NAVEGACIÓN ABORIGEN EN EL ECUADOR Guayaquil y el comercio marítimo colonial4 Asentada la ciudad sobre el cerro de la Culata, se fue extendiendo sobre las faldas del mismo. A su lado el gran río Guayas le daba el carácter de puerto, que lo iría convirtiendo en un centro comercial de enorme importancia. Por aquel tiempo fray Antonio Vásquez de Espinoza decía de Santiago de Guayaquil: “Es puerto principal de todo el Reino de Quito, de mucha contratación así con la tierra de adentro de donde traen muchas harinas, jamones, quesos y otras cosas no solo para la ciudad sino para embarcar para Lima y toda la tierra del Pirú, como son paños, cordellates, cordovanes y otras cosas. También se llevan de la dicha ciudad muchas tablas y maderas para las fábricas de Lima... por no haberlas allá a propósito… Vienen a este puerto muchos navíos cargados de Lima y de los valles de Ica y de Pisco, con mucha cantidad de botijas de vino para el gasto del Reino de Quito, de suerte que este puerto se comunica con todo el Reino de Pirú, y con Tierra Firme, y con Nueva España, y de él sale el navío de oro del Reino de Quito”. Por 1605 don Bartolomé Lizarraga relataba que “hasta frente a la ciudad tan solo llegaban los barcos pequeños, porque la barra a la entrada de la ría, a 3 brazas de profundidad, obligaba a los barcos grandes a quedarse en Puná, en donde se transbordaba la carga a balsas para conducirla a Santiago de Guayaquil”. La ciudad se fue extendiendo por la parte baja o planicie hacia el sur, y en lo comercial dependía de cuatro actividades: el corte y exportación de madera, la construcción naval, su función portuaria para la Sierra, y la cosecha y exportación de cacao. Cada una de estas actividades dependería, a su vez, del carácter esencialmente marítimo de la ciudad. Hacia los comienzos del siglo XVII, el comercio del cacao alcanzó niveles más respetables, y eran Centroamérica y Nueva España (México) los mercados principales para esta remunerativa actividad. El cacao fue a menudo permutado por las muy apreciadas mercancías chinas que se desembarcaban anualmente en Acapulco. En agosto de 1679 el pirata y corsario inglés Bartolomé Sharp, quien había merodeado por el golfo de Guayaquil sin incursionar en la ciudad, dejó una crónica en la que dice de ella: “En el extremo superior de este golfo… está la ciudad de Guayaquil, un lugar muy rico, y el embarcadero o puerto marítimo hacia la gran ciudad de Quito… Muchos comerciantes de Lima, usualmente envían por este lugar el dinero que destinan para la Vieja España… Aquí llega mucho oro de Quito…. Pero en especial llega el cacao, de donde se hace el chocolate que se supone es el mejor en el universo entero….Cuando buques de mayor calado entran a este golfo, anclan fuera de la playa y ponen su cargamento en veleros para llevarlo al pueblo”. William Dampier. Tomado del libro “Bodas de Oro Autoridad Portuaria de Guayaquil”. 4 Sánchez Bravo, Mariano Lic. CPFG(SP). “Bodas de Oro Autoridad Portuaria de Guayaquil”, Offset Abad Cía. Ltda. Guayaquil APG-2008. 35