CLÍNICAS QUIRU´RGICAS DE NORTEAME´RICA

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Cirugı́a cutánea
e intervenciones
menores
Editor
FREDERICK RADKE, MD
CLÍNICAS
QUIRÚRGICAS DE
NORTEAMÉRICA
Editor ejecutivo
RONALD F. MARTIN, MD
2009 Volumen 89 Número 3
Edición en español de Surgical Clinics of North America 2009, Volume 89, Number 3.
Skin Surgery and Minor Procedures
Editora de la serie: Catherine Bewick
Copyright r 2009 Elsevier Inc.
W.B. Saunders Company
Revisión
J. L. Balibrea, M.D., PhD
F.A.C.S. (Hon) F.A.S.A. (Hon)
Catedrático de Cirugía
Universidad Complutense de Madrid
r 2010 Elsevier España, S.L.
Es una publicación MASSON
Travessera de Gràcia, 17-21 - 08021 Barcelona (España)
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de las especificaciones del producto o de los fabricantes.
ISSN edición original: 0039-6109
ISSN edición española: 0186-0216
ISBN edición española: 978-84-458-1365-2
Depósito legal: M. 47.469-2006
Traducción y producción: GEA CONSULTORÍA EDITORIAL, S.L.
Impreso en España por Gráficas Hermanos Gómez S.L.L.
Cirugía cutánea e intervenciones menores
PRÓXIMOS NÚMEROS
NÚMEROS RECIENTES
Volumen 89, número 4
Avances en cirugía cardíaca y aórtica
John A. Kern e Irving L. Kron, editores
Volumen 89, número 2
Infecciones quirúrgicas
John E. Mazuski, editor
Volumen 89, número 5
Cirugía endocrina
Martha Zeiger, editora
Volumen 89, número 1
Abordaje multidisciplinar
de la atención oncológica
Kimberly M. Brown, MD
y Margo Shoup, MD, FACS, editoras
Volumen 89, número 6
Cirugía en zonas rurales
Randall Zuckerman y David Brongstrom,
editores
Volumen 88, número 6
Cirugía biliar
J. Lawrence Munson, editor
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Cirugía cutánea e intervenciones menores
Colaboradores
EDITOR EJECUTIVO
RONALD F. MARTIN, MD
Staff Surgeon, Marshfield Clinic, Marshfield; and Clinical Associate Professor, University of
Wisconsin School of Medicine and Public Health, Madison, Wisconsin, USA
Lieutenant Colonel, Medical Corps, United States Army Reserve
EDITOR
FREDERICK RADKE, MD
Clinical Professor, University of Vermont College of Medicine, Burlington, Vermont; and
Chief, Surgical Services, Mercy Hospital, Maine Medical Center, Maine Surgical Care Group,
Portland, Maine, USA
AUTORES
ALISHA ARORA, MD
Department of Plastic Surgery, Lahey Clinic, Burlington, Massachusetts, USA
JOHN ATTWOOD, MD
Plastic and Hand Surgical Associates, South Portland; Director, Division of Plastic Surgery,
Maine Medical Center, Portland, Maine, USA
THOMAS H. COGBILL, MD
Program Director of Surgery Residency, Department of General and Vascular Surgery,
Gundersen Lutheran Health System, La Crosse, Wisconsin, USA
ANDREW R. DOBEN, MD
Chief Surgical Resident, Department of Surgery, Maine Medical Center, Portland, Maine, USA
WADE W. DUNLAP, MD
Department of Surgery, Marshfield Clinic and Saint Joseph's Hospital, Marshfield,
Wisconsin, USA
VINCENT FALANGA, MD, FACP
Professor of Dermatology and Biochemistry, Department of Dermatology and Skin Surgery,
Roger Williams Medical Center, Providence, Rhode Island; Department of Dermatology and
Biochemistry, Boston University, Boston, Massachusetts, USA
MARK S. GRANICK, MD
Professor and Chief, Division of Plastic Surgery, Department of Surgery, New Jersey Medical
School-UMDNJ, Newark, New Jersey, USA
SCOTT L. HANSEN, MD
Assistant Professor of Surgery (Plastic), and Chief of Hand and Microsurgery, University of
California, San Francisco; and Chief of Plastic Surgery, San Francisco General Hospital,
San Francisco, California, USA
vi
Colaboradores
ALAN HARMATZ, MD, FACS, ASPS
Plastic and Hand Surgical Associates, South Portland, Maine, USA
JULIO HOCHBERG, MD
Department of Surgery, Marshfield Clinic, Marshfield, Wisconsin, USA
ERIK A. HOY, BS
Medical Student, New Jersey Medical School-UMDNJ, Newark, New Jersey, USA
JESSE L. KAMPSHOFF, MD
Chief Resident in Surgery, Department of Medical Education, Gundersen Lutheran Medical
Foundation, La Crosse, Wisconsin, USA
SARAH KERR, MD
Dermatology Resident, Department of Dermatology, Marshfield Clinic, Marshfield,
Wisconsin, USA
JACOB M. KUSMAK, MD, PharmD
Training Director, Department of Dermatology, Marshfield Clinic, Marshfield, Wisconsin, USA
CHARLES K. LEE, MD
Assistant Clinical Professor of Surgery (Plastic), University of California, San Francisco;
and Director of Microsurgery and Wound Care, St. Mary's Medical Center, San Francisco,
San Francisco, California, USA
DOUGALD C. MACGILLIVRAY, MD, FACS
Clinical Associate Professor of Surgery, University of Vermont, Burlington, Vermont;
Co-Director, Division of Surgical Oncology, Maine Medical Center; and The Maine Surgical
Care Group, Portland, Maine, USA
MICHAEL D. MARION, MD
Department of Surgery, Marshfield Clinic, Marshfield, Wisconsin, USA
KATHLEEN M. MEYER, MD
Department of Surgery, Marshfield Clinic, Marshfield, Wisconsin, USA
KARTIK A. PANDYA, MD
Resident Physician, Department of Surgery, Maine Medical Center, Portland, Maine, USA
JAYMIE PANUNCIALMAN, MD
Department of Dermatology and Skin Surgery, Roger Williams Medical Center, Providence,
Rhode Island, USA
FREDERICK RADKE, MD, FACS
Clinical Professor, University of Vermont College of Medicine, Burlington, Vermont; and Chief,
Surgical Services, Mercy Hospital, Maine Medical Center, Maine Surgical Care Group,
Portland, Maine, USA
ERIK J. STRATMAN, MD
Department of Dermatology, Marshfield Clinic, Marshfield, Wisconsin, USA
PAIGE TELLER, MD
Department of Surgical Oncology, Emory University, Atlanta, Georgia, USA
Colaboradores
MARY TSCHOI, MD
Resident, Division of Plastic Surgery, Department of Surgery, New Jersey Medical
School-UMDNJ, Newark, New Jersey, USA
ALFONSO L. VELASCO, MD
Department of General and Colorectal Surgery, Marshfield Clinic and Saint Joseph's
Hospital, Marshfield; Department of Surgery, Clinical Science Center, University of
Wisconsin School of Medicine and Public Health, Madison, Wisconsin, USA
THERESE K. WHITE, MD, FACS
Plastic and Hand Surgical Associates, South Portland, Maine, USA
vii
Cirugía cutánea e intervenciones menores
Índice
Prólogo
xiii
Ronald F. Martin
Prefacio
xvii
Frederick Radke
Dermatología para el cirujano general
563
Sarah Kerr, Jacob M. Kusmak y Erik J. Stratman
La preparación quirúrgica del paciente con una enfermedad cutánea conocida resulta a veces difícil. Además de toparse con la piel en casi todas las
operaciones, el cirujano también afronta interrogantes, preocupaciones y
trastornos asociados a esta en los períodos preoperatorio, perioperatorio y
postoperatorio. Todos estos aspectos se repasan de acuerdo a la mejor
evidencia existente.
Utilización y toxicidad de los anestésicos locales
587
Alan Harmatz
A los cirujanos se les pide cada vez más, por razones puramente económicas, que aumenten el número y la duración de las intervenciones en
régimen ambulatorio. De hecho, todos realizamos operaciones ambulatorias
que hace muy poco se habrían considerado hospitalarias. Es más, hoy se
llevan a cabo con anestesia local intervenciones que antes se realizaban con
anestesia general. El conocimiento a fondo de los anestésicos locales hará
que los cirujanos satisfagan estas demandas para mayor seguridad, experiencia y confort del paciente. El objetivo de este número de las Clínicas es la
cirugía menor, pero toda exposición relevante sobre los anestésicos locales
debe ir más allá de las jeringas de 3 ml con una pequeña dosis de lidocaína.
Fisiología de la cicatrización de la herida: de la lesión a la maduración
599
Paige Teller y Therese K. White
La cicatrización de las heridas ha pasado de ser una ciencia de observación
clínica a un estudio de la biología molecular y la fisiología celular. En este
artículo se repasa la bibliografía médica que proporciona la base para
entender el estado actual de la cicatrización de la herida.
Preparación del lecho de la herida
Jaymie Panuncialman y Vicent Falanga
El concepto de la preparación del lecho de la herida inauguró una nueva era
en el tratamiento de las heridas, al exponer la diferencia entre las heridas
agudas y crónicas y consolidar la idea de que los procesos implicados en la
cicatrización de las heridas agudas no pueden trasladarse íntegramente a la
611
x
Índice
cicatrización de las heridas crónicas. La división arbitraria del proceso normal
de cicatrización en las fases de hemostasia, inflamación, proliferación y
maduración aborda los episodios de cicatrización de una herida aguda.
Sabemos que los obstáculos para la cicatrización de las heridas crónicas
determinan un fracaso en la sucesión de las fases citadas y representan
factores independientes que hacen de la herida crónica un trastorno mucho
más complejo. El concepto de la preparación del lecho de la herida ha
supuesto un gran avance para resolver o abordar la herida crónica. La preparación del lecho de la herida permite afrontar de manera individual los
problemas de cicatrización: la presencia de tejido necrótico, la hipoxia, la
elevada contaminación bacteriana, la matriz corrupta y las células senescentes del lecho. Al preparar el lecho de la herida, podemos optimizar el uso
de los medios terapéuticos para acelerar la cicatrización endógena o incrementar la efectividad de los tratamientos más avanzados.
Selección de la sutura y otros métodos para el cierre de la piel
627
Julio Hochberg, Kathleen M. Meyer y Michael D. Marion
La aplicación de las suturas varía según el tejido, el paciente y la circunstancia. La amplia gama de nuevas suturas, grapas, esparadrapos y adhesivos tópicos dificulta la elección adecuada del cierre. En esta revisión sobre el
material disponible para el cierre de la piel, así como sus propiedades biomecánicas, ventajas e inconvenientes, se establece una estructura para
entender mejor las limitaciones, las indicaciones y las numerosas opciones
que cabe contemplar antes de elegir el material de sutura.
Colgajos cutáneos
643
Mary Tschoi, Erik A. Hoy y Mark S. Granick
Las heridas abiertas, sobre todo alrededor de la cara, suelen requerir técnicas
complicadas para su cierre óptimo. La forma de cerrar una herida complicada
depende mucho de su naturaleza; por ejemplo, de la localización y el tamaño
del defecto, del resultado funcional después del cierre, de las enfermedades
asociadas del paciente, de las estructuras vecinas y de si el defecto se debe a
una neoplasia maligna o a un traumatismo. Los objetivos para el cuidado de
la herida comprenden un resultado estético óptimo, la preservación de la
función y la satisfacción del paciente. Los autores repasan de forma sucinta
las opciones básicas para el cierre de la piel y comentan el uso de los colgajos
cutáneos, sobre todo en la cabeza y el cuello.
Tratamiento de las heridas agudas
Charles K. Lee y Scott L. Hansen
La herida aguda presenta una serie de dificultades que impiden su cierre
definitivo, como son los factores del anfitrión, la etiología, la localización
anatómica, la cronología y las técnicas quirúrgicas que facilitan un cierre
satisfactorio. Para obtener una cobertura estable y duradera que finalmente restablezca la forma y la función, hay que respetar los principios quirúrgicos básicos. Los avances recientes en los apósitos, las técnicas
659
Índice
de desbridamiento y el repertorio quirúrgico permiten al cirujano plástico
modernosolucionarcualquierherida,porcomplejaquesea.Enesteartículose
exponen estos principios, que se pueden aplicar a cualquier herida.
Lesiones benignas de la piel: lipomas, quistes de inclusión epidérmica,
biopsias musculares y nerviosas
677
Kartik A. Pandya y Frederick Radke
Los lipomas son tumores benignos de la piel, compuestos por células adiposas maduras, y representan los tumores subcutáneos más frecuentes.
A pesar de que muchos de ellos se pueden extirpar en la consulta o en un
quirófano de cirugía menor, otros exigen una planificación preoperatoria más
cuidada y una resección más compleja. Se exponen el diagnóstico, la anatomía patológica y el tratamiento de los tumores benignos y de otros tumores
habitualmente asociados que pueden requerir un estudio y una operación
más extensos. Para el diagnóstico de algunos problemas médicos se
emplean biopsias musculares y nerviosas. Aunque existen otros marcadores
genéticos y bioquímicos para el diagnóstico de enfermedades que se confirmaban antes con la biopsia, estas técnicas quirúrgicas siguen teniendo
indicaciones. A pesar de que la técnica resulte sencilla, algunos aspectos
técnicos relevantes ayudan a obtener una mejor muestra y a evitar confusiones diagnósticas.
Enfermedad pilonidal e hidradenitis
689
Alfonso L. Velasco y Wade W. Dunlap
La enfermedad pilonidal y la hidradenitis supurativa son problemas comunes
que afectan a los adultos jóvenes. El tratamiento quirúrgico de la enfermedad
pilonidal se debe adaptar a la presentación clínica del caso y su objetivo,
además de hacer desaparcer la enfermedad, reducir las tasas de recidiva y
morbilidad. La evolución clínica de la hidradenitis supurativa se caracteriza
por la cronicidad, con brotes frecuentes seguidos de períodos quiescentes.
Hay que ajustar el tratamiento de ambos trastornos a la presentación clínica.
Cánceres de piel hapituales y sus lesiones precursoras
Alisha Arora y John Attwood
Esta revisión de las lesiones cancerosas y precancerosas de la piel sirve de
orientación al cirujano general con ejercicio clínico. Se trata de lesiones
comunes en la población general, por lo que probablemente las abordará con
frecuencia, a veces al pasar consulta por otro motivo. Los cirujanos generales
desempeñan una misión especial en la atención de estos cánceres habituales
de la piel, tanto de forma directa como mediante la remisión al especialista.
Con estas ideas en mente, se exponen la fisiopatología de las neoplasias
malignas cutáneas y el diagnóstico y tratamiento de las tres más habituales en
EE. UU.: cáncer basocelular, cáncer epidermoide y melanoma de la piel.
703
xi
xii
Índice
Conceptos actuales en el melanoma cutáneo: melanoma maligno
713
Andrew R. Doben y Dougald C. MacGillivray
El melanoma de la piel es una de las lesiones clínicas más importantes de la
piel y de los tejidos blandos que atiende el cirujano general. Si se diagnostica
correctamente y se trata en sus etapas iniciales, su pronóstico y evolución
son siempre favorables. En este articulo s exponen los conceptos actuales
sobre el melanoma maligno.
Tumores raros de la piel: carcinoma de células de Merkel, carcinoma ecrino,
tumores del glomo y dermatofibrosarcoma protuberante
727
Jesse L. Kampshoff y Thomas H. Cogbill
En este artículo se expone la epidemiología, la etiología, la presentación, la
anatomía patológica, la evaluación y estadificación, y el tratamiento de
tumores poco comunes de la piel, como el carcinoma de células de Merkel, el
carcinoma ecrino, los tumores del glomo y el dermatofibrosarcoma protuberante.
Índice alfabético
739
Cirugía cutánea e intervenciones menores
Prólogo
Ronald F. Martin, MD
Editor ejecutivo
En el fondo, todos somos superficiales.
—Walter B. Goldfarb, MD
Todo aquel que haya terminado su formación en cirugía y ejercida su práctica podrá atestiguar que en el primer año de prácticas se aprende mucha cirugía y se opera sin parar. Para la
mayoría de las personas, esta es una experiencia visual única. Por otra parte, ni para el paciente
ni para el cirujano hay nada que se pueda denominar cirugía menor. Toda intervención quirúrgica puede salir muy bien o, por el contrario, muy mal. La mayoría de los cirujanos que han
ejercido ya durante cierto tiempo habrán asistido a multitud de ejemplos de estos dos casos,
tanto en operaciones largas y complejas, como en otras que habían empezado como una
intervención relativamente sencilla.
Es tradición entre los cirujanos compartir los conocimientos y concebir textos extensos
sobre enfermedades que afectan a muy pocos pacientes y sobre intervenciones complejas
que realizan aún menos cirujanos. Una de las cosas más irónicas en cirugía es la dificultad
para hallar textos colectivos sobre enfermedades que resultan mucho más frecuentes y
sobre técnicas que casi cualquier cirujano general deberá ejecutar en cualquier momento.
Esta colección de artículos se ha compilado para ofrecer una información de las operaciones más comunes que realizan los cirujanos y que no suelen exponerse formalmente.
En su mayoría, la exposición se refiere a operaciones que se pueden practicar en medios
con un equipo limitado o de forma ambulatoria, aunque otras abordan asuntos más
complicados.
A pesar de que en este número se tratan algunos de los trastornos habituales que
atienden los cirujanos, habría que preguntarse por qué cada vez más va reduciéndose la
exposición a estos trastornos habituales en la docencia actual sobre cirugía. El proceso de
formación quirúrgica está diseñado de forma que el especialista asume poco a poco la
responsabilidad hasta alcanzar la experiencia suficiente para actuar de una manera segura
sin supervisión. En general, los cirujanos y los programas de formación quirúrgica brindan
muy buenos resultados y otorgan a los médicos en formación la competencia necesaria.
Sin embargo, se están produciendo algunas derivas sutiles (y no tan sutiles) en la exposición docente, que alteran y hacen dudar de la capacidad para cumplir estos objetivos.
Surg Clin N Am 89 (2009) xiii–xv
© 2010. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos.
xiv
Prólogo
La primera deriva llamativa se refiere al momento en que el médico en formación se expone al
cuidado directo del paciente y a la intervención. Las oportunidades que se presentaban antes a
los jóvenes residentes e incluso a los estudiantes de medicina están desapareciendo por
motivos diversos. Algunos de los más difíciles de refutar son los que provienen directamente
de los pacientes. Muchos pacientes, consumidores de la asistencia médica, están mejor
informados que en otras épocas e insisten más en quién puede, o no, participar de su atención.
Algunas de estas inquietudes se originan en los medios de comunicación y, en parte, reflejan
quizá este cambio en las preferencias de los enfermos. El efecto neto es contundente: la
asistencia directa de los pacientes se desplaza hacia los médicos residentes con mayor
formación y hacia los especialistas.
Otra deriva general en los programas de especialización es el cambio en el punto de la curva
de aprendizaje en el que el médico o estudiante se enfrentarán a situaciones que alientan el
crecimiento personal. Las políticas tienden a una supervisión mucho más directa, incluso de
los médicos residentes de los últimos años. Son múltiples las razones para adoptar estas
medidas, por ejemplo, la mayor vigilancia de los organismos reguladores, como el Review
Committee-Surgery (RC Surgery) y el American Council for Graduate Medical Education
(ACGME), o la Joint Commission (JC), y los cambios en las políticas locales sobre hospitales
y consultas basadas en la preocupación por las demandas y la gestión de los riesgos, así como
otras reacciones adversas.
Aunque muchos de los cambios obedezcan a los motivos expuestos, quizá el más
importante resida tan sólo en el tiempo disponible para enseñar y aprender. Es verdad que
la semana sigue contando con 168 h, si bien la asignación de estas horas para las oportunidades de aprendizaje clínico por el residente de cirugía ha disminuido y posiblemente
continuará haciéndolo en un futuro. Estas limitaciones horarias acarrean algunas consecuencias deseadas y también otras menos afortunadas. El efecto neto final de estos
cambios se ignora por el momento, pero nadie duda de que se ha establecido un nuevo
orden de prioridades en la interacción entre paciente y estudiante. Han pasado ya los días
en que los residentes, de los últimos y de los primeros años, podían participar en
casos sumamente complejos y el residente más joven se familiarizaba con ciertos problemas operatorios. Además, ante la carga asistencial actual, parece poco probable que los
residentes de los últimos años se dediquen a «intervenciones menores» cuando tienen que
atender casos «importantes», por lo menos mientras dure el período de residencia; luego,
suele observarse un interés acentuado y renovado por las herniorragias y otras operaciones
«internas».
Las presiones fiscales no cesan, por otra parte, de acuciar a los cirujanos en ejercicio
e imponen nuevos obstáculos para la incorporación y educación más completa de los residentes en las operaciones más simples. «Puedo realizar la operación solo, si tienes otra cosa
que hacer», se oye con frecuencia entre los pasillos de los servicios cuando se piensa «lo haría
solo mucho más deprisa y me olvidaría de los betabloqueantes».
El resultado neto de estas fuerzas es complejo: 1) los médicos en formación se topan
con las operaciones en un momento más tardío que hace años; 2) tienen menos oportunidades de participar en operaciones menos complejas en una fase más avanzada de la
formación, y 3) es menos probable que supervisen directamente a otro colega menos
veterano durante una operación poco compleja a la que asista, o no, un cirujano del
servicio. A su vez, el sistema genera últimamente graduados que se sienten mucho más
cómodos con algunas operaciones complejas que con otras más simples de pacientes
habitualmente despiertos y conscientes.
Mi colega de la consulta, cuando empecé mi carrera, al que he citado más arriba, me
indicó: «Por cada feo[cromocitoma] que atiendas, tendrás que operar muchos perinés».
Estaba en lo cierto, completamente en lo cierto. Disponer de una fuente de información
para atender los trastornos más habituales resulta muy valioso. A tal fin, agradecemos el
Prólogo
esfuerzo del Dr. Radke y sus colegas al compilar todos estos artículos. Asimismo,
expresamos nuestro agradecimiento a los colegas de las Clínicas de Cirugía Plástica que
elaboraron revisiones ilustrativas sobre el tratamiento de las heridas agudas y las técnicas
del cierre cutáneo, que se incluyen en este número para beneficio de nuestros lectores.
Ronald F. Martin, MD
Department of Surgery
Marshfield Clinic
1000 North Oak Avenue
Marshfield, WI 54449, USA
Dirección electrónica:
[email protected]
xv
Cirugía cutánea e intervenciones menores
Prefacio
Frederick Radke MD
Editor
Este número de las Clínicas Quirúrgicas de Norteamérica se ha diseñado para ofrecer al
lector un resumen sobre el conocimiento básico de los problemas de la piel y de los tejidos
subcutáneos. Los autores han preparado una serie de artículos que abarcan desde las ciencias
básicas de cicatrización de la herida hasta los problemas clínicamente frustrantes de la
enfermedad pilonidal.
Agradezco a cada uno de los autores el esfuerzo realizado. Asimismo, doy las gracias a los
impulsores de esta serie, Ronald Martin, MD, y Catherine Bewick, editora de Elsevier. Han sido
muy generosos con su tiempo, paciencia y sabios consejos.
Esperamos que estos artículos inspiren a nuestros lectores. Algunos autores del Maine
Medical Center se han inspirado en el trabajo y el ejemplo del Dr. Jean Labelle. Nos gustaría
mostrarle nuestra gratitud dedicándole a él este número.
Frederick Radke MD
Maine Medical Center
22 Bramhall Street
Portland, ME 04192, USA
Dirección electrónica:
[email protected]
Surg Clin N Am 89 (2009) xvii
© 2010. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos.
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