EXP.Nº36203 "L. L. A. A. S/ INSANIA Y CURATELA" TRIBUNAL DE FAMILIA N°1 Excmo.Tribunal: Silvia E. Fernández, Asesora de Incapaces, titular de la Asesoría N°1 Departamental, por disposición del Señor Fiscal General a V.S. respetuosamente me dirijo y digo; I. En la fecha tomo intervención en autos (art. 59 y 494 del C.C., y 23 de la Ley del Ministerio Público). II. Previo a dictaminar en relación a la apertura del presente proceso, y atento los motivos que dieron origen a las actuaciones paso a expedirme: 1) Que de los hechos relatados en la demanda por el denunciante, se desprende que el fin por el cual se da inicio a las actuaciones es el cobro de la pensión por discapacidad que ha obtenido el sr. L. L.. Se señala que a los fines de este cobro es necesario que "...se le designe un curador a sus bienes...", como así también presentar el "...testimonio de la designación y aceptación de curatela, discernimiento del cargo y autorización expresa para percibir haberes..." 2) La Ley Nº10.205 de Pensiones Sociales establece los "únicos requisitos" para aquella persona mayor de veintiún (21) años que se encuentre incapacitada total y permanentemente para el trabajo; a los efectos de la ley se consideran incapacitadas en forma total las personas cuya invalidez produzca una disminución del sesenta y seis (66) por ciento de su capacidad laboral como mínimo. Tales reacaudos son: a) Tener residencia en el país en forma ininterrumpida y previa al pedido de pensión, durante cinco (5) años...; b)...tener residencia continuada en el Territorio de la Provincia durante un período de dos años...; c) No hallarse amparado por régimen previsional o de retiro alguno, circunstancia que se acreditará mediante declaración jurada...; d) (Texto según Ley 13248) No desempeñar el beneficiario actividad remunerada, tampoco poseer ingresos o recursos...ni poseer bienes suficientes...; e) (Texto según Ley 13248) No tener parientes que estén legalmente obligados a la prestación de alimentos o que teniéndolos no se encuentren en condiciones de proporcionarlos..." El art.14 de la citada ley establece la figura del "apoderado" para el cobro de dicha pensión: "Cuando el beneficiario se hallare física o mentalmente incapacitado o existiera cualquier otro impedimiento insalvable para hacer efectiva la pesnión, la Reglamentación determinará la forma y condiciones para la designación de un apoderado que actuará a tal efecto en nombre y representación del beneficiario. No guardando ninguna relación la disgnación del apoderado en los casos de la incapacidad laboral con la designación del curador definitivo que se pretende como consecuencia de la declaración de insania". (subrayado propio). La Reglamentación referida alude al DECRETO 1197/1985 (6-3-1985) que regula los requisitos del "Formulario de Solicitud" para el Beneficio y en consonancia con las disposiciones de la ley establece: "Art.3: Cuando se solicite una pensión por invalidez, se requerirá al interesado además de la solicitud, un certificado médico extendido en formulario provisto para tal fin por el Ministerio de Acción Social, por establecimiento hospitalario oficial que determine el porcentaje de incapacidad...". Hasta aquí no surgiría relación alguna -desde el texto de la Ley y los art.s cit. del Decreto- entre la cuestión asistencial relativa a la pensión, con el concepto de "incapacidad - representación legal" relativo al proceso de insania. Ella surge recién y únicamente del art. 11 del decreto que reza: "Cuando el solicitante estuviere incapacitado en los términos del artículo 13 de la Ley 10205, podrá extender poder a favor de tercera persona ante autoridad policial, juez de paz o funcionario actuante. Cuando el beneficiario estuviere mentalmente incapacitado la designación se regirá por las normas de representación legal contenidas en el Código Civil realizándose la designación de representante ante autoridad judicial competente". 3) Se advierte aquí el quiebre lógico y la falta de congruencia entre la ley y su reglamentación. Ello así por cuanto la primera establece el beneficio asistencial a favor de quien se encuentre "incapacitado total y permanentemente para el trabajo", para luego su Reglamentación (de rango indudablemente inferior, art. 31 CN), modificar los requisitos de procedencia del beneficio estableciendo la designación de apoderado a través de "las normas de representación legal contenidas en el Código Civil". (art. 11). Lo llamativo resulta ser que el mismo articulado de la ley 10.205 se ocupa de aclarar que No guarda ninguna relación la disgnación del apoderado en los casos de la incapacidad laboral con la designación del curador definitivo que se pretende como consecuencia de la declaración de insania". (art. 14 cit). De tal modo es claro que la Reglamentación vía Decreto introduce una modificación sustancial en la Ley reglamentada 10205, obligando a la promoción de un proceso estrictamente relativo a la capacidad de la persona -y que por su misma naturaleza no resulta necesario para el goce de prestaciones asistenciales del Estado en cumplimiento de su deber de acciones positivas -art. 75 inc. 23 CN-, con franca violación al plexo de Normas internacionales de protección a la personalidad jurídica, capacidad jurídica y dignidad de la persona (Pactos internacionales art. 75 inc.22; Carta Internacional de Derechos Humanos (1948), Declaración Universal de Derechos a Humanos, Pacto de San Jose de Costa Rica, Pacto de Derechos Civiles, Económicos, Políticos y Culturales, Pacto de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo facultativo, Convención contra la tortura y otros tratos o penas Crueles inhumanos o degradantes, y Convención Interamericana para la eliminación de toda discriminación contra las personas con discapacidad del 7 de junio de 1999, OEA). Concluyo así, que el recaudo establecido por el Decreto reglamentario resulta INCONSTITUCIONAL: desde el aspecto formal, quiebra el orden de supremacía normativo (art. 31 CN) estableciendo por vía reglamentaria una modificación sustancial a la ley; desde el aspecto material resulta contradictorio con las normas superiores arriba detalladas. 4) A su turno, a la fecha y conforme la Circular Nº37012, de Tramitación de los beneficios de pensión para personas con discapacidad, dictada por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (10 de julio de 2008) -con referencia a la Ley 22.431-, se estableció un mecanismo por el cual no resulta necesario el trámite judicial de insania para gozar de éste beneficio. La misma expresa que ...."no existe impedimento legal alguno que se presente como obstáculo para que el pago de la prestación pueda ser efectuado al propio solicitante, ello aunque medie dictamen médico que determine la existencia de una patología de grado tal que haga presumir que aquél no puede dirigir su persona y administrar sus bienes, toda vez que ello no conlleva la declaración de "demencia", a la cual refiere el código civil, la cual sólo se perfeccionará ante la existencia de una enfermedad mental u otra patología de base, que produzca la discapacidad de las personas y luego la declaración judicial. En este sentido el deber de esta Administración Nacional, en resguardo del interés de la "presunta" persona con discapacidad, queda limitado a la comunicación que se prevé cursar al Señor Defensor de Menores e incapaces, quien en el marco de su competencia, determinará el mejor modo de actuar conforme a las particularidades del caso..." Si bien se trata éste del supuesto relativo al derecho de pensión a favor del hijo discpacitado por fallecimiento del titular del beneficio -diferente al de autos-, considero que los argumentos resultan aplicables analógicamente al caso de autos (arg. art. 16 CN). En materia de protección integral de las Personas Discapacitadas la Ley Nº22431 establece en su art. 2 que "... se considera discapacitada toda persona que padezca una alteración funcional permanente o prolongada, física o mental, que en relación a su edad y medio social implique desventajas considerables para su integración familiar, social, educacional o laboral..." y en su artículo tercero dispone que será La Secretaría de Estado de Salud Pública quien certificará en cada caso la existencia de la discapacidad, su naturaleza y su grado, así como las posibilidades de rehabilitación del afectado. Dicho certificado único de discapacidad acreditará plenamente la discapacidad en todo el territorio nacional en todos los supuestos que sea necesario invocarla. 5) La íntegra regulación civil en materia de "capacidadincapacidad" de las personas, y más aún la relativa a los beneficios administrativos por discapacidad, merece ser seriamente revisada a la luz de la Convención sobre los Derechos de las personas con discapacidad; así lo ha entendido V.E. en reciente precedente "B., L. s/ inhabilitación", decretando la inconstitucionalidad del art. 152 C.C. Reproduzco la consideración que entiendo aplicable al presente: "una resolución respetuosa de los Derechos...deberá ajustarse a lo establecido en el artículo 12 de la Convención sobre los Derechos de Las Personas con Discapacidad, variando el concepto normativo a través de ella de la premisas capacidad incapacidad o inhabilitación, si bien dado que aún no se ha modificado la legislación interna se debe conjugar la operatividad de las disposiciones de la Convención Internacional con el marco legal actual". (fallo cit). La Convención dispone en su art. 12: "Los Estados Partes reafirman que las personas con discapacidad tienen derecho en todas partes al reconocimiento de su personalidad jurídica....tienen capacidad jurídica en igualdad de condiciones con las demás en todos los aspectos de la vida.". Expresamente señala que los Estados Partes tomarán todas las medidas que sean pertinentes y efectivas para garantizar el derecho de las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones con las demás, a ser propietarias y heredar bienes, controlar sus propios asuntos económicos y tener acceso en igualdad de condiciones a préstamos bancarios, hipotecas y otras modalidades de crédito financiero, y velarán por que las personas con discapacidad no sean privadas de sus bienes de manera arbitraria. III. La mirada de tutela judicial efectiva (art. 15 CPBA) se postula desde la Convención, no a través de un mecanismo cercenatorio de las capacidades de la persona, sino exigiendo la adopción de "las medidas pertinentes para proporcionar acceso a las personas con discapacidad al apoyo que puedan necesitar en el ejercicio de su capacidad jurídica". Justamente, el mecanismo de "salvaguardas y apoyos" establecido por la Convención exige que tales medidas sean " adecuadas y efectivas para impedir los abusos", que respeten los derechos de la persona, y que "sean proporcionales y adaptadas a las circunstancias de la persona. La exigencia es imperativa: "Las salvaguardias serán proporcionales al grado en que dichas medidas afecten a los derechos e intereses de las personas." Considero entonces que no resulta adecuada, proporcional y adaptada a las circunstancais de la persona y al grado de afectación de sus derechos e intereses, una Reglamentación legal que, en la búsqueda de concesión de un derecho asistencial "se cobra a cambio" la capacidad misma de la persona. La solución legal resulta a mi entender discriminatoria, colisionado con los principios de igualdad y no discriminación receptados en la Convención, que en su art. 5, pto 2. En tal sentido, siguiendo a María Victoria Famá, Marisa Herrera y Luz María Pagano "...el hecho de quedar incluido en una categoría legal que presupone una absoluta incapacidad en el desarrollo de sus aptitudes personales y en el ejercicio de sus derechos fundamentales, entraña de por si una degradación de su personalidad, y resulta una intromisión excesiva del sistema legal en su libertad de intimidad, debidamente resguardada en art. 19 de nuestra Constitución..." "...desconoce a ciertas personas la posibilidad de ejercer sus derechos fundamentales aún en los aspectos en que puede considerarselas en condiciones de igualdad frente a otras, en ausencia de un fin constitucionalmente legítimo que justifique su tratamiento diferenciado..." (Salud Mental en el derecho de Familia, Ed. Hammurabi, pág.665-666). IV. Por todo lo expuesto, solicito a V.E. determine al marco de apoyo y salvaguarda (art. 12 CDPD) necesario a la persona del Sr. A. A. L. L., ordenando al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y/u órgano administrador provincial pertinente, el mantenimiento del beneficio de pensión que se señala otorgado a favor del sr. L. L., así como arbitrar los medios necesarios para facilitar la designación por vía administrativa, de apoderado/representante legal a los fines de su percepción -en los términos del art. 14 ley 10.205-, a favor de su progenitor -denunciante en autos- . Asesoría N°1, 21 de septiembre de 2009 Silvia E. Fernández Asesora de Incapaces Asesoría de Incapaces Nº 1