador consideró que la persona había adquirido la
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madurez intelectual y de discernimiento necesario para obligarse y
hacer valer sus derechos por sí misma.
De acuerdo a lo anterior, pero sin desconocer que cuando el
menor d e edad ha salido de su infancia, va adquiriendo capacidad
que aunque limitada la ley le permite realizar ciertos actos: celebrar
matrimonio (arts. 148, 149 y 150) y otorgar testamento (art. 1306,
frac. V), designar tutor (arts. 470, 496, 624), administrar y disponer
de los bienes que ha adquirido por su trabajo, etc., sin embargo
tales capacidades no obstante la emancipación, no pueden ocasionar la libre disposición de bienes raíces y sólo podrán pedir la
autorización para ello sus tutores por causa de utilidad evidente o
absoluta necesidad.
En el trámite de dicho procedimiento se sugiere observar lo
siguiente:
Competencia: Acorde a lo que establece al artículo 156, fracción
VIII, del Código de Procedimientos Civiles vigente en el Estado,
para la fijación de competencias de los jueces, que en este caso
consideró debe por analogía aplicarse a los Notarios Públicos, deben
conocer la jurisdicción voluntaria, el del domicilio del solicitante,
en este caso del menor emancipado, pero si se tratare de bienes
raíces lo será el del lugar en que están ubicados.
Legztimización: Sólo puede plantear la solicitud el menor emancipado, ello en atención a que la restricción de enajenar bienes
raíces, es en su beneficio y cuando lo desea y en las condiciones
exigidas por la ley será necesario que medie autorización y para ello
será menester que previamente se le designe un tutor dativo especial, quien puede ser sugerido por el propio menor.
La solicitud del tutor se substanciará en forma de incidente,
con presencia del Ministerio Público (art. 916) del Código de Procedimientos Civiles.
Requisitos especiales: Al presentarse la solicitud deberá expresarse
el motivo de la enajenación y el objeto a que deba aplicarse la suma
que se obtenga y que se justifique la absoluta necesidad o la evidente utilidad de la enajenación (art. 916).
Elementos justzJimtivos: En los términos de los artículos 35, 39 y
demás relativos del Código Civil vigente en el Estado, para demostrar su minoría de edad, así como el matrimonio que produjo su
emancipación, el menor deberá presentar sil acta de nacimiento y
de matrimonio, excepcionalmente en las condiciones del artículo
40 del ordenamiento citado, podrá rccibirse prueba de instrumento
o testigos.
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Para probar los presupuestos especiales exigidos por el artículo
916 del Código de Procedimientos Civiles antes señalados, podrá
desahogarse información testimonial.
Deberá realizarse avalúo de los bienes por peritos (por lo menos
dos) designados por el propio Notario.
DE TUTOR DATIVO ESPECIAL PARA OCURRIR A
DESIGNACIÓN
JUICIO
Deben en este procedimiento reunirse los mismos presupuestos
y requisitos que en el caso anterior en cuanto a lo que resulta
compatible, en la inteligencia de que nos encontramos ante un
procedimiento más breve, pues el Notario constatará únicamente
la minoría de edad, la existencia del matrimonio que provocó la
emancipación y la necesidad de ocurrir a juicio para preservar,
declarar o constituir un derecho del menor; sin que ello implique
que el Notario esté facultado para examinar y determinar la viabilidad de la acción o excepciones de que pudiera prevalerse el menor.
Declarada la minoría, el Notario designará tutor que puede ser
sugerido por el menor.
El tutor podrá realizar todos los actos concernientes a la defensa
de los intereses del menor en juicio y justificará su personalidad
con las constancias que al efecto se levanten, llevándolas a la contienda con su primer escrito.
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