clave profesional [CUADRO 3] LEGISLACIÓN APLICABLE • Ley 27/2011, de 1 de agosto, sobre actualización, adecuación y modernización del sistema de Seguridad Social (DA 39.ª). • Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social (DA 53.ª). • Real Decreto 1596/2011, de 4 de noviembre, por el que se desarrolla la disposición adicional quincuagésima tercera de la Ley General de la Seguridad Social, Texto Refundido aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, en relación con la extensión de la acción protectora por contingencias profesionales a los trabajadores incluidos en el Régimen Especial de la Seguridad Social de los Empleados de Hogar. • Real Decreto 1620/2011, de 14 de noviembre, por el que se regula la relación laboral de carácter especial del servicio de hogar familiar. ambos inclusive, y, a partir del noveno día, con cargo de la entidad aseguradora, sin que proceda el pago delegado—. Ello supone un importante avance, ya que hasta ahora solo se cobraba a partir del vigésimo noveno día. Por otro lado, en materia de jubilación e invalidez por contingencia común, durante el periodo 2012-2018, para el cálculo de las pensiones correspondientes, seguirá sin utilizarse el mecanismo de integración de lagunas o, lo que es lo mismo, únicamente se tendrán en cuenta los periodos realmente cotizados. La acción protectora seguirá excluyendo la cobertura del desempleo, aunque por primera vez se apunta la posibilidad de que en un futuro se tenga acceso a ella. · Contingencias profesionales. Como cuestión previa debemos recordar que la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2011 amplió la cobertura, dentro del Régimen Especial de Empleados de Hogar, a las contingencias de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, en los términos y condiciones que se fijaran reglamentariamente. Y no ha sido hasta fechas recientes que el Real Decreto 1596/2011, de 4 de noviembre, ha desarrollado, con efectos desde el 1 de enero de 2012, la protección de dichas contingencias en el Régimen Especial. Sin duda, una de las principales aportaciones ha sido la posibilidad de asegurar estas contingencias con una mutua de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales de la Seguridad Social. Para ello, se ha concedido un plazo de 30 días hábiles para elegir aseguradora. En caso contrario, la protección será asumida por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). [ 50 ] • ILUSTRE COLEGIO OFICIAL DE GESTORES ADMINISTRATIVOS DE MADRID En cuanto a la incapacidad temporal derivada de estas contingencias, el régimen es muy similar a la contingencia común. Es decir, se cobrará del empleador del cuarto al octavo día de la baja y, en adelante, la responsabilidad la asumirá la mutua correspondiente. No obstante, la vigencia de esta regulación tiene una caducidad inmediata. Y es que cuando se produzca la efectiva integración en el Sistema Especial —a más tardar, el 30 de junio—, el subsidio se percibirá en idénticos términos que en el Régimen General. Es decir, se cobrará a partir del día siguiente a la baja médica y con cargo de la mutua correspondiente. El legislador ha eximido a los titulares de hogar familiar de los inconvenientes derivados de la aplicación del artículo 126 de la Ley General de la Seguridad Social (LGSS), que implica la responsabilidad en el pago de las prestaciones cuando hayan incumplido sus obligaciones en materia de afiliación, alta y cotización de los trabajadores a su servicio. Todo ello, sin perjuicio de que pueda exigírseles la cotización adeudada y de que se les puedan imponer las sanciones correspondientes. Esto no significa que el trabajador quede desprotegido, pues tanto el INSS como la mutua correspondiente serán los responsables directos del pago de estas prestaciones. En buena lógica, el Real Decreto 1596/2011 también excluye la aplicación del recargo por falta de medidas de seguridad regulado en el artículo 123 de la LGSS. No obstante, esta previsión no viene incorporada en la norma que regula la integración en el Régimen General, por lo que sería deseable que reglamentariamente se recogiera este aspecto, así como otras cuestiones que recojan las especialidades propias de este Sistema Especial. VALORACIÓN FINAL La integración de los empleados de hogar en el Régimen General, sin menoscabo de mantener las especialidades propias del vínculo de especial confianza que preside las relaciones entre el cabeza de familia y el trabajador, es coherente con el proceso de integración de regímenes abordado en el Pacto de Toledo. Por otro lado, resulta encomiable el intento de dotar a este colectivo de una mayor protección laboral y social. No obstante, se antoja bastante enigmático cuál va a ser el alcance real y efectivo de esta reforma, más allá de los dolores de cabeza que pueda acarrear en muchos hogares. Y es que la progresiva equiparación al Régimen General puede llevar al efecto nocivo de que, pese al intento de hacer aflorar situaciones irregulares, muchos hogares decidan no asumir el incremento de las cargas en la cotización, especialmente en momentos tan delicados como el actual. Para evitar situaciones de este tipo se antoja aconsejable mantener un sistema de bonificaciones que haga menos gravosa esta situación y, en definitiva, que haga menos apetecible la vía de la clandestinidad. [ ]