En esta sección estudiamos las aves. A estos animales los distinguimos fácilmente porque son los que tienen plumas. En realidad son las plumas en lo que se basan los científicos para decidir si un animal es un ave o no. Si tiene plumas: es un ave. Si no tiene plumas: entonces no es un ave. Sólo las aves tienen plumas, y todas las especies de aves tienen plumas. Al igual que los reptiles, anfibios, mamíferos y peces, las aves son animales vertebrado s. Simplemente quiere decir que tienen esqueleto con vértebras. En diferencia de otros animales como los insectos, las esponjas, las estrellas marinas y muchos otros. Algunos de estos otros animales tienen esqueletos, pero es un esqueleto diferente. Las aves descienden de los reptiles. Hace unos 200 millones de años, las escamas se desarrollaron en plumas, surgiendo de esta forma la primer ave. Se estima que existen alrededor de unas 9,700 especies diferentes en estos momentos. Las aves que existen hoy en día se estudian en dos grupos básicos. Las que pueden volar y las que han perdido la habilidad de hacerlo. A estas últimas las llamamos rátidas o corredoras. Entre las rátidas tenemos el avestruz, los ñandúes, los casuarios y otros. Para sorpresa de muchos, en las que vuelan (también llamadas carenadas) se incluyen los pingüinos, ya que aunque no vuelan a través del aire, sí lo hacen en el agua. Y junto con los pingüinos, se encuentran la gran mayoría del resto de las aves que conocemos Estas tienen importancia en el mantenimiento de la temperatura corporal y en el vuelo. Hay dos tipos básicos de plumas: las que cubren la mayor parte del cuerpo, cuyo tipo principal son las tectrices o cobertoras (cortas y flexibles), y las que constituyen el vuelo de estructura más rígida y especializada, ubicada en las alas (remeras o remiges) y en la cola (timoneras o rectrices). En el nacimiento de ésta, casi todas las aves poseen una glándula uropigial que segrega un aceite, que con el pico recoge y lo esparce por el plumaje para mantenerlo impermeable y flexible.