La Lanza de Aquiles

Anuncio
imperfección es omnipresente en ella.
De ésto se desprende que una moral
La Lanza de Aquiles
Año 1, No. 3
Caracas, Venezuela
abocada a lo estático, a lo negativo, a
lo ascético y a lo llano, es una moral
que desdice a la vida. Una moral que
receta
| Juventud: sinónimo de
la
perfección
del
espíritu,
cuando la esencia del río de la vida es
renacimiento |
el cambio y el flujo perpetuos, es una
moral ajena a la vida; casi pudiésemos
¿Por qué, débiles corazones, querer sacarme
mi elemento de fuego, a mí que sólo puedo
vivir en el combate?
Friedrich Hölderlin (El joven a sus juiciosos
consejeros)
catalogarla de anti-vida.
La Nación venezolana es joven, - muy
joven, quizá, para los retos que ya se
plantea. No obstante, la venezolanidad
Todo orden establecido se
se perfila en torno a
erige sobre una moral. La
ciertos ejes culturales
moral
que
de
las
culturas
han
sido
judeocristianas se basa en
expresados, en algunos
negaciones
casos, como ideologías
de
toda
vitalidad terrenal. La vida,
concretas.
en
un
político –por poner un
carácter propio que choca
ejemplo-, el marxismo y
con
el
cambio,
ese
tiene
planteamiento
A
caudillismo
nivel
militar
moral: el de la superación.
siguen siendo las dos
La vida quiere elevarse por
principales fuentes de
encima
inspiración
de
sí
misma,
siempre; no concibe frenos
morales para aniquilarse, los
ideológica
de la clase gobernante
Painting de Francis Bacon
venezolana.
Pero
si
descarta para afirmarse. La vida, en
cavamos hondo notaremos que toda
este
nuestra
sentido,
es
movimiento,
es
fibra
cultural,
nuestras
voluntad, - es un sí esencial. Por ser la
percepciones sobre el poder, nuestro
vida
proceso de formación socio-histórica,
un
devenir
continuo,
la
1 nuestros
valores…
mentalidad
toda
nuestra
interpretación y aprehensión de la
se
realidad están condicionadas por los
encaraman, hasta hoy, sobre las dunas
valores asociados a esa moral. No es
del desierto de la moral judeocristiana.
extraño,
como
Nación,
Con
que
todos
venezolano
por la solidaridad, etc.,
estén incrustados en la
ya se debe intuir a estas
mente
alturas, dicha moral es
del
venezolano
promedio - si bien no en
de imposible concreción
su praxis.
práctica, ya que en esta
sujeto
Estos valores, asociados
siempre a los rasgos de
a la moral ascética del
la
judeocristianismo, son los
vida
está
la
enemigos, la adoración
moral en cuestión. Como
se
Dios,
rehuir del combate a los
una
realización diaria de la
vida
ante
obsesión por la paz, el
del
sea
la
evasión del conflicto, la
queriendo decir que el
práctico
como
la entrega, la igualdad de
hemos
esbozado no se está
ethos
que
humildad, la resignación,
precisiones.
lo
consecuencia,
“valores”
Ahora bien, cabe hacer
algunas
en
misma.
Una
moral de la perfección y
rectores
la abnegación no puede
establecido hasta hoy. La
llevarse a cabo aquí ni
generación de nuestros
en ninguna coordenada
padres
espacio-tiempo; ya que
lo
único
perfecto
Devenir Cósmico de Ricardo García Barragán
y
estático es la muerte, la nada. Cuando
decimos que Venezuela, como cultura,
se asienta sobre el judeocristianismo,
queremos
estructuras
decir
de
que
todas
sus
pensamiento,
del
es
orden
la
más
profunda culminación social
de
esa
moral
que
es
opuesta a la vida, a la afirmación de sí
mismo (no en vano le llaman “la
generación
boba”).
Ellos
son
el
producto más acabado de décadas
enteras de sedimentación ideológica,
2 por parte de todas esas corrientes de
convenientemente, como los primeros
pensamiento tan afines a la moral
adalides de una ideología que mezcla,
dominante de esta Venezuela, que
en
está llegando a su fin. –Así fue como se
elementos de la moral establecida. El
registró empíricamente, a lo largo de
marxismo
los últimos 30 años, el efecto que la
especie
fijación
en
secular, adaptado a las realidades del
Venezuela: se evadió el conflicto a
mundo moderno) era esa bandera,
cualquier precio (incluso a costa de la
alzada por la nueva élite como la gran
dignidad), se alabó cualquier tipo de
solución a todos los males de una
mesianismo político que predicara la
cultura que, en sí, era la partera de
limosna
los
dicha nueva élite oportunista. –Todo lo
“desposeídos”, se condenó cualquier
cual equivale a decirles que una nueva
apelación a la grandeza y al orgullo, se
enfermedad
atornilló la creencia en la “paz” (por
cuerpo moribundo e indefenso, como la
más falsa que fuese), se evitó -por
gran solución al virus causante de
todos
dicho tipo de enfermedades. moral
y
los
había
la
generado
lástima
medios-
hacia
reconocer
al
fórmula
potente,
todos
revolucionario
de
cristianismo
se
los
(violenta
político
presentó,
ante
y
el
enemigo… y así sucesivamente.
Mientras toda una generación de seres
-narcotizados por las ideologías afines
al judeocristianismo- se lanzaba al
vacío que esa moral representa, los
actores
sociales
suspenso
colocaban
dichos
en
que
ponían
valores,
sintonía
en
y
se
con
su
resentimiento destructivo y su afán de
lucro y dominación, iban adquiriendo el
status de élite. Pero dichos elementos
Espiral
activos de la sociedad, que ya iban
Así
accediendo
mentalidad
al
poder
(primero
simbólico, luego fáctico), se vendían,
fue
cómo
es
una
Nación,
una
amalgama
cuya
de
tradiciones judeocristianas, caribeñas,
3 dejó
no se puede esperar que, en la
embaucar por un grupo de espectros
práctica, esa moral conduzca a una
que pretendía sacarnos del abismo a
existencia terrenal plena. –Nadie, en su
través
más
sano juicio, diría hoy que el devenir de
decía
Venezuela desembocó en la grandeza
Machiavelli que la ética del príncipe
y la autoafirmación de su cultura y de
tiene que ser diferente de la del pueblo,
su existencia. La cómoda huída hacia
marxistas
y
de
profunda
caudillistas,
una
del
se
excavación
hoyo.
Ya
ya que las tareas
el idealismo, la
del poder, la razón
evasión de las
de Estado y todo
batallas
eso, requieren que
vida
se
un
negación
se
orgullo
profese
credo
y
de
la
real,
la
del
y
la
practique otro. Por
dignidad… todas
ende,
estas cosas no
autor
el
mismo
florentino
podían
fustigaba, en otra de sus
Laocoonte y sus hijos
grandes obras, a la ética
como el gran veneno de la civilidad
ya
que
en
en
devastación,
esclavitud, humillación y miseria.
judeocristiana -que profesa la Iglesiarepublicana:
desembocar
sino
vez
de
enseñarle a los pueblos cómo resistir
el mal y conservar el honor y la
dignidad, les enseña a “hacer el bien”,
bajar la cabeza y poner la otra mejilla.
Las doctrinas que emanan de una
moral como la judeocristiana, parten de
–y se consolidan como- un estado
psicofísico decadente. Mas esto no
quiere decir que dicha moral esté en
decadencia; al contrario, ha perdurado
2500
años.
La
condición
Una cultura, una sociedad, una Nación
decadencia
así, van, inexorablemente, hacia la
fisiológico,
perdición. Y es que la sentencia está
debilidad, el decaimiento, la depresión
prescrita en su signo moral: si se
y la rendición de todas las fortalezas
tienen la pasividad y la nada –en
corporales y espirituales que posee el
contraposición a la vida- como ideales,
individuo sano. Y esta afirmación es de
denota
y
se
un
de
expresa
sentido
en
la
4 que
de su lado para dominar. A través
profesa la nada, la antítesis de la vida,
de un número mayor de seres, y
- necesariamente se inspira en una
omitiendo toda consideración en
calumnia de la vida misma; calumnia
torno a su calidad, los sacerdotes
que, si se arraiga en las culturas de
buscan imponerse sobre los nobles,
los
pueblos
que serán siempre minoritarios pero
enteros signados por el espíritu de la
que pueden ostentar su propia
pesadez. La clase política que hoy
brillantez.
rige a Venezuela es encarnación y
sacerdote
verbo de una moral decadente y
triquiñuelas, entre ellas la forma
malsana… moral de los esclavos - que
para imponer su moral decadente; –
infunde un fétido aire de quebranto,
ya que lo que en él escasea, desde
somnolencia, condena y degradación
el punto de vista de la vitalidad y la
de las fuerzas vitales.
abundancia física, es rebosante en
una
En
lógica
poderosa:
hombres,
las
aquel
engendra
comunidades
humanas
originarias existen, por lo general, dos
castas rectoras: la casta guerrera y la
casta sacerdotal. El guerrero es el
portador de los valores de la salud y
la
vida:
fuerza,
vigor,
audacia,
ligereza, valor, honor, nobleza. El
sacerdote, al contrario, es la máxima
representación de impotencia ante el
fuerte y decidido; es el portador de los
valores opuestos a lo esencial de la
vida. El sacerdote se resiente de su
propia condición, y extrapola ese odio
Para
ello
toda
inventa
el
clase
de
artimañas y meticulosidad. La moral
judeocristiana es el caso perfecto
de la moral sacerdotal típica. El
orden hasta hoy establecido en
Venezuela es sacerdotal y, por lo
tanto, contrario por antonomasia al
reinado de la nobleza guerrera.
Hasta
hoy,
triunfado
sombría,
la
en
moral
llena
resentimiento,
Venezuela,
pestilente
de
que
ha
y
duda
portan
y
los
sacerdotes - alimentados con el
elixir de la renta petrolera.
hacia la otra casta mencionada.
Mas, cuando parecía que todo
Preparando la venganza contra el
estaba acabado, y que la nada se
guerrero,
pretende
convertía en ley de hierro y en
obtener el favor de la plebe y tenerla
teleología, irrumpe en el escenario
el
sacerdote
5 de esta tragedia una generación de
de sus jóvenes espíritus, que los
neófitos, guiada por la voluntad de
exhortan a combatir en la contienda. La
cambio y el instinto de contestación
juventud es cuestión de energía, de
propios del adolescente. Hoy mismo - y
deseo, de voluntad creadora, de dicha
aquí mismo, sucede lo que en tantos
por vivir. Ser joven es querer forzar el
otros lugares y tiempos le sucedió al
traslado del futuro hacia el presente. La
statu
juventud es, en suma, la virtud noble.
quo:
a
una
gerontocracia
anquilosada y enquistada en el poder,
le explota en la cara la bomba de
energía de la juventud; la vida se
rebela
ante
podredumbre
la
de
El joven,
que
es
así
como
Pero de nuevo, aquí
hay unas cualidades
se
esenciales, detrás del
conflicto, que retoman
los aires del eterno
diferentes
combate entre débiles
tonos e intensidades, ha
continuado
hasta
y fuertes. El régimen
el
sacerdotal encabezado
presente.
por
Entendamos, pues, que
la
juventud,
como
en
maloliente y pesado.
la
comenzó en 2007 y
con
crea
le plantó en la cara a este orden
desata una guerra que
que,
y
proporción similar a lo que respira, se
agonizante estabilidad.
Y
sueña
toda
política
la
clase
marxista,
caudillista y clientelar -
Self Portrait de Francis Bacon
adjetivo, no tiene nada
asegurada
puesto
persona. Vemos cómo, en el curso de
decadente-, vuelve a enfrentarse, en
la guerra, algunos “jóvenes” hacen
esta aurora del siglo XXI, a un retoño
todo lo que pueden por perpetuar y
de la casta guerrera y noble, por
preservar los valores de los viejos
décadas silenciada. De manera que los
sacerdotes; y también observamos
jóvenes de espíritu, en plena revuelta,
cómo personas mayores estallan en
vuelven a vociferar su condición de
júbilo y acción, ante el llamado interior
fuertes
y
obra
de
valerosos;
una
su
que ver con la edad cronológica de la
por
en
moral
mientras
los
6 ancianos de alma, los defensores del
guerra es, por consiguiente, total, y
establishment, procuran todas las
está marcada por un escogencia
herramientas para soldarse en el
simple
trono, - al tiempo que bombardean las
conquistamos la Libertad o damos
mentes de las masas con el credo de
con nuestra muerte, - con la nada.
la debilidad, el resentimiento, la
Pero en aras de asegurar la victoria
autoflagelación y la paz. Y en la
y
batalla mediática no se hacen esperar
hipotecar el futuro-, la juventud
los
lingüísticos:
guerrera debe elevarse como nueva
Resistencia vs. Oposición; Trincheras
casta política [cual grupo cerrado,
vs. Diálogo; Régimen despótico vs.
identificado con un ethos y unos
Gobierno; Dignidad vs. Indignación;
valores propios] frente a esta vieja
Ira vs. Rezo… En cada intercambio de
clase gobernante [que no es más
disparos, en cada fuego cruzado, se
que un agregado socioeconómico
manifiesta la pugna entre el noble y el
parasitario, reproduciéndose en la
sacerdote – merced a un pulso que se
purulenta infección petrolera].
antagonismos
da a todo nivel.
pero
forjar
estruendosa:
nuestro
o
destino
-sin
Lo que pretendemos es que cada
Empero, y como noblesse oblige, no
noble,
podemos
líneas
individuo fuerte, asuma su trinchera
conformándonos con una merecida
y adopte su rol con responsabilidad.
oda
y
Así lo afirmamos, ya que nos toca
temeraria, que hoy aturde las calles
involucrarnos en la cosa pública y
del antiguo régimen putrefacto. Es
ascender a las posiciones de élite,
justo y preciso hacer una exhortación
con
a cerrar filas y a no cesar el fuego. No
resentidocracia que amenaza con
podemos finiquitar el texto adulando,
borrar a Venezuela del mapa. Para
como
decadentes;
renacer hay que actuar con virtud –
debemos alertar a todos los jóvenes
y jamás abandonar lo que se
de espíritu que la peste roja no
conquista.
a
terminar
la
lo
juventud
harían
los
estas
revoltosa
cada
miras
a
guerrero,
desplazar
cada
a
la
otorgará tregua hasta esclavizar a
todos y cada uno de nosotros. La
7 
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