DUÉRMETE HANNIBAL El Libro 1 "No existe ningún límite a la

Anuncio
DUÉRMETE HANNIBAL
El Libro
"No existe ningún límite a la lactancia materna. No hay ningún motivo médico,
nutricional ni psicológico por el que haya que destetar obligatoriamente a
determinada edad. Sí que existen médicos, nutricionistas o psicólogos que
pretenden establecer tales límites: «Tu leche ya no alimenta»; «le estás creando
dependencia»... Son afirmaciones que no se basan en ningún dato científico;
son prejuicios. Usted no está obligada a compartir las opiniones de su médico
sobre la lactancia, del mismo modo que no tiene que ser del mismo
equipo de fútbol o votar al mismo partido."
-Dr. Carlos González
1
DUÉRMETE HANNIBAL
El Libro
1.
CALOSTRO, EL ORO DE LA LECHE MATERNA
Lo hemos escuchado infinidad de veces: “En la clínica, como yo no tenía leche los
primeros días, le dieron biberón con fórmula y desde ahí mi bebé empezó a
preferir el biberón al pecho y la lactancia se nos hizo muy cuesta arriba...”.
Muchos problemas con la lactancia comienzan así. Es inadmisible que los equipos
de salud que trabajan en las maternidades desconozcan la fisiología de la
lactancia materna y le digan a una mujer recién parida que como no tiene leche,
hay que darle al niño un biberón para que no pase hambre.
Lo que la madre no tiene los primeros días es la leche "a chorros" que quien
nunca ha amamantado podría imaginar que debería tener, pero sí que tiene
leche. La primera secreción láctea que los pechos ofrecen se llama CALOSTRO y,
en efecto, es leche.
La leche abundante suele aparecer entre el tercer y quinto día postparto (a
veces, si hubo un buen estímulo hecho por el bebé desde el primer día, o si la
madre ya ha tenido una lactancia anterior, es posible que sienta la bajada de la
leche al segundo día).
Pero lo más importante que hay que saber es que LOS BEBÉS NO NECESITAN
ESA LECHE A CHORROS (menos de fórmula) DURANTE ESOS PRIMEROS DÍAS.
Lo que necesitan es CALOSTRO.
El calostro es algo así como "la crème de la crème" de la leche materna y está
diseñado especialmente para ser el primer alimento del bebé por varias razones:
•
Es un fluido vivo con componentes específicos para nuestra especie y
para esos primeros días.
•
Es altamente rico en inmunoglobulinas (más aún que las que contiene la
leche ya madura), protegiendo al bebé de diversos agentes patógenos.
Por eso se lo considera “la primera vacuna”.
•
Aparece en un pequeño y concentrado volumen, tal como requiere el
ínfimo estómago de un recién nacido, cuya capacidad gástrica, el primer
2
DUÉRMETE HANNIBAL
El Libro
día de vida, es similar a una aceituna.
•
Ofrece una suerte de “blindaje” a todo el aparato digestivo, recubriendo
sus paredes y previniendo el ataque de virus, bacterias y otras clases de
toxinas.
•
Posee un efecto laxante que ayuda a la eliminación del meconio (esas
primeras deposiciones negras del bebé) y, en consecuencia, previene la
ictericia.
•
Su pequeño volumen y su perfecta digestibilidad promueven un rápido
vaciamiento del estómago que hace que el bebé pida pecho seguido,
especialmente a partir del segundo día de vida. Esas mamadas frecuentes
son las que justamente generan el estímulo necesario para que la "bajada
de la leche" se produzca. Por lo tanto, ofrecer un biberón con fórmula es
un total y sobre todo peligroso contrasentido.
Los beneficios del calostro son tan importantes para el bebé que no es justo que
tantos sean privados de recibir este alimento en exclusiva durante sus primeros
días de vida. Incluso si una mujer eligiera conscientemente no amamantar, sería
muy bueno para su bebé al menos poder recibir calostro durante 2 ó 3 días
antes de comenzar la alimentación con leche artificial.
Necesitamos madres más informadas, ojalá desde la gestación, para recibir a sus
hijos sabiendo qué esperar cuando se inicia la lactancia. Y necesitamos que los
equipos de salud de las maternidades estén mejor capacitados y no interfieran
con el curso normal del amamantamiento. Que promuevan que los bebés, en
tanto no haya otros problemas que lo impidan, sólo sean alimentados desde el
primer momento con el calostro de sus madres. Y nada más. Y ser ellos quienes
le expliquen a una mamá que, asustada por ver que "no tiene leche" pide un
biberón, cómo es que funciona la lactancia y sobre todo, lo importante que es
que su bebé tome "esas pocas gotas" que ella ve salir de sus pechos con
preocupación. Porque al igual que una joya exclusiva, esas pocas gotitas son,
nada menos, que el oro de la leche materna.
3
DUÉRMETE HANNIBAL
El Libro
2.
LA LACTANCIA MÁS ALLÁ DEL AÑO
Hoy en día, pareciera que hablar de “lactancia prolongada” significa hablar de un
niño que mama más allá del año de vida. Pero sabemos que la edad del destete
es una cuestión cultural. Investigaciones antropológicas evidencian que el
destete natural y espontáneo en los seres humanos oscila entre los 2,5 y 7 años
de vida y tanto la OMS como UNICEF recomiendan el amamantamiento hasta
los dos años o más. Pero a pesar de ello, en los países occidentales nos seguimos
escandalizando ante un niño que toma pecho en su segundo año de vida (más aún
si se toma el atrevimiento de hacerlo en público).
Y muchas, muchísimas madres se ven en la disyuntiva de destetar a sus bebés,
influenciadas por las presiones de su entorno, y lo que es peor, por lo que les
indican pediatras que poseen una pobre y desactualizada formación en lactancia
materna.
La única manera de tomar una decisión consciente al respecto es con
información. Y a partir de allí, cada madre, o mejor aún, cada díada mamá-bebé
podrá avanzar hacia donde mejor crea, pero con la certeza de estar haciendo lo
que sienten y no lo que les imponen desde el afuera.
Como nos dice el Dr. Carlos González: “Dar el pecho es beneficioso siempre. Es
decir, si en la tienda tuviéramos al mismo precio leche de vaca y leche de mujer,
sería una tontería comprar la de vaca y la leche de mujer sería buena para
adultos, para ancianos y para todo el mundo. No hay ninguna edad en que dar el
pecho deje de ser bueno y mucho menos en que se convierta en malo”.
Y cerramos con un punteo de los principales beneficios para los niños:
4
DUÉRMETE HANNIBAL
El Libro
Beneficios físicos:
•
Aporta el 40% de los requerimientos nutricionales durante el segundo
año de vida.
•
Posee una mayor concentración de grasa como fuente clave de energía,
comparada con la mayoría de los alimentos complementarios.
•
Es una fuente valiosa de proteínas, calcio y vitaminas (Dewey, 2001):
29% del requerimiento energético
43% del requerimiento proteico
36% del requerimiento de calcio
75% del requerimiento de vitamina A
76% del requerimiento de ácido fólico
94% del requerimiento de vitamina B12
60% del requerimiento de vitamina C
•
Provee ácidos grasos esenciales, que tienen una relación directa con el
desarrollo cerebral.
•
Se adapta a la edad del niño que la toma. A medida que el niño crece, la
leche aporta más calorías (no se vuelve “más aguada” como suele
creerse).
•
El niño sigue recibiendo ventajas inmunológicas mientras su sistema
termina de madurar (de hecho, la concentración de células inmunológicas
en la leche aumenta en el segundo año).
•
Menor incidencia de enfermedades infecciosas, alergias y eczemas de piel.
•
Facilita la recuperación en situación de enfermedad, siendo a veces el
único alimento aceptado por el niño.
•
Protege contra la diabetes tipo 1.
5
DUÉRMETE HANNIBAL
El Libro
•
Es un factor de protección frente a la obesidad infantil. A mayor duración
de la lactancia, menor riesgo de obesidad y sobrepeso.
Beneficios psico-emocionales:
•
Proporciona consuelo, contacto, comunicación y amor entre madre e
hijo.
•
Ofrece una gran sensación de seguridad ante entornos o situaciones
desconocidas.
•
Promueve la independencia futura a partir de la base segura que
representa la lactancia para el niño pequeño.
•
Es un modelo de vínculo para otros vínculos que tendrá el niño en su
futuro adulto.
•
Mejora el desarrollo cognitivo de los niños, reflejado en sus habilidades de
habla, lectura, escritura y resolución de problemas.
•
Niños con lactancias prolongadas presentan mejores niveles de apego a
sus padres en la adolescencia.
6
DUÉRMETE HANNIBAL
El Libro
3.
LACTANCIA EN TÁNDEM:
DONDE COME UNO, COMEN DOS
Una mamá que está felizmente amamantando a su hijo, queda nuevamente
embarazada. ¿Qué hacer entonces con la lactancia? ¿Es necesario destetar al hijo
mayor? ¿Es riesgoso para el bebé en gestación? Cuando esa madre, en primer
lugar y ante todo, no desea quitarle el pecho a su hijo y se informa lo suficiente
como para saber que embarazo y lactancia son perfectamente compatibles,
llegará el día en que nazca su nuevo bebé y ella se encuentre conectada a los dos
a través del vínculo maravilloso que promueve la lactancia. Ese día, esta mamá
habrá iniciado su lactancia en tándem.
De todas maneras, varias cosas pueden suceder durante el embarazo que no
permitan amamantar a los dos niños. Durante el primer trimestre, la sensibilidad
en los pezones aumenta y muchas mujeres no toleran la succión y necesitan
destetar al poco tiempo. A veces, aunque la sensibilidad no es tanta, la
estimulación de los pezones produce contracciones y una mamá sin la
información adecuada puede asustarse. Esas contracciones ceden
espontáneamente cuando el niño suelta el pecho. No existe evidencia científica
que indique que amamantar durante el embarazo aumente las probabilidades de
sufrir abortos o partos prematuros. En tal sentido -a menos que se trate de un
embarazo de riesgo real- así como las relaciones sexuales son permitidas, la
lactancia tampoco está contraindicada.
Por otro lado, durante el tercer o cuarto mes de embarazo suele producirse una
considerable disminución de la producción de leche debido a la interacción de
las hormonas del embarazo (progesterona y estrógeno) con las de la lactancia
(prolactina y oxitocina). Es entonces cuando comienza a salir menos leche y
algunos niños pierden interés en mamar.
En otros casos, hacia el quinto o sexto mes de embarazo, la madre comienza a
producir calostro nuevamente, y el cambio de sabor hace que algunos niños
rechacen entonces el pecho.
7
DUÉRMETE HANNIBAL
El Libro
De todos modos, existe alrededor de un 40% de los niños a los que la cantidad o
el cambio de sabor de la leche poco les afecta y siguen mamando sin
preocupaciones hasta el nacimiento de su hermanito, y a partir de allí, continúan
mamando juntos. Quienes han decidido vivir esta experiencia suelen decir que es
algo maravilloso y ojalá que la desinformación y los mitos no empañen las
posibilidades de lactar a ambas crías si el deseo materno así lo indica.
8
Descargar