THOMAS SANDERS Brasil EL PASO DE TANCREDO A SARNEY La muerte de Tancredo Neves, que podría haber sembrado una enorme confusión en el proceso de transición política que está viviendo Brasil, tuvo por el contrario el sorprendente efecto de convertirse en la base de un sentimiento de unidad nacional. El nuevo presidente, José Sarney, y sus asesores han levantado las banderas del "tancredismo", recalcando la necesidad de reconciliación y de una rápida implementación del programa que identificara al mandatario fallecido. Al mismo tiempo, Sarney ha visto acrecentadas su legitimidad y la efectividad de su gobierno gracias a una auténtica determinación, tanto de los dirigentes políticos como de la opinión pública que desean consolidar la democracia brasileña. Escollos en el camino Considerando que aun bajo circunstancias normales toda transición desde un sistema autoritario hacia la democracia es un trance difícil, en el caso brasileño se sumaron factores que exacerbaban este problema y se transformaban en amenazas para la legitimidad de la nueva conducción. Para empezar, tenemos la elección de Tancredo Nieves, efectuada por un Colegio Electoral designado con gran cuidado por el régimen anterior para controlar la presidencia, lo que contó con la 234 oposición masiva de las grandes manifestaciones populares que a comienzos de 1984 pedían elecciones directas. Tancredo logró legitimarse, al derrotar al candidato oficialista Paulo Maluf, cuando varios dirigentes del oficialista Partido Democrático Social (PDS) se convencieron que no podrían apoyar a Maluf y votaron por Tancredo, quien demostró con su victoria en el Colegio Electoral, donde obtuvo el 70% de la votación, unido a su carácter de político aceptable para las Fuerzas Armadas y a un apoyo del 80% de la población (de acuerdo a diversas encuestas), que representaba el querer del pueblo brasileño. La posterior enfermedad de Tancredo, que lo inhabilitó para asumir el gobierno, introdujo otra amenaza a la legitimidad, puesto que la asunción de José Sarney como presidente interino el 15 de marzo, llenó de estupor a una nación que esperaba a Tancredo. Sarney acompañó en la fórmula presidencial a Tancredo, como candidato a la vicepresidencia, solamente como resultado de una alianza entre el partido de Tancredo, el Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), y el sector disidente del PDS, pero siempre apoyó al régimen militar que tomó el poder en 1964, siendo presidente del PDS hasta renunciar recién en julio de 1984. Aunque su renuncia incidió muchísimo en la posterior di- visión del PDS, su nombramiento como candidato a la vicepresidencia dependió de la decisión de Aureliano Chaves, vicepresidente civil de Joño Figueiredo y principal dirigente del sector disidente del PDS, que se organizó luego como Partido del Frente Liberal <PFL). Una nueva unidad En el PMDB nadie quería a Sarney, cuando se integró a este partido, debido a que, por disposiciones constitucionales, los candidatos a la presidencia y vicepresidencia deben pertenecer al mismo partido. En los meses antes del 15 de marzo no tuvo ninguna actuación destacada, en tanto crecía el entusiasmo popular por Tancredo, y bien a las claras, Sarney se estaba preparando a asumir un papel de vicepresidente muy discreto. La angustia y dolor que acompañaron el período de enfermedad y muerte de Tancredo, generaron paradojalmente una corriente de unidad sin precedentes entre los brasileños y, mientras toda la nación lo lloraba, los símbolos del "tancredismo" comenzaron a aflorar, conformando los principios básicos de la Nueva República que había prefigurado: su adhesión de toda una vida a la democracia y su oposición al autoritarismo; su creencia en el diálogo como método de reconciliación de las disputas políticas; la reconciliación nacional coMENSAJE N i 340, JULIO 1985 — mo fundamento para la vuelta a la democracia; su preocupación por los pobres y su propia intervención como arquitecto de la Nueva República. Sus Funerales, que mantuvieron a lodo el país ocupado durante tres días, les recordaron a los brasileños sus raices culturales: la ciudad colonial de Sao Joáo del Rei donde naciera y lucra enterrado, su piedad católica reflejada en su Fe y en su pertenencia a la Orden Tercera de San Francisco, y el sustrato religioso del pueblo que se hizo manifiesto en sus expresiones de dolor y en las plegarias de múltiples grupos religiosos. Primeros pasos En sus primeros meses de gobierno, José Sarney está gozando de un extraordinario grado de apoyo, conseguido gracias a la unidad nacional tras la muerte de Tancredo y también merced a su habilidad y su aparentemente sincero compromiso con la reconciliación y con el programa de Tancredo. Dentro de los más importantes logros de Tancredo, se cuenta el diseño de un equipo de colaboradores para puestos claves de la administración pública que reFlejaba tanto sus propias preferencias como las posturas de los principales grupos en que se sustentara políticamente. Cuando cayó enfermo ya había elegido a casi todo el gabinete y, si bien Sarney podría haber insistido en hacer cambios, no los hizo, manteniendo los nombramientos originales, incluso al más controvertido de todos, Francisco Dornelles, sobrino de Tancredo, que Fuera nombrado en un puesto clave, el Ministerio de Finanzas. Hasta el momento, Sarney se ha demostrado hábil en su capacidad de trabajar con el equipo seleccionado por Tancredo, aunque se espera que MENSAJE N? 340. JULIO 1985 La muerte de T. Neves se convirtió en la base de un sentimiento de unidad nacional posiblemente haga algunos cambios. Tancredo era un notable conciliador y el propio Sarney ha sido un gobernador, diputado, senador y presidente de su partido de mucho éxito, actuando de la misma forma. Hoy el gobierno representa a una coalición, la "Alianza Democrática" (AD), formada por el PMDB, el PFL y algunos sectores del PDS que dieron su apoyo a Tancredo, pero prefirieron quedarse en el partido y, si bien estos grupos tienen amplia mayoría en el Congreso, Sarney ha intentado ampliar su propia base política y el necesario consenso para su programa, acercándose a otras agrupaciones como el Partido Democrático Trabalhista (PDT) del gobernador de Rio de Janeiro, Leonel Brizóla, y partidos que antes estaban excluidos de la política, como el Partido Comu- nista Brasileño (de línea eurocomunista) y el Partido Comunista de Brasil (de línea albanesa). Dinamismo, por fin Sarney es el Jefe de Estado, pero solamente toma decisiones tras extensas consultas con miembros del gabinete, dirigentes del Congreso y representanles de gremios y sindicatos, dejando siempre en claro su deseo de dialogar en cada oportunidad que se le presente con los grupos interesados. El público ha acogido con calor esta apertura y receptividad de Sarney, que lo ayuda a equilibrar su actitud algo formalista y su escasa habilidad para los discursos. Sarney se está apoyando muchísimo en un cuerpo de asesores experimentados, bastante representativos y diver235 • T : •• •' ; t •"• • * •••• " •• • • " sificados, con quienes diariamente está en contacto y que han logrado ponerse ele acuerdo en gran medida respecto a la orientación del nuevo gobierno. Entre ellos figuran Ulysses Guimaraes, líder del PMDB en la Cámara de Diputados; el senador Fernando Henrique Cardoso, líder del PMDB en el Congreso; Fernando Lyra (PMDB), ministro de Justicia; el anterior vicepresidente Aureliano Cha\'es (PFL) y actual ministro de Minas y Energía; Marcos Maciel (PFL), ministro de Educación; a los gobernadores más relevantes de los Estados del Nordeste y al gobernador de Sao Paulo, André Franco Montoro. Siguiendo esta línea de permanentes consultas, el presidente y estos dirigentes han llegado a conseguir consenso en las más importantes materias, que luego han sido ratificadas por el Congreso. Además este equipo asesor ha evitado que Sarney cometa gruesos errores y le ha permitido captar apoyo masivo gracias a varias medidas populares, que se identifican con el programa de Tancredo. Sarney se ha revelado como un eficiente administrador y este nuevo gobierno, contrastando con el inmovilismo que caracterizó a los dos últimos años de Figueircdo, ha logrado proyectar una imagen, de decisión y pronto estudio de los asuntos más importantes. Aires de consulta También como contraste con el régimen anterior, que ocultaba los problemas al pueblo y ejecutaba prácticamente todas las decisiones mediante decretos presidenciales o administrativos, hoy en día todos los temas se ventilan ante la opinión pública y se debaten en el Congreso, ya que el nuevo gobierno está convencido de que Brasil puede enfrentar con mayor 236 eficacia sus problemas solamente en cuanto su pueblo y el Congreso sean capaces de comprenderlos y discutirlos. En ese sentido destaca hasta el momento la presentación del ministro Doradles ante el Congreso, quien leyera un extenso documento sobre el presupuesto de Brasil y la situación de la deuda externa, lo que a continuación motivó una larguísima sesión de preguntas y respuestas. Dornelles mencionó cuatro vías bastante dolorosas para hacer frente al déficit presupuestario, planteó sus propias sugerencias, pero dejó la decisión final en manos del Congreso, haciendo hincapié en que el Congreso y la opinión pública debían contar con toda la información sobre cada etapa de la negociación de la deuda. Hábiles conciliaciones Sarney ha tenido también la habilidad de evitar crisis en dos temas que enfrentaban a miembros del gabinete de posturas políticas divergentes, recurriendo a la herencia conciliadora de Tancredo. El primer problema que surgió se refiere a medidas económicas. Tancredo, quien sabía bastante de economía, intentó tomar sus propias decisiones en esta área, eligiendo al conservador Dornelles para llevarlas a cabo, convencido de la absoluta necesidad de emprender un ataque frontal contra la inflación (que llegó al 224% en 1984), pero creyendo a la vez que podría atacarla sin reducir el salario real con medidas de austeridad administrativa y recortando los presupuestos de las empresas estatales, que son importantísimas en la economía de Brasil. Tancredo programó aumentos en los gastos para viviendas populares, una reforma agraria, créditos para pequeños agricultores, ma- yores gastos en nutrición y en el desarrollo del Nordeste, puesto que ya han terminado grandes obras de infraestructura, especialmente de energía. Como índice de! énfasis puesto en las medidas sociales y para satisfacer al otro bando de su base política, eligió a Joáo Sayad, un izquierdista moderado, como ministro de Planificación. Varios analistas predijeron que inmediatamente se asistiría a una lucha por el poder entre Dornelles y Sayad, pero Sarney logró elaborar una solución inspirada en el estilo de Tancredo, entregándole a Dornelles la responsabilidad del presupuesto y de la negocia ción de la deuda, mientras dejaba a Sayad a cargo de los programas sociales. En estos momentos ambos ministros sostienen que la inflación debe descender y se debe aumentar el gasto social, por lo tanto en la práctica trabajan juntos con estos objetivos. Huelgas El segundo problema está asociado con el estallido de huelgas demandando aumentos salariales y mejores condiciones de trabajo. El ministro de Trabajo, Almir Pazziaroto, se desempeñaba antes como abogado de sindicatos, mientras el ministro de Industria y Comercio, Roberto Guzmao, está vinculado a los sectores industriales de Sao Paulo y ha manifestado varias veces su preocupación por los actos ilegales, la violencia y las motivaciones políticas de las huelgas. Sin embargo, el gobierno ha dado su respaldo a las huelgas, como un rasgo legitimo de todo sistema democrático, aun cuando en este momento las metas de exportación han debido reducirse por las huelgas en la industria metalúrgica, Por otra parte, también ha insistido en MFNSATE Ni» 140 JULIO 198? .-*. , _ ~-"> - • . - • • . - - . I -\ — 1 * 5 - 1 '> que sancionará toda violación a la ley. La Constitución El nuevo gobierno se ha ganado un capital político al eliminar elementos autoritarios de la Constitución, si bien no se había previsto sino para 1986 una reforma de ésta mediante la elección de una Asamblea Constituyente. El presidente envió al Congreso enmiendas que fueron aprobadas restableciendo elecciones directas para la presidencia, elecciones de alcaldes en las capitales de los Estados y en las ciudades calificadas como de "zonas de seguridad" (antes, estos alcaldes eran designados), derecho a voto para los analfabetos y la legalización de partidos políticos antes interdictos. Hay más cambios previstos en los primeros puntos del programa, relacionados con la ley de Seguridad Nacional y con la legislación sindical. Tanto Sarney como Tan credo dejaron el tema espinudo de la duración de su mandato a la Asamblea Constituyente, pero varios dirigentes políticos comparten la opinión de que debe mantenerse cuatro años. régimen militar y aspirante indiscutido a la presidencia, pero sus propias preocupaciociones por el bien de la nación lo llevaron a abrirle paso a Tancredo, quien era el único dirigente de la oposición que podía conseguir el respaldo necesario de las Fuerzas Armadas y del PDS como para vencer en el Colegio Electoral. Guimaraes ha subordinado sus ambiciones personales a la implementación de soluciones constitucionales para la crisis producida por la enfermedad de Tancredo, reforzando la legitimación de Sarney y atrayendo al ala izquierda del PMDB hacia el consenso político. " . . . el gobierno ha dado su respaldo a las huelgas, como un rasgo legítimo de todo sistema democrático..." Gobierno armónico Los desafíos "ad portas" En Brasil hay dos líderes que merecen especial atención por su patriotismo y su habilidad en la conducción de este proceso. El primero, por supuesto, es Sarney, quien, reconociendo su debilidad, ha sabido compensarla con una gran modestia y el arte de saber solicitar apoyo a los dirigentes políticos, al Congreso y al pueblo. El segundo es Ulysses Guimaraes, quien durante veinte años fuera el principal líder de la oposición en el Congreso, siendo siempre el más activo crítico del Probablemente esta armonía exhibida por el gobierno irá rompiéndose al irse desatando esa trama de intereses contradictorios que Tancredo logró unir, en el momento en que los políticos comiencen a maniobrar para conseguir ventajas relativas. Las próximas elecciones de alcaldes, programadas para noviembre, engendrarán tensiones entre los dos partidos gubernamentales, el PMDB y el PFL, como también al interior de estos partidos, y mientras en algunos Estados los dirigentes políti- MENSAJE N" 340. JULIO 1985 .. • . . . • - - > ; - - cos están intentando reproducir a nivel local la Alianza Democrática, implementada a nivel nacional, en otros Estados esto será imposible. Además el gobierno puede fracasar en el logro de sus principales objetivos económicos, reducir la inflación y aumentar el gasto social. Por un lado, peligra la meta de reducir la inflación al 200% en 1985, dados los generosos aumentos salariales concedidos por el gobierno y logrados mediante huelgas, y, por otro lado, los programas sociales podrían no cubrir las necesidades de los grupos más afectados ya que el presupuesto presenta un enorme déficit. La reforma agraria está provocando la misma oposición de comienzos de la década del sesenta que contribuyera en gran parte a la polarización y posterior intervención militar. Brizóla probablemente logrará aumentar el apoyo para su partido en las elecciones de noviembre, con lo cual podrá insistir en su posición de que Sarney dure solamente dos años en el poder. A pesar de todas las circunstancias adversas, la vuelta a la democracia en Brasil se ha fortalecido enormemente por ese sentido de unidad nacional y la voluntad con que comienza la Nueva República- El proyecto pudo haber recibido un golpe mortal si se hubiera cuestionado la legitimidad de Sarney y hubiesen estallado los fraccionalismos y conflictos. La experiencia brasileña demuestra que cuando una nación llega a una etapa de rechazo a un régimen autoritario y de restauración de la democracia, los dirigentes políticos que representan al régimen nuevo y al anterior pueden trascender el pasado y conseguir un alto grado de consenso respecto a cambios fundamentales acordes con el nuevo ánimo de la nación. D 237