Unidad Curricular: Introducción al Turismo

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Escuela de Economía y Negocios
Escuela de Humanidades
Carrera de Licenciatura en Turismo
con titulación intermedia de Guía de Turismo
Unidad Curricular:
Introducción al Turismo
Docentes:
Prof. Lic. Fernando Navarro
Prof. Lic. Verónica García Sánchez de León
Prof. Lic. Andrea Vega
Año Académico:
2014
¡ Bienvenidos a la Carrera de Licenciatura en Turismo
con titulación intermedia de Guía de Turismo
de la Universidad Nacional de San Martín !
Fundamentación
Introducción al Turismo es una asignatura introductoria al estudio del turismo como
espacio temático complejo. A tales efectos, esta unidad curricular del Ciclo
Propedéutico Universitario, abordará, sobre los fundamentos epistemológicos de la
visión sistémica, el enfoque interdisciplinario y el abordaje contextualizado, la
definición del turismo y sus diferentes modalidades en el marco de las actividades de
uso del tiempo libre, el conjunto de causas, procesos y efectos vinculados a su
desenvolvimiento, su proceso de evolución histórica a escala mundial y las
características principales de los escenarios turísticos contemporáneos. Su contribución
al perfil del egresado y a su desempeño en los ámbitos de inserción laboral previstos es
ofrecer al alumno las bases conceptuales fundamentales de la actividad turística y el
lenguaje técnico específico propio de su futura profesión.
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Objetivos
1. introducir al alumno en el mundo de la hospitalidad;
2. familiarizarlo con el lenguaje técnico específico del sector;
3. conocer los fundamentos epistemológicos para el estudio científico del
turismo;
4. visualizar el proceso de evolución histórica del turismo a escala mundial y la
complejidad de los escenarios turísticos actuales mediante la identificación de
la multiplicidad de actores intervinientes;
5. valorar efectos derivados de la actividad turística sobre el individuo, la
sociedad y el ambiente natural y cultural;
6. comprender la importancia del turismo como actividad adecuada para el
desarrollo sostenible del país;
7. promover la actitud de servicio como valor fundamental para el ejercicio de la
profesión.
Unidades/Ejes Temáticos
Unidad I
El turismo en el contexto de la problemática del tiempo libre
1. El tiempo libre. Su valoración a través de la historia: la “skholé” como ideal
griego; el “otium” romano; el ocio en el medioevo; el ocio burgués como tiempo
sustraído al trabajo; socialismo y tiempo libre; capitalismo y tiempo libre. 2. El
turismo como forma de uso del tiempo libre. La construcción de su definición como
punto de partida para su conceptualización: dimensiones productiva, espacial,
temporal, causal, efectual y valorativa. 3. Causas y efectos del turismo: tipos, signos
y sujetos calificadores. 4. Marco doctrinario-ideológico del turismo: corriente
humanista, corriente alienista y corriente alternativa. 5. Clasificación del turismo de
acuerdo a distintos criterios: según su escala espacial, según el sentido de
desplazamiento de la demanda, según su modalidad, según su itinerario de viaje,
según su especialización, según su organización, según el agrupamiento de sus
participantes y según su carácter.
2
Unidad II
El turismo como espacio temático complejo
1. El
turismo como espacio
temático
complejo. 2. Tres
fundamentos
epistemológicos para el conocimiento científico del turismo: visión sistémica,
enfoque interdisciplinario y abordaje contextualizado. 3. El sistema turístico: sus
compononentes principales y las causas, los procesos y los efectos de su
funcionamiento. Los principios sistémicos de teleología, dinamismo e historicidad. 4.
El crecimiento y el desarrollo del sistema turístico. 5. El desafío del desarrollo
sostenible: sus pilares fundamentales (economía, sociedad y ambiente).
Unidad III
El proceso de evolución histórica del turismo a escala mundial
1. La periodización del proceso de evolución histórica del turismo a escala
mundial: el preturismo, el turismo y el posturismo. 2. Las preguntas orientativas
para la diferenciación de las etapas históricas. 3. Breve referencia a la
periodización de la evolución histórica del turismo en Argentina como correlato
del turismo a escala mundial: turismo elitista, de transición, masivo-masificado y
diversificado. 4. Pasado, presente y futuro del proceso de evolución histórica del
turismo: el nuevo paradigma del “posturismo”. Turismo y transformación de las
organizaciones: modelos “fordista” y “post-fordista” o “toyotista”. 5. Otras miradas
acerca de la historia del turismo.
Unidad IV
Los impactos del turismo
1. Los impactos del turismo: dimensiones, calificaciones y sujetos calificadores. 2.
Los impactos del turismo sobre la economía. 3. Los impactos del turismo sobre el
individuo y la sociedad. 4. Los impactos del turismo sobre el ambiente natural y
cultural.
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Unidad V
Las profesiones turísticas
1. La formación profesional en turismo: la actitud de servicio como valor esencial
para el desempeño laboral en las actividades humanas relacionadas a la hospitalidad.
2. Modelos de enseñanza y aprendizaje terciaria y universitaria de las carreras de
formación turística. 3. Perfiles profesionales: incumbencias y ámbitos de desempeño
laboral. 4. Ética de las profesiones turísticas.
Metodología de Trabajo
El docente desarrollará las estrategias metodológicas de la exposición didáctica y
de la dinámica de grupo y recurrirá al uso de medios técnicos para el abordaje de
los contenidos de la asignatura.
Evaluación
a)
criterios

conocimiento de contenidos desarrollados por el docente;

lectura de fuentes bibliográficas obligatorias;

vocación por el saber;

capacidad de análisis crítico;

participación en clase;

expresión oral y escrita;

esfuerzo, compromiso y responsabilidad involucrados en el cumplimiento de
los objetivos de la asignatura.
b)
instrumentos
La evaluación será de carácter obligatoria y su modalidad escrita, individual y
presencial. La calificación mínima para su aprobación será de 4 (cuatro) puntos.
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A efectos de iniciar el recorrido de los contenidos de esta asignatura, leeremos una
reflexión titulada “Teoría del movimiento”, de Luis Sepúlveda, ilustrativa del valor de
los viajes y del espíritu orientador del ejercicio de una profesión de relación directa con
los visitantes:
“Para explicarme mejor, contaré una historia que escuché hace tiempo de algunos
indios Guaraníes en el Pantanal, en el territorio húmedo del Bajo Mato Grosso.
Habla de un hombre que vivía obsesionado por el deseo de saber qué cosa había más
allá de la línea verde del horizonte de la selva.
Una tarde se acercó a la hoguera entorno a la cual se reunían los viejos sabios de su
tribu. Eran de verdad sabios, pero sabios del lugar. Cuando les comunicó la decisión
de caminar en dirección a la línea del horizonte para ver qué cosa había al otro lado,
no recibió los consejos que esperaba y en cambio fue puesto bajo un extenuante
interrogatorio.
¿No te son suficientes los dulces frutos de la papaya o de la guayaba que crecen cerca
al río? ¿Tal vez la yuca no crece generosa en tu huerto? ¿Te parecen tal vez insípidos
los peces que se quedan en tus redes? ¿La piel del yacaré en la cual llevas tus flechas
no te parece suficientemente resistente?
El hombre responde a todas sus preguntas, pero agrega que todo esto no le bastaba,
que no quería poseer otra cosa, pero sí saber qué hay en el otro lado del horizonte.
Entonces los viejos sabios se enfurecieron, antes de lanzar como un dardo la última
de sus inquisiciones.
¿Nos consideras tal vez incapaces de responder a todas tus preguntas?
Esta vez el hombre responde que ellos podían hablar de todo aquello que se
encontraba en esta parte del horizonte. Pero no de aquello que estaba del otro lado,
porque ninguno de ellos había ido hasta allí. Los viejos sabios encolerizados lo
acusaron de querer saber más de aquello que estaba consentido y lo expulsaron de la
tribu. Podrás regresar sólo si, del otro lado del horizonte, encuentras alguna cosa
mejor de aquello que tienes aquí. Lo condenaron a la soledad.
El hombre se puso en marcha hacia el horizonte. Caminó muchos días atravesando
selvas y sabanas, y mientras avanzaba, la verde línea del horizonte siempre se
quedaba a la misma distancia, inalterable. Una noche mientras el hombre meditaba
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cerca al fuego sobre aquel extraño prodigio que no lo alejaba, pero que le impedía
acercarse al horizonte, fue sorprendido por la llegada de un desconocido.
Parecía cansado. Saludó, después pidió permiso para descansar cerca del fuego. El
hombre que buscaba el horizonte notó que el otro, si bien hablaba su mismo idioma,
no lo hacía con el acento alto de la gente que vivía cerca al río, habituados a hablar
en aquel modo para poder escuchar entre el sordo rumor del agua.
El desconocido venía de la profunda selva, y por esto el tono de su voz era bajo, debía
estar acostumbrado a hablar de aquella forma para que sus palabras no se quedaran
prisioneras entre las hojas de los árboles o para impedir que se confundieran con las
imitaciones de las voces humanas con las cuales se divertían los papagayos en la copa
de los árboles.
El desconocido se masajeó los pies doloridos por el largo camino, y miró maravillado
al hombre que buscaba el horizonte, tenía pegado uno que otro tizne del fuego y lo
tenía puesto cerca de los pies. Aquel calor fue como un bálsamo para su cansancio.
Entonces el desconocido sacó fuera de la mochila dos pedazos de yuca y ofreció uno
al hombre que buscaba el horizonte.
El lo aceptó y sin perder tiempo comenzó a cocinar su pedazo de yuca en las llamas.
El otro, en cambio, se encaminó en dirección de la espesura de la selva, y regresó con
dos grandes hojas, en las cuales amarró su porción. Esperando que se cocinara,
observó al hombre que buscaba el horizonte mientras intentaba comer su ración
medio quemada. Después de haber tostado su parte, la retiró del fuego, abrió la
envoltura de la hoja y listo, la yuca blanca y fragante. Le ofreció la mitad, el hombre
que buscaba el horizonte sabe que ha encontrado algo mucho mejor de lo que ya
conocía.
Uno comía una comida de sabor inimaginable, el otro probaba una sensación de
descanso en sus pies que nunca antes había experimentado. Después de la cena, se
acostaron para descansar, pero antes pusieron en la tierra sus talismanes protectores.
El hombre que buscaba el horizonte se maravilló del collar de plumas multicolor, y el
otro se conmovió de la belleza de las piedras verdes y azules que su anfitrión había
puesto alrededor del fuego.
Al alba se prepararon para continuar el camino. Al hombre que buscaba el horizonte
le gustó la compañía del otro, o quizás por esto le preguntó dónde iba. Hacia el
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horizonte, quiero ver qué cosa hay del otro lado, responde y sus palabras alegraron al
hombre que venía del río. Entonces podemos ir juntos, le dice contento. Pero su
alegría duró poco porque, apenas se pusieron en movimiento, el hombre de la selva
comenzó a caminar en la dirección de la cual venía él. No, el horizonte es para allá,
dice el hombre del río. Te equivocas, yo vengo de allá, el horizonte está frente a mis
ojos. ¿A por qué le das las espaldas? pregunta el hombre de la selva. Después de un
instante de excitación, supieron que estaban buscando la misma cosa y de haber
comenzado a encontrarla. Entonces hablaron largamente, de las costumbres de su
gente, del color de los pájaros, de la sagacidad de los animales, del sabor de las
frutas, de los secretos de los ríos y de la selva, de sus destinos tan similares, exiliados
porque querían saber más de cuanto se les era concedido.
Cuando los dos hombres se separaron, y uno inició el camino de regreso al río, el otro
hacia la profunda selva, sabían que buscando el horizonte habían encontrado algo
mucho más importante, la certeza de la existencia del otro, de otro igual en la forma,
pero diferente en las costumbres. Cada uno se ve más rico que cuando comenzó el
camino, porque el viaje les había dado el conocimiento que jamás habrían obtenido
de la inmovilidad de los viejos sabios”.
Luis Sepúlveda
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Desarrollo de Contenidos correspondientes a las Unidades/Ejes Temáticos
Unidad I
El turismo en el contexto de la problemática del tiempo libre
1. El tiempo libre. Su valoración a través de la historia: la “skholé” como ideal
griego; el “otium” romano; el ocio en el medioevo; el ocio burgués como tiempo
sustraído al trabajo; socialismo y tiempo libre; capitalismo y tiempo libre. 2. El
turismo como forma de uso del tiempo libre. La construcción de su definición como
punto de partida para su conceptualización: dimensiones productiva, espacial,
temporal, causal, efectual y valorativa. 3. Causas y efectos del turismo: tipos, signos
y sujetos calificadores. 4. Marco doctrinario-ideológico del turismo: corriente
humanista, corriente alienista y corriente alternativa. 5. Clasificación del turismo de
acuerdo a distintos criterios: según su escala espacial, según el sentido de
desplazamiento de la demanda, según su modalidad, según su itinerario de viaje,
según su especialización, según su organización, según el agrupamiento de sus
participantes y según su carácter.
Yacimiento Arqueológico Pucará de Tilcara
(Provincia de Jujuy - Argentina)
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1. El tiempo libre
El turismo es una actividad desarrollada en el contexto del “tiempo libre”. Su
definición y conceptualización, el proceso de su evolución histórica y los contenidos
diferentes asignados a su uso, resultarán, por lo tanto, fundamentales para la
comprensión de distintos aspectos del turismo. El “tiempo libre” -como efecto de la
legislación laboral del avance científico-tecnológico aplicado a las actividades
productivas- es aquel tiempo no comprometido fisiológica, laboral ni socialmente
(UNESCO, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura).Sin
embargo,
este concepto
actual
de “tiempo
libre”
ha sufrido
transformaciones a través de la evolución histórica de la humanidad y, por lo tanto,
adquiriendo significados diversos. La Grecia Clásica concibió la idea de scholé
(opuesta a a-scholé) como estado espiritual considerado un fin en sí mismo. El Imperio
Romano identificó al otium (opuesto a negotium) como el medio necesario para
reintegrarse a las actividades productivas. La edad media visualizó al tiempo libre
como un espacio para la contemplación de lo divino en un sentido religioso. Por último,
si bien el surgimiento del capitalismo implicó identificar al tiempo libre como escenario
de la ociosidad (opuesta a la noción de trabajo y de connotaciones fuertemente
peyorativas), su afianzamiento como modo de producción transformó el espacio del
ocio en oportunidad de negocios a través de su mercantilización.
Sergio Molina, a través de su obra Conceptualización del turismo (1991) plantea
transversalmente como reflexión significativa que el hombre -situado en un contexto
individual y general particulares y mediante la elección de determinadas actividadesasigna un contenido específico al uso de su tiempo libre:

actividades de ocio creativo: ejecución de actividades orientadas a la
recuperación del equilibrio psicofísico, el enriquecimiento espiritual y el
desarrollo de la capacidad creadora, siendo la educación -formal e informal- su
principal instrumento de promoción.

actividades de ocio represivo: ejecución de actividades enmarcadas en
un
proceso de evasión que, lejos de conducir a estados cualitativamente superiores
de bienestar, llevan al sujeto en una dirección de sentido opuesto a través del
itinerario fascinación-angustia-decepción, siendo el marketing su principal
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instrumento de promoción -en tanto herramienta de reproducción de patrones de
consumo compulsivos-.
2. El turismo como forma de uso del tiempo libre
El uso del tiempo libre es susceptible de ser diferenciado de acuerdo a su escala
espacio-temporal:

recreación: complejo de actividades voluntarias y temporarias desarrolladas por
los seres humanos en su lugar de residencia habitual y por un período inferior a
24 horas, sin perseguir fines lucrativos.

turismo: complejo de actividades voluntarias y temporarias desarrolladas por los
seres humanos fuera de su lugar de residencia habitual y por un período superior
a 24 horas, sin perseguir fines lucrativos.
El turismo es el complejo de actividades originado por el desplazamiento voluntario y
temporario de personas fuera de su lugar de residencia habitual no implicando (este
desplazamiento) la incorporación al mercado de trabajo del lugar visitado (Consejo
Federal de Inversiones, Argentina). Otra definición, en este caso propuesta por la
Organización Mundial del Turismo, en su libro Introducción al Turismo (1998), incluye
entre las motivaciones de viajes aquellas por “ocio, negocios y otros” (pp. 43 - 45).
En el artículo de Verónica Hlace (2006) “La complejidad (y el desafío) de la formación
superior en turismo. Entre el cambio necesario y la estabilidad como valores igualmente
significativos (en Formación Universitaria y Ejercicio Profesional en Turismo y
Hotelería, pp. 48-51, IV Jornadas de Reflexión Académica, Escuela de Turismo y
Hotelería, Universidad de Palermo, Ciudad de Buenos Aires), señala que a efectos de
construir su definición, como punto de inicio y en un sentido amplio, el turismo es
entendido como forma de uso del tiempo libre y formado por una serie de dimensiones:
-
una dimensión espacial, constituida por el lugar de residencia habitual (espacio
turístico emisor) y el lugar visitado (espacio turístico receptor), espacios
geográficamente
separados
y
diferenciados
política,
socioeconómica
y
culturalmente.
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-
una dimensión temporal, constituida por un lapso mínimo de 24 horas y un lapso
máximo de hasta 365 días consecutivos, según lo establecido por la Organización
Mundial del Turismo, si bien este límite es determinado por cada país.
-
una dimensión motivacional, constituida por un desplazamiento de carácter
voluntario, consecuencia de una amplia diversidad de motivos de viaje, tales como
descanso, salud, visita a familiares y amigos, asistencia a eventos de interés
profesional, negocios, etc.
-
una dimensión productiva, constituida por el complejo de actividades orientadas a
satisfacer aquellas necesidades originadas por el desplazamiento de personas, tales
como las facilidades de información y asesoramiento, transporte, alojamiento,
gastronomía, asistencia integral, etc.
3. Causas y efectos del turismo
Las causas del surgimiento, crecimiento y desarrollo del turismo son
fundamentalmente tres factores de naturaleza diferente:
-
capacidad de ahorro (factor económico);
-
disponibilidad de tiempo libre (factor social) -relacionado con los avances
tecnológicos aplicados al ámbito laboral-;
-
motivación (factor psicocultural) -relacionada con las necesidades producidas
por los procesos de industrialización y urbanización-.
Los efectos del turismo son diversos, de acuerdo a su tipo, su signo o calificación y el
actor calificador de los mismos:
a) tipos: políticos, económicos, psicológicos, sociales, culturales y ecológicos;
b) calificación: positivos y negativos;
c) sujetos calificadores: visitantes, población local, empresas, gobiernos y
organizaciones no gubernamentales.
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4. Marco doctrinario-ideológico del turismo
En relación a los efectos del turismo, tradicionalmente han existido dos
posiciones antagónicas: una corriente doctrinario-ideológica llamada “humanista” (el
turismo es un fenómeno positivo per se y sus efectos son siempre positivos) y una
corriente doctrinario ideológica llamada “alienista” (el turismo es un fenómeno negativo
per se y sus efectos son siempre negativos). En la actualidad, más allá de la pervivencia
de estas ideas, una tercera corriente llamada “alternativa” sostiene, según mi opinión
personal, razonablemente, que el turismo no es un fenómeno positivo o negativo per se
sino que debemos juzgar su calificación de acuerdo a los efectos producidos sobre los
diferentes actores intervinientes (visitantes, población local, empresas, gobiernos y
organizaciones no gubernamentales).
5. Clasificación del turismo de acuerdo a distintos criterios
El turismo, en función de distintos criterios, es clasificado de la forma descripta
a continuación:
 de acuerdo a su escala geográfica: interno, regional e internacional;
(turismo interno, cuando los desplazamientos son dentro de los límites de un
país; turismo regional, cuando los desplazamientos son entre países limítrofes y
turismo internacional cuando los desplazamientos son entre países no
limítrofes);
 de acuerdo al sentido de desplazamiento de la demanda: emisivo y receptivo;
(turismo emisivo cuando un sitio es área de partida de visitantes hacia otros
lugares y turismo receptivo cuando un sitio es área de arribo de visitantes
procedentes de otros lugares);
 de acuerdo al agrupamiento de los visitantes: individual o grupal;
(turismo individual cuando los visitantes viajan solos, en parejas o en familias y
turismo grupal cuando los visitantes viajan en contingente);
 de acuerdo a los desplazamientos constitutivos del viaje: de estancia o itinerante:
turismo de estancia cuando la experiencia turística es realizada a través de la
permanencia en un solo destino y turismo itinerante cuando la experiencia
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turística es realizada a través del recorrido de distintos destinos mediante
circuitos);
 de acuerdo a su modalidad: convencional o especializado en algún producto
(salud, aventura, ecoturismo, turismo rural, turismo cultural, etc.).
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Actividades
A) Leer comprensivamiente los textos que se indican a continuación acerca de la
problemática actual del tiempo libre y proponer una síntesis de las ideas
principales aportadas por todos estos autores.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hopenhayn, M.: El Trabajo. Itinerario de un concepto, PET - CEPAUR, Programa
de Economía del Trabajo - Centro de Alternativas de Desarrollo, Buenos Aires,
1988:
“El impacto, tanto de la automatización como de la computarización, no sólo es una
amenaza sino también una promesa, y de allí que referirnos a dicho impacto nos
obliga a pensarlo de manera ambivalente. (...) Los más optimistas entre los
futurólogos (...) coinciden en anunciar, más bien para un futuro nada lejano, la
combinación de reducciones sustanciales en las jornadas de trabajo con un Estado de
Bienestar que garantiza a la población un nivel de vida deseable y un sinnúmero de
actividades extra-laborales donde todos pueden empeñar su vocación creativa. (...) El
ocio, tal como lo imaginan los futurólogos más optimistas, es un espacio de plenitud
más que de conflictos. (...) Sin embargo, estas consideraciones adolecen de una
parcialización en la que el mundo en vías de desarrollo pareciera quedar al margen,
al menos por un lapso bastante prolongado. Los problemas inmediatos que enfrenta
el mundo del trabajo en América Latina, por ejemplo, no son precisamente la
programación del ocio, sino los altos índices de subempleo y desempleo, la
heterogeneidad estructural y el conflicto entre estrategias de desarrollo que abordan
estos problemas de maneras muy diversas (...), al mismo tiempo que los futurólogos
prometen utopías donde todos los días son domingos. (...) En los países
hiperindustrializados, la posibilidad dibujada por los futurólogos (que es,
simultáneamente, una amenaza y una promesa) exige de manera apremiante repensar el trabajo y re-definirlo en función de ese futuro inmediato. Amenaza y
promesa constituyen dos caras de una nueva ambivalencia que obliga a generar y
difundir una filosofía y una psicología del ocio que le permita al hombre ajustar sus
valores para canalizar positivamente la revolución de la cibernización. Es preciso,
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incluso, que la teoría económica revise sus premisas fundamentales, pues el peso de
los factores en juego cambia sustancialmente ante esta nueva fase de la era
tecnológica. Sin esta preocupación no haríamos sino perpetuar la victimización del
hombre ante su propia obra”.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Galeano, E.: Úselo y tírelo. El mundo del fin del milenio visto desde una ecología
latinoamericana, Buenos Aires, Editorial Planeta, 1994:
“En nuestra época, signada por la confusión de los medios y los fines, no se trabaja
para vivir: se vive para trabajar. Unos trabajan cada vez más porque necesitan más
que lo que consumen; y otros trabajan cada vez más para seguir consumiendo más
que lo que necesitan. Parece normal que la jornada de trabajo de ocho horas
pertenezca, en América Latina, a los dominios del arte abstracto. (...) Pero ¿parece
normal que el hombre trabaje como hormiga en las cumbres del desarrollo? ¿La
riqueza conduce a la libertad, o multiplica el miedo a la libertad? (...) No se necesita
ser sabio en economía. Basta el sentido común para suponer que el progreso
tecnológico, al multiplicar la productividad, disminuye el tiempo de trabajo. El
sentido común no ha previsto, sin embargo, el pánico al tiempo libre”.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Arias, J.: Fernando Savater, Barcelona, Editorial Planeta, 1996:
“Un punto en el que se el arte de vivir. Un diálogo apasionante sobre los temas más
candentes de este fin de siglo insiste poco es el de la necesidad de la cultura para
ayudar a soportar el ocio (...). La idea es: cuando una persona es culta menos dinero
necesita para hacer unas vacaciones o pasar un día feliz. Y cuanto menos cultura
posee, más derroche, más gasto, más pirotecnias se necesitan, más ritos, porque no es
fácil amueblar un vacío. Y el interior de nuestra conciencia, por pequeñitos que
seamos, es tan infinito que por más cosas que le echemos dentro nunca se llenará.
Por eso, o bien vamos creando un fermento productivo, o si intentamos llenarlo de
cosas exteriores nunca será suficiente porque el pozo no tiene fondo”.
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B) Comparar, a través de sus similitudes y diferencias, la definición de turismo
elaborada por el Consejo Federal de Turismo de Argentina con las siguientes
definiciones:
Walter Hunziker y Kurt Krapf (1942)
“El turismo es el conjunto de relaciones y fenómenos producidos por el
desplazamiento y permanencia de personas fuera de su lugar de domicilio, en tanto
que dichos desplazamientos y permanencia no estén motivados por una actividad
lucrativa”.
Organización Mundial del Turismo (Conferencia de Ottawa, 1993)
“El turismo comprende las actividades realizadas por las personas durante sus viajes
y estancias en lugares distintos al de su entorno habitual, por un período de tiempo
consecutivo inferior a un año, con fines de ocio, por negocios y otros”.
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Lecturas Obligatorias
ACERENZA, M. A., 1991: Administración del turismo, Volumen 1 (Conceptualización
y Organización), México, Editorial Trillas (Capítulo 1, pp. 23 - 51).
OSORIO GARCÍA, M., 2003: “Construcción del objeto de estudio del turismo desde
una perspectiva materialista crítica”, en Estudios y Perspectivas en Turismo, Volumen
12, Número 3, Centro de Investigaciones y Estudios Turísticos (CIET), pp. 202 - 224.
Lecturas Recomendadas
GETINO, O: 2002: Turismo, entre el ocio y el neg-ocio. Identidad cultural y desarrollo
económico en América Latina y el MERCOSUR, Buenos Aires, Ediciones Ciccus y
Ediciones La Crujía, pp. 21 - 46.
Artículos sugeridos de los sitios de internet www.ciet.org.ar, www.conocitur.com y
www.scielo.org.ar.
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Unidad II
El turismo como espacio temático complejo
1. El
turismo como espacio
temático
complejo.
2.
Tres
fundamentos
epistemológicos para el conocimiento científico del turismo: visión sistémica,
enfoque interdisciplinario y abordaje contextualizado. 3. El sistema turístico: sus
compononentes principales y las causas, los procesos y los efectos de su
funcionamiento. Los principios sistémicos de teleología, dinamismo e historicidad. 4.
El crecimiento y el desarrollo del sistema turístico. 5. El desafío del desarrollo
sostenible: sus pilares fundamentales (economía, sociedad y ambiente).
Reserva de Biósfera Laguna Blanca
(Provincia de Catamarca - Argentina)
1. El turismo como espacio temático complejo
El turismo es per se un fenómeno complejo: por su naturaleza, sus causas y sus
efectos, su estudio científico y la cantidad y la diversidad de actores intervinientes y sus
“lógicas” de comportamiento particulares.
a) el turismo y la complejidad de su naturaleza
En una visión sistémica, el turismo es un conjunto integrado de elementos interactuantes
destinados a la realización cooperativa de una función determinada. Si bien existen
numerosos modelos de sistemas turísticos, con el propósito único de ilustrar acerca de
su naturaleza compleja, podemos mencionar los siguientes elementos constitutivos:
atractivos, visitantes, servicios, comunidad anfitriona, infraestructura y superestructura.
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En virtud de su carácter de sistema “abierto”, estos elementos están inmersos en un
sistema mayor denominado suprasistema, constituido por el conjunto de factores
políticos, económicos, sociales, culturales, demográficos, tecnológicos y ambientales.
Este suprasistema actúa simultáneamente como entorno del condicionante y
condicionado por el sistema turístico.
b) el turismo y la complejidad de sus causas
El turismo es un complejo de actividades derivado del desarrollo político,
socioeconómico y cultural de la humanidad, producto de la concurrencia de una serie de
factores tales como la conquista de una mayor disponibilidad de tiempo libre, el
incremento de la capacidad de ahorro individual, familiar y comunitaria, la inclusión en
sistemas de seguridad social -como cobertura de necesidades consideradas básicas- y el
valor reconocido al turismo como forma de uso del tiempo libre y medio satisfactor de
otras necesidades.
c) el turismo y la complejidad de sus efectos
El turismo, como producto de la interacción de sus elementos constitutivos, es
generador de afectaciones sobre medios naturales, culturales, políticos, sociales,
económicos y psicológicos.
A esta compleja tipología de efectos del turismo, es de suma importancia asociarla a una
igualmente compleja calificación de sus afectaciones (positivas, negativas y neutras) en
función de la posición de los diversos actores intervinientes (visitantes, comunidades
anfitrionas, gobiernos, empresas y organizaciones no gubernamentales).
d) el turismo y la complejidad de su estudio científico
El turismo, en virtud de las complejidades mencionadas, debe ser abordado para su
estudio por distintas disciplinas científicas. Es decir, visto como área de la formación
superior, el turismo es, por su propia naturaleza, pluridisciplinario e interdisciplinario.
Asimismo, además de aquellas complejidades arriba mencionadas, habíamos
mencionado y presentado brevemente la complejidad de su estudio científico.
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En esta unidad centraremos nuestra atención sobre esta cuestión particularmente
significativa: ¿cómo estudiar el turismo con rigor científico como “objeto”
esencialmente complejo?
2. Tres fundamentos epistemológicos para el conocimiento científico del
turismo
La propuesta es construir conocimientos sobre la base de tres fundamentos
epistemológicos:
visión
sistémica,
enfoque
interdisciplinario
y
abordaje
contextualizado.
Visión sistémica, enfoque interdisciplinario y abordaje contextualizado
El turismo es un espacio temático complejo; para su estudio, esta condición de
“complejidad” implica, en tanto desafío intelectual, el desarrollo de una capacidad de
mirar el conjunto de manera integral (y no sus partes constitutivas aisladamente).
“Todas las apariencias están continuamente intercambiándose: visualmente, todo es
interdependiente. Mirar es someter el sentido de la vista a esta interdependencia. (...)
Mirar es reconocer, entrar en un conjunto” (John Berger, Sobre la visibilidad, 1977).
Esta manera de “mirar” el mundo está asociada a una visión sistémica de la realidad
(enfoque holístico). La obra “Teoría general de los sistemas”, publicada por Ludwig
Von Bertalanffy hacia 1930, representó una advertencia acerca del reduccionismo
implícito en la fragmentación del conocimiento científico (enfoque merológico) y una
proposición metodológica para su superación, aplicada inicialmente en el campo de las
ciencias de la naturaleza y trasladada posteriormente al campo de las ciencias del
hombre.
Junto a esta visión sistémica de la realidad, a causa de su complejidad, el estudio del
turismo requerirá simultáneamente de saberes diversos provistos por distintas
disciplinas, tanto situadas en el campo de las ciencias naturales (geología, botánica y
zoología, como ejemplos) como en el campo de las ciencias del hombre (a modo
ilustrativo, economía, historia y antropología). Si cada disciplina vinculada, con su
objeto de estudio, sus métodos y su lenguaje propios, será una fuente proveedora de
20
conocimientos necesarios para el estudio del ambiente y del turismo, podemos
preliminarmente concluir la cualidad pluridisciplinaria (o multidisciplinaria) de nuestros
espacios temáticos de interés. Sin embargo, resulta lícito advertir que la reunión de una
serie de disciplinas diversas, si bien proveerá de una multiplicidad de miradas
particulares, todas igualmente legítimas, no será capaz de producir una mirada general
(“integradora”) de la complejidad mencionada. La mirada particular de cada ciencia es
necesaria pero no suficiente para la comprensión de problemas complejos. La
interdisciplinariedad es, junto a la visión sistémica arriba descripta, otro requerimiento
para la construcción de saberes referidos al ambiente y el turismo. En otras palabras, la
construcción de conocimientos sobre temas “complejos” exige pensamientos complejos
y métodos de producción igualmente complejos.
Asimismo, el estudio del turismo, percibidos como tema complejo, exigirá de su
contextualización. La realidad observada está siempre situada en un espacio y un tiempo
determinados. No es un fragmento aislado sino parte de una complejidad mayor.
A modo de resumen, visión sistémica, interdisciplinariedad y contextualización,
fundamentos para una epistemología del conocimiento sobre el turismo, si bien no
asegurarán el hallazgo de una verdad absoluta, ayudarán a percibir el mundo de manera
más acabada.
Para concluir, a estas tres “racionalidades”, frente al desafío del estudio del turismo,
deberemos integrarlas, en acuerdo con la expresión de Gilberto Gallopín (1993), a
nuestra experiencia sensorial y emocional, como expresión plena de la razón y el
corazón humanos (Gallopín, Gilberto C., 1993: “El futuro de nuestro planeta”, en Goin,
F. Y Goñi, R. (compiladores), Elementos de política ambiental, Honorable Cámara de
Diputados de la Provincia de Buenos Aires, La Plata (pp. 29 - 36).
Aportes de distintas disciplinas científicas para el estudio del turismo
A modo de ejemplos, podemos proponer los aportes de distintas disciplinas para el
estudio del turismo:
21
-
economía (mercado turístico);
-
geografía (espacio turístico);
-
psicología (motivaciones y comportamientos turísticos individuales);
-
sociología (motivaciones y comportamientos turísticos colectivos);
-
antropología (relaciones entre cultura y turismo);
-
ecología (relaciones entre naturaleza y turismo).
Douglas G. Pearce, investigador de la Universidad Victoria de Wellington (Nueva
Zelanda), en su artículo “Orientaciones actuales y futuras en la investigación turística”,
sin embargo manifiesta que dos problemas centrales atraviesan la realidad de la
investigación científica en turismo: su atomización y la escasez de estudios
multidisciplinarios e interdisciplinarios. Pearce, por una parte, en alusión al problema de
la atomización de la investigación en turismo, considera que “a pesar de que han
existido algunos avances para tratar de relacionar las nuevas investigaciones con las
realizadas anteriormente, la mayoría de las mismas continúan sin estar suficientemente
vinculadas entre sí, adoleciendo de una orientación adecuada sobre los aspectos
básicos o fundamentadas en conceptos y métodos uniformes”. Por otra parte, en
referencia al problema de la escasez de estudios multidisciplinarios e interdisciplinarios,
el autor sostiene que si bien el turismo ha sido y es campo de atracción para
investigadores de una amplia variedad de disciplinas (tales como economía, geografía,
antropología, sociología, ciencia política, marketing, entre otras), “la mayor parte de los
estudios han sido realizados de forma individual o a través de pequeños equipos de
investigadores cuyas áreas específicas de competencia y recursos, a menudo limitados,
los han conducido a centrarse en sectores determinados (por ejemplo, el transporte, el
alojamiento o las atracciones), en determinadas partes del sistema turístico
(generalmente mercados o destinos turísticos, aunque no en ambos simultáneamente y
rara vez en las regiones en transición) así como en una determinada dimensión del
turismo (por ejemplo, la demanda, la gestión, el impacto o la planificación del turismo).
A pesar de que varios de estos diferentes elementos pueden ser estudiados
conjuntamente, la realidad es que existe muy poca investigación sistemática que
comprenda múltiples aspectos y dimensiones. Para un desarrollo satisfactorio del
turismo a mediano y largo plazo, todas las partes del sistema turístico deberán
funcionar con armonía. En este sentido, cuanto mayor sea la integración de la
22
investigación turística mayor será su contribución a la comprensión del turismo como
un sistema global” (Pearce, D. 2003, pp. 91-92).
Clare Gunn, a los problemas arriba planteados, agrega que, si agrupáramos las
investigaciones en turismo de acuerdo a los conocimientos producidos, la mayoría de
estudios han estado orientados a generar nuevos saberes descriptivos. La predicción,
comprobación y modelación, como propósitos del investigador en turismo, son aspectos
de un peso relativo débil en el contexto del universo de estudios en el campo
mencionado.
Regina Schluter, tomando como base los artículos publicados en le revista académica
“Estudios y Perspectivas en Turismo”, a modo únicamente de tendencia, manifiesta la
existencia de una marcada concentración hacia temas vinculados con el patrimonio
natural y cultural en detrimento de otras temáticas posibles (Schluter, R., 2000).
La Teoría General de los Sistemas y sus principios fundamentales
La clave del aporte realizado por Von Bertalanffy está dada por el concepto de sistema
y su uso como unidad compleja para el estudio de una realidad siempre compleja. Todo
sistema es “un conjunto de elementos interactuantes orientado al cumplimiento de una
finalidad” y regido por una serie de principios fundamentales, a saber:
a. su condición de totalidad (el “todo” es superior a la suma de sus partes);
b. su composición por elementos y relaciones;
c. su comportamiento finalista (sus elementos constitutivos interactúan en pos de
alcanzar un propósito determinado);
d. su dinamismo (expresado a través de cambios cuantitativos y cualitativos);
e. su historicidad (las huellas de sus condiciones pasadas están expresadas en sus
condiciones actuales);
f. su descomposición en subsistemas;
g. sus relaciones de intercambio con otros sistemas (en un sentido de afectaciones
mutuas).
23
En este punto cabe aclarar este principio únicamente válido para aquellos sistemas
considerados “abiertos” -con intercambios de distinta índole con su entorno- ya que
existen otros sistemas “cerrados” -sin intercambios de ninguna índole con su entorno-.
La adopción de una visión sistémica de la realidad significa, por una parte, hallar el
equilibrio necesario entre la generalidad y la especificidad; por otra, y especialmente, el
desafío de construir la capacidad de percibir la maravilla y la riqueza de las
interacciones, de re-integrar nuestro aprendizaje, nuestros conocimientos y nuestras
acciones.
3. El sistema turístico
El sistema turístico es el conjunto de elementos interactuantes orientados a
satisfacer necesidades de uso del tiempo libre. Si bien existen diferentes modelos de
sistemas turísticos constituidos por diferentes componentes, creemos particularmente
importante señalar que no es asunto de menor significación aquellos elementos
incluidos y aquellos elementos excluidos ya que, detrás de cada propuesta teórica está
presente una posición ideológica respecto del turismo. A modo únicamente ilustrativo,
incluir o excluir del sistema turístico a los residentes del destino visitado conlleva una
serie de consecuencias de diversa índole en asuntos, por ejemplo, vinculados a la
política y a la planificación sectorial.
24
Modelo de Sistema Turístico (visión sintética)
 atractivos
cualquier objeto o acontecimiento capaz de generar demanda turística.
 visitantes
sujetos desplazados fuera del lugar de residencia habitual voluntaria y
temporariamente por motivos diversos (vacaciones, negocios, visitas a familiares
y amigos, salud, asistencia a eventos especiales, etc.).
 servicios
conjunto de facilidades orientadas a la satisfacción de las necesidades del turista
(alojamiento, gastronomía, recreación, agencias de viajes, cruceros, alquiler de
vehículos y asistencia al visitante).
 población local o comunidad anfitriona
como conjunto de individuos residentes en el lugar visitado
-de forma
permanente o temporaria- afectados directa-indirectamente a la prestación de
servicios generales para el turista.
 infraestructura
conjunto de bienes y servicios generales actuantes como apoyatura del sistema
turístico.
 superestructura
conjunto
de
normas
(políticas,
leyes
y
planes)
y
organizaciones
(gubernamentales y no gubernamentales) orientadas a armonizar la producción
del sistema turístico.
25
Modelo de Sistema Turístico (visión ampliada)
entorno político, económico, social, cultural, tecnológico, etc.
área emisora de corrientes turísticas
causas generadoras de demanda turística
actores intervinientes para la demanda turística
¿ quiénes, cómo y por qué acceden ?
¿ quiénes, qué y por qué demandan ?
medios afectados
¿ quiénes, qué y cómo deciden ?
¿ quiénes, cómo y por qué se benefician ?
¿ quiénes, cómo y por qué se perjudican ?
visitantes
ambiente natural-cultural atractivo
población local
¿ quiénes, cómo y por qué acceden ?
¿ quiénes, qué y por qué ofrecen ?
¿ quiénes, qué y cómo deciden ?
medios afectados
¿ quiénes, cómo y por qué se benefician ?
¿ quiénes, cómo y por qué se perjudican ?
actores intervinientes para la oferta turística
causas generadoras de oferta turística
área receptora de corrientes turísticas
entorno político, económico, social, cultural, tecnológico, etc.
26
Es importante agregar una breve reflexión acerca del concepto de “patrimonio” por su
estrecha vinculación con los “atractivos turísticos”, componente fundamental del
sistema turístico.
El “patrimonio” es el conjunto de bienes heredados de generaciones pasadas (y
prestados por generaciones futuras), sean naturales (bienes no creados por el hombre) o
culturales (bienes creados por el hombre) y sean materiales (bienes tangibles) o
inmateriales (bienes intangibles).
En esta noción del patrimonio, su premisa “conjunto de bienes” alude a la idea de
“objetos significativos” y, por consiguiente, incorpora al “valor” como concepto
transversal para su definición.
Cabe agregar, sin embargo, que esta valoración es siempre una apreciación relativa y
diversa.
Por una parte, la relatividad del valor está puesta en función del sujeto, el espacio y el
tiempo. En función del “sujeto”, ya que podemos plantear la existencia de objetos
significativos para las personas, las familias y las comunidades (patrimonio personal,
familiar y comunitario, respectivamente). En función del “espacio”, objetos
significativos para escalas diferentes (patrimonio local, provincial, regional, nacional y
mundial). En función del “tiempo”, bienes valorados ayer, hoy y mañana (es decir,
patrimonio pasado, presente y futuro).
Por otra parte, la diversidad del valor está dada por la multiplicidad de significados
diferentes asignados a un mismo objeto, tales como significados afectivos, económicos,
espirituales, ecológicos, históricos, educativos, políticos, estéticos, éticos, humanitarios,
simbólicos u otros valores posibles.
A partir de esta argumentación y puestos a reflexionar acerca de su inclusión como
insumo clave del producto turístico, el amplio universo del patrimonio será susceptible
de una división en conjuntos menores constituidos por “recursos” y “atractivos”. En la
línea conceptual de Lía Domínguez de Nakayama (1994), recursos serán aquellos
bienes patrimoniales con “aptitud” (aptos) y “disponibilidad” (disponibles) y atractivos
27
serán aquellos recursos con capacidad de “atractividad”. Por lo tanto, una evaluación de
la potencialidad de los bienes patrimoniales para su aprovechamiento turísticos estará
asociada al uso de criterios de ponderación de su atractividad, su aptitud y su
disponibilidad: como regla general, “a mayor atractividad, aptitud y disponibilidad,
mayor potencialidad turística”.
La importancia del entorno del sistema turístico
El sistema turístico, dada su característica de “sistema abierto”, es afectado y
simultáneamente, afecta, a su entorno (llamado, por algunos autores, “suprasistema”),
constituido por factores de diversa índole (políticos, sociales, económicos,
demográficos, tecnológicos, culturales, ecológicos, etc.). Estas influencias mutuas
favorecen (generan oportunidades) o desfavorecen (generan amenazas) al sistema
turístico. Cabe destacar, como aspecto particularmente importante, la condición del
entorno como conjunto de factores “no controlables” por el sistema turístico.
4. El crecimiento y el desarrollo del sistema turístico
El sistema turístico, por su carácter dinámico, experimenta cambios cuantitativos
(llamados cambios de crecimiento) y cambios cualitativos (llamados cambios de
desarrollo). El crecimiento es observable a través de la evolución de indicadores
cuantitativos. A modo de ejemplo, una mayor (o menor) cantidad de visitantes es
ilustrativa del crecimiento positivo (o negativo) del sistema turístico. El desarrollo es
observable a través de la evolución de indicadores cualitativos. A modo de ejemplo, una
nuevo perfil de visitantes para un destino turístico determinado es ilustrativo del
desarrollo del sistema turístico. Si percibiéramos estos dos tipos de cambio desde un
punto de vista positivo (y preliminar) podríamos concluir:
crecimiento (más)
cambio cuantitativo
desarrollo (mejor)
cambio cualitativo
28
Cabe señalar que no siempre el desarrollo es sinónimo de cambios cualitativos
sostenibles en el tiempo. Como señal indicativa de esta afirmación, recordemos que la
situación ambiental de nuestro planeta es consecuencia directa de la consolidación y la
expansión de patrones de desarrollo y estilos de consumo de los recursos de la
naturaleza insostenibles.
5. El desafío del desarrollo sostenible
En 2004 la Organización Mundial del Turismo, ha formulado una definición
“oficial” de desarrollo sostenible del turismo:
“Las directrices para el desarrollo sostenible del turismo y las prácticas de gestión
sostenible son aplicables a todas las formas de turismo en todos los tipos de destinos,
incluidos el turismo de masas y los diversos segmentos turísticos. Los principios de
sostenibilidad se refieren a los aspectos ambiental, económico y sociocultural del
desarrollo turístico, habiéndose de establecer un equilibrio adecuado entre esas tres
dimensiones para garantizar su sostenibilidad a largo plazo. Por lo tanto, el turismo
sostenible debe: 1) dar un uso óptimo a los recursos ambientales que son un elemento
fundamental del desarrollo turístico, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y
ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica; 2) respetar la
autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas, conservar sus activos
culturales arquitectónicos y vivo y sus valores tradicionales, y contribuir al
entendimiento y a la tolerancia interculturales; 3) asegurar unas actividades
económicas viables a largo plazo, que reporten a todos los agentes unos beneficios
socioeconómicos bien distribuidos, entre los que se cuenten oportunidades de empleo
estable y de obtención de ingresos y servicios sociales para las comunidades
anfitrionas, y que contribuyan a la reducción de la pobreza. El desarrollo sostenible del
turismo exige la participación informada de todos los agentes relevantes, así como un
liderazgo político firme para lograr una colaboración amplia y establecer un consenso.
El logro de un turismo sostenible es un proceso continuo y requiere un seguimiento
constante de los impactos, para introducir las medidas preventivas o correctivas que
resulten necesarias. El turismo sostenible debe reportar también un alto grado de
satisfacción a los turistas y representar para ellos una experiencia significativa, que los
29
haga más conscientes de los problemas de la sostenibilidad y fomente en ellos unas
prácticas turísticas sostenibles”.
Según la Organización Mundial del Turismo, el desarrollo sostenible del turismo está
fundado sobre tres pilares igualmente significativos:

el pilar de la sostenibilidad económica;
 el pilar de la sostenibilidad sociocultural;
 el pilar de la sostenibilidad ambiental.
Estos tres pilares, en la perspectiva de esta organización intergubernamental, serán el
sostén de modelos de desarrollo turístico capaces de satisfacer las necesidades de las
generaciones presentes sin comprometer la satisfacción de las generaciones futuras.
Asimismo, en aquella clase habíamos destacado que “para quienes adherimos a este
principio fundamental de la sostenibilidad, nuestro deber es contribuir activamente
para la construcción de un turismo políticamente plural, socialmente solidario,
económicamente rentable y equitativo, ecológicamente racional y culturalmente
diverso. La promoción de modelos de desarrollo turístico sostenibles implica el desafío
sectorial de la pluralidad política, la solidaridad social, la rentabilidad y la equidad
económicas, la racionalidad ecológica y la diversidad cultural”.
Hoy, el turismo, en tanto complejo de actividades basado en el aprovechamiento de
recursos ambientales, es una alternativa válida para el uso y la conservación de la
naturaleza y, por lo tanto, factor de sostenibilidad del desarrollo.
Sin embargo, este escenario de oportunidades y desafíos requiere, por una parte, del
diseño de políticas ambientales capaces de satisfacer las necesidades de las
generaciones actuales sin comprometer la satisfacción de las necesidades de las futuras;
por otra (y especialmente), de la formación de profesionales con conocimientos sobre
los aspectos territoriales y ambientales del turismo y la promoción de los valores de una
ética de la responsabilidad individual, empresarial y social para el desarrollo turístico
sostenible.
30
En el texto Agenda para planificadores locales: turismo sostenible y gestión municipal,
de la Organización Mundial del Turismo, en su Capítulo I, “Turismo, sostenibilidad y
comunidad local” (pp. 13 - 31), hallarán, por una parte, cierta caracterización acerca del
turismo actual; por otra, en el contexto turístico descripto, el acento para la construcción
de modelos turísticos sostenibles está puesto en el papel clave desempeñado por el
Estado y por una participación ciudadana activa.
31
Actividades
A) Acerca de los “visitantes” como componente del sistema turístico: gestionar, a través
del uso de Internet, datos estadísticos referidos al volumen de la demanda turística
correspondiente a Argentina y al mundo.
B) Acerca de la “superestructura” como componente del sistema turístico: buscar, a
través del uso de Internet, el texto de la Ley Nacional 25997/95 y mediante su lectura
indicar cuáles son los principios rectores del turismo para nuestro país y describir las
funciones establecidas para el Ministerio de Turismo de la Nación, el Consejo
Interministerial de Facilitación Turística, el Consejo Federal de Turismo y el Instituto
Nacional de Promoción Turística.
32
Lecturas Obligatorias
ACERENZA, M. A., 1991: Administración del turismo, Volumen 1 (Conceptualización
y Organización), México, Editorial Trillas (Capítulo 5, pp. 165 - 205).
MOLINA, S., 1991: Conceptualización del Turismo, México, Editorial Limusa (pp. 36 41).
Lecturas Recomendadas
PEARCE, D. (2003), “Orientaciones actuales y futuras en la investigación turística”, en
Investigación y Estrategias Turísticas, Enrique Ortega (coordinador), Madrid, Thomson
Editores
GUNN, C., (1994) “A perspective on the purpose and nature of tourism research
methods”, en Travel, tourism and hospitality research. A handbook for managers and
researchers, Ritchie, J.R. y Gouldner, Ch. R. (editores), Nueva York, John Wiley &
Sons.
ORTEGA, E. (coordinador), 2003: Investigación y estrategias turísticas, Madrid,
Thomson Editores.
SCHLUTER, R., 2000: Investigación en turismo y en hotelería, Buenos Aires, Centro
de Investigaciones y Estudios Turísticos (CIET) (capítulo 2).
Artículos sugeridos de los sitios de internet www.ciet.org.ar, www.conocitur.com y
www.scielo.org.ar.
33
Unidad III
El proceso de evolución histórica del turismo a escala mundial
1. La periodización del proceso de evolución histórica del turismo a escala
mundial: el preturismo, el turismo y el posturismo. 2. Las preguntas orientativas
para la diferenciación de las etapas históricas. 3. Breve referencia a la
periodización de la evolución histórica del turismo en Argentina como correlato
del turismo a escala mundial: turismo elitista, de transición, masivo-masificado y
diversificado. 4. Pasado, presente y futuro del proceso de evolución histórica del
turismo: el nuevo paradigma del “posturismo”. Turismo y transformación de las
organizaciones: modelos “fordista” y “post-fordista” o “toyotista”. 5. Otras miradas
acerca de la historia del turismo.
Parque Nacional Los Glaciares
(Provincia de Santa Cruz - Argentina)
1. La periodización del proceso de evolución hisórica del turismo a escala
mundial
En nuestra fundamentación epistemológica acerca del estudio del turismo
mencionamos el abordaje contextualizado: el turismo, percibido como tema complejo,
siempre exigirá de su contextualización. La realidad observada está siempre situada en
un espacio y un tiempo determinados. No es un fragmento aislado sino parte de una
complejidad mayor; además,
entender
el
conjunto de problemas turísticos
34
contemporáneos deberá remitirnos al conocimiento de sus procesos históricos de
conformación (el ayer) para, posteriormente, especular acerca de su devenir (el
mañana).
Cabe aquí una aclaración inicial: no será nuestra intención memorizar un sinnúmero de
fechas y nombres sino que nuestro esfuerzo deberá orientarse a contextualizar el devenir
histórico del turismo con las transformaciones del entorno político, socioeconómico y
cultural.
El texto de Sergio Molina, “El posturismo: de los centros turísticos industriales a las
ludópolis” será la base bibliográfica para el tratamiento del proceso de evolución
histórica del turismo a escala mundial.
Con el propósito de facilitar su análisis, Sergio Molina propone las etapas mencionadas
a continuación:
a) pre-turismo;
b) turismo industrial (temprano, maduro y posindustrial);
c) posturismo.
En líneas generales, podemos afirmar que, en el mundo, entre sus antecedentes remotos
y la actualidad, el turismo ha sufrido transformaciones profundas:

por una parte, desde el punto de vista cuantitativo, su carácter originariamente
elitista (demanda reducida) ha devenido en su carácter actual de masividad
(demanda ampliada);

por otra, desde el punto de vista cualitativo, ha sido posible observar el cambio
producido en sentidos diversos: nuevas motivaciones, nuevos atractivos, nuevos
servicios, nuevas actividades, etc.
2. Las preguntas orientativas para la diferenciación de las etapas históricas
A modo de recomendación, para poder diferenciar las características distintivas de
cada una de las etapas mencionadas, resultará útil elaborar cuadros comparativos
construidos sobre las siguientes preguntas orientativas:
35

¿ quiénes viajan ?;

¿ cuáles son los medios de transporte predominantemente usados ?;

¿ cuál es la motivación principal de viaje ?;

¿ cuál es su duración ?;

¿ cuáles son los destinos de mayor interés ?;

¿ por qué razones son elegidos ?;

¿ qué sucede con las empresas y con la comercialización ?;

¿ cuál es el rol de la tecnología ?;

¿ quién ejerce el control del mercado ?.
3. Breve referencia a la periodización de la evolución histórica del turismo en
Argentina como correlato del turismo a escala mundial
Para el proceso de evolución histórica del turismo en nuestro país, recomiendo, para
su comprensión como correlato del turismo a escala mundial, el criterio de
periodización mencionado a continuación:
a) turismo elitista;
b) turismo de transición;
c) turismo masivo-masificado;
d) turismo diversificado.
4. Pasado, presente y futuro del proceso de evolución histórica del turismo
En función de las apreciaciones hasta aquí realizadas, podemos afirmar que, en
líneas generales, en Argentina y en el mundo, entre sus antecedentes remotos y la
actualidad, el turismo ha sufrido transformaciones profundas: por una parte, desde el
punto de vista cuantitativo, su carácter originariamente elitista (demanda reducida) ha
devenido en su carácter actual de masividad (demanda ampliada); por otra, desde el
punto de vista cualitativo, ha sido posible observar el cambio producido en sentidos
36
diversos: nuevas motivaciones, nuevos atractivos, nuevos servicios, nuevas actividades,
etc.
El nuevo paradigma del “posturismo”
Ahora bien, puestos a pensar acerca de la caracterización del turismo actual y sus
tendencias hacia el futuro, Sergio Molina visualiza la constitución del nuevo paradigma
del “posturismo”.
En este punto resulta necesario aclarar que, a priori, no juzgaremos al modelo de
posturismo como mejor o peor respecto de las formas tradicionales del turismo, sino que
intentaremos inicialmente explicar el contexto de su surgimiento y describir sus
características principales. El advenimiento de una sociedad poscapitalista ha implicado
la conformación de una fase del desarrollo turístico esencialmente nueva. Cabría
preguntarse: ¿ cuáles son las características fundamentales del posturismo ?
Una serie de ejes de comparación señalan diferencias profundas entre las formas
tradicionales del turismo y el posturismo:

áreas delimitadas para uso turístico (concentración de actividades en espacios
reducidos y “seguros”);

segmentación de demanda en función de sus estilos de vida;

sujetos activos;

sentido lúdico de las experiencias turísticas;

mínimo o nulo contacto entre turistas y población local;

tecnología como recurso clave para la comercialización, operación y
administración del turismo;

etc.
A fines de enriquecer este análisis, y desde una perspectiva estrictamente personal,
agregaría las siguientes características del escenario turístico actual:

mayor poder de elección de la demanda;
37

nuevas tendencias en las motivaciones de viaje;

diversificación de servicios turísticos;

concentración económica;

presencia de corporaciones transnacionales;

fortalecimiento de organismos públicos sectoriales;

expansión de oferta educativa.
Creo, a título personal, otro aporte sumamente interesante para el estudio de este tema
será consecuencia de la confrontación entre formas de organización empresarias ofrece
la posibilidad de descubrir otras diferencias entre el pasado y el futuro turísticos.
Turismo y transformación de las organizaciones: modelos “fordista” y “post-fordista”
o “toyotista”
El siglo XX ha sido testigo del proceso de transformación de las organizaciones, entre el
modelo llamado “fordista” (si bien obvio, vale aclarar que el rótulo ha sido tomado de la
empresa norteamericana Ford) y el modelo llamado post-fordista o “toyotista” (en este
caso, rótulo derivado de la empresa japonesa Toyota).
38
A continuación, a modo comparativo, propondríamos:
Organización Fordista
Organización Posfordista o Toyotista
orientación al producto
orientación al cliente
clientes y proveedores como componentes externos clientes y proveedores como componentes internos
baja segmentación de la demanda
alta segmentación de la demanda
baja segmentación de la oferta
alta segmentación de la oferta
bienes y servicios masivos y estandarizados
bienes y servicios selectivos y diferenciados
trabajo hiperespecializado
trabajo polifuncional
en organizaciones no especializadas
en organizaciones especializadas
trabajo individual
trabajo grupal
trabajo rígido
trabajo flexible
baja-media inversión
alta inversión
de recursos económico-financieros
de recursos económico-financieros
baja-media dependencia de recursos tecnológicos alta dependencia de recursos tecnológicos
baja-media dependencia
alta dependencia
del conocimiento y de la investigación
del conocimiento y de la investigación
eficacia
eficiencia
baja competitividad
alta competitividad
rentabilidad financiera
rentabilidad integral
rigidez organizacional
flexibilidad organizacional
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
39
A modo de conclusión, el estudio de la evolución histórica del turismo en nuestro país y
en el mundo, entre sus antecedentes remotos y la actualidad, debe contribuir a la
construcción de una mirada “inteligente” de la realidad pasada, presente y futura:

en primer lugar, el turismo no ha sido ni es ni será un fenómeno aislado del
contexto de su desenvolvimiento sino que es siempre resultado del escenario
histórico de su época;

en segundo lugar, no existe posibilidad actual de proyección individual y
colectiva hacia el futuro sin conocimiento de nuestro pasado;

en tercer y último lugar, ante el reto del posturismo, seremos “inteligentes” si
aprendemos de nuestras experiencias y asumimos nuestras fortalezas y
debilidades.
Vale aclarar que, como ya hemos dicho en el comentario inicial de esta clase, no es
intención para la comprensión de este tema memorizar un sinnúmero de fechas y
nombres sino contextualizar el devenir histórico del turismo con las transformaciones
del entorno político, socioeconómico y cultural:

distinguir los rasgos distintivos de cada período analizado;

establecer similitudes y diferencias entre las diferentes etapas de su proceso de
evolución;

visualizar relaciones entre el desarrollo del turismo a escala mundial y a escala
nacional.
5. Otras miradas acerca de la historia del turismo
Por último, la lectura del texto de Miguel Ángel Acerenza aportará otra mirada para
el tratamiento de la evolución histórica del turismo en el mundo. El autor aborda,
inicialmente, aquellos viajes de las edades antigua y medieval considerados
antecedentes del turismo; luego, el siglo XIX y los principales precursores del turismo
moderno; finalmente, el siglo XX con la Primera y la Segunda Guerras Mundiales como
hitos significativos para su periodización.
40
Actividades
A través del uso de las fuentes disponibles, buscar información sobre tres (3) de las siete
(7) personas y/u organizaciones mencionadas a continuación, elegidas por usted,
representativas de alguna de las características propias de las etapas del proceso de
evolución histórica del turismo:
 Thomas Cook
 César Ritz
 George Mortimer Pullman
 Automóvil Club Argentino
 Club Mediterranée
 Costa Cruceros
 Parques Temáticos de la Corporación Disney
41
Lecturas Obligatorias
ACERENZA, M. A., 1991: Administración del turismo, Volumen 1 (Conceptualización
y Organización), México, Editorial Trillas (Capítulo 2, pp. 53 - 85).
MOLINA, S., 2000: El posturismo. De los centros turísticos a las ludópolis, México,
Tesis Económica Profesionales (capítulos 1, 2 y 3, pp. 15 - 120).
WALLINGRE, N., 2011: “Retrospectiva del desarrollo del turismo en la República
Argentina, 1810-2010. Un repaso necesario”, en Revista Signos Universitarios, Número
46, Buenos Aires (pp. 109 - 149).
Lecturas Recomendadas
FERNANDEZ FUSTER, L., 1986: Teoría y técnica del turismo, Tomo II, Madrid,
Editorial Alianza Universal (capítulo XXVI).
SCHLÜTER, R., 2001: El turismo en Argentina. Del balneario al campo, Buenos
Aires, Centro de Investigaciones y Estudios Turísticos (CIET).
WALLINGRE, N., 2007: Historia del turismo argentino, Buenos Aires, Ediciones
Turísticas.
42
Unidad IV
Los impactos del turismo
1. Los impactos del turismo: dimensiones, calificaciones y sujetos calificadores. 2.
Los impactos del turismo sobre la economía. 3. Los impactos del turismo sobre el
individuo y la sociedad. 4. Los impactos del turismo sobre el ambiente natural y
cultural.
Pueblo Originario Guaraní
(Región Litoral - Argentina)
1. Los impactos del turismo
El turismo es generador de impactos sobre las diversas dimensiones de la realidad:
por lo tanto, podemos señalar consecuencias del turismo de índole territorial,
económicas, psicológicas, sociales, demográficas, culturales y ecológicas, entre otras.
Esta percepción es “clave” para no reducir al turismo a una actividad con impactos de
únicamente un tipo específico (generalmente, a modo ilustrativo, priorizar los efectos
económicos sobre otros igualmente valiosos). A continuación, trabajaremos a modo
introductorio, en el marco de esta asignatura, y de forma ilustrativa algunas de sus
consecuencias, sin agotar, de ninguna manera, el tratamiento de esta cuestión.
43
2. Los efectos del turismo sobre la economía
En una primera instancia, abordaremos los efectos económicos del turismo. En
acuerdo con las opiniones de diferentes autores, el turismo es, por su propia naturaleza,
factor de distribución de personas a través del espacio, y en consecuencia, factor de
redistribución de dinero y empleos.A fines de organizar el tratamiento de los impactos
económicos, tres ejes temáticos resultan particularmente significativos:

sus efectos multiplicadores;

el efecto “fuga”;

sus impactos sobre la balanza de pagos.
En referencia al primer eje, es sumamente importante la diferenciación establecida entre
gastos primarios, secundarios y terciarios (llamados igualmente directos, indirectos e
inducidos).
Aquellos llamados “primarios” son realizados directamente en el sector (por ejemplo,
pago de alojamiento), aquellos llamados “secundarios” son consecuencia indirecta del
turismo porque serán realizados para la provisión del sector (las compras del
establecimiento de alojamiento para la prestación de sus servicios); aquellos llamados
“terciarios” son gastos inducidos, es decir, consecuencia última de aquellos gastos
mencionados anteriormente (por ejemplo, el crecimiento de la producción de trigo por
el mayor consumo de productos de panificación).
En referencia al segundo eje, la “fuga” es una consecuencia particularmente importante
para la economía de países dependientes. Esta consecuencia es denominada “fuga”
porque, cuando cualquier país, o bien es fundamentalmente área emisiva de visitantes
hacia otros países (sus residentes gastan ahorros producidos en su país en otros países) o
bien es fuertemente dependiente de la importación de insumos para la prestación de
servicios turísticos en su propio territorio (las divisas extranjeras egresan de su
economía para ingresar a otras economías para el pago de los insumos mencionados).
Por último, en referencia al tercer eje, la influencia del turismo en la balanza de pagos
de los países es un aspecto, en mi opinión, especialmente significativo. En este punto,
en virtud de las dificultades para su medición, la nueva cuenta satélite del turismo
diseñada la Organización Mundial del Turismo ha sido propuesta como instrumento
adecuado.
44
Aquí, dos cuestiones importantes: en una primera instancia, la balanza de pagos de un
país es el resultado entre la comparación de las exportaciones y de las importaciones (su
resultado será, de acuerdo a cada caso, positiva, si exportamos más e importamos menos
y negativa, si exportamos menos e importamos más). Esta cuenta es susceptible de su
aplicación únicamente al turismo (balanza de pagos turística) o de su aplicación a la
actividad económica general (balanza de pagos). En una segunda instancia, llamamos
“Cuenta Satélite del Turismo” al método ideado por la Organización Mundial del
Turismo para una medición correcta y homogénea a escala global de procesos
económicos sumamente complejos ya que, como mencionamos anteriormente, los
gastos turísticos son primarios, secundarios y terciarios (directos, indirectos e inducidos)
y su seguimiento es, desde el punto de vista del procedimiento, una tarea
particularmente dificultosa.
3. Los efectos del turismo sobre el individuo y la sociedad
Ahora, centraremos particularmente nuestra mirada sobre las consecuencias del
turismo sobre el individuo y la sociedad; es decir, sobre aquellos cambios significativos
operados sobre las comunidades locales receptoras de corrientes turísticas.
Por una parte, el turismo es portador de una serie de efectos positivos: entre otras
consecuencias significativas, podemos mencionar el uso creativo del tiempo libre y el
enriquecimiento cultural de los individuos y el establecimiento de vínculos de amistad
entre los pueblos.
Por otra parte, a modo ilustrativo y como preocupaciones de los organismos sectoriales,
podemos citar los siguientes ejemplos de impactos sociales negativos del turismo:

trabajo infantil;

explotación sexual de menores (“turismo sexual infantil”);

aumento del índice de prostitución y de enfermedades de transmisión sexual en
las comunidades receptoras;

incremento del consumo de sustancias prohibidas entre los pobladores locales;

crecimiento del número de delitos de diversa índole con efectos directos sobre la
seguridad local;
45

transformación del comportamiento de consumo local;

surgimiento de actitudes de resentimiento del poblador local ante la ostentación
del turista;

cambio de ritmo local de vida.
En nuestro espacio virtual hallarán el Documento sobre el Programa “Turismo
Responsable e Infancia” y el folleto sobre “Código de Conducta”, ambos producidos
por el Ministerio de Turismo de la Nación. Recomiendo especialmente su lectura para
profundizar la comprensión de las consecuencias negativas sobre el individuo y la
sociedad de determinadas prácticas del turismo.
4. Los efectos del turismo sobre el ambiente
El artículo de Hlace, 2005, pp. 41-42, “El turismo y la conservación del patrimonio
cultural arquitectónico”,
si bien está referido a bienes de valor arquitectónico,
considero válido su aporte como referencia general acerca del tema mencionado,
especialmente, para reflexionar sobre las cuestiones señaladas a continuación:

la relación “circular” entre turismo y conservación del patrimonio (sea natural,
sea cultural);

el concepto de “solidaridad generacional”;

las preguntas “clave” referidas a la conservación;

la relación visualizada por la autora entre conservación del patrimonio y la
“auto-estima comunitaria”.
46
Actividades
Leer comprensivamiente los textos adjuntos y proponer una síntesis de las ideas
principales aportadas por todos estos autores.
El turismo y la conservación del patrimonio cultural arquitectónico”
Fuente: Hlace, V., (2005), “El turismo y la conservación del patrimonio cultural
arquitectónico”, en Creatividad y negocios en turismo y hotelería, II Jornadas de
Reflexión Académica en Turismo y Hotelería, Buenos Aires, Universidad de Palermo,
pág. 41 y 42.
“La relación entre actividad turística y conservación del patrimonio cultural es
directa. El turismo requiere de “atractivos” como su materia prima: el hombre, desde
la antigüedad, ha mostrado su interés por conocer la producción cultural de otros
pueblos. Simultáneamente, podemos afirmar que la conservación del patrimonio
cultural hoy necesita de la actividad turística: el uso de determinados bienes como
atractivos justifica el esfuerzo por su recuperación y significa una posibilidad
concreta para su pervivencia. Podríamos comenzar haciendo un pequeño ejercicio
mental: ¿Qué pasaría si un día nos levantáramos y todas nuestras pertenencias
hubieran desaparecido? Todas: el dinero, las joyas, los muebles, las cartas, las
fotografías, la casa. Todo. Seguramente diríamos que, por ejemplo, el dinero puede
recuperarse, pero ¿qué pasaría con aquellas cosas verdaderamente nuestras,
cargadas de vivencias personales? Aquel anillo regalo de mi abuela... Aquellas cartas
que ya no podrán volver a ser escritas y aquellas fotografías que ya no podrán
volverse a tomar... La casa donde transcurrieron aquellos momentos de nuestra
vida… La pérdida de estos elementos es irrecuperable. Alguno pensará que, de todas
maneras, seguirán vivas en nuestra memoria, pero... ¿qué ocurrirá cuando nuestra
memoria ya no exista? Podríamos imaginar que, aunque con menor intensidad,
nuestros recuerdos vivirán en la memoria de quienes nos sucedan. Sin embargo, visto
está que la memoria generacional es limitada: recordamos con nitidez los dichos de
nuestros padres, de manera más difusa los de nuestros abuelos y prácticamente no
47
recordamos los de nuestros bisabuelos. Ahora bien, volvamos a la idea inicial pero,
en este caso, pensemos que nuestras pertenencias no desaparecieron sino que están al
resguardo, en algún lugar, y que, dentro de algunos años, cuando ya la memoria
generacional esté a punto de borrar nuestro recuerdo, sean halladas por alguien. Sin
dudas, el descubrimiento despertaría una serie de preguntas acerca de los objetos
hallados: ¿a quiénes habrían pertenecido?, ¿qué hacían?, ¿cómo pensaban...? De
alguna manera, las respuestas a estas preguntas permitirían mantener vivo el
recuerdo del pasado. A partir de estas reflexiones, podríamos entender el concepto de
patrimonio, en un sentido amplio, como al conjunto de bienes heredados de las
generaciones pasadas. En otras palabras, patrimonio es prácticamente todo aquello
natural y cultural que, de manera tangible (material) e intangible (inmaterial), nos
rodea. Incluso nosotros mismos. Ahora bien, si recortáramos este concepto amplio de
patrimonio, podríamos definir al patrimonio cultural como aquel creado por el
hombre, y al patrimonio cultural arquitectónico, como aquel constituido tanto por
edificios monumentales y singulares, como por otros, modestos y sencillos, que
caracterizan y dan identidad a los barrios y a la ciudad, siendo parte indisoluble del
origen y de la memoria de su pueblo. Lo tangible, necesariamente, remite a lo
intangible, como aspectos inseparables de los bienes patrimoniales culturales.
Regresemos, una vez más, a nuestro ejercicio mental inicial y relacionémoslo con esta
noción de patrimonio cultual arquitectónico: ninguna persona, de manera directa,
podría recordar la construcción de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de Buenos
Aires. Más aún: es lícito suponer que nadie, ni siquiera indirectamente (es decir, a
través del recuerdo de otros que lo precedieron), guarda la memoria de aquel
acontecimiento. ¿Qué ocurriría, entonces, si este edificio hubiese desaparecido cien
años atrás? Un documento escrito, una imagen, podría hablarnos de su existencia
pasada. Pero, si no hubiese prueba alguna, memoria alguna que lo recordara,
hubiese desaparecido completamente. Sencillamente, no hubiese existido. La
Catedral, por suerte, está allí, invitándonos a entrar y recorrerla, estimulando nuestra
curiosidad y ayudándonos a reconstruir sucesos no vividos por nosotros de los que,
indudablemente, somos, en parte, resultado. Cabría plantear, sin embargo, nuevas
preguntas: ¿cuánto patrimonio cultural arquitectónico ha desaparecido? Si existiese
la posibilidad de recuperar parte de aquello perdido, ¿qué bienes rescataríamos? En
otras palabras, ¿qué debemos conservar? ¿Todo patrimonio merece ser tenido en
cuenta o sólo alguno debería obtener el beneficio de la conservación? En la historia
48
de la arquitectura y de las políticas de planificación del espacio urbano
(particularmente en nuestro país), hubo quienes entendieron a la conservación como
barrera para el progreso. En nombre de la “modernización”, sostuvieron (y actuaron
en consecuencia) la conveniencia de reemplazar viejos edificios por otros nuevos,
como signo de evolución social. Si bien algunos edificios sobrevivieron, resulta lícito
preguntarse cuáles. ¿Aquellos que, a causa del abandono, llegaron hasta nuestros
días? ¿O aquellos que sólo algunas personas valoraron como importantes y
consideraron pertinente rescatar? Un objeto antiguo adquiere carácter como bien
patrimonial sobre la base de la legitimación social. Nuestra reflexión podría
continuar a través de otros interrogantes: ¿por qué conservar?, ¿quién debe
conservar?, ¿para quién conservar?, ¿cómo conservar?, ¿dónde conservar?, ¿para
qué conservar?
Cada una de estas preguntas admite múltiples respuestas, en función de quién sea el
actor involucrado y sus consiguientes intereses y lógicas de comportamiento
particulares (gobiernos, empresarios, académicos, turistas y comunidad local).
Más allá de las respuestas posibles a nuestros numerosos interrogantes, debemos ser
conscientes de la importancia de la conservación: a) la gestión del patrimonio
cultural no sólo debe implicar el registro de bienes sino, especialmente, la valoración,
motivación y movilización de la comunidad; b) es necesario asumir una “solidaridad
generacional”: la conservación debe ser pensada por sobre la utilización turística
actual ya que, lo que hoy puede no generar interés en el visitante, puede generarlo en
el futuro; c) debemos mirar integralmente los bienes patrimoniales: si bien los
edificios son importantes, detrás (y por encima) de una construcción están las
personas y la significación que encierra para la comunidad que lo generó. La
actividad turística es capaz de provocar efectos positivos, permitiendo y estimulando
el interés de los residentes por su propia cultura, por sus tradiciones, costumbres y
patrimonio histórico, ya que los elementos culturales con valor para los turistas se
recuperan y valoran de manera que puedan formar parte de la experiencia turística.
Esa recuperación y puesta en valor del patrimonio provoca en los residentes un
mayor afianzamiento de su identidad y, por consiguiente, ayuda a la conformación de
una mayor autoestima. La autoestima es la imagen que cada uno tiene y se forma de
sí mismo, influyendo decisivamente en la manera de encarar la vida. Una comunidad
con autoestima favorable es también la que posee mayor confianza y mayor
autonomía.”
49
Programa “Turismo Responsable e Infancia”
Fuente: Ministerio de Turismo de la Nación ([email protected])
El Programa “Turismo Responsable e Infancia” tiene por objetivo la
implementación de acciones que protejan y promuevan los Derechos de Niños y
Adolescentes en el ámbito del Turismo, y la prevención para que el Sector
Turístico no se involucre directa o indirectamente en situaciones de vulneración de
los Derechos de Infancia -en general- y de Explotación de niñas, niños y
adolescentes -laboral o sexual- o de trata en particular.
Asimismo, a través de la concientización del sector turístico -público y privado-, de
las comunidades turísticas y de los turistas, el programa busca promover un
turismo sustentable y responsable que asuma el compromiso de la Protección de
los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes.
Desde el Programa Turismo Responsable e Infancia se incentivan acciones de
responsabilidad social del sector turístico, de Protección de los Derechos de Niñas,
Niños y Adolescentes y, a través ello, la Prevención de la Explotación Sexual
Comercial, la Explotación Laboral y la Trata de Niñas, Niños y Adolescentes para
ambos fines.
La Responsabilidad Social se define como la filosofía que nace de la redefinición de
roles asumidos por el Estado, la empresa, los profesionales del sector y la sociedad
civil (turistas y habitantes de los destinos turísticos). Es por ello, y a través de
acciones de sensibilización, que se promueve la adopción de una nueva visión y
comprensión del quehacer en la sociedad de los diferentes actores, se promueve la
reflexión sobre las consecuencias positivas y negativas que sus decisiones y acciones
pueden causar sobre su entorno físico y social -por acción u omisión-. La
vulneración de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en Viajes y Turismo
genera una debilitación del destino turístico y dificulta su desarrollo sostenible,
provocando un deterioro socio- cultural y deteriorando la imagen del destino y del
sector turístico.
La Industria del Turismo no es necesariamente responsable de la Explotación
Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes (ESCNNA), pero sí pueden
existir algunos proveedores inescrupulosos de servicios turísticos que lo sean. Por
ello, la industria del turismo trabaja activamente para impedir cualquier tipo de
50
vínculo o participación en la explotación sexual comercial de niñas, niños y
adolescentes (ESCNNA).
Es por esto que desde el año 2003, y de acuerdo a la política nacional de infancia, el
MINTUR aborda el tratamiento de estos temas, a través de acciones tanto a nivel
nacional como internacional, para así definir de la manera más optima las
herramientas que permitan asumir compromisos con el sector turístico y la
sociedad.
A nivel internacional, el MINTUR en su carácter de Administración Nacional de
Turismo miembro de la OMT (Organización Mundial del Turismo), participa de
dos reuniones anuales del Grupo de Acción para la prevención de la Explotación
de Niñas, Niños y Adolescentes en viajes y turismo, que se realizan durante la
Feria Internacional de Turismo de Berlín (Marzo) y de Londres (Noviembre),
durante las cuales presenta sus informes.
Cabe destacar que el término Turismo Sexual Infantil, como una de las formas de
explotación sexual (Estocolmo 2006), nació en referencia a una situación dada en el
Sudeste asiático, donde se comercializaba abiertamente programas turístico cuyo
atractivo primordial era el mantener sexo con niñas y jóvenes, desde entonces es
utilizadas por distintos organismos de infancia.
El abordaje de esta temática desde la OMT y la evolución de la problemática
global de la trata con fines de explotación tanto sexual como laboral, ha llevado
que las campañas de este organismo internacional de las Naciones Unidas haya
lanzado, a principios del corriente año, su campaña con el mensaje de:
“Protejamos a los Niños de la Explotación en Viajes y Turismo” (Considerando
niños a todo ser humano menor de 18 años).
Actualmente por consenso de distintas Administraciones Nacionales de Turismo,
se sostiene que se debe hablar de “explotación sexual de niñas y adolescentes en el
ámbito de viajes y turismo”, porque se puede acceder a una situación de
explotación sexual infanto-juvenil en el destino de forma no premeditada, no
habiendo sido necesariamente este el motivo del viaje.
La Argentina no ha sido internacionalmente catalogada como destino elegido para
cometer este delito, pero corre el mismo riesgo que cualquier otro lugar del
mundo, por eso se trabaja en acciones de prevención. El rol de las
Administraciones Nacionales de Turismo es desarrollar acciones que inviten a
todos los actores de la actividad turística a actuar responsablemente y con
51
conocimiento de las leyes vigentes en el país. Desde este aspecto adhiere a todas las
campañas del Estado Nacional sobre este tema.
A nivel regional, desde el año 2005 el Ministerio de Turismo de la Nación participa
activamente como miembro del Comité Ejecutivo del Grupo Regional Acción para
la Prevención de la ESCNNA en Viajes y Turismo- en Reuniones periódicas de
técnicos y Ministros de Turismo, con el fin de para acordar acciones coordinadas.
El 19 de Agosto del año 2008, el Ministerio de Turismo firmó su adhesión a The
Code, a través del Código de Conducta Nacional para la Protección de los
Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en Viajes y Turismo – Prevención de la
Explotación Sexual, Laboral y la Trata para ambos fines, el cual servirá de
ejemplo a los distintos actores de la actividad turística para asumir desde la
responsabilidad social el compromiso de generar las acciones necesarias para
cumplir los criterios de actuación.
El Código de Conducta es una herramienta eficaz, que permite establecer acciones
eficientes para el abordaje de los compromisos que se asumen al asociarse a The
Code, las cuales implican un plan de acción y cumplimiento de seis criterios
básicos. El Ministerio de Turismo de la Nación Argentina fue el primer caso a nivel
mundial de adhesión a The Code por parte de un organismo estatal de turismo.
52
Lecturas Obligatorias
ACERENZA, M. A., 1991: Administración del turismo, Volumen 1 (Conceptualización
y Organización), México, Editorial Trillas (Capítulo 3, pp. 87 - 131).
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL TURISMO, 1998: Introducción al Turismo,
Madrid, O.M.T. (Unidad 11, pp. 215 - 227, Unidad 12, pp. 229 - 240 y Unidad 13, pp.
241 - 256).
Lecturas Recomendadas
Artículos sugeridos de los sitios de internet www.ciet.org.ar, www.conocitur.com y
www.scielo.org.ar.
HLACE, V. (2005) “El turismo y la conservación del patrimonio cultural
arquitectónico”, en Creatividad y negocios en turismo y hotelería, II Jornadas de
Reflexión Académica en Turismo y Hotelería, Buenos Aires, Universidad de Palermo,
Febrero.
53
Unidad V Las profesiones turísticas
1. La formación profesional en turismo: la actitud de servicio como valor esencial
para el desempeño laboral en las actividades humanas relacionadas a la hospitalidad.
2. Modelos de enseñanza y aprendizaje terciaria y universitaria de las carreras de
formación turística. 3. Perfiles profesionales: incumbencias y ámbitos de desempeño
laboral. 4. Ética de las profesiones turísticas.
Parque Nacional Iguazú
(Provincia de Misiones - Argentina)
1. La formación profesional en turismo
El turismo es un fenómeno complejo transversal a las distintas dimensiones de la
realidad. Por una parte, la complejidad del turismo está dada por su naturaleza compleja,
sus causas y sus efectos complejos, su estudio científico complejo y su enseñanza
compleja. Por otra parte, el turismo atraviesa la realidad en sus dimensiones política,
territorial, legal, económica, psicológica, social, cultural y ecológica. Por lo tanto, esta
serie de “complejidades” y esta transversalidad sobre la realidad exigen para su
desenvolvimiento integral una serie de profesiones diversas vinculadas al turismo en
particular y a la hospitalidad en general. Entre otras, la Tecnicatura para la prestación de
Servicios de Guiado, Coordinación y Animación Turística es una carrera dirigida a la
formación de personas orientadas al contacto directo con los visitantes y representa uno
de los factores “clave” para el logro de experiencias vivenciales satisfactorias. En
54
función de estas razones, en esta unidad abordaremos los aspectos introductorios de esta
formación.
La actitud de servicio como valor esencial para el desempeño laboral en las
actividades humanas relacionadas con la hospitalidad
De acuerdo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (2012), la
palabra servir significa “estar sujeto a alguien por cualquier motivo haciendo lo que él
quiere o dispone”. Sin embargo, es necesario aclarar la diferencia entre los conceptos de
“servicio” y de “servilismo”.
El servicio es una actitud de vida; es ofrecer para facilitar el cumplimiento de procesos,
la resolución de necesidades o la satisfacción de una expectativa de otra persona en el
contexto y dentro de los límites de nuestras funciones profesionales, de modo que tanto
quien da como quien recibe puedan sentirse agradados.
Servir supone una franca actitud de colaboración hacia los demás.
La actitud de
servicio, como valor, está íntimamente relacionada con la solidaridad: contribuir
desinteresadamente a la construcción de la historia de nuestro prójimo. Servir es,
entonces, darse de corazón, con buen humor y comprensión, dignificando la propia vida
y la de quienes se benefician de nuestros servicios.
En palabras de Gabriela Mistral: “Sé el que aparta la piedra del camino, el odio entre
los corazones y las dificultades del problema”.
La probidad, el respeto y la equidad son la base para la actitud de servicio. Numerosas
investigaciones señalan que los clientes evalúan la actitud de servicio la miden con los
compromisos adquiridos previamente.
La actitud de servicio es un poderosísimo valor agregado que, tanto a las personas como
a las organizaciones, permite diferenciarse profundamente de aquellos que, contradicen
sus palabras con sus actos.
55
2. Modelos de enseñanza y aprendizaje terciaria y universitaria de las carreras
de formación turística
Hoy, transcurrido más de medio siglo de la apertura de espacios educativos
dedicados al turismo, fenómeno esencialmente complejo, numerosas instituciones de
nuestro país y del exterior, ofrecen carreras terciarias y universitarias (de pre-grado, de
grado y de post-grado), bajo las modalidades presenciales y a distancia, con la
consiguiente diversidad de formaciones y titulaciones finales.
Este proceso de crecimiento y de diversificación de la oferta educativa, por una parte, ha
sido acompañado por una evolución sectorial caracterizada por rasgos similares: el
escenario turístico de la actualidad está conformado por una numerosa cantidad de
organizaciones pequeñas, medianas y grandes (entre micro-emprendimientos personales
y familiares y cadenas transnacionales) dedicada a una creciente multiplicidad de
servicios vinculados a la “hospitalidad”, con una marcada tendencia a la
especialización. Por otra parte, en los albores de este siglo, si bien hace unos años la
paridad cambiaria favoreció sensiblemente la consolidación de la actividad, un país no
es elegido como destino turístico sólo por una razón de precios convenientes: sus bienes
patrimoniales (tanto naturales como culturales), la infraestructura, los servicios y la
comunidad anfitriona, son factores “clave” para su viabilidad. Sobre la base de esta
premisa fundamental, los gobiernos en sus diferentes esferas jurisdiccionales (la nación,
las provincias y los municipios) han incorporado una percepción progresiva acerca de la
importancia del turismo como instrumento alternativo o complementario para el
desarrollo socioeconómico de sus territorios bajo principios de sostenibilidad: una
muestra de esta valoración es la creación de una serie de condiciones políticamente
inéditas para el sector, a través de la sanción de la Ley Nacional 25.997, la formulación
del Plan Federal Estratégico de Turismo Sustentable y la elevación del sector a rango
ministerial en la organización del estado nacional.
Sergio Molina, en otra dirección igualmente válida, agrega a este cuadro de
complejidades un aspecto particularmente significativo: “La concepción que se tenga
del hombre condicionará la definición del marco filosófico de una institución educativa
y de una carrera en particular. De este marco se derivará un conjunto de objetivos, los
que darán forma a una determinada estructura que favorecerá el desarrollo de una
56
variedad de funciones, previstas para preparar a diversos grupos de futuros
profesionales. Estos serán el resultado de toda una forma de apreciar al mundo y
actuarán de acuerdo con los principios, valores y actitudes que les fueron inculcados
en la institución que los formó e informó. La formación de un profesional se puede
promover bajo una gran visión transformadora, en la cual el hombre asume una
posición de constante búsqueda que concrete sus posibilidades de ser y de crear, de
perfeccionar la naturaleza para acondicionarla a sus más caros propósitos: su
autorrealización. En ese sentido, la educación se concibe como un proceso dinámico de
formación del ser humano para que asimile problemas, situaciones y condiciones con
objeto de promover cambios” (Molina, 2002, p. 5).
3. Perfiles profesionales y ámbitos de inserción laboral de Guías y
Licenciados/as en turismo
En función del título intermedio y del título final de la carrera, hemos establecido
como eje orientador del diseño del plan do formación curricular los perfiles
profesionales y ámbitos de inserción laboral mencionados a continuación:
Perfil Profesional del Guía de Turismo
El egresado como Guía de Turismo estará capacitado para la prestación de servicios de
orientación, información y asistencia al visitante, de acuerdo a sus características e
intereses personales, tanto en materia de atractivos como de servicios turísticos,
infraestructura y superestructura, de nuestro país y del exterior, con la finalidad de
contribuir al uso eficiente del tiempo libre y los recursos disponibles y de facilitar el
conocimiento y la interpretación del patrimonio natural y cultural del sitio visitado, a
través del desarrollo de las actividades siguientes:
-
recopilación, producción y comunicación de información turística;
-
programación de visitas de interés recreativo y turístico;
-
gestión de ingresos y egresos de pasajeros de estaciones terminales de transporte,
establecimientos de alojamiento, áreas naturales y culturales de uso recreativo y
turístico, etc.;
-
reconfirmación de servicios turísticos;
57
-
intervención en operaciones de reserva y venta de servicios turísticos opcionales,
-
orientación en formalidades migratorias, aduaneras y sanitarias;
-
organización y conducción de actividades recreativas;
-
coordinación de acontecimientos programados y eventos especiales;
-
interpretación del patrimonio natural y cultural;
-
información sobre normas de comportamiento y de seguridad en sitios de interés
recreativo y turístico;
-
información de interés general para el visitante (cambio de moneda, compra de
productos locales, comunicaciones, etc.);
-
asistencia primaria al visitante ante cuestiones problemas de seguridad y salud;
-
relevamiento, ordenamiento y valoración del patrimonio natural y cultural para uso
turístico;
-
asistencia para la formulación de planes, programas y proyectos de desarrollo
recreativo y turístico.
Perfil Profesional del Licenciado en Turismo
El egresado como Licenciado en Turismo estará capacitado para el ejercicio de
funciones técnicas constitutivas de la gestión comercial, operativa y administrativa de
emprendimientos turísticos públicos y privados, a través del desarrollo de las
actividades siguientes:
-
dirección técnica integral de agencias de viajes (Ley Nacional 18.829/70, Decreto
Reglamentario 2.182/72 y Disposiciones de la Secretaria de Turismo de la Nación);
-
investigación de mercados y desarrollo, selección de canales de distribución y
promoción de productos turísticos;
-
información y asesoramiento al viajero sobre atractivos y servicios turísticos;
-
orientación en formalidades migratorias, aduaneras y sanitarias;
-
organización, programación y coordinación de viajes;
-
negociación y formalización de contratos con proveedores de servicios turísticos;
-
cotización, reserva y emisión de órdenes de prestación de servicios turísticos;
-
facturación de servicios turísticos;
58
-
organización y programación de acontecimientos programados y eventos
especiales;
-
relevamiento, ordenamiento y valoración del patrimonio natural y cultural para uso
turístico;
-
integración de recursos naturales-culturales, humanos, económicos, financieros y
tecnológicos para su aprovechamiento turístico;
-
asesoramiento técnico para la formulación de proyectos, programas y planes de
desarrollo turístico.
Ámbitos de inserción laboral del Guía de Turismo y del Licenciado en Turismo
Los ámbitos de inserción laboral de los egresados como Guías de Turismo y como
Licenciados serán organizaciones públicas y privadas sectoriales, tales como aquellas
mencionadas a continuación:
-
organismos oficiales de turismo;
-
agencias de viajes;
-
áreas de turismo de obras sociales;
-
empresas prestadoras de servicios de transporte aéreo, acuático y terrestre;
-
establecimientos prestadores de servicios de alojamiento hotelero-extrahotelero
y otros servicios complementarios (gastronomía, recreación, etc.);
-
cruceros;
-
empresas prestadoras de servicios de asistencia al viajero;
-
empresas rentadoras de vehículos;
-
áreas naturales y culturales de uso recreativo y turístico;
-
asesorías-consultorías turísticas;
-
asociaciones sectoriales.
Dada la trascendencia de los valores presentes en las experiencias turísticas, en tanto
actitudes de los actores humanos intervinientes, la Organización Mundial del Turismo
(órgano intergubernamental de la familia de la Organización de las Naciones Unidas
constituida por representantes de los gobiernos de los países miembro), consideró
59
conveniente la elaboración del “Código Ético Mundial de Turismo”, con una serie de
recomendaciones dirigidas a cada una de las partes constitutivas del sector. A
continuación, como lectura de interés, adjunto aquellos párrafos de dicha norma
dedicados a las obligaciones generales de los agentes profesionales de desarrollo
turístico).
Código Ético Mundial de Turismo (Organización Mundial del Turismo, O.M.T.,
Santiago de Chile, 1999)
Obligaciones de los agentes del desarrollo turístico
1. Los agentes profesionales del turismo tienen obligación de facilitar a los turistas
una información objetiva y veraz sobre los lugares de destino y sobre las condiciones
de viaje, recepción y estancia. Además, asegurarán la absoluta transparencia de las
cláusulas de los contratos que propongan a sus clientes, tanto en lo relativo a la
naturaleza, al precio y a la calidad de las prestaciones que se comprometen a facilitar
como a las compensaciones financieras que les incumban en caso de ruptura
unilateral de dichos contratos por su parte.
2. En lo que de ellos dependa, y en cooperación con las autoridades públicas, los
profesionales del turismo velarán por la seguridad, la prevención de accidentes, la
protección sanitaria y la higiene alimentaria de quienes recurran a sus servicios. Se
preocuparán por la existencia de sistemas de seguros y de asistencia adecuados.
Asimismo, asumirán la obligación de rendir cuentas, conforme a las modalidades que
dispongan las reglamentaciones nacionales y, cuando corresponda, la de abonar una
indemnización equitativa en caso de incumplimiento de sus obligaciones
contractuales.
3. En cuanto de ellos dependa, los profesionales del turismo contribuirán al pleno
desarrollo cultural y espiritual de los turistas y permitirán el ejercicio de sus prácticas
religiosas durante los desplazamientos.
4. En coordinación con los profesionales interesados y sus asociaciones, las
autoridades públicas de los Estados de origen y de los países de destino velarán por el
establecimiento de los mecanismos necesarios para la repatriación de los turistas en
caso de incumplimiento de las empresas organizadoras de sus viajes.
60
5. Los Gobiernos tienen el derecho –y el deber–, especialmente en casos de crisis, de
informar a sus ciudadanos de las condiciones difíciles, o incluso de los peligros con
los que puedan encontrarse con ocasión de sus desplazamientos al extranjero. Sin
embargo, les incumbe facilitar esas informaciones sin perjudicar de forma
injustificada ni exagerada el sector turístico de los países receptores y los intereses de
sus propios operadores. El contenido de las advertencias eventuales habrá, por tanto,
de discutirse previamente con las autoridades de los países de destino y con los
profesionales interesados. Las recomendaciones que se formulen guardarán estricta
proporción con la gravedad de las situaciones reales y se limitarán a las zonas
geográficas donde se haya comprobado la situación de inseguridad. Esas
recomendaciones se atenuarán o anularán en cuanto lo permita la vuelta a la
normalidad.
6. La prensa, y en particular la prensa especializada en turismo, y los demás medios
de comunicación, incluidos los modernos medios de comunicación electrónica,
difundirán una información veraz y equilibrada sobre los acontecimientos y las
situaciones que puedan influir en la frecuentación turística. Asimismo, tendrán el
cometido de facilitar indicaciones precisas y fiables a los consumidores de servicios
turísticos. Para ese fin, se desarrollarán y se emplearán las nuevas tecnologías de
comunicación y comercio electrónico que, al igual que la prensa y los demás medios
de comunicación, no habrán de facilitar en modo alguno el turismo sexual.
61
Actividades
Reflexionar acerca de aquellas actividades del Guía de Turismo y del Licenciado/a en
Turismo y sobre los ámbitos de inserción laboral futura de mayor interés personal.
62
Lecturas Obligatorias
Plan de Estudios de la Carrera de Licencatura en Turismo con titulación intermedia de
Guía de Turismo, Escuela de Economía y Negocios y Escuela de Humanidades,
Universidad Nacional de San Martín.
CABO NADAL, M., 2004: Asistencia y guía de grupos, Madrid, Thomson Editores y
Paraninfo (pp. 89 - 138).
HLACE, V., 2006: “La complejidad y el desafío de la formación superior en turismo.
Cambio y estabilidad como valores”, en Formación Universitaria y Ejercicio
Profesional en Turismo y Hotelería (pp. 48-51), IV Jornadas de Reflexión Académica,
Escuela de Turismo y Hotelería, Universidad de Palermo, Ciudad de Buenos Aires,
Febrero).
MOLINA, S., 1991: Conceptualización del Turismo, México, Editorial Limusa
(Prólogo).
Lecturas Recomendadas
GUITELMAN, J., s/f: Turismo. Hospitalidad y encuentro con el otro, Comisión de
Investigaciones Científicas, Gobierno de la Provincia de Buenos Aires (Introducción,
pp. 7 - 20).
63
Textos Seleccionados
Viajar nos revela una parte del alma que aún no conocíamos
por Joan Nogué
Casi todos amamos salir de los espacios vividos a diario para llegar a otros
desconocidos. En esos terrenos de inauguración, los descubrimientos y las magias
son siempre posibles.
A veces parece como si determinados lugares tuvieran una magia especial, porque
en ellos —y sólo en ellos— hemos sido capaces de develar nuestros secretos más
profundos, nuestros sentimientos más escondidos.
Hemos vivido en ellos experiencias extraordinarias que nunca hubiéramos
experimentado en nuestros espacios de vida cotidiana, hasta tal punto que, con el
paso del tiempo y la lejanía física, llegamos incluso a dudar si se dieron en la
realidad, o si fuimos nosotros sus verdaderos protagonistas y no otra persona.
Y han sido, además, experiencias momentáneas, intensas pero breves, tanto que a
menudo nos vienen a la memoria como si fueran un sueño; una ilusión que, al cabo
de los años, queda reducida a una imagen, a una coreografía plástica llena de
sensaciones que querríamos saborear hasta el último detalle y que, sin embargo,
somos incapaces de retener en su totalidad y riqueza de matices.
Así es y así lo vivimos, aunque no sepamos muy bien qué es lo que ha sucedido ni
por qué. ¿Es el viaje lo que nos induce a ello, es decir el hecho de salir —de huir—
64
de los espacios vividos a diario para llegar a otros desconocidos, donde la sorpresa
y el asombro todavía son posibles?
¿Actuamos realmente de otra forma cuando dejamos de sentirnos condicionados
por
aquellos
espacios
cotidianos
que
marcan
nuestras
coordenadas
espaciotemporales de manera tozuda e implacable? ¿O es, simplemente, la
influencia del genius loci, del sentido del lugar, que tantos ríos de tinta ha dejado
correr a lo largo de la historia?
No hay duda de que el viaje, per se, tiene un atractivo especial y transpira aún una
cierta aureola mítico-legendaria. Viajar es, en esencia, moverse hacia un espacio
desconocido. No se concibe el viaje hacia lo conocido, hacia el espacio donde
consumimos nuestra cotidianeidad. Podemos movernos en ese espacio, pero se
tratará de un simple acto de movilidad funcional. Será un moverse sin sorpresa, a
menos que no recreemos artificialmente lo imprevisto, lo insospechado. Viajamos
cuando paisajes cotidianos, cargados de símbolos culturales que recuerdan la
pertenencia a un espacio y a un tiempo concretos, se sustituyen súbitamente por
otros paisajes, en los que nos sorprenderán el clima, la vegetación, el color, la luz,
los olores, los sonidos.
Traspasar los límites del espacio conocido no es un acto corriente. Lo corriente es
moverse en un espacio cargado de lugares familiares, de símbolos culturales
plasmados en el paisaje. Se trata, de hecho, del dualismo ancestral entre espacio
cotidiano y no cotidiano, entre espacio conocido y desconocido, entre espacio
utilizado y no utilizado.
El viaje es en verdad viaje —esto es, unvi(r)aje existencial— cuando se convierte
en algo gratuito, libre, no necesariamente asociado a una finalidad concreta. Es la
movilidad entendida como fuente de libertad y de transgresión, como acto de
rebeldía fugaz y efímero contra los constreñimientos de la cotidianeidad.
Quizá por ello Antonio Tabucchi, fascinado por los libros de viaje, les otorga el
don de ofrecer un más allá plausible a nuestro aquí difícilmente llevadero.
65
El simple hecho de viajar nos incita, nos provoca, interroga a nuestro ser más
insondable y, por ello mismo, nos predispone a mirar y a vivir los nuevos lugares
de otra manera.
Pero estos lugares no son todos iguales, ni los seres humanos los viven de la misma
forma. Los lugares no pueden ser considerados como simples localizaciones ni
amorfos nodos o puntos estructuradores de un espacio geográfico que demasiado a
menudo se concibe, a su vez, como un espacio casi geométrico, topológico.
El espacio geográfico es, en esencia, un espacio existencial y, en él, los lugares son
porciones del mismo imbuidas de significados, de emociones, de sentimientos. Su
materialidad tangible está teñida, bañada de elementos inmateriales e intangibles
que convierten cada lugar en algo único e intransferible, lo que da como resultado
un particular genius loci, esperit du lieu o, si se quiere, sentido del lugar.
Por eso, más allá de nuestra propia predisposición y estado de ánimo, nos evocan
sensaciones distintas y nos incitan la imaginación en mayor o menor medida y de
múltiples maneras. Hay lugares que nos desnudan más —o más rápidamente—
que otros y en ellos nos vemos capaces, sin saber muy bien por qué, de sacar a flote
sentimientos y formas de interacción personal que apenas manifestamos en
nuestros entornos cotidianos.
Para producir estas emociones, para desarmarnos y sacar a la luz interioridades
bien guardadas y apenas visibles en nuestros espacios de vida habituales, dichos
lugares no tienen por qué ser especialmente significativos desde un punto de vista
simbólico o cultural, ni precisan de prestigio histórico alguno. Pueden poseerlo y
ello, como la contemplación de un paisaje espectacular, contribuye sin duda a
despertar en nosotros intensas emociones.
Pero a veces son los lugares radicalmente opuestos a los descritos los que nos
perturban y activan nuestra sensibilidad, como afirma el experto Jordi Balló en
relación con el uso que el cine hace de los mismos.
66
En efecto, la frialdad solitaria de una planta de extracción de petróleo perdida en
la inmensidad de un mar cualquiera es usada por Isabel Coixet en su película "La
vida secreta de las palabras" como el lugar idóneo para la revelación de los
secretos ocultos de sus personajes. Y en la película "Perdidos en Tokio", de Sofia
Coppola, Bob Harris (Bill Murray) y Charlotte (Scarlett Johansson) establecen
una peculiar amistad, que les lleva a descubrir una nueva manera de ver la vida,
en un hotel de una cadena internacional anodina e impersonal, perdidos en una
gran megalópolis contemporánea.
¿Será cierto que "el paisaje, como el clima, es algo interior, de tal manera que el
gris no tiene por qué ser melancólico ni el rojo alegre", como dijo Theo
Angelopoulos en el estreno de su última película, "Eleni"?
El cine —el buen cine— plantea de manera eficaz esta especial relación entre el
individuo y el lugar con la ayuda inestimable de la imagen, a pesar de que ésta no
es imprescindible para transmitir a un tercero las sensaciones que los lugares nos
generan. Sin la imagen, y solamente a través de las palabras, Yi-Fu Tuan, geógrafo
y ensayista norteamericano de origen chino de una vasta cultura humanista y
particular sensibilidad, se ha acercado como nadie a la esencia de las complejas
relaciones del ser humano con los lugares, con todo tipo de lugares, incidiendo en
cómo éstos imbuyen de significado al espacio geográfico, cómo se genera el sentido
del lugar y cómo se explican los inesperados comportamientos que mantenemos
con ellos. Tuan nos indicó el camino a seguir para explorar las experiencias
íntimas del lugar, de todos los lugares, pero no nos advirtió cuánta magia nos
podía ocurrir en el intento.
67
Turismo y conservación, identidad y autoestima comunitaria
(fragmento)
Norberto Fortunato
En Reflexión Académica en Diseño y Comunicación, XVI Jornadas de Reflexión
Académica en Diseño y Comunicación, Facultad de Diseño y Comunicación,
Universidad de Palermo, pp. 166 - 170, Buenos Aires.
“La recuperación y puesta en valor del patrimonio cultural tangible e intangible es
una contribución al afianzamiento de la identidad local y a la conformación de una
mayor
autoestima
comunitaria.
Una
imagen
colectiva
favorable
influirá
decisivamente en la manera de encarar la vida. Una comunidad con su autoestima
fortalecida será poseedora de una mayor confianza y una mayor autonomía para
construir su propio desarrollo”
Verónica Hlace (1)
Introducción
Casi un siglo atrás, Francisco Pascasio Moreno, visionario y precursor de la
conservación del patrimonio natural y cultural de nuestro país, en su carácter de
legislador nacional, presentaba su proyecto de “Parques y Jardines Nacionales”.
Esta propuesta legislativa, formulada el 28 de septiembre de 1912, instaba al Poder
Ejecutivo Nacional a proteger, en cada uno de los puntos de las provincias y
territorios de nuestro país, aquellos “monumentos naturales” y “vestigios de los
grandes hechos de la historia”, dignos de su resguardo, para la apreciación de las
generaciones futuras.
68
“Nuestro país prospera en proporciones asombrosas; la población se extiende en
todas direcciones y le sigue la destrucción de todo lo que parece estorbar su acción;
es, pues, tiempo de recordar que la historia de la Nación no consiste solamente en los
actos de los hombres que se desarrollan en su suelo. Las generaciones pasan y el
historiador no puede representar nunca al aspecto físico del medio en que se
realizaron los hechos de sus relatos, ni la reproducción gráfica consigue darle la
necesaria ayuda. De aquí que algunas naciones se preocupen desde largo tiempo de
conservar para el presente y para el futuro, sin alterarlos, aquellos parajes de sus
dominios asociados a su historia o que caractericen el medio en que tuvo principio la
actuación de sus habitantes. (...) Las interesantes reliquias históricas precolombinas
del noroeste argentino, las colonias de Misiones, las de la época de nuestra
independencia, desaparecen rápidamente. El portal de la casa de Tucumán no existe
ya; poco ha faltado para que la pirámide de Mayo siguiera el mismo camino, y
expuesta está a inmediata destrucción la sala sagrada donde resonó el grito de Mayo.
(...) El proyecto que fundamos tiende a detener esta destrucción y a conservar para
nuestros hijos lo que les hará comprender la genealogía de la Nación, en ambientes
de ensueños, de descanso y de instrucción” (2).
Sobre la base de estos antecedentes, nuestro país crearía su “Comisión Nacional de
Museos y de Monumentos y Lugares Históricos” para la institucionalización de la
conservación del patrimonio cultural en la esfera de las acciones nacionales
estatales (3).
Hoy, trascurrido casi un siglo de esta iniciativa fundacional, en tiempos de
creciente globalización, las apreciaciones de Moreno gozan de plena vigencia: el
sostenimiento de la diversidad cultural de cada nación -a través de la conservación
de sus bienes patrimoniales identitarios- es un desafío para cualquier pueblo en
cualquier lugar. El mundo, frente al desafío mencionado, asiste a una explosión
memorialística a través de variados esfuerzos orientados al rescate, la
reinterpretación y la conservación del pasado, con el propósito de hacerlo
comprensible en su relación con el presente para la construcción de un futuro
posible y mejor.
69
“El ansia de pasado es una de las manifestaciones más significativas que adopta la
reacción de la sociedad contemporánea ante la conciencia de pérdida de continuidad
cultural que ha provocado la velocidad y escala del cambio que afecta al entorno
físico y cultural de las sociedades” (4).
Aquí, cabe señalar que, por una parte, junto a la conservación de la memoria de
los “grandes hechos de la historia”, el resguardo de escenarios vinculados a
“procesos microhistóricos” es igualmente significativo y abre la posibilidad de
reconstruir fragmentos del pasado que, si bien de pequeña escala, conllevan su
valor inestimable como sucesos fundantes de identidades personales, familiares y
comunitarias (5). Por otra parte, tales procesos vivenciados en contextos
geográficos particulares modelan “paisajes identitarios” (6) perceptibles como
“lugares de pertenencia” (7) a través de las huellas materiales e inmateriales de
grupos sociales estrechamente vinculados a la historia de la conformación del
territorio nacional.
En este contexto conceptual y valorativo y desde las perspectivas históricas y
geográficas antes mencionadas, el turismo, en su acepción general, es un medio
adecuado para el desarrollo de nuevas inserciones productivas. Como actividad
alternativa-complementaria a otras actividades, la actividad turística es capaz de
generar empleos directos e inducidos, incrementar los ingresos fiscales, dinamizar
las economías locales y regionales, recuperar áreas marginales, detener corrientes
migratorias y satisfacer necesidades de descanso mediante un uso creativo del
tiempo libre. El turismo cultural, como modalidad de viaje motivada por el interés
de visitar aquellas comunidades portadoras de otros modos de vivir y como espacio
de interacción entre universos de significaciones y concepciones del mundo
diferentes, es una actividad estratégica para la conservación del patrimonio
cultural (8). Por una parte, el uso de determinados bienes patrimoniales como
“atractivos turísticos” justifica el esfuerzo por la recuperación y la protección de
testimonios culturales auténticos y significa una posibilidad concreta para su
pervivencia. Por otra (y especialmente), el turismo cultural es capaz de estimular el
interés de los residentes por su propia cultura.
(…)
70
Consideraciones finales
Para concluir, trabajar la temática de la identidad ha sido, sigue y seguirá siendo
un reto digno de realizar. Creemos, sin embargo, como manifiesta Diana Rolandi,
que cualquier emprendimiento conservacionista no es viable sin la participación
activa y el compromiso de la comunidad. “No se protege lo que no se conoce, por
ello es esencial la educación y la transferencia de los conocimientos específicos”. En
nuestra experiencia, la convergencia entre conservación de la memoria histórica y
turismo cultural representa un espacio de oportunidades para el desarrollo local y
regional.
Notas
(1) Hlace, V., 2006: Curso Taller “El legado patrimonial de la colonización como
fuente de recursos turísticos”, desarrollado los días 27 y 28 de Mayo de 2006 en
Villaguay, Proyecto de Extensión Universitaria “Consolidación de la estrategia del
turismo cultural como factor de desarrollo local y regional. Estudio de Caso: el
Circuito Histórico de las Colonias Judías del Centro de la Provincia de Entre Ríos”,
Universidad Autónoma de Entre Ríos.
(2) Texto y fundamentos del proyecto de ley “Parques y Jardines Nacionales”,
elaborado por Francisco Moreno en calidad de diputado nacional y presidente de
la Comisión de Territorios Nacionales, suscripto junto a Miguel S. Coronado,
Manuel S. Ordóñez y A. Echegaray (28 de septiembre de 1912).
(3) Ley Nacional 12.665/40
(4) Ballart, J., 1997: El patrimonio histórico y arqueológico: valor y uso, Barcelona,
Editorial Ariel.
(5) La “microhistoria” como posición historiográfica está basada en la reducción
de escala, la preferencia por lo singular (o por lo extraordinario), el estudio de la
historia social centrada en las clases populares, el análisis basado en el paradigma
indiciario y su predilección por la forma narrativa. Véanse, entre otras, las obras
del historador italiano Carlo Ginzburg como representativas de la corriente
mencionada.
71
(6) Ojeda Rivera, J. F., 2005: Percepciones identitarias y creativas de los paisajes,
Scripta Nova (Revista electrónica de Geografía y Ciencias Sociales), Volumen IX,
Número 187, Universidad de Barcelona (http://www.ub.es/geocrit/nova.htm).
(7) Morley, D., 2005: “Pertenencias. Lugar, espacio e identidad en un mundo
mediatizado”, en Arfuch, L. (compiladora), Pensar este tiempo. Espacios, afectos,
pertenencias (pp. 129-168), Buenos Aires, Editorial Paidós.
(8) ICOMOS, 1999: Carta Internacional sobre Turismo Cultural.
72
CARTA DEL TURISMO SOSTENIBLE (Organización Mundial
del Turismo, Lanzarote, 27 y 28 de Abril de 1995).
Los participantes en la Conferencia Mundial de Turismo Sostenible,
reunidos en Lanzarote, Islas Canarias, España, del 27 al 28 de Abril de
1995,
Conscientes de la realidad del turismo como fenómeno de alcance mundial
que implica las más altas y profundas aspiraciones de los pueblos,
constituyendo un importante elemento para el desarrollo social, económico
y político en muchos países.
Reconociendo que el turismo es una actividad ambivalente, dado que puede
aportar grandes ventajas en el ámbito socioeconómico y cultural, mientras
que al mismo tiempo contribuye a la degradación medioambiental y a la
pérdida de la identidad local, por lo que debe ser abordado desde una
perspectiva global.
Conscientes de que los recursos en los que se basa el turismo son frágiles,
así como de la creciente demanda de una mayor calidad medioambiental.
Reconociendo que el turismo, como posibilidad de viajar y conocer otras
culturas, puede promover el acercamiento y la paz entre los pueblos,
creando una consciencia respetuosa sobre la diversidad de modos de vida.
Recordando la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada
por la Asamblea General de las Naciones Unidas, y las diversas
declaraciones de Naciones Unidas, así como los convenios regionales, sobre
turismo, medio ambiente, conservación del patrimonio cultural y desarrollo
sostenible.
73
Guiados por los principios enunciados en la Declaración de Rio sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo, además de las recomendaciones emanadas
de la Agenda 21.
Recordando las declaraciones previas en materia de turismo, como la
Declaración de Manila sobre el Turismo Mundial, la Declaración de La
Haya y la Carta del Turismo y Código del Turista.
Reconociendo la necesidad de desarrollar un turismo que satisfaga las
expectativas económicas y las exigencias ambientales, que no sólo sea
respetuoso con la estructura socioeconómica y física de cada destino, sino
también con las poblaciones receptoras.
Considerando la prioridad de proteger y reforzar la dignidad humana,
tanto de las comunidades locales como de los turistas.
Conscientes de la necesidad de establecer alianzas eficaces entre los
principales actores que participan en la actividad turística, con el fin de
forjar la esperanza de un turismo más responsable con nuestro patrimonio
común.
APELAN a la comunidad internacional, y en particular INSTAN a los
gobiernos, a las demás autoridades públicas, a los decisores y profesionales
en materia turística, a las asociaciones e instituciones públicas y privadas
relacionadas con el turismo y a los propios turistas, a adoptar los siguientes
principios y objetivos de esta declaración:
1
El
desarrollo
turístico
deberá
fundamentarse
sobre
criterios
de
sostenibilidad, es decir, ha de ser soportable ecológicamente a largo plazo,
viable económicamente y equitativo desde una perspectiva ética y social
para las comunidades locales.
74
El desarrollo sostenible es un proceso orientado que contempla una gestión
global de los recursos con el fin de asegurar su durabilidad, permitiendo
conservar nuestro capital natural y cultural, incluyendo las áreas
protegidas. Siendo el turismo un potente instrumento de desarrollo, puede y
debe participar activamente en la estrategia del desarrollo sostenible. Una
buena gestión del turismo exige garantizar la sostenibilidad de los recursos
de los que depende.
2
El turismo tendría que contribuir al desarrollo sostenible, integrándose en
el entorno natural, cultural y humano, debiendo respetar los frágiles
equilibrios que caracterizan a muchos destinos turísticos, en particular las
pequeñas islas y áreas ambientalmente sensibles. La actividad turística
deberá prever una evolución aceptable respecto a su incidencia sobre los
recursos naturales, la biodiversidad y la capacidad de asimilación de los
impactos y residuos producidos.
3
La actividad turística ha de considerar los efectos inducidos sobre el
patrimonio cultural y los elementos, actividades y dinámicas tradicionales
de las comunidades locales. El reconocimiento de estos factores locales y el
apoyo a su identidad, cultura e intereses, deben ser referentes obligados en
la formulación de las estrategias turísticas, especialmente en los países en
vías de desarrollo.
4
La contribución activa del turismo al desarrollo sostenible presupone
necesariamente la solidaridad, el respeto mutuo y la participación de todos
los actores implicados en el proceso, tanto públicos como privados. Esta
concertación ha de basarse en mecanismos eficaces de cooperación a todos
los niveles: local, nacional, regional e internacional.
5
La conservación, la protección y la puesta en valor del patrimonio natural y
75
cultural, representa un ámbito privilegiado para la cooperación. Por parte
de todos los responsables, esta actitud implica un auténtico reto de
innovación cultural, tecnológica y profesional, que además exige realizar un
gran esfuerzo por crear y desarrollar instrumentos de planificación y de
gestión integrados.
6
Los criterios de calidad orientados a la preservación del destino turístico y a
la capacidad de satisfacción del turista, determinados conjuntamente con
las comunidades locales y basados en los principios del desarrollo
sostenible, deberían ser objetivos prioritarios en la formulación de las
estrategias y proyectos turísticos.
7
Para participar en el desarrollo sostenible, el turismo debe asentarse sobre
la diversidad de oportunidades ofrecidas por la economía local,
garantizando su plena integración y contribuyendo positivamente al
desarrollo económico local.
8
Toda opción de desarrollo turístico debe repercutir de forma efectiva en la
mejora de la calidad de vida de la población e incidir en el enriquecimiento
sociocultural de cada destino.
9
Los gobiernos y autoridades competentes, con la participación de las ONGs
y las comunidades locales, deberán acometer acciones orientadas a la
planificación integrada del turismo como contribución al desarrollo
sostenible.
10
Reconociendo que la cohesión social y económica entre los pueblos del
mundo es un principio fundamental del desarrollo sostenible, urge impulsar
medidas que permitan un reparto más equitativo de los beneficios y cargas
76
producidos por el turismo. Ello implica un cambio en los modelos de
consumo y la introducción de métodos de fijación de precios que permitan
la internalización de los costes medioambientales. Los gobiernos y las
organizaciones multilaterales deberían priorizar y reforzar las ayudas
directas o indirectas a los proyectos turísticos que contribuyan a la mejora
de la calidad medioambiental. En este marco, es necesario investigar en
profundidad sobre la aplicación de instrumentos económicos, jurídicos y
fiscales internacionalmente armónicos que aseguren el uso sostenible de los
recursos en materia turística.
11
Las zonas vulnerables desde el punto de vista ambiental y cultural, tanto las
actuales como las futuras, deberán recibir prioridad especial en materia de
ayuda financiera y cooperación técnica al desarrollo turístico sostenible.
También han de recibir tratamiento especial las zonas degradadas por los
modelos turísticos obsoletos y de alto impacto.
12
La promoción de formas alternativas de turismo coherentes con los
principios del desarrollo sostenible, así como el fomento de la
diversificación de los productos turísticos, constituyen una garantía de
estabilidad a medio y largo plazo. Para perseguir este fin, es necesario
asegurar
y
reforzar
de
forma
activa
la
cooperación
regional,
particularmente en el caso de la pequeñas islas y áreas de mayor fragilidad
ecológica.
13
Los gobiernos, la industria turística, las autoridades y las ONGs
responsables del turismo deberán impulsar y participar en la creación de
redes abiertas de investigación, difusión, información y transferencia de
conocimientos
en
materia
de
turismo
y
tecnologías
turísticas
ambientalmente sostenibles.
77
14
La definición de una política turística de carácter sostenible requiere
necesariamente el apoyo y promoción de sistemas de gestión turística
ambientalmente compatibles, de estudios de viabilidad que permitan la
transformación del sector, así como la puesta en marcha de proyectos de
demostración y el desarrollo de programas en el ámbito de la cooperación
internacional.
15
La industria turística, en colaboración con los organismos y ONGs con
actividades relacionadas con el turismo, deberá diseñar los marcos
específicos de acciones positivas y preventivas que garanticen un desarrollo
turístico sostenible, estableciendo programas que apoyen la ejecución de
dichas prácticas. Realizarán el seguimiento de los logros alcanzados,
informarán de los resultados e intercambiarán sus experiencias.
16
Habrá de prestarse una atención especial al papel del transporte y sus
efectos sobre el medio ambiente en la actividad turística, así como al
desarrollo de instrumentos y medidas orientadas a reducir el uso de
energías y recursos no renovables, fomentando además el reciclaje y la
minimización de residuos en las instalaciones turísticas.
17
Con el fin de que el turismo pueda ser una actividad sostenible, es
fundamental que se adopten y pongan en práctica códigos de conducta que
favorezcan la sostenibilidad por parte de los principales actores que
intervienen en la actividad, en particular por los miembros de la industria
turística. Dichos códigos pueden constituir instrumentos eficaces para el
desarrollo de actividades turísticas responsables.
18
Deberán ponerse en práctica todas las medidas necesarias con el fin de
sensibilizar e informar al conjunto de las partes implicadas en la industria
78
del turismo, ya sea a nivel local, nacional, regional o internacional, sobre el
contenido y los objetivos de la Conferencia de Lanzarote.
79
Código Ético Mundial para el Turismo
(Organización Mundial del Turismo, Santiago de Chile, 1999)

PREÁMBULO
Nosotros, Miembros de la Organización Mundial del Turismo (OMT),
representantes del sector turístico mundial, delegados de Estados, territorios,
empresas, instituciones y organismos reunidos en Asamblea General en Santiago
de Chile el 1 de octubre de 1999,
Reafirmando los objetivos enunciados en el artículo 3 de los Estatutos de la
Organización Mundial del Turismo, y conscientes de la función "central y
decisiva" que reconoció a la Organización la Asamblea General de las Naciones
Unidas en la promoción y en el desarrollo del turismo con el fin de contribuir al
crecimiento económico, a la comprensión internacional, a la paz y a la prosperidad
de los países, así como al respeto universal y a la observancia de los derechos
humanos y de las libertades fundamentales sin distinción de raza, sexo, lengua ni
religión;
Profundamente convencidos de que, gracias al contacto directo, espontáneo
e inmediato que permite entre hombres y mujeres de culturas y formas de vida
distintas, el turismo es una fuerza viva al servicio de la paz y un factor de amistad
y comprensión entre los pueblos;
Ateniéndonos a los principios encaminados a conciliar sosteniblemente la
protección del medio ambiente, el desarrollo económico y la lucha contra la
pobreza, que formularon las Naciones Unidas en la “Cumbre sobre la Tierra” de
Río de Janeiro en 1992 y que se expresaron en el Programa 21 adoptado en esa
ocasión;
Teniendo presente el rápido y continuo crecimiento, tanto pasado como
previsible, de la actividad turística originada por motivos de ocio, negocio, cultura,
religión o salud, y sus poderosos efectos positivos y negativos en el medio ambiente,
en la economía y en la sociedad de los países emisores y receptores, en las
80
comunidades locales y en las poblaciones autóctonas, así como en las relaciones y
en los intercambios internacionales;
Movidos por la voluntad de fomentar un turismo responsable y sostenible,
al que todos tengan acceso en ejercicio del derecho que corresponde a todas las
personas de emplear su tiempo libre para fines de ocio y viajes, y con el debido
respeto a las opciones de sociedad de todos los pueblos;
Pero persuadidos también de que el sector turístico mundial en su conjunto
se favorecería considerablemente de desenvolverse en un entorno que fomente la
economía de mercado, la empresa privada y la libertad de comercio, y que le
permita optimizar sus beneficiosos efectos de creación de actividad y empleo;
Íntimamente convencidos de que, siempre que se respeten determinados
principios y se observen ciertas normas, el turismo responsable y sostenible no es
en modo alguno incompatible con una mayor liberalización de las condiciones por
las que se rige el comercio de servicios y bajo cuya tutela operan las empresas del
sector, y que cabe conciliar en este campo economía y ecología, medio ambiente y
desarrollo, y apertura a los intercambios internacionales y protección de las
identidades sociales y culturales;
Considerando que en ese proceso todos los agentes del desarrollo turístico
(administraciones nacionales, regionales y locales, empresas, asociaciones
profesionales, trabajadores del sector, organizaciones no gubernamentales y
organismos de todo tipo del sector turístico) y también las comunidades
receptoras,
los
órganos
de
la
prensa
y
los
propios
turistas
ejercen
responsabilidades diferenciadas pero interdependientes en la valorización
individual y social del turismo, y que la definición de los derechos y deberes de
cada uno contribuirá a lograr ese objetivo;
Interesados, al igual que la propia Organización Mundial del Turismo
desde que en 1997 su Asamblea General adoptara en Estambul la resolución
364(XII), en promover una verdadera colaboración entre los agentes públicos y
privados del desarrollo turístico, y deseosos de que una asociación y una
cooperación de la misma naturaleza se extiendan de forma abierta y equilibrada a
las relaciones entre países emisores y receptores y entre sus sectores turísticos
respectivos;
81
Expresando nuestra voluntad de dar continuidad a las Declaraciones de
Manila de 1980 sobre el Turismo Mundial y de 1997 sobre los Efectos Sociales del
Turismo, así como a la Carta del Turismo y al Código del Turista adoptados en
Sofía en 1985 bajo los auspicios de la OMT;
Pero entendiendo que esos instrumentos deben completarse con un
conjunto de principios interdependientes en su interpretación y aplicación, a los
cuales los agentes del desarrollo turístico habrán de ajustar su conducta en los
comienzos del siglo XXI;
Refiriéndonos, para los efectos del presente instrumento, a las definiciones y
clasificaciones aplicables a los viajes, y especialmente a las nociones de "visitante",
"turista" y "turismo" que adoptó la Conferencia Internacional de Ottawa,
celebrada del 24 al 28 de junio de 1991, y que aprobó en 1993 la Comisión de
Estadística de las Naciones Unidas en su vigesimoséptimo período de sesiones;
Remitiéndonos particularmente a los instrumentos que se relacionan a
continuación:

Declaración Universal de los Derechos Humanos, del 10 de diciembre de
1948;

Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, del 16
de diciembre de 1966;

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del 16 de diciembre de
1966;

Convenio de Varsovia sobre el Transporte Aéreo, del 12 de octubre de
1929;

Convenio Internacional de Chicago sobre la Aviación Civil, del 7 de
diciembre de 1944, así como las convenciones de Tokio, La Haya y
Montreal adoptadas en relación con dicho convenio;

Convención sobre las facilidades aduaneras para el turismo, del 4 de julio
de 1954, y Protocolo asociado;

Convenio relativo a la protección del patrimonio mundial, cultural y
natural, del 23 de noviembre de 1972;

Declaración de Manila sobre el Turismo Mundial, del 10 de octubre de
1980;
82

Resolución de la sexta Asamblea General de la OMT (Sofía) por la que se
adoptaban la Carta del Turismo y el Código del Turista, del 26 de
septiembre de 1985;

Convención sobre los Derechos del Niño, del 26 de enero de 1990;

Resolución de la novena Asamblea General de la OMT (Buenos Aires)
relativa a la facilitación de los viajes y a la seguridad de los turistas, del 4 de
octubre de 1991;

Declaración de Río de Janeiro sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, del
13 de junio de 1992;

Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios, del 15 de abril de 1994;

Convenio sobre la Diversidad Biológica, del 6 de enero de 1995;

Resolución de la undécima Asamblea General de la OMT (El Cairo) sobre
la prevención del turismo sexual organizado, del 22 de octubre de 1995;

Declaración de Estocolmo contra la explotación sexual comercial de los
niños, del 28 de agosto de 1996;

Declaración de Manila sobre los Efectos Sociales del Turismo, del 22 de
mayo de 1997, y

Convenios y recomendaciones adoptados por la Organización Internacional
del Trabajo en relación con los convenios colectivos, la prohibición del
trabajo forzoso y del trabajo infantil, la defensa de los derechos de los
pueblos autóctonos, la igualdad de trato y la no discriminación en el
trabajo,
Afirmamos el derecho al turismo y a la libertad de desplazamiento turístico,
expresamos nuestra voluntad de promover un orden turístico mundial equitativo,
responsable y sostenible, en beneficio mutuo de todos los sectores de la sociedad y
en un entorno de economía internacional abierta y liberalizada, y proclamamos
solemnemente con ese fin los principios del Código Ético Mundial para el Turismo.
83
PRINCIPIOS
Artículo 1
Contribución del turismo al entendimiento y al respeto mutuos entre hombres y
sociedades
1. La comprensión y la promoción de los valores éticos comunes de la
humanidad, en un espíritu de tolerancia y respeto de la diversidad de las
creencias religiosas, filosóficas y morales son, a la vez, fundamento y
consecuencia de un turismo responsable. Los agentes del desarrollo
turístico y los propios turistas prestarán atención a las tradiciones y
prácticas sociales y culturales de todos los pueblos, incluso a las de las
minorías nacionales y de las poblaciones autóctonas, y reconocerán su
riqueza.
2.
Las actividades turísticas se organizarán en armonía con las
peculiaridades y tradiciones de las regiones y países receptores, y con
respeto a sus leyes y costumbres.
3.
Tanto las comunidades receptoras como los agentes profesionales
locales habrán de aprender a conocer y a respetar a los turistas que los
visitan, y a informarse sobre su forma de vida, sus gustos y sus expectativas.
La educación y la formación que se impartan a los profesionales
contribuirán a un recibimiento hospitalario de los turistas.
4. Las autoridades públicas tienen la misión de asegurar la protección de los
turistas y visitantes y de sus bienes. En ese cometido, prestarán especial
atención a la seguridad de los turistas extranjeros, por su particular
vulnerabilidad. Con ese fin, facilitarán el establecimiento de medios de
información, prevención, protección, seguro y asistencia específicos que
correspondan a sus necesidades. Los atentados, agresiones, secuestros o
amenazas dirigidos contra turistas o trabajadores del sector turístico, así
84
como la destrucción intencionada de instalaciones turísticas o de elementos
del patrimonio cultural o natural deben condenarse y reprimirse con
severidad, de conformidad con la legislación nacional respectiva.
5. En sus desplazamientos, los turistas y visitantes evitarán todo acto criminal
o considerado delictivo por las leyes del país que visiten, y cualquier
comportamiento que pueda resultar chocante o hiriente para la población
local, o dañar el entorno del lugar. Se abstendrán de cualquier tipo de
tráfico de drogas, armas, antigüedades, especies protegidas, y productos y
sustancias peligrosos o prohibidos por las reglamentaciones nacionales.
6. Los turistas y visitantes tienen la responsabilidad de recabar información,
desde antes de su salida, sobre las características del país que se dispongan
a visitar. Asimismo, serán conscientes de los riesgos de salud y seguridad
inherentes a todo desplazamiento fuera de su entorno habitual, y se
comportarán de modo que minimicen esos riesgos.
Artículo 2
El turismo, instrumento de desarrollo personal y colectivo
1. El turismo, que es una actividad generalmente asociada al descanso, a la
diversión, al deporte y al acceso a la cultura y a la naturaleza, debe
concebirse y practicarse como un medio privilegiado de desarrollo
individual y colectivo. Si se lleva a cabo con la apertura de espíritu
necesaria, es un factor insustituible de autoeducación, tolerancia mutua y
aprendizaje de las legítimas diferencias entre pueblos y culturas y de su
diversidad.
2. Las actividades turísticas respetarán la igualdad de hombres y mujeres.
Asimismo, se encaminarán a promover los derechos humanos y, en
particular, los derechos específicos de los grupos de población más
85
vulnerables, especialmente los niños, las personas mayores, y las personas
con discapacidades, las minorías étnicas y los pueblos autóctonos.
3. La explotación de seres humanos, en cualquiera de sus formas,
especialmente la sexual, y en particular cuando afecta a los niños, vulnera
los objetivos fundamentales del turismo y constituye una negación de su
esencia. Por lo tanto, conforme al derecho internacional, debe combatirse
sin reservas con la cooperación de todos los Estados interesados, y
sancionarse con rigor en las legislaciones nacionales de los países visitados y
de los países de los autores de esos actos, incluso cuando se hayan cometido
en el extranjero.
4. Los desplazamientos por motivos de religión, salud, educación
e
intercambio cultural o lingüístico constituyen formas particularmente
interesantes de turismo, y merecen fomentarse.
5. Se favorecerá la introducción en los programas de estudios de la enseñanza
del valor de los intercambios turísticos, de sus beneficios económicos,
sociales y culturales, y también de sus riesgos.
Artículo 3
El turismo, factor de desarrollo sostenible
1. Todos los agentes del desarrollo turístico tienen el deber de salvaguardar el
medio ambiente y los recursos naturales, en la perspectiva de un
crecimiento económico saneado, constante y sostenible, que sea capaz de
satisfacer
equitativamente
las
necesidades
y
aspiraciones
de
las
generaciones presentes y futuras.
2. Las autoridades públicas nacionales, regionales y locales favorecerán e
incentivarán todas las modalidades de desarrollo turístico que permitan
86
ahorrar recursos naturales escasos y valiosos, en particular el agua y la
energía, y eviten en lo posible la producción de desechos.
3. Se procurará distribuir en el tiempo y en el espacio los movimientos de
turistas y visitantes, en particular por medio de las vacaciones pagadas y de
las vacaciones escolares, y equilibrar mejor la frecuentación, con el fin de
reducir la presión que ejerce la actividad turística en el medio ambiente y
de aumentar sus efectos beneficiosos en el sector turístico y en la economía
local.
4. Se concebirá la infraestructura y se programarán las actividades turísticas
de forma que se proteja el patrimonio natural que constituyen los
ecosistemas y la diversidad biológica, y que se preserven las especies en
peligro de la fauna y de la flora silvestre.
Los agentes del desarrollo
turístico, y en particular los profesionales del sector, deben admitir que se
impongan limitaciones a sus actividades cuando éstas se ejerzan en espacios
particularmente vulnerables: regiones desérticas, polares o de alta
montaña, litorales, selvas tropicales o zonas húmedas, que sean idóneos
para la creación de parques naturales o reservas protegidas.
5. El turismo de naturaleza y el ecoturismo se reconocen como formas de
turismo particularmente enriquecedoras y valorizadoras, siempre que
respeten el patrimonio natural y la población local y se ajusten a la
capacidad de ocupación de los lugares turísticos.
Artículo 4
El turismo, factor de aprovechamiento y enriquecimiento del patrimonio cultural de
la humanidad
1. Los recursos turísticos pertenecen al patrimonio común de la humanidad.
Las comunidades en cuyo territorio se encuentran tienen con respecto a
ellos derechos y obligaciones particulares.
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2. Las políticas y actividades turísticas se llevarán a cabo con respeto al
patrimonio artístico, arqueológico y cultural, que deben proteger y
transmitir a las generaciones futuras. Se concederá particular atención a la
protección y a la rehabilitación de los monumentos, santuarios y museos, así
como de los lugares de interés histórico o arqueológico, que deben estar
ampliamente abiertos a la frecuentación turística. Se fomentará el acceso
del público a los bienes y monumentos culturales de propiedad privada con
todo respeto a los derechos de sus propietarios, así como a los edificios
religiosos sin perjuicio de las necesidades del culto.
3. Los recursos procedentes de la frecuentación de los sitios y monumentos de
interés cultural habrían de asignarse preferentemente, al menos en parte, al
mantenimiento, a la protección, a la mejora y al enriquecimiento de ese
patrimonio.
4. La actividad turística se organizará de modo que permita la supervivencia y
el florecimiento de la producción cultural y artesanal tradicional, así como
del folklore, y que no conduzca a su normalización y empobrecimiento.
Artículo 5
El turismo, actividad beneficiosa para los países y las comunidades de destino
1. Las poblaciones y comunidades locales se asociarán a las actividades
turísticas y tendrán una participación equitativa en los beneficios
económicos, sociales y culturales que reporten, especialmente en la creación
directa e indirecta de empleo a que den lugar.
2. Las políticas turísticas se organizarán de modo que contribuyan a mejorar
el nivel de vida de la población de las regiones visitadas y respondan a sus
necesidades. La concepción urbanística y arquitectónica y el modo de
explotación de las estaciones y de los medios de alojamiento turístico
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tenderán a su óptima integración en el tejido económico y social local. En
igualdad de competencia, se dará prioridad a la contratación de personal
local.
3. Se prestará particular atención a los problemas específicos de las zonas
litorales y de los territorios insulares, así como de las frágiles zonas rurales
y de montaña, donde el turismo representa con frecuencia una de las
escasas oportunidades de desarrollo frente al declive de las actividades
económicas tradicionales.
4. De conformidad con la normativa establecida por las autoridades públicas,
los profesionales del turismo, y en particular los inversores, llevarán a cabo
estudios de impacto de sus proyectos de desarrollo en el entorno y en los
medios naturales. Asimismo, facilitarán con la máxima transparencia y la
objetividad pertinente toda la información relativa a sus programas futuros
y a sus consecuencias previsibles, y favorecerán el diálogo sobre su
contenido con las poblaciones interesadas.
Artículo 6
Obligaciones de los agentes del desarrollo turístico
1. Los agentes profesionales del turismo tienen obligación de facilitar a los
turistas una información objetiva y veraz sobre los lugares de destino y
sobre las condiciones de viaje, recepción y estancia. Además, asegurarán la
absoluta transparencia de las cláusulas de los contratos que propongan a
sus clientes, tanto en lo relativo a la naturaleza, al precio y a la calidad de
las prestaciones que se comprometen a facilitar como a las compensaciones
financieras que les incumban en caso de ruptura unilateral de dichos
contratos por su parte.
2. En lo que de ellos dependa, y en cooperación con las autoridades públicas,
los profesionales del turismo velarán por la seguridad, la prevención de
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accidentes, la protección sanitaria y la higiene alimentaria de quienes
recurran a sus servicios. Se preocuparán por la existencia de sistemas de
seguros y de asistencia adecuados. Asimismo, asumirán la obligación de
rendir cuentas, conforme a
las
modalidades
que dispongan
las
reglamentaciones nacionales y, cuando corresponda, la de abonar una
indemnización equitativa en caso de incumplimiento de sus obligaciones
contractuales.
3. En cuanto de ellos dependa, los profesionales del turismo contribuirán al
pleno desarrollo cultural y espiritual de los turistas y permitirán el ejercicio
de sus prácticas religiosas durante los desplazamientos.
4. En coordinación con los profesionales interesados y sus asociaciones, las
autoridades públicas de los Estados de origen y de los países de destino
velarán por el establecimiento de los mecanismos necesarios para la
repatriación de los turistas en caso de incumplimiento de las empresas
organizadoras de sus viajes.
5. Los gobiernos tienen el derecho –y el deber–, especialmente en casos de
crisis, de informar a sus ciudadanos de las condiciones difíciles, o incluso de
los peligros con los que puedan encontrarse con ocasión de sus
desplazamientos al extranjero. Sin embargo, les incumbe facilitar esas
informaciones sin perjudicar de forma injustificada ni exagerada el sector
turístico de los países receptores y los intereses de sus propios operadores.
El contenido de las advertencias eventuales habrá, por tanto, de discutirse
previamente con las autoridades de los países de destino y con los
profesionales interesados. Las recomendaciones que se formulen guardarán
estricta proporción con la gravedad de las situaciones reales y se limitarán a
las zonas geográficas donde se haya comprobado la situación de
inseguridad. Esas recomendaciones se atenuarán o anularán en cuanto lo
permita la vuelta a la normalidad.
6. La prensa, y en particular la prensa especializada en turismo, y los demás
medios de comunicación, incluidos los modernos medios de comunicación
electrónica, difundirán una información veraz y equilibrada sobre los
90
acontecimientos y las situaciones que puedan influir en la frecuentación
turística. Asimismo, tendrán el cometido de facilitar indicaciones precisas y
fiables a los consumidores de servicios turísticos. Para ese fin, se
desarrollarán y se emplearán las nuevas tecnologías de comunicación y
comercio electrónico que, al igual que la prensa y los demás medios de
comunicación, no habrán de facilitar en modo alguno el turismo sexual.
Artículo 7
Derecho al turismo
1. La posibilidad de acceso directo y personal al descubrimiento de las
riquezas de nuestro mundo constituirá un derecho abierto por igual a todos
los habitantes de nuestro planeta. La participación cada vez más difundida
en el turismo nacional e internacional debe entenderse como una de las
mejores expresiones posibles del continuo crecimiento del tiempo libre, y no
se le opondrá obstáculo ninguno.
2. El derecho al turismo para todos debe entenderse como consecuencia del
derecho al descanso y al ocio, y en particular a la limitación razonable de la
duración del trabajo y a las vacaciones pagadas periódicas, que se garantiza
en el artículo 24 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en
el artículo 7.d del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales.
3. Con el apoyo de las autoridades públicas, se desarrollará el turismo social,
en particular el turismo asociativo, que permite el acceso de la mayoría de
los ciudadanos al ocio, a los viajes y a las vacaciones.
4. Se fomentará y se facilitará el turismo de las familias, de los jóvenes y de los
estudiantes, de las personas mayores y de las que padecen discapacidades.
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Artículo 8
Libertad de desplazamiento turístico
1. Con arreglo al derecho internacional y a las leyes nacionales, los turistas y
visitantes se beneficiarán de la libertad de circular por el interior de sus
países y de un Estado a otro, de conformidad con el artículo 13 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, y podrán acceder a las
zonas de tránsito y estancia, así como a los sitios turísticos y culturales sin
formalidades exageradas ni discriminaciones.
2. Se reconoce a los turistas y visitantes la facultad de utilizar todos los medios
de comunicación disponibles, interiores y exteriores. Se beneficiarán de un
acceso rápido y fácil a los servicios administrativos, judiciales y sanitarios
locales, y podrán ponerse libremente en contacto con las autoridades
consulares del país del que sean ciudadanos conforme a los convenios
diplomáticos vigentes.
3. Los turistas y visitantes gozarán de los mismos derechos que los ciudadanos
del país que visiten en cuanto a la confidencialidad de los datos sobre su
persona, en particular cuando esa información se almacene en soporte
electrónico.
4. Los procedimientos administrativos de paso de las fronteras establecidos
por los Estados o por acuerdos internacionales, como los visados, y las
formalidades sanitarias y aduaneras se adaptarán para facilitar al máximo
la libertad de los viajes y el acceso de la mayoría de las personas al turismo
internacional. Se fomentarán los acuerdos entre grupos de países para
armonizar y simplificar esos procedimientos. Los impuestos y gravámenes
específicos que penalicen el sector turístico y mermen su competitividad
habrán de eliminarse o corregirse progresivamente.
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5. Siempre que lo permita la situación económica de los países de los que
procedan, los viajeros podrán disponer de las asignaciones de divisas
convertibles que necesiten para sus desplazamientos.
Artículo 9
Derechos de los trabajadores y de los empresarios del sector turístico
1. Bajo la supervisión de las administraciones de sus Estados de origen y de los
países de destino, se garantizarán especialmente los derechos fundamentales
de los trabajadores asalariados y autónomos del sector turístico y de las
actividades
2. conexas, habida cuenta de las limitaciones específicas vinculadas a la
estacionalidad de su actividad, a la dimensión global de su sector y a la
flexibilidad que suele imponer la naturaleza de su trabajo.
3. Los trabajadores asalariados y autónomos del sector turístico y de las
actividades conexas tienen el derecho y el deber de adquirir una formación
inicial y continua adecuada. Se les asegurará una protección social
suficiente y se limitará en todo lo posible la precariedad de su empleo. Se
propondrá un estatuto particular a los trabajadores estacionales del sector,
especialmente en lo que respecta a su protección social.
4. Siempre que demuestre poseer las disposiciones y calificaciones necesarias,
se reconocerá a toda persona física y jurídica el derecho a ejercer una
actividad profesional en el ámbito del turismo, de conformidad con la
legislación nacional vigente. Se reconocerá a los empresarios y a los
inversores –especialmente en el ámbito de la pequeña y mediana empresa–
el libre acceso al sector turístico con el mínimo de restricciones legales o
administrativas.
5. Los intercambios de experiencia que se ofrezcan a los directivos y otros
trabajadores de distintos países, sean o no asalariados, contribuyen a la
93
expansión del sector turístico mundial. Por ese motivo, se facilitarán en todo
lo posible, de conformidad con las legislaciones nacionales y las
convenciones internacionales aplicables.
6. Las empresas multinacionales del sector turístico, factor insustituible de
solidaridad en el desarrollo y de dinamismo en los intercambios
internacionales, no abusarán de la posición dominante que puedan ocupar.
Evitarán convertirse en transmisoras de modelos culturales y sociales que
se impongan artificialmente a las comunidades receptoras. A cambio de la
libertad de inversión y operación comercial que se les debe reconocer
plenamente, habrán de comprometerse con el desarrollo local evitando que
una repatriación excesiva de sus beneficios o la inducción de importaciones
puedan reducir la contribución que aporten a las economías en las que
estén implantadas.
7. La colaboración y el establecimiento de relaciones equilibradas entre
empresas de los países emisores y receptores contribuyen al desarrollo
sostenible del turismo y a una repartición equitativa de los beneficios de su
crecimiento.
Artículo 10
Aplicación de los principios del Código Ético Mundial para el Turismo
1. Los agentes públicos y privados del desarrollo turístico cooperarán en la
aplicación de los presentes principios y controlarán su práctica efectiva.
2. Los agentes del desarrollo turístico reconocerán el papel de los organismos
internacionales, en primer lugar el de la Organización Mundial del
Turismo, y de las organizaciones no gubernamentales competentes en los
campos de la promoción y del desarrollo del turismo, de la protección de los
derechos humanos, del medio ambiente y de la salud, con arreglo a los
principios generales del derecho internacional.
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3. Los mismos agentes manifiestan su intención de someter los litigios relativos
a la aplicación o a la interpretación del Código Ético Mundial para el
Turismo a un tercer organismo imparcial, denominado Comité Mundial de
Ética del Turismo, con fines de conciliación.
95
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