I CONGRESO LATINOAMERICANO DE HISTORIA ECONÓMICA 4as. JORNADAS URUGUAYAS DE HISTORIA ECONÓMICA Montevideo – 5 al 7 diciembre 2007 Simposio 32 Transformaciones económicas en la segunda mitad del S. XX: Problemas y desafíos en las ciudades latinoamericanas. Modernización empresarial, concentración y “formalización económica” de nichos marginales: ¿Expresión de tendencias seculares? Vicente Neira Barría. Universidad de Barcelona [email protected] 1 "...para un historiador, comprender el ayer y comprender el hoy, es la misma operación." Fernand Braudel 1. Introducción. 1 El presente trabajo parte desde la descripción y el análisis de ciertas transformaciones ocurridas recientemente en nichos2 económicos marginales de las economías urbanas latinoamericanas. Pero al mismo tiempo, busca ir más allá, al plantearse la interrogante de si, a través del entrecruce de la historia económica y de la historia del presente, es posible enmarcar algunas de estas transformaciones contemporáneas -que se dan en el nivel más básico de la economía- dentro de procesos de largo plazo, dentro de la larga duración braudeliana. Y de ser esto posible, ¿a qué tendencias seculares nos remiten? En un primer momento, se analizan las transformaciones que están ocurriendo en un nicho económico en particular: la venta de maní confitado en la ciudad de Santiago. Más allá de las dimensiones de este nicho, es interesante su estudio pues está viviendo importantes transformaciones a partir de la inserción de un agente capitalista. En base a un estudio de campo realizado anteriormente (NEIRA, 2005), se caracterizará la penetración de este agente. Luego, se abordarán las repercusiones no desde el punto de vista de este actor en particular, sino dentro del nicho económico en su conjunto: concentración económica, proletarización, extensión de barreras de entrada, etc. En tercer lugar, se ejemplificará que en otros nichos económicos urbanos, se observan tendencias similares en la actualidad. A partir de ello, se evidenciará que esas trasformaciones comparten aspectos esenciales con las ocurridas en otros rubros en distintos momentos históricos, por lo que buscaremos enmarcarlas dentro de un patrón único explicativo: la expansión intensiva del sistema capitalista dentro de nichos económicos cada vez menores del intercambio humano, la capilarización de la acumulación. Finalmente, se buscará enunciar propuestas explicativas de dicho patrón 2. Transformaciones del nicho de la venta urbana de maní confitado. Para caracterizar la transformación reseñada, se llevó a cabo un estudio de campo de los cambios ocurridos en el nicho de la venta de maní confitado (o “garrapiñada”) en Santiago. Este antiguo nicho informal urbano ha vivido cambios acelerados debido a la penetración, a partir del año 2001, de una empresa "moderna", con vocación expansiva. La base empírica sobre la cual se construyó la investigación fue una serie de 18 entrevistas realizadas a lo largo de los años 2004 y 2005 en la comuna de Santiago. Las entrevistas fueron de tipo semi-abiertas, y abordaron en un comienzo las impresiones subjetivas de los actores involucrados en los procesos de transformación de su rubro (2004), para luego, a través de dicha metodología recabar 1 El presente artículo retoma algunos elementos centrales de Neira (2005), Informe de Seminario de Grado Transformación contemporánea en el rubro del maní confitado en Santiago: ¿expresión de tendencias seculares del sistema capitalista?, dirigido por el profesor M. Matus. Las discusiones bibliográficas, definiciones operacionales y proyecciones microeconómicas en que se basa, que no ha sido incluidas en le presente artículo, pueden ser consultadas ahí. 2 Entenderemos el término nicho como “el ámbito” en que una empresa, a) “encuentra los recursos para desarrollar su actividad”, y b) ofrece y “logra colocar los productos y servicios que son frutos de esa actividad” (BURCET, 2005) 2 información de orden económico (2005). Se entrevistó tanto los vendedores tradicionales como a los trabajadores de las empresas de nuevo tipo. Se entrevistó también a Luís Martínez, propietario de la empresa “Nuts 4 Nuts” (N4N), a dirigentes del sindicato tradicional, así como una revisión completa del material comercial, legal y periodístico existente3. La situación previa a la transformación podría caracterizarse por la existencia de una serie de microempresarios, pequeños productores que trabajan por lo general su propio carro o “buque” manicero. Son trabajadores que se mantienen largos años en la actividad (con un promedio de 10 años), en la medida en que ésta les reporta mayores ganancias que las expectativas de inserción –con su grado de calificación- al sistema asalariado. Esta es una constante del comercio informal muy difícil de explicar para los estudiosos que se acercan al problema de la informalidad asumiéndola como una supervivencia arcaica (fruto de los prejuicios propios de un dualismo modernista). Estamos frente a una actividad de carácter semi artesanal, en donde la ganancia mensual se confunde con el sueldo del propietario que explota su medio de producción. La capacidad de ahorro de los meses de bonanza se destina a paliar las bajas de los “meses malos”, o bien se destina a otros fines personales (ahorro para el estudio de los hijos, mejoras en su vivienda, etc), por lo que prácticamente no existe capitalización de la ganancia. A nivel de mercado, en la medida en que el número de agentes está controlado por los municipios, podemos definir una primera barrera entrada importante, que determina en muchos aspectos el conjunto de la actividad. Esta situación se vio interrumpida por la irrupción de un agente particular: la llegada de la empresa Nuts 4 Nuts. Esta empresa fue formada por un manicero, Luís “Conejo” Martínez, que logró hacerse de capital trabajando las calles de Nueva York. Al volver a Chile, no sólo trajo algunos capitales para instalar carros maniceros, sino que importó directamente un modelo de ventas fácilmente replicable, de bajos costos fijos, y que hace recurso a los beneficios de las economías de escala. La investigación en terreno de cerca de dos años permite establecer una serie de conclusiones sobre el efecto de la penetración de esta empresa. En un primer momento, se analizará el modelo empresarial, evaluándolo en función de su éxito en la penetración del mercado y en su capacidad de centralizar las ganancias de este nicho, basándose en una proyección de costos y utilidades de la empresa. Luego, se analizará el impacto de este “éxito empresarial” en el conjunto del nicho económico. Desde el punto de vista empresarial, el modelo de N4N es extremadamente competitivo, pudiendo presentarse como ejemplo de inserción exitosa en un nicho económico. En primer lugar, a pocos años de su inserción, ha ocupado el papel de principal productor dentro de un nicho que había sido dominado históricamente por pequeños microempresarios. Esta ventaja se expresa en el fuerte aumento del número de carros, pero también en que ha logrado dominar los emplazamientos de venta más rentables, situados en el casco histórico de la ciudad. En segundo lugar, es posible evidenciar el alto impacto que han tenido las pequeñas transformaciones que introdujo 3 El detalle de la metodología puede consultarse en Neira (2005, p. 45-48). 3 en el producto de venta (tipo de maní, estética, cantidad, etc). Esta “diferenciación del producto” puede ser medida tanto en el éxito de sus ventas (pese a un precio mayor), como en el hecho de que su competencia haya comenzado a imitar su producto. Por otro lado, el desarrollo de un modelo de escala, que implica que nuevas inversiones de capital no se vean limitadas por el rendimiento decreciente de los factores productivos, le ha permitido un crecimiento numérico exponencial. En ello es especialmente relevante el bajo impacto de los costos fijos dentro de su estructura de costos. Este elemento es importante resaltarlo, en la medida en que una de las limitaciones típicas de la microempresa y de las PYMES es su dificultad para encajar en su estructura de costos los costos fijos. Otro elemento que puede ser señalado como “exitoso” desde el punto de vista empresarial es la habilidad y la capacidad para explotar en su provecho tanto la legalidad como los espacios de ilegalidad, en la medida en que no ha habido sanciones de importancia frente a sus prácticas ilegales. Pero, al estar hablando de una empresa, sin duda lo esencial son los altos porcentajes de ganancia que puede, al implementar toda esta estructura, alcanzar por carro. Debe considerarse que normalmente las pequeñas empresas se mueven con márgenes de utilidad que son muy bajos, lo que explica el alto nivel de “mortalidad” entre las mismas. Es claro que si bien logra niveles importantes de ganancia neta (promedios proyectados de entre 24% y 36% de la venta total por carro, según la época del año), seguimos hablando de montos relativamente pequeños (cerca de US$19.000 por carro al año). Pero si se suman las utilidades del conjunto de la red, que hoy llega a más de 170 carros a lo largo de varias ciudades de Chile, se pueden proyectar, de acuerdo a la misma información dada por la empresa, ventas superiores a los 6 millones de dólares, y ganancias superiores al millón de dólares (NEIRA, 2005, p. 66-71, 94-103). Al abordar estos elementos desde el punto de vista del "éxito de inserción de la empresa”, hemos mencionado factores que, al ser analizados desde el punto de vista de las transformaciones del nicho económico, no son necesariamente positivos, ni para el nicho de mercado ni para los actores en él insertos. El primer aspecto negativo de la instalación de esta empresa es que se ha dado en un marco de mucha opacidad económica, y en algunos aspectos, de clara colusión con la autoridad política que, con un nivel de discrecionalidad importante, favoreció a dicho agente en desmedro de otros. Ejemplos de ellos son: la no sanción por parte de las autoridades municipales frente al arriendo y compra de patentes municipales de venta pese a la expresa prohibición dentro de las ordenanzas, la asignación de patentes de venta a personas ligadas a la empresa pese a la prohibición expresa de asignación a quien “sea socio de un negocio establecido”, la no sanción de la empresa pese a que confitó durante años en las calles antes de que ello estuviese aprobado por el Servicio de Salud y Medio Ambiente, y pese a que ello se encuentra prohibido dentro de la ordenanza municipal hasta el día de hoy, etc. Decíamos que la contravención de tan numerosas normas municipales y legales se dio gracias a la colusión de actores políticos que favorecieron a dicho agente. Mas hay otro elemento que también jugó un rol importante dentro de la cuestión: Martínez supo explotar la imagen que en tanto PYME –pese a que en estricto rigor no lo es- para acogerse a la respuesta “proporcional” del aparato estatal (en este caso, de relajo relativo) frente al no cumplimiento de las normas laborales y tributarias. Ello le permite 4 funcionar pese a no respetar del todo la legislación laboral. Esta situación queda en evidencia cuando se revisan las causas abiertas en la Inspección del Trabajo, las multas por no pago de imposiciones, y las deudas hacia las Administradores de Fondos de Pensiones, Isapres de salud, Instituto Nacional de Previsión, etc. De acuerdo a la información entregada por DICOM/Equifax (empresa especializada en recoger información comercial), la empresa Confiterías Martínez y Cía. Ltda. acumula 24 multas impagas en la Dirección del Trabajo, por una suma de 4.236.780 pesos. La situación es aún más preocupante al quedar consignado que adeuda un total de 16.057.454 pesos por concepto de pago previcional y de cotizaciones de salud a diversas instituciones (I.N.P., diversas A.F.P.’s, Isapres, Administradoras de Fondos de Cesantía). De lo cual se desprende, que a la fecha del retiro del mentado informe la empresa debía por conceptos laborales y previsionales un total de 20.358.634 pesos4. Y debe tenerse en cuenta que esta empresa incluye tan sólo a 22 de los 170 puntos de venta. El no cumplimiento de la legislación también se da en el aspecto tributario. Durante la investigación se evidenció un nivel importante de evasión de IVA, en la medida en que los carros no entregan boleta de servicios en gran parte de las ventas. Si bien no se puede determinar hasta qué punto ello corresponde una política premeditada de la empresa y hasta qué punto corresponde a una falla de los operarios, el resultado es el mismo: evasión fiscal. Señalábamos los dos elementos anteriores pues ellos cuestionan seriamente algunos de los principales supuestos con que se aborda la penetración de una empresa en un nicho hasta ese momento informal: la estabilidad económica para sus trabajadores y el aumento del respeto a la legalidad. En otras palabras: el que los pequeños productores informales sean reemplazados por empresas no necesariamente implica mejores condiciones para los trabajadores ni un mayor respeto de la legalidad. El asumir ello corresponde más bien a un discurso ideológico. Discurso que en este caso ha sido patente, en la medida en que este actor ha tenido una cobertura importantísima por parte de los medios de prensa (23 artículos de prensa escrita y digital durante los últimos años) y ha ganado diferentes reconocimientos al “emprendimiento”. 3. Impacto de las transformaciones en el nicho. Ahora bien, más allá de las particularidades de este actor en específico, lo que nos interesa son las transformaciones de largo plazo dentro de ese nicho. Pues varios aspectos que pueden ser vistos como positivos desde el punto de vista del éxito económico de la empresa N4N en particular, pueden tener un efecto diferente sobre el conjunto del espacio económico. Nuestra investigación nos permite concluir que como resultado de la inserción de esta empresa, el nicho económico de la venta de maní confitado está viviendo un proceso de concentración económica, proletarización de los sujetos insertos en el nicho, imposición de barreras de entrada y extensión de la opacidad. Veamos, en primer lugar, el tema de la concentración económica. El crecimiento de N4N no se ha dado desde una empresa única, sino desde 7 o más empresas paralelas montadas por Martínez con distintos socios. Pese a ello, al ser 4 Informe retirado el 09/11/2005. Las referencias a los boletines comerciales de las deudas impagas, así como de las multas de la Dirección del Trabajo se encuentran en Neira (2005, p. 54). 5 gestionadas de forma conjunta por quien tiene la participación mayoritaria en ellas, sería más correcto hablar de un conglomerado de empresas, o introduciendo terminología económica, de un cartel oligopólico con “vocación monopólica”. Pero al analizar un nicho como éste, el acercamiento legal no es el más importante, sino que el análisis de los desplazamientos de las cuotas de mercado nos permite un mejor acercamiento. A menos que se pudiese comprobar una ampliación proporcional al volumen de ventas de la empresa que ha ingresado a un mercado, sus utilidades corresponden a una cierta redistribución de las entradas totales. Dicho de otra manera: la explotación de ese espacio con una racionalización productiva “moderna” (orientada a la acumulación de capital) puede permitir aumentar la tasa sectorial de utilidades, pero de no demostrarse una ampliación efectiva y significativa de dicho mercado, al mismo tiempo se estaría operando una redistribución. Redistribución que irá en beneficio de un determinado agente, y en desmedro de los otros. Como proceso, se evidencia en el crecimiento (temporal y relativo) de la participación de un agente dentro del volumen de ventas total de ese nicho a costa de otros agentes. En este caso, estamos frente a una redistribución regresiva ya que se acentúan las asimetrías existentes en un reparto de las riquezas, por lo que a todas luces es pertinente hablar de un proceso de concentración. Otro vector de análisis del impacto de N4N es que está llevando a una proletarización de los trabajadores insertos en ese nicho. Y para concluir eso, no se necesita medir el impacto sobre el volumen total del mercado. Se puede plantear en términos bastante más simples al verlo temporalmente: hace cinco años, prácticamente todos los trabajadores que participaban de la venta de maní en Santiago eran microempresarios, mientras que hoy una fracción importante son asalariados. Esta es otra dimensión del proceso de concentración antes señalado. Y no se aplica sólo al nivel del control del mercado, sino también de las ganancias: hace cinco años, toda la plusvalía producida por los trabajadores insertos en el nicho quedaba en sus manos, hoy parte de la plusvalía que los trabajadores producen permite la acumulación de capital de algunos (pocos) individuos. Y para este factor, poco importa que quien reciba esa plusvalía haya sido en un comienzo trabajador. Lo cierto es que hoy es un empresario. Pero si se pone el acento en el hecho del origen de este capitalista, se evidencia que existe un proceso de jerarquización interno en desarrollo dentro del nicho. Y Martínez es el más fiel reflejo, pero que hoy busca ser seguido por otros actores. Volveremos a éste punto al ver las continuidades históricas de esta dinámica. La acumulación de barreras de entrada en un marco de opacidad y discrecionalidad, finalmente, permiten vislumbrar la continuación del proceso de concentración. Ya habíamos señalado que existe una barrera de entrada artificial de vieja data, que es el control por parte de la autoridad del número de vendedores autorizados a trabajar en la vía pública, lo que hace que a oferta esté restringida. La opacidad se expresa en el hecho que esa barrera no impidió el ingreso de N4N, pero sí sigue impidiendo el ingreso al rubro de muchos otros microempresarios. La inserción de N4N ha estado marcada por un grado de opacidad importante, en cuanto a que la ayuda discrecional de algunos agentes políticos ha sido clave. La falta de transparencia a este nivel es doble, ya que afecta la actuación de las autoridades por un lado, y también expresa la forma de actuar del agente económico en cuestión. 6 Pero fuera de ese hecho, que ya hemos tratado, existen otras barreras de entrada, no para N4N, que está plenamente inserto, sino frente a posibles competidores, sean éstos microempresarios o empresas. La primera de ellas no es “artificial” (trabas de ingreso a la actividad que no provienen de factores netamente económicos) sino “natural” (limitaciones a la incorporación al mercado que provienen de ventajas económicas de los agentes establecidos). Y es que “las economías de escala son un fenómeno que motiva la aparición de barreras de entrada”, en la medida en que los posibles competidores entran a enfrentar una empresa que ya tiene su capacidad productiva instalada (STEIMBERG, 2004). Debemos sumar a las barreras de entrada naturales el peso de la “marca comercial”. Es interesante que desde los estudios pioneros en la materia se señaló la “diferenciación establecida del producto” como factor preponderante en la creación de barreras. Ahora, si sumamos a ello las barreras artificiales, se concluye que la evolución más probable del nicho sea una concentración creciente por parte de N4N. La principal barrera de entrada artificial, que ensombrece todas las demás existentes, es la colusión del agente dominante con la autoridad. La barrera artificial más efectiva es que los potenciales competidores sepan que un agente ya instalado es favorecido por el poder político. La segunda barrera artificial en este caso es el fuerte peso mediático que tiene esa empresa, que ayudó al proceso de diferenciación del producto. Su clasificación como artificial se basa en que el producto de esa empresa tiene para el consumidor un valor agregado de tipo extraeconómico. Nuestra revisión del impacto de la inserción de Nuts4Nuts dentro del nicho no podría estar completa sin ver la respuesta por parte del sector tradicional. En la medida en que este agente ha explotado sus ventajas al máximo, la evolución futura del nicho estará en gran parte condicionada por la actuación de los otros agentes. Y la reacción provocada entre los vendedores tradicionales puede ser caracterizada a través de tres ejes. El primero de ellos es el aprovechamiento de los logros de Nust 4 Nuts frente a la autoridad, por parte de los agentes tradicionales. El ejemplo más evidente de ello es que volvieron a confitar en las calles después de décadas en que la autoridad se los había prohibido. Este proceso se da en dos ámbitos: presión a la autoridad por lograr privilegios similares, y aprovechamiento de facto del reblandecimiento de la fiscalización. El segundo es la emergencia de un proceso imitativo, que busca explotar el campo abierto por N4N. Desde el punto de vista económico se busca anular la diferenciación de producto establecida. Esto se expresa en utilizar el mismo tipo de maní, en la refacción de carros según su mismo estilo, incluso con los mismos colores, la inclusión de nombres en inglés, etc. Pero este proceso imitativo bien puede ir más allá. Se puede afirmar que existen en la actualidad intentos por parte de antiguos maniceros tradicionales de copiar el modelo empresarial de N4N. La poca maduración de este proceso no permite saber cual será su evolución, pero apunta a un proceso de jerarquización interna dentro del rubro. A partir del momento en que este proceso se inicia, sin duda la capacidad de ahorro y reinversión (capitalización) será crucial. 7 Ahora bien, frente a la tendencia imitativa anteriormente descrita, podemos destacar un proceso contrario: el fortalecimiento organizacional de las redes comunitarias existentes. La irrupción de N4N, y la puesta en peligro de sus fuentes de ingreso, generó una reacción de fortalecimiento del sindicato tradicional de los vendedores de maní: construcción de una nueva sede, potenciación de las cooperativas de compra, diversificación de la oferta. Los dos últimos ejes seguramente entrarán en tensión, ya que el movimiento hacia el fortalecimiento de la asociatividad horizontal mal puede convivir, dentro de un mismo espacio institucional, con el proceso de jerarquización que algunos vendedores han emprendido. 4. Alcances, amplitud y continuidad histórica de una transformación económica. Los elementos recogidos permiten afirmar la existencia de un proceso de transformación económica dentro de un nicho económico particular. Llamaremos a este proceso inserción de formas capitalistas de producción, ya que se transforma (en tanto nicho) en un espacio de acumulación de capital que antes no existía (en la medida en que los beneficios que arrojaba no eran utilizados como capital). Al analizar dicha transformación económica desde ese punto de vista, surge la constatación de que se está ante un proceso más amplio, que se da paralelamente en otros sectores considerados hasta ahora “informales”, y que compartirían con el nicho estudiado importantes características. En otras palabras, la forma de explotación capitalista está penetrando espacios económicos capilares, intersticiales. Nichos económicos marginales dentro de la actividad económica en su conjunto (y hasta ese momento pertenecientes al sector informal de la economía) sufren aceleradas transformaciones. Sin haber hecho estudios detallados de esos mercados, la sola irrupción de este tipo de agentes capitalistas en mercados hasta ahora dominados por autónomos sirve de ejemplo de la amplitud del fenómeno. El primero de ellos es el de las reparaciones hogareñas. “Tradicionalmente”, en Chile, cuando se necesita reparar el terminal de algún servicio básico (agua, gas, luz) se contacta a algún “maestro” específico (gásfiter para los dos primeros, eléctrico para el tercero). Cuando es algún muro el que requiere reparaciones, se contacta directamente a algún albañil o carpintero. Muchos hogares cuentan con los servicios de algún “maestro chasquilla”, forma en que se conoce coloquialmente a quien es capaz (o dice serlo) de abarcar una gama amplia de especialidades. El contacto con ellos es de carácter muy variable, dependiendo principalmente de la calidad del servicio. No es raro que se establezcan relaciones laborales muy duraderas, aunque esporádicas. La relación social que media el intercambio económico es por lo mismo una relación personal, de confianza. Hoy asistimos a la emergencia de una serie de empresas especializadas en el envío a domicilio de un técnico (ejemplos de las mismas son las empresas “Mi Maestro” y “SOS Hogar”). Su extensión se ve limitada por factores culturales (“fidelidad” al maestro de siempre) y económicos (el servicio es más caro). Su ventaja es que aumenta la especialización del trabajo, y con ello la productividad del trabajador, y 8 eventualmente, la calidad del servicio. Desde el punto de vista netamente económico, es muy probable que ostente mejores desempeños. Ahora bien, ello trae consigo (o traerá en directa proporcionalidad con su extensión) consecuencias a nivel social y económico. Lo mismo puede decirse con respecto a un rubro aún más simple y de menor calificación de mano de obra: el de los acomodadores y cuidadores nocturnos de automóviles. En ciertas zonas de alta convergencia de "consumidores" (entiéndase automovilistas), tales como barrios de diversión nocturna para un público de fuerte poder adquisitivo, el servicio de vigilancia ha sido emprendido por empresas que prestan servicios de “Valet Parking” tales como Chile Parking S.A., desplazándose a los cuidadores informales a través de la concesión municipal de la explotación de esos espacios. Sin duda, a los ojos de esos “consumidores”, el servicio ha mejorado. Pero se desplaza igualmente a los cuidadores “tradicionales", los trabajadores insertos se vuelven asalariados, y se inicia un proceso de transformación completa del rubro, transformación que suele ser irreversible. Los ejemplos anteriores se dan a modo ilustrativo, pero permiten probar que el proceso descrito se está dando actualmente en una serie de actividades “informales”. No podemos, por falta de un estudio detallado, tomar posición sobre una serie otros factores como la eventual mejora real del servicio, el impacto en los costos finales, la redistribución económica y el nivel de respeto a los derechos laborales de los trabajadores insertos, etc. Pero de hecho, si se contrastan los ejemplos dados con las conclusiones del análisis de las transformaciones en el rubro de maní, las conclusiones son las mismas: desplazamiento del microempresario, concentración de los nichos, proletarización, barreras de entrada, y la posibilidad para la empresa de acumular beneficios capitalizables. Estas transformaciones significan, por lo mismo, la inserción de los nichos económicos descritos al sistema de acumulación de capital, al sistema capitalista de producción de mercancías. Pero sí podemos afirmar, basándonos en los paralelismos antes señalados que: a) los supuestos efectos benéficos de esta “modernización” deben ser estudiados realmente, esto es empíricamente, y no asumidos a través de presupuestos positivistas que funcionan discursivamente como marco de legitimación de esos procesos, b) que esos nichos económicos pasan a ser fuente de acumulación de capital. Ahora bien, hemos establecido que el proceso observado en el nicho del maní confitado se produce paralelamente en otros rubros económicos. Nos gustaría entroncar esa observación con los elementos que apuntan a la invasión de nichos económicos como una continuidad histórica. No pretendemos, por supuesto, ser sistemáticos en ello, ya que su desarrollo temporal y espacial es el desarrollo mismo del sistema capitalista. Remitiremos simplemente a las transformaciones de dos nichos económicos. Uno ha sido elegido por su significancia histórica y por haber ocurrido hace más de tres siglos. Tiene el doble interés, por ser un caso conocido dentro de la historiografía, y de servir como vínculo con un pasado remoto. El otro corresponde a la realidad chilena y es más cercano, pero igualmente pertinente. Repetimos que no buscamos documentar de forma prolífica esos procesos, sino tan sólo esbozar ciertos paralelismos. 9 El primero de los ejemplos es el proceso de Proto-Industrialización en Inglaterra. Entre el siglo XVII y XVIII, la producción textil inglesa sufrió transformaciones profundas, que repercutirían no sólo en ese nicho, sino que serían determinantes en la conformación de sistemas modernos de producción industrial. El debate historiográfico sobre las formas en que esa transformación se dio está estrechamente ligado al debate con respecto al nacimiento de la revolución industrial. Y tal vez por ello, ha dado pie a cientos de disputas académicas que no pretendemos ni podríamos resumir acá. La sola distinción y discusión crítica entre las posiciones que llaman al proceso protoindustrialización, preindustrialización, industrialización a secas, putting-out system, industria a domicilio, industria dispersa, tomaría demasiado tiempo y espacio. Consignaremos pues sólo algunos elementos. De manera muy general, podemos caracterizar el proceso como la puesta en funcionamiento de redes productivas que explotaban los conocimientos textiles campesinos (provenientes de la autoproducción) para la producción a gran escala con miras a ser vendida en los centros urbanos o exportada. El sistema fue organizado por comerciantes y mercaderes-empresarios, quienes entregaban la materia prima a las familias campesinas (y posteriormente arrendaban los telares y concedían empréstitos) que de esta forma complementaban sus ingresos familiares. Lo que nos interesa es resaltar la similitud en algunos procesos: - Originalmente no se basó en transformaciones significativas de los medios de producción (utilizó el telar campesino), ni implicó en un primer momento transformaciones sustanciales en el producto final, sino que fue una innovación organizativa del proceso productivo, que permitió la acumulación creciente de una fracción de las utilidades, y su capitalización progresiva, que llevó a la reproducción ampliada del proceso. - Debido a lo anterior, significó un impulso mayor a la concentración económica (primero empresarial y de los beneficios, y después de la localización espacial de la producción) de la actividad. - Muchos de estos mercaderes, posteriormente conocidos también como “capitanes de industria” surgieron de entre los productores originales, lo que les permitía organizar sus redes y manejar los elementos técnicos del acabado de las prendas. - Significó el punto de partida de la proletarización de buena parte del campesinado inglés. - Implico, una vez en marcha, la conformación de barreras de entrada. Se dieron barreras naturales (el hecho que la “economía de escala” de la época nos parezca hoy risible no significa que lo fuera para el campesino de la época que quisiese escapar a la explotación de un mercader), y también artificiales (colusión con la autoridad política para asegurarse ventajas). Como queda en evidencia, hay elementos de coincidencia sorprendentes. No pretendemos comparar la magnitud de los procesos, ni mucho menos sus consecuencias históricas. Sí nos interesa señalar que la integración al modelo capitalista de producción 10 implicó, por sobre las diferencias ya señaladas, transformaciones idénticas en algunos aspectos. Algo parecido ocurre al analizar el aprovisionamiento alimenticio (en su aspecto productivo y comercial) de las “grandes” ciudades chilenas durante el siglo XIX. En un comienzo, este nicho económico era explotado por el “bajo pueblo” de los arrabales cercanos, constituyendo la fuente principal de su sustento: “los campesinos y los artesanos ofrecían sus productos en las ferias locales que periódicamente organizaban a este efecto.” (SALAZAR, 2003, p. 31). Originalmente, este proceso tuvo la venia de las autoridades: Hasta mediados del siglo XIX, los municipios estimularon y protegieron la periódica bajada de “los que dentran a bender frutas y verduras en carreta” y “de los hombres de campo que llegan a la plaza con sus frutos. (SALAZAR, 2003, p. 38) Esta actitud inicial fue seguida por un proceso de normalización de la actividad, que intentó llevar esa actividad a “lugares de comercio”. Se buscaba regular el uso del espacio público (al menos el de la “ciudad culta”), poner atajo a los peligros sanitarios, y en menor medida, lograr recaudaciones fiscales de dicho comercio. Las similitudes vuelven a aparecer. Sin embargo, a partir de mediados de siglo, las autoridades comenzaron una lucha frontal en contra de estos productores-vendedores. Me parece que la documentada argumentación de Salazar es concluyente en cuanto a que Los poderes centrales, arrastrados por los grandes capitales e intereses que fueron acumulándose en torno a los mercaderes que controlaban el comercio de ultramar y las rutas transcontinentales, procuraron absorber y regular monopólicamente todas las transacciones comerciales del territorio que dominaban. (SALAZAR, 2003, p. 30) Difiero exclusivamente con el término “todas”. Por el contrario, creo que esa inclusión a la esfera capitalista sigue produciéndose, en ese plano y en otros. Y de hecho, hipermercados actuales dan cuenta de la evolución en ese mismo plano. Sus porcentajes de utilidades, la concentración que alcanzan, las barreras de entrada que generan sus economías de escala no tienen parangón con las “soluciones” de comercialización empleadas por los capitalistas locales que tomaron en sus manos ese nicho. No tienen comparación, pero a una escala relativa. Por ello, la diferencia es de forma, no de fondo. Son dos expresiones de un mismo proceso. Esperamos haber demostrado la continuidad histórica del proceso. No podemos rehuir ahora, al concluir, intentar explicarlo. 5. Conclusión: Proceso como tendencia secular del sistema capitalista. Hemos evidenciado un proceso de transformación económica caracterizada como la inserción, sucesiva, por estratos, de esferas de la economía al modelo de producción capitalista. Concordamos ahora con Ángel Martínez (2000, p. 87) en que si la tendencia del capitalismo es penetrar, sin restricciones, todo el espacio que le resulta alcanzable, es clarificadora la pregunta que inquiere sobre por qué no se ha conseguido antes la expansión y dominio que hoy contemplamos. 11 Intentaremos ahora esbozar una explicación causal a partir de dos tendencias: la tendencia secular a la expansión, y la discusión sobre la caída tendencial de las tasas de ganancia. Una primera explicación del fenómeno podría provenir de una tendencia secular del sistema capitalista. Una comprensión amplia del proceso expansivo, permite delinear el proceso en un despliegue múltiple. Desde mi punto de vista, el movimiento expansivo del sistema capitalista puede ser subdividido en 4 dimensiones. Las dos primeras se enmarcan dentro de los límites geográficos de su expansión (expansión geográfica absoluta por un lado, y conquista de las “fronteras interiores”, siguiendo la definición de Immanuel Wallerstein). Por otra parte, hay un segundo polo expansivo que no encuentra su expresión en la extensión geográfica, sino en la penetración dentro de los tejidos sociales de intercambio. Por lo mismo, este movimiento único puede ser visto tanto desde la dimensión del consumo (mercantilización creciente de las necesidades humanas) como desde la dimensión del mercado. Esta última dimensión es la que consideramos pertinente al momento de intentar comprender el fenómeno delineado empíricamente. Creo que el proceso de inclusión de nichos económicos en el sistema capitalista no es sino otro nombre para la extensión intensiva. Por lo mismo, si lo planteamos en términos de homologación, la inversión de los factores no altera el resultado: la expansión intensiva del sistema no es otra cosa sino la inclusión progresiva de nichos económicos a la esfera de la reproducción de capital. Braudel (1984a, p. 200) aporta elementos interesantes sobre la cuestión: Ya he dicho que el capitalismo de ayer (a diferencia del de hoy) no ocupaba más que un estrecho ámbito de la vida económica. Entonces, ¿cómo se habla de él, a propósito, como un "sistema" extendido al conjunto social? No es menos un mundo en sí, diferente, o sea extraño respecto a la globalidad social y económica que le rodea. Y es con relación a esto último que se define como "capitalismo", no sólo con relación a las formas capitalistas nuevas que surgirán más tarde. En realidad, es lo que es respecto a un no-capitalismo de inmensas proporciones. Y si no se quiere admitir esta dicotomía de la economía de ayer, con el pretexto de que el “verdadero” capitalismo dataría del siglo XIX, se renuncia a comprender el significado, esencial para el análisis de esta economía, de lo que se podría llamar la topología antigua del capitalismo. Si hay lugares donde se ha alojado por elección, no por descuido, quiere decir, en efecto, que eran los únicos favorables a la reproducción del capital. Coincidimos con Braudel en que es un proceso continuo, en la medida que su despliegue busca la inclusión de toda la economía. Su corolario es una progresiva mercantilización de áreas y esferas de las necesidades sociales. Creo, sin embargo, pertinente distinguir acá dos movimientos, basándonos en nuestro estudio de caso. Muchas veces, los autores que tratan la cuestión ven la mercantilización como un proceso ex nihilo. En realidad, el proceso es en dos tiempos. La mercantilización no es lo mismo que inclusión en la esfera de circulación de capital. La venta de maní confitado, las reparaciones hogareñas, la vigilancia automóviles, son procesos que estaban mercantilizados antes de su inclusión en la esfera capitalista. Podríamos hablar de procesos de mercantilización precapitalistas y 12 propiamente capitalistas, siendo estos últimos sólo aquellos que se remiten a la reproducción continua y ampliada del capital. Ahora bien, la afirmación sigue siendo pertinente en la medida en que la expansión capitalista a su vez juega como factor que acrecienta la densidad y profundidad de la mercantilización. Sin embargo, esta tendencia secular del sistema capitalista no puede ser considerada como una explicación causal del fenómeno. Lo cual es bastante obvio a partir del momento en que hacemos recurso a la homologación para identificar los procesos. No incurriremos pues en la tautología de decir que lo que es lo mismo, es al mismo tiempo el antecedente. Si el movimiento secular expansivo no es causalmente responsable del fenómeno observado, sigue estando abierta la pregunta del porqué se da ese proceso. Debemos pues buscar en otros movimientos seculares, que esté a un nivel explicativo. Si bien no podemos abordar acá, por un motivo de espacio, su pertinencia en cuanto teoría, creo que la propuesta marxiana de la caída tendencial de las tasas de ganancia es una opción a considerar dentro de la discusión. Dicha teoría argumentada en el primer y tercer tomo de El Capital, plantea que las tasas de ganancia empresarial (o retorno del capital) tienden, a largo plazo, a disminuir dentro del conjunto del sistema paralelamente al aumento de la productividad del trabajo, en la medida en que el capital no crea valor sino que sólo lo transmite (se amortiza su inversión). Insistimos en que ella no puede ser utilizada como un argumento probado empíricamente. Pues nunca ha podido ser probada, o su prueba de validez o invalidez depende de la teoría del valor asumida. Por otro lado, los datos empíricos así como las definiciones utilizadas en estudios recientes son contradictorios (SHAIK, 1992, 1999; GOLDSTEIN 1999). Pero analíticamente, esta tesis permite comprender el fenómeno. Enfoquemos el problema desde el punto de vista empresarial. Volviendo a las tasas medias de retorno de la inversión, Kalecki (1970, p. 11) afirmaba que En el esquema de Keynes el concepto de eficiencia marginal del capital significa que, en cualquier momento, existe una tabla de posibles proyectos de inversión ordenados de mayor a menor rentabilidad anticipada (teniendo en cuenta el riesgo). La tabla se interrumpe en aquel punto en el cual el tipo de beneficio neto anticipado es igual al tipo de interés que debe pagarse para obtener los medios de financiación. Obviamente, un empresario optará siempre por la inversión que a igual riesgo le traiga mayores rentabilidades. Pero ello también se aplica en cuanto a los volúmenes netos; se optará también por la inversión que permita la colocación mayor (y por lo mismo, la mayor reproducción ampliada posible). Pero ante la inexistencia de opciones de inversión de mayor rentabilidad, se colocarán los capitales en la medida en que el retorno esperado supere la línea mínima (interés más riesgo de inversión). La tendencia a la expansión “intensiva” dentro de los nichos podría estar determinada por la caída tendencial de las tasas de ganancia, ya que al caer los beneficios de la inversión en nichos “clásicos” de inversión (que al mismo tiempo son los principales de la economía, y los primeros que fueron explotados con un marco de producción capitalista, y por lo mismo donde hoy hay mayores barreras de entrada), la necesidad de acumulación de capital se localiza en esferas productivas, hasta ese 13 momento, despreciadas. Tasas de retorno a la inversión que antes no eran consideradas atractivas por existir otras mayores, pasan a ser explotadas. Pero más allá de la validez de la propuesta de la caída de las tasas de ganancia, esta idea permite desarrollar la idea del “copamiento de los nichos económicos”. Aún negando la pertinencia de la teoría de la caída tendencial de las tasas de ganancia, se podría argumentar que existe un “copamiento” capitalista de ciertos nichos, que impide la entrada de nuevos agentes por las barreras de entrada generadas por su capacidad instalada. El despliegue, por lo mismo, se da en la extensión de la reproducción ampliada del capital en nichos económicos cada vez menores (no necesariamente de sus tasas, sino de la masa de beneficios que de ella puede extraerse). Quiero señalar igualmente que esta propuesta teórica permitiría también reenfocar y estimular una visión diferente sobre el conjunto de la historia económica de América Latina. Se podría analizar su inserción en el sistema en tanto zona periférica, y las reestructuraciones sociales y políticas que implicó, como la inserción gradual de nichos económicos en la medida en que ofrecían beneficios importantes (superiores a la media de la economía-mundo). Ello permitiría evidenciar los “estratos” de su inserción, con la complejización gradual de la vinculación, ligada al desarrollo tecnológico que hacía posible su conversión rentable hacia la producción capitalista: metales preciosos, bienes alimenticios básicos, fuente de colocación de productos industriales básicos, aprovisionamiento alimenticio interno, etc. Bibliografía. BRAUDEL, Fernand (1984). Civilización Material, Economía Y Capitalismo, Tomo II, Los Juegos Del Intercambio. Madrid, Alianza editorial. Tomo II y III. BRAUDEL, Fernand (1994). La dinámica del capitalismo. Santiago, F.C.E. BRAVO D. [et. al.] (2002). Desarrollo se escribe con PYME: el caso Chileno. CEPAL, FUNDES, U. de Chile, Santiago de Chile. BURCET, Joseph (2005). “Dinámica de los nichos de mercado, Nichos y gestión del cambio”. http://www.burcet.net/gestion_cambio/gestion_cambio_5_nichos.asp CABRERA A. [et al.] (2002). Las pyme: quiénes son, cómo son y qué hacer con ellas. 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