EL CASTILLO Vista parcial del Castillo. Es El Burgo un pueblo pequeño, poco conocido, en la Serranía de Ronda, en la ruta de Ronda a Málaga. Al salir de Ronda, en el mismo cruce de la vía férrea de Bobadilla a Algeciras con la carretera de Ronda a Campillos, nace la de El Burgo» Después de recorrer 20 Kms. a través de la Serranía, viendo paisajes abruptos, majestuosos, de altos picachos y de hondos barrancos, amenizados por el canto de la perdiz, reina de esta zona, y por la visión fugaz del conejo, una vez que llegamos al puerto de Tango, vemos en el fondo de un gran varíe, un pequeño pueblo, bonito, blanco como copos de algodón, al que nos lleva la serpenteante carretera. Asentado sobre un cerro, que lleva su mismo nombre, en lo alto de él, vemos los restos del Castillo de «El Burgo»; de él quedan torreones medio derruidos, murallas en ruinas, que rodean la cima del cerro, y en su interior está la Plaza de la Villa, cuna del pueblo; en ella se eleva majestuosa la Iglesia de la Encarnación, antigua mezquita, de campanario cuadrangular y de gruesos muros, asomándose al precipicio por cuyos pies corre juguetón y cantarino el río Turón. Huyendo del precipicio, se extiende hacia el norte el pueblo. La calle principal es continuación de la Calzada, antigua entrada al Castillo; todas las calles son empinadas, siguiendo la costumbre morisca, blanqueadas sus casas, empedrados sus suelos y los tejados bajos. El Castillo, como dijimos, se asienta en la cima del cerro; fue famoso en la Edad Media, y así lo manifiesta en su construcción: era grande, su entrada principal estaba orientada al oeste, tenía otra puerta orientada al este, que coincidirían respectivamente con la calle de la Calzada y la otra con la actual calle de la Botica. Algunas torres se conservan bien hasta principios del siglo XIX, cuando la invasión francesa, Soult ordena poner en estado de defensa las villas de Monda, Tolox y El Burgo, pero poco más tarde mandó desmantelarlas. Más recientemente en el año 1934 por amenaza de ruina fueron derribados algunos torreones: uno de ellos fue el que está situado en la Calzada. En el Castillo se puede ver el paso de distintas culturas: su origen fue un poblado céltico; los cartagineses construyeron una torre vigía (Torres de Aníbal); en tiempos del emperador Trajano tuvo privilegio imperial, por ser paso obligado durante años de las legiones romanas, ya que se encontraba junto a la Calzada romana que iba de Acinipo a Málaga (restos de esta Calzada se puede ver en el Puerto de los Empedrados). 30 Fueron los árabes los que más huellas han dejado. Sabemos que junto con Ardales, Turón, Casarabonela, etc., formó parte del reino del gran Ornar Ibn Hafsun. Después de la muerte de éste, pasó al imperio cordobés, perteneciendo a la provincia Rayya. Cuando los reinos de Taifas fue feudo de Ronda durante 50 años con los Bann Dunas, más tarde de Málaga y por último del reino de Granada. Calle de la Calzada con resto de torreón. Extracto de la Revista Jábega nº 3, año 1973. © Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga (www.cedma.com) DE EL BURGO Allá por el año 1362, el Rey D. Pedro I, aprovechando la lucha entre el Rey Bermejo y el Rey Mahomad, «se apoderó de los lagares de El Burgo, e Hardales, e Cañete, e Turón, e las Cuevas, e otros castillos, e de donde tornose a Sevilla». Vista parcial del Castillo. Según se dice en la Historia del Marqués de Cádiz, el Rey D. Pedro «fizo en ella un muy rico aposentamiento e las mejores torres que en la fortaleza hay». Poco tiempo duró esta dominación, pues en el año 1368, según nos cuenta la Crónica del Rey Don Pedro «Otrosi los Castillos que el Rey Don Pedro ganara al regno de Granada cuando ayudaba al Rey Mahomad contra el Rey Bermejo, todos los cobraron nuevamente los moros en esta guerra... e otro si los castillos que el Rey Don Pedro ganara, como dicho es, que eran Turón, Hardales, El Burgo, Cañete e las Cuevas, los cobraron los Moros e ficieron mucho daño en tierra de Chritianos por la divisio que avía entre ellos» refiriéndose a lucha fratricida entre los hermanastros Don Pedro y Don Enrique. Durante el siglo XV, El Burgo fue cuna de heroicos y bravos guerreros, que intervienen en múltiples hechos de armas de esta época. Así, después de la Batalla de la Higueruela, ganada por el Rey Don Juan se firmó el Pacto de Hardales (16 de septiembre 1431) por D. Gómez de Rivera y el Príncipe Jusef. El contenido de dicho pacto fue motivo para que el Alcaide de El Burgo junto con los Cambil, Illora, Ronda, etc, se sublevaran contra el Rey granadino el Izquierdo declarándole indigno de ocupar el trono. Ya en el reinado de los Reyes Católicos el Alcaide de El Burgo tomará parte activa en las Batallas de la Ajarquía y en la de Lopera, donde fue hecho prisionero. En el año 1484, mes de febrero, el Marqués de Cádiz, cuando vuelve de la tala de la vega de Málaga, intenta apoderarse de la fortaleza de El Burgo, pero no pudo «como ya fuese de día, la gente se descubrió e miraron aquella villa cómo era tan fuerte y tan hermosa; la cual fue tomada otra vez por el Rey D. Pedro». Este Castillo y su villa, una vez que cayó Ronda en poder de los Reyes Católicos, el 22 de mayo de 1485, mandó mensajero para suplicarles que los tomase por vasallos. El Rey les dió seguridad, con tal que entregasen la fortaleza, todas las torres y cualquier fuerza que hubiere en ella, y fue entregada a Pedro de Barrionuevo, que fue su primer Alcaide cristiano. Existe una Real Provisión firmada por los Reyes Católicos en Almazán en mayo de 1496, para que Pedro de Barrionuevo entregase la fortaleza a la persona que tuviese poder del Serenísimo Príncipe Don Juan, pues con la ciudad de Ronda formaba parte de las tierras que entregaban al Príncipe con motivo de su próxima boda. Esta es la historia resumida del Castillo de El Burgo, hoy en ruinas. José María GÓMEZ TERUEL Calle de la Calzada con resto de torreón. Extracto de la Revista Jábega nº 3, año 1973. © Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga (www.cedma.com) 31