Algunas consideraciones acerca del tratamiento del arrendamiento financiero en el IVA* MARCOS ÁLVAREZ SUSO Agencia Estatal de Administración Tributaria SUMARIO 1. INTRODUCCIÓN. 1.1. Naturaleza jurídica del contrato de arrendamiento financiero.—2. LA LEGISLACIÓN APLI­ CABLE AL ARRENDAMIENTO FINANCIERO. 2.1. La Directiva del IVA. 2.2. La legislación española del IVA. 2.3. La imposición directa. 2.4. El nuevo tratamiento contable.—3. ASPECTOS CONFLICTIVOS ACERCA DEL TRATAMIENTO DEL ARRENDAMIENTO FINANCIERO EN EL IVA.—4. EL DIFERENTE TRATAMIENTO DEL ARRENDAMIENTO FINANCIERO EN LAS LEGISLACIONES EUROPEAS DEL IVA. 4.1. Como entrega de bienes. 4.2. Como prestación de servicios. 4.3. El gap comunitario.—5. POSIBLES SOLUCIONES AL PROBLEMA. 5.1. Modificación de la Ley española. 5.2. Solución global a nivel comunitario.—6. CONSECUENCIAS DE UN POSIBLE CAMBIO DE TRATAMIENTO DEL ARRENDAMIENTO FINANCIERO EN EL IVA. Palabras clave: Fiscalidad financiera, Impuesto sobre el Valor Añadido, Arrendamiento financiero. 1. INTRODUCCIÓN le corresponde la propiedad del bien objeto del contrato”, cuestión que la jurisprudencia ha anali­ zado profusamente en el ámbito civil a la hora de admitir tercerías de dominio sobre el bien objeto del contrato. El contrato de leasing se configura tanto por la doctrina como en la jurisprudencia del Tribunal Supremo como un contrato atípico (ver, por ejem­ plo, la obra de NEMESIO VARA DE PAZ “Naturaleza y régimen jurídico del contrato de leasing” en Revista de Derecho bancario y bursátil de octubre-diciembre 2001), que presenta rasgos característicos del con­ trato de arrendamiento de cosas, del de compra­ venta y del contrato de préstamo. Para F. SÁNCHEZ CALERO, en su obra Instituciones de Derecho Mercantil, ediciones Thomson-Aranzadi “el contrato de arrendamiento financiero –distinto, por supuesto, de un simple contrato de arrenda­ miento– no puede equipararse a una venta a plazos o a crédito, ni a un arrendamiento con opción de compra, sino que ha de considerarse una figura especial que sirve para financiar la adquisición de ciertas cosas”. El tratamiento mercantil y fiscal del arrenda­ miento financiero con opción de compra ha mere­ cido tradicionalmente capítulo aparte en la normativa del IVA, dada la condición híbrida de dicho contrato, que presenta por una parte las características propias del arrendamiento de bienes y por otra, características que lo asimilan a la com­ praventa. 1.1. Naturaleza jurídica del contrato de arrendamiento financiero La determinación de la naturaleza jurídica de este contrato adquiere especial relevancia en todos los aspectos jurídicos del mismo, y especialmente en el Derecho Tributario. Por poner un sencillo ejemplo, y siguiendo a MATILDE PACHECO CAÑETE en su obra “Naturaleza jurídica del leasing financie­ ro. Reflexiones a la luz de la Ley concursal”, publi­ cada en Revista de Derecho Mercantil de enero-marzo de 2005, “al precisar la naturaleza jurídica del leasing será posible determinar a quién * Trabajo presentado al III Curso de Alta Especialización en Fiscalidad Financiera celebrado en la Escuela de la Hacienda Pública del Ins­ tituto de Estudios Fiscales en el segundo semestre de 2007. 5 Cuadernos de Formación. Colaboración 1/09. Volumen 7/2009 Como veremos más adelante, esta disquisición entre arrendamiento de bienes y compraventa es la que más trascendencia presenta a la hora de determinar la tributación de las operaciones de arrendamiento financiero en el IVA. Otros autores destacan asimismo como esen­ cial en el contrato de leasing asimismo la existencia de un proveedor o fabricante de la cosa que va a ser objeto del contrato de leasing y que la entidad de arrendamiento financiero de obliga a adquirir, previa indicación del futuro usuario del bien. Así por ejemplo, LUIS JAVIER CORTÉS en Curso de Dere­ cho Mercantil editado por Civitas. La jurisprudencia civil tiene una profusa doctri­ na al respecto de la naturaleza jurídica del contra­ to de leasing. Como ejemplo de ella podemos tomar lo que afirma el Tribunal Supremo en su sen­ tencia de 28 de noviembre de 1997: 2. LA LEGISLACIÓN APLICABLE AL ARRENDAMIENTO FINANCIERO 2.1. La Directiva del IVA La actual Directiva 2006/112/CE, del Consejo, de 28 de noviembre de 2006, en adelante Directi­ va del IVA, trata en su artículo 14, dentro del hecho imponible, el concepto de “entrega de bienes”, del siguiente modo, a los efectos que ahora nos inte­ resan: “Por otra parte el contrato de arrendamiento financiero (leasing) institución del Derecho Mer­ cantil importado del área jurídica de los Estados Unidos de América, y plenamente incorporada a nuestro tráfico económico y comercial, es un con­ trato complejo y en principio atípico regido por sus específicas disposiciones y de contenido no uniforme, que jurisprudencialmente es conceptuado como un contrato con base a los principios de autonomía negocial y de la libertad que proclama el artículo 1255 del Código Civil (S. 26 junio 1989). Además, desde un punto de vista legislativo y como definición auténtica, hay que tener en cuenta lo que proclama la disposición adicional séptima en su apartado primero de la Ley 29 julio 1988, que dice que tendrá la consideración de operaciones de arrenda­ miento financiero aquellos contratos que tengan por objeto exclusivo la cesión de uso de bienes muebles o inmuebles, adquiridos para dicha finalidad según las especificaciones del futuro usuario, a cambio de una contraprestación consistente en el abono periódico de cuotas, y que incluirá necesariamente una opción de compra a su término, en favor del usuario. Por otra parte en el apartado octavo de dicha disposición adi­ cional se dice que las sociedades de arrendamiento financiero tendrán como objeto social exclusivo la realización de operaciones de arrendamiento finan­ ciero prevista en la presente disposición.” “1. Se entenderá por «entrega de bienes» la transmisión del poder de disposición sobre un bien corporal con las facultades atribuidas a su propietario. 2. Además de la operación contemplada en el apartado 1, tendrán la consideración de entregas de bienes las operaciones siguientes: a) (...) b) la entrega material de bienes en virtud de contratos en los que se estipule el arrendamiento de un bien durante un cierto período de tiempo o la venta de bienes a plazos, cuando en el curso nor­ mal de los hechos se adquiera su plena propiedad en el momento del pago del último vencimiento como máximo.” Es interesante señalar para ir centrando el pro­ blema que la Directiva 77/388/CE, del Consejo, de 17 de mayo de 1977, tradicionalmente conocida como Sexta Directiva y que supone el antecedente de la actual Directiva en este aspecto, regulaba este concepto en su artículo 5, cuando establecía que: “1. Se entenderá por «entrega de bienes» la transmisión del poder de disposición sobre un bien corporal con las facultades atribuidas a su propietario. 2. (...) 3. (...) 4. Tendrán igualmente la consideración de entregas de bienes, en el sentido del apartado 1 a) (...) b) la entrega material de bienes en virtud de contratos en los que estipule el arrendamiento del bien durante un cierto período de tiempo, o la venta plazos de bienes, cuando se pacte que se adquirirá su plena propiedad en el momento del pago del último vencimiento como máximo.” Resulta también significativo de esta sentencia el carácter del asunto sometido a consideración del Alto Tribunal, por lo que afecta a lo que se comen­ tará posteriormente en este trabajo. En dicho recurso el objeto del debate era determinar si el contrato que liga a las partes de la misma, es uno de los denominados como de arrendamiento finan­ ciero (leasing) o uno de los especificados como de compraventa a plazos. Y ello fundamentalmente de cara a entender si en determinadas condiciones contractuales debe prevalecer el carácter de compraventa respecto al de arrendamiento, y en consecuencia, de entender producida la transmisión de la propiedad, si no jurí­ dica, cuando menos económica del bien objeto del contrato. Por otra parte, el artículo 24 de la actual Direc­ tiva del IVA, establece su cláusula de cierre respec­ 6 Algunas consideraciones acerca del tratamiento del arrendamiento financiero en el IVA M ARCOS Á LVAREZ S USO to de las operaciones que constituyen el hecho imponible del impuesto, cuando dispone que: “1. Tendrán la consideración de operaciones de arrendamiento financiero aquellos contratos que tengan por objeto exclusivo la cesión del uso de bienes muebles o inmuebles, adquiridos para dicha finalidad según las especificaciones del futuro usua­ rio, a cambio de una contraprestación consistente en el abono periódico de las cuotas a que se refie­ re el número 2 de esta disposición. Los bienes objeto de cesión habrán de quedar afectados por el usuario únicamente a sus explotaciones agríco­ las, pesqueras, industriales, comerciales, artesana­ les, de servicios o profesionales. El contrato de arrendamiento financiero incluirá necesariamente una opción de compra, a su término, en favor del usuario. “1. Serán consideradas «prestaciones de servi­ cios» todas las operaciones que no constituyen una entrega de bienes.” 2.2. La legislación española del IVA El artículo 8 de la Ley 37/1992, de 28 de diciembre, del IVA (en adelante LIVA), cuando tras­ pone al derecho nacional las anteriores previsiones de la Sexta Directiva referentes al concepto de entrega de bienes dispone que: “Uno. Se considerará entrega de bienes la transmisión del poder de disposición sobre bienes corporales, incluso si se efectúa mediante cesión de títulos representativos de dichos bienes. Cuando por cualquier causa el usuario no llegue a adquirir el bien objeto del contrato, el arrenda­ dor podrá cederlo a un nuevo usuario, sin que el principio establecido en el párrafo anterior se con­ sidere vulnerado por la circunstancia de no haber sido adquirido el bien de acuerdo con las especifi­ caciones de dicho nuevo usuario.” (...) Dos. También se considerarán entregas de bienes: (...) El tratamiento fiscal específico en el Impuesto sobre Sociedades de determinados contratos de arrendamiento financiero que contenía esta Dispo­ sición hay que encontrarlo actualmente en el ar­ tículo 115 del Real Decreto Legislativo 4/2004, de 5 de marzo, que aprueba el Texto Refundido de la Ley del Impuesto sobre Sociedades, cuyo tenor actual es el siguiente: 5.o Las cesiones de bienes en virtud de contra­ tos de arrendamiento-venta y asimilados. A efectos de este impuesto, se asimilarán a los contratos de arrendamiento-venta los de arrenda­ miento con opción de compra desde el momento en que el arrendatario se comprometa a ejercitar dicha opción y, en general, los de arrendamiento de bienes con cláusula de transferencia de la pro­ piedad vinculante para ambas partes.” “1. Lo previsto en este artículo se aplicará a los contratos de arrendamiento financiero a que se refiere el apartado 1 de la disposición adicional séptima de la Ley 26/1988, de 29 de julio, sobre disciplina e intervención de las entidades de cré­ dito. Y también como cláusula de cierre del hecho imponible dispone el artículo 11 de la LIVA que “1. A los efectos del Impuesto sobre el Valor Añadido, se entenderá por prestación de servicios toda operación sujeta al citado tributo que, de acuerdo con esta Ley, no tenga la consideración de entrega, adquisición intracomunitaria o importa­ ción de bienes.” 2. Los contratos a que se refiere el apartado anterior tendrán una duración mínima de dos años cuando tengan por objeto bienes muebles y de 10 años cuando tengan por objeto bienes inmuebles o establecimientos industriales. No obstante, reglamentariamente, para evitar prácticas abusi­ vas, se podrán establecer otros plazos mínimos de duración en función de las características de los distintos bienes que puedan constituir su objeto. La trascendencia de considerar una operación de arrendamiento financiero como entrega de bienes o como prestación de servicios es enorme a efectos del IVA. Baste señalar que ambas categorí­ as del hecho imponible tienen previstas reglas pro­ pias y diferentes a efectos, entre otros, de la aplicación de las reglas de localización del hecho imponible (arts. 68 a 70 de la LIVA), del devengo de las operaciones (art. 75 de la LIVA), de la deter­ minación de la base imponible (arts. 78 a 81 de la LIVA), y el tipo impositivo (arts. 90 y 91 de la LIVA). 2.3. 3. Las cuotas de arrendamiento financiero deberán aparecer expresadas en los respectivos contratos diferenciando la parte que corresponda a la recuperación del coste del bien por la entidad arrendadora, excluido el valor de la opción de compra y la carga financiera exigida por ella, todo ello sin perjuicio de la aplicación del gravamen indirecto que corresponda. La imposición directa 4. El importe anual de la parte de las cuotas de arrendamiento financiero correspondiente a la recuperación del coste del bien deberá permane­ cer igual o tener carácter creciente a lo largo del período contractual. La Disposición Adicional Séptima de la Ley 26/1988, de 29 de julio, sobre disciplina e interven­ ción de las entidades de crédito, en su apartado 1 dispone que: 7 Cuadernos de Formación. Colaboración 1/09. Volumen 7/2009 5. Tendrá, en todo caso, la consideración de gasto fiscalmente deducible la carga financiera satisfecha a la entidad arrendadora. 6. La misma consideración tendrá la parte de las cuotas de arrendamiento financiero satisfechas correspondiente a la recuperación del coste del bien, salvo en el caso de que el contrato tenga por objeto terrenos, solares y otros activos no amorti­ zables. En el caso de que tal condición concurra sólo en una parte del bien objeto de la operación, podrá deducirse únicamente la proporción que corresponda a los elementos susceptibles de amortización, que deberá ser expresada diferen­ ciadamente en el respectivo contrato. El importe de la cantidad deducible de acuerdo con lo dispuesto en el párrafo anterior no podrá ser superior al resultado de aplicar al coste del bien el duplo del coeficiente de amortización line­ al según tablas de amortización oficialmente apro­ badas que corresponda al citado bien. El exceso será deducible en los períodos impositivos sucesi­ vos, respetando igual límite. Para el cálculo del citado límite se tendrá en cuenta el momento de la puesta en condiciones de funcionamiento del bien. Tratándose de los sujetos pasivos a los que se refiere el capítulo XII del título VII, se tomará el duplo del coeficiente de amortización lineal según tablas de amortización oficialmente aprobadas multiplicado por 1,5. 7. La deducción de las cantidades a que se refiere el apartado anterior no estará condiciona­ da a su imputación contable en la cuenta de pérdi­ das y ganancias. 8. Las entidades arrendadoras deberán amorti­ zar el coste de todos y cada uno de los bienes adquiridos para su arrendamiento financiero, deducido el valor consignado en cada contrato para el ejercicio de la opción de compra, en el plazo de vigencia estipulado para el respectivo contrato. 9. Lo previsto en el artículo 11. 3 de esta Ley no será de aplicación a los contratos de arrendamien­ to financiero regulados en el presente artículo. 10. Los elementos del inmovilizado material nuevos que sean objeto de un contrato de arren­ damiento financiero podrán disfrutar del incentivo fiscal previsto en el apartado 2 de la disposición final tercera, en los términos que se prevean en la correspondiente Ley de Presupuestos Generales del Estado. 11. El Ministerio de Economía y Hacienda podrá determinar, según el procedimiento que reglamentariamente se establezca, el momento temporal a que se refiere el apartado 6, atendien­ do a las peculiaridades del período de contratación o de la construcción del bien, así como a las singu­ laridades de su utilización económica, siempre que dicha determinación no afecte al cálculo de la base imponible derivada de la utilización efectiva del bien, ni a las rentas derivadas de su transmisión que deban determinarse según las reglas del régi­ men general del impuesto o del régimen especial previsto en el capítulo VIII del título VII de esta Ley. En los supuestos de pérdida o inutilización defi­ nitiva del bien por causa no imputable al sujeto pasivo y debidamente justificada, no se integrará en la base imponible del arrendatario la diferencia positiva entre la cantidad deducida en concepto de recuperación del coste del bien y su amortización contable.” Y también debe tenerse en cuenta que el artícu­ lo 11. 3 del mismo texto legal establece un régimen fiscal especial de amortización de los activos objeto de un contrato de arrendamiento financiero por parte del arrendatario que resultará de aplicación a contratos que no cumplan las especificaciones pre­ vistas en el artículo 115 en lo tocante a duración e importe de las cuotas. Este precepto dispone en lo ahora interesa que: “En el caso de cesión de uso de bienes con opción de compra o renovación, cuando por las condiciones económicas de la operación no existan dudas razonables de que se ejercitará una u otra opción, será deducible para la entidad cesionaria un importe equivalente a las cuotas de amortiza­ ción que, de acuerdo con lo previsto en el aparta­ do 1, corresponderían a los citados bienes. Se presumirá que no existen dudas razonables de que se va a ejercitar una u otra opción cuando el importe a pagar por su ejercicio sea inferior al impor­ te resultante de minorar el precio de adquisición o coste de producción del bien en la suma de las cuo­ tas de amortización máximas que corresponderían a éste dentro del tiempo de duración de la cesión.” De la legislación anteriormente citada podemos extraer las siguientes notas características de los contratos de arrendamiento financiero en la impo­ sición directa: a) Que se trata de contratos en los que se cede el uso de un bien durante un tiempo determi­ nado adquirido por el cedente según las especifica­ ciones del futuro usuario y que necesariamente debe incluir una opción de compra a favor del usuario al término del mismo. b) Que existe un régimen “básico” previsto en el artículo 11. 3 del TRLIS condicionado a que no existan dudas razonables de que la opción de compra va a ser ejercitada al término del contrato que permite la amortización por parte del cesiona­ rio del activo cedido pese a no ser jurídicamente de su propiedad. c) Que el artículo 115 del TRLIS establece un régimen fiscal “especial” más beneficioso que per­ mite la amortización acelerada de la parte de cuo­ tas correspondientes a la recuperación del coste 8 Algunas consideraciones acerca del tratamiento del arrendamiento financiero en el IVA M ARCOS Á LVAREZ S USO ridos. Es una manifestación del principio de preva­ lencia del fondo sobre la forma. Las condiciones que debe reunir el contrato de arrendamiento financiero para recibir este trata­ miento contable se centran con carácter general en que no existan dudas respecto del ejercicio de la opción de compra. No obstante, se establecen a título enunciativo y no excluyente (literalmente “entre otros”) determinadas condiciones específi­ cas bajo las cuales se presume efectuada esa trans­ ferencia de riesgos y beneficios, incluso aunque, y esto es especialmente llamativo, en el contrato no exista siquiera opción de compra. Estas condiciones, estructuradas en la norma en las letras a) a g) del apartado 1. 1 se centran por ejemplo, en la transferencia automática de la pro­ piedad al finalizar el contrato, en la duración del plazo de arrendamiento en relación con la vida económica del activo, en la comparación entre al valor razonable del activo con el valor actualizado de los flujos financieros, en que los resultados deri­ vados de las fluctuaciones del valor razonable del activo se asuman por el arrendatario, etc. Como se aprecia, la nueva regulación contable, inspirada en principios de contabilidad admitidos en las normas internacionales de contabilidad, per­ mite, a la hora de tratar los derechos y obligacio­ nes dimanantes de un contrato de arrendamiento financiero, atender al traspaso de las facultades normalmente atribuidas al propietario de la cosa, como son el riesgo sobre la misma, el derecho de uso y los beneficios derivados de su posesión. Y ello conlleva abandonar en cierto modo el formalismo jurídico que rige la transmisión de la propiedad sobre la cosa y la tradicional teoría del título y el modo, para remarcar, a efectos conta­ bles, la propiedad “económica” sobre el bien obje­ to del contrato. del bien por el arrendatario condicionado al cum­ plimiento de unos requisitos de duración del con­ trato y de la composición de las cuotas de arrendamiento en intereses y recuperación del coste del bien. Precisamente por la existencia de estas ventajas fiscales especiales la realidad econó­ mica demuestra que una parte muy importante de los contratos de arrendamiento financiero que se celebran se ajustan a lo exigido en este artículo 115. A los efectos de este estudio interesa destacar una idea: en la imposición directa se permite al arrendatario deducir la cuota que correspondería amortizar de un bien que no es de su propiedad si de acuerdo con las condiciones contractuales con­ cretas es previsible que el contrato inicial de arren­ damiento acabe finalizando con la compraventa del bien objeto del contrato, vinculando esta conclu­ sión especialmente con el importe de la opción de compra y el valor residual del bien al finalizar el contrato. 2.4. EL NUEVO TRATAMIENTO CONTABLE El nuevo Plan General de Contabilidad, aproba­ do por Real Decreto 1514/2007, de 16 de noviem­ bre, realiza una tratamiento novedoso de los contratos de arrendamiento financiero en el apar­ tado 1 de la norma Octava de la Segunda parte del Plan: Registro y Valoración. Dicho tratamiento novedoso supone en síntesis que bajo determinadas condiciones contractuales que se detallan en su apartado 1. 1 se entiende que el arrendador transfiere al arrendatario los riesgos y beneficios inherentes a la propiedad. Ello conlle­ va que con ocasión de la celebración del contrato de arrendamiento el arrendatario registre conta­ blemente un activo y no un contrato de arrenda­ miento, reconociendo un pasivo financiero por el mismo importe. El tratamiento contable para el arrendatario de este bien objeto del contrato de arrendamiento financiero será el que corresponda a la amortización deterioro y baja de activos de la misma naturaleza. Por el contrario, el arrendador reconoce en su activo un derecho de crédito frente al arrendata­ rio, dando de baja el activo. Es decir, en términos generales, bajo la concu­ rrencia de determinadas condiciones el tratamien­ to de la operación se asemeja más a una operación de compraventa a plazos y con financiación que a un arrendamiento. Y ello porque se entiende con­ tablemente que, pese a no existir transferencia jurídica de la propiedad, los riesgos y beneficios inherentes a la propiedad del bien han sido transfe­ 3. ASPECTOS CONFLICTIVOS ACERCA DEL TRATAMIENTO DEL ARRENDAMIENTO FINANCIERO EN EL IVA El tratamiento de las operaciones de leasing en el IVA ha sido objeto de diversas consultas y con­ troversias que se han suscitado ante la Administra­ ción y los Tribunales de Justicia. Trataremos en este punto de identificar las deci­ siones y aspectos conflictivos más relevantes que se han puesto de manifiesto sobre esta materia. 1.—Respecto de la calificación del contrato como arrendamiento financiero como entrega de bienes o prestación de servicios la previsión legal 9 Cuadernos de Formación. Colaboración 1/09. Volumen 7/2009 operación como contrato de arrendamiento finan­ ciero”. Ante dicha cláusula el TEAC concluye que ello “impide considerar que el compromiso de ejercer la opción de compra adquiriese el carácter de irrevocable previsto para poder entender pro­ ducida la entrega del bien, y en consecuencia, devengadas unas cuotas que pudieran dar derecho a su deducción, o devolución, por el sujeto que sufrió su repercusión”. 1.2.—También es destacable algún criterio rela­ tivo a la necesidad de que el compromiso de ejercitar la opción de compra sea expreso sin que con la dic­ ción literal de la LIVA pueda entenderse tácitamen­ te producido. Así la sentencia de la Audiencia Nacional de 11 de febrero de 2004 analiza un caso en el que el arrendatario de un contrato de leasing se había deducido la totalidad de las cuotas de IVA soportado en el año en que suscribió el contrato, al entender, entre otras cosas, que al tener un impor­ te muy reducido la opción de compra, no existían dudas de que al finalizar el contrato se iba a ejerci­ tar la misma, amparándose asimismo en la circular del ICAC de 21 de enero de 2002. Ante tal argumentación, la AN dice: de que el arrendatario de comprometa a ejercitar formalmente la opción de compra ha sido objeto de numerosos pronunciamientos judiciales. 1.1.—En primer lugar merece la pena destacar determinados casos en los que tal compromiso se ha efectuado de modo “artificial” a los efectos de permitir el devengo de la entrega de bienes en ese momento y excluyendo de la base imponible la carga financiera de las cuotas a pagar con posterio­ ridad a tal compromiso. Así la sentencia de la Audiencia Nacional de 21 de mayo de 1999, posteriormente confirmada por sentencia del Tribunal Supremo de 15 de noviem­ bre de 2004 exigen que tal compromiso sea real y efectivo, sin que sea válido a estos efectos una cláu­ sula que mencionaba expresamente que tal com­ promiso se adquiría a los solos efectos de lo previsto en el artículo 6. 7 de la Ley 30/1985, del IVA y sin trascendencia jurídico-privada. Ambos tribunales coinciden en este caso en afirmar que no puede obviarse la trascendencia jurídico privada del compromiso. El TS dice literal­ mente que “el negocio jurídico no puede escindir­ se en dos: uno a efectos fiscales, en el cual se acuerda el ejercicio meramente nominativo de la opción de compra y otro a efecto jurídico privado, en el que se excluye trascendencia jurídica. O dicho en otros términos, el compromiso a ejercitar la opción de compra que. Según el artículo 6. 1. 7.o de la Ley IVA, confiere virtualidad a la entrega en los arrendamientos con opción de compra no puede ser una expresión formularia desprovista de efectos jurídicos o sin trascendencia entre las par­ tes. Es, por el contrario, la formalización del com­ promiso vinculante para las partes el que, a efectos del IVA, transforma la naturaleza del contrato, con­ virtiendo la del arrendamiento financiero en la que corresponde a una compraventa, con pago aplaza­ do sometido a término”. Ello conllevó que la calificación del contrato en el asunto sometido a consideración del TS conti­ nuaba siendo la de prestación de servicios y el devengo de la operación se produciría con el pago de cada cuota de arrendamiento. Criterio que por otra parte ya había mantenido el Tribunal económico Administrativo Central ante­ riormente en Resolución de 29 de mayo de 1996 ante una cláusula contractual del siguiente tenor: “exclusivamente a los efectos de lo previsto en el artículo 6. 7 de la Ley 30/1985, y sin trascendencia jurídico privada, nos comprometemos a ejercitar la opción de compra y a pagar el valor residual ... en la fecha que finalice la del uso del equipo. Con el compromiso que se asume no se desnaturaliza la “El contrato de arrendamiento financiero no puede considerarse, a efectos del IVA, una entre­ ga de bienes, como sostiene el recurrente, porque el artículo 9. 2. 8 RIVA sólo admite tal asimilación desde el momento en que el arrendatario se com­ prometa a ejercitar la opción de compra, y lo cier­ to es que el demandante en ningún momento ha acreditado dicho compromiso en un momento anterior al ejercicio 1992, que es cuando se dedu­ jo todas las cuotas del arrendamiento posteriores a enero de 1993, pendientes de satisfacer. La demandante efectúa diversas alegaciones en su demanda relacionadas con el contrato de arren­ damiento financiero realizado, pero ninguna de ellas muestra a la Sala la existencia de tal compro­ miso a ejercitar la opción de compra antes de diciembre de 1992. En opinión del demandante no existe duda en este caso de que iba a ejercitar la opción de com­ pra desde la misma fecha en que concertó el con­ trato de arrendamiento financiero, a la vista de lo reducido de la última cuota o cuota residual. Pero las normas tributarias que comentamos son claras y no se refieren en ningún momento a la intención de los contratantes, sino que exigen para conside­ rar un arrendamiento financiero como una entre­ ga de bienes con pago aplazado el requisito de que se haya ejercitado la opción de compra o, al menos, el compromiso de ejecutarla, y como se ha dicho, no concurren tales presupuestos en el pre­ sente caso. En consecuencia, un arrendamiento financiero en el que no existe compromiso por parte del 10 Algunas consideraciones acerca del tratamiento del arrendamiento financiero en el IVA M ARCOS Á LVAREZ S USO cita la opción de compra y se otorga la escritura de venta a los dos años de la celebración del contrato inicial. El TSJ menciona que “la opción de compra los ha de ser necesariamente con la opción de com­ pra a su término, y por tanto no anticipadamente como ha sido el caso”, con la consecuencia de que la excepción a la exención en el IVA para las entre­ gas de edificaciones en el marco de un contrato de leasing prevista en el artículo 20. Uno. 22.o de la LIVA se entiende ya no resulta de aplicación, estan­ do exenta la entrega y sujeta al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales. Este criterio es también sustentado por el TSJ de Madrid en sentencia de 23 de enero de 2004 donde sostiene que: arrendatario de ejercitar la opción de compra al finalizar el mismo, debe calificarse como presta­ ción de servicios, con devengo del IVA en forma sucesiva, a medida que se producen los vencimien­ tos de las cuotas arrendaticias. Y como hemos visto, es el devengo del IVA el que determina el nacimiento del derecho a su deducción.” Criterio que con la redacción actual de la LIVA no tenemos más remedio que compartir, pese a que como luego se comentará, en muchos casos la naturaleza jurídica del contrato se asimile más a una compraventa con precio aplazado y reserva de dominio que a un arrendamiento. Y teniendo en cuenta además que tal conclusión no se compade­ ce muy bien con la redacción de la actual Directiva del IVA. Idéntica conclusión, es decir, que el contrato de arrendamiento financiero se califica como entrega de bienes sólo a partir del momento en que el arrendatario de compromete a ejercitar la opción de compra al finalizar el contrato, alcanza el TSJ de Castilla y León en sentencia de 24 de mayo de 2007, incluso para un caso en el que la cuota total de IVA correspondiente a las cuotas del contrato había sido satisfecha el inicio del mismo, pero por el contrario no constaba que el compromiso de ejercitar la opción de compra a la finalización hubiese sido asumido por el arrendatario. Y finalmente, el TSJ de Andalucía en sentencias de 27 de noviembre de 2001 y 10 de mayo de 2002 también condiciona la alteración de la califica­ ción del contrato de arrendamiento financiero de prestación de servicios a entrega de bienes al hecho de que el compromiso de ejercitar la opción de haya formulado por el arrendatario, exigiendo incluso su constancia por escrito. 1.3.—Debe también destacarse el tratamiento dado en la doctrina administrativa y judicial respec­ to al ejercicio (que no el compromiso de ejercicio) anticipado de la opción de compra. En aquellos casos cuyo objeto sean edificacio­ nes en los que la opción de compra se ejercita antes de finalizar el plazo estipulado de arrenda­ miento financiero la principal discusión se centra en considerar si resulta aplicable la exención pre­ vista en el artículo 20. Uno. 22.o de la LIVA o si debe considerarse sujeta la transmisión de la edifi­ cación en virtud de lo dispuesto en el apartado a) del mismo precepto que regula las excepciones a la exención en el caso de contratos de leasing. Sirva como primer ejemplo de esta doctrina la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares de 1 de junio de 2006, en la que se estudia un contrato de leasing sobre un bien inmue­ ble de duración prevista 10 años, en el que se ejer­ “El artículo 20. Uno. 22 de la Ley del IVA deter­ mina una excepción a las exenciones previstas en dicho precepto respecto de las entregas de edifi­ caciones efectuadas en el ejercicio de la opción de compra inherente a un contrato de arrendamien­ to por empresas dedicadas habitualmente a reali­ zar operaciones de arrendamiento financiero. Es cierto que el citado precepto no establece un plazo para esas entregas efectuadas en el ejer­ cicio de la opción de compra pero es evidente que dentro de la Interpretación sistemática de las leyes tributarias no puede obviarse que ese ejercicio de la opción de compra se realiza al final del plazo previsto contractualmente y si se anticipa tres años, tal como sucedió en el presente caso, no está produciendo el supuesto previsto para la exención, al no poder ser considerado entonces como un contrato de arrendamiento financiero, por no cumplirse, con la cancelación anticipada, uno de los requisitos previstos para dichos contra­ tos. Ello con independencia de que al efectuarse la cancelación anticipada se hiciese frente a las cuo­ tas pendientes de amortización, ya que dicho pago no altera el incumplimiento de uno de los requisi­ tos del contrato.” Este criterio ha sido también recientemente asumido por el TEAC, en resoluciones de 25 de enero de 1996 y de 27 de julio de 2005. En esta última se dispone que: “En cuanto a la exención contenida en el artículo 20. Uno. 22.o de la Ley del IVA, (...) la opción de compra ejercitada no es la inherente a este tipo de contratos, precisamente por ser anticipada a su término, según ha quedado expuesto en el Fundamento Tercero de esta reso­ lución y no pudiendo encajarse el supuesto en el apartado a) del artículo 20. Uno. 22 de la Ley del IVA, está sometido al régimen general, es decir, se considera segunda o ulterior transmisión de edifi­ cación sujeta y exenta del IVA y por tanto sujeta a Transmisiones Patrimoniales”. Y finalmente, la Dirección General de tributos en su consulta vinculante V 1807-07, de 3 de sep­ 11 Cuadernos de Formación. Colaboración 1/09. Volumen 7/2009 tiembre, también adopta dicho criterio, al mencio­ nar que: te en el artículo 20. Uno. 22.o de la LIVA al tratar­ se de una segunda entrega de edificaciones. En este caso el TEAC, en resolución de fecha 5 de febrero de 2003, entiende que “por más que la sociedad interesada y el fallo impugnado traten de conducirnos a una identificación entre el leasing, con cuotas de alquiler avaladas, y el arrendamien­ to-venta, por el hecho de ser lo más probable el ejercicio de la opción al llegar el momento adecua­ do, lo cierto jurídicamente es que, hasta que tal ejercicio se produzca, la transmisión real no ha podido tener lugar y, por tanto, como sostienen la liquidación y el recurrente, el derecho cedido es el arrendaticio y el hecho imponible es una prestación de servicios”. 2.—La calificación del contrato de arrendamien­ to financiero como entrega de bienes o prestación de servicios es muy importante de cara a determi­ nar la localización del hecho imponible en el IVA. Como es sabido, en las prestaciones de servi­ cios, la regla general de localización es la sede del prestador del servicio (art. 69. Uno de la LIVA). Existe no obstante una regla especial de localiza­ ción en sede del destinatario [art. 70. Uno. 5.o, letra B), apartado j) de la LIVA] para los arrenda­ mientos de bienes muebles corporales, que sin embargo tiene como excepción los arrendamien­ tos de medios de transporte, que se localizan nue­ vamente conforme a la regla general, es decir, en sede del prestador del servicio. Por el contrario, para localizar las entregas de bienes hay que atender al lugar donde la puesta a disposición del bien se produzca (art. 68. Uno LIVA) o donde radique el inmueble (art. 68. Dos. 3.o LIVA). Es ilustrativo lo resuelto en este tema por el Tri­ bunal de Justicia de las Comunidades Europeas en su sentencia de 17 de julio de 1997 (asunto C­ 190/95, ARO léase BV) donde se analizaba la loca­ lización de los servicios de arrendamiento financie­ ro de vehículos por parte de una empresa establecida en los Países Bajos a clientes belgas. El TJCE concluye que la prestadora del servicio care­ ce de establecimiento permanente en Bélgica por la mera realización de estos contratos, asunto que era objeto de debate, por lo que el servicio de localiza en sede del prestador. 3.—En cuanto al devengo del IVA en el caso de ejercitarse la opción de compra baste también recordar lo dicho anteriormente respecto de la cali­ ficación del contrato de arrendamiento financiero. 4.—Respecto de los tipos impositivos en el caso de que la entrega del bien objeto del contrato resultase sujeta a un tipo reducido, es llamativa la “En consecuencia con todo ello, ha de conside­ rarse que la exclusión a la exención contenida en la letra a) del artículo 20. Uno. 22.o de la Ley 37/1992 resulta procedente, exclusivamente, cuando el ejercicio de la opción de compra por parte del arrendatario tenga lugar al término del contrato de arrendamiento financiero. En el caso de que dicho ejercicio se efectuara de forma anticipada a su término previsto, e inclu­ so cuando ya no existe un plazo mínimo para dichos contratos en su normativa sustantiva, ha de entenderse que tendrá lugar la resolución del con­ trato de arrendamiento financiero y por consi­ guiente la referida exclusión no será aplicable. Por todo ello, el ejercicio anticipado de la opción de compra por parte de la entidad consul­ tante constituirá una entrega de bienes sujeta pero exenta del Impuesto sin perjuicio de que el adqui­ rente solicite al transmitente (entidad arrendadora hasta ese momento) la renuncia a la exención con arreglo a los requisitos establecidos por el artículo 20. Dos de la Ley 37/1992.” La doctrina que emana de estas y otras decisio­ nes judiciales, condiciona la calificación del contra­ to como arrendamiento financiero al hecho de que la opción de compra se ejercite al final del contra­ to, pues de otro modo, cuando dicha opción se ejercita anticipadamente, habría que considerar tal operación como entrega de bienes, afectada en su caso por la exención del artículo 20. Uno. 22.o de la LIVA y sin que resulte de aplicación la excepción a la exención prevista para las entregas de bienes efectuadas en el marco de determinados contratos de arrendamiento financiero. Cabe simplemente apuntar una posible pregun­ ta sobre esta doctrina: si el adquirente del bien, ini­ cialmente arrendatario del mismo, tiene pleno derecho a la deducción del IVA soportado, se ha repercutido expresamente el IVA en el contrato por el que se ejercita anticipadamente la opción de compra, habida cuenta de la posibilidad de renun­ ciar a la exención y del carácter antiformalista que el Tribunal Supremo viene últimamente dando a la citada renuncia, ¿no podría entenderse que se ha renunciado a la exención establecida en el artículo 20. Uno. 22.o por la mera repercusión del IVA? Sobre esta duda, no nos consta que haya toda­ vía pronunciamiento alguno. 1.4.—También en relación con la ausencia del compromiso de ejercitar la opción de compra se ha planteado si la aportación de un contrato de arrendamiento financiero sobre un local a la ampliación de capital de una sociedad puede resul­ tar afectada por la exención establecida actualmen­ 12 Algunas consideraciones acerca del tratamiento del arrendamiento financiero en el IVA M ARCOS Á LVAREZ S USO sentencia del TSJ de Galicia de 21 de septiembre de 2005, en la que se analizaba el tipo impositivo aplicable a la entrega de determinado instrumental, material y aparataje necesario para la confección de prótesis dentales respecto del cual se había celebrado en 1995 un contrato de arrendamiento financiero cuya opción de compra se ejercitó al finalizar dicho contrato, en el año 2000. Lo llamativo del caso es que el TSJ entiende que el ejercicio de la opción de compra al finalizar el contrato cambia la calificación del mismos con efectos retroactivos, lo que en este caso conlleva­ ba rectificar las facturas inicialmente emitidas, que lo fueron al tipo del 16 por 100 por tener el con­ trato la calificación de prestación de servicios y no de entrega de bienes. El TSJ entiende así que “si bien se afirma que no se acreditó que la demandante hubiera ejercitado la opción de compra o se hubiera comprometido a ejercitarla, es lo cierto que en tiempo anterior a la fecha de dictado del acuerdo impugnado (29 de mayo de 2002), dicha opción fue ejercitada el día en que vencía el plazo de duración de aquel contra­ to (11 de julio de 2000), como lo acredita la docu­ mental aportada con el escrito de demanda, reconociéndole así la sociedad arrendadora en el escrito de contestación de la demanda, de suerte que lo que calificado en un principio a efectos de IVA como prestación de servicios, se transformó con eficacia retroactiva en entrega de bienes (ar­ tículo 8. Dos. 5.o de la LIVA), como lo anunciaba el propio acuerdo impugnado caso de ejercitarse la opción o de compromiso a su ejercicio”. Con todo el respeto que nos merece la opinión del TSJ, en este caso no podemos compartir en absoluto su conclusión, que además de provocar en la práctica una ingente carga de rectificación de fac­ turas, cuotas deducibles, bases imponibles, deven­ go, etc., no puede mantenerse de acuerdo con lo preceptuado en el texto de la LIVA, que califica cla­ ramente el contrato de arrendamiento financiero como entrega de bienes “desde el momento en que el arrendatario se comprometa a ejercitar dicha opción”, pero entendemos que nunca antes de este compromiso, como por otra parte así lo corroboran numerosas sentencias de las anteriormente citadas. 5.—Como conclusión general de esta breve reseña doctrinal puede extraerse que: a) La calificación de un contrato de arrenda­ miento financiero como entrega de bienes o pres­ tación de servicios es fundamental en el IVA, a efectos de sujeción al impuesto, exenciones, locali­ zación del hecho imponible, base imponible, tipos impositivos, prorrata de deducción, etc. b) Dicha calificación no es pacífica. En la prác­ tica española es notoria la controversia habitual res­ pecto al tiempo y forma de manifestar el compromiso de ejercicio de la opción de compra y al propio ejercicio de la opción, lo que, como se ha expuesto, ha dado lugar a numerosos contenciosos. c) Con la actual redacción de la Ley española del IVA resulta prácticamente imposible calificar un contrato de arrendamiento financiero como entre­ ga de bienes si no consta un compromiso formal de ejercicio de la opción de compra, ni siquiera cuan­ do las condiciones económicas del contrato permi­ ten razonablemente presumir que tal opción va a ser ejercitada, ni cuando se ha satisfecho anticipa­ damente la totalidad de la cuota de IVA correspon­ diente al contrato. No nos consta que existan pronunciamientos administrativos ni judiciales que se hayan apartado de la letra de la LIVA en este asunto. 4. EL DIFERENTE TRATAMIENTO DEL ARRENDAMIENTO FINANCIERO EN LAS LEGISLACIONES EUROPEAS DEL IVA La cuestión relativa a la calificación del contrato de arrendamiento financiero y su problemática se agudiza notablemente al analizar que el tratamien­ to de este tipo de contratos no es uniforme en los Estados miembros de la Unión Europea, máxime cuando la actual redacción de la Directiva del IVA presenta una redacción tan ambigua al respecto. Recordemos que la Directiva actual aboga por la consideración de entrega de bienes para estos contratos “cuando en el curso normal de los hechos se adquiera su plena propiedad en el momento del pago del último vencimiento como máximo”. 4.1. Como entrega de bienes Sin ánimo de ser exhaustivos, la consideración del arrendamiento financiero preferentemente como prestación de servicios es más frecuente en las legislaciones de los países mediterráneos y del sur de Europa, entre ellos España. Amén de la legislación española, pueden citarse la legislación francesa en el artículo 256 del Código de impuestos (traducción libre del autor) que con­ sidera entrega de bienes “la entrega material de un bien mueble corporal en virtud de un contrato que prevea el arrendamiento de dicho bien durante un cierto período o su venta a plazos y que esté pro­ visto de una cláusula según la cual la propiedad de dicho bien vaya a ser en circunstancias normales adquirida al poseedor o a sus derecho habientes a 13 Cuadernos de Formación. Colaboración 1/09. Volumen 7/2009 En efecto, si analizamos el arrendamiento finan­ ciero de un medio de transporte por parte de un operador que está establecido en un Estado miem­ bro A que considere el arrendamiento financiero como entrega de bienes y el bien se pone a dispo­ sición del arrendatario en un Estado miembro B que considere la operación como prestación de servicios se comprobará que: a) en el Estado miembro A no se considerará producido el hecho imponible entrega de bienes porque el bien se pone a disposición del adquirente en otro Estado miembro (arts. 68 de nuestra LIVA y 31 de la Directiva), y b) en el Estado miembro B el hecho imponible prestación de servicios se entenderá localizado en el Estado miembro donde tenga su sede el prestador del servicio (arts. 69 y 70 de la LIVA y 43 de la Directiva). Aprovechando esta diferente consideración de la operación se han instrumentado por determina­ dos operadores fraudulentos esquemas artificiales de simulación de contratos de leasing que en reali­ dad encubren la adquisición de determinados medios de transporte evitando satisfacer realmen­ te IVA por el adquirente y usuario del bien. Un ejemplo de la preocupación de las autorida­ des fiscales europeas acerca de estas prácticas puede encontrarse en la página web de la adminis­ tración fiscal británica (www.hmrc.gov.uk) en la que se puede consultar la Revenue & Customs Brief 11/07 relativa al IVA. En dicha información facilitada por el fisco bri­ tánico a modo de “aviso para navegantes”, es decir, como advertencia del fisco contra estas operacio­ nes, se pueden consultar esquemas conocidos de defraudación en la adquisición de yates a vela o a motor por parte de particulares en los que para evitar el pago del IVA se interponen intermediarios artificiales, se simulan contratos de leasing y se juega con el derecho a la deducción del IVA sopor­ tado en la adquisición de medios de transporte nuevos si hay una entrega intracomunitaria de los mismos. más tardar después del pago del último plazo”, o la legislación portuguesa, que en el artículo 3 del Código de IVA (traducción libre del autor) efectúa esa misma consideración en aquellas “entregas materiales de bienes en ejecución de un contrato de arrendamiento con cláusula, vinculante para ambas partes, de transferencia de la propiedad”. Similares previsiones contienen las legislaciones belga o italiana cuando menos hasta fechas recientes. Como se aprecia, existen una serie de Estados miembros que califican el arrendamiento financie­ ro como entrega de bienes sólo cuando existe una cláusula expresa de trasferencia de propiedad al finalizar el contrato. En España esa cláusula, como ya se ha reitera­ do, se vincula al compromiso formal del arrendata­ rio de ejercitar la opción de compra al finalizar el contrato, o los contratos de arrendamiento con cláusula de transferencia de la propiedad vinculan­ te para ambas partes. 4.2. Como prestación de servicios En otros Estados miembros, como por ejem­ plo, en los Países Bajos, la puesta a disposición del arrendatario de un bien objeto de un contrato de leasing se considera en general como entrega de bienes siempre que se trasfieran al mismo las facul­ tades normalmente inherentes al propietario (ries­ go sobre la cosa, disfrute de los frutos, etc.) y cuando en el curso normal del contrato se adquie­ ra la plena propiedad al finalizar el mismo. Ello conlleva que en la práctica mercantil de estos Estados la mayor parte de los contratos de arrendamiento financiero sean considerados como entregas de bienes desde el principio, sin necesidad de compromiso de adquisición de la propiedad por parte del arrendatario ni de cláusulas especiales al respecto. 4.2. El gap comunitario Ya se ha comentado la enorme trascendencia que la consideración como entrega de bienes de la puesta a disposición de un bien en el marco de un contrato de arrendamiento financiero tiene a efec­ tos de las exenciones, devengo, base imponible, etc., en el IVA. Interesa en este punto destacar lo tocante a la localización del hecho imponible cuando el arren­ dador está establecido en un Estado miembro dis­ tinto del lugar donde el bien objeto del contrato se pone a disposición del arrendatario, operativa nor­ malmente posible con medios de transporte (vehí­ culos automóviles, embarcaciones de recreo, etc.). 5. POSIBLES SOLUCIONES AL PROBLEMA Al margen de reprobables actuaciones que intentan artificialmente aprovecharse de esta dis­ paridad de tratamiento (gap comunitario) del lea­ sing en la normativa y práctica administrativa del IVA en diferentes Estados miembros, ya se ha puesto de manifiesto en este trabajo que la actual redacción de la LIVA española plantea ciertas dudas acerca de su compatibilidad con la Directiva, y asi­ mismo, las importantes consecuencias que a efec­ 14 Algunas consideraciones acerca del tratamiento del arrendamiento financiero en el IVA M ARCOS Á LVAREZ S USO — que el valor actualizado de los flujos finan­ cieros derivados del contrato cubra la práctica totalidad del valor razonable del activo arrendado; — que las características objetivas del bien hagan que su utilidad quede restringida al arrendatario; — que el arrendatario pueda cancelar el con­ trato de arrendamiento y las pérdidas sufridas por el arrendador a causa de ello sean asumidas por el arrendatario; — que las fluctuaciones del valor razonable del valor residual del activo recaigan sobre el arrendatario, y — que el arrendatario disponga de la facultad de prorrogar el arrendamiento durante un segundo período, con pagos sustancialmen­ te inferiores a los normales del mercado. Estos criterios más amplios obviamente que el contenido en la norma actual, podrían incluirse directamente en la LIVA o bien que ésta hiciese una remisión genérica al tratamiento contable y por ende económico de la operación a efectos de su calificación. b) Una segunda cuestión que entendemos requiere regulación urgente en la norma del IVA en su actual redacción es qué efectos debe tener en el Impuesto el ejercicio de la opción de compra con anterioridad al vencimiento del plazo estipulado, cuestión especialmente importante en contratos cuyos activos sean edificaciones, habida cuenta de la exención prevista en el artículo 20. Uno. 22.o y de su excepción para el caso de entregas efectua­ das en el marco de contratos de arrendamiento financiero. Si bien ya se ha expuesto anteriormente que parece haber un consenso general en la doctrina administrativa y judicial acerca de considerar estos casos como entregas de bienes efectuadas al mar­ gen de un contrato de arrendamiento financiero, dicha conclusión no se extrae directamente de la norma y en la práctica mercantil, hay operadores que, actuando de buena fe, ven perjudicado su intención de soportar IVA (que se deducirán ínte­ gramente de modo inmediato) en la adquisición de una edificación por el mero hecho de que la misma haya sido objeto de previo arrendamiento financie­ ro sin que se haya llegado a agotar el plazo de dura­ ción previsto en el contrato. tos del IVA tiene el hecho de considerar a estas operaciones como entregas de bienes o prestacio­ nes de servicios. Entendemos que quizá sería adecuado refor­ mular la regulación legal del concepto entrega de bienes a estos efectos para adecuarse a la Directi­ va, a la normativa de la imposición directa y espe­ cialmente al nuevo tratamiento contable de estas operaciones. La posible modificación podría plantearse a nivel interno o a nivel comunitario, posibilidades que se analizan a continuación. 5.1. Modificación de la Ley española Una primera posibilidad sería una modificación unilateral de la LIVA, en especial de su artículo 8. Dos 5.o. A nuestro parecer, habida cuenta de las contro­ versias que se han suscitado al respecto, la modifica­ ción debería abordar dos aspectos cruciales: a) Qué características o cláusulas deben con­ currir en un contrato de arrendamiento financiero para que pueda entenderse que la entidad arrenda­ dora, inicial y formal propietario del bien objeto del contrato, ha transferido al arrendatario las faculta­ des normalmente inherentes al propietario de la cosa, de modo tal que la conclusión lógica deba ser que la propiedad jurídica de la misma se transfiera al arrendatario al término del contrato de arrenda­ miento. En palabras de la Directiva, deberían darse unas pautas para poder considerar que en el marco de un contrato de arrendamiento “en el curso normal de los hechos se adquiera su plena propiedad en el momento del pago del último vencimiento como máximo”. A nuestro juicio, la norma 8.a del nuevo Plan General de Contabilidad en su apartado 1 puede servir de guía para determinar qué elementos obje­ tivos del clausulado de un contrato de arrenda­ miento financiero pueden servir para entender que se transfieren al arrendatario todos los riegos y beneficios inherentes a la propiedad del activo objeto del contrato. Amén de la previsión de la letra a) de esta norma contable, que parece conducir a la existen­ cia de cláusula de transferencia de la propiedad vinculante para ambas partes, y que ya tiene refle­ jo en nuestra actual norma del IVA, podría conside­ rarse que se ha producido una entrega del bien al arrendatario en los siguientes casos: — que el plazo de arrendamiento pactado cubra la mayor parte de la vida económica del activo; 5.2. Solución global a nivel comunitario Una segunda posibilidad sería que el tratamien­ to del arrendamiento financiero se homogeneizase 15 Cuadernos de Formación. Colaboración 1/09. Volumen 7/2009 a nivel comunitario, condicionando su calificación a efectos del IVA a que concurriesen determinadas circunstancias que permitiese entender que en el curso normal de los hechos se adquiriría la propie­ dad del bien a la finalización del contrato. Siendo la posibilidad más deseable, por cuanto tendría de incremento de la seguridad jurídica de los operadores a nivel comunitario y de cierre de posibles prácticas de conveniencia en el leasing transfronterizo, lo cierto es que es una evidencia que la modificación de las normas fiscales básicas de la UE se ha convertido en un difícil rompecabe­ zas al requerir el consenso de 27 opiniones dife­ rentes, tantas como Estados miembros. Estados que además, tiene sus propias normas civiles, mer­ cantiles, registrales, etc. que afectan al arrenda­ miento financiero y a los modos de adquirir y transmitir la propiedad. En consecuencia, la posible armonización del tratamiento del leasing a nivel comunitario dista mucho de ser una meta alcanzable a corto plazo, por lo que se imponen soluciones nacionales con la consecuente disparidad de normativas y la carga fis­ cal indirecta que ello supone para el contribuyente. 6. CONSECUENCIAS Uno. 22.o de la LIVA, con su consabida excepción a la exención (y sujeción por tanto) para aquellos contratos en los que la opción de compra se ejer­ citase con anterioridad al vencimiento del mismo. La doctrina administrativa y judicial reiterada ya expuesta anteriormente de tratar las entregas de edificaciones en el marco de este tipo de contra­ taos como una entrega de bienes común y corrien­ te efectuada al margen de un contrato de arrendamiento financiero introduce cierta inseguri­ dad jurídica a los operadores de buena fe. Sería por ello conveniente aclarar en la norma si el mero hecho de repercutir el IVA en este tipo de operaciones podría considerarse una renuncia táci­ ta a la exención, siempre que concurran el resto de requisitos legal y reglamentariamente establecidos. b) En segundo lugar, supondría una alteración sustancial de las reglas del devengo de las operacio­ nes. Y ello porque se pasaría de una situación como la actual, en la que se entiende devengado el impuesto con el pago de cada cuota de arrenda­ miento financiero a un sistema en el que habría un devengo inicial de la operación en el mismo momento de puesta a disposición del arrendatario de los bienes objeto del arrendamiento financiero. De esta manera, habría un adelanto del momen­ to del devengo respecto de la situación actual, motivado por este cambio de consideración de la operación. c) En tercer lugar, entendemos que podría provocar cambios en el importe de la base imponi­ ble de la entrega de bienes. Ello podría ser debido al tratamiento que el artículo 78. Dos. 1.o de la LIVA da a los intereses por aplazamiento en el pago de la contraprestación en la parte que dicho aplazamiento corresponda a un período posterior a la entrega de los bienes. Si pasa a considerarse el arrendamiento finan­ ciero como entrega de bienes desde el inicio del contrato y el bien objeto del contrato se pone en posesión del arrendatario, puede defenderse váli­ damente a nuestro juicio, que la carga financiera que llevan las respectivas cuotas de arrendamiento no forma parte de la base imponible de la entrega de bienes, al corresponder a períodos posteriores a la entrega del bien. d) Y finalmente, debe comentarse su efecto en la determinación del derecho a la deducción del IVA soportado y de la prorrata de deducción. Si partimos de la consideración actual, en la que los contratos de arrendamiento financiero son cali­ ficados de modo predominante como prestaciones de servicios, se observará que al constituir opera­ DE UN POSIBLE CAMBIO DE TRATAMIENTO DEL ARRENDAMIENTO FINANCIERO EN EL IVA Como último apartado a tener en cuenta en esta propuesta de modificación normativa resta analizar las consecuencias que acarrearía en el IVA la adopción de la misma. Debe ponerse de relieve que el paso de un sis­ tema como el actual de la LIVA de consideración del leasing como entrega de bienes sólo cuando exista un compromiso contractual de ejercicio de la opción de compra al finalizar el contrato a un sis­ tema basado en el análisis de las condiciones eco­ nómicas de dicho contrato para efectuar dicha calificación como el que se ha propuesto, conlleva­ ría con toda probabilidad que muchos de los con­ tratos de arrendamiento financiero actualmente tratados en el IVA como prestaciones de servicios pasasen a considerarse entregas de bienes desde su inicio. Esta “ampliación” del concepto de entrega de bienes supondrá, a nuestro juicio, los siguientes cambios respecto de la situación actual de trata­ miento del IVA en los arrendamientos financieros en el ordenamiento español: a) En primer lugar, convendría aclarar la apli­ cación de la exención establecida en el artículo 20. 16 Algunas consideraciones acerca del tratamiento del arrendamiento financiero en el IVA M ARCOS Á LVAREZ S USO ciones sujetas al IVA producen el efecto de permi­ tir el derecho a la deducción, lo que tradicional­ mente viene incrementando la prorrata de deducción de las entidades financieras para los bienes y servicios adquiridos en común para varios sectores diferenciados de actividad. Recuérdese que el arrendamiento financiero constituye un sector diferenciado de actividad por expresa mención legal en el artículo 9 de la LIVA. Pues bien, si con el cambio de tratamiento pro­ puesto en este trabajo y que se deriva en gran medida de la Directiva del IVA y del nuevo Plan General de Contabilidad, numerosos contratos de arrendamiento financiero pasan a considerarse entregas de bienes desde su inicio y la carga finan­ ciera devengada posteriormente a la entrega de bien ya no forma parte de la base imponible, se estará prestando un servicio de financiación por parte del arrendador para el arrendatario, lo que tendrá como consecuencia una disminución del porcentaje de prorrata de deducción tanto del sec­ tor diferenciado arrendamiento financiero como de los bienes y servicios adquiridos en común para más de un sector diferenciado de actividad. 17