El caso “Merck Química Argentina c/ Gobierno

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RESUMEN DIDÁCTICO - Versión marzo de 2006.
Cátedra de Derecho Constitucional I.
Preparado por Norberto Martínez Delfa.
El caso “Merck Química Argentina c/ Gobierno de la
Nación” (Fallos, 211:162 y 193)
Sentenciado por la CSJN el 9 de junio de 1948.
Nota: la explicación que sigue no exime al alumno de la cuidadosa lectura del
fallo íntegro y del análisis de los fundamentos vertidos en el mismo por los
magistrados.
Antecedentes del caso:
Poco antes de finalizar la 2ª Guerra Mundial, la República Argentina
declaró formalmente la guerra a las potencias del Eje Berlín-Tokio. Como
consecuencia de ello el Poder Ejecutivo de facto dictó diversos decretos leyes
para vigilar, incautar y disponer de bienes de la “propiedad enemiga” radicados
en el país, soslayando los procedimientos judiciales ordinarios y por aplicación
de la teoría de los poderes de guerra.
Según el Gobierno nacional, tales poderes eran discrecionales y, por
consiguiente, no estaban sujetos al control judicial.
En el caso de la actora, se trataba de una importante empresa química,
de origen alemán, radicada en la Argentina que al recurrir a la Justicia por lo
que entendía una flagrante violación de la Constitución y los tratados a los que
había adherido la República, conculcando principalmente el derecho de
propiedad y la garantía de defensa en juicio, obtuvo el fallo adverso de la
Cámara Federal de la Capital por lo que apeló al extraordinario.
Trascendencia del fallo:
La importancia de este decisorio de la CSJN radica en el reconocimiento
de la primacía del Derecho Internacional por sobre el Derecho Constitucional
interno cuando se trata de casus belli.
Deja sentado expresamente que en estado de paz ningún tratado puede
serle opuesto a la República, que no estuviese “en conformidad con los
principios de derecho público establecidos en (la) Constitución” (Art. 27º)
“Pero cuando se penetra en el terreno de la guerra en causa propia –
eventualidad extraña a la reglas del artículo 27º CN- la cuestión se aparta de
aquellos principios generales y coloca a la República y a su gobierno político en
el trance de cumplir los tratados internacionales con todo el rigorismo de que
puedan estar animados.”
Fundamentos del fallo:
1. No cabe discusión alguna sobre la existencia de los poderes de guerra
del Gobierno Federal, en salvaguarda de la integridad o independencia
nacional, entre otras finalidades. Estos poderes son forzosamente
anteriores al Estado mismo y a la Constitución nacional ya que apuntan
a los objetivos primarios de la sociedad civil que les dio origen.
2. Que la Corte Nacional había destacado en fallos anteriores la
importancia
y
practicidad
de
la
doctrina
y
jurisprudencia
norteamericanas, en las que la República se ha servido de modelo
(CSJN, Fallos, 19:231). Estas fuentes han sentado reiteradamente que
“el poder de declarar la guerra incluye todas las demás facultades
incidentales al mismo y las necesarias para llevarla a efecto”, así como
que “el poder de declarar la guerra presupone el derecho de hacer la
guerra. El poder de declarar la guerra, necesariamente, envuelve el
poder de llevarla adelante y éste implica los medios. El derecho a los
medios, se extiende a todos los medios en posesión de la Nación.”
3. Así mismo la jurisprudencia norteamericana “subrayó especialmente la
legitimidad de la apropiación de los bienes enemigos radicados dentro o
fuera del país, legitimidad que…no podía ser cuestionada judicialmente
por aplicación de las…enmiendas V y VI….y por lo tanto, no cabía en
forma alguna la intervención de los jurados o el funcionamiento del
debido proceso legal para resolver sobre la justicia de la desafectación
de la propiedad enemiga.”
4. La Corte nacional entiende que “los poderes de guerra pueden ser
ejercitados según el derecho de gentes evolucionado al tiempo de su
aplicación y en la medida indispensable para abatir la capacidad efectiva
y potencial del enemigo…”
Alcances prácticos del fallo:
1. Los poderes de guerra no son susceptibles de control judicial.
2. Los derechos y garantías individuales ceden ante los poderes de guerra,
ya que nadie puede invocar un mejor derecho cuando se está en
presencia de la independencia, la soberanía y la seguridad interna y
externa de la Nación.
3. Las normas del derecho de gentes resultan aplicables al momento de su
efectiva ejecución, aunque resulten retroactivas respecto del hecho
concreto en discusión (en el caso “Merck” las disposiciones del Ejecutivo
se aplicaron cuando la guerra ya había concluido -en 1946- y en virtud
de las previsiones de la Conferencia interamericana de México de
febrero de 1945.)
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