¿Qué es el Cambio Climático? Son cambios en las condiciones ambientales debidos al aumento de la cantidad de Gases de Efecto Invernadero presentes en la Atmósfera y por la anormalidad en la radiación solar que llega a nuestro planeta. El cambio climático es un problema global complejo que representa un nuevo reto para la humanidad pues implica distintos aspectos ambientales, sociales, culturales, económicos y políticos. Aunque los impactos globales no sean muy dramáticos en el corto plazo es importante trabajar hoy tanto a nivel local, regional y nacional para reducir las consecuencias en el futuro. Antecedentes La preocupación mundial acerca de los efectos del desarrollo económico sobre el clima inició una fase nueva en 1988, en Canadá, con la Conferencia de Toronto sobre Cambio en la Atmósfera: Implicaciones para la Seguridad Global. Ese mismo año, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) decidieron establecer el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). EL PROTOCOLO DE KIOTO El 11 de diciembre de 1997 los países industrializados se comprometieron, en la ciudad de Kioto, a ejecutar un conjunto de medidas para reducir los gases de efecto invernadero. El protocolo de Kioto entró en vigor el 16 de febrero de 2005 tras ocho años de negociación. El acuerdo se fundamenta en la urgencia de llevar a cabo un plan que ayude a retener el progresivo aumento de la temperatura del planeta, cuyos efectos lo sufrirán principalmente las naciones más pobres y que menos contribuyen a esta situación. Este instrumento se inscribe en el contexto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), suscrita en 1992, dentro de lo que se conoció como la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro. El Protocolo vino a darle fuerza vinculante, es decir obligatoriedad jurídica, a lo que en ese entonces no pudo hacer la CMNUCC. El Protocolo de Kioto sobre el cambio climático es un instrumento internacional que tiene por objeto reducir las emisiones de seis gases de calentamiento global: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), además de tres gases industriales fluorados: hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6). El Protocolo pide que los países industrializados (excepto los EE.UU., que no participan) reduzcan sus emisiones de gases que contribuyen al calentamiento del globo en aproximadamente un 5% por debajo de los niveles de 1990 para el período 2008-2012. Esto no significa que cada país deba reducir sus emisiones de gases regulados en un 5%, sino que este es un porcentaje a nivel global y, por el contrario, cada país obligado por Kioto tiene sus propios porcentajes de emisión que debe disminuir. Para facilitar el cumplimiento de los compromisos de reducción de emisiones, el Protocolo estableció tres estrategias llamadas Mecanismos de Flexibilidad: 1 La Implementación Conjunta (IC, o IJ en inglés), 2 El Comercio de Emisiones (CE, o ET) y 3 El Mecanismo para un Desarrollo Limpio (MDL, o CDM). La Implementación Conjunta establece la posibilidad de que un país implemente proyectos de reducción o de captura de emisiones en el territorio de otro país. El Comercio de Emisiones autoriza a que las Partes comercien entre sí una fracción de sus respectivos permisos de emisión determinados por los límites que les impone el Protocolo. El Mecanismo para un Desarrollo Limpio es el único que autoriza la participación de países en el comercio de emisiones, como vendedores de Reducciones Certificadas de Emisiones sustentadas en proyectos de mitigación registrados. LA RESPUESTA DE MÉXICO Diversos estudios indican que nuestro territorio presenta una alta vulnerabilidad ante los efectos adversos del cambio climático. Esta vulnerabilidad implica riesgos crecientes para la integridad de los ecosistemas, lo que limitará su capacidad de ofrecer los servicios ambientales que requiere nuestro desarrollo. Las consecuencias se dejarán sentir en salud pública, seguridad de la producción alimentaria, seguridad energética, seguridad en la disponibilidad de agua, o seguridad de asentamientos humanos y grandes infraestructuras. Las zonas costeras se encontrarán expuestas al riesgo de fenómenos meteorológicos extremos, cuya intensidad se incrementa con el calentamiento global, así como a la elevación del nivel del mar. México firmó la CMNUCC en 1992 y la ratificó en 1993 con fundamento en la aprobación del Senado de la República; asimismo, México firmó el Protocolo de Kioto en 1997 y lo ratificó en 2000. México, bajo la coordinación general del Instituto Nacional de Ecología (INE), ha presentado dos Comunicaciones Nacionales y ha realizado tres Inventarios Nacionales de Emisiones de GEI, conforme con los lineamientos y metodologías del IPCC (Internacional Panel on Climate Change). México apoya sin reservas los instrumentos jurídicos negociados multilateralmente para enfrentar el cambio climático: la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC) y el Protocolo de Kioto, oportunamente ratificados. México privilegia el marco multilateral de las Naciones Unidas para enfrentar el problema, pero reconoce el papel complementario que desempeñan otros foros internacionales. En este último sentido, México mantiene especial atención a su participación en los grupos sobre cambio climático, desarrollo sustentable y medio ambiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y ha establecido convenios de colaboración bilateral con diversos países que se orientan a alcanzar posiciones comunes en algunos de los temas de la agenda climática, a potenciar el desarrollo de proyectos de mitigación y adaptación, así como a apoyar el desarrollo de capacidades mexicanas en la materia. La Comisión Intersecretarial de Cambio Climático (CICC) fue creada con el objeto de coordinar, en el ámbito de sus respectivas competencias, las acciones de las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal (APF) relativas a la formulación e instrumentación de las políticas nacionales para la prevención y mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero, la adaptación a los efectos del cambio climático y, en general, para promover el desarrollo de programas y estrategias de acción climática relativos al cumplimiento de los compromisos suscritos por México en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) y los demás instrumentos derivados de ella, particularmente el Protocolo de Kioto. La CICC está integrada por los titulares de las Secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales (quien la preside); Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación; Comunicaciones y Transportes; Economía; Desarrollo Social; Energía; y Relaciones Exteriores. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público participa en sus reuniones de manera permanente. La CICC presentó en el mes de mayo de 2007, la Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENACC), la cual busca identificar oportunidades de mitigación y las acciones de adaptación al cambio climático. Así, identifica medidas, precisa posibilidades y rangos de reducción de emisiones, propone estudios necesarios para definir metas más precisas de mitigación y esboza las necesidades del país para avanzar en la construcción de capacidades de adaptación. Aunque la ENACC se centra en la esfera de competencia de la Administración Pública Federal, contribuye con ello a un proceso nacional, amplio e incluyente, basado en la construcción de consensos gubernamentales, corporativos y sociales para: 1 Identificar oportunidades de reducción de emisiones y desarrollar proyectos de mitigación; 2 Reconocer la vulnerabilidad de los respectivos sectores y áreas de competencia e iniciar proyectos para el desarrollo de capacidades nacionales y locales de respuesta y adaptación; 3 Proponer líneas de acción, políticas y estrategias, que sirvieron de base para la elaboración de un Programa Especial de Cambio Climático que se inscribe en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012. El Cambio Climático en el Estado de Guanajuato El estado de Guanajuato tiene una gran importancia para la República Mexicana, tanto por sus características espaciales como por su valor histórico y cultural. Se localiza en la Mesa Central y al sur de la Altiplanicie Mexicana. Aunque las actividades agropecuarias, han dejado de representar la principal fuente de ingresos de la población, sigue destacándose en la zona del Bajío. El Gobierno del Estado, dentro del Plan de Gobierno 2006-2012, establece las actividades y políticas prioritarias de desarrollo, entre las que destacan las obligaciones de optimizar e impulsar una cultura para la preservación del medio ambiente y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, así como gestionar el cumplimiento de estándares mínimos de calidad ambiental en sus diferentes componentes. Con ello se asume la corresponsabilidad y disposición para desplegar acciones de mitigación y adaptación al cambio climático. El 2 de octubre de 2007 se crea la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático del Estado de Guanajuato (COCLIMA); como organismo encargado de coordinar que las dependencias y entidades del poder ejecutivo estatal impulsen, promuevan, planifiquen y ejecuten acciones articuladas y concertadas de prevención, mitigación y adaptación al cambio climático, a fin de lograr un desarrollo regional sustentable en el estado.