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INFORME DEL COLEGIO OFICIAL DE MEDICOS DE NAVARRA
SOBRE LA LEY FORAL 16/2010, de 8 de Noviembre, por la que
se crea el registro de profesionales en relación con la
interrupción voluntaria del embarazo (IVE)
Ante el Grupo Técnico de trabajo para el estudio de la
aplicación en la Comunidad Foral de Navarra de la normativa
sobre la IVE
Con fecha 28 de Octubre el Parlamento de Navarra aprobó la Ley 16/2010 para
la creación del mencionado registro, Ley que fue publicada en el Boletín del mismo
órgano el día 10 de Noviembre y en el BON el 15 de Noviembre de 2010, y que por lo
tanto está en vigor en nuestra comunidad desde el día siguiente, 16 de noviembre de
2010.
El Colegio de Médicos, tras reunión urgente y extraordinaria de su Junta
Directiva y Comisión Deontológica el día 2 de Noviembre, adoptó la postura de
manifestarse públicamente en contra de dicho registro, como así quedó patente en el
comunicado oficial emitido el día 16 del mismo mes y que se adjunta a este
documento.
Un dato que no podemos olvidar es que instituciones de tanta relevancia como
el Consejo de Navarra se han posicionado en el mismo sentido, indicando que no
contemplan la necesidad de creación de un registro de objetores de conciencia para
poder garantizar la prestación del IVE.
En este tiempo han sido diversas las reuniones con distintos profesionales
implicados en este tema, tanto a título personal como colectivo. Tras todo ello,
queremos exponer las siguientes consideraciones:

La Ley Foral 16/2010 es discriminatoria para los médicos ginecólogos y
anestesistas del SNS-O, respecto a otras profesiones y otras comunidades
autónomas.
En este sentido llama la atención que solo se consideren directamente
implicados en el IVE a ambos colectivos y que sin embargo se mencionen “enfermeras
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y matronas” en general, cuando es de conocimiento público que solo una parte
concreta de estas se relaciona directamente con el acto quirúrgico del IVE.
Pero además debemos reseñar que mediante esta Ley se exige más a los
médicos navarros que a los del resto del estado, ya que en la Ley Orgánica 2/2010, de
3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del
embarazo, en su artículo 19.2 establece que la negativa a realizar la interrupción
voluntaria del embarazo por razones de conciencia deberá manifestarse
anticipadamente y por escrito, sin mencionarse en ningún punto la necesidad de
creación de ningún registro. De su lectura entendemos que una mera notificación
administrativa personal ante la dirección de los servicios correspondientes pudiera ser
suficiente para poder organizar la asistencia sanitaria demandada.
Por otro lado creemos que existe un contrasentido entre la mencionada Ley
Orgánica 2/2010 y la Foral 16/2010. Mientras en la ley estatal se menciona que el IVE
podrá ser realizado en servicio público o concertado, hecho que igualmente se recoge
en la Ley Foral 14/2010, de 1 de julio, en la mencionada ley Foral 16/2010 de registros
solo se menciona al personal del SNS-O. Por lo tanto solo se quiere legislar para el
personal público, dándose así el contrasentido de que un mismo acto médico se regule
de forma diferente según la entidad en la que se lleve a cabo y en la comunidad enla
que se realice.
Además hay que constatar que una ley posterior, la Ley Foral 17/2010, de 8 de
noviembre, de derechos y deberes de las personas en materia de salud en la
Comunidad Foral de Navarra, se vuelve a mencionar la posibilidad de centro público o
concertado.
En esta misma Ley, actualmente en vigor en nuestra comunidad, en su artículo
75.7 se indica “Los profesionales sanitarios directamente implicados en la interrupción
voluntaria del embarazo tendrán el derecho a ejercer objeción de conciencia en los
términos establecidos en la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y
reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo!” que como venimos
comentando solo establece la necesidad de manifestar por escrito la OC, sin
mencionar la creación de ningún registro y además no personaliza únicamente en
centros públicos sino que también incluye a privados concertados.
Todo esto nos hace preguntarnos ¿si existiera en nuestra comunidad una
clínica privada que realizara los IVE se seguiría exigiendo a los médicos del SNS-O su
declaración de OC?.

Pero además los médicos manifiestan claramente su sentimiento haber sido
manipulados ante la nueva Ley.
El hecho de que no hayamos sido consultados previamente a la aprobación de la
norma nos indica que el deseo último de la misma es imponer unas ideas políticas con
las que se puede estar o no de acuerdo pero que en todo caso son partidistas.
Expresamos nuestro malestar por estar siendo utilizados en esta situación, sin que
nadie, administración ni partidos políticos haya pedido nuestra opinión en un tema que
nos afecta directamente.

El texto redactado como Ley nos impide además realizar un recurso
administrativo si no es por medio de la vía política, con lo que la sensación de
indefensión nos afecta directamente.
De todos es conocido que existen otras comunidades, como Castilla León, en la
que la misma idea de creación de un registro de profesionales objetores se realizó
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mediante una orden local, lo que posibilita la presentación de recursos, como así ha
ocurrido, y que en nuestro caso no es factible.

Con respecto al articulado de la Ley expresamos nuestra postura de que solo si
se comtemplara un registro realizado de forma, personal, voluntaria y
confidencial se podría garantizar la asistencia a las pacientes demandantes de
esta técnica sin lesionar los derechos de los profesionales implicados.
Hay que recordar que el artículo 16.2 de la Constitución Española establece que
“nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias”. La
obligatoriedad a realizar esta declaración, y solo por parte de los profesionales del
sistema sanitario público navarro que se declaren objetores, como se recoge en el
articulo 3 de la Ley Foral 16/2010, entendemos que es contraria a la Constitución.
 Pero además, en el artículo 6 se establece la utilización del mencionado registro
“con fines organizativos, estadísticos, científicos o sanitarios”, lo que claramente
rebasa la finalidad expresada anteriormente de establecer una prestación
sanitaria.
Queremos poner de manifiesto nuestro recelo y oposición a que este registro sea
utilizado para otros fines distintos a la mera organización de la prestación.

Respecto al tema de confidencialidad, que entendemos fundamental en una
asunto de esta índole, dudamos de las garantías que se mencionan en el
articulado. Al ser múltiples los medios para inscribirse en el registro y además
diversas las personas y entidades que pueden acceder a él es difícil que se
mantenga de forma confidencial.
Pero es nuestro deber hacer mención que según la Ley de protección de datos
los que en este registro se incluyen son de alta confidencialidad, al corresponder a
ideologías o creencias individuales. Por esto su uso debiera verse restringido a menos
que el propio interesado levante esta restricción.
Los redactores de la Ley obvian este impedimento estableciendo un punto
dentro del documento de declaración personal el que se da permiso a su utilización,
con una redacción ambigua y general: “con la finalidad de hacer efectivo mi derecho a
la objeción de conciencia, consiento la recogida y tratamiento de mis datos de carácter
personal que resulten adecuados, pertinentes y no excesivos en relación con el ámbito
de esta declaración”.
TENIENDO EN CUENTA TODO LO EXPRESADO HASTA AQUÍ, y admitiendo
que la Ley existe, está aprobada en nuestro Parlamento, y por lo tanto es de obligado
cumplimiento, queremos expresar:
1. Está pendiente el estudio jurídico pertinente para decidir si es posible algún tipo de
recurso ante los estamentos correspondientes.
2. El Colegio de Médicos de Navarra apoyará con todos los medios a su alcance a
todos los médicos colegiados en Navarra que a título personal decidan presentar
recurso a esta ley por verse afectados directamente por ella.
3. Que vigilaremos estrechamente que este registro sea utilizado, única y
exclusivamente para la organización de la prestación sanitaria del IVE.
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4. Que en el caso de detectar consecuencias laborales o profesionales negativas
para alguno de los médicos colegiados instauraremos todas las aciones legales
necesarias para defender al médico implicado
Por último, y ante este comité y la Administración del SNS-O, solicitamos:
1. Que a la hora de realizar el desarrollo normativo que ponga en vigor este registro,
sean tenidas en cuenta nuestras consideraciones de máxima confidencialidad.
Para ello instamos a que se realice de forma informatizada, con declaración
personal enviada telemáticamente y recogida por una sola persona de la
administración, que a la vez sea la responsable de su ordenamiento.
2. Que de ser en un centro público donde se va a realizar el IVE, se centralice en solo
uno de ellos, a fin de facilitar la organización del mismo.
3. Que desde la administración se pregunte directa y personalmente a los
profesionales implicados si están dispuestos a realizar la técnica de IVE, a fin de
poder organizarlo, ya que con las normativas realizadas hasta ahora se desconoce
este aspecto.
4. Que se extremen las medidas para que la utilización de este registro sea única y
exclusivamente para la organización de la asistencia.
5. Por último solicitamos que mientras no se conozca el dictamen al recurso de
inconstitucionalidad presentado por el Gobierno de Navarra a la Ley orgánica
2/2010, no se desarrolle la presente Ley foral 16/2010, de 8 de noviembre sobre
registro de profesionales.
Pamplona, 17 de Diciembre de 2010
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