ORGANISMOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS …. DESTERRANDO MITOS Patricia Laura Marconi y Julieta López Fundación Pablo Cassará- Saladillo 2468 C1440FFX, Cdad. A de .-Bs As-Argentina e-mail: [email protected] Agrobacterium tumefaciens es una bacteria presente en la rizósfera y agente causal de la enfermedad conocida como “agalla en corona”. Esta bacteria, produce el crecimiento de tumores en los tejidos de los vegetales atacados. Estos tumores se deben a que el A. tumefaciens es uno de los pocos organismos capaces de transformar genéticamente una célula vegetal, utilizando un sistema para la transferencia e integración de genes heterólogos altamente evolucionado. Ante la herida o daño producido en la zona del cuello de una planta susceptible esta bacteria es atraída por quimiotaxis en respuesta a sustancia liberadas al medio ambiente por las células de la planta dañada. La formación de la agalla depende de la cepa de Agrobacterium y el plásmido que ésta porte. Así, las cepas con el plásmido Ti (del inglés tumor-induction) codifican para la síntesis de reguladores de crecimiento que mimetizan hormonas vegetales. La integración y expresión de la región Ti del plásmido al genoma vegetal garantiza la sobreproducción en esas células transformadas de auxinas y citocininas (hormonas vegetales) en una concentración superior a la normal. La resultante es un crecimiento y aumento de la división celular de las líneas modificadas genéticamente (MG) o transgénicas dando un fenotipo característico de la enfermedad. Además, estas células transformadas sintetizan hidratos de carbono característicos de estas cepas de Agrobacterium con el único fin de proveerles de alimento. En síntesis, el parásito transforma el genoma del huésped, en este caso las células vegetales, para convertirlas en fábricas de alimento. El crecimiento tumoral es el resultado de la integración estable (heredable) en el genoma vegetal de un segmento de ADN proveniente del plásmido Ti de la bacteria. El ADN transferido o ADN-Ti está delimitado por repeticiones directas de 25 pares de bases, y cualquier secuencia de ADN entre estos bordes será transferido al ADN de la célula vegetal (Figura 1, secuencia en amarillo). Este segmento de ADN foráneo puede integrarse en diferentes lugares de los cromosomas del vegetal permitiendo la expresión de los transgenes. 1 Cromosoma bacteriano Escherichia coli Eco RI (1) RB CAM V35S Ampi R ORI generico 4308 bp RR Eco R1 (1350) Hind III (1750) nos LB Eco RI (1) RB CAM V35S Ampi R Eco RI (1) RB CAM V35S Ampi R ORI generico 4308 bp RR Eco R1 (1350) Hind III (1750) nos LB Eco RI (1) ORI RB CAM V35S Ampi R ORI generico 4308 bp RR Eco R1 (1350) Hind III (1750) nos LB Eco RI (1) RB CAM V35S Ampi R generico ORI generico 4308 bp Amplificación E. coli recombinante 4308 bp RR Eco R1 (1350) Hind III (1750) nos LB Eco RI (1) RB CAM V35S Ampi R ORI generico 4308 bp RR Eco R1 (1350) Hind III (1750) nos LB Eco RI (1) RB Eco RI (1) CAM V35S RB CAM V35S Ampi R Ampi R ORI ORI generico RR generico 4308 bp 4308 bp RR RR Eco R1 (1350) Eco R1 (1350) Hind III (1750) Hind III (1750) nos nos LB LB Eco R1 (1350) Cromosoma bacteriano + Hind III (1750) nos LB Plásmidos-sist binario Agrobacterium sp. + Co-transformación Agrobacterium CAM V35S Ampi R generico 4308 bp RR Eco R1 (1350) Hind III (1750) nos LB Pl ás mi do ssi st bi na célulasriovegetales Infección con Agrobacterium sp. recombinante Eco RI (1) RB Eco RI (1) RB ORI CAM V35S Ampi R ORI generico 4308 bp RR Eco R1 (1350) Hind III (1750) nos LB Eliminación de la cepa de Agrobacterium sp. recombinante de las líneas celulares vegetales exitosamente transformadas Cultivo de células vegetales genéticamente modificadas Figura 1: etapas del proceso de transformación vegetal utilizando como vector de infección Agrobacterium tumefaciens recombinante. 2 Las singulares características de este patógeno natural atrajeron la atención de los científicos por la posibilidad de utilizarlo como vector para introducir genes extraños o heterólogos al genoma de una planta. Por lo cual, esta propiedad se la utiliza hoy en día para lograr la obtención de células, tejidos, órganos o plantas genéticamente modificadas. El primer experimento se llevó a cabo con células de tabaco transformadas con Agrobacterium donde se observó que la expresión del fenotipo tumoroso permitía el crecimiento de estas células bajo cultivo in vitro sin la adición de fitohormonas. Esta propiedad conferida por la transformación del genoma resultaba conveniente para la selección de las células exitosamente transformadas de las que no lo eran ya que estas últimas morían. Hoy en día se ha perfeccionado la metodología utilizando cepas de Agrobacterium que portan dos vectores (sistemas binarios), uno de ellos con secuencias específicas para desarrollar el mecanismo de infección (sin la región codificante para los genes tumorogénicos) y el otro vector, vector Ti, con la secuencia de ADN a ser transferidas al genoma de la planta. Etapas del proceso: La transformación y expresión de una proteína heteróloga o recombinante es un proceso largo y multidisciplinario que puede ser dividido en 4 grandes áreas para su mayor comprensión. La primera es la construcción de un vector con una secuencia de ADN que codifique y exprese el transgén en un sistema vegetal superior (eucariota); la segunda es la selección de líneas celulares vegetales exitosamente transformadas y el cultivo en gran escala para obtener en forma masiva la proteína recombinante; la tercera es la recuperación y purificación de la proteína recombinante; y la cuarta y última es la caracterización del producto final. Veamos en detalle algunas de las etapas involucradas: El vector es ADN circular de simple cadena con secuencias específicas que regulan la expresión del transgen y otras secuencias que sirven de herramientas para seleccionar los organismos que han sido transformados exitosamente. Estas secuencias de selección son otros trasngenes que le confieren resistencia al organismo transformado a ciertos agentes letales. Por ejemplo, una secuencia que suele agregarse al vector es la resistencia a antibióticos o herbicidas. Así, luego del evento de transformación, se le agrega al medio de cultivo la toxina de selección – por el ejemplo: ampicilina. De esta manera, solo los organismos exitosamente transformados sobrevivirán a la condición de estrés impuesta (medio de cultivo con el agregado de ampicilina) ya que expresan una enzima que impide el efecto tóxico de la misma. Además, el transgén debe ser acompañado por secuencias flanqueantes que regulen su expresión. La más importante de estas secuencias es 3 el promotor que actúa como una señal de direccionamiento para la célula, indicando cuánto y dónde comienza la secuencia a transcribir. Otras secuencias pueden ser agregadas al vector cuando la proteína requiere modificaciones postraduccionales. Estas secuencias dirigen el polipéptido dentro de la célula y van direccionando el camino a recorrer para que vaya sufriendo cada uno de las modificaciones requeridas para ser funcional (clivaje de polipéptidos, glicosilación, plegamiento de estructuras cuaternarias, formación de puntes disulfuro, entre otras). Por ejemplo, la expresión de anticuerpos suele necesitar modificaciones postraduccionales para lo cual se le agrega secuencias de direccionamiento en el extremo C-terminal del polipéptido. Estas señales son secuencias de reconocimiento para dirigir el polipéptido a organelas específicas dentro de la célula. En esas organelas se producirá la glicosilación o el agregado de glucósidos en el extremo C-terminal de la proteína que codifica para el anticuerpo. Otras señales, como KDEL, retienen el fragmento de anticuerpo recombinante en el lumen del Retículo Endoplasmático permitiendo, de esta manera, la formación de puentes disulfuro y el correcto plegamiento del anticuerpo entre otras funciones de estabilización. La figura 2 muestra en detalle una típica construcción de un vector de transformación obtenido por técnicas de biología molecular. La ingeniería que lleva a la construcción del vector es crucial y determinante para la obtención de la proteína recombinante con un alto rendimiento de producción, estabilidad y calidad. Eco RI (1) RB CAM V35S Ampi R ORI generico 4308 bp RR Eco R1 (1350) Hind III (1750) nos LB Figura 2: detalle de un vector de transformación obtenido por ingeniería que porta sitios de reconocimiento para el corte con enzimas de restricción (EcoR1, y HIND III), promotor CAM V35S), resistencia a ampicilina, la proteína recombinante (en rojo) y una secuencia de terminación (nos). 4 La transferencia del vector construido a las células vegetales se puede llevar a cabo por numerosas técnicas. La figura 1 sintetiza la metodología de transformación utilizando A. tumefaciens, como sistema para introducir transgenes en células vegetales. El resultado es la incorporación de la secuencia de ADN diseñada especialmente y que dirige el vector al genoma del vegetal. Así, cuando las células vegetales recombinantes expuestas al agente de selección, sobrevivan y comiencen a dividirse transmitirán la secuencia transgénica a su progenie. De esta manera solo las líneas celulares exitosamente transformadas serán capaces de sobrevivir. Por último, se espera que la producción de proteínas en el vegetal recombinante sea máxima para llevar a cabo la cosecha. Las plantas transformadas podrán ser cultivadas en forma tradicional a campo, o bajo distintos sistemas de confinamiento o de contención como ser invernáculos o biorreactores. La liberación de material transgénico a campo conlleva una serie de requisitos legales que se deben cumplimentar para asegurar la inocuidad del cultivo y el impacto sobre el ecosistema. El material vegetal recombinante recolectado con el compuesto de interés puede ser purificado y sometido a los controles de calidad de la proteína recombinante producida. También se está estudiando la posibilidad de producir alimentos que porten proteínas heterólogas de interés farmacéutico. Tal es el caso de las vacunas comestibles (ver más adelante). Qué se produce por esta metodología. 1- Cultivos intensivos a campo -Soja transgénica – Los cultivos agronómicos surgieron hace unos 10.000 años cuando los primeros hombres civilizados comenzaron a ser sedentarios e iniciaron la domesticación de ciertas especies. Estos cultivos fueron manipulados genéticamente a través de entrecruzamientos sexuales (“Mejoramiento tradicional”). Con el correr de los siglos se comenzó a tener mayor conocimiento de la biología de las especies domesticadas y la existencia de una gran variabilidad genómica útil que el productor manipuló para mejorar las variedades y obtener mayores rindes. Así, las tierras cultivables han ido en aumento siglo tras siglo. Y este aumento de rendimientos y variedades cultivables han permitido el desarrollo de la humanidad. Esto, sin duda, ha generado la modificación de los ecosistemas de las zonas agrícolas desplazando las especies salvajes hacia zonas marginales. Hoy en día es difícil imaginar cuál era el aspecto de la pampa húmeda previa a la colonización europea. 5 A partir de la década del ´90 se inició una nueva tecnología capaz de introducir mejoras genéticas pero sin intervención de entrecruzamientos sexuales: la manipulación directa de los genes o “Biotecnología”. El mejoramiento tradicional o clásico permite la obtención de plantas elite con caracteres agronómicos deseables para una región, en un período de cultivo determinado o para la resistencia a condiciones bióticas desfavorables, entre otras. En cambio, la biotecnología posibilita el cambio de un caracter determinado siendo esta una alternativa nueva que posibilita dirigir el producto a un solo carácter agronómico deseable. Por ejemplo, se obtiene una variedad resistente al ataque de una determinada enfermedad como las variedades trasngénicas “RR”. Esta “nueva variabilidad” se introduce en variedades comerciales sujetas al mejoramiento clásico. Las metodologías combinadas: “variedades elite” por mejoramiento tradicional más transformación genética produce plantas que posibilitan batir records de cosechas. Para el caso variedad “soja Asgrow 5403RR” se inició el programa de mejoramiento en varias etapas en la década del ´90. La primera fue la obtención de la variedad sojera Asgrow 5403 por mejoramiento tradicional. La introducción de esta variedad permitió alcanzar records de cosechas en la zona central-sur de la Pampa Húmeda. Esta variedad fue obtenida a partir del cruzamiento de dos variedades americanas de elite: Essex, del grupo V y Williams del grupo III. La variedad comercializada tenía un alto potencial de rendimiento con resistencia marcada a nemátodes de agalla. En una segunda etapa se procedió a introducir genes para la obtención de la variedad “RR”. Los genes fueron: CP4, codifica para una enzima que permite la tolerancia al herbicida Roundup CTP, gen que induce y direcciona la síntesis de CP4 dentro de la planta. La empresa, o el mercado, obtienen una variedad que vuelve a batir records de cosecha. Pero lo más interesante es que esta línea transgénica vuelve a ser usada para aplicar un plan de mejoramiento tradicional. De esta manera, año a año se van obteniendo nuevas variedades que satisfacen la demanda del campo, permiten expandir fronteras agrícolas y que portan eventos transgénicos. 2- Molecular farming Los avances logrados durante la última década en el campo de la medicina han llevado a la industria farmacéutica a descubrir y producir nuevas drogas por biotecnología. Estos nuevos agentes terapéuticos recombinantes obtenidos por ingeniería genética conllevan una ingeniería de producción costosa que requiere una inversión económica y de tiempo considerables ya que el desafío consiste en introducir el ADN recombinante en el interior de células que van a pasar a ser 6 biofábricas. Además, la expresión de estos transgenes debe dar un producto exactamente igual al que se obtendría en el sistema de producción natural ya que los requerimientos de la industria farmacéutica son extremadamente estrictos. Hoy en día los agentes terapéuticos recombinantes son producidos en su mayoría por cultivo in vitro de líneas celulares animales (hibridomas), animales recombinantes o microorganismos. Estas líneas celulares son obtenidas a partir de la introducción de una o más secuencias de ADN (transgenes) que codifican para uno o varios polipéptidos recombinantes. Así, el acervo genético de estas líneas celulares es modificado y, en consecuencia, puede producir la o las proteínas de interés. Dentro de las numerosas tecnologías disponibles ha resultado atractivo para la industria farmacéutica la producción de proteínas recombinantes en cultivos vegetales denominada “molecular farming”. Esta estrategia de producción de agentes terapéuticos recombinantes se basa en la capacidad de las plantas de integrar y expresar genes foráneos y de producir proteínas recombinantes en cantidades masivas y a un costo relativamente bajo respecto a los cultivos tradicionales como células animales. Esto se debe a que, virtualmente, todas las células vegetales son eucariotas (con un sistema de endomembranas) y poseen la maquinaria necesaria para llevar a cabo la síntesis de proteínas igual de eficiente a la de un mamífero con las modificaciones postraduccionales, traslacionales, postraslacionales, y secretorias necesarias. Los sistemas vegetales funcionan como biorreactores o biofrábricas vivientes para la producción de fármacos a un costo menor al de los sistemas de cultivo de células animales debido a que utilizan simples medios de cultivo salinos con una concentración proteica muy baja. Otra ventaja es la seguridad que representa la producción de proteínas recombinantes con fines farmacéuticos para humanos en sistemas vegetales. Esto se debe a que no existe interacción entre los patógenos virales y bacterianos de los vegetales con los animales. 3- Vacunas orales Otra área de investigación intensa dentro del “molecular farming” es el de las vacunas orales, anticuerpos y fragmentos de anticuerpos. Actualmente, están en desarrollo vacunas producidas en plantas comestibles (papa, banana, maíz, entre otras) para numerosas enfermedades humanas y de aplicación veterinaria que brindan protección frente a agentes infecciosos como cólera y E. coli enterotoxigénica (ETEC), diarrea viral bovina, hepatitis B, cáncer, entre otros. La idea central de estos procesos es que los vegetales tienen la capacidad de almacenar proteínas en forma natural a temperatura ambiente ya que el tejido de 7 almacenaje es el propio tejido vegetal protector de la proteína recombinante. Además, utilizar plantas, semillas o tejidos comestibles que puedan ser consumidos crudos o con un mínimo de procesamiento conlleva una ventaja extra. Esto implicaría reducir los costos de almacenamiento con la eliminación de las cadenas de frío necesarias para mantener hoy en día las vacunas en forma estable y, asimismo, eliminar la etapa de purificación de la proteína recombinante. Estas ventajas no solo son económicas sino que implicaría poder acercar las vacunas a poblaciones subdesarrolladas en forma segura y sin infraestructura También facilitaría la administración en niños evitando los molestos pinchazos que implican los inyectables. Para el área veterinaria significa una reducción de costos por consumibles y equipo especializado para aplicar vacunas. Sin embargo, hoy en día todavía se está aún lejos de producir vacunas por esta metodología aunque se encuentran avanzados los estudios en este campo de investigación. Entre los problemas a superar se puede citar la forma de dosificar las vacunas y evitar que pasen las proteínas recombinantes a las cadenas alimentarias dentro del ecosistema. Además, la ingestión y exposición a los jugos gástricos de las proteínas recombinantes implica una ingeniería adicional para aumentar la estabilidad de los péptidos y resistencia contra la degradación que puedan sufrir al ingresar al organismo. Bioseguridad y ética La Argentina es pionera en el cultivo de OGM (organismos genéticamente modificados), a partir de 1991 comienza a generarse interés por parte del sector privado y de grupos de investigación nacionales para la realización los primeros ensayos con OGMs. La Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA) se crea como una primera instancia de consulta y apoyo técnico para asesorar al Secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación en la formulación e implementación de la regulación para la introducción y liberación al ambiente de materiales genéticamente modificados. Actualmente, la CONABIA está constituida por representantes de los sectores público y privado involucrados en la Biotecnología Agropecuaria, “siendo este Cuerpo un grupo interdisciplinario e interinstitucional que regula los permisos para liberar al medio ambiente organismo genéticamente modificados”. “El monitoreo posterior de los ensayos, a cargo del ex -Instituto Nacional de Semillas (INASE) y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) tiene por objeto evaluar en el sitio el real cumplimiento de lo presentado en las solicitudes y también estar preparado para aplicar medidas que eviten efectos adversos sobre el ambiente (tales como diseminación de malezas)”. Además, se efectúan controles de los lotes, posteriores al momento de cosecha; 8 ello tiene la finalidad de limitar la posible transferencia de la información genética contenida en los materiales genéticamente modificados a otros organismos. Actualmente, el riesgo de liberar OGM a campo no es mayor que la implicancia de tener un área destinada a cultivos intensivos. Los agentes agresivos para el medio ambiente como los agroquímicos, herbicidas, el desplazamiento de la flora y fauna nativa son realidades para la agroindustria. La responsabilidad del Gobierno es fiscalizar que el impacto producido sea el menor posible y que garantice la conservación del acervo genético del país. Conclusiones La tecnología y los recursos humanos capacitados para obtener OGM son accesibles para llevar a cabo esta tecnología segura, eficiente y económica que permite obtener subproductos de alto valor agregado a precios accesibles y ecológicamente seguros. Los estudios realizados hasta el momento indican que es posible acceder a sistemas de producción más complejos tendientes a aumentar el valor agregado de los productos agrícolas. El desarrollo de plantas, órganos, tejidos, o células vegetales genéticamente modificados en sistemas confinados como ser birreactores o invernáculos es una tecnología limpia muy segura para el medio ambiente. En la actualidad, se están llevando a cabo numerosos estudios sobre la producción de proteínas recombinantes, en general con fines farmacéutico o veterinario, utilizando plataformas de producción vegetal en varios centros de investigación del país. La Argentina ha sido pionero en el mundo en la producción intensiva de plantas transgénicas y actualmente es una de sus principales fuentes de ingresos. El maíz y la soja son los principales cultivos para la agroindustria del país. Según los últimos datos, el aumento de los precios de estos cultivos supera el 60%, siendo la cosecha de maíz de 22 millones TN en la última campaña (7 TN más que la campaña anterior). Para la campaña venidera se calcula una siembra de 4 millones de hectáreas (30% más que la campaña actual) debido principalmente al anuncio del nuevo plan de biocombustibles de EEUU. Sin embargo, la sociedad debe entrar en el gran debate centrando en el dilema entre alimentar con los excedentes de las cosechas records a más habitantes o utilizarlo en la generación de biodisel. Otro debate aún pendiente es la distribución desigual de las ganancias que generan los OGM. Ya que estos cultivos tienen un menor costo de producción asociado a un mayor costo de producto final debido al valor agregado de la biotecnología. La sociedad en su conjunto debe instruirse y participar de estos debates. Lecturas recomendadas: Ciencia Hoy, 11 (62), 2001; Ciencia Hoy, Vol. 15 (87), 2005) 9