El Acuerdo de San Nicolás En lugar de reconstruir la Comisión Representativa del Pacto Federal de 1831, el 8 de abril de 1852, dos días después de firmado el Protocolo de Palermo, Urquiza invitó por nota-circular a los gobernadores de las provincias a una reunión a efectuarse en San Nicolás de los Arroyos, el 20 de mayo, con el propósito de convenir las bases de la organización nacional. A fines de mayo se reunieron en la mencionada ciudad diez gobernadores: Justo J. de Urquiza (Entre Ríos), Vicente López y Planes (Buenos Aires), Benjamín Virasoro (Corrientes), Domingo Crespo (Santa Fe), Pascual Segura (Mendoza), Nazario Benavides (San Juan), Pablo Lucero (San Luis), Manuel Taboada (Santiago del Estero), Celedonio Gutiérrez (Tucumán) y Vicente Bustos (La Rioja). Catamarca designó representante a Urquiza, en tanto que Salta, Jujuy y Córdoba firmaron su adhesión más tarde. El 29 de mayo se iniciaron oficialmente las deliberaciones. El Acuerdo de San Nicolás fue firmado el 31 de mayo de 1852 y constaba de 19 artículos dispositivos y uno adicional. Estableció la vigencia del Pacto de 1831 -al que calificaba de "ley fundamental"-. Dispuso la reunión de un Congreso general constituyente en la ciudad de Santa Fe en el mes de agosto, al cual las provincias debían enviar dos diputados cada una, que tendrían inmunidades y privilegios. El acuerdo otorgaba a Urquiza el título de director provisorio de la Confederación Argentina, con importantes atribuciones, como la facultad de intervenir en las provincias en caso de que la paz interior se viera perturbada, la representación de las relaciones exteriores, el mando supremo de las fuerzas militares de todo el país, la reglamentación de la navegación de los ríos interiores y la administración general de correos. El director provisorio estaba también autorizado a nombrar un consejo de estado, con el cual consultar los casos de gravedad. El acuerdo suprimía los derechos de tránsito entre las provincias, y destinaba el producto de sus aduanas exteriores para sufragar los gastos generales de la administración (1). El mismo día de la firma del tratado, el general Urquiza asumió el cargo de director provisorio y prestó juramento ante sus pares. NOTA 1. Texto del Acuerdo celebrado entre los Exmos. Gobernadores de las Provincias argentinas reunidos en San Nicolás de los Arroyos. Protocolo de Palermo En Asambleas Constituyentes Argentinas, T. VI, 2° parte, p. 455 Los infrascriptos, Gobernador Provisorio de la Provincia de Buenos Aires Camarista Don Vicente López; Gobernador y Capitán General de la Provincia de Entre Ríos, General en Jefe del Ejército Libertador, Brigadier Don Justo José de Urquiza; Gobernador y Capitán General de la Provincia de Corrientes, Mayor General de dicho Ejército, General Don Benjamín Virasoro; y el Dr. Don Manuel Leiva, revestido de plenos Poderes para representar al Exmo. Señor Gobernador y Capitán General de la Provincia de Santa Fe, ciudadano Don Domingo Crespo, reunidos en conferencia en Palermo de San Benito, residencia actual del Exmo. Señor Gobernador y Capitán General de la Provincia de Entre Ríos considerando: 3° - Que al disolverse el Congreso Nacional, y con él la presidencia de la República, reemplazándola con una autoridad provisoria, hasta la reunión de una Convención Nacional, la Ley de 7 de julio de 1827 declaró que las funciones de esta autoridad se limitarían a lo concerniente a la paz, guerra, relaciones exteriores y hacienda nacional, y que posteriormente por la Ley provincial de Buenos Aires de 27 de Agosto de 1827, se dispuso que hasta la resolución de las Provincias, quedaba el Gobierno de Buenos Aires, encargado de todo lo que concierne a guerra nacional, y a relaciones exteriores; 4° ...que el mencionado pacto denominado comunmente de la Liga Litoral, a que adhirieron todas las Provincias de la República, confirió a la Comisión reunida en Santa Fe, las atribuciones que el Congreso General tenía en la época de su existencia, detallándolas por su artículo XVI, y que esa misma Comisión dejó al Gobierno de Buenos Aires la dirección de esos negocios exteriores, sometiendo sus actos a la aprobación de ella, mientras que permaneció reunida; 5° Que posteriormente a su disolución, y en la época de la primera Administración dcl Dictador D. Juan Manuel de Rosas, los Pueblos y Gobiernos Confederados que habían aceptado expresamente ese Tratado, encargaron nuevamente al Gobierno de Buenos Aires la dirección de los Negocios Exteriores de la República... con cuya facultad ha seguido sin interrupción, hasta que fue modificada por la casi totalidad de los mismos Gobiernos Confederados, a quiénes se les arrancó la concesión de que esa alta prerrogativa fuese delegada a la persona del Dictador, y no yá al Gobierno de Buenos Aires, que no existía de hecho, ni de derecho, pues aquel había conculcado todas sus leyes, y arrebatado todos los Poderes públicos, en cuyo estado fue sorprendido por la grandiosa victoria de Monte Caseros, en tres de febrero último; 6° Que la desaparición de la escena política de Don Juan Manuel de Rosas, anuló de hecho esa facultad, que se había abrogado su persona, y restituyó a los Pueblos su respectiva parte de Soberanía Nacional, pudiendo en tal virtud delegaría en el Gobierno Confederado que gustasen y estuviesen en mejor aptitud de representar y defender sus derechos en el extranjero. 7° Que el ejercicio de este derecho fue puesto en planta, por los Gobiernos de Entre Ríos y Corrientes, autorizando plenamente este en Mayo de 1851 al Exmo. Gobernador y Capitán General de la Provincia de Entre Ríos, para que lo representase en todo cuanto pudiese tener relación con los intereses políticos de la misma Provincia... 8° Que Ia de Santa Fe, de acuerdo con las demás signatarias del Tratado del de 4 de enero de 1831, pacto fundamental de la Confederación Argentina, autorizó al Gobierno Provisorio de Buenos Aires, para que continuase en la dirección de esos negocios, hasta un acuerdo posterior... 9° Qué habiéndose pronunciado yá los Gobiernos de todas las provincias Confederadas, adhiriendo a la política pacífica y de orden, inaugurada por el Exmo. Señor General D. Justo José de Urquiza, como resulta de las notas de sus respectivos Gobiernos, y de las autorizaciones que se han recibido, confiando la dirección de los asuntos exteriores de la República, y hasta la reunión del Congreso Nacional Constituyente a la persona del Excelentísimo Señor General Don Justo José de Urquiza: Resuelven Que para dejar restablecido este importante Poder Nacional, y alejar todo motivo de duda y ansiedad, dando garantías positivas a los Poderes Extranjeros, que se hallan o pueden hallarse en relaciones con la República, y que sus compromisos y estipulaciones revistan un carácter obligatorio para la misma Confederación, quede autorizado el expresado Exmo. Señor Gobernador y Capitán General de la Provincia de Entre Ríos, General en Jefe del Ejército Aliado Libertador, Brigadier D. Justo José de Urquiza, para dirigir las Relaciones Exteriores de la República, hasta tanto que, reunido el Congreso Nacional, se establezca definitivamente el Poder a quien competa el ejercicio de este cargo. Acordaron en seguida, que cada uno de los Gobiernos signatarios del Tratado del 4 de Enero de 1831, procediese inmediatamente al nombramiento del plenipotenciario que debe concurrir a formar la Comisión Representativa de los Gobiernos, para que, reunida esta en la Capital de la Provincia de Santa Fe, entre desde luego en el ejercicio de las atribuciones que le corresponden según el artículo XVI del mismo Tratado. Y finalmente que la presente resolución, firmada por los Gobernadores y Plenipotenciarios infrascriptos, sea circulada a los Gobiernos Confederados, para su conocimiento y aprobación, y que hasta que esta se haya obtenido, los Poderes signatarios de este Protocolo, y los Gobiernos de Salta y Córdoba, reasumen en si, como reasumen, toda la responsabilidad y trascendencia de este acto, obligándose como se obligan, a cumplir por sí, los compromisos que se celebraron con las Naciones, y Gobiernos extranjeros amigos, a cuyos Agentes, como así a todos los Gobiernos con quienes la Confederación estuviese en relación, se les comunique en debida forma. 6 de abril de 1852 10 de noviembre de 1859 - Pacto de San José de Flores Fuente: Ricardo Levene, Historia de la Nación Argentina, Tomo VIII, Librería El Ateneo, Academia Nacional de la Historia, pág. 302. 1° Buenos Aires se declara parte integrante de la Confederación Argentina, y verificará su incorporación por la aceptación y jura solemne de la Constitución Nacional. 2° Dentro de veinte días de haberse firmado el presente convenio, se convocará una convención provincial que examinará la Constitución de mayo de 1853, vigente en las demás provincias argentinas. 3° La elección de los miembros que formarán la convención se hará libremente por el pueblo, y con sujeción a las leyes que rigen actualmente en Buenos Aires. 4° Si la Convención Provincial, aceptase la Constitución sancionada en Mayo de 1853, y vigente en las demás provincias argentinas, sin hallar nada que observar a ella, la jurará Buenos Aires solemnemente en el día y en la forma que esa convención provincial designare. 5° En el caso que la convención provincial manifieste que tiene que hacer reformas en la Constitución mencionada, esas reformas serán comunicadas al Gobierno Nacional para que, presentadas al Congreso Federal Legislativo, decida en convocación de una convención ad-hocque las tome en consideración y a la cual la provincia de Buenos Aires se obliga a enviar a sus diputados con arreglo a su población, debiendo acatar lo que esta convención así integrada decida definitivamente salvándose la integridad del territorio de Buenos Aires que no podrá ser dividido, sin el consentimiento de su legislatura. 6° Ínterin llega la mencionada época, Buenos Aires no mantendrá relaciones diplomáticas de ninguna clase. 7° Todas las propiedades de la provincia que le dan sus leyes particulares como sus establecimientos públicos de cualquier clase y género que sean, seguirán correspondiendo a la provincia de Buenos Aires, y serán gobernados y legislados por la autoridad de la provincia. 8° Se exceptúa del artículo anterior la Aduana que, como por la Constitución federal corresponden las aduanas exteriores a la Nación, queda convenido en razón de ser casi en su totalidad las que forman las rentas de Buenos Aires, que la Nación garante a la provincia de Buenos Aires su presupuesto de 1859 hasta cinco años después de su incorporación, para cubrir sus gastos inclusive su deuda interior y exterior. 9° Las leyes actuales de aduanas de Buenos Aires sobre el comercio exterior seguirán rigiendo hasta que el Congreso Nacional, revisando las tarifas de aduana de la Confederación y Buenos Aires, establezca la que ha de regir para todas las aduanas exteriores. 10° Quedando establecido por el presente pacto, un perpetuo olvido de todas las causas que han producido nuestra desgraciada desunión, ningún ciudadano argentino será molestado por hechos u opiniones políticas durante la separación temporal de Buenos Aires, ni confiscados sus bienes por las mismas causas conforme a las constituciones de ambas partes. 11° Después de ratificado este convenio, el Ejército de la Confederación, evacuará el territorio de Buenos Aires, dentro de quince días, y ambas partes contratantes reducirán sus armamentos al estado de paz. 12° Habiéndose hecho ya en las provincias confederadas la elección de presidente, la provincia de Buenos Aires puede proceder inmediatamente al nombramiento de electores para que verifiquen la elección de presidente, hasta el 1° de enero próximo, debiendo ser enviadas las actas electorales antes de vencido el tiempo señalado para el escrutinio general, si la provincia de Buenos Aires hubiese aceptado sin reservas la Constitución Nacional. 13° Todos los generales, jefes y oficiales del Ejército de Buenos Aires dados de baja desde 1852, y que estuviesen actualmente al servicio de la Confederación, serán restablecidos en su antigüedad, rango y goce de sus sueldos, pudiendo residir en la provincia o en la Confederación, según les conviniere. 14° La República del Paraguay, cuya garantía ha sido solicitada tanto por el Exmo. Señor Presidente de la Confederación Argentina, cuanto por el Exmo. Gobierno de Buenos Aires, garante el cumplimiento de lo estipulado en este convenio. 15° El presente convenio será sometido al Exmo. Señor Presidente de la República del Paraguay, para la ratificación del artículo precedente en el termino de cuarenta días, o antes si fuera posible. 16° El presente convenio será ratificado por el Exmo. Señor Presidente de la Confederación y por el Exmo. Gobierno de Buenos Aires, dentro del término de cuarenta y ocho horas o antes si fuera posible. En fe de lo cual el Ministro Mediador y los Comisionados del Exmo. Señor Presidente de la Confederación y del Exmo. Gobierno de Buenos Aires lo han firmado y sellado con sus sellos respectivos. Fecho en San José de Flores, a los diez días del mes de noviembre del año 1859. Francisco S. López - Tomás Guido - Carlos Tejedor - Juan E. Pedernera - Juan Bautista Peña - Daniel Aráoz.