das y apretadas, y por esto son mas hermosos para jardines ó

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das y apretadas, y por esto son mas hermosos para jardines
ó claustras. Puédense plantar juntos unos con otros, y trasquilarlos y hacerlos llanos de copa como mesas. Su traspo
ner dellos es por Marzo y Abril; y aunque tardan muchoxen
crescer, en muchas partes hacen ricas selvas y arboledas dellos para después vender la madera, por ser de las mas preciosas maderas que se hallan; y el lugar para hacer tal arboleda sea de tierra dura, no húmida, y si h a y , en lugar
algo costero y hacia el sol. N o quieren estiércol, antes les
hace daño. L a madera del ciprés es de muy singular olor, y
es muy precioso para arcas: nunca se carcome ni cria gusanos, ni se hiende si no hobiere fuerza; y aun donde están
sus agallas ó hojas no habrá polilla ni gusano en las ropas,
y por eso es esta madera m u y singular para guardar ropa,
que le da buen olor, y lo guarda de polilla, y siempre paresce que está nueva esta madera aunque de muchos años
sea. D u r a mucho tiempo, tanto que casi paresce ser eterna.
Mas trae su olor algund dolor de cabeza, si es en mucha cuantidad ; y suda muchas veces esta madera, según dice Teofrasto. D i c e el de frofietatibus,
que si le cortan, que torna
á echar nueva rama; mas no es ansi, antes se seca; y Plinio
dice que cortado ó desmochado el ciprés nunca torna á brotar, y por eso los gentiles los apropriaban á los muertos.
Este árbol no se puede enjerir ni en sí ni en otro si no fuese
pasado . Enfermedades no tienen estos árboles: solamente les
han de forzar que vayan derechos desde chicos. E l aceite
del ciprés aprieta, enduresce , aprieta las encías, quita el
dolor de los dientes, restriñe las cameras, y sana las llagas de
la madriz, y aprieta las llagas que manan, y las sana, y es
bueno para las quemaduras. Todas las cosas del ciprés restriñen : sus hojas majadas y puestas en las mordeduras ponzoñosas aprovechan; y si alguno escupiere sangre haga polvos
de las agallas dellos, y bebanlos, que consueldan m u c h o ; y
bebidos estos polvos con vino de mañana alargan el huelgo
á quien le tiene corto, y las hojas verdes majadas consueldan las llagas. Las agallas majadas, y con harina de cebada
vueltas con masa, sanan el alhombra puestas encima, y aprieT
I
Y aun asi no creo que prenderán. Edic. de 1546y
siguientes.
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