ADAPTACIÓN AL EJERCICIO EN CALOR Prof. Gerardo A. Araya Vargas, M.Sc. y 1Prof. Cinthya Campos Salazar, M.Sc. 1 Escuela de Educación Física y Deportes, Facultad de Educación, Universidad de Costa Rica 2 Escuela de Ciencias del Deporte, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Nacional [email protected] 57 1y2 A veces ocurre que un deportista debe ir a competir en un lugar cálido y húmedo al que no está acostumbrado. O puede suceder que una persona deba cambiar su residencia a un lugar más cálido. Esos son algunos ejemplos de cuándo se hace necesario que el organismo se adapte a las condiciones de calor, para poder rendir físicamente. ¿Cómo se logra esa adaptación al ejercicio en condiciones de calor? La capacidad para ejercitarse y soportar calor al mismo tiempo, puede mejorarse realizando exposiciones repetidas a un medio ambiente caluroso. Cuando una persona se adapta al calor por cambios de estación o por traslado a zonas geográficas más calurosas, esto se denomina aclimatización al calor. Pero, cuando la adaptación es por exposiciones repetidas al ambiente caluroso y deliberadas o bajo entrenamiento, ese proceso se llama aclimatación al calor. Por ejemplo, la aclimatización debe darse cuando una persona vive en un lugar donde en una época del año hay temperaturas frescas (como en invierno) y en otras partes del año, las temperaturas suben mucho (verano por ejemplo). Otro ejemplo de aclimatización al calor sería el de una persona que vive en un lugar fresco y que debe irse a vivir por cierto tiempo a un sitio más cálido. Un ejemplo de aclimatación, sería el caso de un equipo de fútbol que debe ir a disputar un partido importante en una ciudad muy calurosa, por lo que inicia un entrenamiento para acostumbrarse al ejercicio en condiciones de alta temperatura. Ambos procesos, aclimatización o aclimatación, funcionan con base en mecanismos fisiológicos, que son los responsables de que el organismo logre adaptarse al calor. Un mecanismo es el aumento del volumen plasmático. Otro es un cambio en la sudoración que consiste en que el sudor empieza a salir a temperaturas de la piel, interna y externa, más bajas. También, aumentan los ritmos de sudoración y pueden mantenerse durante periodos más largos. Además, el sudor se distribuye de forma más efectiva por el cuerpo. El sudor queda más diluido al disminuir la concentración de sodio en éste. Es decir que, se pierde menos sales en el sudor. Aumenta el flujo de sangre a la piel. Y el gasto cardiaco se distribuye más eficazmente. Los mecanismos de adaptación producen una disminución de la temperatura interna corporal y reducción del gasto cardiaco para una exposición al calor e intensidad de ejercicio determinadas. O sea que, el cuerpo logra acostumbrarse a realizar ejercicio a una determinada intensidad o esfuerzo y a cierta temperatura, que es a la que se ha entrenado. Aquí hay que hacer diferencias entre las adaptaciones naturales o aclimatización al calor y las adaptaciones inducidas o entrenadas es decir aclimatación al calor. Es distinto el hecho de que una persona que sufra esos cambios sea deportista o que practique ejercicio por salud. Un deportista, como en el ejemplo que se dio antes de los futbolistas, debe rendir óptimamente. Se espera que logre dar cierto esfuerzo y a cierta intensidad, por lo que su organismo debe estar bien preparado para soportar el reto del ejercicio en condiciones de 126 calor. Por otro lado, una persona que hace ejercicio por salud y que de pronto deba enfrentar un medio caluroso, no debe hacer frente a la presión del deportista. Eso no quiere decir que no se adapte al ambiente caluroso, solo que el proceso debe ser menos extremo. Aquí lo importante es que la persona logre cumplir su rutina de ejercicio en ambiente cálido, sin sufrir riesgos de problemas por deshidratación o por insolación o choque de calor, entre otras complicaciones de la exposición al ambiente caluroso. La manera más eficaz para conseguir que el organismo se adapte al ejercicio en calor es realizando ejercicio moderado en exposiciones al calor, que sean repetidas, para producir así un aumento de la temperatura interna del cuerpo y de la piel. El ejercicio moderado, realizado entre el 35 y el 40% del volumen de consumo máximo de oxígeno, en un medio ambiento entre templado y caluroso, durante una y media a dos horas por día, durante por lo menos 8 días seguidos, ayuda a lograr la adaptación al calor. Si se entrena y se logra medir la temperatura corporal en el proceso, se incrementa la eficacia del entrenamiento. Así se logra de manera más precisa, que el organismo alcance una temperatura interna de 38 a 38,5 grados centígrados en la última media hora de la sesión de entrenamiento. Poco a poco se va logrando adaptar al organismo para que se pueda ir aumentando la intensidad del ejercicio, sin aumentar más allá la temperatura interna. Pero, la aclimatación se pierde rápido. Luego de dos días sin tener exposición al calor y sin entrenar, se puede apreciar una disminución en la tolerancia al calor. En dos o tres días sin exposición ni entrenamiento en calor, se pierde un día de aclimatación. O sea que si un deportista se va a entrenar ocho días a un lugar caluroso, para adaptarse a ese ambiente, pero luego, regresa a su residencia en un sitio más fresco y una semana después realiza su viaje para ir a competir, habrá perdido unos tres días de aclimatación. Es decir que el entrenamiento debería mantenerse hasta cerca del viaje. Algo importante que no se debe olvidar es la hidratación adecuada del sujeto. La persona que se somete a un entrenamiento para aclimatación al calor, debe tener un procedimiento de ingesta de líquido que sea efectivo para recuperar el líquido que pierde por sudoración. Otro detalle importante es que las personas con buena preparación aeróbica, logran tolerar mejor el ejercicio en ambientes calurosos que los que no tienen una buena condición aeróbica. Por esto, es importante, no solo acostumbrarse al ejercicio en ambiente caluroso, sino también tener una buena condición aeróbica, para que el rendimiento físico sea más efectivo en ese ambiente. Hay personas que disfrutan de participar en eventos atléticos, como la tradicional carrera Sol y Arena, realizada en la playa de Puntarenas, o en otras pruebas en ambientes calurosos. Aunque solo se vaya a correr una carrerita, como podrían pensar algunas personas, es necesario tener en cuenta las recomendaciones que hemos dado con respecto a la aclimatación al ejercicio en ambiente caluroso. Es necesario tener una buena condición aeróbica. Eso requiere de un trabajo de varias semanas y de tipo aeróbico, como por ejemplo trotando, caminando, haciendo ciclismo o actividades acuáticas aeróbicas, entre otras actividades. Con una adecuada condición aeróbica, se puede ahora iniciar el proceso previo de adaptación al calor entrenando a intensidad moderada durante unos 8 días en condiciones calurosas, cuidando la hidratación antes, durante y después del ejercicio y controlando en lo posible la temperatura corporal interna. Se supone que la competencia en ambiente caluroso 127 está a menos de una semana, para así no perder mucho la aclimatación lograda. Si usted es una persona principiante en aspectos de ejercicio, pero quiere enfrentar el reto de correr en una competencia en la playa o en ambiente que es caluroso y húmedo, debe preparase cuidadosamente y en lo posible, con la guía de expertos en Ciencias del Movimiento Humano. Las consecuencias de la práctica de ejercicio en condiciones de calor, sin estar preparado adecuadamente pueden ser muy riesgosas, incluso mortales. Por eso, es mejor adaptarse y no ir más allá de lo que uno puede lograr de acuerdo a su nivel de preparación. En el ámbito del ejercicio, ya sea de salud o de rendimiento, lo más importante debe ser, ante todo, el bienestar integral de la persona. Que se logre cumplir con una meta, pero sin exponerse a riesgos para la salud. El deporte de alto rendimiento, por su exigencia o por los intereses económicos que le envuelven, muchas veces se olvida de que ante todo lo más importante es salvaguardar la integridad de las personas que lo practican. Así vemos, por ejemplo, que se programan eventos deportivos en horarios inapropiados y sin tomar en cuenta que sus participantes estén preparados adecuadamente para soportarlos. Hay cosas que se han venido mejorando, pero aún queda mucho por cambiar. Esperamos que la información que hemos comentado hoy sea de su provecho. 128