¿CÓMO SE AGRADECE EN PEREIRA?: Una mirada inicial a este acto de habla CONSUELO CHICA UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN Licenciatura en Español y Literatura Pereira 2007 1 ¿CÓMO SE AGRADECE EN PEREIRA?: Una mirada inicial a este acto de habla CONSUELO CHICA Trabajo presentado como requisito para optar al título de Licenciada en Español y Literatura Directora: Magíster Eva Patricia Velásquez Upegüi UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN Licenciatura en Español y Literatura Pereira 2007 2 ÍNDICE TEMÁTICO Introducción…………….…………………..…………………………………………………4 Capítulo I 1. EL AGRADECIMIENTO: CONDICIONES E IMPLICACIONES SOCIALES…10 1.1 El Agradecimiento informal. ……………………………………………………...…12 1.2 El agradecimiento como estrategia de involucramiento. …………………………15 1.3 El agradecimiento como estrategia de atenuación. ………………………………..17 1.4 El agradecimiento como ironía. ……………………………………………………..20 1.5 El agradecimiento como implicatura. ……………………………………………....22 1.6 El agradecimiento formal. …………………………………………………….……...24 1.7 El agradecimiento como manifestación de sinceridad. ………………….……….29 1.8 El Agradecimiento retórico…………………………………………………..……….31 Capítulo II 2. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS DE LAS ENCUESTAS…………………….…32 Capítulo III 3. APORTES DE LA PRAGMÁTICA EN LA FORMACIÓN DE LOS SUJETOS SOCIALES……………..………………………………………………………..43 Conclusiones………………………………………..………………………………………..53 Bibliografía…….…………………………………………………………………………….58 Anexo 3 ¿CÓMO SE AGRADECE EN PEREIRA?: Una mirada inicial a este acto de habla Introducción. Desde una mirada comunicacional y cultural, este trabajo aborda el acto de habla agradecer como un hecho lingüístico que puede ser explicado desde una perspectiva descriptiva de la lengua, hallando indicios estandarizados que permiten comprender el medio cultural y lingüístico que viven los habitantes de la ciudad de Pereira. Estos hallazgos lograron superar nuestro objetivo, dado que a partir de recopilaciones, descripciones, análisis y explicaciones de la puesta en escena de este acto lingüístico, presentamos este documento que puede convertirse en un punto de partida para nuevas investigaciones en este campo y llegar a producir nuevos aportes a partir de disciplinas como la sociología, la antropología y por qué no la misma lingüística. Ahora bien, en nuestro comportamiento diario, es común observar las diferentes relaciones interpersonales, con hechos y acontecimientos que surgen de una manera casi espontánea. Dentro de estas relaciones interpersonales la práctica de la cortesía se convierte en una garantía de convivencia pacífica y agradable, donde el grado de acogimiento de esta relación depende de las actuaciones de los participantes y de su adhesión a las normas socioculturales, teniendo presente que la cortesía tiene cabida en todos los espacios cotidianos: en la oficina, en la iglesia, en la escuela, en las calles, en los parques, en las fiestas, en el hogar, entre otros. Día tras día, manifestamos diferentes formas de ser corteses, siempre proyectando la necesidad de cuidar la imagen o mejorarla dentro del contexto donde nos desenvolvemos, o para tener una idea clara con respecto al grado de acogimiento que podamos lograr dentro de una comunidad, donde la lengua juega un papel determinante en la relación interpersonal. 4 Se justifica este trabajo desde la pragmática porque como disciplina se dedica al análisis de la relación lingüística que se establece entre dos o más usuarios en un acto comunicativo que en gran medida otorga sentido de lo expresado. Además, la Pragmática estudia los actos de habla, entendidos como la expresión mínima de la comunicación. Resulta entonces importante detallar la organización de este trabajo, la cual consiste en primera instancia en una aproximación teórica acerca de la cortesía, tema del cual se desprende el agradecimiento. Partimos desde la cortesía porque sobre el agradecimiento aún no se han realizado investigaciones que nos permitan abordar el tema, en consecuencia a la luz de la cortesía se puede analizar la concepción del uso de la lengua en el proceso de comunicación en un microcontexto interactivo y el papel que desempeñan los espacios sociales en este acto de habla. En el primer capítulo se desarrolla el análisis de las condiciones sociales del uso del agradecimiento, dedicado a un tratamiento pragmático del acto de habla agradecer. Se toman como base las expresiones mismas del agradecimiento y la interpretación del destinatario; a este tenor, se presenta el análisis de las implicaciones sociales del uso del agradecimiento desde una mirada pragmática y formal. La idea central a la que se ha consagrado este capítulo, se refiere de manera específica al análisis de la pragmática y al acto de habla agradecer como aspectos esenciales en la comunicación intersubjetiva de los seres humanos. Es así como el hablante y el oyente, cuando realizan una comunicación, emiten expresiones con un significado y un fin determinado. En esta relación, los actores de la comunicación están sometidos a una serie de reglas que rigen sus comportamientos y conductas, además, a un contexto bien sea lingüístico o de situación que son determinantes para la realización efectiva de la comunicación. 5 En el segundo capítulo exponemos el análisis de las encuestas realizadas entre 200 habitantes de la ciudad de Pereira. Los entrevistadores no tuvieron trato familiar con los entrevistados, de modo que no se presentaron conversaciones en las que la cercanía dificultara la recuperación de la referencia de los temas tratados en las encuestas, además, las intervenciones de los entrevistadores fueron limitadas, con el fin de evitar que los hablantes prestarán atención al estilo de habla, además, se les explicó que el interés de las encuestas consistía en recopilar información sobre las formas de expresar el agradecimiento. En el tercer capítulo se evidencian los aportes que la Pragmática pueda tener en la formación de los sujetos sociales. Una formación encaminada al reconocimiento del otro como mecanismo de interacción social cotidiana, tomando como base el carácter esencial que cumple el lenguaje en la comunicación entre los seres humanos, donde además de realizar una función comunicativa, cumple con otras finalidades como: provocar o impedir una acción, es decir, en términos analíticos producir efectos perlocutorios en el interlocutor. Ciertamente esta reflexión permite el análisis del agradecimiento y del papel que desempeña en la realización de la comunicación, logrando evidenciar en otros términos, cómo la pragmática desplaza el estudio del lenguaje en abstracto por el análisis del fenómeno del lenguaje concreto. Esto significa que los seres humanos usan el lenguaje de muy diversas maneras, produciendo multiplicidad de actos de habla que le ayudan en su construcción como sujeto social. Finalmente, se consolida un texto que cohesiona los hallazgos derivados de este trabajo, para resaltar los aspectos esenciales que hacen parte del acto de habla agradecer en los habitantes de la ciudad de Pereira. Dando curso a lo enunciado, es sabido que existe un número considerable de acciones cuya ejecución está dada en el ejercicio verbal. Tal capacidad cultural del ser humano de hacer saber, de cambiar una situación, de condicionar una relación entre 6 individuos, en fin, de hacer cosas con el ejercicio de la palabra, ha sido reiteradamente analizada y ponderada en las últimas décadas por muchos teóricos de la pragmática, entre ellos, Haverkate (1997:48) plantea que: “Siempre que dos o varias personas traban conversación fijan, de modo explícito o implícito, un “contrato” fundado en derechos y obligaciones. En ese "contrato conversacional" reside la cortesía verbal. Aunque parece lógico aceptar que las convenciones específicas de cortesía varían entre culturas, hay estudiosos que les suponen, en su mayoría, un carácter universal. Lo cual no significa que la inteligencia y el dominio de las normas de urbanidad en el acto de habla sean requisito de la comunicación: un hablante que actuara como si ese repertorio no existiera, "violaría” profundamente las convenciones inherentes a los buenos modales, pero lograría hacerse entender sin la menor dificultad. Sin embargo, la desatención de las reglas llamadas constitutivas, las gramaticales, por ejemplo, sí conduce al malentendido”. En su libro sobre “La cortesía verbal” (1994:63), añade la característica de la universalidad, en tanto que la cortesía parece existir en todas las civilizaciones aunque se presenten distinciones en las diferentes culturas con respecto a sus normas internas. De este modo, entendemos también que la cortesía está relacionada con la identidad individual y social, porque la cortesía sirve para construir nuestra imagen personal y la del grupo al que pertenecemos, parece así obedecer a la función de identificación que Fishman según Haverkate (1994:112) atribuye al lenguaje, base de la cortesía, “porque aquél es uno de los sistemas que sirve para identificar un grupo y distinguirlo de los demás”. Todo lo anterior se traduce de una manera más precisa si definimos la cortesía como una institución subsidiaria del lenguaje humano que contribuye tanto a la formación de la identidad como a la construcción y mantenimiento del grupo social. Decimos que la cortesía es subsidiaria del lenguaje humano porque está en la base de todas las instituciones sociales, por ser el sistema simbólico por excelencia. Según Searle (1969:75), “para que haya hechos institucionales tiene que existir, al menos, una forma primitiva de lenguaje, por lo que el lenguaje goza de primacía lógica sobre las demás instituciones”. 7 Para no entrar en choque en un contexto cultural, es necesario reconocer que la cortesía, en efecto, depende decisivamente de los supuestos previos que un individuo haya adquirido sobre cuál es el comportamiento social adecuado; los eventos corteses son el resultado de un efecto contextual cultural. Las estrategias de cortesía dependerán entonces, de una norma cultural específica, relativa a la forma del enunciado y al grado de ajuste de éste con respecto a dicha norma. María Victoria Escandell Vidal (1993:163), se refiere a este hecho cuando afirma: “No es difícil imaginar la importancia de utilizar convenientemente todos los medios que posee el lenguaje para mantener una relación cordial, especialmente cuando el hablante debe enfrentarse a un conflicto entre sus objetivos y los del destinatario; y quiere a la vez, no romper sus buenas relaciones con él: en este sentido, la cortesía puede entenderse también como un conjunto de estrategias conversacionales destinadas a evitar o mitigar dichos conflictos”. Los saludos cotidianos, las formas de tratamiento como señor, señora, señorita, el modo de solicitar las cosas por favor, el dar o pedir disculpas, son componentes comunes de la cortesía y el lenguaje. Desde la perspectiva del acto de habla, la cortesía verbal no representa una acción autónoma, sino que siempre está integrada en la acción verbal total. Las teorías pragmáticas de la cortesía califican a algunos actos de habla "positivos" para el interlocutor como actos "corteses", y por tanto, propicios para comunicar cortesía positiva. Centrándonos en el acto de habla agradecer, comprobamos que dicho acto se realiza mediante estrategias que buscan principalmente cortesía positiva y no negativa, lo que lo hace percibir como favorecedor del acercamiento social. Al respecto Haverkate (1997:17) plantea que “no hay expresiones neutras respecto a la cortesía: los enunciados son corteses o no lo son. La cortesía está presente o está ausente; no hay término medio”. En la ciudad de Pereira es muy poco lo que en materia lingüística, se ha investigado acerca de expresiones del habla cotidiana, como el acto de habla agradecer, de ahí la necesidad y la conveniencia social de registrar y explicar este evento de comunicación 8 en sus peculiaridades culturales dentro del contexto de nuestra ciudad. Con hechos reales y teniendo en cuenta el conocimiento acerca de la teoría pragmática, se ha iniciado esta investigación en la cual se analiza el acto de habla agradecer utilizado por los pereiranos, sin dejar de reconocer que existen otros eventos de comunicación, que también pueden ser objeto de estudio. Este trabajo cuenta con intercambio de algunas disciplinas, es así como podemos encontrar argumentos, análisis o situaciones analizadas bajo la mirada de la sociología, la antropología y por supuesto desde la lingüística. Sin embargo, el punto de inicio está anclado en una muestra amplia de población que utiliza este acto expresivo, consignados por medio de diálogos contextualizados y reproducidos con la mayor fidelidad, principalmente aquellas materializaciones lingüísticas escuchadas en las oficinas, los buses, la cafetería central de la Universidad Tecnológica de Pereira, los salones de clase y por medio del diligenciamiento de 200 encuestas, las cuales fueron distribuidas entre un grupo de familiares, quienes tenían instrucciones precisas de los lugares que debían entrevistar. Una vez que se realiza la reproducción, se especifica el contexto y se analiza la puesta en escena del agradecimiento, para finalmente poder producir este trabajo, en un tiempo aproximado de tres años. 9 Capítulo I 1. EL AGRADECIMIENTO: CONDICION ES E IMPLICACIONES SOCIALES El agradecimiento es una realización encaminada a compensar al interlocutor por un acto previamente efectuado en beneficio del hablante, se realiza por medio de un corto número de expresiones como “gracias”, o “te agradezco”, como estrategia de cortesía. Es una convención para cerrar cordialmente un canal comunicativo, no expresa una descripción del mundo extralingüístico, lo que posiblemente sea la causa de que existan tantos agradecimientos paralingüísticos. Su semántica es limitada, pues el contenido del agradecimiento suele ser simbólico y puede estar constituido por una palabra, o por una frase. Un tipo de agradecimiento muy frecuente en la ciudad de Pereira es “gracias”, que no insiste en demostrar una gratitud sino en cumplir con una norma social, pues su causa resulta poco relevante. Los eventos de comunicación o actos de habla como el agradecimiento, están sujetos a regulaciones establecidas socialmente, cuyo conjunto se podría considerar como una gramática social o de uso, sin la cual no se producirían enunciados que condujeran al fortunio de la comunicación, debido a la carencia de una competencia comunicativa de los usuarios o, lo que es lo mismo, al desconocimiento de ese sistema extraverbal que coacciona y cohesiona la acción lingüística. Resulta relevante, el término “imagen” propuesto por Goffman y traído a colación por Haverkate (1994:26), donde alude a la noción de imagen que cada individuo presenta de sí mismo en sus interacciones sociales cotidianas y que comprende dos partes: una positiva y una negativa. En una interacción “cara a cara” se activan las dos imágenes de los interlocutores y cada uno no sólo defiende su propia imagen social, sino que se preocupa por no amenazar la ajena, especialmente cuando se presentan algunos factores sociales entre ellos la distancia social. 10 Resulta importante considerar los contextos socioculturales para explicar adecuadamente los enunciados y comprender las diversas manifestaciones de la cortesía, por tanto es relevante conocer las premisas culturales que sintetizan los valores de la comunidad pereirana y que se manifiesta en su “imagen básica”, la cual comprende, la necesidad de imagen de “afiliación” dentro de su comunidad, con el deseo de verse y ser visto como perteneciente a un grupo social y ser considerada como alguien que se diferencia de él. De ahí que la “afiliación” tiene que ver con las demostraciones de afecto, consideración, reciprocidad, confianza y con alta valorización social de la aceptación social. Desde esta perspectiva, en Pereira, dar las gracias no es una simple norma de urbanidad ni un uso de cortesía, sino una actitud ética, una postura existencial que se inculca desde la infancia. En nuestro medio sociocultural, desde los cuatro o cinco años, se educan a niños y niñas a pedir las cosas siempre iniciando con un “por favor” y terminando dando las gracias. Dentro de este contexto el agradecimiento es una acción humanizadora del hombre. Ahora bien, la formalidad del agradecimiento muestra la distancia social o la cercanía entre los interlocutores, dando la impresión de que el agradecimiento no sólo es una simple muestra de afecto, sino una relación simétrica que se disfraza de reverencialidad o no, según la persona a la que esté dirigido. No damos las gracias de la misma manera al mesero que nos atiende en el restaurante que al médico que acaba de salvar la vida de nuestra hija después de un terrible accidente de tránsito. El primer agradecimiento es una muestra de cortesía que no tiene otra implicación sino la de agradecer con palabras sencillas el servicio, es una cuestión cultural, el mesero no nos hace un favor, presta un servicio por el cual se le paga. En el segundo agradecimiento van implícitas nuestras emociones y un reconocimiento por su labor. Es un acto que va acompañado de la alegría que exulta desde nuestro interior que invade todo 11 nuestro cuerpo y que aún sin dar las “gracias”, expresamos en el brillo de la mirada e hilaridad del rostro, lo agradecidos que estamos con el médico. Dando continuidad a lo que hemos venido expresando, nos encontramos con diferentes manifestaciones del agradecimiento, entra ellas tenemos: 1.1 El Agradecimiento informal. Teniendo en cuenta los diferentes contextos sociales en los que se puede desarrollar una conversación, están los que se originan en las interrelaciones informales entre participantes “iguales”, como es el agradecimiento, producto del encuentro de dos amigos en la cafetería Central de la Universidad Tecnológica de Pereira, los cuales entablan el siguiente diálogo: A1 Hola, parce, necesito que me hagas un catorce B1. Pa´ lo que sea chino A2. No, es que quiero llevar a la pelada a cine y no tengo billullo B2. Aah listo, cuánto necesita? A3. Diez. B3. Listo hermano tenga. A4. Listo chino, le quedo debiendo una. B4 Listo, tu tranquis Sobre este acto expresivo, anotamos que la secuencia dialógica se abre y cierra con fórmulas de saludo coloquiales y que el agradecimiento, aunque está implícito, también tiene cabida en su terminación. Se evidencia, así, que aunque no se pongan de manifiesto, en general se conoce y se respetan las convicciones sociales que, portadoras de cortesía positiva, tienen vigencia en nuestro medio para el inicio y cierre del trato interpersonal. Este uso lingüístico no conlleva deseo de recibir un favor, sino que responde a una muestra solidaria por parte del receptor hacia el 12 emisor y al mismo tiempo proporciona una muestra de pertenencia a un mismo grupo social. Otro ejemplo del agradecimiento informal lo observamos en muchos hogares pereiranos, cuando en la mesa familiar, el niño pide un poco de pan a su padre. Éste lo toma y le entrega un pedazo que el hijo muerde en el acto con avidez. - Y bien, pregunta el padre, ¿cómo se dice? Con la boca todavía llena murmura tímidamente el chico: A1Gracias. B1 Gracias, ¿qué? A2 Gracias, papá. Cuántas veces ocurre que una de las primeras palabras que pronuncia el niño es "no"; no es necesario que nadie se lo enseñe. En cambio, cuántas repeticiones son necesarias para inculcarle el hábito de decir "gracias"!. "Gracias" es la palabra mágica que introduce en el hogar la cortesía. Hablar una lengua podría concebirse como cumplir el reglamento formal de un sistema y al mismo tiempo obedecer a otro sistema de regulaciones sociales, impuestas por el hábito consuetudinario de utilizar enunciados adecuados al contexto y a la situación de habla. Participar en el acto de la comunicación es hacer uso de un turno conversacional que bien podría asimilarse a un movimiento dentro de una actividad compartida, en la que se repiten una serie de conductas a la manera de un juego, concepto éste que referido al lenguaje, es aplicable a los actos de habla que realizamos en un contexto conversacional, motivados por una intención. Ahora observemos el agradecimiento: “mi dios le pague” realizado por dos actores en una casa de familia ubicada en el Parque de Cuba de la ciudad de Pereira, donde una de las participantes a primera hora de la mañana pasa a la casa de al lado: 13 A1. Doña Julia, buenos días B1. Siga vecinita, ¿en qué le puedo ayudar? A2. Mi marido no está trabajando y no tengo con qué preparar una aguapanelita para los niños. B2. Tenga le dio este pedacito de panela A3. Mi dios le pague. B3. Amén pa las ánimas del purgatorio “Mi dios le pague” dentro de este contexto se inscribe en la lógica de la gracia divina, y por tanto en la del pedir y recibir, se parte del deseo de que el otro pueda crecer en su ser de persona humana. Lejos de toda exageración, adulación o simulación, este agradecimiento es un estímulo para que la otra persona no se sienta asaltada en su buena fe. “Mi dios le pague” es un acto de alabanza, que considera que el bien recibido procede de otro y que, por tanto, debe ser alabado. En este tipo de agradecimientos y conforme a la definición tradicional, el hablante que realiza este acto lingüístico, tiene como fin influir en el comportamiento intencional del receptor de forma que éste lleve a cabo la acción descrita por el contenido proposicional del enunciado. Como es bien sabido, se distinguen dos variantes fundamentales de estos tipos de actos: el ruego y la orden. La cortesía expresada por el ruego de pedir un pedazo de panela, le sirve al hablante para penetrar en el dominio intencional de la oyente, afianzando su buena obra con un “Mi dios le pague”. Ahora veamos otro ejemplo, donde dos compañeros de trabajo de una empresa de autobuses de la ciudad de Pereira, se encuentran para festejar la acreditación de ésta. A1: Carlos, muchas gracias por tu invitación a este evento. B1: Tú sabes Samuel, que es con mucho gusto. 14 Vemos en el diálogo que ambos interlocutores se relacionan al mismo nivel, lo que se ilustra por el uso de los nombres de pila de cada uno, incluso en el agradecimiento, los participantes muestran su aceptación de la situación tuteándose. En esta conversación, el pronombre tú, crea un marco de participación bidireccional, donde resulta evidente que cada situación de comunicación, cuyas características sociales entran en juego en la interacción cara a cara, exige el uso de determinada forma pronominal de tratamiento. Usar vos, por ejemplo, cuando se espera de un hablante el uso de tú, va en desmedro de la imagen social del interlocutor. El hablante en este caso sería tildado de descortés o por lo menos de desconocer las normas de cortesía que rigen el tratamiento en esa situación de habla particular. 1.2 El agradecimiento como estrategia de involucramiento. El involucramiento también implica el manejo de un discurso lingüístico y asumir unas reglas sociolingüísticas propias de cada acción e interacción, permitiendo a los individuos ubicarse dentro de los distintos contextos sociales que constituyen su espacio interaccional, es así como en la siguiente puesta en escena del lenguaje ilustramos el encuentro de dos amigas cuya amistad se hace evidente en el trato social que demuestran: A1. Hola amiguita, ¿cómo amaneciste? B1. Bien, aunque algo nerviosa A2: Se te agradece tu invitación a tu matrimonio B2: Tú sabes que es con mucho gusto. Este discurso muestra una situación de involucramiento a partir del uso de la forma 'se te agradece tu invitación', como opuesta a la formal “gracias, muchas gracias, te agradezco”, etc. La imagen de involucramiento se enfatiza por la posibilidad que da una de las interlocutoras de no ser nombrada por su nombre de pila, posibilidad que 15 es aceptada y reforzada por la otra interlocutora. Esta aceptación de la imagen propuesta refuerza los lazos de amistad, confiere a la interacción un sentido de proximidad, fraternidad, amistad. No sólo cuenta la expresión del agradecimiento sino también la expresión de los sentimientos, donde se refleja franqueza y cordialidad entre las dos protagonistas de este evento comunicativo y se preocupan de que la acción y el agradecimiento resulten claros. El sentimiento de amistad entre las dos participantes, se constituye en un elemento que las predispone no sólo para usar y crear una ambiente de camaradería, sino que de alguna forma, intima la relación y permite el uso de elementos lingüísticos que favorecen la sinceridad del emisor, en tanto que el destinatario puede tener la certeza de que se ha llevado a cabo el evento comunicativo que pretendía realizar, además de estrechar el vínculo afectivo que en principio las acercó. El acto de agradecer no se aleja de esta afirmación, agradecer corresponde a un favor recibido y a un acto expresivo sea cual sea el beneficio y el lugar acontecido. El involucramiento se relaciona con el derecho que tiene toda persona a ser considerada un individuo normal, sociable, colaborador; en la conversación esto significa colaborar en el buen desarrollo del evento comunicativo, es tratar de evitar los malentendidos o esos conflictos que pueden llevar la conversación al fracaso, es apoyar al interlocutor haciéndole ver que se está atento a lo que dice, con expresiones como “no se que haría sin ti” etc., o utilizar los nombres de pila de uno u otros interlocutores. Este concepto de involucramiento es el que Brown y Levinson han denominado “imagen positiva, como ese deseo de ser apreciado por los demás, y de que otros compartan los mismos deseos” manifiesta Escandell Vidal (1993:149). Es relevante en este tipo de agradecimientos y todo lo que lleva inmerso, el hecho de que los participantes son conscientes del deseo de mostrarse originales y de las buenas cualidades propias de la cultura pereirana, y cómo dentro de la imagen afiliativa se expresa la confianza, es decir, saber a qué atenerse con respecto al otro y que se puede 16 expresar sin temor a represalias. Hablar con confianza alude a un estilo comunicativo que supone expresarnos abiertamente, sin reservas, con franqueza y el tener cercamiento con alguien, es una relación afectiva entre los actores actuando libremente de acuerdo con la propia personalidad, sin miedo de ofender al otro y sabiendo que esta conducta será recibida con naturalidad. La confianza alude a un tipo de contrato social entre personas que supuestamente se conocen bien, lo que les permite actuar lingüísticamente de manera abierta sin temor a ofender. Tener confianza se siente como algo positivo, pero siempre que se dé en el medio adecuado, con la persona adecuada y en su justa medida, pues lo contrario es valorado negativamente. En el agradecimiento también están implícitas las formas de tratamiento; muchas veces recurrimos a expresiones como: ¡muchas gracias por su atención!, ¡le agradezco a usted sinceramente su colaboración¡. En estos casos, el uso de “usted” implica distancia y cortesía hacia la otra persona, que se puede considerar al mismo tiempo como una forma de cordialidad, según las convenciones establecidas en Pereira. 1.3 El agradecimiento como estrategia de atenuación. Ahora nos ocuparemos de este acto de habla como una estrategia de atenuación en una conversación cotidiana, como disminución de la fuerza elocutiva y del desacuerdo que se presenta. Los anteriores ejemplos muestran como el significado de las expresiones está enraizado en el “contexto de situación”, en la cultura, en las costumbres, es decir, hace parte de la forma de vida del sujeto que usa el lenguaje, el cual no está desligado de la realidad, de las diferentes situaciones, donde el oyente está en capacidad de informarse acerca de la situación en que fueron pronunciadas las palabras, conocer las costumbres, la psicología social y la organización del hablante, lo que nos indica que 17 el lenguaje está ahincado en la realidad de la cultura, la vida cotidiana y las costumbres de los participantes, y que no puede ser explicado sin constante referencia a esos contextos, donde también hace parte la expresión verbal, ya que hablar no es independiente de la realidad, sino lo contrario, puesto que en la comunicación (realización de actos de habla), intervienen aspectos como la conducta de las hablantes según la cultura donde nos expresamos. El acto de habla agradecer se encuentra sometido también a reglas socioculturales. Para ejemplificar lo antes mencionado, tenemos el siguiente acto expresivo, cuando en la presentación de una conferencia, el exponente necesita dar continuidad a su discurso y le expresa a su auditorio: A1. Les agradezco que me dejen continuar. Con esta acción atenuadora, el exponente disminuye de manera estratégica su potencial comunicativo, en mayor o menor medida, pues depende de la cautela manifestada en el tono de la voz, siempre en busca de lograr un acuerdo con el fin de que la conferencia continúe. Se busca un equilibrio de imágenes enfrentadas, pero no es un acto de habla lo que guía la intervención, sino una estrategia atenuadora, o la cortesía como un instrumento al servicio de otra meta, en este caso el agradecimiento se ve como modo de negociar el problema, de intentar salvar los obstáculos, de ofrecer soluciones, siempre de forma implícita pidiendo el visto bueno del otro, intentando una conciliación, un acuerdo. Un agradecimiento como atenuante, como categoría pragmática, afecta al enunciado, minimiza lo dicho, porque el agradecimiento pasa a afectar el nivel de enunciación, teniendo en cuenta que el funcionamiento de éste como recurso atenuador, lleva inmerso la estrategia lingüística, para dar a entender menos, de lo que realmente significa y también como estrategia social, para proteger la imagen del “yo” ante lo 18 dicho o hecho como manifestación de cortesía, lo que le permite a los participantes no sorprenderse de esa situación comunicativa, ya que en nuestro contexto socio-cultural es común velar por nuestra imagen. Este acto de habla sufre una trasgresión al pasar a ser atenuador en este proceso argumentativo, aquí el sujeto de la comunicación, en relación con el mundo real, se ve en la necesidad de hacer adaptaciones al y con el lenguaje para acomodarlo y poder expresar sus ideas. En estas adaptaciones surgen las dislocaciones del lenguaje que no son otra cosa que reacomodamientos que se le hacen al mismo sistema para poder cumplir con un propósito comunicacional. Dicho lo anterior se entiende que el agradecimiento como atenuador está cerca del concepto de estrategia, de táctica y no tanto de regla, puesto que su uso depende del contexto. El uso del agradecimiento en este ejemplo, es una decisión consciente y libre del emisor, el cual puede ser utilizado y entendido fácilmente en nuestra cultura, permitiendo un progreso en la comunicación. Ahora bien, la alternancia de participantes en esta conversación, está orientada por el principio de “un hablante por vez”, el cual establece un momento y un espacio conversacional determinado para que los participantes procedan comunicativamente. Así, cada hablante tiene un turno propio y el tránsito entre uno y otro se explica a través de un sistema de toma de turnos. Los casos en donde la alternancia se produce por medio del principio regulador “les agradezco que me dejen continuar”, no se conciben como violaciones al momento y al espacio propio del hablante en curso, es una intención de capturar el turno por parte del conferencista. Desde esta lógica, esta interrupción no afectará al sistema de alternancia de turnos, sino que permite el transcurso mismo de la conversación, teniendo en cuenta que esta interrupción no es causada por el deseo particular de apropiación del fluir conversacional, sino que surge de una causa individual. La interrupción presentada da cuenta del manejo entre los 19 interlocutores de sus derechos y obligaciones para con el desarrollo conversacional, adoptando una perspectiva sistemática, motivada por la misma dinámica del acto comunicativo. Aquí la imagen social del exponente puede ser examinada desde las dimensiones de autonomía, porque incluye comportamientos relacionados en cómo una persona desea verse y ser vista por los demás individuos del contorno. 1.4 El agradecimiento como ironía. Ahora bien, tenemos el agradecimiento como una ironía, representando una estrategia de discurso poco convencional en el diálogo pereirano. Un caso particular se presenta en una oficina ubicada en el centro de la ciudad de Pereira, donde un cliente le dice a la funcionaria “se le agradece su amabilidad” después de haber sido atendido de manera descortés. Este acto lo podemos caracterizar como estrategia representativa de un grupo social determinado, pero no de la cultura pereirana, ya que se trata de una estrategia conversacional usada muy poco, cuya esencia radica en que el hablante manipula el valor veritativo de lo que asevera. En términos más precisos, el hablante comunica lo contrario de lo que cree, pero teniendo en cuenta que su valor radica en la intención comunicativa, debido a la presencia de marcadores lingüísticos que facilitan la correcta interpretación de la intención comunicativa del hablante. No obstante, la ironía requiere de una labor interpretativa compleja, dado que el emisor irónico defrauda el patrón de expectativa del interlocutor, violando intencionalmente la primera máxima de calidad de Grice expuesta por María Victoria Escandell (1993: 80), que reza: “No diga algo que crea falso”. Por este motivo la ironía no cuadra con una cultura como la pereirana, en la que prepondera la solidaridad conversacional, cristalizada en la orientación hacia el intercambio verbal directo. Ahora bien, en nuestro contexto sociocultural es norma de cortesía y un motivo de distinción agradecer los favores o beneficios recibidos, por eso a medida que el niño 20 adquiere un manejo de su competencia lingüística, la madre que es la persona más vinculada afectivamente a él, ante una situación comunicativa, por ejemplo cuando el niño recibe un regalo o le hacen un favor- le exige una respuesta cortés con expresiones: ¿cómo se dice? ¡de las gracias¡ - ¡dale un beso¡ y muchas otras formas, ante las cuales el niño reacciona y se va acostumbrando a dar las gracias cada vez que se siente beneficiado. Dar las gracias es un acto de los denominados expresivos, en el cual el emisor manifiesta un estado de ánimo de reconocimiento y gratitud. La forma para expresarlo estereotipadamente es “¡gracias!”, donde los grados del agradecimiento pueden ser evaluados tomando como referencia el beneficio, cuando éste es pequeño expresamos, “gracias”, por ejemplo, al camarero por su atención. Cuando el beneficio tiene más significado podemos expresar “le agradezco muchísimo”, por ejemplo, al amigo que acaba de prestarnos el dinero que estamos necesitando con urgencia. El agradecer se constituye entonces, como un comportamiento estratégico que nos permite ser más asequibles a las personas de la cultura pereirana. Cuando el agradecimiento se manifiesta, regula entonces, los comportamientos adecuados y las palabras adquieren “dignidad” en lo que concierne al significado, este uso del agradecimiento adquiere muchas veces un carácter no conversacional, es un comportamiento cortés que se utiliza para proteger la imagen o mejorarla. El agradecimiento es considerado una norma de cortesía y en relación a ésta algunos modelos bien conocidos, como Searle (1969:67) donde siguiendo a Brown y Levinson, se explica sobre todo en términos de inferencia. En este enfoque, se parte de la base de que el principio del agradecimiento y las máximas que lo desarrollan representan un conjunto de fundamentos racionales que el beneficiario debe seguir si es que desea mantener una buena relación social. Entra entonces el agradecimiento a jugar un papel decisivo que se relaciona íntimamente con la cortesía y donde se acude a un principio general de cooperación que garantice cierto equilibrio en las normas sociales. 21 1.5 El agradecimiento como implicatura. El efecto cortés de un agradecimiento también puede nacer de una implicatura, y la cortesía está basada, en consecuencia en la indirección, es más, Escandell Vidal (1993:83) postula, incluso, que existe la relación de iconocidad entre implicatura e indirección: “cuanto más sea el camino inferencial que conduce a la implicatura, mayor será el grado de cortesía transmitido”. Consideremos un ejemplo bien conocido en nuestro entorno sociocultural, cuando solemos usar preguntas relativas a la capacidad de hacer algo del interlocutor, como en la siguiente puesta en escena de la lengua en una cafetería donde la señora paga lo que va a consumir y al entregar el billete le expresa: “Señor, si me da sencilla se lo agradezco”, como una manera indirecta de pedir algo. Pues bien, de acuerdo con lo que acabamos de analizar, las secuencias de este tipo de agradecimiento no se interpretan como consecuencia de un favor recibido, sino como una petición. La fuerza ilocutiva que el emisor quiere transmitir se recupera por medio de una implicatura que tiende un puente entre el significado asociado a la modalidad interrogativa y la fuerza ilocutiva de petición: preguntar si se cumple una condición previa para una acción, constituye una manera indirecta de solicitar su cumplimiento. En el caso de “si me da sencilla se lo agradezco” podría decirse que la distancia entre el significado efectivo y el de petición se deriva por inferencia. Sin embargo, nuestra intuición como hablantes nos dice que no existe un cálculo de inferencias propiamente dichas por parte del oyente. La aparente contradicción con el agradecimiento se explica si pensamos que la relación convencional entre este tipo de “agradecer” es indirecta, la intención de este agradecimiento es llevar al destinatario a una toma de decisión rápida y sobre todo positiva, pero revalorando el agradecimiento como hecho cultural. Veamos otro ejemplo que tiene relación con la implicatura expuesta anteriormente, al no asumir necesidades o intereses por parte de los protagonistas, como sería, por 22 ejemplo, en el caso de dos amigas que se encuentran en el centro de la ciudad de Pereira, donde la interlocutora expresa; '¡Te agradezco por acompañarme al banco!', mandato en el que se da por hecho que ella quiere expresar agradecimiento por la compañía que le ofreció su amiga. Es opuesto a ¡Te agradezco si me acompañas al banco¡, en el que el uso de la modalidad de pedir le permite a la contraparte negarse a la oferta si así lo desea. El efecto cortés de este enunciado depende del hecho de que las expresiones no son imposiciones directas y de este modo se deja una cierta libertad de acción del interlocutor. Explicaciones a esta clase de enunciados pueden aplicarse a otros casos de peticiones indirectas utilizando el agradecimiento, como las formuladas por medio de preguntas relativas a la voluntad o al deseo de hacer algo. Ahora bien, si sabemos que las máximas son universales, por un lado, y se acepta que los mecanismos para dar las gracias, no hacen más que explotar dichas máximas, entonces la conclusión que se deriva es que las estrategias del agradecimiento deben ser también universales. De hecho como se lee en Searle, (1969:81), éste manifiesta al respecto que Brown y Levinson dicen: “We have argued in this section that indirect speech acts have as their prime raison d´être the politeness functions they perform (..) And finally we took pains to establish that indirect speech acts are universal and for the most part are probably constructed in essentially similar ways in all languages. We may suggest, then, that the universality of indirect speech acts follows from the basic service they perform with respect to universal strategies of politeness”. Por su parte el no uso del agradecimiento deteriora la imagen del locutor afectando no sólo a éste sino también a la cultura. Un ejemplo lo vemos cuando una persona no da el agradecimiento por un favor recibido, donde encontramos una historia plagada de mucha agresividad entre dos protagonistas en el barrio Providencia de la ciudad de Pereira y la persona afectada expresa: “Es que ni las gracias me las dio”. El 23 agradecimiento no tiene cabida aquí, se trata de acciones directamente agresivas, cuyo resultado final nos hace suponer, aumento de tensión entre los protagonistas y por ende aumento de la distancia social entre ambos. Cuando una persona no da las gracias por un favor o un bienestar recibido se puede generar un “conflicto” en el ambiente, que en ocasiones se hace evidente de manera directa con expresiones como: ¡que persona tan mal educada¡ o ¡se dice gracias, no!. o de forma indirecta que se representan con gestos displicentes o gestos de malestar por el acto descortés y es en ese preciso momento en donde se ponen en duda los valores y la ética de una persona y se tilda fácilmente como mal educada o descortés, creando con esa actitud una imagen negativa de esa persona. 1.6 El agradecimiento formal. Es común observar cómo los individuos incorporan al evento comunicativo la imagen de sí mismos con la que están comprometidos. Esta imagen personal generalmente corresponde a un tipo -en el sentido de imagen estandarizada- aprobada por la sociedad y que funciona como punto de partida para una serie de reglas o condiciones para el trato interpersonal que buscan evitar que surjan conflictos en la conversación. Por ejemplo, es habitual en Pereira que a un superior jerárquico -un jefe, un directorse le otorgue un trato deferente que incluya el tratarlo de 'usted' y además utilizar de forma correcta las fórmulas de cortesía relacionadas con el agradecimiento. En este acto de agradecimiento suele recurrirse a estrategias cargadas de un componente grande de marcadores de cortesía y otro tipo de fórmulas corteses convencionalizadas. Ahora bien, en el siguiente diálogo nos enfrentamos a una relación social formal, donde el gerente de una empresa pereirana, invita a un coctel a sus empleados para festejar su cumpleaños: 24 A1: Buenas noches Señor García, gracias por su invitación. Le deseo muchas felicidades B1. Buenas noches Pedro, bienvenido. El uso de título -Señor- acompañado del apellido - García-, marca distancia social entre los interlocutores; esto se refuerza por el uso del nombre de pila -Pedro- por parte de uno de ellos: Señor García, es el superior y Pedro, el subordinado jerárquico, y ambos marcan esa situación de asimetría social mediante las fórmulas que utilizan para nombrarse el uno al otro y la forma de agradecimiento expresada por el primero de los protagonistas. Visto de este modo la cortesía es un principio ubicador de la situación social de cada uno de los participantes. Las relaciones entre los protagonistas se basan en una lucha de poder que se manifiesta en el uso del discurso y en las acciones mismas. Quien domina la situación es el Señor García, por su condición de “superior”, y asume el poder y lo manifiesta llamando a su subalterno por el nombre de pila, dentro de un trato de igualdad y de cooperación entre ambos participantes del evento comunicativo. Este tipo de agradecimiento nos brinda, además, la posibilidad de analizar el rol, el cual hace referencia a la posición adoptada por el individuo en una situación concreta, como es la situación social en la que se encuentra el Señor García, como anfitrión y al que le concierne su participación en el discurso. El rol está definido de acuerdo con contextos socioculturales, de manera que el comportamiento social y comunicativo es esperable en el desempeño de éste. El reconocimiento de roles brinda la posibilidad a los sujetos de ubicarse dentro de los distintos contextos sociales que forman parte del micronivel interaccional, donde se identifica el escenario o ubicación espacial en el que los actuantes ejercitan sus competencias lingüísticas, sociales y culturales. El instrumento utilizado para concretar este agradecimiento es básicamente la lengua que adopta modalizaciones para expresar una cortesía, sustentar un status, presentar 25 una distancia social entre los participantes del evento comunicativo, sin constituirse en tópico fundamental de la conversación, sino demostrando el grado de acercamiento que tiene con el oyente. Este acto de agradecer en este caso, está por encima del objetivo de interacción social, primando entonces el hecho de expresar no tanto la intencionalidad del agradecimiento, como sí la de mostrar y revalidar una imagen de superioridad a través del uso adecuado de modales de cortesía, haciendo que el interlocutor no se sienta ofendido, y como consecuencia de ello, adopte la actitud de cooperar en el intercambio conversacional y acoja de forma propicia el acto expresivo formulado por el emisor. Dado que nos movemos en un plano social, sólo cabe un fin: fortalecer la imagen del otro supone, a su vez, fortalecer las relaciones sociales, estrechar esos lazos. Hay que tener en cuenta que nos encontramos ante situaciones sociales de familiaridad, parámetro social básico de los usos lingüísticos en la ciudad de Pereira, el agradecimiento tal y como aquí se pone de manifiesto, no es un fenómeno exclusivo de situaciones formales, porque existe una distancia social entre los actuantes, lo que nos indica que los usos y funciones del agradecimiento en cada tipo de situación serán diferentes. Por su parte los vocativos como, por ejemplo, “gracias señor juez” o “gracias señor agente”, remiten a una situación social distinta entre ambos. El beneficiario usa estrategias que implican que tiene en cuenta al benefactor, pero no exagera en simpatías por él, sólo es deferente. Según María Victoria Escandell (1993:19), los planteamientos de Brown y Levinson parten de que “la imagen pública es vulnerable, hay que ponerla a salvo y que una manera de hacerlo consiste precisamente en no dañar no amenazar la de los demás”. Por lo tanto, en la interacción verbal se despliega un esfuerzo común por ponerla a salvo. Esto se observa cuando los participantes en un intercambio verbal requieren llevar a cabo 26 algún acto que dañe la imagen propia o del interlocutor, o dicho de otro modo, actos que amenazan la imagen pública. Una violación de esta norma establecida por la imagen de autoridad que se asocia al cargo dirigente -por ejemplo, tratarlo de “tú”, en una reunión social- puede provocar malestar en el aludido, ya que sentirá disminuida su imagen pública de autoridad, y llevar a un eventual conflicto entre él y el subalterno que no supo mantener la norma lingüística básica de deferencia pública hacia su superior. Este factor antes señalado nos va a permitir calcular la repercusión esperada de una acción que amenaza la imagen pública y por ende el amenazado escogerá las estrategias regulatorias para mitigar el conflicto. Estas reglas regulatorias de las que habla Searle no están relacionadas con situaciones de etiqueta, sino que tienen que constituirse en práctica habitual, implicando con ello que el “dirigente” no permite que ninguno de sus subalternos ignore sus leyes, so pena de ser objeto de marginación o de ignorarlo dentro de la comunicación, por su parte la sociedad pereirana también está en permanente proceso regulatorio del comportamiento de sus miembros. En nuestro entorno sociocultural abundan situaciones que muestran una evaluación negativa de la imagen del emisor; así nos encontramos con críticas, insultos, reprimendas, acusaciones, reproches, burlas, quejas y el no uso del acto de agradecer puede ser causante de esta imagen negativa. Así, se queja y reprocha en: cómo le voy a agradecer si es su deber, si por eso le pagan. En este ejemplo, las proposiciones señalan crítica y distanciamiento afectivo y el resultado siempre reflejará lo descortés y la cortesía habrá de tener un carácter negativo, esto es, los buenos modales pasan a un segundo plano. La imagen pública, se relaciona directamente con los supuestos que manejamos al momento de comunicarnos con otras personas. Por ejemplo, al concluir una 27 conversación con alguien, tratamos de dirigirnos a la persona con un lenguaje que sabemos le va a agradar “muchas gracias”, “te agradezco” y tomamos en cuenta, por ejemplo, la nacionalidad de nuestro interlocutor, su edad, su estatus socio-cultural, e incluso su género, y adecuamos nuestro mensaje a todas esas características, por ejemplo “gracias doña Inés”, “le agradezco doctor”, “Juan, le agradecemos tu visita”. No es fácil dar los agradecimientos sobre el uso de las distintas maneras de dirigirse o referirse a una persona según el grado de respeto con que se la trata. Estas maneras varían no sólo de una región y hasta de una ciudad a otra, sino entre las distintas capas sociales; y dependen también en mucha parte de la desenvoltura, sociabilidad, entre otros, de la persona que las usa. El agradecimiento acompañado de la forma de tratamiento de "don" o "doña", seguido siempre del nombre de pila y no del apellido, es el más respetuoso entre las relaciones formales. Se aplica a todas las personas que merecen especial respeto del que habla, por su edad o categoría y con las que no tiene familiaridad, ejemplo: la pareja de esposos acaba de llegar a la casa y al encontrarse con la niñera expresan: ¡Doña María le agradecemos por cuidar a los niños!. Otro ejemplo lo tomamos; cuando la señora de la casa abre la puerta al oír el timbre y exclama ¡Don Emilio muchas gracias por traerme el mercado a la casa!. Ahora bien, es posible que en el curso del agradecimiento, nuestro estilo comunicativo se modifique conforme hayamos conocido rasgos propios de nuestro interlocutor que nos hagan variar nuestros supuestos básicos; por ejemplo, el médico que acaba de hacernos una visita por causa de una enfermedad, y resulta ser el mejor amigo de nuestro hijo, entonces ya el agradecimiento no iría acompañado con el título de doctor, sino que iría acompañado con el nombre de pila del médico, llegando incluso a tutearlo, ejemplo: Darío te agradecemos tus servicios y recomendaciones. En este caso el emisor con una intención comunicativa más específica, acompañada de 28 manifestaciones de cortesía salva la distancia interpersonal con el destinatario, en este caso con el médico. 1.7 El agradecimiento como manifestación de sinceridad. La universalidad del agradecimiento es evidente en todas las civilizaciones, aunque las normas internas de cada una de ellas las diferencie de manera significativa. Para cada cultura es importante desarrollar una identidad individual que a la larga se hace colectiva. Esa implicación social es la que hace que un grupo se diferencie de otro, además se le atribuyen otros factores, uno de ellos es el acto de agradecer, pues es dentro de esta misma sociedad donde se establecen, se reafirman o se desechan el uso y las reglas de lenguaje. Los hablantes dedican mucha energía a concertar acuerdos entre ellos, a cuidar su relación interpersonal y a manifestar la cercanía que van construyendo en la interacción, paso a paso, para lograr un ideal que es la armonía, que prevalece en las normas de cortesía. En relación a la sinceridad Escandell Vidal (1993:80) la define como "Aquellas condiciones que se centran en el estado psicológico del hablante, y expresan lo que el hablante siente, o debe sentir, al realizar el acto ilocutivo", es decir, el hablante es capaz de lenguaje y de su acción para evidenciar su real posición frente a su interlocutor ante las circunstancias de un evento. Searle (1969:68) la entiende como: "La intención que tiene el hablante de llevar a cabo el acto sin causar infortunio". En el acto de agradecimiento, la sinceridad, puede ser reforzada mediante expresiones como "le agradezco de todo corazón", "le agradecemos sinceramente", mediante las cuales el emisor sienta su posición frente al evento y frente al interlocutor; comprometiéndose a no producir infortunio por falta de sinceridad. Aquí la argumentación entra a desempeñar un papel relevante, cuando se comprende el conjunto de estrategias que organizan el agradecimiento persuasivo, desde una perspectiva lógica. Se trata de 29 expresar el agradecimiento acompañado de elementos lingüísticos que sirvan para marcar la intención del mismo. Cuando el agradecimiento sincero es sustituido por un acto protocolario legitimado por las convenciones sociales y los favores recibidos el tipo de agradecimiento varía. Veamos un ejemplo de este tipo de agradecimiento: en nuestro quehacer diario es común observar cuando una persona (con la cual hemos tenido desavenencias) ingresa a nuestra oficina a solicitar un favor, realiza una acción a un gesto de cortesía como “gracias”. Quien observe este gesto cortés infiere que éste no fue un acto sincero sino un acto protocolario y se tiene que interpretar de esta manera. Dicha actitud se deriva no sólo de las desavenencias sino, que se refleja aquí la imposibilidad social, cultural, protocolaria de eludir el agradecimiento. Estas estrategias son muchas veces presentadas como variaciones de registro, agradecimiento formal o agradecimiento informal, que se pueden incorporar en la teoría de la cortesía lingüística, a fin de minimizar los fracasos o conflictos en la interacción social. No agradecemos de la misma manera a la mamá por cuidarnos durante el tiempo que dure nuestra enfermedad, que el agradecimiento que expresamos al gerente de la empresa que acaba de otorgarnos el empleo que hacía meses estábamos buscando y el cual requeríamos con urgencia. Mientras el primer agradecimiento lleva inmerso sentimientos de gratitud hacia nuestra madre, el segundo es mucho más profundo en la medida en que se ha estado deseando conseguir el empleo desde hace varios meses y la satisfacción de contar con una nueva ocupación es superior a la satisfacción que podamos recibir por los cuidados de la progenitora. No obstante, ambas son formas expresivas utilizadas en distintas situaciones que reflejan un sentir íntimamente relacionado al quehacer cotidiano. 30 1.8 El agradecimiento retórico. El desconocimiento de reglas lingüísticas asociadas al concepto de imagen pública de los interactuantes en una conversación, puede provocar malentendidos que hacen fracasar el desarrollo del evento comunicativo. Al formular agradecimientos retóricos en medio de una conversación puede mover a engaño al interlocutor, por ejemplo: “te agradezco si me invitas a tu fiesta” donde el destinatario puede sentirse forzado a responder, aún cuando el evento conversacional no requiera que él efectúe esa movida, al mismo tiempo, el emisor no estará obligado a otorgar el turno al interlocutor. En este caso, éste puede sentirse perjudicado en su imagen pública de contraparte en un evento conversacional al percibir que el emisor trata de controlarlo. En el Principio de cortesía de Leech traído a coalición por Escandell Vidal (1993:143), nos expresa que “existen actos intrínsecamente corteses o intrínsecamente descorteses”, según nuestro ejemplo anterior utilizar el agradecimiento proponiéndole a alguien que cumpla con un cometido, puede resultar altamente descortés y puede llevar a provocar infortunio del acto comunicativo dentro de los participantes. La cortesía positiva y la negativa son conceptualmente distintas, puesto que la primera engloba todos los aspectos de la imagen positiva de un sujeto y la segunda es específica a la imagen agredida. El acto de habla agradecer no puede establecerse fuera de este contexto y no es difícil encontrar situaciones en las que una persona encontraría mucho más impositivo el recibir una crítica que realizar cualquier acción. Podemos afirmar entonces que el agradecimiento no es cuantificable, sino que viene dado por la estructura semántica de su enunciado y donde las implicaciones sociales del uso del agradecimiento están basadas en la imagen que proyecta una persona al proceder en un acto de cortesía como lo es el “agradecer”. 31 Capítulo II 2. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS DE LAS ENCUESTAS Los actores que intervinieron en la realización de las encuestas, cumplieron una actividad intencional, desempeñando una determinada función, actuando de una manera, de acuerdo con ciertas reglas establecidas por la costumbre y la tradición pereirana. El análisis de las encuestas nos permite vislumbrar tres elementos que son fundamentales en la concepción del lenguaje: la intencionalidad, la convención o el acuerdo y las reglas. Elementos que son ingredientes indispensables para realizar la comunicación social y sin ellos es imposible la acción social unificada y se comportan como condiciones esenciales para la realización de la acción social. En cada enunciación verbal que hace un ser humano tiene la finalidad o función de expresar algún pensamiento o sentimiento efectivo en ese momento y en esa situación, y los actos de habla hacen parte de esa enunciación, como una especie de comportamiento del individuo, en donde se debe tener presente la reacción del interlocutor, producida por las expresiones emitidas por el locutor, caso que no se evidencia en las encuestas, ya que la comunicación puede establecerse porque un hablante codifica un mensaje utilizando las mismas reglas lingüísticas que su oyente, para descodificarlo. Se recopiló la información a través de encuestas, donde los participantes fueron seleccionados de manera aleatoria. Se indagó por el género, el estrato social, la edad y la forma de expresar el agradecimiento, con la finalidad de conocer aspectos relacionados con los diferentes enfoques o abordajes de la temática, en este caso el acto de habla agradecer. El trabajo fue de orden descriptivo donde se comprendió el sistema de normas que está detrás del uso lingüístico, en este caso, referido a lo social. 32 Género: Se entrevistaron en total 200 habitantes de la ciudad de Pereira, 100 hombres y 100 mujeres, con el fin de realizar esta investigación sobre el acto de habla agradecer. Estrato social: De las 100 participantes mujeres, 30 pertenecen al estrato social bajo, 45 al estrato social medio y las restantes al estrato social alto y de los 100 hombres encuestados, 30 pertenecen al estrato social bajo, 45 al estrato social medio y 25 al estrato social alto. Edad: Entre las mujeres entrevistadas, la primera generación tiene una edad que oscila entre los 16 y los 30 años. La segunda generación está comprendida entre los 31 años de edad y los 69 años. Por su parte, entre los hombres entrevistados, la primera generación tiene una edad entre los 16 y los 30 años y la segunda generación su edad oscila entre 31 años y 69 años de edad. Ver anexo 1 (formato de encuesta) A la pregunta No. 1 formulada en la encuesta: ¿Cómo agradece cuando una persona conocida le presta algún servicio?. Los encuestados respondieron así: “gracias” obtuvo 76 votos, expresada por 43 mujeres y 33 hombres. “te lo agradezco” obtuvo 44 votos expresados por 17 hombres y 27 mujeres. “gracias parce” obtuvo 19 votos expresados por 9 mujeres y 10 hombres “te debo una” obtuvo 12 votos expresados por 3 mujeres y 9 hombres “muchas gracias” obtuvo 49 votos expresados por 18 mujeres y 31 hombres Al conocer los resultados de esta primera pregunta, podemos afirmar que la práctica de la cortesía a través del agradecimiento hace parte de la cultura pereirana, y nos 33 muestra la importancia del manejo de esa gramática de la cortesía, la cual permite evidenciar los comportamientos a partir de lo que implica ser miembro de una sociedad. Se muestra en la gráfica siguiente las respuestas efectuadas por mujeres: Gráfico No. 1 Las respuestas realizadas por los hombres se representan gráficamente así: Gráfico No. 2 34 Entre las respuestas más seleccionadas por los encuestados está: “Gracias” como una norma de cortesía que hace parte de la cultura pereirana, no obstante los sistemas pronominales son marcadores que permiten reflejar la relación entre el hablante y el receptor. Por medio de las selecciones pronominales, como “Te lo agradezco” los hablantes pueden indicar el grado de solidaridad o distancia existente entre los participantes en la interacción. A la pregunta No. 2 de la encuesta: ¿Cómo agradece cuando en su casa le sirven algún alimento? Los encuestados contestaron: “Gracias” expresado por 37 mujeres y por 42 hombres encuestados. “Mi dios le pague” es utilizado por 29 mujeres y 1 hombre “gracias, Dios te bendiga” es utilizado por 18 mujeres “Estaba delicioso” es utilizado por 28 hombres No agradece: fue marcado en la encuesta por 29 hombres y 16 mujeres Gráficamente las respuestas dadas por las mujeres quedan así: Gráfico No. 3 35 Las respuestas de los hombres quedan gráficamente así: Gráfico No. 4 Tanto las respuestas ofrecidas por los géneros femeninos y masculinos, nos permiten definir como las reglas regulatorias facilitan los encuentros con el otro en la vida cotidiana, incluido la familiar, ya que el sujeto ha interiorizado las normas sociales, hecho que favorece la comunicación y por ende la convivencia, permitiendo confirmar la solidez del grupo social y garantizando su integridad. A la pregunta No. 3: ¿Cómo agradece cuando el conductor de la buseta le entrega las vueltas? Los encuestados respondieron. “Gracias” contestaron 64 mujeres, 57 hombres No agradece: 3 mujeres, 13 hombres “Gracias hombre”: 24 hombres “Muchas gracias”: 6 hombres y 33 mujeres 36 Gráficamente las respuestas de las encuestas realizadas por las mujeres quedan: Gráfico No. 5 Las respuestas a la pregunta No. 3 por parte de los hombres queda gráficamente así: Gráfico No. 6 Con esta información otorgada por los encuestados, se pone en evidencia la variación que se le da al agradecimiento al expresarlo de diferentes formas, dilucidando de esta manera hechos lingüísticos dentro de un marco de relación intersubjetiva. 37 A la pregunta No. 4 ¿Cómo agradece cuando en la calle le prestan un servicio? Las respuestas de los encuestados fueron: “Gracias”, contestaron 71 mujeres y 39 hombres “Muchas gracias” contestaron 29 mujeres y 28 hombres “No agradece” contestaron 33 hombres Las respuestas proporcionadas por las mujeres quedan gráficamente así: Gráfico No. 7 Las respuestas ofrecidas por los hombres se representan así: Gráfico No. 8 38 Con las respuestas dadas a la encuesta los participantes nos permiten expresar como a través del habla, los usuarios concretan el sistema formal o, lo que es lo mismo, ponen en marcha el sistema en distintas situaciones contextuales o comunicativas. En estas respuestas se pone en evidencia como el uso del agradecimiento adquiere especificidades o modalidades que responden a un fin determinado, en este caso agradecer un servicio recibido. A la pregunta No. 5 ¿Cómo agradece cuando le dan un regalo? Los encuestados respondieron: “Le agradezco muchísimo” (y el nombre de la persona): 37 mujeres, 51 hombres “Me encanta, muchas muchas gracias”: 31 mujeres, 13 hombres ¡Que detalle “te agradezco muchísimo”: 32 mujeres “Gracias”: 36 hombres Las mujeres gráficamente dieron las siguientes respuestas: Gráfico No. 9 39 Los hombres gráficamente dieron las siguientes respuestas: Gráfico No. 10 Como podemos analizar en las respuestas de cada una de las preguntas formuladas en la encuesta los usuarios tienen la opción de utilizar diferentes formas de agradecer, de alguna forma esperada por su interlocutor y determinada por factores contextuales que presionan la elección, utilizando un lenguaje sencillo, propio de la variedad popular pereirana muy escuchado en las conversaciones informales donde prevalece la emotividad comunicativa, pretendiendo mantener las relaciones sociales. A la Pregunta No. 6 ¿Cómo agradece cuando una persona de mayor jerarquía le presta un servicio? Los encuestados respondieron: Muchas gracias (Señor… el nombre): 12 mujeres, 38 hombres Muchas gracias: 33 mujeres, 24 hombres Le agradezco muchísimo: 55 mujeres, 38 hombres 40 Las mujeres gráficamente dieron las siguientes respuestas: Gráfico No. 11 Las respuestas de los hombres representadas gráficamente quedan así: Gráfico No. 12 Los resultados de las encuestas nos demuestran que el agradecimiento es un acto de refuerzo de la imagen, como un evento valorizante que se puede realizar de diferentes mecanismos lingüísticos, dado que nos movemos en un plano social, donde sólo cabe un fin: fortalecer nuestra imagen y las relaciones sociales. Hay que tener en cuenta 41 también, que las preguntas van directamente relacionadas con situaciones sociales cotidianas, de familiaridad o de amistad. De esta forma, sabemos que hay varios aspectos que no podrán ser corroborados mediante este tipo de pruebas, es decir, todo aquello que tiene que ver con la interacción comunicativa, la secuencia de la acción comunicativa, la toma de turnos, la utilización de recursos kinésicos, entre otros. No obstante, las encuestas nos informan acerca del conocimiento de las reglas de la cortesía y del uso del agradecimiento dentro del contexto pereirano, además sobre las estrategias y las formas por medio de las cuales puede llevarse a cabo los actos comunicativos y sobre el conocimiento del peso relativo de los factores contextuales que condiciona, de alguna manera, la opción lingüística. Aunque las estrategias utilizadas no sean más que una aproximación al discurso real, las respuestas a estas encuestas indican qué opciones estratégicas y lingüísticas son consonantes con las normas pragmáticas y qué factores contextuales influyen en sus opciones. Además, el agradecimiento como estrategia de cortesía no es un concepto estático, sino una actividad dinámica interpersonal que puede ser observada, descrita y explicada en términos del funcionamiento interaccional, donde las estrategias de acercamiento, juegan un papel determinante, porque nos permite encontrar marcas de afectividad con propósitos de comunicación. 42 Capítulo III 3. APORTES DE LA PRAGMÁTICA EN LA FORMACIÓN DE LOS SUJETOS SOCIALES A partir de la segunda mitad del Siglo XX el mundo ha sufrido cambios que todavía no terminamos de asimilar. Los hombres y mujeres de nuestra generación arribamos a la edad adulta al iniciar el siglo XXI en medio de cambios de paradigma, y en medio de visiones de mundo contradictorias y a veces hasta desesperadas en su intento de interpretar adecuadamente los vertiginosos procesos tecnológicos, económicos, sociales, políticos y educativos de los últimos tiempos. Podríamos decir que hemos pasado de un mundo ordenado a uno caótico, incierto e imprevisible. La parte crucial de todos estos cambios se refiere a la concepción del hombre sobre sí mismo y sobre sus relaciones con la sociedad que lo rodea y lo cobija, porque si bien en épocas anteriores el énfasis educativo se dio alrededor del objetivo del desarrollo de competencias y habilidades que desembocaran en autonomía, hoy sin renunciar a esa autonomía para pensar, decidir y resolver los problemas teóricos y los cotidianos, se propone el reconocimiento de dependencia del colectivo en medio del cual se realiza la existencia. Concebirnos como seres humanos racionales vulnerables y dependientes, tal como lo plantea Alasdair MacIntyre, filósofo anglosajón de tradición aristotélica, debe traer algunos cambios en el modo cómo construimos los razonamientos prácticos y el hacia dónde orientamos las competencias y habilidades lingüísticas y comunicativas. Y aquí encontramos el peso de los aportes que la pragmática puede ofrecer en la formación de los sujetos sociales que se construyen en torno a la identidad de cada quien en el seno de la colectividad y donde se indaga por el lugar que ocupamos en el mundo, por lo qué somos en cada momento y por el significado de los diversos roles que desarrollamos a lo largo de la vida. Pero también se construye la pregunta por lo 43 público: en qué sociedad vivimos, en cuál sociedad queremos vivir, cuáles son las normas que nos conducen hacia la confianza en los otros y a la convivencia pacífica. Y aún existe otro interrogante en relación con el sentido: qué mundo habitamos, cómo es, cuánto puedo influir para que el mundo se presente más asequible y más lleno de posibilidades. Aquí, es donde el lenguaje juega un papel crucial en la construcción del sentido pues en sí mismo éste guarda las marcas valorativas que cada cultura otorga a lo que se despliega como lo importante, lo insoslayable, lo durable, lo inviolable, lo sagrado, o lo fundamental para la existencia humana. El lenguaje es según Heidegger lo que caracteriza más propiamente nuestra condición de humanos en cuanto, mediante la palabra, otorgamos ser al mundo cuando ponemos a las cosas en relación y nos hacemos dueños del destino. Ahora bien, los aportes realizados en los últimos años por los estudiosos de la pragmática revelan que una visión estructuralista del lenguaje como sistema y estructura no es suficiente para explicar su funcionamiento, en tanto que desde esta postura epistemológica se da una mirada a los modelos estructurales que intentan describir las reglas inconscientes de las normas sociales, dejando en un segundo plano la función comunicativa e interactiva del lenguaje que son necesarias para estudiar las relaciones entre los medios lingüísticos y estas funciones comunicativas verbales que ejercen influencia sobre los demás a partir del contenido de la comunicación y la relación entre los comunicantes, dado que se toma el lenguaje en su uso. Al incorporar el concepto de función comunicativa al modelo lingüístico se proyecta el concepto lingüístico y su importancia en la gramática comunicativa y la función comunicativa en el análisis del discurso. Los análisis de interacciones reales sacan a la luz parte de las metas ilocutivas, es decir, lograr que el otro haga una cosa (actos exhortativos), obtener que el sujeto aprenda o crea una cosa (actos asertivos o constatativos), conseguir que la persona tenga un estatus o rango social determinado (actos representativos), entre otros, son conceptos con los que podemos reunir una diversidad de funciones de las actividades verbales, destinadas a constituir la identidad/imagen del otro. 44 En la constitución de la identidad del sujeto, la cortesía entra a jugar un papel determinante porque implica que se es cortés al conocer y acatar las reglas de su espacio sociocultural, al respecto Escandell Vidal (1993:149) aludiendo a los planteamientos de Brown y Levinson, expresa que: “Ven en la institución de la cortesía un sistema dirigido al otro con fin de evitar la amenaza de la identidad/imagen del interlocutor, donde tienen cabida los actos de habla que directamente sirven de estrategias para denominar formas diferentes de identidad del otro o aspectos de su persona que están vinculadas a su percepción positiva”. Desde estas perspectivas teóricas que trabajan la cortesía como una función, se perfilan estrategias de identidad, que se ven subordinadas a la ejecución de otras metas comunicativas, lo que trae como consecuencia que para lograr que el “otro” haga lo que quiere un hablante, es conveniente respetar sus deseos de identidad, que es un sujeto que responde a las necesidades culturales y sociales pero sobre todo a sus propios intereses. Es así como en la comunicación es posible la constitución de comunidades de diálogo, en tanto se consolidan procesos de intercambio que posibilitan los encuentros y desencuentros de una sociedad o comunidad en particular, su hacer crea unas condiciones de equidad para que se facilite el ejercicio democrático de ésta; en palabras de Victoria Camps (1976:101) “la comunicación debería corroborar la realidad de una convivencia más lograda en la sociedad”. Ahora bien, el acto de habla también se construye dentro de una estructura contextual, la cual enmarca la aplicación de un conjunto de reglas para la producción de enunciados pertinentes y adecuados en los eventos dialógicos, lo que nos indica también que un acto de habla refleja además de la intención del hablante, el empleo del lenguaje. La observación de conversaciones cotidianas, nos muestra que los seres humanos tenemos el deseo de una construcción positiva, reconocida por los otros y que este deseo se traduce en pretensión de identidad continúa en todas las 45 interacciones, muchas de ellas destinadas primordialmente a la constitución o ratificación de las acciones sociales identificatorias. En concordancia con lo anterior, podemos decir que el estudio del lenguaje y de la teoría lingüística es complejo, porque compleja es la comunicación humana y lo referido a ella, dado que la lengua, además de ser un sistema, es una actividad tanto mental como comunicativa, es historia, es cultura; el lenguaje es el medio del que se sirve el hombre para relacionarse en su comunidad, con el mundo, es decir, el medio para lograr la interacción humana. El lenguaje presenta su auténtico y verdadero sentido en la comunicación; su función primordial es la interacción comunicativa. En palabras de Haverkate (1994: 188), "el uso del lenguaje orientado al entendimiento es el uso original del lenguaje". En este orden de ideas y dadas las premisas que en este trabajo se han considerado, podemos constatar que en la ciudad de Pereira la aceptación de algunos tipos de trato descortés entre los jóvenes masculinos, se limita al grupo de amigos y compañeros, lo cual no implica que cualquiera tenga el derecho de hablar así a otra persona. El mismo trato de un sujeto diferente a su círculo social, se tomaría como insultante o agresivo, pero dentro de su grupo social, los actos que a veces parecen por su forma ofensivos e insultantes son considerados como un ritual o juego. Sin negar el contenido de carácter lúdico, se trata más bien de otro universo de valores, en el que los interactuantes están dispensados de las reglas de la sociedad dominante, en este caso los adultos, lo que nos indica que si estas actuaciones no están consideradas por los afectados como deterioro o amenaza a la imagen, no podemos clasificarlos como descorteses, más bien tenemos que contemplarlos como actos que forman parte del léxico juvenil, y lo vemos todavía con más claridad en sus hábitos de interacción entre ellos y sobre todo en lo que respecta a su identidad. 46 Si estos actos de habla descorteses no están contemplados por los afectados como deterioro o amenaza a la imagen, pueden considerarse como una actitud dentro del lenguaje juvenil, que lo vemos en los mecanismos de constitución de este léxico y todavía lo observamos con más claridad en sus hábitos de interacción y sobre todo en lo que respecta a su formación de identidad con la pretensión de ser miembros respetados de su grupo; sin embargo, este estatus no se adquiere por los procedimientos del mundo adulto, sino por la violación de estas normas y reglas. Se trata entonces de un evento de colaboración mutua para crear este universo antinormativo. La identidad juvenil no resulta coherente con lo que la sociedad adulta pretende, aunque los jóvenes quieren tener algunos atributos de los adultos como la autonomía, independencia, dinero, relaciones sexuales, también pretenden ser diferentes de ellos y un medio a través del cual marcan esa diferencia son sus construcciones lingüísticas. Por ejemplo se vanaglorian de sus relaciones sexuales, utilizando un vocabulario atípico, como “follar”, “echar la polla”, entre otros, con cierta tendencia de violencia, reducido al acto sexual, sin manifestaciones de amor o de cariño, lo que con esto expresan es más un relato sobre aventuras sexuales, donde las relaciones íntimas son pretexto para mostrarse como alguien que tiene experiencia con mujeres, atributo muy importante de los jóvenes dentro de su grupo, donde se puede percibir en sus diálogos cotidianos el empleo continuo de palabras descorteses como las ya citadas, dentro del estilo juvenil detectado en el análisis del lenguaje antinormativo, haciendo uso precisamente de los recursos lingüísticos proscritos por la sociedad, pretendiendo ir en busca de una identidad rebelde y en desacuerdo con las normas establecidas en su círculo social. Lo anterior nos permite explicar cómo el enfoque que adoptamos para la construcción de la identidad depende en parte de la atribución identificatoria otorgada por parte del “otro”, pero está también en parte a disposición del “yo”. Todos los seres 47 humanos tenemos el deseo de gozar, cualquier sea nuestra identidad social, pero visto por los otros de manera positiva. El “yo” tiene estrategias a su disposición para influir en la visión del “otro”. Al mismo tiempo el “yo” contribuye con sus actos a la construcción de su identidad, donde se hacen perceptibles las estrategias y los “ingredientes” que resultan relevantes para los interactuantes en concreto. Otra experiencia la tenemos cuando los sujetos se encuentran con una nueva cultura y se enfrentan con interacciones reales, allí, más que el conocimiento estrictamente lingüístico, les hace falta saber qué forma usar en una situación determinada, teniendo en cuenta los roles de los participantes, la distancia social, la jerarquía existente, y a partir de allí recurrir a estrategias que les garanticen una comunicación exitosa. Para ello, la cortesía considerada como una puesta en práctica de estrategias que permiten lubricar las relaciones sociales, debería estar incluida entre los contenidos curriculares de los diferentes programas académicos, y más aún en aquellos programas que tienen énfasis en las ciencias humanas. Como hemos venido considerando, el conocimiento de las estrategias de cortesía integra parte de la competencia comunicativa de los hablantes de Pereira, por lo tanto resulta importante incluir en la formación de los sujetos, contenidos que permitan al hombre interactuar socialmente, partiendo de una competencia pragmática, entendida ésta como la habilidad para usar el lenguaje eficazmente a fin de alcanzar un propósito específico y entender la lengua en relación con su contexto. Así, la competencia pragmática no sólo posibilita la asignación de referencia y sentido a las palabras del hablante en relación con el contexto, sino también la interpretación de la “fuerza ilocutiva” o valor del acto de habla. Resulta interesante considerar que cuando una persona se encuentra en proceso de adquisición de la lengua, a diferencia de un error gramatical, que constituye una desviación clara con respecto a ciertas reglas prescriptivas, la falla pragmática es más 48 difícil de poner en evidencia, ya que no podemos decir que el hablante está equivocado, sino que no ha sido adecuado a la situación comunicativa. Este ejemplo nos indica que el error gramatical puede señalar al hablante porque no domina la lengua o su estructura, la falla pragmática lo puede calificar o descalificar como persona social. Por ello, la formación de un sujeto también debe llevar inmerso un enfoque comunicativo que le permita equiparlo de tal forma que pueda expresarse del modo que elija: cortés o descortés, contando con un repertorio de recursos para cada situación que se enfrente. Es así como en la constitución del ser humano como ser social, el lenguaje adquiere un papel importante, pues un sujeto hace parte de la cultura debido al proceso de significación colectiva que hace a través de él. Desde esta mirada, el lenguaje no sólo es asumido como medio de expresión, sino como constituyente esencial del conocimiento. El hombre tiene la capacidad innata del lenguaje y su facultad de aprehenderlo en todas sus dimensiones, es decir, lo conoce y lo transforma. Por medio del lenguaje el sujeto ha recreado historias, ha creado universos irreales, ha viajado a través del tiempo, ha realizado nuevos descubrimientos, se ha cuestionado a sí mismo: su manera de actuar, de pensar, de existir, y ha escudriñado en sus mundos que no le son evidentes. Todo esto nos indica que al potenciar el desarrollo del lenguaje también se desarrolla el pensamiento y, por ende el conocimiento, pues sólo mediante el lenguaje es posible conocer y reconocer. Dentro de la función social del lenguaje, la cortesía realiza una tarea fundamental, según Escandell Vidal, (1993: 136) la define como un “Conjunto de normas sociales, establecidas por cada sociedad, que regulan el comportamiento adecuado de sus miembros, prohibiendo algunas formas de conducta y favoreciendo otras”. Estas funciones de la cortesía nos permiten entender mejor su funcionamiento, invitándonos a reflexionar con respecto a la validez de la existencia de una gramática social que interioriza a la gramática formal de la lengua, y por ende consolidan al ser humano como ser 49 racional, afectivo, ético, estético y socio-cultural, con capacidad para relacionarse en contextos específicos, podría asegurarse que el nuevo ser, está sucinto no sólo desde la lengua sino también desde la acción. Ahora bien, existen pretensiones universalistas de la cortesía y cuya aplicación debe darse con variaciones para distintas culturas, ya que cada sociedad tiene sus propias reglas, es decir, el acatamiento de la cortesía verbal debe hacerse partiendo de la especificidad de cada cultura y Pereira no es la excepción. Por eso, en este capítulo, se hace énfasis en la necesidad de repensar el acercamiento al estudio de la pragmática, tomando como bases ciertas premisas culturales que hacen parte de la sociedad pereirana. La cortesía es siempre una estrategia para quedar bien con el otro ya sea manifestada como un objetivo primordial, por ejemplo un saludo, un agradecimiento, un cumplido, y bien sea que se trate de una atenuación de algo que puede hacer quedar al hablante como descortés frente a sus interlocutores: una crítica inapropiada. Dando hilaridad a lo enunciado, no se puede partir del hecho de que la imagen social sea un asunto sólo de competencia individual, sino que más bien debe concebirse desde una perspectiva más amplia, considerando las sociedades particulares y sus dinámicas internas. La sociedad pereirana exige de sus miembros una serie de comportamientos convencionalizados en el grupo, que caracterizan la posición de cada uno dentro de la esfera social a la que pertenecen en relación con los demás. Si tomamos los conceptos teóricos sobre la definición de Pragmática como los expresados por: Escandell Vidal (1993:14) donde señala que la pragmática es "el estudio de los principios que regulan el uso del lenguaje en la comunicación" y por Camps (1976:2) que señala que "el uso del lenguaje no es un uso teórico, sino el uso destinado a cumplir la función comunicativa […]” Una palabra o un nombre carecen de poder comunicativo si no aparecen en el contexto de un determinado acto lingüístico", podemos llegar a la conclusión de que la pragmática se caracteriza por el estudio de los orígenes, usos y efectos de los 50 signos; el análisis del lenguaje teniendo en cuenta su uso; el estudio de los actos lingüísticos y los contextos de uso; el análisis de la lengua desde la perspectiva funcional; la investigación de todas las consideraciones extragramaticales; la indagación sobre los significados en el contexto, la interpretación de los enunciados; en fin, el estudio del lenguaje en todas estas dimensiones nos ayuda a definir que la pragmática brinda aportes en la formación del sujeto social, ya que en este orden de ideas el lenguaje se presenta como un sistema de actuación. Cuando nos enfrentamos al tema de la pragmática nos preguntamos si ella se comprende como el conjunto de estrategias que se deben desarrollar en el aula para estimular la adquisición de estrategias regulatorias de comportamiento o si la reflexión debe entenderse como esa relación entre pensamiento, lenguaje y acción, pensamiento que sólo es posible en la medida en que se adquiere el lenguaje y se usa continuamente en contextos de comunicación significativa. Si nos detenemos a analizar lo expuesto anteriormente, creemos que es más provechoso mantenerse dentro de la segunda forma de concepción, pues la pragmática puede constituirse en una herramienta reflexiva para el maestro acerca de lo que son el lenguaje y la comunicación, tal como lo plantearon Austin y Searle al desarrollar la teoría de los actos de habla: el lenguaje como un modo del hacer, o quizás más propiamente, adentrarse en la pregunta sobre cómo hacer cosas con el lenguaje, pues la educación debe ser para la vida y no para la satisfacción de una supuesta curiosidad cognitiva de los seres humanos. La finalidad de la pragmática, sería involucrar las reglas constitutivas acatadas por una comunidad a la práctica educativa y dar un nuevo rumbo a la educación de tal manera que pueda ayudar a crear esperanza de cambio social en un ámbito comunicativo donde se respeten las normas regulatorias de convivencia, impuestas por la sociedad, donde se posibilita la construcción dialógica de saberes, tanto de la realidad del sujeto como de su comunidad. Asumir su reflexión, constituye la posibilidad de acercar acciones 51 individuales y colectivas a procesos de cualificación significativa, en donde se participe abierta y conscientemente en la formulación de nuevas y diversas maneras de encontrarse con el mundo, de ser partícipes de él y de tener acogida como sujeto social. 52 CONCLUSIONES En esta investigación se consolida un análisis pragmático de los aspectos esenciales que hacen parte del acto de habla agradecer en los habitantes de la ciudad de Pereira, resaltando la importancia de este evento de comunicación, sus condiciones y sus implicaciones sociales dentro de nuestra cultura; dentro de esta perspectiva, se analizó también el papel que juega la Pragmática en la formación del sujeto, donde el lenguaje no puede ser tenido en cuenta sólo desde las estructuras sintácticas o desde las relaciones entre las palabras y el mundo porque se dejaría al margen el cometido que desempeñan los seres humanos en la comunicación, en donde se revela la relación entre las palabras y sus potenciales usuarios. Desde esta perspectiva se analizaron los diferentes elementos pragmáticos que intervienen en la comunicación como son la intención, la comprensión de la intención, las circunstancias, la autoridad del locutor, la fórmula ritual, la convención, entre otros. Ahora bien, lo que todo hablante y, en el caso de esta investigación, el habitante de la ciudad de Pereira aprende no es la palabra “agradecer” en sí misma, ya que hay toda una serie de cargas significativas y características que la acompañan, una de ellas es un contexto determinado para obtener unas respuestas esperadas a unos fines decididos, es decir, es un juego de lenguaje con prácticas sociales establecidas que se dan entre dos o más protagonistas de una puesta en escena de lenguaje, donde en esa interrelación entre el lenguaje y la práctica se evidencian las estructuras y los códigos sociales verbales y no verbales para comprender el significado del acto de la cortesía. El acto de habla agradecer hace parte de las conversaciones formales e informales dentro de la comunidad pereirana, y sobretodo es en las conversaciones informales donde se presenta con mayor frecuencia, porque hace parte del discurso básico sobre el cual se fundamenta una sociedad como grupo cohesionado culturalmente, lo que da como resultado la identificación del individuo y su colectivo. Desde el punto de vista 53 tanto de la Pragmática como del desenvolvimiento de la existencia humana, es necesaria una imagen unitaria e integral del hombre, partiendo de la idea de que todo ser humano necesita poseer una imagen de sí mismo y para lograrlo acude a la afectividad, entendida ésta como el resultado de la valoración del mundo y de todo lo que nos rodea. Son las normas de cortesía y su efecto positivo las que permiten a los habitantes de Pereira entrar a participar del conjunto de interrelaciones comunicativas que enriquecen su contexto y a su vez lo particularizan, constituyendo un espacio de circulación de significados en donde palabra y acto se encuentran para construir un entramado de sentido. Cuando hoy se reconoce que el mundo para el hombre está en construcción, resulta imprescindible abordar críticamente tanto las normas de cortesía como sus implicaciones, porque cada individuo, cada sociedad, asume diferentes roles, prioridades y reglas sociales que pueden develar sus dinámicas a partir de la identificación de estas manifestaciones lingüísticas y sus contextos, en donde el ingenio, la tolerancia, la utilización de un lenguaje significativo y unos procedimientos adecuados propios de la circunstancia, posibilitan imágenes espléndidas, mediante las cuales se evidencian las habilidades adquiridas y las prácticas aprendidas. La práctica social cotidiana en Pereira nos muestra como el manejo de esa gramática de la cortesía o regulatoria, orienta los comportamientos a partir de lo que implica ser miembro de una cultura, donde la utilización de la lengua en ejercicio a través de eventos corteses, depende del estatus de los usuarios de esa gramática y de las dinámicas socioculturales que subyacen a los comportamientos dados al interior de la situación comunicativa que se presenta. Dicha práctica incluye además, en toda manifestación personal el hacer uso de un turno conversacional, en cualquier tipo de 54 discurso o de comportamiento; de ahí que sea difícil imaginar cualquier evento comunicativo en el cual no se observe esta conducta. En nuestro caso, la manifestación del acto de habla agradecer en la ciudad de Pereira, no está circunscrito a situaciones de etiqueta, sino que constituye una práctica habitual, implicando con ello que la sociedad no permite que ninguno de sus miembros ignore sus leyes independientemente de la condición social, so pena de ser objeto de sanción, marginación o exclusión del grupo al que se pertenece. En otras palabras, la sociedad pereirana está en permanente proceso regulatorio del comportamiento de sus miembros. La presencia del agradecimiento en los diferentes contextos de comunicación y, a su vez, en los diferentes lugares de Pereira facilita los encuentros con el otro en la vida cotidiana, ya que el sujeto ha interiorizado las reglas regulatorias, hecho que favorece la comunicación y sustenta la imagen que se ha construido de sí y que la sociedad aprueba y respeta dada su concordancia con el código establecido, lo cual confirma la solidez del grupo y garantiza su integridad. De ahí que la ruptura de la imagen de un miembro, no solamente afecta al directamente implicado sino que lesiona al grupo, dependiendo del status o del rol que desempeñe el infractor dentro de la estructura social; ello explica el por qué las instituciones en general seleccionan a sus miembros y les explican un reglamento, coaccionando su actividad para proteger su imagen individual y la de la institución misma. En Pereira, existen infinidad de situaciones, acciones, matices, palabras y modos que dan a la cortesía una gama de posibilidades para manifestarse: una sonrisa, ceder el turno, saludar, despedirse, disculparse, un cumplido, cooperar, dar la bienvenida, agradecer, entre muchos otros, son instrumentos de los que nos servimos para acercarnos unos a otros, son actos positivos que suelen estar materializados con el uso de la palabra y en ellos podemos ubicar fácilmente la actitud del emisor y la reacción 55 del destinatario y sobretodo son eventos corteses que permiten que los pereiranos sean reconocidos como seres sociables y amables. A partir de la afirmación de que las diferentes culturas generan modos de actuar distintos se han realizado diversos trabajos sobre pragmática que evidencian aspectos de la imagen sociocultural tal como surgen en una situación comunicativa intercultural concreta, entendida ésta como la imagen colectiva que un grupo de hablantes presenta de sí mismo. Esta imagen representa un valor social positivo para los habitantes de la ciudad de Pereira que está relacionado estrechamente con la identidad del grupo y de cada uno de sus integrantes. La buena imagen sociocultural de los pereiranos determinada en el trato interpersonal tanto entre los miembros del grupo como entre ellos y personas ajenas al grupo, dejan vislumbrar que las reglas constitutivas son acatadas, no como una imposición social sino como una estrategia de cortesía de acercamiento social. En las relaciones interpersonales entre jóvenes masculinos pereiranos que mantienen relaciones amistosas o de identidad grupal, la constitución de la identidad generacional se gestiona mediante estrategias descorteses. Este tipo de constitución de la identidad particular de los hombres jóvenes y que a veces es acogido por mujeres jóvenes, se explica por un tipo de identidad parcialmente diferente a la de los adultos y a la de los niños. En sus conversaciones se ve como una constante la constitución de una identidad masculina, que no se define de manera biológica, sino que se base en construcciones de masculinidad social, de cómo debe ser un hombre, qué características debe tener, cómo tiene que comportarse. Los jóvenes, grupo social que tiene una identidad transitoria entre su estatus anterior de niños y su estatus posterior de adultos, están en una situación de crearse su nueva identidad acorde con su edad tanto física como mental. Para interpretar el sentido de lo que hemos venido planteando recurrimos a la construcción de la identidad individual y grupal a partir del lenguaje. Es así como nos 56 encontramos, en diferentes lugares de Pereira, con expresiones de agradecimiento como: gracias, te lo agradezco, muchas gracias, dios le pague, te debo una, entre otros, que se constituyen en dominancias lingüísticas identificatorias de sus habitantes, dentro de su normalidad cotidiana, expresándose con palabras sencillas para significar su sentir, dependiendo siempre del beneficio recibido y del contexto. En este orden de ideas cabe afirmar que la lengua como sistema no puede dar respuesta a todas las necesidades comunicativas porque para lograrlo el usuario debería recurrir a procedimientos pragmáticos, en consecuencia los elementos que constituyen el contexto del discurso resultan tan complejos y con tantos niveles como el análisis del propio texto o habla; mientras que las estructuras de una conversación informal o cotidiana pueden ser explicadas desde su conocimiento y sus papeles sociales, el contexto necesita mucho más elementos para poder describirlo o analizarlo, ya que implica dominar el entorno para un suceso, acción o discurso. El desarrollo de esta investigación, realizada en torno a la pregunta ¿cómo se agradece en Pereira?, permitió, finalmente, establecer desde el análisis pragmático, una mirada a este acto de habla e identificar procedimientos de discusión en torno al decir de los habitantes de Pereira y cómo estos actos comunicativos brindan a los sujetos posibilidades de interrelacionarse en contextos particulares. Cabe resaltar que el campo investigativo en esta área tiene amplias dimensiones y sus alcances posibilitarán, en un futuro próximo, comprender las implicaciones de los actos de habla en la construcción social de los discursos. 57 BIBLIOGRAFÍA ESCANDELL VIDAL, María Victoria (1993). Introducción a la pragmática. Barcelona. Ariel Lingüística. CAMPS, Victoria. (1976). Pragmática del lenguaje y filosofía analítica. Barcelona. Paidós. HAVERKATE, Henk. (1994). La cortesía verbal. Estudio pragmalingüístico, Madrid, Gredos. ________ (1994). Acerca de los actos de habla expresivos y comisivos en español. Madrid, Gredos. SEARLE, John R. (1969). Actos de habla. Ensayo de Filosofía del Lenguaje. Madrid. Ediciones Cátedra. WITTGENSTEIN, Luding (1988). Investigaciones Filosóficas. Barcelona, Editorial Grijalbo. Bibliografía consultada AUSTIN, John L. (1971). Cómo hacer cosas con palabras. Buenos Aires, Paidós. BOLIVAR, A. (1997). El análisis crítico del discurso, teoría y compromisos. Barcelona. Editorial Anthropos. HYMES, Dell. (1974). Hacia etnografías de las comunicación. En Antología de estudios de etnolingüística y sociolingüística. México. UNAM 58 PATIÑO ARANGO, Alejandro. (2006). Comunicación y actos de habla. En Cuadernos Filosóficos – Literarios No. 19. Manizales, Universidad de Caldas. VAN DIJK, Teun A. (1989) Estructuras y funciones del discurso. Madrid. Siglo XXI Editores. ________ (1980) Texto y contexto. Madrid, Cátedra. 59 ANEXO Formato de encuesta 60 UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA FACULTAD CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN Licenciatura en Español y Literatura Señor(a): La presente encuesta tiene como fin conocer cómo agradecen los habitantes de la ciudad de Pereira los beneficios recibidos. Por favor conteste las siguientes preguntas: ¿A qué género pertenece? Hombre _____ Mujer _____ ¿Qué edad tiene? ________ ¿A qué estrato social pertenece? Alto _____ Medio ______ Bajo ______ 1. ¿Cómo agradece cuando persona conocida le presta algún servicio? Gracias ____ Muchas gracias_____ Te lo agradezco____ Te debo una ____ Gracias parce ____ Mi Dios le pague ___ No le agradeces ___ Otro (cuál) ___________________ 2. ¿Cómo agradece cuando en su casa le sirven algún alimento? Gracias ____ Muchas gracias ____ Te lo agradezco____ Te debo una ____ Mi Dios le pague ___ No agradeces ___ Otro (cuál) ___________________ 3. ¿Cómo agradece cuando el conductor de la buseta le entrega las vueltas? Gracias___ Muchas gracias ____ Gracias amigo ___ Mi Dios le pague___ Te lo agradezco____ 61 Gracias parce ____ No le agradeces ___ Otro (cuál) ___________________ 4. ¿Cómo agradece cuando en la calle le prestan un servicio? Gracias___ Muchas gracias ___ Gracias amigo ____ Te lo agradezco____ Gracias parce ____ Mi Dios le pague ___ No agradeces ___ Otro (cuál) ___________________ 5. ¿Cómo agradece cuando le dan un regalo? Gracias___ Muchas gracias ______ Gracias amigo: Te lo agradezco____ Gracias parce ____ Mi Dios le pague ___ No agradeces ___ Otro (cuál) ___________________ 6. ¿Cómo agradece cuando una persona de mayor jerarquía le presta un servicio? Gracias___ Muchas gracias _____ Gracias amigo _____ Te lo agradezco____ Gracias parce ____ Mi Dios le pague ___ No agradeces ___ Otro (cuál) ___________________ ¡Gracias por participar en la encuesta! 62 ¿CÓMO SE AGRADECE EN PEREIRA?: Una mirada inicial a este acto de habla RESUMEN Este trabajo basado en una investigación descriptiva sobre ¿Cómo se agradece en Pereira?, busca analizar los diferentes comportamientos sociolingüísticos inscritos en nuestra cultura, a partir de las diferentes relaciones interpersonales que surgen de una manera casi espontánea entre los protagonistas de una acción discursiva, teniendo en cuenta que dentro de estas relaciones interpersonales la práctica de la cortesía se convierte en una garantía de convivencia pacífica y agradable. Existen infinidad de situaciones, acciones, palabras y modos que dan a la cortesía una gama de posibilidades para manifestarse: una sonrisa, ceder el turno, saludar, despedirse, disculparse, cooperar, agradecer, entre muchos otros, son instrumentos de los que nos servimos para acercarnos unos a otros, son actos positivos que suelen estar materializados con el uso de la palabra y en ellos podemos ubicar la actitud del emisor y la reacción del destinatario. Ahora bien, este trabajo está organizado en tres partes: en el primer capítulo se desarrolla el análisis de las condiciones sociales del uso del agradecimiento, dedicado a un tratamiento pragmático del acto de habla agradecer. Se toman como base las expresiones mismas del agradecimiento y la interpretación del destinatario; a este tenor, se presenta el análisis de las implicaciones sociales del uso del agradecimiento desde una mirada pragmática y formal. La idea central a la que se ha consagrado este capítulo, se refiere de manera específica al análisis de la pragmática y al acto de habla agradecer como aspectos esenciales en la comunicación intersubjetiva de los seres humanos. Es así como el hablante y el oyente, cuando realizan una comunicación, emiten expresiones con un significado y un fin determinado. En esta relación, los actores de la comunicación están sometidos a una serie de reglas que rigen sus comportamientos y conductas, además, a un contexto bien sea lingüístico o de situación que son determinantes para la realización efectiva de la comunicación. En el segundo capítulo se expone el análisis de las encuestas realizadas entre 200 habitantes de la ciudad de Pereira. Los entrevistadores no tuvieron trato familiar con los entrevistados, de modo que no se presentaron conversaciones en las que la cercanía dificultara la recuperación de la referencia de los temas tratados en las encuestas, además, las intervenciones de los entrevistadores fueron limitadas, con el fin de evitar que los hablantes prestarán atención al estilo de habla, también se les explicó el interés de las encuestas que consistía en recopilar información sobre las formas de expresar el agradecimiento. En el tercer capítulo se evidencian los aportes que la Pragmática pueda tener en la formación de los sujetos sociales. Una formación encaminada al reconocimiento del otro como mecanismo de interacción social cotidiana, tomando como base el carácter esencial que cumple el lenguaje en la comunicación entre los seres humanos. Finalmente, se consolida un texto que cohesiona los hallazgos derivados de este trabajo, para resaltar los aspectos esenciales que hacen parte del acto de habla agradecer en los habitantes de la ciudad de Pereira.