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LAS VITAMINAS Y
EL SISTEMA INMUNE
Ricardo Valverde Muñoz
Escuela de Zootecnia
Universidad de Costa Rica
Las vitaminas
Son compuestos orgánicos que se necesitan en
pequeñas cantidades y que cumplen múltiples
funciones por su participación en reacciones
químicas en el cuerpo.
Una vitamina reconocida en forma general es la que
ha probado ser un componente esencial de la dieta
para una o más especies animales. Algunas
vitaminas son esenciales para el metabolismo pero
no para la dieta de algunas especies, ya que se
puede sintetizar fácilmente a partir de otros
componentes alimenticios o metabólicos.
Clasificación
Están divididas en dos grandes grupos
Las liposolubles
Podemos encontrar las vitaminas A, D, E y K, las
cuales son absorbidas en el intestino delgado por
difusión pasiva a través de la fase lipídica de la
membrana celular de la mucosa. Pueden ser
acumuladas dentro del cuerpo y de llegarse a
cantidades elevadas podría causar intoxicación,
aunque esto rara vez ocurre pues las cantidades
ingeridas de estos alimentos son por lo general
pequeñas. Las vitaminas de este grupo son
excretados principalmente en las heces, vía bilis.
Clasificación
Las hidrosolubles.
Las hidrosolubles están constituidas por las vitaminas
del complejo B y C, se absorben a nivel de intestino
debido a su polaridad y a su menor tamaño; su
absorción es por difusión pasiva aunque hay algunas
vitaminas del complejo B que por su baja
concentración en los alimentos deben de pasar
mediante un proceso activo, estas no presenta
intoxicaciones pues es fácilmente excretado a través
de la orina.
El sistema inmune
Es esencial para la vida de un animal
Ningún régimen de antibióticos o de terapia antiviral
puede mantener vivo a un individuo que es incapaz de
armar una respuesta inmunitaria.
El sistema inmune cosiste de una compleja red de
interacciones de órganos y tejidos. Este tráfico
celular ocurre a través del flujo linfático y sanguíneo.
Cada estructura del sistema inmunitario tiene una
relativa estructura fija en la cual se produce el flujo
de células móviles del sistema, es decir, de linfocitos
y monocitos. Estas células móviles son producidas
en los órganos y tejidos del sistema inmunitario, y
ellas interactúan con las sustancias extrañas, así
como entre ellas.
El sistema inmune
Las respuestas inmunitarias se generan en las
estructuras del sistema linfático periférico. Estas
estructuras sirven como filtro, atrapando linfocitos
circulantes, células fagocíticas y antígenos. De esta
manera, las células requeridas para armar una
respuesta inmunitaria hacia un antígeno son traídas
a una cercana proximidad con ese antígeno en
particular. Mientras que las estructuras del sistema
linfático periférico son centros de reactividad
inmunitaria, para su desarrollo y funcionamiento
dependen de células generadas en el timo, así como
de células producidas en la medula ósea.
Influencia de las vitaminas en el
sistema inmunológico
Vitamina C:
La deficiencia de vitamina C afecta más la inmunidad
celular que la hormonal.
Los suplementos de vitamina C tienen poco efecto en
la concentración de inmunoglobulina sérica humana,
aunque algunos estudios reportaron elevación en su
nivel. Con estos suplementos se observó también un
crecimiento en la actividad bactericida y quimiotáctica
del neutrófilo.
Influencia de las vitaminas en el
sistema inmunológico
La vitamina C, aumenta la producción de
interferón (sustancia celular que impide a una
amplia gama de virus provocar infecciones), por lo
que la inmunidad se puede potenciar. Además,
esta vitamina es necesaria para formar colágeno,
un componente esencial de las membranas de las
células, por lo que la vitamina C contribuye al
mantenimiento de las barreras naturales contra
las infecciones.
Fuentes alimentarias: cítricos, verduras frescas,
tomates y papas.
Influencia de las vitaminas en el
sistema inmunológico
Vitaminas B
Si tenemos en cuenta que el ácido fólico y la piridoxina
son esenciales para el normal metabolismo intracelular,
podemos comprender que la deficiencia de alguna de
estas vitaminas ocasione severas alteraciones en la
respuesta inmune.
Estudios en animales muestran que la deficiencia de
piridoxina resultó en depresión de la respuesta de AC,
tanto primaria como secundaria.
Las deficiencias de biotina, ácido pantoténico y ácido
fólico alteran la respuesta de la inmunidad humoral. La
deficiencia de vitamina B12 no altera, sin embargo la
respuesta de la inmunidad humoral.
Influencia de las vitaminas en el
sistema inmunológico
La deficiencia de tiamina, biotina, rivoflavina y niacina
interfiere moderadamente con la respuesta inmune. La
rivoflavina participa en una gran variedad de
reacciones de oxido-reducción en la forma de
coenzimas mononucleótido de rivoflavina (FMN).
La carencia de ácido fólico o vitamina B10 suprime la
respuesta de algunos linfocitos, lo que a su vez se
acompaña de una disminución de anticuerpos
(sustancias que luchan contra los gérmenes y tóxicos).
También se sabe que las deficiencias de tiamina o B1,
riboflavina o B2, ácido pantoténico o B5, biotina o B8 y
cianobalamina o B12, pueden disminuir la producción
de anticuerpos.
Influencia de las vitaminas en el
sistema inmunológico
Fuentes alimentarias: levaduras, granos de cereales y
sus subproductos. Algunos como la biotina, el ácido
pantoténico y la cobalamina son sintetizados por
microorganismos del rumen.
Influencia de las vitaminas en el
sistema inmunológico
Vitamina A y carotenos:
Representan un papel esencial en las infecciones y en
el mantenimiento de la integridad de la superficie de las
mucosas (barreras naturales contra las infecciones).
Los carotenos juegan un papel importante en la
prevención del cáncer.
En modelos animales, los carotenos estimulan la
función inmunológica de los linfocitos T y B, así como
pueden producir inhibición del crecimiento tumoral.
Influencia de las vitaminas en el
sistema inmunológico
Se ha demostrado que la deficiencia de la vitamina A
en animales deprime las respuestas de anticuerpos
(AC) a inmunización y disminuye la inmunidad celular
mediana. Se ha reportado que puede ocasionar
también atrofia del bazo y timo, con reducción casi
completa de linfocitos.
Fuentes alimentarias de vitamina A: aceites y harinas
de pescado, plantas verdes como henos de buena
calidad, maíz amarillo y sus subproductos.
Influencia de las vitaminas en el
sistema inmunológico
Vitamina D
En monocitos humanos y linfocitos T y B que han sufrido
estimulación mitógena, se han identificado receptores
para 1,25- dihidroxivitamina D3. Este hallazgo sugiere
que esta vitamina puede tener un papel en la
inmunoregulación.
La vitamina D parece tener un efecto predominante en
las células T ayudadoras. La adición de vitamina D a
poblaciones celulares de CD4+ produjo inhibición
significativa de la proliferación celular mitógena inducida.
Con la información disponible, parece ser que la 1,25 dihidroxivitamina D3 ejerce su efecto predominante en
las células T ayudadoras, previniendo que estas células
se activen ya produzcan IL-2.
Influencia de las vitaminas en el
sistema inmunológico
Vitamina E:
Diversos estudios han demostrado que aumenta la
respuesta inmunológica (se administró 200 mg/día de
esta vitamina a personas que no seguían una
alimentación sana y con defensas bajas, y su
respuesta inmunológica mejoró notablemente).
Fuentes alimentarias: abundantes en granos,
especialmente en el germen, forrajes de buena
calidad, henos de buena calidad, la yema de huevo y
aceites vegetales.
Influencia de las vitaminas en el
sistema inmunológico
Vitamina K:
Esta vitamina interviene en la coagulación de la
sangre por ser la responsable de la producción de la
protrombina en el hígado. Los animales que padecen
deficiencia de dicha vitamina manifiestan graves
hemorragia y la formación de hematomas.
Fuentes alimentarias: vegetales suculentos, henos de
buena calidad, hígado y harina de pescado.
Una dieta equilibrada refuerza el
sistema inmunológico
Aparentemente la ingesta energética tiene una
manifiesta influencia en la actividad inmunológica,
tanto por exceso como por defecto de calorías.
El aporte excesivo de energía puede afectar a la
capacidad del sistema inmunológico de combatir
infecciones, por lo que la obesidad está ligada a una
mayor incidencia de enfermedades infecciosas.
Además, los animales obesos (por lo general
domésticos) son más propensos a desarrollar
enfermedades cardiovasculares que, a su vez, están
relacionadas con alteraciones de la función
inmunológica.
También los animales desnutridos presentan un mayor
riesgo de contraer infecciones.
Una dieta equilibrada refuerza el
sistema inmunológico
El balance de las grasas en la dieta no sólo deviene
fundamental para controlar el peso, sino también
para el óptimo funcionamiento del sistema
inmunológico y energético del animal.
Las dietas ricas en grasa reducen la respuesta
inmunológica, aumentando así el riesgo de
infecciones. Por lo tanto, si se reduce el contenido de
grasa en la dieta, la actividad inmunológica aumenta.
No obstante, no es sólo una cuestión de cantidad; la
procedencia o calidad de las grasas que se introducen
en la alimentación cotidiana también es importante.
Una dieta equilibrada refuerza el
sistema inmunológico
Conviene incluir en la dieta subproductos de
pescado, frutos secos, aceite o grasa que aseguren
un aporte equilibrado de diferentes grasas
esenciales para la salud.
Finalmente, el mantenimiento en buenas condiciones
del sistema inmunológico requiere un consumo
constante de todas las vitaminas y minerales
necesarios. Para ello, hay que asegurarse de seguir
una dieta equilibrada que incluya variedad de
alimentos en las cantidades adecuadas.
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