Escuela de Economía y Negocios Escuela de Humanidades Carrera de Licenciatura en Turismo con titulación intermedia de Guía de Turismo Unidad Curricular: Introducción al Turismo Docentes: Prof. Lic. Fernando Navarro Prof. Lic. Verónica García Sánchez de León Prof. Lic. Andrea Vega Año Académico: 2014 ¡ Bienvenidos a la Carrera de Licenciatura en Turismo con titulación intermedia de Guía de Turismo de la Universidad Nacional de San Martín ! Fundamentación Introducción al Turismo es una asignatura introductoria al estudio del turismo como espacio temático complejo. A tales efectos, esta unidad curricular del Ciclo Propedéutico Universitario, abordará, sobre los fundamentos epistemológicos de la visión sistémica, el enfoque interdisciplinario y el abordaje contextualizado, la definición del turismo y sus diferentes modalidades en el marco de las actividades de uso del tiempo libre, el conjunto de causas, procesos y efectos vinculados a su desenvolvimiento, su proceso de evolución histórica a escala mundial y las características principales de los escenarios turísticos contemporáneos. Su contribución al perfil del egresado y a su desempeño en los ámbitos de inserción laboral previstos es ofrecer al alumno las bases conceptuales fundamentales de la actividad turística y el lenguaje técnico específico propio de su futura profesión. 1 Objetivos 1. introducir al alumno en el mundo de la hospitalidad; 2. familiarizarlo con el lenguaje técnico específico del sector; 3. conocer los fundamentos epistemológicos para el estudio científico del turismo; 4. visualizar el proceso de evolución histórica del turismo a escala mundial y la complejidad de los escenarios turísticos actuales mediante la identificación de la multiplicidad de actores intervinientes; 5. valorar efectos derivados de la actividad turística sobre el individuo, la sociedad y el ambiente natural y cultural; 6. comprender la importancia del turismo como actividad adecuada para el desarrollo sostenible del país; 7. promover la actitud de servicio como valor fundamental para el ejercicio de la profesión. Unidades/Ejes Temáticos Unidad I El turismo en el contexto de la problemática del tiempo libre 1. El tiempo libre. Su valoración a través de la historia: la “skholé” como ideal griego; el “otium” romano; el ocio en el medioevo; el ocio burgués como tiempo sustraído al trabajo; socialismo y tiempo libre; capitalismo y tiempo libre. 2. El turismo como forma de uso del tiempo libre. La construcción de su definición como punto de partida para su conceptualización: dimensiones productiva, espacial, temporal, causal, efectual y valorativa. 3. Causas y efectos del turismo: tipos, signos y sujetos calificadores. 4. Marco doctrinario-ideológico del turismo: corriente humanista, corriente alienista y corriente alternativa. 5. Clasificación del turismo de acuerdo a distintos criterios: según su escala espacial, según el sentido de desplazamiento de la demanda, según su modalidad, según su itinerario de viaje, según su especialización, según su organización, según el agrupamiento de sus participantes y según su carácter. 2 Unidad II El turismo como espacio temático complejo 1. El turismo como espacio temático complejo. 2. Tres fundamentos epistemológicos para el conocimiento científico del turismo: visión sistémica, enfoque interdisciplinario y abordaje contextualizado. 3. El sistema turístico: sus compononentes principales y las causas, los procesos y los efectos de su funcionamiento. Los principios sistémicos de teleología, dinamismo e historicidad. 4. El crecimiento y el desarrollo del sistema turístico. 5. El desafío del desarrollo sostenible: sus pilares fundamentales (economía, sociedad y ambiente). Unidad III El proceso de evolución histórica del turismo a escala mundial 1. La periodización del proceso de evolución histórica del turismo a escala mundial: el preturismo, el turismo y el posturismo. 2. Las preguntas orientativas para la diferenciación de las etapas históricas. 3. Breve referencia a la periodización de la evolución histórica del turismo en Argentina como correlato del turismo a escala mundial: turismo elitista, de transición, masivo-masificado y diversificado. 4. Pasado, presente y futuro del proceso de evolución histórica del turismo: el nuevo paradigma del “posturismo”. Turismo y transformación de las organizaciones: modelos “fordista” y “post-fordista” o “toyotista”. 5. Otras miradas acerca de la historia del turismo. Unidad IV Los impactos del turismo 1. Los impactos del turismo: dimensiones, calificaciones y sujetos calificadores. 2. Los impactos del turismo sobre la economía. 3. Los impactos del turismo sobre el individuo y la sociedad. 4. Los impactos del turismo sobre el ambiente natural y cultural. 3 Unidad V Las profesiones turísticas 1. La formación profesional en turismo: la actitud de servicio como valor esencial para el desempeño laboral en las actividades humanas relacionadas a la hospitalidad. 2. Modelos de enseñanza y aprendizaje terciaria y universitaria de las carreras de formación turística. 3. Perfiles profesionales: incumbencias y ámbitos de desempeño laboral. 4. Ética de las profesiones turísticas. Metodología de Trabajo El docente desarrollará las estrategias metodológicas de la exposición didáctica y de la dinámica de grupo y recurrirá al uso de medios técnicos para el abordaje de los contenidos de la asignatura. Evaluación a) criterios conocimiento de contenidos desarrollados por el docente; lectura de fuentes bibliográficas obligatorias; vocación por el saber; capacidad de análisis crítico; participación en clase; expresión oral y escrita; esfuerzo, compromiso y responsabilidad involucrados en el cumplimiento de los objetivos de la asignatura. b) instrumentos La evaluación será de carácter obligatoria y su modalidad escrita, individual y presencial. La calificación mínima para su aprobación será de 4 (cuatro) puntos. 4 A efectos de iniciar el recorrido de los contenidos de esta asignatura, leeremos una reflexión titulada “Teoría del movimiento”, de Luis Sepúlveda, ilustrativa del valor de los viajes y del espíritu orientador del ejercicio de una profesión de relación directa con los visitantes: “Para explicarme mejor, contaré una historia que escuché hace tiempo de algunos indios Guaraníes en el Pantanal, en el territorio húmedo del Bajo Mato Grosso. Habla de un hombre que vivía obsesionado por el deseo de saber qué cosa había más allá de la línea verde del horizonte de la selva. Una tarde se acercó a la hoguera entorno a la cual se reunían los viejos sabios de su tribu. Eran de verdad sabios, pero sabios del lugar. Cuando les comunicó la decisión de caminar en dirección a la línea del horizonte para ver qué cosa había al otro lado, no recibió los consejos que esperaba y en cambio fue puesto bajo un extenuante interrogatorio. ¿No te son suficientes los dulces frutos de la papaya o de la guayaba que crecen cerca al río? ¿Tal vez la yuca no crece generosa en tu huerto? ¿Te parecen tal vez insípidos los peces que se quedan en tus redes? ¿La piel del yacaré en la cual llevas tus flechas no te parece suficientemente resistente? El hombre responde a todas sus preguntas, pero agrega que todo esto no le bastaba, que no quería poseer otra cosa, pero sí saber qué hay en el otro lado del horizonte. Entonces los viejos sabios se enfurecieron, antes de lanzar como un dardo la última de sus inquisiciones. ¿Nos consideras tal vez incapaces de responder a todas tus preguntas? Esta vez el hombre responde que ellos podían hablar de todo aquello que se encontraba en esta parte del horizonte. Pero no de aquello que estaba del otro lado, porque ninguno de ellos había ido hasta allí. Los viejos sabios encolerizados lo acusaron de querer saber más de aquello que estaba consentido y lo expulsaron de la tribu. Podrás regresar sólo si, del otro lado del horizonte, encuentras alguna cosa mejor de aquello que tienes aquí. Lo condenaron a la soledad. El hombre se puso en marcha hacia el horizonte. Caminó muchos días atravesando selvas y sabanas, y mientras avanzaba, la verde línea del horizonte siempre se quedaba a la misma distancia, inalterable. Una noche mientras el hombre meditaba 5 cerca al fuego sobre aquel extraño prodigio que no lo alejaba, pero que le impedía acercarse al horizonte, fue sorprendido por la llegada de un desconocido. Parecía cansado. Saludó, después pidió permiso para descansar cerca del fuego. El hombre que buscaba el horizonte notó que el otro, si bien hablaba su mismo idioma, no lo hacía con el acento alto de la gente que vivía cerca al río, habituados a hablar en aquel modo para poder escuchar entre el sordo rumor del agua. El desconocido venía de la profunda selva, y por esto el tono de su voz era bajo, debía estar acostumbrado a hablar de aquella forma para que sus palabras no se quedaran prisioneras entre las hojas de los árboles o para impedir que se confundieran con las imitaciones de las voces humanas con las cuales se divertían los papagayos en la copa de los árboles. El desconocido se masajeó los pies doloridos por el largo camino, y miró maravillado al hombre que buscaba el horizonte, tenía pegado uno que otro tizne del fuego y lo tenía puesto cerca de los pies. Aquel calor fue como un bálsamo para su cansancio. Entonces el desconocido sacó fuera de la mochila dos pedazos de yuca y ofreció uno al hombre que buscaba el horizonte. El lo aceptó y sin perder tiempo comenzó a cocinar su pedazo de yuca en las llamas. El otro, en cambio, se encaminó en dirección de la espesura de la selva, y regresó con dos grandes hojas, en las cuales amarró su porción. Esperando que se cocinara, observó al hombre que buscaba el horizonte mientras intentaba comer su ración medio quemada. Después de haber tostado su parte, la retiró del fuego, abrió la envoltura de la hoja y listo, la yuca blanca y fragante. Le ofreció la mitad, el hombre que buscaba el horizonte sabe que ha encontrado algo mucho mejor de lo que ya conocía. Uno comía una comida de sabor inimaginable, el otro probaba una sensación de descanso en sus pies que nunca antes había experimentado. Después de la cena, se acostaron para descansar, pero antes pusieron en la tierra sus talismanes protectores. El hombre que buscaba el horizonte se maravilló del collar de plumas multicolor, y el otro se conmovió de la belleza de las piedras verdes y azules que su anfitrión había puesto alrededor del fuego. Al alba se prepararon para continuar el camino. Al hombre que buscaba el horizonte le gustó la compañía del otro, o quizás por esto le preguntó dónde iba. Hacia el 6 horizonte, quiero ver qué cosa hay del otro lado, responde y sus palabras alegraron al hombre que venía del río. Entonces podemos ir juntos, le dice contento. Pero su alegría duró poco porque, apenas se pusieron en movimiento, el hombre de la selva comenzó a caminar en la dirección de la cual venía él. No, el horizonte es para allá, dice el hombre del río. Te equivocas, yo vengo de allá, el horizonte está frente a mis ojos. ¿A por qué le das las espaldas? pregunta el hombre de la selva. Después de un instante de excitación, supieron que estaban buscando la misma cosa y de haber comenzado a encontrarla. Entonces hablaron largamente, de las costumbres de su gente, del color de los pájaros, de la sagacidad de los animales, del sabor de las frutas, de los secretos de los ríos y de la selva, de sus destinos tan similares, exiliados porque querían saber más de cuanto se les era concedido. Cuando los dos hombres se separaron, y uno inició el camino de regreso al río, el otro hacia la profunda selva, sabían que buscando el horizonte habían encontrado algo mucho más importante, la certeza de la existencia del otro, de otro igual en la forma, pero diferente en las costumbres. Cada uno se ve más rico que cuando comenzó el camino, porque el viaje les había dado el conocimiento que jamás habrían obtenido de la inmovilidad de los viejos sabios”. Luis Sepúlveda 7 Desarrollo de Contenidos correspondientes a las Unidades/Ejes Temáticos Unidad I El turismo en el contexto de la problemática del tiempo libre 1. El tiempo libre. Su valoración a través de la historia: la “skholé” como ideal griego; el “otium” romano; el ocio en el medioevo; el ocio burgués como tiempo sustraído al trabajo; socialismo y tiempo libre; capitalismo y tiempo libre. 2. El turismo como forma de uso del tiempo libre. La construcción de su definición como punto de partida para su conceptualización: dimensiones productiva, espacial, temporal, causal, efectual y valorativa. 3. Causas y efectos del turismo: tipos, signos y sujetos calificadores. 4. Marco doctrinario-ideológico del turismo: corriente humanista, corriente alienista y corriente alternativa. 5. Clasificación del turismo de acuerdo a distintos criterios: según su escala espacial, según el sentido de desplazamiento de la demanda, según su modalidad, según su itinerario de viaje, según su especialización, según su organización, según el agrupamiento de sus participantes y según su carácter. Yacimiento Arqueológico Pucará de Tilcara (Provincia de Jujuy - Argentina) 8 1. El tiempo libre El turismo es una actividad desarrollada en el contexto del “tiempo libre”. Su definición y conceptualización, el proceso de su evolución histórica y los contenidos diferentes asignados a su uso, resultarán, por lo tanto, fundamentales para la comprensión de distintos aspectos del turismo. El “tiempo libre” -como efecto de la legislación laboral del avance científico-tecnológico aplicado a las actividades productivas- es aquel tiempo no comprometido fisiológica, laboral ni socialmente (UNESCO, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).Sin embargo, este concepto actual de “tiempo libre” ha sufrido transformaciones a través de la evolución histórica de la humanidad y, por lo tanto, adquiriendo significados diversos. La Grecia Clásica concibió la idea de scholé (opuesta a a-scholé) como estado espiritual considerado un fin en sí mismo. El Imperio Romano identificó al otium (opuesto a negotium) como el medio necesario para reintegrarse a las actividades productivas. La edad media visualizó al tiempo libre como un espacio para la contemplación de lo divino en un sentido religioso. Por último, si bien el surgimiento del capitalismo implicó identificar al tiempo libre como escenario de la ociosidad (opuesta a la noción de trabajo y de connotaciones fuertemente peyorativas), su afianzamiento como modo de producción transformó el espacio del ocio en oportunidad de negocios a través de su mercantilización. Sergio Molina, a través de su obra Conceptualización del turismo (1991) plantea transversalmente como reflexión significativa que el hombre -situado en un contexto individual y general particulares y mediante la elección de determinadas actividadesasigna un contenido específico al uso de su tiempo libre: actividades de ocio creativo: ejecución de actividades orientadas a la recuperación del equilibrio psicofísico, el enriquecimiento espiritual y el desarrollo de la capacidad creadora, siendo la educación -formal e informal- su principal instrumento de promoción. actividades de ocio represivo: ejecución de actividades enmarcadas en un proceso de evasión que, lejos de conducir a estados cualitativamente superiores de bienestar, llevan al sujeto en una dirección de sentido opuesto a través del itinerario fascinación-angustia-decepción, siendo el marketing su principal 9 instrumento de promoción -en tanto herramienta de reproducción de patrones de consumo compulsivos-. 2. El turismo como forma de uso del tiempo libre El uso del tiempo libre es susceptible de ser diferenciado de acuerdo a su escala espacio-temporal: recreación: complejo de actividades voluntarias y temporarias desarrolladas por los seres humanos en su lugar de residencia habitual y por un período inferior a 24 horas, sin perseguir fines lucrativos. turismo: complejo de actividades voluntarias y temporarias desarrolladas por los seres humanos fuera de su lugar de residencia habitual y por un período superior a 24 horas, sin perseguir fines lucrativos. El turismo es el complejo de actividades originado por el desplazamiento voluntario y temporario de personas fuera de su lugar de residencia habitual no implicando (este desplazamiento) la incorporación al mercado de trabajo del lugar visitado (Consejo Federal de Inversiones, Argentina). Otra definición, en este caso propuesta por la Organización Mundial del Turismo, en su libro Introducción al Turismo (1998), incluye entre las motivaciones de viajes aquellas por “ocio, negocios y otros” (pp. 43 - 45). En el artículo de Verónica Hlace (2006) “La complejidad (y el desafío) de la formación superior en turismo. Entre el cambio necesario y la estabilidad como valores igualmente significativos (en Formación Universitaria y Ejercicio Profesional en Turismo y Hotelería, pp. 48-51, IV Jornadas de Reflexión Académica, Escuela de Turismo y Hotelería, Universidad de Palermo, Ciudad de Buenos Aires), señala que a efectos de construir su definición, como punto de inicio y en un sentido amplio, el turismo es entendido como forma de uso del tiempo libre y formado por una serie de dimensiones: - una dimensión espacial, constituida por el lugar de residencia habitual (espacio turístico emisor) y el lugar visitado (espacio turístico receptor), espacios geográficamente separados y diferenciados política, socioeconómica y culturalmente. 10 - una dimensión temporal, constituida por un lapso mínimo de 24 horas y un lapso máximo de hasta 365 días consecutivos, según lo establecido por la Organización Mundial del Turismo, si bien este límite es determinado por cada país. - una dimensión motivacional, constituida por un desplazamiento de carácter voluntario, consecuencia de una amplia diversidad de motivos de viaje, tales como descanso, salud, visita a familiares y amigos, asistencia a eventos de interés profesional, negocios, etc. - una dimensión productiva, constituida por el complejo de actividades orientadas a satisfacer aquellas necesidades originadas por el desplazamiento de personas, tales como las facilidades de información y asesoramiento, transporte, alojamiento, gastronomía, asistencia integral, etc. 3. Causas y efectos del turismo Las causas del surgimiento, crecimiento y desarrollo del turismo son fundamentalmente tres factores de naturaleza diferente: - capacidad de ahorro (factor económico); - disponibilidad de tiempo libre (factor social) -relacionado con los avances tecnológicos aplicados al ámbito laboral-; - motivación (factor psicocultural) -relacionada con las necesidades producidas por los procesos de industrialización y urbanización-. Los efectos del turismo son diversos, de acuerdo a su tipo, su signo o calificación y el actor calificador de los mismos: a) tipos: políticos, económicos, psicológicos, sociales, culturales y ecológicos; b) calificación: positivos y negativos; c) sujetos calificadores: visitantes, población local, empresas, gobiernos y organizaciones no gubernamentales. 11 4. Marco doctrinario-ideológico del turismo En relación a los efectos del turismo, tradicionalmente han existido dos posiciones antagónicas: una corriente doctrinario-ideológica llamada “humanista” (el turismo es un fenómeno positivo per se y sus efectos son siempre positivos) y una corriente doctrinario ideológica llamada “alienista” (el turismo es un fenómeno negativo per se y sus efectos son siempre negativos). En la actualidad, más allá de la pervivencia de estas ideas, una tercera corriente llamada “alternativa” sostiene, según mi opinión personal, razonablemente, que el turismo no es un fenómeno positivo o negativo per se sino que debemos juzgar su calificación de acuerdo a los efectos producidos sobre los diferentes actores intervinientes (visitantes, población local, empresas, gobiernos y organizaciones no gubernamentales). 5. Clasificación del turismo de acuerdo a distintos criterios El turismo, en función de distintos criterios, es clasificado de la forma descripta a continuación: de acuerdo a su escala geográfica: interno, regional e internacional; (turismo interno, cuando los desplazamientos son dentro de los límites de un país; turismo regional, cuando los desplazamientos son entre países limítrofes y turismo internacional cuando los desplazamientos son entre países no limítrofes); de acuerdo al sentido de desplazamiento de la demanda: emisivo y receptivo; (turismo emisivo cuando un sitio es área de partida de visitantes hacia otros lugares y turismo receptivo cuando un sitio es área de arribo de visitantes procedentes de otros lugares); de acuerdo al agrupamiento de los visitantes: individual o grupal; (turismo individual cuando los visitantes viajan solos, en parejas o en familias y turismo grupal cuando los visitantes viajan en contingente); de acuerdo a los desplazamientos constitutivos del viaje: de estancia o itinerante: turismo de estancia cuando la experiencia turística es realizada a través de la permanencia en un solo destino y turismo itinerante cuando la experiencia 12 turística es realizada a través del recorrido de distintos destinos mediante circuitos); de acuerdo a su modalidad: convencional o especializado en algún producto (salud, aventura, ecoturismo, turismo rural, turismo cultural, etc.). 13 Actividades A) Leer comprensivamiente los textos que se indican a continuación acerca de la problemática actual del tiempo libre y proponer una síntesis de las ideas principales aportadas por todos estos autores. ---------------------------------------------------------------------------------------------------------- Hopenhayn, M.: El Trabajo. Itinerario de un concepto, PET - CEPAUR, Programa de Economía del Trabajo - Centro de Alternativas de Desarrollo, Buenos Aires, 1988: “El impacto, tanto de la automatización como de la computarización, no sólo es una amenaza sino también una promesa, y de allí que referirnos a dicho impacto nos obliga a pensarlo de manera ambivalente. (...) Los más optimistas entre los futurólogos (...) coinciden en anunciar, más bien para un futuro nada lejano, la combinación de reducciones sustanciales en las jornadas de trabajo con un Estado de Bienestar que garantiza a la población un nivel de vida deseable y un sinnúmero de actividades extra-laborales donde todos pueden empeñar su vocación creativa. (...) El ocio, tal como lo imaginan los futurólogos más optimistas, es un espacio de plenitud más que de conflictos. (...) Sin embargo, estas consideraciones adolecen de una parcialización en la que el mundo en vías de desarrollo pareciera quedar al margen, al menos por un lapso bastante prolongado. Los problemas inmediatos que enfrenta el mundo del trabajo en América Latina, por ejemplo, no son precisamente la programación del ocio, sino los altos índices de subempleo y desempleo, la heterogeneidad estructural y el conflicto entre estrategias de desarrollo que abordan estos problemas de maneras muy diversas (...), al mismo tiempo que los futurólogos prometen utopías donde todos los días son domingos. (...) En los países hiperindustrializados, la posibilidad dibujada por los futurólogos (que es, simultáneamente, una amenaza y una promesa) exige de manera apremiante repensar el trabajo y re-definirlo en función de ese futuro inmediato. Amenaza y promesa constituyen dos caras de una nueva ambivalencia que obliga a generar y difundir una filosofía y una psicología del ocio que le permita al hombre ajustar sus valores para canalizar positivamente la revolución de la cibernización. Es preciso, 14 incluso, que la teoría económica revise sus premisas fundamentales, pues el peso de los factores en juego cambia sustancialmente ante esta nueva fase de la era tecnológica. Sin esta preocupación no haríamos sino perpetuar la victimización del hombre ante su propia obra”. ---------------------------------------------------------------------------------------------------------- Galeano, E.: Úselo y tírelo. El mundo del fin del milenio visto desde una ecología latinoamericana, Buenos Aires, Editorial Planeta, 1994: “En nuestra época, signada por la confusión de los medios y los fines, no se trabaja para vivir: se vive para trabajar. Unos trabajan cada vez más porque necesitan más que lo que consumen; y otros trabajan cada vez más para seguir consumiendo más que lo que necesitan. Parece normal que la jornada de trabajo de ocho horas pertenezca, en América Latina, a los dominios del arte abstracto. (...) Pero ¿parece normal que el hombre trabaje como hormiga en las cumbres del desarrollo? ¿La riqueza conduce a la libertad, o multiplica el miedo a la libertad? (...) No se necesita ser sabio en economía. Basta el sentido común para suponer que el progreso tecnológico, al multiplicar la productividad, disminuye el tiempo de trabajo. El sentido común no ha previsto, sin embargo, el pánico al tiempo libre”. ---------------------------------------------------------------------------------------------------------- Arias, J.: Fernando Savater, Barcelona, Editorial Planeta, 1996: “Un punto en el que se el arte de vivir. Un diálogo apasionante sobre los temas más candentes de este fin de siglo insiste poco es el de la necesidad de la cultura para ayudar a soportar el ocio (...). La idea es: cuando una persona es culta menos dinero necesita para hacer unas vacaciones o pasar un día feliz. Y cuanto menos cultura posee, más derroche, más gasto, más pirotecnias se necesitan, más ritos, porque no es fácil amueblar un vacío. Y el interior de nuestra conciencia, por pequeñitos que seamos, es tan infinito que por más cosas que le echemos dentro nunca se llenará. Por eso, o bien vamos creando un fermento productivo, o si intentamos llenarlo de cosas exteriores nunca será suficiente porque el pozo no tiene fondo”. 15 B) Comparar, a través de sus similitudes y diferencias, la definición de turismo elaborada por el Consejo Federal de Turismo de Argentina con las siguientes definiciones: Walter Hunziker y Kurt Krapf (1942) “El turismo es el conjunto de relaciones y fenómenos producidos por el desplazamiento y permanencia de personas fuera de su lugar de domicilio, en tanto que dichos desplazamientos y permanencia no estén motivados por una actividad lucrativa”. Organización Mundial del Turismo (Conferencia de Ottawa, 1993) “El turismo comprende las actividades realizadas por las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos al de su entorno habitual, por un período de tiempo consecutivo inferior a un año, con fines de ocio, por negocios y otros”. 16 Lecturas Obligatorias ACERENZA, M. A., 1991: Administración del turismo, Volumen 1 (Conceptualización y Organización), México, Editorial Trillas (Capítulo 1, pp. 23 - 51). OSORIO GARCÍA, M., 2003: “Construcción del objeto de estudio del turismo desde una perspectiva materialista crítica”, en Estudios y Perspectivas en Turismo, Volumen 12, Número 3, Centro de Investigaciones y Estudios Turísticos (CIET), pp. 202 - 224. Lecturas Recomendadas GETINO, O: 2002: Turismo, entre el ocio y el neg-ocio. Identidad cultural y desarrollo económico en América Latina y el MERCOSUR, Buenos Aires, Ediciones Ciccus y Ediciones La Crujía, pp. 21 - 46. Artículos sugeridos de los sitios de internet www.ciet.org.ar, www.conocitur.com y www.scielo.org.ar. 17 Unidad II El turismo como espacio temático complejo 1. El turismo como espacio temático complejo. 2. Tres fundamentos epistemológicos para el conocimiento científico del turismo: visión sistémica, enfoque interdisciplinario y abordaje contextualizado. 3. El sistema turístico: sus compononentes principales y las causas, los procesos y los efectos de su funcionamiento. Los principios sistémicos de teleología, dinamismo e historicidad. 4. El crecimiento y el desarrollo del sistema turístico. 5. El desafío del desarrollo sostenible: sus pilares fundamentales (economía, sociedad y ambiente). Reserva de Biósfera Laguna Blanca (Provincia de Catamarca - Argentina) 1. El turismo como espacio temático complejo El turismo es per se un fenómeno complejo: por su naturaleza, sus causas y sus efectos, su estudio científico y la cantidad y la diversidad de actores intervinientes y sus “lógicas” de comportamiento particulares. a) el turismo y la complejidad de su naturaleza En una visión sistémica, el turismo es un conjunto integrado de elementos interactuantes destinados a la realización cooperativa de una función determinada. Si bien existen numerosos modelos de sistemas turísticos, con el propósito único de ilustrar acerca de su naturaleza compleja, podemos mencionar los siguientes elementos constitutivos: atractivos, visitantes, servicios, comunidad anfitriona, infraestructura y superestructura. 18 En virtud de su carácter de sistema “abierto”, estos elementos están inmersos en un sistema mayor denominado suprasistema, constituido por el conjunto de factores políticos, económicos, sociales, culturales, demográficos, tecnológicos y ambientales. Este suprasistema actúa simultáneamente como entorno del condicionante y condicionado por el sistema turístico. b) el turismo y la complejidad de sus causas El turismo es un complejo de actividades derivado del desarrollo político, socioeconómico y cultural de la humanidad, producto de la concurrencia de una serie de factores tales como la conquista de una mayor disponibilidad de tiempo libre, el incremento de la capacidad de ahorro individual, familiar y comunitaria, la inclusión en sistemas de seguridad social -como cobertura de necesidades consideradas básicas- y el valor reconocido al turismo como forma de uso del tiempo libre y medio satisfactor de otras necesidades. c) el turismo y la complejidad de sus efectos El turismo, como producto de la interacción de sus elementos constitutivos, es generador de afectaciones sobre medios naturales, culturales, políticos, sociales, económicos y psicológicos. A esta compleja tipología de efectos del turismo, es de suma importancia asociarla a una igualmente compleja calificación de sus afectaciones (positivas, negativas y neutras) en función de la posición de los diversos actores intervinientes (visitantes, comunidades anfitrionas, gobiernos, empresas y organizaciones no gubernamentales). d) el turismo y la complejidad de su estudio científico El turismo, en virtud de las complejidades mencionadas, debe ser abordado para su estudio por distintas disciplinas científicas. Es decir, visto como área de la formación superior, el turismo es, por su propia naturaleza, pluridisciplinario e interdisciplinario. Asimismo, además de aquellas complejidades arriba mencionadas, habíamos mencionado y presentado brevemente la complejidad de su estudio científico. 19 En esta unidad centraremos nuestra atención sobre esta cuestión particularmente significativa: ¿cómo estudiar el turismo con rigor científico como “objeto” esencialmente complejo? 2. Tres fundamentos epistemológicos para el conocimiento científico del turismo La propuesta es construir conocimientos sobre la base de tres fundamentos epistemológicos: visión sistémica, enfoque interdisciplinario y abordaje contextualizado. Visión sistémica, enfoque interdisciplinario y abordaje contextualizado El turismo es un espacio temático complejo; para su estudio, esta condición de “complejidad” implica, en tanto desafío intelectual, el desarrollo de una capacidad de mirar el conjunto de manera integral (y no sus partes constitutivas aisladamente). “Todas las apariencias están continuamente intercambiándose: visualmente, todo es interdependiente. Mirar es someter el sentido de la vista a esta interdependencia. (...) Mirar es reconocer, entrar en un conjunto” (John Berger, Sobre la visibilidad, 1977). Esta manera de “mirar” el mundo está asociada a una visión sistémica de la realidad (enfoque holístico). La obra “Teoría general de los sistemas”, publicada por Ludwig Von Bertalanffy hacia 1930, representó una advertencia acerca del reduccionismo implícito en la fragmentación del conocimiento científico (enfoque merológico) y una proposición metodológica para su superación, aplicada inicialmente en el campo de las ciencias de la naturaleza y trasladada posteriormente al campo de las ciencias del hombre. Junto a esta visión sistémica de la realidad, a causa de su complejidad, el estudio del turismo requerirá simultáneamente de saberes diversos provistos por distintas disciplinas, tanto situadas en el campo de las ciencias naturales (geología, botánica y zoología, como ejemplos) como en el campo de las ciencias del hombre (a modo ilustrativo, economía, historia y antropología). Si cada disciplina vinculada, con su objeto de estudio, sus métodos y su lenguaje propios, será una fuente proveedora de 20 conocimientos necesarios para el estudio del ambiente y del turismo, podemos preliminarmente concluir la cualidad pluridisciplinaria (o multidisciplinaria) de nuestros espacios temáticos de interés. Sin embargo, resulta lícito advertir que la reunión de una serie de disciplinas diversas, si bien proveerá de una multiplicidad de miradas particulares, todas igualmente legítimas, no será capaz de producir una mirada general (“integradora”) de la complejidad mencionada. La mirada particular de cada ciencia es necesaria pero no suficiente para la comprensión de problemas complejos. La interdisciplinariedad es, junto a la visión sistémica arriba descripta, otro requerimiento para la construcción de saberes referidos al ambiente y el turismo. En otras palabras, la construcción de conocimientos sobre temas “complejos” exige pensamientos complejos y métodos de producción igualmente complejos. Asimismo, el estudio del turismo, percibidos como tema complejo, exigirá de su contextualización. La realidad observada está siempre situada en un espacio y un tiempo determinados. No es un fragmento aislado sino parte de una complejidad mayor. A modo de resumen, visión sistémica, interdisciplinariedad y contextualización, fundamentos para una epistemología del conocimiento sobre el turismo, si bien no asegurarán el hallazgo de una verdad absoluta, ayudarán a percibir el mundo de manera más acabada. Para concluir, a estas tres “racionalidades”, frente al desafío del estudio del turismo, deberemos integrarlas, en acuerdo con la expresión de Gilberto Gallopín (1993), a nuestra experiencia sensorial y emocional, como expresión plena de la razón y el corazón humanos (Gallopín, Gilberto C., 1993: “El futuro de nuestro planeta”, en Goin, F. Y Goñi, R. (compiladores), Elementos de política ambiental, Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, La Plata (pp. 29 - 36). Aportes de distintas disciplinas científicas para el estudio del turismo A modo de ejemplos, podemos proponer los aportes de distintas disciplinas para el estudio del turismo: 21 - economía (mercado turístico); - geografía (espacio turístico); - psicología (motivaciones y comportamientos turísticos individuales); - sociología (motivaciones y comportamientos turísticos colectivos); - antropología (relaciones entre cultura y turismo); - ecología (relaciones entre naturaleza y turismo). Douglas G. Pearce, investigador de la Universidad Victoria de Wellington (Nueva Zelanda), en su artículo “Orientaciones actuales y futuras en la investigación turística”, sin embargo manifiesta que dos problemas centrales atraviesan la realidad de la investigación científica en turismo: su atomización y la escasez de estudios multidisciplinarios e interdisciplinarios. Pearce, por una parte, en alusión al problema de la atomización de la investigación en turismo, considera que “a pesar de que han existido algunos avances para tratar de relacionar las nuevas investigaciones con las realizadas anteriormente, la mayoría de las mismas continúan sin estar suficientemente vinculadas entre sí, adoleciendo de una orientación adecuada sobre los aspectos básicos o fundamentadas en conceptos y métodos uniformes”. Por otra parte, en referencia al problema de la escasez de estudios multidisciplinarios e interdisciplinarios, el autor sostiene que si bien el turismo ha sido y es campo de atracción para investigadores de una amplia variedad de disciplinas (tales como economía, geografía, antropología, sociología, ciencia política, marketing, entre otras), “la mayor parte de los estudios han sido realizados de forma individual o a través de pequeños equipos de investigadores cuyas áreas específicas de competencia y recursos, a menudo limitados, los han conducido a centrarse en sectores determinados (por ejemplo, el transporte, el alojamiento o las atracciones), en determinadas partes del sistema turístico (generalmente mercados o destinos turísticos, aunque no en ambos simultáneamente y rara vez en las regiones en transición) así como en una determinada dimensión del turismo (por ejemplo, la demanda, la gestión, el impacto o la planificación del turismo). A pesar de que varios de estos diferentes elementos pueden ser estudiados conjuntamente, la realidad es que existe muy poca investigación sistemática que comprenda múltiples aspectos y dimensiones. Para un desarrollo satisfactorio del turismo a mediano y largo plazo, todas las partes del sistema turístico deberán funcionar con armonía. En este sentido, cuanto mayor sea la integración de la 22 investigación turística mayor será su contribución a la comprensión del turismo como un sistema global” (Pearce, D. 2003, pp. 91-92). Clare Gunn, a los problemas arriba planteados, agrega que, si agrupáramos las investigaciones en turismo de acuerdo a los conocimientos producidos, la mayoría de estudios han estado orientados a generar nuevos saberes descriptivos. La predicción, comprobación y modelación, como propósitos del investigador en turismo, son aspectos de un peso relativo débil en el contexto del universo de estudios en el campo mencionado. Regina Schluter, tomando como base los artículos publicados en le revista académica “Estudios y Perspectivas en Turismo”, a modo únicamente de tendencia, manifiesta la existencia de una marcada concentración hacia temas vinculados con el patrimonio natural y cultural en detrimento de otras temáticas posibles (Schluter, R., 2000). La Teoría General de los Sistemas y sus principios fundamentales La clave del aporte realizado por Von Bertalanffy está dada por el concepto de sistema y su uso como unidad compleja para el estudio de una realidad siempre compleja. Todo sistema es “un conjunto de elementos interactuantes orientado al cumplimiento de una finalidad” y regido por una serie de principios fundamentales, a saber: a. su condición de totalidad (el “todo” es superior a la suma de sus partes); b. su composición por elementos y relaciones; c. su comportamiento finalista (sus elementos constitutivos interactúan en pos de alcanzar un propósito determinado); d. su dinamismo (expresado a través de cambios cuantitativos y cualitativos); e. su historicidad (las huellas de sus condiciones pasadas están expresadas en sus condiciones actuales); f. su descomposición en subsistemas; g. sus relaciones de intercambio con otros sistemas (en un sentido de afectaciones mutuas). 23 En este punto cabe aclarar este principio únicamente válido para aquellos sistemas considerados “abiertos” -con intercambios de distinta índole con su entorno- ya que existen otros sistemas “cerrados” -sin intercambios de ninguna índole con su entorno-. La adopción de una visión sistémica de la realidad significa, por una parte, hallar el equilibrio necesario entre la generalidad y la especificidad; por otra, y especialmente, el desafío de construir la capacidad de percibir la maravilla y la riqueza de las interacciones, de re-integrar nuestro aprendizaje, nuestros conocimientos y nuestras acciones. 3. El sistema turístico El sistema turístico es el conjunto de elementos interactuantes orientados a satisfacer necesidades de uso del tiempo libre. Si bien existen diferentes modelos de sistemas turísticos constituidos por diferentes componentes, creemos particularmente importante señalar que no es asunto de menor significación aquellos elementos incluidos y aquellos elementos excluidos ya que, detrás de cada propuesta teórica está presente una posición ideológica respecto del turismo. A modo únicamente ilustrativo, incluir o excluir del sistema turístico a los residentes del destino visitado conlleva una serie de consecuencias de diversa índole en asuntos, por ejemplo, vinculados a la política y a la planificación sectorial. 24 Modelo de Sistema Turístico (visión sintética) atractivos cualquier objeto o acontecimiento capaz de generar demanda turística. visitantes sujetos desplazados fuera del lugar de residencia habitual voluntaria y temporariamente por motivos diversos (vacaciones, negocios, visitas a familiares y amigos, salud, asistencia a eventos especiales, etc.). servicios conjunto de facilidades orientadas a la satisfacción de las necesidades del turista (alojamiento, gastronomía, recreación, agencias de viajes, cruceros, alquiler de vehículos y asistencia al visitante). población local o comunidad anfitriona como conjunto de individuos residentes en el lugar visitado -de forma permanente o temporaria- afectados directa-indirectamente a la prestación de servicios generales para el turista. infraestructura conjunto de bienes y servicios generales actuantes como apoyatura del sistema turístico. superestructura conjunto de normas (políticas, leyes y planes) y organizaciones (gubernamentales y no gubernamentales) orientadas a armonizar la producción del sistema turístico. 25 Modelo de Sistema Turístico (visión ampliada) entorno político, económico, social, cultural, tecnológico, etc. área emisora de corrientes turísticas causas generadoras de demanda turística actores intervinientes para la demanda turística ¿ quiénes, cómo y por qué acceden ? ¿ quiénes, qué y por qué demandan ? medios afectados ¿ quiénes, qué y cómo deciden ? ¿ quiénes, cómo y por qué se benefician ? ¿ quiénes, cómo y por qué se perjudican ? visitantes ambiente natural-cultural atractivo población local ¿ quiénes, cómo y por qué acceden ? ¿ quiénes, qué y por qué ofrecen ? ¿ quiénes, qué y cómo deciden ? medios afectados ¿ quiénes, cómo y por qué se benefician ? ¿ quiénes, cómo y por qué se perjudican ? actores intervinientes para la oferta turística causas generadoras de oferta turística área receptora de corrientes turísticas entorno político, económico, social, cultural, tecnológico, etc. 26 Es importante agregar una breve reflexión acerca del concepto de “patrimonio” por su estrecha vinculación con los “atractivos turísticos”, componente fundamental del sistema turístico. El “patrimonio” es el conjunto de bienes heredados de generaciones pasadas (y prestados por generaciones futuras), sean naturales (bienes no creados por el hombre) o culturales (bienes creados por el hombre) y sean materiales (bienes tangibles) o inmateriales (bienes intangibles). En esta noción del patrimonio, su premisa “conjunto de bienes” alude a la idea de “objetos significativos” y, por consiguiente, incorpora al “valor” como concepto transversal para su definición. Cabe agregar, sin embargo, que esta valoración es siempre una apreciación relativa y diversa. Por una parte, la relatividad del valor está puesta en función del sujeto, el espacio y el tiempo. En función del “sujeto”, ya que podemos plantear la existencia de objetos significativos para las personas, las familias y las comunidades (patrimonio personal, familiar y comunitario, respectivamente). En función del “espacio”, objetos significativos para escalas diferentes (patrimonio local, provincial, regional, nacional y mundial). En función del “tiempo”, bienes valorados ayer, hoy y mañana (es decir, patrimonio pasado, presente y futuro). Por otra parte, la diversidad del valor está dada por la multiplicidad de significados diferentes asignados a un mismo objeto, tales como significados afectivos, económicos, espirituales, ecológicos, históricos, educativos, políticos, estéticos, éticos, humanitarios, simbólicos u otros valores posibles. A partir de esta argumentación y puestos a reflexionar acerca de su inclusión como insumo clave del producto turístico, el amplio universo del patrimonio será susceptible de una división en conjuntos menores constituidos por “recursos” y “atractivos”. En la línea conceptual de Lía Domínguez de Nakayama (1994), recursos serán aquellos bienes patrimoniales con “aptitud” (aptos) y “disponibilidad” (disponibles) y atractivos 27 serán aquellos recursos con capacidad de “atractividad”. Por lo tanto, una evaluación de la potencialidad de los bienes patrimoniales para su aprovechamiento turísticos estará asociada al uso de criterios de ponderación de su atractividad, su aptitud y su disponibilidad: como regla general, “a mayor atractividad, aptitud y disponibilidad, mayor potencialidad turística”. La importancia del entorno del sistema turístico El sistema turístico, dada su característica de “sistema abierto”, es afectado y simultáneamente, afecta, a su entorno (llamado, por algunos autores, “suprasistema”), constituido por factores de diversa índole (políticos, sociales, económicos, demográficos, tecnológicos, culturales, ecológicos, etc.). Estas influencias mutuas favorecen (generan oportunidades) o desfavorecen (generan amenazas) al sistema turístico. Cabe destacar, como aspecto particularmente importante, la condición del entorno como conjunto de factores “no controlables” por el sistema turístico. 4. El crecimiento y el desarrollo del sistema turístico El sistema turístico, por su carácter dinámico, experimenta cambios cuantitativos (llamados cambios de crecimiento) y cambios cualitativos (llamados cambios de desarrollo). El crecimiento es observable a través de la evolución de indicadores cuantitativos. A modo de ejemplo, una mayor (o menor) cantidad de visitantes es ilustrativa del crecimiento positivo (o negativo) del sistema turístico. El desarrollo es observable a través de la evolución de indicadores cualitativos. A modo de ejemplo, una nuevo perfil de visitantes para un destino turístico determinado es ilustrativo del desarrollo del sistema turístico. Si percibiéramos estos dos tipos de cambio desde un punto de vista positivo (y preliminar) podríamos concluir: crecimiento (más) cambio cuantitativo desarrollo (mejor) cambio cualitativo 28 Cabe señalar que no siempre el desarrollo es sinónimo de cambios cualitativos sostenibles en el tiempo. Como señal indicativa de esta afirmación, recordemos que la situación ambiental de nuestro planeta es consecuencia directa de la consolidación y la expansión de patrones de desarrollo y estilos de consumo de los recursos de la naturaleza insostenibles. 5. El desafío del desarrollo sostenible En 2004 la Organización Mundial del Turismo, ha formulado una definición “oficial” de desarrollo sostenible del turismo: “Las directrices para el desarrollo sostenible del turismo y las prácticas de gestión sostenible son aplicables a todas las formas de turismo en todos los tipos de destinos, incluidos el turismo de masas y los diversos segmentos turísticos. Los principios de sostenibilidad se refieren a los aspectos ambiental, económico y sociocultural del desarrollo turístico, habiéndose de establecer un equilibrio adecuado entre esas tres dimensiones para garantizar su sostenibilidad a largo plazo. Por lo tanto, el turismo sostenible debe: 1) dar un uso óptimo a los recursos ambientales que son un elemento fundamental del desarrollo turístico, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica; 2) respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas, conservar sus activos culturales arquitectónicos y vivo y sus valores tradicionales, y contribuir al entendimiento y a la tolerancia interculturales; 3) asegurar unas actividades económicas viables a largo plazo, que reporten a todos los agentes unos beneficios socioeconómicos bien distribuidos, entre los que se cuenten oportunidades de empleo estable y de obtención de ingresos y servicios sociales para las comunidades anfitrionas, y que contribuyan a la reducción de la pobreza. El desarrollo sostenible del turismo exige la participación informada de todos los agentes relevantes, así como un liderazgo político firme para lograr una colaboración amplia y establecer un consenso. El logro de un turismo sostenible es un proceso continuo y requiere un seguimiento constante de los impactos, para introducir las medidas preventivas o correctivas que resulten necesarias. El turismo sostenible debe reportar también un alto grado de satisfacción a los turistas y representar para ellos una experiencia significativa, que los 29 haga más conscientes de los problemas de la sostenibilidad y fomente en ellos unas prácticas turísticas sostenibles”. Según la Organización Mundial del Turismo, el desarrollo sostenible del turismo está fundado sobre tres pilares igualmente significativos: el pilar de la sostenibilidad económica; el pilar de la sostenibilidad sociocultural; el pilar de la sostenibilidad ambiental. Estos tres pilares, en la perspectiva de esta organización intergubernamental, serán el sostén de modelos de desarrollo turístico capaces de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la satisfacción de las generaciones futuras. Asimismo, en aquella clase habíamos destacado que “para quienes adherimos a este principio fundamental de la sostenibilidad, nuestro deber es contribuir activamente para la construcción de un turismo políticamente plural, socialmente solidario, económicamente rentable y equitativo, ecológicamente racional y culturalmente diverso. La promoción de modelos de desarrollo turístico sostenibles implica el desafío sectorial de la pluralidad política, la solidaridad social, la rentabilidad y la equidad económicas, la racionalidad ecológica y la diversidad cultural”. Hoy, el turismo, en tanto complejo de actividades basado en el aprovechamiento de recursos ambientales, es una alternativa válida para el uso y la conservación de la naturaleza y, por lo tanto, factor de sostenibilidad del desarrollo. Sin embargo, este escenario de oportunidades y desafíos requiere, por una parte, del diseño de políticas ambientales capaces de satisfacer las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer la satisfacción de las necesidades de las futuras; por otra (y especialmente), de la formación de profesionales con conocimientos sobre los aspectos territoriales y ambientales del turismo y la promoción de los valores de una ética de la responsabilidad individual, empresarial y social para el desarrollo turístico sostenible. 30 En el texto Agenda para planificadores locales: turismo sostenible y gestión municipal, de la Organización Mundial del Turismo, en su Capítulo I, “Turismo, sostenibilidad y comunidad local” (pp. 13 - 31), hallarán, por una parte, cierta caracterización acerca del turismo actual; por otra, en el contexto turístico descripto, el acento para la construcción de modelos turísticos sostenibles está puesto en el papel clave desempeñado por el Estado y por una participación ciudadana activa. 31 Actividades A) Acerca de los “visitantes” como componente del sistema turístico: gestionar, a través del uso de Internet, datos estadísticos referidos al volumen de la demanda turística correspondiente a Argentina y al mundo. B) Acerca de la “superestructura” como componente del sistema turístico: buscar, a través del uso de Internet, el texto de la Ley Nacional 25997/95 y mediante su lectura indicar cuáles son los principios rectores del turismo para nuestro país y describir las funciones establecidas para el Ministerio de Turismo de la Nación, el Consejo Interministerial de Facilitación Turística, el Consejo Federal de Turismo y el Instituto Nacional de Promoción Turística. 32 Lecturas Obligatorias ACERENZA, M. A., 1991: Administración del turismo, Volumen 1 (Conceptualización y Organización), México, Editorial Trillas (Capítulo 5, pp. 165 - 205). MOLINA, S., 1991: Conceptualización del Turismo, México, Editorial Limusa (pp. 36 41). Lecturas Recomendadas PEARCE, D. (2003), “Orientaciones actuales y futuras en la investigación turística”, en Investigación y Estrategias Turísticas, Enrique Ortega (coordinador), Madrid, Thomson Editores GUNN, C., (1994) “A perspective on the purpose and nature of tourism research methods”, en Travel, tourism and hospitality research. A handbook for managers and researchers, Ritchie, J.R. y Gouldner, Ch. R. (editores), Nueva York, John Wiley & Sons. ORTEGA, E. (coordinador), 2003: Investigación y estrategias turísticas, Madrid, Thomson Editores. SCHLUTER, R., 2000: Investigación en turismo y en hotelería, Buenos Aires, Centro de Investigaciones y Estudios Turísticos (CIET) (capítulo 2). Artículos sugeridos de los sitios de internet www.ciet.org.ar, www.conocitur.com y www.scielo.org.ar. 33 Unidad III El proceso de evolución histórica del turismo a escala mundial 1. La periodización del proceso de evolución histórica del turismo a escala mundial: el preturismo, el turismo y el posturismo. 2. Las preguntas orientativas para la diferenciación de las etapas históricas. 3. Breve referencia a la periodización de la evolución histórica del turismo en Argentina como correlato del turismo a escala mundial: turismo elitista, de transición, masivo-masificado y diversificado. 4. Pasado, presente y futuro del proceso de evolución histórica del turismo: el nuevo paradigma del “posturismo”. Turismo y transformación de las organizaciones: modelos “fordista” y “post-fordista” o “toyotista”. 5. Otras miradas acerca de la historia del turismo. Parque Nacional Los Glaciares (Provincia de Santa Cruz - Argentina) 1. La periodización del proceso de evolución hisórica del turismo a escala mundial En nuestra fundamentación epistemológica acerca del estudio del turismo mencionamos el abordaje contextualizado: el turismo, percibido como tema complejo, siempre exigirá de su contextualización. La realidad observada está siempre situada en un espacio y un tiempo determinados. No es un fragmento aislado sino parte de una complejidad mayor; además, entender el conjunto de problemas turísticos 34 contemporáneos deberá remitirnos al conocimiento de sus procesos históricos de conformación (el ayer) para, posteriormente, especular acerca de su devenir (el mañana). Cabe aquí una aclaración inicial: no será nuestra intención memorizar un sinnúmero de fechas y nombres sino que nuestro esfuerzo deberá orientarse a contextualizar el devenir histórico del turismo con las transformaciones del entorno político, socioeconómico y cultural. El texto de Sergio Molina, “El posturismo: de los centros turísticos industriales a las ludópolis” será la base bibliográfica para el tratamiento del proceso de evolución histórica del turismo a escala mundial. Con el propósito de facilitar su análisis, Sergio Molina propone las etapas mencionadas a continuación: a) pre-turismo; b) turismo industrial (temprano, maduro y posindustrial); c) posturismo. En líneas generales, podemos afirmar que, en el mundo, entre sus antecedentes remotos y la actualidad, el turismo ha sufrido transformaciones profundas: por una parte, desde el punto de vista cuantitativo, su carácter originariamente elitista (demanda reducida) ha devenido en su carácter actual de masividad (demanda ampliada); por otra, desde el punto de vista cualitativo, ha sido posible observar el cambio producido en sentidos diversos: nuevas motivaciones, nuevos atractivos, nuevos servicios, nuevas actividades, etc. 2. Las preguntas orientativas para la diferenciación de las etapas históricas A modo de recomendación, para poder diferenciar las características distintivas de cada una de las etapas mencionadas, resultará útil elaborar cuadros comparativos construidos sobre las siguientes preguntas orientativas: 35 ¿ quiénes viajan ?; ¿ cuáles son los medios de transporte predominantemente usados ?; ¿ cuál es la motivación principal de viaje ?; ¿ cuál es su duración ?; ¿ cuáles son los destinos de mayor interés ?; ¿ por qué razones son elegidos ?; ¿ qué sucede con las empresas y con la comercialización ?; ¿ cuál es el rol de la tecnología ?; ¿ quién ejerce el control del mercado ?. 3. Breve referencia a la periodización de la evolución histórica del turismo en Argentina como correlato del turismo a escala mundial Para el proceso de evolución histórica del turismo en nuestro país, recomiendo, para su comprensión como correlato del turismo a escala mundial, el criterio de periodización mencionado a continuación: a) turismo elitista; b) turismo de transición; c) turismo masivo-masificado; d) turismo diversificado. 4. Pasado, presente y futuro del proceso de evolución histórica del turismo En función de las apreciaciones hasta aquí realizadas, podemos afirmar que, en líneas generales, en Argentina y en el mundo, entre sus antecedentes remotos y la actualidad, el turismo ha sufrido transformaciones profundas: por una parte, desde el punto de vista cuantitativo, su carácter originariamente elitista (demanda reducida) ha devenido en su carácter actual de masividad (demanda ampliada); por otra, desde el punto de vista cualitativo, ha sido posible observar el cambio producido en sentidos 36 diversos: nuevas motivaciones, nuevos atractivos, nuevos servicios, nuevas actividades, etc. El nuevo paradigma del “posturismo” Ahora bien, puestos a pensar acerca de la caracterización del turismo actual y sus tendencias hacia el futuro, Sergio Molina visualiza la constitución del nuevo paradigma del “posturismo”. En este punto resulta necesario aclarar que, a priori, no juzgaremos al modelo de posturismo como mejor o peor respecto de las formas tradicionales del turismo, sino que intentaremos inicialmente explicar el contexto de su surgimiento y describir sus características principales. El advenimiento de una sociedad poscapitalista ha implicado la conformación de una fase del desarrollo turístico esencialmente nueva. Cabría preguntarse: ¿ cuáles son las características fundamentales del posturismo ? Una serie de ejes de comparación señalan diferencias profundas entre las formas tradicionales del turismo y el posturismo: áreas delimitadas para uso turístico (concentración de actividades en espacios reducidos y “seguros”); segmentación de demanda en función de sus estilos de vida; sujetos activos; sentido lúdico de las experiencias turísticas; mínimo o nulo contacto entre turistas y población local; tecnología como recurso clave para la comercialización, operación y administración del turismo; etc. A fines de enriquecer este análisis, y desde una perspectiva estrictamente personal, agregaría las siguientes características del escenario turístico actual: mayor poder de elección de la demanda; 37 nuevas tendencias en las motivaciones de viaje; diversificación de servicios turísticos; concentración económica; presencia de corporaciones transnacionales; fortalecimiento de organismos públicos sectoriales; expansión de oferta educativa. Creo, a título personal, otro aporte sumamente interesante para el estudio de este tema será consecuencia de la confrontación entre formas de organización empresarias ofrece la posibilidad de descubrir otras diferencias entre el pasado y el futuro turísticos. Turismo y transformación de las organizaciones: modelos “fordista” y “post-fordista” o “toyotista” El siglo XX ha sido testigo del proceso de transformación de las organizaciones, entre el modelo llamado “fordista” (si bien obvio, vale aclarar que el rótulo ha sido tomado de la empresa norteamericana Ford) y el modelo llamado post-fordista o “toyotista” (en este caso, rótulo derivado de la empresa japonesa Toyota). 38 A continuación, a modo comparativo, propondríamos: Organización Fordista Organización Posfordista o Toyotista orientación al producto orientación al cliente clientes y proveedores como componentes externos clientes y proveedores como componentes internos baja segmentación de la demanda alta segmentación de la demanda baja segmentación de la oferta alta segmentación de la oferta bienes y servicios masivos y estandarizados bienes y servicios selectivos y diferenciados trabajo hiperespecializado trabajo polifuncional en organizaciones no especializadas en organizaciones especializadas trabajo individual trabajo grupal trabajo rígido trabajo flexible baja-media inversión alta inversión de recursos económico-financieros de recursos económico-financieros baja-media dependencia de recursos tecnológicos alta dependencia de recursos tecnológicos baja-media dependencia alta dependencia del conocimiento y de la investigación del conocimiento y de la investigación eficacia eficiencia baja competitividad alta competitividad rentabilidad financiera rentabilidad integral rigidez organizacional flexibilidad organizacional ---------------------------------------------------------------------------------------------------------- 39 A modo de conclusión, el estudio de la evolución histórica del turismo en nuestro país y en el mundo, entre sus antecedentes remotos y la actualidad, debe contribuir a la construcción de una mirada “inteligente” de la realidad pasada, presente y futura: en primer lugar, el turismo no ha sido ni es ni será un fenómeno aislado del contexto de su desenvolvimiento sino que es siempre resultado del escenario histórico de su época; en segundo lugar, no existe posibilidad actual de proyección individual y colectiva hacia el futuro sin conocimiento de nuestro pasado; en tercer y último lugar, ante el reto del posturismo, seremos “inteligentes” si aprendemos de nuestras experiencias y asumimos nuestras fortalezas y debilidades. Vale aclarar que, como ya hemos dicho en el comentario inicial de esta clase, no es intención para la comprensión de este tema memorizar un sinnúmero de fechas y nombres sino contextualizar el devenir histórico del turismo con las transformaciones del entorno político, socioeconómico y cultural: distinguir los rasgos distintivos de cada período analizado; establecer similitudes y diferencias entre las diferentes etapas de su proceso de evolución; visualizar relaciones entre el desarrollo del turismo a escala mundial y a escala nacional. 5. Otras miradas acerca de la historia del turismo Por último, la lectura del texto de Miguel Ángel Acerenza aportará otra mirada para el tratamiento de la evolución histórica del turismo en el mundo. El autor aborda, inicialmente, aquellos viajes de las edades antigua y medieval considerados antecedentes del turismo; luego, el siglo XIX y los principales precursores del turismo moderno; finalmente, el siglo XX con la Primera y la Segunda Guerras Mundiales como hitos significativos para su periodización. 40 Actividades A través del uso de las fuentes disponibles, buscar información sobre tres (3) de las siete (7) personas y/u organizaciones mencionadas a continuación, elegidas por usted, representativas de alguna de las características propias de las etapas del proceso de evolución histórica del turismo: Thomas Cook César Ritz George Mortimer Pullman Automóvil Club Argentino Club Mediterranée Costa Cruceros Parques Temáticos de la Corporación Disney 41 Lecturas Obligatorias ACERENZA, M. A., 1991: Administración del turismo, Volumen 1 (Conceptualización y Organización), México, Editorial Trillas (Capítulo 2, pp. 53 - 85). MOLINA, S., 2000: El posturismo. De los centros turísticos a las ludópolis, México, Tesis Económica Profesionales (capítulos 1, 2 y 3, pp. 15 - 120). WALLINGRE, N., 2011: “Retrospectiva del desarrollo del turismo en la República Argentina, 1810-2010. Un repaso necesario”, en Revista Signos Universitarios, Número 46, Buenos Aires (pp. 109 - 149). Lecturas Recomendadas FERNANDEZ FUSTER, L., 1986: Teoría y técnica del turismo, Tomo II, Madrid, Editorial Alianza Universal (capítulo XXVI). SCHLÜTER, R., 2001: El turismo en Argentina. Del balneario al campo, Buenos Aires, Centro de Investigaciones y Estudios Turísticos (CIET). WALLINGRE, N., 2007: Historia del turismo argentino, Buenos Aires, Ediciones Turísticas. 42 Unidad IV Los impactos del turismo 1. Los impactos del turismo: dimensiones, calificaciones y sujetos calificadores. 2. Los impactos del turismo sobre la economía. 3. Los impactos del turismo sobre el individuo y la sociedad. 4. Los impactos del turismo sobre el ambiente natural y cultural. Pueblo Originario Guaraní (Región Litoral - Argentina) 1. Los impactos del turismo El turismo es generador de impactos sobre las diversas dimensiones de la realidad: por lo tanto, podemos señalar consecuencias del turismo de índole territorial, económicas, psicológicas, sociales, demográficas, culturales y ecológicas, entre otras. Esta percepción es “clave” para no reducir al turismo a una actividad con impactos de únicamente un tipo específico (generalmente, a modo ilustrativo, priorizar los efectos económicos sobre otros igualmente valiosos). A continuación, trabajaremos a modo introductorio, en el marco de esta asignatura, y de forma ilustrativa algunas de sus consecuencias, sin agotar, de ninguna manera, el tratamiento de esta cuestión. 43 2. Los efectos del turismo sobre la economía En una primera instancia, abordaremos los efectos económicos del turismo. En acuerdo con las opiniones de diferentes autores, el turismo es, por su propia naturaleza, factor de distribución de personas a través del espacio, y en consecuencia, factor de redistribución de dinero y empleos.A fines de organizar el tratamiento de los impactos económicos, tres ejes temáticos resultan particularmente significativos: sus efectos multiplicadores; el efecto “fuga”; sus impactos sobre la balanza de pagos. En referencia al primer eje, es sumamente importante la diferenciación establecida entre gastos primarios, secundarios y terciarios (llamados igualmente directos, indirectos e inducidos). Aquellos llamados “primarios” son realizados directamente en el sector (por ejemplo, pago de alojamiento), aquellos llamados “secundarios” son consecuencia indirecta del turismo porque serán realizados para la provisión del sector (las compras del establecimiento de alojamiento para la prestación de sus servicios); aquellos llamados “terciarios” son gastos inducidos, es decir, consecuencia última de aquellos gastos mencionados anteriormente (por ejemplo, el crecimiento de la producción de trigo por el mayor consumo de productos de panificación). En referencia al segundo eje, la “fuga” es una consecuencia particularmente importante para la economía de países dependientes. Esta consecuencia es denominada “fuga” porque, cuando cualquier país, o bien es fundamentalmente área emisiva de visitantes hacia otros países (sus residentes gastan ahorros producidos en su país en otros países) o bien es fuertemente dependiente de la importación de insumos para la prestación de servicios turísticos en su propio territorio (las divisas extranjeras egresan de su economía para ingresar a otras economías para el pago de los insumos mencionados). Por último, en referencia al tercer eje, la influencia del turismo en la balanza de pagos de los países es un aspecto, en mi opinión, especialmente significativo. En este punto, en virtud de las dificultades para su medición, la nueva cuenta satélite del turismo diseñada la Organización Mundial del Turismo ha sido propuesta como instrumento adecuado. 44 Aquí, dos cuestiones importantes: en una primera instancia, la balanza de pagos de un país es el resultado entre la comparación de las exportaciones y de las importaciones (su resultado será, de acuerdo a cada caso, positiva, si exportamos más e importamos menos y negativa, si exportamos menos e importamos más). Esta cuenta es susceptible de su aplicación únicamente al turismo (balanza de pagos turística) o de su aplicación a la actividad económica general (balanza de pagos). En una segunda instancia, llamamos “Cuenta Satélite del Turismo” al método ideado por la Organización Mundial del Turismo para una medición correcta y homogénea a escala global de procesos económicos sumamente complejos ya que, como mencionamos anteriormente, los gastos turísticos son primarios, secundarios y terciarios (directos, indirectos e inducidos) y su seguimiento es, desde el punto de vista del procedimiento, una tarea particularmente dificultosa. 3. Los efectos del turismo sobre el individuo y la sociedad Ahora, centraremos particularmente nuestra mirada sobre las consecuencias del turismo sobre el individuo y la sociedad; es decir, sobre aquellos cambios significativos operados sobre las comunidades locales receptoras de corrientes turísticas. Por una parte, el turismo es portador de una serie de efectos positivos: entre otras consecuencias significativas, podemos mencionar el uso creativo del tiempo libre y el enriquecimiento cultural de los individuos y el establecimiento de vínculos de amistad entre los pueblos. Por otra parte, a modo ilustrativo y como preocupaciones de los organismos sectoriales, podemos citar los siguientes ejemplos de impactos sociales negativos del turismo: trabajo infantil; explotación sexual de menores (“turismo sexual infantil”); aumento del índice de prostitución y de enfermedades de transmisión sexual en las comunidades receptoras; incremento del consumo de sustancias prohibidas entre los pobladores locales; crecimiento del número de delitos de diversa índole con efectos directos sobre la seguridad local; 45 transformación del comportamiento de consumo local; surgimiento de actitudes de resentimiento del poblador local ante la ostentación del turista; cambio de ritmo local de vida. En nuestro espacio virtual hallarán el Documento sobre el Programa “Turismo Responsable e Infancia” y el folleto sobre “Código de Conducta”, ambos producidos por el Ministerio de Turismo de la Nación. Recomiendo especialmente su lectura para profundizar la comprensión de las consecuencias negativas sobre el individuo y la sociedad de determinadas prácticas del turismo. 4. Los efectos del turismo sobre el ambiente El artículo de Hlace, 2005, pp. 41-42, “El turismo y la conservación del patrimonio cultural arquitectónico”, si bien está referido a bienes de valor arquitectónico, considero válido su aporte como referencia general acerca del tema mencionado, especialmente, para reflexionar sobre las cuestiones señaladas a continuación: la relación “circular” entre turismo y conservación del patrimonio (sea natural, sea cultural); el concepto de “solidaridad generacional”; las preguntas “clave” referidas a la conservación; la relación visualizada por la autora entre conservación del patrimonio y la “auto-estima comunitaria”. 46 Actividades Leer comprensivamiente los textos adjuntos y proponer una síntesis de las ideas principales aportadas por todos estos autores. El turismo y la conservación del patrimonio cultural arquitectónico” Fuente: Hlace, V., (2005), “El turismo y la conservación del patrimonio cultural arquitectónico”, en Creatividad y negocios en turismo y hotelería, II Jornadas de Reflexión Académica en Turismo y Hotelería, Buenos Aires, Universidad de Palermo, pág. 41 y 42. “La relación entre actividad turística y conservación del patrimonio cultural es directa. El turismo requiere de “atractivos” como su materia prima: el hombre, desde la antigüedad, ha mostrado su interés por conocer la producción cultural de otros pueblos. Simultáneamente, podemos afirmar que la conservación del patrimonio cultural hoy necesita de la actividad turística: el uso de determinados bienes como atractivos justifica el esfuerzo por su recuperación y significa una posibilidad concreta para su pervivencia. Podríamos comenzar haciendo un pequeño ejercicio mental: ¿Qué pasaría si un día nos levantáramos y todas nuestras pertenencias hubieran desaparecido? Todas: el dinero, las joyas, los muebles, las cartas, las fotografías, la casa. Todo. Seguramente diríamos que, por ejemplo, el dinero puede recuperarse, pero ¿qué pasaría con aquellas cosas verdaderamente nuestras, cargadas de vivencias personales? Aquel anillo regalo de mi abuela... Aquellas cartas que ya no podrán volver a ser escritas y aquellas fotografías que ya no podrán volverse a tomar... La casa donde transcurrieron aquellos momentos de nuestra vida… La pérdida de estos elementos es irrecuperable. Alguno pensará que, de todas maneras, seguirán vivas en nuestra memoria, pero... ¿qué ocurrirá cuando nuestra memoria ya no exista? Podríamos imaginar que, aunque con menor intensidad, nuestros recuerdos vivirán en la memoria de quienes nos sucedan. Sin embargo, visto está que la memoria generacional es limitada: recordamos con nitidez los dichos de nuestros padres, de manera más difusa los de nuestros abuelos y prácticamente no 47 recordamos los de nuestros bisabuelos. Ahora bien, volvamos a la idea inicial pero, en este caso, pensemos que nuestras pertenencias no desaparecieron sino que están al resguardo, en algún lugar, y que, dentro de algunos años, cuando ya la memoria generacional esté a punto de borrar nuestro recuerdo, sean halladas por alguien. Sin dudas, el descubrimiento despertaría una serie de preguntas acerca de los objetos hallados: ¿a quiénes habrían pertenecido?, ¿qué hacían?, ¿cómo pensaban...? De alguna manera, las respuestas a estas preguntas permitirían mantener vivo el recuerdo del pasado. A partir de estas reflexiones, podríamos entender el concepto de patrimonio, en un sentido amplio, como al conjunto de bienes heredados de las generaciones pasadas. En otras palabras, patrimonio es prácticamente todo aquello natural y cultural que, de manera tangible (material) e intangible (inmaterial), nos rodea. Incluso nosotros mismos. Ahora bien, si recortáramos este concepto amplio de patrimonio, podríamos definir al patrimonio cultural como aquel creado por el hombre, y al patrimonio cultural arquitectónico, como aquel constituido tanto por edificios monumentales y singulares, como por otros, modestos y sencillos, que caracterizan y dan identidad a los barrios y a la ciudad, siendo parte indisoluble del origen y de la memoria de su pueblo. Lo tangible, necesariamente, remite a lo intangible, como aspectos inseparables de los bienes patrimoniales culturales. Regresemos, una vez más, a nuestro ejercicio mental inicial y relacionémoslo con esta noción de patrimonio cultual arquitectónico: ninguna persona, de manera directa, podría recordar la construcción de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires. Más aún: es lícito suponer que nadie, ni siquiera indirectamente (es decir, a través del recuerdo de otros que lo precedieron), guarda la memoria de aquel acontecimiento. ¿Qué ocurriría, entonces, si este edificio hubiese desaparecido cien años atrás? Un documento escrito, una imagen, podría hablarnos de su existencia pasada. Pero, si no hubiese prueba alguna, memoria alguna que lo recordara, hubiese desaparecido completamente. Sencillamente, no hubiese existido. La Catedral, por suerte, está allí, invitándonos a entrar y recorrerla, estimulando nuestra curiosidad y ayudándonos a reconstruir sucesos no vividos por nosotros de los que, indudablemente, somos, en parte, resultado. Cabría plantear, sin embargo, nuevas preguntas: ¿cuánto patrimonio cultural arquitectónico ha desaparecido? Si existiese la posibilidad de recuperar parte de aquello perdido, ¿qué bienes rescataríamos? En otras palabras, ¿qué debemos conservar? ¿Todo patrimonio merece ser tenido en cuenta o sólo alguno debería obtener el beneficio de la conservación? En la historia 48 de la arquitectura y de las políticas de planificación del espacio urbano (particularmente en nuestro país), hubo quienes entendieron a la conservación como barrera para el progreso. En nombre de la “modernización”, sostuvieron (y actuaron en consecuencia) la conveniencia de reemplazar viejos edificios por otros nuevos, como signo de evolución social. Si bien algunos edificios sobrevivieron, resulta lícito preguntarse cuáles. ¿Aquellos que, a causa del abandono, llegaron hasta nuestros días? ¿O aquellos que sólo algunas personas valoraron como importantes y consideraron pertinente rescatar? Un objeto antiguo adquiere carácter como bien patrimonial sobre la base de la legitimación social. Nuestra reflexión podría continuar a través de otros interrogantes: ¿por qué conservar?, ¿quién debe conservar?, ¿para quién conservar?, ¿cómo conservar?, ¿dónde conservar?, ¿para qué conservar? Cada una de estas preguntas admite múltiples respuestas, en función de quién sea el actor involucrado y sus consiguientes intereses y lógicas de comportamiento particulares (gobiernos, empresarios, académicos, turistas y comunidad local). Más allá de las respuestas posibles a nuestros numerosos interrogantes, debemos ser conscientes de la importancia de la conservación: a) la gestión del patrimonio cultural no sólo debe implicar el registro de bienes sino, especialmente, la valoración, motivación y movilización de la comunidad; b) es necesario asumir una “solidaridad generacional”: la conservación debe ser pensada por sobre la utilización turística actual ya que, lo que hoy puede no generar interés en el visitante, puede generarlo en el futuro; c) debemos mirar integralmente los bienes patrimoniales: si bien los edificios son importantes, detrás (y por encima) de una construcción están las personas y la significación que encierra para la comunidad que lo generó. La actividad turística es capaz de provocar efectos positivos, permitiendo y estimulando el interés de los residentes por su propia cultura, por sus tradiciones, costumbres y patrimonio histórico, ya que los elementos culturales con valor para los turistas se recuperan y valoran de manera que puedan formar parte de la experiencia turística. Esa recuperación y puesta en valor del patrimonio provoca en los residentes un mayor afianzamiento de su identidad y, por consiguiente, ayuda a la conformación de una mayor autoestima. La autoestima es la imagen que cada uno tiene y se forma de sí mismo, influyendo decisivamente en la manera de encarar la vida. Una comunidad con autoestima favorable es también la que posee mayor confianza y mayor autonomía.” 49 Programa “Turismo Responsable e Infancia” Fuente: Ministerio de Turismo de la Nación ([email protected]) El Programa “Turismo Responsable e Infancia” tiene por objetivo la implementación de acciones que protejan y promuevan los Derechos de Niños y Adolescentes en el ámbito del Turismo, y la prevención para que el Sector Turístico no se involucre directa o indirectamente en situaciones de vulneración de los Derechos de Infancia -en general- y de Explotación de niñas, niños y adolescentes -laboral o sexual- o de trata en particular. Asimismo, a través de la concientización del sector turístico -público y privado-, de las comunidades turísticas y de los turistas, el programa busca promover un turismo sustentable y responsable que asuma el compromiso de la Protección de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes. Desde el Programa Turismo Responsable e Infancia se incentivan acciones de responsabilidad social del sector turístico, de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y, a través ello, la Prevención de la Explotación Sexual Comercial, la Explotación Laboral y la Trata de Niñas, Niños y Adolescentes para ambos fines. La Responsabilidad Social se define como la filosofía que nace de la redefinición de roles asumidos por el Estado, la empresa, los profesionales del sector y la sociedad civil (turistas y habitantes de los destinos turísticos). Es por ello, y a través de acciones de sensibilización, que se promueve la adopción de una nueva visión y comprensión del quehacer en la sociedad de los diferentes actores, se promueve la reflexión sobre las consecuencias positivas y negativas que sus decisiones y acciones pueden causar sobre su entorno físico y social -por acción u omisión-. La vulneración de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en Viajes y Turismo genera una debilitación del destino turístico y dificulta su desarrollo sostenible, provocando un deterioro socio- cultural y deteriorando la imagen del destino y del sector turístico. La Industria del Turismo no es necesariamente responsable de la Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes (ESCNNA), pero sí pueden existir algunos proveedores inescrupulosos de servicios turísticos que lo sean. Por ello, la industria del turismo trabaja activamente para impedir cualquier tipo de 50 vínculo o participación en la explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes (ESCNNA). Es por esto que desde el año 2003, y de acuerdo a la política nacional de infancia, el MINTUR aborda el tratamiento de estos temas, a través de acciones tanto a nivel nacional como internacional, para así definir de la manera más optima las herramientas que permitan asumir compromisos con el sector turístico y la sociedad. A nivel internacional, el MINTUR en su carácter de Administración Nacional de Turismo miembro de la OMT (Organización Mundial del Turismo), participa de dos reuniones anuales del Grupo de Acción para la prevención de la Explotación de Niñas, Niños y Adolescentes en viajes y turismo, que se realizan durante la Feria Internacional de Turismo de Berlín (Marzo) y de Londres (Noviembre), durante las cuales presenta sus informes. Cabe destacar que el término Turismo Sexual Infantil, como una de las formas de explotación sexual (Estocolmo 2006), nació en referencia a una situación dada en el Sudeste asiático, donde se comercializaba abiertamente programas turístico cuyo atractivo primordial era el mantener sexo con niñas y jóvenes, desde entonces es utilizadas por distintos organismos de infancia. El abordaje de esta temática desde la OMT y la evolución de la problemática global de la trata con fines de explotación tanto sexual como laboral, ha llevado que las campañas de este organismo internacional de las Naciones Unidas haya lanzado, a principios del corriente año, su campaña con el mensaje de: “Protejamos a los Niños de la Explotación en Viajes y Turismo” (Considerando niños a todo ser humano menor de 18 años). Actualmente por consenso de distintas Administraciones Nacionales de Turismo, se sostiene que se debe hablar de “explotación sexual de niñas y adolescentes en el ámbito de viajes y turismo”, porque se puede acceder a una situación de explotación sexual infanto-juvenil en el destino de forma no premeditada, no habiendo sido necesariamente este el motivo del viaje. La Argentina no ha sido internacionalmente catalogada como destino elegido para cometer este delito, pero corre el mismo riesgo que cualquier otro lugar del mundo, por eso se trabaja en acciones de prevención. El rol de las Administraciones Nacionales de Turismo es desarrollar acciones que inviten a todos los actores de la actividad turística a actuar responsablemente y con 51 conocimiento de las leyes vigentes en el país. Desde este aspecto adhiere a todas las campañas del Estado Nacional sobre este tema. A nivel regional, desde el año 2005 el Ministerio de Turismo de la Nación participa activamente como miembro del Comité Ejecutivo del Grupo Regional Acción para la Prevención de la ESCNNA en Viajes y Turismo- en Reuniones periódicas de técnicos y Ministros de Turismo, con el fin de para acordar acciones coordinadas. El 19 de Agosto del año 2008, el Ministerio de Turismo firmó su adhesión a The Code, a través del Código de Conducta Nacional para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en Viajes y Turismo – Prevención de la Explotación Sexual, Laboral y la Trata para ambos fines, el cual servirá de ejemplo a los distintos actores de la actividad turística para asumir desde la responsabilidad social el compromiso de generar las acciones necesarias para cumplir los criterios de actuación. El Código de Conducta es una herramienta eficaz, que permite establecer acciones eficientes para el abordaje de los compromisos que se asumen al asociarse a The Code, las cuales implican un plan de acción y cumplimiento de seis criterios básicos. El Ministerio de Turismo de la Nación Argentina fue el primer caso a nivel mundial de adhesión a The Code por parte de un organismo estatal de turismo. 52 Lecturas Obligatorias ACERENZA, M. A., 1991: Administración del turismo, Volumen 1 (Conceptualización y Organización), México, Editorial Trillas (Capítulo 3, pp. 87 - 131). ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL TURISMO, 1998: Introducción al Turismo, Madrid, O.M.T. (Unidad 11, pp. 215 - 227, Unidad 12, pp. 229 - 240 y Unidad 13, pp. 241 - 256). Lecturas Recomendadas Artículos sugeridos de los sitios de internet www.ciet.org.ar, www.conocitur.com y www.scielo.org.ar. HLACE, V. (2005) “El turismo y la conservación del patrimonio cultural arquitectónico”, en Creatividad y negocios en turismo y hotelería, II Jornadas de Reflexión Académica en Turismo y Hotelería, Buenos Aires, Universidad de Palermo, Febrero. 53 Unidad V Las profesiones turísticas 1. La formación profesional en turismo: la actitud de servicio como valor esencial para el desempeño laboral en las actividades humanas relacionadas a la hospitalidad. 2. Modelos de enseñanza y aprendizaje terciaria y universitaria de las carreras de formación turística. 3. Perfiles profesionales: incumbencias y ámbitos de desempeño laboral. 4. Ética de las profesiones turísticas. Parque Nacional Iguazú (Provincia de Misiones - Argentina) 1. La formación profesional en turismo El turismo es un fenómeno complejo transversal a las distintas dimensiones de la realidad. Por una parte, la complejidad del turismo está dada por su naturaleza compleja, sus causas y sus efectos complejos, su estudio científico complejo y su enseñanza compleja. Por otra parte, el turismo atraviesa la realidad en sus dimensiones política, territorial, legal, económica, psicológica, social, cultural y ecológica. Por lo tanto, esta serie de “complejidades” y esta transversalidad sobre la realidad exigen para su desenvolvimiento integral una serie de profesiones diversas vinculadas al turismo en particular y a la hospitalidad en general. Entre otras, la Tecnicatura para la prestación de Servicios de Guiado, Coordinación y Animación Turística es una carrera dirigida a la formación de personas orientadas al contacto directo con los visitantes y representa uno de los factores “clave” para el logro de experiencias vivenciales satisfactorias. En 54 función de estas razones, en esta unidad abordaremos los aspectos introductorios de esta formación. La actitud de servicio como valor esencial para el desempeño laboral en las actividades humanas relacionadas con la hospitalidad De acuerdo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (2012), la palabra servir significa “estar sujeto a alguien por cualquier motivo haciendo lo que él quiere o dispone”. Sin embargo, es necesario aclarar la diferencia entre los conceptos de “servicio” y de “servilismo”. El servicio es una actitud de vida; es ofrecer para facilitar el cumplimiento de procesos, la resolución de necesidades o la satisfacción de una expectativa de otra persona en el contexto y dentro de los límites de nuestras funciones profesionales, de modo que tanto quien da como quien recibe puedan sentirse agradados. Servir supone una franca actitud de colaboración hacia los demás. La actitud de servicio, como valor, está íntimamente relacionada con la solidaridad: contribuir desinteresadamente a la construcción de la historia de nuestro prójimo. Servir es, entonces, darse de corazón, con buen humor y comprensión, dignificando la propia vida y la de quienes se benefician de nuestros servicios. En palabras de Gabriela Mistral: “Sé el que aparta la piedra del camino, el odio entre los corazones y las dificultades del problema”. La probidad, el respeto y la equidad son la base para la actitud de servicio. Numerosas investigaciones señalan que los clientes evalúan la actitud de servicio la miden con los compromisos adquiridos previamente. La actitud de servicio es un poderosísimo valor agregado que, tanto a las personas como a las organizaciones, permite diferenciarse profundamente de aquellos que, contradicen sus palabras con sus actos. 55 2. Modelos de enseñanza y aprendizaje terciaria y universitaria de las carreras de formación turística Hoy, transcurrido más de medio siglo de la apertura de espacios educativos dedicados al turismo, fenómeno esencialmente complejo, numerosas instituciones de nuestro país y del exterior, ofrecen carreras terciarias y universitarias (de pre-grado, de grado y de post-grado), bajo las modalidades presenciales y a distancia, con la consiguiente diversidad de formaciones y titulaciones finales. Este proceso de crecimiento y de diversificación de la oferta educativa, por una parte, ha sido acompañado por una evolución sectorial caracterizada por rasgos similares: el escenario turístico de la actualidad está conformado por una numerosa cantidad de organizaciones pequeñas, medianas y grandes (entre micro-emprendimientos personales y familiares y cadenas transnacionales) dedicada a una creciente multiplicidad de servicios vinculados a la “hospitalidad”, con una marcada tendencia a la especialización. Por otra parte, en los albores de este siglo, si bien hace unos años la paridad cambiaria favoreció sensiblemente la consolidación de la actividad, un país no es elegido como destino turístico sólo por una razón de precios convenientes: sus bienes patrimoniales (tanto naturales como culturales), la infraestructura, los servicios y la comunidad anfitriona, son factores “clave” para su viabilidad. Sobre la base de esta premisa fundamental, los gobiernos en sus diferentes esferas jurisdiccionales (la nación, las provincias y los municipios) han incorporado una percepción progresiva acerca de la importancia del turismo como instrumento alternativo o complementario para el desarrollo socioeconómico de sus territorios bajo principios de sostenibilidad: una muestra de esta valoración es la creación de una serie de condiciones políticamente inéditas para el sector, a través de la sanción de la Ley Nacional 25.997, la formulación del Plan Federal Estratégico de Turismo Sustentable y la elevación del sector a rango ministerial en la organización del estado nacional. Sergio Molina, en otra dirección igualmente válida, agrega a este cuadro de complejidades un aspecto particularmente significativo: “La concepción que se tenga del hombre condicionará la definición del marco filosófico de una institución educativa y de una carrera en particular. De este marco se derivará un conjunto de objetivos, los que darán forma a una determinada estructura que favorecerá el desarrollo de una 56 variedad de funciones, previstas para preparar a diversos grupos de futuros profesionales. Estos serán el resultado de toda una forma de apreciar al mundo y actuarán de acuerdo con los principios, valores y actitudes que les fueron inculcados en la institución que los formó e informó. La formación de un profesional se puede promover bajo una gran visión transformadora, en la cual el hombre asume una posición de constante búsqueda que concrete sus posibilidades de ser y de crear, de perfeccionar la naturaleza para acondicionarla a sus más caros propósitos: su autorrealización. En ese sentido, la educación se concibe como un proceso dinámico de formación del ser humano para que asimile problemas, situaciones y condiciones con objeto de promover cambios” (Molina, 2002, p. 5). 3. Perfiles profesionales y ámbitos de inserción laboral de Guías y Licenciados/as en turismo En función del título intermedio y del título final de la carrera, hemos establecido como eje orientador del diseño del plan do formación curricular los perfiles profesionales y ámbitos de inserción laboral mencionados a continuación: Perfil Profesional del Guía de Turismo El egresado como Guía de Turismo estará capacitado para la prestación de servicios de orientación, información y asistencia al visitante, de acuerdo a sus características e intereses personales, tanto en materia de atractivos como de servicios turísticos, infraestructura y superestructura, de nuestro país y del exterior, con la finalidad de contribuir al uso eficiente del tiempo libre y los recursos disponibles y de facilitar el conocimiento y la interpretación del patrimonio natural y cultural del sitio visitado, a través del desarrollo de las actividades siguientes: - recopilación, producción y comunicación de información turística; - programación de visitas de interés recreativo y turístico; - gestión de ingresos y egresos de pasajeros de estaciones terminales de transporte, establecimientos de alojamiento, áreas naturales y culturales de uso recreativo y turístico, etc.; - reconfirmación de servicios turísticos; 57 - intervención en operaciones de reserva y venta de servicios turísticos opcionales, - orientación en formalidades migratorias, aduaneras y sanitarias; - organización y conducción de actividades recreativas; - coordinación de acontecimientos programados y eventos especiales; - interpretación del patrimonio natural y cultural; - información sobre normas de comportamiento y de seguridad en sitios de interés recreativo y turístico; - información de interés general para el visitante (cambio de moneda, compra de productos locales, comunicaciones, etc.); - asistencia primaria al visitante ante cuestiones problemas de seguridad y salud; - relevamiento, ordenamiento y valoración del patrimonio natural y cultural para uso turístico; - asistencia para la formulación de planes, programas y proyectos de desarrollo recreativo y turístico. Perfil Profesional del Licenciado en Turismo El egresado como Licenciado en Turismo estará capacitado para el ejercicio de funciones técnicas constitutivas de la gestión comercial, operativa y administrativa de emprendimientos turísticos públicos y privados, a través del desarrollo de las actividades siguientes: - dirección técnica integral de agencias de viajes (Ley Nacional 18.829/70, Decreto Reglamentario 2.182/72 y Disposiciones de la Secretaria de Turismo de la Nación); - investigación de mercados y desarrollo, selección de canales de distribución y promoción de productos turísticos; - información y asesoramiento al viajero sobre atractivos y servicios turísticos; - orientación en formalidades migratorias, aduaneras y sanitarias; - organización, programación y coordinación de viajes; - negociación y formalización de contratos con proveedores de servicios turísticos; - cotización, reserva y emisión de órdenes de prestación de servicios turísticos; - facturación de servicios turísticos; 58 - organización y programación de acontecimientos programados y eventos especiales; - relevamiento, ordenamiento y valoración del patrimonio natural y cultural para uso turístico; - integración de recursos naturales-culturales, humanos, económicos, financieros y tecnológicos para su aprovechamiento turístico; - asesoramiento técnico para la formulación de proyectos, programas y planes de desarrollo turístico. Ámbitos de inserción laboral del Guía de Turismo y del Licenciado en Turismo Los ámbitos de inserción laboral de los egresados como Guías de Turismo y como Licenciados serán organizaciones públicas y privadas sectoriales, tales como aquellas mencionadas a continuación: - organismos oficiales de turismo; - agencias de viajes; - áreas de turismo de obras sociales; - empresas prestadoras de servicios de transporte aéreo, acuático y terrestre; - establecimientos prestadores de servicios de alojamiento hotelero-extrahotelero y otros servicios complementarios (gastronomía, recreación, etc.); - cruceros; - empresas prestadoras de servicios de asistencia al viajero; - empresas rentadoras de vehículos; - áreas naturales y culturales de uso recreativo y turístico; - asesorías-consultorías turísticas; - asociaciones sectoriales. Dada la trascendencia de los valores presentes en las experiencias turísticas, en tanto actitudes de los actores humanos intervinientes, la Organización Mundial del Turismo (órgano intergubernamental de la familia de la Organización de las Naciones Unidas constituida por representantes de los gobiernos de los países miembro), consideró 59 conveniente la elaboración del “Código Ético Mundial de Turismo”, con una serie de recomendaciones dirigidas a cada una de las partes constitutivas del sector. A continuación, como lectura de interés, adjunto aquellos párrafos de dicha norma dedicados a las obligaciones generales de los agentes profesionales de desarrollo turístico). Código Ético Mundial de Turismo (Organización Mundial del Turismo, O.M.T., Santiago de Chile, 1999) Obligaciones de los agentes del desarrollo turístico 1. Los agentes profesionales del turismo tienen obligación de facilitar a los turistas una información objetiva y veraz sobre los lugares de destino y sobre las condiciones de viaje, recepción y estancia. Además, asegurarán la absoluta transparencia de las cláusulas de los contratos que propongan a sus clientes, tanto en lo relativo a la naturaleza, al precio y a la calidad de las prestaciones que se comprometen a facilitar como a las compensaciones financieras que les incumban en caso de ruptura unilateral de dichos contratos por su parte. 2. En lo que de ellos dependa, y en cooperación con las autoridades públicas, los profesionales del turismo velarán por la seguridad, la prevención de accidentes, la protección sanitaria y la higiene alimentaria de quienes recurran a sus servicios. Se preocuparán por la existencia de sistemas de seguros y de asistencia adecuados. Asimismo, asumirán la obligación de rendir cuentas, conforme a las modalidades que dispongan las reglamentaciones nacionales y, cuando corresponda, la de abonar una indemnización equitativa en caso de incumplimiento de sus obligaciones contractuales. 3. En cuanto de ellos dependa, los profesionales del turismo contribuirán al pleno desarrollo cultural y espiritual de los turistas y permitirán el ejercicio de sus prácticas religiosas durante los desplazamientos. 4. En coordinación con los profesionales interesados y sus asociaciones, las autoridades públicas de los Estados de origen y de los países de destino velarán por el establecimiento de los mecanismos necesarios para la repatriación de los turistas en caso de incumplimiento de las empresas organizadoras de sus viajes. 60 5. Los Gobiernos tienen el derecho –y el deber–, especialmente en casos de crisis, de informar a sus ciudadanos de las condiciones difíciles, o incluso de los peligros con los que puedan encontrarse con ocasión de sus desplazamientos al extranjero. Sin embargo, les incumbe facilitar esas informaciones sin perjudicar de forma injustificada ni exagerada el sector turístico de los países receptores y los intereses de sus propios operadores. El contenido de las advertencias eventuales habrá, por tanto, de discutirse previamente con las autoridades de los países de destino y con los profesionales interesados. Las recomendaciones que se formulen guardarán estricta proporción con la gravedad de las situaciones reales y se limitarán a las zonas geográficas donde se haya comprobado la situación de inseguridad. Esas recomendaciones se atenuarán o anularán en cuanto lo permita la vuelta a la normalidad. 6. La prensa, y en particular la prensa especializada en turismo, y los demás medios de comunicación, incluidos los modernos medios de comunicación electrónica, difundirán una información veraz y equilibrada sobre los acontecimientos y las situaciones que puedan influir en la frecuentación turística. Asimismo, tendrán el cometido de facilitar indicaciones precisas y fiables a los consumidores de servicios turísticos. Para ese fin, se desarrollarán y se emplearán las nuevas tecnologías de comunicación y comercio electrónico que, al igual que la prensa y los demás medios de comunicación, no habrán de facilitar en modo alguno el turismo sexual. 61 Actividades Reflexionar acerca de aquellas actividades del Guía de Turismo y del Licenciado/a en Turismo y sobre los ámbitos de inserción laboral futura de mayor interés personal. 62 Lecturas Obligatorias Plan de Estudios de la Carrera de Licencatura en Turismo con titulación intermedia de Guía de Turismo, Escuela de Economía y Negocios y Escuela de Humanidades, Universidad Nacional de San Martín. CABO NADAL, M., 2004: Asistencia y guía de grupos, Madrid, Thomson Editores y Paraninfo (pp. 89 - 138). HLACE, V., 2006: “La complejidad y el desafío de la formación superior en turismo. Cambio y estabilidad como valores”, en Formación Universitaria y Ejercicio Profesional en Turismo y Hotelería (pp. 48-51), IV Jornadas de Reflexión Académica, Escuela de Turismo y Hotelería, Universidad de Palermo, Ciudad de Buenos Aires, Febrero). MOLINA, S., 1991: Conceptualización del Turismo, México, Editorial Limusa (Prólogo). Lecturas Recomendadas GUITELMAN, J., s/f: Turismo. Hospitalidad y encuentro con el otro, Comisión de Investigaciones Científicas, Gobierno de la Provincia de Buenos Aires (Introducción, pp. 7 - 20). 63 Textos Seleccionados Viajar nos revela una parte del alma que aún no conocíamos por Joan Nogué Casi todos amamos salir de los espacios vividos a diario para llegar a otros desconocidos. En esos terrenos de inauguración, los descubrimientos y las magias son siempre posibles. A veces parece como si determinados lugares tuvieran una magia especial, porque en ellos —y sólo en ellos— hemos sido capaces de develar nuestros secretos más profundos, nuestros sentimientos más escondidos. Hemos vivido en ellos experiencias extraordinarias que nunca hubiéramos experimentado en nuestros espacios de vida cotidiana, hasta tal punto que, con el paso del tiempo y la lejanía física, llegamos incluso a dudar si se dieron en la realidad, o si fuimos nosotros sus verdaderos protagonistas y no otra persona. Y han sido, además, experiencias momentáneas, intensas pero breves, tanto que a menudo nos vienen a la memoria como si fueran un sueño; una ilusión que, al cabo de los años, queda reducida a una imagen, a una coreografía plástica llena de sensaciones que querríamos saborear hasta el último detalle y que, sin embargo, somos incapaces de retener en su totalidad y riqueza de matices. Así es y así lo vivimos, aunque no sepamos muy bien qué es lo que ha sucedido ni por qué. ¿Es el viaje lo que nos induce a ello, es decir el hecho de salir —de huir— 64 de los espacios vividos a diario para llegar a otros desconocidos, donde la sorpresa y el asombro todavía son posibles? ¿Actuamos realmente de otra forma cuando dejamos de sentirnos condicionados por aquellos espacios cotidianos que marcan nuestras coordenadas espaciotemporales de manera tozuda e implacable? ¿O es, simplemente, la influencia del genius loci, del sentido del lugar, que tantos ríos de tinta ha dejado correr a lo largo de la historia? No hay duda de que el viaje, per se, tiene un atractivo especial y transpira aún una cierta aureola mítico-legendaria. Viajar es, en esencia, moverse hacia un espacio desconocido. No se concibe el viaje hacia lo conocido, hacia el espacio donde consumimos nuestra cotidianeidad. Podemos movernos en ese espacio, pero se tratará de un simple acto de movilidad funcional. Será un moverse sin sorpresa, a menos que no recreemos artificialmente lo imprevisto, lo insospechado. Viajamos cuando paisajes cotidianos, cargados de símbolos culturales que recuerdan la pertenencia a un espacio y a un tiempo concretos, se sustituyen súbitamente por otros paisajes, en los que nos sorprenderán el clima, la vegetación, el color, la luz, los olores, los sonidos. Traspasar los límites del espacio conocido no es un acto corriente. Lo corriente es moverse en un espacio cargado de lugares familiares, de símbolos culturales plasmados en el paisaje. Se trata, de hecho, del dualismo ancestral entre espacio cotidiano y no cotidiano, entre espacio conocido y desconocido, entre espacio utilizado y no utilizado. El viaje es en verdad viaje —esto es, unvi(r)aje existencial— cuando se convierte en algo gratuito, libre, no necesariamente asociado a una finalidad concreta. Es la movilidad entendida como fuente de libertad y de transgresión, como acto de rebeldía fugaz y efímero contra los constreñimientos de la cotidianeidad. Quizá por ello Antonio Tabucchi, fascinado por los libros de viaje, les otorga el don de ofrecer un más allá plausible a nuestro aquí difícilmente llevadero. 65 El simple hecho de viajar nos incita, nos provoca, interroga a nuestro ser más insondable y, por ello mismo, nos predispone a mirar y a vivir los nuevos lugares de otra manera. Pero estos lugares no son todos iguales, ni los seres humanos los viven de la misma forma. Los lugares no pueden ser considerados como simples localizaciones ni amorfos nodos o puntos estructuradores de un espacio geográfico que demasiado a menudo se concibe, a su vez, como un espacio casi geométrico, topológico. El espacio geográfico es, en esencia, un espacio existencial y, en él, los lugares son porciones del mismo imbuidas de significados, de emociones, de sentimientos. Su materialidad tangible está teñida, bañada de elementos inmateriales e intangibles que convierten cada lugar en algo único e intransferible, lo que da como resultado un particular genius loci, esperit du lieu o, si se quiere, sentido del lugar. Por eso, más allá de nuestra propia predisposición y estado de ánimo, nos evocan sensaciones distintas y nos incitan la imaginación en mayor o menor medida y de múltiples maneras. Hay lugares que nos desnudan más —o más rápidamente— que otros y en ellos nos vemos capaces, sin saber muy bien por qué, de sacar a flote sentimientos y formas de interacción personal que apenas manifestamos en nuestros entornos cotidianos. Para producir estas emociones, para desarmarnos y sacar a la luz interioridades bien guardadas y apenas visibles en nuestros espacios de vida habituales, dichos lugares no tienen por qué ser especialmente significativos desde un punto de vista simbólico o cultural, ni precisan de prestigio histórico alguno. Pueden poseerlo y ello, como la contemplación de un paisaje espectacular, contribuye sin duda a despertar en nosotros intensas emociones. Pero a veces son los lugares radicalmente opuestos a los descritos los que nos perturban y activan nuestra sensibilidad, como afirma el experto Jordi Balló en relación con el uso que el cine hace de los mismos. 66 En efecto, la frialdad solitaria de una planta de extracción de petróleo perdida en la inmensidad de un mar cualquiera es usada por Isabel Coixet en su película "La vida secreta de las palabras" como el lugar idóneo para la revelación de los secretos ocultos de sus personajes. Y en la película "Perdidos en Tokio", de Sofia Coppola, Bob Harris (Bill Murray) y Charlotte (Scarlett Johansson) establecen una peculiar amistad, que les lleva a descubrir una nueva manera de ver la vida, en un hotel de una cadena internacional anodina e impersonal, perdidos en una gran megalópolis contemporánea. ¿Será cierto que "el paisaje, como el clima, es algo interior, de tal manera que el gris no tiene por qué ser melancólico ni el rojo alegre", como dijo Theo Angelopoulos en el estreno de su última película, "Eleni"? El cine —el buen cine— plantea de manera eficaz esta especial relación entre el individuo y el lugar con la ayuda inestimable de la imagen, a pesar de que ésta no es imprescindible para transmitir a un tercero las sensaciones que los lugares nos generan. Sin la imagen, y solamente a través de las palabras, Yi-Fu Tuan, geógrafo y ensayista norteamericano de origen chino de una vasta cultura humanista y particular sensibilidad, se ha acercado como nadie a la esencia de las complejas relaciones del ser humano con los lugares, con todo tipo de lugares, incidiendo en cómo éstos imbuyen de significado al espacio geográfico, cómo se genera el sentido del lugar y cómo se explican los inesperados comportamientos que mantenemos con ellos. Tuan nos indicó el camino a seguir para explorar las experiencias íntimas del lugar, de todos los lugares, pero no nos advirtió cuánta magia nos podía ocurrir en el intento. 67 Turismo y conservación, identidad y autoestima comunitaria (fragmento) Norberto Fortunato En Reflexión Académica en Diseño y Comunicación, XVI Jornadas de Reflexión Académica en Diseño y Comunicación, Facultad de Diseño y Comunicación, Universidad de Palermo, pp. 166 - 170, Buenos Aires. “La recuperación y puesta en valor del patrimonio cultural tangible e intangible es una contribución al afianzamiento de la identidad local y a la conformación de una mayor autoestima comunitaria. Una imagen colectiva favorable influirá decisivamente en la manera de encarar la vida. Una comunidad con su autoestima fortalecida será poseedora de una mayor confianza y una mayor autonomía para construir su propio desarrollo” Verónica Hlace (1) Introducción Casi un siglo atrás, Francisco Pascasio Moreno, visionario y precursor de la conservación del patrimonio natural y cultural de nuestro país, en su carácter de legislador nacional, presentaba su proyecto de “Parques y Jardines Nacionales”. Esta propuesta legislativa, formulada el 28 de septiembre de 1912, instaba al Poder Ejecutivo Nacional a proteger, en cada uno de los puntos de las provincias y territorios de nuestro país, aquellos “monumentos naturales” y “vestigios de los grandes hechos de la historia”, dignos de su resguardo, para la apreciación de las generaciones futuras. 68 “Nuestro país prospera en proporciones asombrosas; la población se extiende en todas direcciones y le sigue la destrucción de todo lo que parece estorbar su acción; es, pues, tiempo de recordar que la historia de la Nación no consiste solamente en los actos de los hombres que se desarrollan en su suelo. Las generaciones pasan y el historiador no puede representar nunca al aspecto físico del medio en que se realizaron los hechos de sus relatos, ni la reproducción gráfica consigue darle la necesaria ayuda. De aquí que algunas naciones se preocupen desde largo tiempo de conservar para el presente y para el futuro, sin alterarlos, aquellos parajes de sus dominios asociados a su historia o que caractericen el medio en que tuvo principio la actuación de sus habitantes. (...) Las interesantes reliquias históricas precolombinas del noroeste argentino, las colonias de Misiones, las de la época de nuestra independencia, desaparecen rápidamente. El portal de la casa de Tucumán no existe ya; poco ha faltado para que la pirámide de Mayo siguiera el mismo camino, y expuesta está a inmediata destrucción la sala sagrada donde resonó el grito de Mayo. (...) El proyecto que fundamos tiende a detener esta destrucción y a conservar para nuestros hijos lo que les hará comprender la genealogía de la Nación, en ambientes de ensueños, de descanso y de instrucción” (2). Sobre la base de estos antecedentes, nuestro país crearía su “Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos” para la institucionalización de la conservación del patrimonio cultural en la esfera de las acciones nacionales estatales (3). Hoy, trascurrido casi un siglo de esta iniciativa fundacional, en tiempos de creciente globalización, las apreciaciones de Moreno gozan de plena vigencia: el sostenimiento de la diversidad cultural de cada nación -a través de la conservación de sus bienes patrimoniales identitarios- es un desafío para cualquier pueblo en cualquier lugar. El mundo, frente al desafío mencionado, asiste a una explosión memorialística a través de variados esfuerzos orientados al rescate, la reinterpretación y la conservación del pasado, con el propósito de hacerlo comprensible en su relación con el presente para la construcción de un futuro posible y mejor. 69 “El ansia de pasado es una de las manifestaciones más significativas que adopta la reacción de la sociedad contemporánea ante la conciencia de pérdida de continuidad cultural que ha provocado la velocidad y escala del cambio que afecta al entorno físico y cultural de las sociedades” (4). Aquí, cabe señalar que, por una parte, junto a la conservación de la memoria de los “grandes hechos de la historia”, el resguardo de escenarios vinculados a “procesos microhistóricos” es igualmente significativo y abre la posibilidad de reconstruir fragmentos del pasado que, si bien de pequeña escala, conllevan su valor inestimable como sucesos fundantes de identidades personales, familiares y comunitarias (5). Por otra parte, tales procesos vivenciados en contextos geográficos particulares modelan “paisajes identitarios” (6) perceptibles como “lugares de pertenencia” (7) a través de las huellas materiales e inmateriales de grupos sociales estrechamente vinculados a la historia de la conformación del territorio nacional. En este contexto conceptual y valorativo y desde las perspectivas históricas y geográficas antes mencionadas, el turismo, en su acepción general, es un medio adecuado para el desarrollo de nuevas inserciones productivas. Como actividad alternativa-complementaria a otras actividades, la actividad turística es capaz de generar empleos directos e inducidos, incrementar los ingresos fiscales, dinamizar las economías locales y regionales, recuperar áreas marginales, detener corrientes migratorias y satisfacer necesidades de descanso mediante un uso creativo del tiempo libre. El turismo cultural, como modalidad de viaje motivada por el interés de visitar aquellas comunidades portadoras de otros modos de vivir y como espacio de interacción entre universos de significaciones y concepciones del mundo diferentes, es una actividad estratégica para la conservación del patrimonio cultural (8). Por una parte, el uso de determinados bienes patrimoniales como “atractivos turísticos” justifica el esfuerzo por la recuperación y la protección de testimonios culturales auténticos y significa una posibilidad concreta para su pervivencia. Por otra (y especialmente), el turismo cultural es capaz de estimular el interés de los residentes por su propia cultura. (…) 70 Consideraciones finales Para concluir, trabajar la temática de la identidad ha sido, sigue y seguirá siendo un reto digno de realizar. Creemos, sin embargo, como manifiesta Diana Rolandi, que cualquier emprendimiento conservacionista no es viable sin la participación activa y el compromiso de la comunidad. “No se protege lo que no se conoce, por ello es esencial la educación y la transferencia de los conocimientos específicos”. En nuestra experiencia, la convergencia entre conservación de la memoria histórica y turismo cultural representa un espacio de oportunidades para el desarrollo local y regional. Notas (1) Hlace, V., 2006: Curso Taller “El legado patrimonial de la colonización como fuente de recursos turísticos”, desarrollado los días 27 y 28 de Mayo de 2006 en Villaguay, Proyecto de Extensión Universitaria “Consolidación de la estrategia del turismo cultural como factor de desarrollo local y regional. Estudio de Caso: el Circuito Histórico de las Colonias Judías del Centro de la Provincia de Entre Ríos”, Universidad Autónoma de Entre Ríos. (2) Texto y fundamentos del proyecto de ley “Parques y Jardines Nacionales”, elaborado por Francisco Moreno en calidad de diputado nacional y presidente de la Comisión de Territorios Nacionales, suscripto junto a Miguel S. Coronado, Manuel S. Ordóñez y A. Echegaray (28 de septiembre de 1912). (3) Ley Nacional 12.665/40 (4) Ballart, J., 1997: El patrimonio histórico y arqueológico: valor y uso, Barcelona, Editorial Ariel. (5) La “microhistoria” como posición historiográfica está basada en la reducción de escala, la preferencia por lo singular (o por lo extraordinario), el estudio de la historia social centrada en las clases populares, el análisis basado en el paradigma indiciario y su predilección por la forma narrativa. Véanse, entre otras, las obras del historador italiano Carlo Ginzburg como representativas de la corriente mencionada. 71 (6) Ojeda Rivera, J. F., 2005: Percepciones identitarias y creativas de los paisajes, Scripta Nova (Revista electrónica de Geografía y Ciencias Sociales), Volumen IX, Número 187, Universidad de Barcelona (http://www.ub.es/geocrit/nova.htm). (7) Morley, D., 2005: “Pertenencias. Lugar, espacio e identidad en un mundo mediatizado”, en Arfuch, L. (compiladora), Pensar este tiempo. Espacios, afectos, pertenencias (pp. 129-168), Buenos Aires, Editorial Paidós. (8) ICOMOS, 1999: Carta Internacional sobre Turismo Cultural. 72 CARTA DEL TURISMO SOSTENIBLE (Organización Mundial del Turismo, Lanzarote, 27 y 28 de Abril de 1995). Los participantes en la Conferencia Mundial de Turismo Sostenible, reunidos en Lanzarote, Islas Canarias, España, del 27 al 28 de Abril de 1995, Conscientes de la realidad del turismo como fenómeno de alcance mundial que implica las más altas y profundas aspiraciones de los pueblos, constituyendo un importante elemento para el desarrollo social, económico y político en muchos países. Reconociendo que el turismo es una actividad ambivalente, dado que puede aportar grandes ventajas en el ámbito socioeconómico y cultural, mientras que al mismo tiempo contribuye a la degradación medioambiental y a la pérdida de la identidad local, por lo que debe ser abordado desde una perspectiva global. Conscientes de que los recursos en los que se basa el turismo son frágiles, así como de la creciente demanda de una mayor calidad medioambiental. Reconociendo que el turismo, como posibilidad de viajar y conocer otras culturas, puede promover el acercamiento y la paz entre los pueblos, creando una consciencia respetuosa sobre la diversidad de modos de vida. Recordando la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, y las diversas declaraciones de Naciones Unidas, así como los convenios regionales, sobre turismo, medio ambiente, conservación del patrimonio cultural y desarrollo sostenible. 73 Guiados por los principios enunciados en la Declaración de Rio sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, además de las recomendaciones emanadas de la Agenda 21. Recordando las declaraciones previas en materia de turismo, como la Declaración de Manila sobre el Turismo Mundial, la Declaración de La Haya y la Carta del Turismo y Código del Turista. Reconociendo la necesidad de desarrollar un turismo que satisfaga las expectativas económicas y las exigencias ambientales, que no sólo sea respetuoso con la estructura socioeconómica y física de cada destino, sino también con las poblaciones receptoras. Considerando la prioridad de proteger y reforzar la dignidad humana, tanto de las comunidades locales como de los turistas. Conscientes de la necesidad de establecer alianzas eficaces entre los principales actores que participan en la actividad turística, con el fin de forjar la esperanza de un turismo más responsable con nuestro patrimonio común. APELAN a la comunidad internacional, y en particular INSTAN a los gobiernos, a las demás autoridades públicas, a los decisores y profesionales en materia turística, a las asociaciones e instituciones públicas y privadas relacionadas con el turismo y a los propios turistas, a adoptar los siguientes principios y objetivos de esta declaración: 1 El desarrollo turístico deberá fundamentarse sobre criterios de sostenibilidad, es decir, ha de ser soportable ecológicamente a largo plazo, viable económicamente y equitativo desde una perspectiva ética y social para las comunidades locales. 74 El desarrollo sostenible es un proceso orientado que contempla una gestión global de los recursos con el fin de asegurar su durabilidad, permitiendo conservar nuestro capital natural y cultural, incluyendo las áreas protegidas. Siendo el turismo un potente instrumento de desarrollo, puede y debe participar activamente en la estrategia del desarrollo sostenible. Una buena gestión del turismo exige garantizar la sostenibilidad de los recursos de los que depende. 2 El turismo tendría que contribuir al desarrollo sostenible, integrándose en el entorno natural, cultural y humano, debiendo respetar los frágiles equilibrios que caracterizan a muchos destinos turísticos, en particular las pequeñas islas y áreas ambientalmente sensibles. La actividad turística deberá prever una evolución aceptable respecto a su incidencia sobre los recursos naturales, la biodiversidad y la capacidad de asimilación de los impactos y residuos producidos. 3 La actividad turística ha de considerar los efectos inducidos sobre el patrimonio cultural y los elementos, actividades y dinámicas tradicionales de las comunidades locales. El reconocimiento de estos factores locales y el apoyo a su identidad, cultura e intereses, deben ser referentes obligados en la formulación de las estrategias turísticas, especialmente en los países en vías de desarrollo. 4 La contribución activa del turismo al desarrollo sostenible presupone necesariamente la solidaridad, el respeto mutuo y la participación de todos los actores implicados en el proceso, tanto públicos como privados. Esta concertación ha de basarse en mecanismos eficaces de cooperación a todos los niveles: local, nacional, regional e internacional. 5 La conservación, la protección y la puesta en valor del patrimonio natural y 75 cultural, representa un ámbito privilegiado para la cooperación. Por parte de todos los responsables, esta actitud implica un auténtico reto de innovación cultural, tecnológica y profesional, que además exige realizar un gran esfuerzo por crear y desarrollar instrumentos de planificación y de gestión integrados. 6 Los criterios de calidad orientados a la preservación del destino turístico y a la capacidad de satisfacción del turista, determinados conjuntamente con las comunidades locales y basados en los principios del desarrollo sostenible, deberían ser objetivos prioritarios en la formulación de las estrategias y proyectos turísticos. 7 Para participar en el desarrollo sostenible, el turismo debe asentarse sobre la diversidad de oportunidades ofrecidas por la economía local, garantizando su plena integración y contribuyendo positivamente al desarrollo económico local. 8 Toda opción de desarrollo turístico debe repercutir de forma efectiva en la mejora de la calidad de vida de la población e incidir en el enriquecimiento sociocultural de cada destino. 9 Los gobiernos y autoridades competentes, con la participación de las ONGs y las comunidades locales, deberán acometer acciones orientadas a la planificación integrada del turismo como contribución al desarrollo sostenible. 10 Reconociendo que la cohesión social y económica entre los pueblos del mundo es un principio fundamental del desarrollo sostenible, urge impulsar medidas que permitan un reparto más equitativo de los beneficios y cargas 76 producidos por el turismo. Ello implica un cambio en los modelos de consumo y la introducción de métodos de fijación de precios que permitan la internalización de los costes medioambientales. Los gobiernos y las organizaciones multilaterales deberían priorizar y reforzar las ayudas directas o indirectas a los proyectos turísticos que contribuyan a la mejora de la calidad medioambiental. En este marco, es necesario investigar en profundidad sobre la aplicación de instrumentos económicos, jurídicos y fiscales internacionalmente armónicos que aseguren el uso sostenible de los recursos en materia turística. 11 Las zonas vulnerables desde el punto de vista ambiental y cultural, tanto las actuales como las futuras, deberán recibir prioridad especial en materia de ayuda financiera y cooperación técnica al desarrollo turístico sostenible. También han de recibir tratamiento especial las zonas degradadas por los modelos turísticos obsoletos y de alto impacto. 12 La promoción de formas alternativas de turismo coherentes con los principios del desarrollo sostenible, así como el fomento de la diversificación de los productos turísticos, constituyen una garantía de estabilidad a medio y largo plazo. Para perseguir este fin, es necesario asegurar y reforzar de forma activa la cooperación regional, particularmente en el caso de la pequeñas islas y áreas de mayor fragilidad ecológica. 13 Los gobiernos, la industria turística, las autoridades y las ONGs responsables del turismo deberán impulsar y participar en la creación de redes abiertas de investigación, difusión, información y transferencia de conocimientos en materia de turismo y tecnologías turísticas ambientalmente sostenibles. 77 14 La definición de una política turística de carácter sostenible requiere necesariamente el apoyo y promoción de sistemas de gestión turística ambientalmente compatibles, de estudios de viabilidad que permitan la transformación del sector, así como la puesta en marcha de proyectos de demostración y el desarrollo de programas en el ámbito de la cooperación internacional. 15 La industria turística, en colaboración con los organismos y ONGs con actividades relacionadas con el turismo, deberá diseñar los marcos específicos de acciones positivas y preventivas que garanticen un desarrollo turístico sostenible, estableciendo programas que apoyen la ejecución de dichas prácticas. Realizarán el seguimiento de los logros alcanzados, informarán de los resultados e intercambiarán sus experiencias. 16 Habrá de prestarse una atención especial al papel del transporte y sus efectos sobre el medio ambiente en la actividad turística, así como al desarrollo de instrumentos y medidas orientadas a reducir el uso de energías y recursos no renovables, fomentando además el reciclaje y la minimización de residuos en las instalaciones turísticas. 17 Con el fin de que el turismo pueda ser una actividad sostenible, es fundamental que se adopten y pongan en práctica códigos de conducta que favorezcan la sostenibilidad por parte de los principales actores que intervienen en la actividad, en particular por los miembros de la industria turística. Dichos códigos pueden constituir instrumentos eficaces para el desarrollo de actividades turísticas responsables. 18 Deberán ponerse en práctica todas las medidas necesarias con el fin de sensibilizar e informar al conjunto de las partes implicadas en la industria 78 del turismo, ya sea a nivel local, nacional, regional o internacional, sobre el contenido y los objetivos de la Conferencia de Lanzarote. 79 Código Ético Mundial para el Turismo (Organización Mundial del Turismo, Santiago de Chile, 1999) PREÁMBULO Nosotros, Miembros de la Organización Mundial del Turismo (OMT), representantes del sector turístico mundial, delegados de Estados, territorios, empresas, instituciones y organismos reunidos en Asamblea General en Santiago de Chile el 1 de octubre de 1999, Reafirmando los objetivos enunciados en el artículo 3 de los Estatutos de la Organización Mundial del Turismo, y conscientes de la función "central y decisiva" que reconoció a la Organización la Asamblea General de las Naciones Unidas en la promoción y en el desarrollo del turismo con el fin de contribuir al crecimiento económico, a la comprensión internacional, a la paz y a la prosperidad de los países, así como al respeto universal y a la observancia de los derechos humanos y de las libertades fundamentales sin distinción de raza, sexo, lengua ni religión; Profundamente convencidos de que, gracias al contacto directo, espontáneo e inmediato que permite entre hombres y mujeres de culturas y formas de vida distintas, el turismo es una fuerza viva al servicio de la paz y un factor de amistad y comprensión entre los pueblos; Ateniéndonos a los principios encaminados a conciliar sosteniblemente la protección del medio ambiente, el desarrollo económico y la lucha contra la pobreza, que formularon las Naciones Unidas en la “Cumbre sobre la Tierra” de Río de Janeiro en 1992 y que se expresaron en el Programa 21 adoptado en esa ocasión; Teniendo presente el rápido y continuo crecimiento, tanto pasado como previsible, de la actividad turística originada por motivos de ocio, negocio, cultura, religión o salud, y sus poderosos efectos positivos y negativos en el medio ambiente, en la economía y en la sociedad de los países emisores y receptores, en las 80 comunidades locales y en las poblaciones autóctonas, así como en las relaciones y en los intercambios internacionales; Movidos por la voluntad de fomentar un turismo responsable y sostenible, al que todos tengan acceso en ejercicio del derecho que corresponde a todas las personas de emplear su tiempo libre para fines de ocio y viajes, y con el debido respeto a las opciones de sociedad de todos los pueblos; Pero persuadidos también de que el sector turístico mundial en su conjunto se favorecería considerablemente de desenvolverse en un entorno que fomente la economía de mercado, la empresa privada y la libertad de comercio, y que le permita optimizar sus beneficiosos efectos de creación de actividad y empleo; Íntimamente convencidos de que, siempre que se respeten determinados principios y se observen ciertas normas, el turismo responsable y sostenible no es en modo alguno incompatible con una mayor liberalización de las condiciones por las que se rige el comercio de servicios y bajo cuya tutela operan las empresas del sector, y que cabe conciliar en este campo economía y ecología, medio ambiente y desarrollo, y apertura a los intercambios internacionales y protección de las identidades sociales y culturales; Considerando que en ese proceso todos los agentes del desarrollo turístico (administraciones nacionales, regionales y locales, empresas, asociaciones profesionales, trabajadores del sector, organizaciones no gubernamentales y organismos de todo tipo del sector turístico) y también las comunidades receptoras, los órganos de la prensa y los propios turistas ejercen responsabilidades diferenciadas pero interdependientes en la valorización individual y social del turismo, y que la definición de los derechos y deberes de cada uno contribuirá a lograr ese objetivo; Interesados, al igual que la propia Organización Mundial del Turismo desde que en 1997 su Asamblea General adoptara en Estambul la resolución 364(XII), en promover una verdadera colaboración entre los agentes públicos y privados del desarrollo turístico, y deseosos de que una asociación y una cooperación de la misma naturaleza se extiendan de forma abierta y equilibrada a las relaciones entre países emisores y receptores y entre sus sectores turísticos respectivos; 81 Expresando nuestra voluntad de dar continuidad a las Declaraciones de Manila de 1980 sobre el Turismo Mundial y de 1997 sobre los Efectos Sociales del Turismo, así como a la Carta del Turismo y al Código del Turista adoptados en Sofía en 1985 bajo los auspicios de la OMT; Pero entendiendo que esos instrumentos deben completarse con un conjunto de principios interdependientes en su interpretación y aplicación, a los cuales los agentes del desarrollo turístico habrán de ajustar su conducta en los comienzos del siglo XXI; Refiriéndonos, para los efectos del presente instrumento, a las definiciones y clasificaciones aplicables a los viajes, y especialmente a las nociones de "visitante", "turista" y "turismo" que adoptó la Conferencia Internacional de Ottawa, celebrada del 24 al 28 de junio de 1991, y que aprobó en 1993 la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas en su vigesimoséptimo período de sesiones; Remitiéndonos particularmente a los instrumentos que se relacionan a continuación: Declaración Universal de los Derechos Humanos, del 10 de diciembre de 1948; Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, del 16 de diciembre de 1966; Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del 16 de diciembre de 1966; Convenio de Varsovia sobre el Transporte Aéreo, del 12 de octubre de 1929; Convenio Internacional de Chicago sobre la Aviación Civil, del 7 de diciembre de 1944, así como las convenciones de Tokio, La Haya y Montreal adoptadas en relación con dicho convenio; Convención sobre las facilidades aduaneras para el turismo, del 4 de julio de 1954, y Protocolo asociado; Convenio relativo a la protección del patrimonio mundial, cultural y natural, del 23 de noviembre de 1972; Declaración de Manila sobre el Turismo Mundial, del 10 de octubre de 1980; 82 Resolución de la sexta Asamblea General de la OMT (Sofía) por la que se adoptaban la Carta del Turismo y el Código del Turista, del 26 de septiembre de 1985; Convención sobre los Derechos del Niño, del 26 de enero de 1990; Resolución de la novena Asamblea General de la OMT (Buenos Aires) relativa a la facilitación de los viajes y a la seguridad de los turistas, del 4 de octubre de 1991; Declaración de Río de Janeiro sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, del 13 de junio de 1992; Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios, del 15 de abril de 1994; Convenio sobre la Diversidad Biológica, del 6 de enero de 1995; Resolución de la undécima Asamblea General de la OMT (El Cairo) sobre la prevención del turismo sexual organizado, del 22 de octubre de 1995; Declaración de Estocolmo contra la explotación sexual comercial de los niños, del 28 de agosto de 1996; Declaración de Manila sobre los Efectos Sociales del Turismo, del 22 de mayo de 1997, y Convenios y recomendaciones adoptados por la Organización Internacional del Trabajo en relación con los convenios colectivos, la prohibición del trabajo forzoso y del trabajo infantil, la defensa de los derechos de los pueblos autóctonos, la igualdad de trato y la no discriminación en el trabajo, Afirmamos el derecho al turismo y a la libertad de desplazamiento turístico, expresamos nuestra voluntad de promover un orden turístico mundial equitativo, responsable y sostenible, en beneficio mutuo de todos los sectores de la sociedad y en un entorno de economía internacional abierta y liberalizada, y proclamamos solemnemente con ese fin los principios del Código Ético Mundial para el Turismo. 83 PRINCIPIOS Artículo 1 Contribución del turismo al entendimiento y al respeto mutuos entre hombres y sociedades 1. La comprensión y la promoción de los valores éticos comunes de la humanidad, en un espíritu de tolerancia y respeto de la diversidad de las creencias religiosas, filosóficas y morales son, a la vez, fundamento y consecuencia de un turismo responsable. Los agentes del desarrollo turístico y los propios turistas prestarán atención a las tradiciones y prácticas sociales y culturales de todos los pueblos, incluso a las de las minorías nacionales y de las poblaciones autóctonas, y reconocerán su riqueza. 2. Las actividades turísticas se organizarán en armonía con las peculiaridades y tradiciones de las regiones y países receptores, y con respeto a sus leyes y costumbres. 3. Tanto las comunidades receptoras como los agentes profesionales locales habrán de aprender a conocer y a respetar a los turistas que los visitan, y a informarse sobre su forma de vida, sus gustos y sus expectativas. La educación y la formación que se impartan a los profesionales contribuirán a un recibimiento hospitalario de los turistas. 4. Las autoridades públicas tienen la misión de asegurar la protección de los turistas y visitantes y de sus bienes. En ese cometido, prestarán especial atención a la seguridad de los turistas extranjeros, por su particular vulnerabilidad. Con ese fin, facilitarán el establecimiento de medios de información, prevención, protección, seguro y asistencia específicos que correspondan a sus necesidades. Los atentados, agresiones, secuestros o amenazas dirigidos contra turistas o trabajadores del sector turístico, así 84 como la destrucción intencionada de instalaciones turísticas o de elementos del patrimonio cultural o natural deben condenarse y reprimirse con severidad, de conformidad con la legislación nacional respectiva. 5. En sus desplazamientos, los turistas y visitantes evitarán todo acto criminal o considerado delictivo por las leyes del país que visiten, y cualquier comportamiento que pueda resultar chocante o hiriente para la población local, o dañar el entorno del lugar. Se abstendrán de cualquier tipo de tráfico de drogas, armas, antigüedades, especies protegidas, y productos y sustancias peligrosos o prohibidos por las reglamentaciones nacionales. 6. Los turistas y visitantes tienen la responsabilidad de recabar información, desde antes de su salida, sobre las características del país que se dispongan a visitar. Asimismo, serán conscientes de los riesgos de salud y seguridad inherentes a todo desplazamiento fuera de su entorno habitual, y se comportarán de modo que minimicen esos riesgos. Artículo 2 El turismo, instrumento de desarrollo personal y colectivo 1. El turismo, que es una actividad generalmente asociada al descanso, a la diversión, al deporte y al acceso a la cultura y a la naturaleza, debe concebirse y practicarse como un medio privilegiado de desarrollo individual y colectivo. Si se lleva a cabo con la apertura de espíritu necesaria, es un factor insustituible de autoeducación, tolerancia mutua y aprendizaje de las legítimas diferencias entre pueblos y culturas y de su diversidad. 2. Las actividades turísticas respetarán la igualdad de hombres y mujeres. Asimismo, se encaminarán a promover los derechos humanos y, en particular, los derechos específicos de los grupos de población más 85 vulnerables, especialmente los niños, las personas mayores, y las personas con discapacidades, las minorías étnicas y los pueblos autóctonos. 3. La explotación de seres humanos, en cualquiera de sus formas, especialmente la sexual, y en particular cuando afecta a los niños, vulnera los objetivos fundamentales del turismo y constituye una negación de su esencia. Por lo tanto, conforme al derecho internacional, debe combatirse sin reservas con la cooperación de todos los Estados interesados, y sancionarse con rigor en las legislaciones nacionales de los países visitados y de los países de los autores de esos actos, incluso cuando se hayan cometido en el extranjero. 4. Los desplazamientos por motivos de religión, salud, educación e intercambio cultural o lingüístico constituyen formas particularmente interesantes de turismo, y merecen fomentarse. 5. Se favorecerá la introducción en los programas de estudios de la enseñanza del valor de los intercambios turísticos, de sus beneficios económicos, sociales y culturales, y también de sus riesgos. Artículo 3 El turismo, factor de desarrollo sostenible 1. Todos los agentes del desarrollo turístico tienen el deber de salvaguardar el medio ambiente y los recursos naturales, en la perspectiva de un crecimiento económico saneado, constante y sostenible, que sea capaz de satisfacer equitativamente las necesidades y aspiraciones de las generaciones presentes y futuras. 2. Las autoridades públicas nacionales, regionales y locales favorecerán e incentivarán todas las modalidades de desarrollo turístico que permitan 86 ahorrar recursos naturales escasos y valiosos, en particular el agua y la energía, y eviten en lo posible la producción de desechos. 3. Se procurará distribuir en el tiempo y en el espacio los movimientos de turistas y visitantes, en particular por medio de las vacaciones pagadas y de las vacaciones escolares, y equilibrar mejor la frecuentación, con el fin de reducir la presión que ejerce la actividad turística en el medio ambiente y de aumentar sus efectos beneficiosos en el sector turístico y en la economía local. 4. Se concebirá la infraestructura y se programarán las actividades turísticas de forma que se proteja el patrimonio natural que constituyen los ecosistemas y la diversidad biológica, y que se preserven las especies en peligro de la fauna y de la flora silvestre. Los agentes del desarrollo turístico, y en particular los profesionales del sector, deben admitir que se impongan limitaciones a sus actividades cuando éstas se ejerzan en espacios particularmente vulnerables: regiones desérticas, polares o de alta montaña, litorales, selvas tropicales o zonas húmedas, que sean idóneos para la creación de parques naturales o reservas protegidas. 5. El turismo de naturaleza y el ecoturismo se reconocen como formas de turismo particularmente enriquecedoras y valorizadoras, siempre que respeten el patrimonio natural y la población local y se ajusten a la capacidad de ocupación de los lugares turísticos. Artículo 4 El turismo, factor de aprovechamiento y enriquecimiento del patrimonio cultural de la humanidad 1. Los recursos turísticos pertenecen al patrimonio común de la humanidad. Las comunidades en cuyo territorio se encuentran tienen con respecto a ellos derechos y obligaciones particulares. 87 2. Las políticas y actividades turísticas se llevarán a cabo con respeto al patrimonio artístico, arqueológico y cultural, que deben proteger y transmitir a las generaciones futuras. Se concederá particular atención a la protección y a la rehabilitación de los monumentos, santuarios y museos, así como de los lugares de interés histórico o arqueológico, que deben estar ampliamente abiertos a la frecuentación turística. Se fomentará el acceso del público a los bienes y monumentos culturales de propiedad privada con todo respeto a los derechos de sus propietarios, así como a los edificios religiosos sin perjuicio de las necesidades del culto. 3. Los recursos procedentes de la frecuentación de los sitios y monumentos de interés cultural habrían de asignarse preferentemente, al menos en parte, al mantenimiento, a la protección, a la mejora y al enriquecimiento de ese patrimonio. 4. La actividad turística se organizará de modo que permita la supervivencia y el florecimiento de la producción cultural y artesanal tradicional, así como del folklore, y que no conduzca a su normalización y empobrecimiento. Artículo 5 El turismo, actividad beneficiosa para los países y las comunidades de destino 1. Las poblaciones y comunidades locales se asociarán a las actividades turísticas y tendrán una participación equitativa en los beneficios económicos, sociales y culturales que reporten, especialmente en la creación directa e indirecta de empleo a que den lugar. 2. Las políticas turísticas se organizarán de modo que contribuyan a mejorar el nivel de vida de la población de las regiones visitadas y respondan a sus necesidades. La concepción urbanística y arquitectónica y el modo de explotación de las estaciones y de los medios de alojamiento turístico 88 tenderán a su óptima integración en el tejido económico y social local. En igualdad de competencia, se dará prioridad a la contratación de personal local. 3. Se prestará particular atención a los problemas específicos de las zonas litorales y de los territorios insulares, así como de las frágiles zonas rurales y de montaña, donde el turismo representa con frecuencia una de las escasas oportunidades de desarrollo frente al declive de las actividades económicas tradicionales. 4. De conformidad con la normativa establecida por las autoridades públicas, los profesionales del turismo, y en particular los inversores, llevarán a cabo estudios de impacto de sus proyectos de desarrollo en el entorno y en los medios naturales. Asimismo, facilitarán con la máxima transparencia y la objetividad pertinente toda la información relativa a sus programas futuros y a sus consecuencias previsibles, y favorecerán el diálogo sobre su contenido con las poblaciones interesadas. Artículo 6 Obligaciones de los agentes del desarrollo turístico 1. Los agentes profesionales del turismo tienen obligación de facilitar a los turistas una información objetiva y veraz sobre los lugares de destino y sobre las condiciones de viaje, recepción y estancia. Además, asegurarán la absoluta transparencia de las cláusulas de los contratos que propongan a sus clientes, tanto en lo relativo a la naturaleza, al precio y a la calidad de las prestaciones que se comprometen a facilitar como a las compensaciones financieras que les incumban en caso de ruptura unilateral de dichos contratos por su parte. 2. En lo que de ellos dependa, y en cooperación con las autoridades públicas, los profesionales del turismo velarán por la seguridad, la prevención de 89 accidentes, la protección sanitaria y la higiene alimentaria de quienes recurran a sus servicios. Se preocuparán por la existencia de sistemas de seguros y de asistencia adecuados. Asimismo, asumirán la obligación de rendir cuentas, conforme a las modalidades que dispongan las reglamentaciones nacionales y, cuando corresponda, la de abonar una indemnización equitativa en caso de incumplimiento de sus obligaciones contractuales. 3. En cuanto de ellos dependa, los profesionales del turismo contribuirán al pleno desarrollo cultural y espiritual de los turistas y permitirán el ejercicio de sus prácticas religiosas durante los desplazamientos. 4. En coordinación con los profesionales interesados y sus asociaciones, las autoridades públicas de los Estados de origen y de los países de destino velarán por el establecimiento de los mecanismos necesarios para la repatriación de los turistas en caso de incumplimiento de las empresas organizadoras de sus viajes. 5. Los gobiernos tienen el derecho –y el deber–, especialmente en casos de crisis, de informar a sus ciudadanos de las condiciones difíciles, o incluso de los peligros con los que puedan encontrarse con ocasión de sus desplazamientos al extranjero. Sin embargo, les incumbe facilitar esas informaciones sin perjudicar de forma injustificada ni exagerada el sector turístico de los países receptores y los intereses de sus propios operadores. El contenido de las advertencias eventuales habrá, por tanto, de discutirse previamente con las autoridades de los países de destino y con los profesionales interesados. Las recomendaciones que se formulen guardarán estricta proporción con la gravedad de las situaciones reales y se limitarán a las zonas geográficas donde se haya comprobado la situación de inseguridad. Esas recomendaciones se atenuarán o anularán en cuanto lo permita la vuelta a la normalidad. 6. La prensa, y en particular la prensa especializada en turismo, y los demás medios de comunicación, incluidos los modernos medios de comunicación electrónica, difundirán una información veraz y equilibrada sobre los 90 acontecimientos y las situaciones que puedan influir en la frecuentación turística. Asimismo, tendrán el cometido de facilitar indicaciones precisas y fiables a los consumidores de servicios turísticos. Para ese fin, se desarrollarán y se emplearán las nuevas tecnologías de comunicación y comercio electrónico que, al igual que la prensa y los demás medios de comunicación, no habrán de facilitar en modo alguno el turismo sexual. Artículo 7 Derecho al turismo 1. La posibilidad de acceso directo y personal al descubrimiento de las riquezas de nuestro mundo constituirá un derecho abierto por igual a todos los habitantes de nuestro planeta. La participación cada vez más difundida en el turismo nacional e internacional debe entenderse como una de las mejores expresiones posibles del continuo crecimiento del tiempo libre, y no se le opondrá obstáculo ninguno. 2. El derecho al turismo para todos debe entenderse como consecuencia del derecho al descanso y al ocio, y en particular a la limitación razonable de la duración del trabajo y a las vacaciones pagadas periódicas, que se garantiza en el artículo 24 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el artículo 7.d del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. 3. Con el apoyo de las autoridades públicas, se desarrollará el turismo social, en particular el turismo asociativo, que permite el acceso de la mayoría de los ciudadanos al ocio, a los viajes y a las vacaciones. 4. Se fomentará y se facilitará el turismo de las familias, de los jóvenes y de los estudiantes, de las personas mayores y de las que padecen discapacidades. 91 Artículo 8 Libertad de desplazamiento turístico 1. Con arreglo al derecho internacional y a las leyes nacionales, los turistas y visitantes se beneficiarán de la libertad de circular por el interior de sus países y de un Estado a otro, de conformidad con el artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y podrán acceder a las zonas de tránsito y estancia, así como a los sitios turísticos y culturales sin formalidades exageradas ni discriminaciones. 2. Se reconoce a los turistas y visitantes la facultad de utilizar todos los medios de comunicación disponibles, interiores y exteriores. Se beneficiarán de un acceso rápido y fácil a los servicios administrativos, judiciales y sanitarios locales, y podrán ponerse libremente en contacto con las autoridades consulares del país del que sean ciudadanos conforme a los convenios diplomáticos vigentes. 3. Los turistas y visitantes gozarán de los mismos derechos que los ciudadanos del país que visiten en cuanto a la confidencialidad de los datos sobre su persona, en particular cuando esa información se almacene en soporte electrónico. 4. Los procedimientos administrativos de paso de las fronteras establecidos por los Estados o por acuerdos internacionales, como los visados, y las formalidades sanitarias y aduaneras se adaptarán para facilitar al máximo la libertad de los viajes y el acceso de la mayoría de las personas al turismo internacional. Se fomentarán los acuerdos entre grupos de países para armonizar y simplificar esos procedimientos. Los impuestos y gravámenes específicos que penalicen el sector turístico y mermen su competitividad habrán de eliminarse o corregirse progresivamente. 92 5. Siempre que lo permita la situación económica de los países de los que procedan, los viajeros podrán disponer de las asignaciones de divisas convertibles que necesiten para sus desplazamientos. Artículo 9 Derechos de los trabajadores y de los empresarios del sector turístico 1. Bajo la supervisión de las administraciones de sus Estados de origen y de los países de destino, se garantizarán especialmente los derechos fundamentales de los trabajadores asalariados y autónomos del sector turístico y de las actividades 2. conexas, habida cuenta de las limitaciones específicas vinculadas a la estacionalidad de su actividad, a la dimensión global de su sector y a la flexibilidad que suele imponer la naturaleza de su trabajo. 3. Los trabajadores asalariados y autónomos del sector turístico y de las actividades conexas tienen el derecho y el deber de adquirir una formación inicial y continua adecuada. Se les asegurará una protección social suficiente y se limitará en todo lo posible la precariedad de su empleo. Se propondrá un estatuto particular a los trabajadores estacionales del sector, especialmente en lo que respecta a su protección social. 4. Siempre que demuestre poseer las disposiciones y calificaciones necesarias, se reconocerá a toda persona física y jurídica el derecho a ejercer una actividad profesional en el ámbito del turismo, de conformidad con la legislación nacional vigente. Se reconocerá a los empresarios y a los inversores –especialmente en el ámbito de la pequeña y mediana empresa– el libre acceso al sector turístico con el mínimo de restricciones legales o administrativas. 5. Los intercambios de experiencia que se ofrezcan a los directivos y otros trabajadores de distintos países, sean o no asalariados, contribuyen a la 93 expansión del sector turístico mundial. Por ese motivo, se facilitarán en todo lo posible, de conformidad con las legislaciones nacionales y las convenciones internacionales aplicables. 6. Las empresas multinacionales del sector turístico, factor insustituible de solidaridad en el desarrollo y de dinamismo en los intercambios internacionales, no abusarán de la posición dominante que puedan ocupar. Evitarán convertirse en transmisoras de modelos culturales y sociales que se impongan artificialmente a las comunidades receptoras. A cambio de la libertad de inversión y operación comercial que se les debe reconocer plenamente, habrán de comprometerse con el desarrollo local evitando que una repatriación excesiva de sus beneficios o la inducción de importaciones puedan reducir la contribución que aporten a las economías en las que estén implantadas. 7. La colaboración y el establecimiento de relaciones equilibradas entre empresas de los países emisores y receptores contribuyen al desarrollo sostenible del turismo y a una repartición equitativa de los beneficios de su crecimiento. Artículo 10 Aplicación de los principios del Código Ético Mundial para el Turismo 1. Los agentes públicos y privados del desarrollo turístico cooperarán en la aplicación de los presentes principios y controlarán su práctica efectiva. 2. Los agentes del desarrollo turístico reconocerán el papel de los organismos internacionales, en primer lugar el de la Organización Mundial del Turismo, y de las organizaciones no gubernamentales competentes en los campos de la promoción y del desarrollo del turismo, de la protección de los derechos humanos, del medio ambiente y de la salud, con arreglo a los principios generales del derecho internacional. 94 3. Los mismos agentes manifiestan su intención de someter los litigios relativos a la aplicación o a la interpretación del Código Ético Mundial para el Turismo a un tercer organismo imparcial, denominado Comité Mundial de Ética del Turismo, con fines de conciliación. 95 Bibliografía y otras fuentes citadas y consultadas ACERENZA, M. A., 1991: Administración del turismo, Volumen 1 (Conceptualización y Organización), México, Editorial Trillas. Artículos sugeridos de los sitios de internet www.ciet.org.ar, www.conocitur.com y www.scielo.org.ar. 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