VISTA: La queja por denegación del recurso de inconstitucionalidad interpuesto por el compareciente contra la resolución 52 del 14.5.2009 dictada por la Sala Primera de la Cámara de Apelación en lo Laboral de Santa Fe, en autos "VÁZQUEZ, Santiago Waldemar contra GAUNA, Marcelo Eugenio -C.P.L- (Expte. 83/08)" (Expte. C.S.J. nro. 350, año 2009); y, CONSIDERANDO: 1. Contra lo resuelto por la Sala Primera de la Cámara de Apelación en lo Laboral de la Primera Circunscripción Judicial plantea el accionante el recurso de inconstitucionalidad provincial con fundamento en el artículo 1 inciso 3 de la ley 7055 y por juzgarlo lesivo de los derechos y garantías de raigambre constitucional que invoca. En el escrito introductorio cuestiona que la sentencia desestimara la retribución objeto de pretensión motivada en que su parte no demostró la existencia de un acuerdo contractual que permita considerar pactada una remuneración superior a la convencional -y que la misma resulta de la aplicación del C.C.T. 130/75 (categoría vendedor "B")-, decisión que a su entender, "controvierte" lo fallado por el juez de anterior instancia quien aplicó la presunción contemplada por los artículos 52 y 55 de la L.C.T. Aduce que la Alzada invierte el principio de la carga probatoria y señala que el accionado, no obstante ser intimado judicialmente (art. 55 cit.), no exhibió la documental requerida. Sostiene haber convenido una remuneración distinta de la suma de $ 800, de la que da cuenta lo aseverado por el demandado al referir que Vázquez se "negó a aceptar la oferta de pago realizada por él y que comprendía todos los rubros reclamados en la demanda." (sic). Expresa que acreditó suficientemente con las coincidentes declaraciones de Crespi; Azcurra; Echeverría; Rica; Busaniche y Ponce las condiciones generales de trabajo las que, a su vez, ameritan la remuneración pretendida. Testimonios éstos, afirma, fueron soslayados por el Tribunal a quo al decidir sobre este aspecto pero que, sin embargo, resultaron ponderados a fin de concluir en la existencia de relación laboral entre las partes. Reprocha que la Sala enmarque su actividad en la C.C.T. 130/75, pues, en realidad sus tareas están previstas en la C.C.T. 42/89, disposición que alcanza al "personal técnico, administrativo y obrero de los laboratorios de especialidad medicinales y/o veterinarias" (sic). Cuestiona que los sentenciantes, ante el comportamiento obstructivo del accionado, inaplicara la sanción prevista en el artículo 275 de la L.C.T., puntualizando que el artículo 9 de la ley 25.013 conlleva a concluir evidentemente en la "malicia" de aquél, desde que no pagó en término la indemnización por despido incausado. Finalmente imposición calígrafo. y por los fundamentos causídica en relación que expone se queja a la actuación del de la perito 2. La Sala a quo denegó la concesión del remedio intentado, lo que motivó la presentación directa del recurrente ante esta sede. 3. Se anticipa que el recurso de naturaleza extraordinario articulado no ha de prosperar por advertirse claramente incumplida la exigencia que establece el artículo 8 de la ley 7055. En efecto, de la lectura del auto denegatorio en su cotejo con el escrito presentado ante este Cuerpo, surge que el cometido que impone la citada norma al quejoso -quien tiene la carga de rebatir cada uno de los motivos expuestos por la Cámara al denegar el recurso, trayendo razones de peso en orden a desvirtuar la referida fundamentación- no puede reputarse idóneamente cumplido en autos con la sola afirmación que el mismo "ha sido mal denegado", que se ha fundado "en pautas de excesiva latitud" o, en su caso, reiterando genéricamente -sin más motivación que su mera alegación- los planteos relacionados con la inversión de la carga probatoria (arts.52 y 55, L.C.T.) y la omisión de ponderar el ofrecimiento del demandado de pagar la totalidad de los rubros reclamados. Lo expuesto, por sí sólo, conspira contra la suerte del remedio interpuesto (cfr. A. y S. T. 35, pág. 421; T. 36, pág. 203; T. 124, pág. 114, entre muchos otros). Sin perjuicio del ápice formal insatisfecho, es de señalar, que el recurso correría igual suerte adversa, pues al confrontar los planteos del recurrente con el fallo tildado de inconstitucional surge que los mismos sólo denotan su mera discrepancia con la valoración de hechos y pruebas de la causa y, consecuentemente, con la aplicación del derecho común (laboral) efectuado por los sentenciantes en ejercicio de facultades privativas, ajenas en principio, a esta instancia excepcional. Ello es así, pues más allá de las diversas tachas de arbitrariedad atribuidas por el quejoso al pronunciamiento impugnado, las mismas -en esencia- se reducen a discutir la solución propuesta por la Sala, quien a la luz de los coincidentes testimonios de Crespi, Azcurra, Etcheverría, Corbari y Rica sostuvo que actor y demandado han sido sujetos de un contrato de trabajo (en los términos del artículo 23, ley 20.744), en el que la prestación de servicios tuvo vigencia, al menos, durante el tiempo y horas denunciadas por Vázquez en su escrito inicial. Es más, aclaró, dichas declaraciones no resultaron desvirtuadas por elementos de juicio suficientes ni por la circunstancia que este último cursara estudios universitarios simultáneamente con el desempeño de su labor. Sentado el vínculo que ligara a las partes, el Tribunal a quo enmarcó las actividades cumplidas por el actor en la C.C.T. 130/75 y fundado en ella fijó la retribución a percibir -categoría de vendedor "B"-, agregando, por lo demás, que el mismo no demostró pactar contractualmente una remuneración superior a la convencional. También señaló que la sanción establecida por el artículo 275 de la L.C.T.sólo procede en casos extremos, es decir, "cuando la actuación en juicio resulta un comportamiento malicioso y temerario en orden a la realización de maniobras dilatorias o interposición de remedios notoriamente improcedentes que deben quedar claramente configurados", lo contrario, importaría afectar el principio de defensa en juicio. La temeridad o malicia continúo diciendo- debe entenderse como "toda actividad encaminada a obstruir o retardar el desarrollo del juicio", concluyendo al respecto, que la misma no se verificó en autos. Finalmente impuso las costas al actor en razón de advertir el desinterés manifestado por el accionado en la producción de la pericial caligráfica -por considerarla innecesaria-, atento que la documental objeto de dicha prueba no fue desconocida en la etapa procesal correspondiente, señalando que sólo los hechos controvertidos son objeto de prueba, ya que los admitidos quedan fuera del contradictorio. Frente a la decisión judicial a que arribara la Alzada, el compareciente opone su particular apreciación de la causa expresando -como se anticipara- sin más demostración que su mera alegación que acordó contractualmente una retribución superior a la convencional (la que ascendía a $ 800) y que ello surge del ofrecimiento efectuado por el demandado de oblar la totalidad de rubros reclamados; asimismo, que el Oficio invirtió el principio de la carga probatoria, la que recaía diáfanamente en el accionado. En otro orden e inmotivadamente refiere al distinto alcance atribuido a las testimoniales rendidas (válidas para admitir el vínculo laboral, omitidas al fijar las condiciones de trabajo y, por tanto, la retribución a percibir). Adujo también, genéricamente, que conforme las condiciones de trabajo su actividad enmarca en la C.C.T. 42/89 -contrariamente a la convención aplicada por los sentenciantes- y que al demandado le era aplicable la sanción prevista por el artículo 275 de la L.C.T. atento su comportamiento obstructivo -el que tan siquiera ha intentado demostrar-, sosteniendo, por último, la equívoca imposición causídica -en lo que atañe a la pericial caligráfica-, respecto de la que tampoco invocó, al menos, excepción alguna a la regla en esta materia. En definitiva, no obstante los vicios endilgados por Vázquez al Tribunal de la causa, tal como se anticipara, no han sido acreditados -ello, sin perjuicio, del grado de acierto o error en la decisión- de suerte tal, que autoricen la descalificación del fallo por configuración de alguna de las causales de creación pretoriana que invoca. Por ello, la Corte Suprema de Justicia de la Provincia RESUELVE: Rechazar la queja interpuesta. Regístrese, hágase Tribunal de origen. saber y oportunamente Fdo: GUTIÉRREZ-FALISTOCCO-NETRI-SPULER(Secretaria) remítanse Fernández copias al Riestra