FERTILIZACION DE TRIGO A LA MACOLLA La fertilización nitrogenada del trigo, constituye una técnica de reconocida importancia para la producción de este cereal. En la práctica, muchos agricultores dividen la dosis total de nitrógeno en dos aplicaciones, una con la siembra y la otra durante la macolla, lo cual es conveniente en aquellos casos que, por la condición de suelo y clima, el fertilizante puede ser lavado fuera del alcance de las ra(ces. En aplicaciones a la macolla, el fertilizante no puede ser incorporado al suelo mediante labores mecánicas, por lo tanto, permanece en la superficie hasta que el agua de lluvia o del primer riego lo hagan penetrar a la zona de las ra(ces. En el caso de urea al quedar sobre el suelo sin incorporarse, se producen ciertas pérdidas de nitrógeno por volatilización de amoníaco. Esto podr(a acarrear una disminución de su eficiencia al ser aplicada a la macolla. Seg6n las investigaciones realizadas, se obtiene et mismo resultado suministrando nitrógeno en forma de urea o salitre en lama· colla. 14 Rafael Ruiz S. José F. Araos F. Ingenieros Agrónomos M. Se Salitre o urea Sin embargo, la magnitud de las posibles pérdidas varía de acuerdo a una serie de factores. En general tienden a aumentar cuando: Se prolonga el tiempo transcurrido desde su aplicación hasta su incorporación al suelo, ya sea mediante labores o a través del agua de lluvia o riego. Los suelos son muy arenosos con muy poca arcilla y escasa materia orgánica: Las temperaturas son elevadas. La dosis de aplicación es alta. El pH del suelo es alcalino (superior a 7 u 8). En estudios realizados en la Estación Experimental La Platina, se evaluó el efecto de la urea compara(:la con salitre, aplicando 90 kg de nitrógeno por hectárea. Esta dosis se aplicó toda en la macolla o la mitad en la siembra y mitad durante la macolla. En ambas épocas la aplicación se efectuó al voleo. La dosis se decidió sobre la base de un análisis, el cual señaló bajo contenido de nitrógeno mineral. Los resultados presentados en el Cuadro 1 indican que, con la aplicación de 90 kg de nitrógeno por hectárea se produjo un considerable aumento del rendimiento y no hubo diferencia entre el salitre y urea al aplicarlos en la macolla, ya sea la mitad en o el total de la dosis. Esto último permite deducir, que de haberse producido pérdidas por volatilización al aplicar urea en la macolla, ellas no fueron de importancia práctica y ésta resulta tan efectiva como la aplicación de salitre. CUADRO 1. Rendimientos de trigo sin y con fertilización nitrogenada, aplicando en la macolla salitre o urea Dosis de nitrógeno, kg/ha Total* a la siembra ala macolla Rendimiento qq/ha Fuente a la macolla 1er año 2ºaño Promedio 29 16 23 o o o 90 45 45 Salitre 41 40 41 90 45 45 Urea 41 40 41 90 o o 90 Salitre 39 40 40 90 Urea 41 43 42 90 ----- • 90 kg de nitrógeno= 562 kg de salitre o 200 kg de urea. 1111 15