RÉGIMEN TOTALITARIO - liceo minero américa

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LICEO AMÉRICA B – 10
DEPTO. HISTORIA Y CS. SOCIALES
PROFESOR DANTE PAIVA CASTILLO
REGÍMENES POLÍTICOS
El Régimen político o el Sistema político de un Estado responde a un concepto amplio, que involucra la
forma de gobierno del Estado, la organización de los poderes públicos y sus interrelaciones, las estructuras
socioeconómicas, las tradiciones, las costumbres y las fuerzas políticas que impulsan el funcionamiento de
las instituciones.
Desde la Antiguedad clásica existe interés en definir los sistemas políticos; Aristóteles, Polibio, Santo
Tomás, Maquiavelo, Montesquieu, Rousseau etc.
La división más común de los Regímenes políticos es:
A. REGÍMENES DEMOCRÁTICOS:
Los Regímenes Democráticos se caracterizan porque el poder político se encuentra distribuído en tres
órganos, las autoridades son elegidas en elecciones libres, competitivas y limpias, la acción política de la
oposición es aceptada e incentivada, existe un respeto y garantía por los derechos de las personas y en
general priman los valores, principios y atributos de la Democracia.
B. REGÍMENES AUTOCRÁTICOS:
Los Autocráticos en términos generales son aquellos donde los gobernados deben comportarse según las
reglas que les dicta el gobernante.
Se dividen en :
a) Regímenes Totalitarios, el cual se basa en que los gobernados pueden participar en el proceso político
a través de un solo canal o partido único, el cual está orientado por una ideología totalizante que controla y
regula todos los aspectos de la vida de las personas. No se admiten ni toleran minorías discrepantes al
orden establecido. El partido político único de gobierno desarrolla la educación y la propaganda que da
sustento permanente al régimen establecido.
b) Regímenes Autoritarios, existe un pluralismo político limitado y no responsable. No existe una ideología
elaborada que lo guíe como el Totalitarismo, sino que existen "mentalidades" distintas, que más bien
defienden y justifican la estructura política existente sustentada por las costumbres y la tradición.
Estos regímenes se caracterizan por ser de élite, donde un grupo de elegidos resuelve los problemas
públicos sin consultar al pueblo. De tal modo este grupo elítico busca la desmovilización de los miembros
de la sociedad civil fomentando la apatía política, hasta donde no les sea contrario a sus intereses. En la
mayoría de los casos estos regímenes son radicalmente transitorios pues dependen de un líder carismático
fundador y de la élite que lo rodea; desaparecido el líder pueden derivar a un sistema democrático o a uno
totalitario (Humberto Nogueira ).
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RÉGIMEN TOTALITARIO
El término “totalitarismo” tomo popularidad en la década de los cincuenta cuando Hannah Arendt lo usó
para referirse al fenómeno político que entonces ocurría en ciertos países. En efecto, se le llama totalitario
a todo régimen político en el que la vida cotidiana de sus ciudadanos es totalmente controlada por la
autoridad única y exclusiva de un partido político. Es la forma más drástica de control estatal, y va mucho
mas allá de los mecanismos de control implementados por dictaduras, gobiernos militares, y gobiernos
autoritarios.
Los factores que caracterizan a un Régimen Totalitario son los siguientes:
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La existencia de una ideología oficial que es vista como incontrovertible.
Un solo partido político dirige a la nación.
Este partido político cuenta con la membresía del 15% de la población civil.
La estructura gubernamental es establecida por el partido.
La existencia de un grupo armado o policía secreta leal a los intereses del partido.
Medios de comunicación altamente restringidos cuyo propósito principal es indoctrinar a la población
civil.
7. Estado tiene el monopolio sobre el poder de coerción.
8. La economía nacional es controlada y dirigida por el partido.
Teniendo en cuenta estos puntos clave, es posible identificar dos ejemplos claros de lo que constituye un
régimen totalitario: Alemania durante el reino del Nazismo, Y la Unión Soviética durante el reino Estalinista.
En ambos casos, un solo partido político dominó imponiendo su ideología política y excluyendo cualquier
otra. Tanto Alemania Nazi como la Unión Soviética Estalinista contaban con una maquinaria política gigante
conformada por simpatizantes de todo tipo, desde ciudadanos comunes a miembros de la policía secreta y
miembros de la comunidad científica. La ideología oficial era impartida por todos los medios, y la población
crecía para ser indoctrinada. La lealtad al partido se mantenía por medio de la coerción ejercida por la
policía secreta: la GESTAPO en Alemania y la KGB en la Unión Soviética. Finalmente, ambas ideologías
mantenían un control total sobre la organización social y económica del país. Los Nazis impusieron el
concepto del corporativismo, el cual consistía en la división vertical del orden social, de tal manera que en
vez de existir clases sociales, existían tipos sociales: agricultores con agricultores, empresarios con
empresarios, y así sucesivamente. Igualmente, los Bolcheviques abolieron las clases sociales e intentaron
imponer un orden social homogéneo.
Basado en estos dos ejemplos, resulta claro que el fenómeno del totalitarismo se puede dar bajo gobiernos
de ideología de izquierda tanto como de derecha. En adición, aunque la adopción de un modelo totalitario
es el resultado de un cambio revolucionario, este no es necesariamente impuesto como resultado de una
revolución. El caso de Alemania, en el que los Nazis llegaron al poder por medios democráticos, demuestra
claramente esta aserción.
Además de estos dos casos ejemplares, el totalitarismo se ha manifestado también en otros casos, tales
como el régimen de Mussolini en Italia, el cual era descrito por el mismo Mussolini como Totalitario, el
régimen de Saddam Hussein en Irak, el régimen de Mao en China y el régimen de Kim Il-Sung en Corea del
Norte.
NAZISMO ALEMÁN:
El nacionalsocialismo (nazismo) es fundado por Adolfo Hitler a principios de la década de 1920, en gran
medida como consecuencia de la humillante situación en que había sido puesta Alemania tras la firma del
armisticio que dio fin a la Primera Guerra Mundial, armisticio que se firmó en Versalles (Francia) y por lo
cual es conocido como el Tratado de Versalles. Este Tratado impuso a Alemania unas condiciones tan
drásticas (casi podría decirse que vengativas) que hacían que el país tuviese que destinar un enorme
porcentaje de sus ingresos nacionales al pago de daños e indemnizaciones, principalmente a Francia y la
Gran Bretaña, con lo cual le resultaba imposible recuperarse económicamente después del desastre que la
guerra había significado. Por causa de lo anterior, el gobierno de centro-izquierda que se implantó en
Alemania después de finalizada la guerra (periodo que es conocido como la República de Weimar) fue
absolutamente incapaz de lidiar con el desprestigio que supuso aceptar las draconianas condiciones
impuestas por el Tratado de Versalles, lo que lo hizo blanco de los ataques de los sectores más
ultraderechistas de la población que clamaban por regresar a un estado de cosas similar al que el Imperio
prusiano había impuesto tras la Batalla de Sedan en 1870, en la cual derrotaron y humillaron a Francia. Así
las cosas, una doctrina que abogase por el regreso de la antigua gloria imperial y del perdido orgullo que
había construido la historia reciente de Alemania tenía todo el terreno abonado para germinar y florecer,
como efectivamente sucedió con el nazismo. Hacia mediados de la década de 1920 el nazismo ya era una
fuerza política reconocida aunque minoritaria, pero día a día contaba con más simpatizantes que veían en
ella y en su líder la salida ideal al estado de postración en que vivía Alemania por ese entonces. Ya en la
década de 1930, el nazismo era una fuerza poderosa, y tan sólo esperaba el momento propicio para
asumir el poder, momento que se dio en 1933, primero con la renuncia del canciller Hindenburg y la
asunción del cargo por parte de Hitler y luego con el incendio intencional por parte de los nazis del
Reichstag (el edificio del Parlamento), del cual acusaron a los comunistas, con lo cual se dio el pretexto
ideal para que el partido nazi pudiese hacerse con el poder absoluto en Alemania.
Ya en el poder, las ideas y actuaciones del nazismo se centraron en la implantación de un gobierno
dictatorial que apoyaba a una milicia popular urbana, la militarización del pueblo y los ataques a la
democracia, el judaísmo internacional y el comunismo.
Las principales características del régimen nazi fueron:
1. Régimen totalitario: Se suprimieron derechos y libertades individuales. Se pusieron a merced del
Estado las empresas y los sindicatos obreros. Todas las actividades de los ciudadanos eran vigiladas y
coordinadas por la policía, al tiempo que toda oposición era oprimida.
2. Militarización del país: En Alemania esto se vivió con gran regocijo por parte de una gran mayoría de
la población, dado que los hombres mas viejos habían participado en la Primera Guerra Mundial y a los
mas jóvenes se les había inculcado un profundo sentimiento de venganza y revanchismo hacia quienes
los habían humillado luego de perder la guerra.
3. Racismo: Se sostenía que la raza aria o indoeuropea era la única raza superior por proceder de
antiguos griegos, romanos y germanos y que era de total urgencia limpiarla de toda sangre no aria, en
especial de la de los judíos.
4. Imperialismo: Olvidando todo lo pactado en el Tratado de Versalles, los nazis ordenaron armar a la
población, establecieron el servicio militar obligatorio, anexaron al territorio alemán toda la cuenca del
Ruhr (que había sido cedida al control de Francia) y los territorios nacionales de Austria y
Checoslovaquia. Cuando Alemania continuó con su plan de anexiones al invadir Polonia, se desató la
Segunda Guerra Mundial, el primero de septiembre de 1939
El fascismo, cuyo líder era Benito Mussolini, fue una doctrina política muy cercana en ciertos puntos, no en
todos, al nazismo
El nazismo es responsable de la muerte de más de seis millones de judíos y de más de treinta millones de
personas (en especial en la Unión Soviética, en donde murieron más de veinte millones).
COMUNISMO RUSO
Es el gobierno ejercido por un solo partido que representa al pueblo y que administra todos los bienes de
producción (empresas, fabricas, herramientas, etc.) ejerciendo un control estricto sobre las actividades
sociales, económicas y políticas de la sociedad.
A este gobierno se le llama comunista porque centra su poder en la comunidad; el partido único tiene como
misión la coordinación de todo un grupo para obtener resultados en comunidad. Las personas que
pertenecen al partido político no deben tener ninguna clase de privilegios en particular.
Se puede rastrear el nacimiento del comunismo en los albores de la Revolución Industrial, ello debido al
surgimiento de movimientos obreros que reclamaban seguridad laboral y salarial ?estos movimientos, en
algunos casos, fueron violentos (destrucción de maquinas y producción) y en otros casos constituyeron
uniones de trabajadores que estuvieron por mucho tiempo prohibidas ante la ley.
Las principales ideologías que fundamentaron el nacimiento de las doctrinas comunistas no fueron fruto del
pensamiento obrero sino del trabajo de intelectuales pertenecientes a los sectores más acomodados. Una
de estas corrientes ideológicas, el socialismo (término que apareció en 1830) afirmaba:
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Una resuelta oposición al capitalismo industrial.
La necesidad de que los bienes materiales no fuesen propiedad privada.
Las formas o métodos con las cuales los socialistas pretendían lograr estos fines variaban:
Socialismo utópico: Describía sociedades ideales, como por ejemplo aquellas fundamentadas en la
noción de cooperativas de trabajadores sin propiedad privada (Owen) o en tecnocracias, es decir, en
Estados que estuvieran gobernados por científicos, técnicos e industriales (conde de Saint-Simon).
5. Catolicismo social (Francia y Bélgica): En 1850, obispos, sacerdotes y personas cercanas a la Iglesia
reclamaban al Estado mejores y más reglamentadas condiciones para los trabajadores que incluyeran
la protección moral de los trabajadores frente a los dueños de las industrias.
6. Revolución social: Los revolucionarios socialistas franceses desataron la revolución de 1848, ellos
creían que la mejor forma de hacer la revolución era tomándose el poder por la fuerza.
7. Socialismo científico: Carlos Marx y Federico Engels son sus principales exponentes; juntos redactaron
un programa teórico y practico: el Manifiesto del Partido Comunista (1848), en el cual se hace un
llamado a todos los obreros del mundo para hacer la revolución contra la burguesía. En su obra, Marx
expone las siguientes ideas:
8. Los medios de producción no pueden ser propiedad privada, pues son riqueza y la riqueza es fruto del
trabajo.
9. Toda la historia de la humanidad ha sido una lucha de clases.
10. La lucha de las clases terminará cuando los trabajadores acaben por completo con el capitalismo
industrial; la única manera de conseguirlo es por medio de la revolución.
Las ideas de Marx tuvieron especial acogida entre los campesinos rusos, en especial entre las facciones
menchevique (revolucionarios comunistas moderados) y bolchevique (revolucionarios comunistas
radicales), estos últimos, guiados por Lenin y Trotsky, se hicieron al poder en Rusia con la ayuda de
ciertos sectores del ejercito ruso que había resultado aplastado por los ejércitos prusianos durante las
campañas bélicas de los años 1914, 1915 y 1916 en Europa (Primera Guerra Mundial). Llegado el año de
1917, en marzo se presentó un primer movimiento de insurrección liderado tanto por los mencheviques (al
mando de Kerenski) como por los bolcheviques, lo que dio fin a la existencia del Imperio ruso y comienzo al
gobierno comunista moderado de Kerenski, pero tan sólo con los acontecimientos del 24 y 25 de octubre se
definió, tras la victoria de los bolcheviques sobre las facciones moderadas del gobierno de Kerenski, la
definitiva implantación de un gobierno comunista en Rusia, que de ahí en adelante adoptaría el nombre de
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Nobles, Iglesia, industriales y terratenientes fueron despojados
de sus riquezas y el Estado pasó a ser el dueño de tierras y fabricas.
Pero la expansión de las ideas socialistas no tuvo únicamente a la Unión Soviética por escenario,
pues muchos países escogieron este camino, como es el caso de China, Cuba, Yugoslavia (tras la lucha
partisana comandada por Tito), etc. Muchos de estos gobiernos fueron el resultado de auténticas luchas
nacionales en pro de un mejoramiento de las formas de vida de sus pueblos (como fue el caso de Chile
durante el gobierno de Salvador Allende, o el de Guatemala durante el gobierno de Jacobo Arbenz), pero
también hubo muchos gobiernos de tipo socialista que fueron el resultado de la imposición de las políticas
de expansión de la Unión Soviética (como es el caso de Rumania, Polonia o Checoslovaquia, entre otros).
FASCISMO ITALIANO
fue el nombre adoptado por el régimen político totalitario que se estableció en Italia a partir del
nombramiento de Benito Mussolini como Primer Ministro, en 1922; y que se prolongó hasta 1945, al final de
la Segunda Guerra Mundial, con la invasión de Italia por parte de las Fuerzas Aliadas.
Esa denominación proviene de la palabra latina “fasces”; que designa el conjunto de varas que portaban
los lictores, funcionarios de la República Romana y luego del Imperio Romano que ejercían funciones
policiales; del cual sobresalía un hacha, y que simbolizaba el poder del Estado de que estaban investidos.
El Partido Nacional-Fascista fue fundado el 7 de noviembre de 1921. Siguiendo en buena medida las
prácticas de los “militantes” y los “cuadros” aplicadas por las organizaciones políticas marxistas —
inspiradas en las concepciones de acción política postuladas por Lenin y Trotsky en la Rusia
prerrevolucionaria — el nuevo Partido Fascista italiano estableció una fuerza de milicianos, las Milicias
Voluntarias para la Seguridad Nacional, inicialmente destinada a servir de fuerza de “protección” y
“seguridad” de sus líderes y de sus reuniones partidarias.
A menudo integrada por ex-soldados veteranos de los ejércitos de la Gran Guerra, esta fuerza de milicianos
adoptó un uniforme cuasi-militar, el cual incluía guarniciones y calzado de cuero negro similar al de los
soldados, y una camisa de color negro que les dió su nombre: los “camisas negras”, o también “camisas
pardas”.
En un medio de gran agitación política y social, donde los grupos de orientación socialista, comunista o
directamente anarquista, producían frecuentes alteraciones del orden frente a la inoperancia del Gobierno
para restablecerlo; las unidades paramilitares del Partido Fascista frecuentemente se trababan en combate
con las organizaciones similares de agitadores sindicales de tendencia comunista.
Estructurados según el esquema militar de las antiguas legiones romanas a partir de la “escuadra” como
unidad básica, los camisas negras comenzaron a desfilar en formación militar por las calles de las
ciudades, o circular por ellas montados en camiones para dirigirse a las concentraciones políticas; haciendo
ominosas demostraciones de poder que a menudo comprendían la abierta ostentación de cachiporras y
aún de armas de fuego.
La ideología fascista se centralizó en la exaltación del poder del Estado, y su intervención profunda,
absoluta y total, en todos los aspectos de la vida económica, cultural, educativa y por supuesto política de
la sociedad; exigiendo una total sumisión de todos sus componentes a una disciplina de índole colectiva en
la cual desaparece el individuo como valor ético y como centro de la estructura política. El Estado, es
concebido como valor y poder supremo, que tiene la misión de concretar en realidad el ideal fascista,
centrado en un modelo humano volcado a un accionar exclusivamente orientado al servicio de los
superiores objetivos de grandeza del Estado, para lo cual todo sacrificio debe ser hecho por los
individuos. Esto es la esencia del principio transpersonalista típico de la concepción totalitaria.
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