El declive de los partidos políticos Fernando Berrocal1 Miguel Gutiérrez Saxe dijo algo que me orientó a poner en orden mis ideas. Señaló que la democracia son procedimientos pero también resultados, y me puse en el ángulo de Liberación Nacional, que es la experiencia política que conozco. En esta perspectiva me parece que hay un tema de gran importancia, que es el de la legitimidad de los partidos políticos. En Liberación Nacional, a pesar de que perdimos las dos últimas elecciones y que posiblemente tuvimos una pérdida de cerca de 300 mil liberacionistas que se fueron a otras tiendas políticas, es un partido que está ahí y no solo eso, sino que vamos para el gobierno. Entonces, por qué tener una visión pesimista. Por ello, voy a poner una perspectiva distinta, ya que yo estoy optimista, pues pienso que la socialdemocracia en Costa Rica todavía tiene mucho kilometraje por delante. En el caso de Liberación Nacional, un aspecto importante es su legitimidad. Pero, ¿por qué legitimidad?. Bueno, hubo una revolución que le dio un gran legitimidad a Liberación Nacional, la cual no solo viene de la revolución. Esa fue una revolución que cuando todos aquí crecimos, o éramos liberacionistas o éramos figueristas o éramos otra cosa, y eso impactó a este país y creó determinadas condiciones en este país. Pero la sola revolución no legitima al partido, y es ahí donde voy a lo que dice Miguel Gutiérrez. Creo que Liberación creó y lideró un modelo de desarrollo que funcionó. Y la legitimidad del partido viene de los resultados de ese modelo, que aunque tiene muchos problemas, lo cierto es que funcionó. Pero el sistema funcionó por dos cosas básicamente. Primero, porque generó una institucionalidad de democracia. A diferencia de Perú o Venezuela, nosotros tenemos un Poder Judicial que funciona, que el país respeta, que es independiente, que se maneja adecuadamente en un estado de derecho. Pero no solo es importante la institucionalidad democrática, en segundo lugar, Liberación Nacional generó una extraordinaria movilidad social en este país, y esa movilidad social generó clase media en todo el territorio nacional. Liberación creó instituciones, no abolió la reforma social, que no había hecho Liberación Nacional, y que hicieron en el año cuarenta los socialcristianos y los comunistas. Liberación Nacional incorporó la reforma social como parte de ese cambio histórico que hubo ahí en el año cuarenta, incorporó la democracia liberal, incorporó la reforma social, creó instituciones estatales y generó un modelo de desarrollo con base en un concepto de Estado, con un marco ideológico de referencia, pero con mucho pragmatismo. 1 Ex ministro de la Presidencia. Administración de Luis Alberto Monge Álvarez. 1982-1986. Costa Rica Si algo caracterizó a los líderes fundadores, y aquí agrego otro elemento, es que los partidos tienen que tener liderazgo. Liberación tiene legitimidad en sus orígenes y tiene legitimidad en haber liderado un proceso que generó un modelo de desarrollo que funcionó; pero además, Liberación aportó liderazgo. Este es un elemento sin el cual no viven los partidos políticos, porque los partidos no viven de ideología, la gente no vive de ideología. No estoy diciendo que la ideología no es importante, por supuesto que lo es, pero la gente no vive ni come ideología. Los partidos viven de resultados. El asunto son resultados en América Latina. ¿Por qué esto funcionó en Costa Rica y no nos funcionó en el resto de Centroamérica? ¿Por qué no funcionó la revolución sandinista? ¿Por qué no se dieron estas condiciones en Guatemala donde hubo una revolución?. Arévalo y Arias antecedieron a Liberación Nacional, a Figueres, a Oduber, a Monge, a Orlich. Este país tuvo la inteligencia de crear una institucionalidad democrática y hacer funcionar junto con la institucionalidad democrática un estado de derecho, por un parte, y un modelo de desarrollo, por otra. Este modelo no fue totalmente original, pues esas ideas estaban ahí, era Raúl Prebisch, era la CEPAL, era el modelo de sustitución de importaciones, era el proteccionismo de la época, eran las ideas que estaban en el pensamiento de los desarrollistas latinoamericanos, pero aquí se implementaron y se hicieron. Esto no solo lo hizo Liberación Nacional. Aquí se generó una cosa bien curiosa. Voy a aparecer también provocador, pero voy a defender el bipartidismo, pues en este país se dio un consenso nacional en el centro, y a ese consenso nacional también ayudaron mucho los socialcristianos. El país alcanzó consenso en el centro. Liberación Nacional fue la manera de ver el centro desde la izquierda, desde la izquierda socialista, desde la izquierda socialdemócrata, vinculado a la internacional socialista, vinculado a todas las corrientes de pensamiento digamos progresistas, modernizantes; y la Unidad, o sea los socialcristianos, fue una forma de ver el centro desde la derecha, desde la democracia cristiana. Lo que quedó fuera de ese gran consenso en el centro que hizo que el país funcionará, fue la extrema derecha, que nunca tuvo mucha fuerza. Ahora llevamos pérdidas dos elecciones, se nos fueron 300 mil liberacionistas en los últimos dos procesos electorales. Aquí entramos en algo de lo que aquí ha planteado Günter. A mí me gustó mucho esa expresión de Günter de democracia comunicacional, porque si nosotros analizamos todo esto, nos olvidamos de un factor, la prensa, los medios de comunicación. En este país hay absoluta libertad de prensa, y la prensa es muy injusta con los partidos políticos. Pero esa libertad de prensa le ha hecho extraordinarios favores a este país, ha denunciado la corrupción, ha puesto el dedo donde ha tenido que ponerlo, ha denunciado las desviaciones de los partidos políticos, ha denunciado los excesos de poder en los que pudieron haber caído algunos políticos, y ha generado todo esto que es esta democracia participativa, de ONG, de organizaciones de la sociedad civil, de organizaciones peleando por los derechos de la mujer, peleando por los derechos ambientales. Todo eso es el mundo contemporáneo que estamos viviendo, pero si los partidos no asumen esta realidad como la variable del mundo en que estamos viviendo, no hay posibilidad de que puedan reconstruirse. Entonces, ¿qué está haciendo Liberación Nacional en este momento? Vamos hacia un congreso, y creo que eso es importante. Caeríamos en un grande error si transformamos ese congreso en un especie de visión de los tiempos de perdidos. ¡No!, es un Congreso que lo que tiene que sacar es una hoja de ruta, simple, dinámica, orientadora. Hay que reconstruir el partido, por su puesto. Hay que plantearse en serio el tema de los estatutos, pero seamos realista, aquí se acabó la época de los partidos aparato. Digo esto porque en la comisión del congreso en la que yo estoy, hay una propuesta para hacer de Liberación Nacional un partido aparato, y eso ya no existe. No hay posibilidad de construir un partido, Liberación Nacional ni ningún partido, sobre la base de una visión del partido aparato. Hay que incorporar flexiblemente la realidad de todo lo que hemos dicho aquí, las alianzas que se han dicho, la realidad de lo que nos ha dado la democracia comunicacional y, por su puesto, no hay posibilidades de reconstruir un partido sin liderazgo. La democracia comucicacional, la democracia de la prensa, a lo que ve son a los líderes, a los dirigentes, a ellos son a los que suma y resta. Liberación Nacional tiene la oportunidad de tener un liderazgo ganador, de poner en perspectiva esa legitimidad del pasado y reconstruir el partido en el Congreso, sobre la base de un liderazgo coherente, con una hoja de ruta y con una perspectiva hacia futuro. Me niego a ser pesimista. Conozco bien la experiencia de Venezuela, donde he vivido mucho. Me duele en el alma la tragedia de Acción Democrática, pero perdón, Acción Democrática no creó un modelo de desarrollo eficiente en Venezuela, ni Carlos Andrés, ni don Jaime, ni Betancour. Es decir, la crisis de Venezuela es una crisis originada en que ni COPEI ni Acción Democrática lograron en un país rico, generar las condiciones de la transformación correcta que necesitaba Venezuela. Si lo han hecho en Chile, la Concertación por ejemplo. Chile es otro país que maneja equilibrio, opciones partidarias de reconstrucción nacional. Me parece que los análisis hay que ponerlos en las realidades concretas de las experiencias nacionales. Muchas Gracias