ALLANAMIENTO. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. NORMATIVA INTERNACIONAL ART. 18 C.N. Y ART. 224 CPPN NOCTURNIDAD.RAZONABILIDAD. SOBRESEIMIENTO. REVOCACIÓN DEL PROCESAMIENTO.PROCEDENCIA. PRINCIPIO DE PROGRESIVIDAD ESTUPEFACIENTES. ART. 15 LEY 23.737. PRÁCTICA DE COQUEO O MASTICACIÓN. COSTUMBRES ANCESTRALES,ANTROPOLÓGICAS Y CULTURALES QUE PROMUEVEN EN LAS PERSONAS DE NACIONALIDAD BOLIVIANA EL CONSUMO DE COCA. Poder Judicial de la Nación Rtro.S.III T.51 f*178/185 ///Plata, 19 de abril 2007. VISTO: Este expediente nro. 4347, "Incidente de nulidad", procedente del Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal Nro. 2, de Lomas de Zamora y, CONSIDERANDO QUE: El doctor Carlos A. Nogueira dijo: I. Antecedentes.1. Según la descripción del acta....el día 30 de marzo de 2006, a las 23 horas, en el partido de..funcionarios de la policía pertenecientes a la Seccional..."con el apoyo del grupo Halcón", realizaron el allanamiento de las viviendas indicadas con los números...de la localidad de...en una de las cuales habitaba I. M. S., junto a su familia, conforme a la orden librada por el señor juez Ferreiro Pella. 1.1. Para llevar a cabo el allanamiento, se requirió la presencia de dos testigos, quienes no ingresaron junto con los funcionarios, sino que lo hicieron una vez "asegurado el lugar". 1.2. Luego se procedió a identificar a los moradores I. M. S., E. C., J. L. A., E. M. L. y V. M. P.. En el acta se menciona que, una vez que partió el "grupo Halcón", comenzó el procedimiento de requisa por parte de los funcionarios restantes. Se secuestró "una caja de cartón color marrón con la inscripción "Lavandina Hogardina" en la cual se encontraron seis envoltorios de nylon color negro y verde con "hojas de Coca" en su interior, una bolsa de similares características a las mencionada pero sin prensar, con el mismo contenido, un envoltorio de papel de nylon de color verde, con hojas de color verde de similares características a las halladas. 1.3. En la planta alta del inmueble se halló una granada de mano explosiva, dos bolsas verdes y dos envoltorios "tipo paquete compacto" de color negro con verde en cuyo interior se hallaron hojas de características semejantes a las anteriormente halladas. 1.4. De consuno al acta de mención, el procedimiento relatado culminó con posterioridad a las ocho horas con diez minutos de la mañana del día siguiente, prolongándose la presencia policial en el domicilio allanado por más de nueve horas. Asimismo, en la parte final del acta, se hizo constar lo que sigue: "(p)or último se deja constancia que la sra. V. P., concubina de I. M. S., quedará a resguardo de los domicilios allanados, en el estado en que se encuentran y bajo su entera responsabilidad".... 1.5. El acta referida -confeccionada el 30 de marzo de 2006- en función de la cual quedara detenido el imputado M. S., no ha sido aún ratificada o rectificada por los testigos de actuación en virtud de que no se ha podido dar con su paradero. 2. En oportunidad de ampliar su declaración indagatoria el imputado relató el procedimiento del modo siguiente: "(e)n primer lugar rompieron la puerta, estaban durmiendo su señora con su hija, en el primer piso con sus familiares estaban descansando cuando el perro ladra mucho sintieron que había ladrones y el dicente dijo llamen a la policía y subieron las gradas y lo tiraron al piso y le dijeron que eran policías; que tiran a su señora embarazada de cuatro meses y la tiran de las gradas de arriba al piso, que el dicente dijo que era inocente, qué buscan, y ahí el policía le dijo que buscaba a I. y el dicente le dijo que no tenía nada que ver con esa gente, y le dijeron callate la boca que te rompo la cabeza y lo apuntaron con un arma y le pusieron contra el piso y le pegaron y tenía toda sus costillas lastimadas pero no lo dejaban hablar nada, después empezaron a romper toda la casa, buscando a I. y el dicente que no tenía nada que ver con esa gente que la casa de I. era al lado que no le mostraban la orden de allanamiento y no le mostraron ningún papel, que le decían: que tenés que ver con I. y el dicente le dijo que nada; que insistió con que le mostraran la orden de allanamiento y no se la mostraron, que a su señora la sacaban afuera después de romper todo; que la policía entraba y la sacó otra vez a su señora afuera, que la desvistieron adelante de todos y al dicente le decían contra el piso, contra el piso; que todo lo que tenía en mercadería lo pateaban y no le encontraron nada ahí; que luego lo llevaron a la casa de I. los metieron adentro y ahí le dijeron dónde está lo que buscamos y vuelve a sacar a su señora, que ellos les decían que no tenían nada... que le dijeron que le llevaban a su hija y volvieron a sacar a su señora afuera; que luego le preguntó a su señora que le había dicho y le refirió que querían llevar a su hija, que luego agarró las hojas de coca que estaban en una bolsa negra, que lo traicionaron y se los entregó a la policía para que no lleven a su hija; agrega el dicente que las hojas de coca no estaban repartidas que estaban juntas que de ahí le dan contra las hojas de coca que lo agarran del cogote y le dicen qué hacés con eso y el dicente le dijo mastico las hojas de coca preparo sahumerio y no le creían y lo seguían golpeando con las hojas de coca, que decían ~hay más, busquen~, y el dicente les decía que se llevaran todo pero que no se lleven a su hijo que los dejaran que le preguntaban dónde está el dinero y el dicente les dijo que no tenían dinero y ahí la policía agarró a su señora de los cabellos y le dio contra la pared y ahí lo sacan de la casa pero seguían destrozando todo lo que había allí y le decían `boliviano sucio debés irte a tu país´ y el dicente estuvo apuntado con un arma que luego lo sacan de la casa donde vive y lo llevan a la casa de Iván, donde pesan las hojas de coca, que luego vinieron dos policías enmascarados con una bolsa negra pero no le dijeron qué encontraron, que cuando entraron a la casa de I. el testigo dijo que era una granada y su señora dijo es granada de comer; que el dicente no tiene nada que ver con la granada que no sabe manejar ni un arma; que el testigo se para y le dice `Boliviano sucio ahora estás hundido que te venga el propio I. a salvar´ y la policía estaba durmiendo en al casa de I. se quedaron dormidos enmascarados no se los podía reconocer...que su hija lloraba y de tanto llorar se quedó dormida mientras los testigos estaban durmiendo y el dicente dijo "yo quiero poner mis testigos" y le dijeron `cállese la boca´ y en la casa de I. mientras pesaban las hojas de coca se mataban de risa y le decían mirá boliviano, y después le dijeron que encontraron la granada pero que en su casa no se encontró la granada sino solamente las hojas de coca... que su casa quedó destrozada, que a las once de la mañana trajeron a I. y estaba detenido junto al dicente, y el propio policía les decía vos sos el famoso tutuquero y el dicente les dijo ya lo encontraron, suéltenme a mí que toda mi vida viví del trabajo, vendo maíz, todos los días trabajo no me dedico a otra cosa, pero nadie le daba importancia, que si no firmaba su señora también quedaba detenida, entonces tuvo que firmar ese papel, pero ni siguiera se lo leyeron, que el dicente gritaba `cuál es el motivo por el que me detienen´, que nadie le decía nada, que de noche era y a la medianoche sacaron a I. y no lo volvió a ver. Acto seguido el juez a quo le preguntó al imputado para qué utiliza las hojas de coca, en respuesta de lo cual, M. S. respondió que las utilizaba para preparar sahumerios, de costumbre boliviana y masticaba para las diabetes, para hacer té de coca, pichiamos entre familiares para que les de fuerza, asimismo, manifestó que los sahumerios estaban relacionados con la Pachamama".... II. El recurso de la defensa y la resolución a quo. 1. El defensor particular de I. M. S., solicitó la nulidad del allanamiento, en razón de que -a su entender- en dicho procedimiento se violentaron garantías de raigambre constitucional.... 2. El señor juez a quo, decidió no hacer lugar al planteo interpuesto pues consideró que los motivos que planteó la defensa no se encuentran contemplados en la normativa que prevé "la nulidad ante la inobservancia de las disposiciones expresamente prescriptas bajo esa pena".... 3. El defensor apeló esa resolución.... Reiteró que tal como lo planteó en oportunidad de apelar el procesamiento de su defendido, tanto el procedimiento cuanto acta que lo documenta, se llevaron a cabo en violación a expresas garantías constitucionales, a lo cual se suma la imposibilidad de encontrar a los testigos de actuación para que permitan verificar la veracidad de los elementos de prueba colectados en la causa. Sostuvo que -en virtud de la imposibilidad de efectuar el correspondiente control de la prueba de cargo que incrimina al imputado- se ha dictado una resolución en pugna con el principio de inocencia, el debido proceso legal y la defensa en juicio. Asimismo, introdujo nuevamente los agravios referidos a la errónea calificación realizada por el juez en relación a la conducta del imputado, la inexistencia de nexo causal entre los elementos recolectados en la causa, la acción atribuible a M. S. y el resultado al que se arribó. Reiteró que no ha quedado claro en cuál de las viviendas se halló el material secuestrado, y, por último, manifestó que la resolución carece de motivación y no cumple con la ley procesal. III. Tratamiento del recurso. En la presente causa corresponde examinar si en la actuación -que dio origen al procesamiento de I. M. S.fueron, en verdad, vulneradas prescripciones legales con menoscabo de los derechos constitucionales del encartado. 1. El Estado intervino en la vida del imputado y su familia al allanar al domicilio privado de aquella. Por tanto, la legalidad de esa injerencia se encuentra sujeta el control judicial, a los fines de verificar el cumplimiento de normas constitucionales y legales en el procedimiento descrito más arriba. 2. Tal como lo establece nuestra Constitución Nacional, el domicilio es inviolable, y sólo la ley determinará "en qué casos y con qué justificativos" podrá procederse a su allanamiento y ocupación (art. 18 de la CN). El precepto -que tiene su fuente en la Enmienda IV de la Constitución de los Estados Unidos- está dirigido al poder público y tiene el carácter de garantía infranqueable. 3. De igual manera, la normativa internacional de derechos humanos, también establece la mentada garantía (art. 75, inc. 22, CN). En efecto, la Declaración Universal de Derechos Humanos proscribe en su art. 12, la injerencia arbitraria en el domicilio de una persona. En idéntico sentido lo hace también la Convención Americana sobre Derechos Humanos, al prohibir en su art. 11, la intervención arbitraria o abusiva en el domicilio de una persona. Por su parte, el art. 17 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, estipula que toda persona tiene derecho a no sufrir injerencias arbitrarias o ilegales en su domicilio. 4. En los tres instrumentos internacionales de Derechos Humanos recién indicados el tema del respeto del domicilio se liga con el de la protección de la vida privada o íntima de las personas (conf., GONZÁLEZ TREVIJANO, P. J., La inviolabilidad del domicilio. Madrid, Tecnos, 1992, pp. 129 y ss.). Este principio sólo puede ser dejado de lado en supuestos expresamente contemplados en la ley. 4.1. Cuando el art. 18 alude a que una ley determinará en qué casos y con qué justificación podrá allanarse y ocuparse y, asimismo, a la regulación de las excepciones a la inmunidad del domicilio. Sin duda, hace referencia a prescripciones comprendidas en las leyes procesales, como ha establecido la Corte de la Nación en los casos "Gullo", "Ibarguren" y "Fiorentino" (Fallos 301:676; 305:1727 y 306:1752, respectivamente). De todas maneras, se entiende que dichas normas y la interpretación de ellas son consonantes al juicio previo fundado en ley y al debido proceso legal. 4.2. En ese sentido, el principio en cuestión se encuentra contemplado en el Código de Procedimiento Penal (ley 23.984), el que prevé, excepcionalmente, que "(s)i hubiere motivo para presumir que en determinado lugar existen cosas vinculadas a la investigación del delito o que allí puede efectuarse la detención del imputado o de alguna persona evadida o sospechada de criminalidad, el juez ordenará por auto fundado el registro de ese lugar" (art. 224 del CPP). 5. Según se advierte, la intromisión del Estado en la morada privada sólo se encuentra permitida por la ley en casos excepcionales y, en ellos, corresponde ejecutarla del modo y con los requisitos previstos en la normativa directamente aplicable. Por regla, el allanamiento debe estar autorizado por un juez y, además, ser motivado y fundado (arts. 123 y 224, 1er. párr., CPP). Tal exigencia es consecuencia de la necesidad de controlar la coacción estatal y evitar la arbitrariedad de sus órganos administrativos (CSJN, in re "Matte", en Fallos 325:1845). 5.1. En el supuesto de que el allanamiento no lo lleve a cabo personalmente el magistrado, para la delegación de la diligencia el a quo deberá expedir una orden de allanamiento escrita que -sin perjuicio de la expresada motivación y fundamento- contendrá varios requisitos (v.gr., la identificación de causa en la que se libra; la indicación concreta del lugar o lugares que habrán de ser registrados; el día y la hora; la finalidad con que se practicará el registro y la autoridad que lo llevará a cabo). El funcionario actuante labrará un acta de una determinada manera, o sea, la prescripta en la ley (arts. 138 y 139, 224, 2do. párr., CPP). 5.2. La ley procesal establece que cuando el registro deba efectuarse en un lugar habitado o en dependencias cerradas, la diligencia sólo podrá realizarse "desde que salga hasta que se ponga el sol"(art. 225, CPP). El límite temporal del registro podrá exceptuarse cuando el interesado o su representante lo consienta, o en los casos sumamente graves y urgentes, o bien cuando sea puesto en peligro el orden público (art. 225, 2do. párrafo, CPP). 5.3. Hay que subrayar, sin embargo, que la perquisición domiciliaria solo debe practicarse en horario diurno para evitar cierto grado de zozobra de sus habitantes en ocasión del practicado en horario nocturno es decir, en momentos de entrega al descanso- en el cual, es obvio, aumentan las posibilidades de indefensión. Entiéndase que el registro en un lugar habitado o en sus dependencias cerradas (art. 225, 1er. párrafo, CPP), no configura una actuación nula si la diferencia entre el momento en que debía realizarse y el que, finalmente, se concretó, comprendía sólo horas diurnas. De forma similar se pronuncia la doctrina (conf., NAVARRO, Guillermo R., DARAY, Roberto R., Código Procesal Penal de la Nación. Bs. As., Hammurabi, 2004, Tomo I, p. 562). 5.4. En el sub examine, el a quo habilitó a los funcionarios para que procedan a allanar el domicilio del imputado, el día jueves 30 de marzo de 2006 a partir de las 16 horas "(e)n forma simultánea al resto de los procedimientos ordenados en el día de la fecha, habilitándose hora para ello". Si bien del auto no surge a qué otros procedimientos se refiere, así como los motivos para que se realicen en forma simultánea -y a partir de las 16 horas- los funcionarios omitieron hacerlo en horas de sol y lo hicieron pasadas las 23 horas, tal como surge del acta.... 5.5. Resulta indudable que las circunstancias excepcionales deben constar de manera expresa y estar fundadas en constancias objetivas; de ningún modo pueden quedar vacantes. Por el contrario, en el caso concreto no se han dado los supuestos excepcionales que habilitan a realizar el registro fuera de las horas de sol. En efecto, en el allanamiento examinado: (i) no se solicitó el consentimiento de los moradores o sus representantes para ejecutarlo fuera del horario permitido; (ii) Tampoco se dio cuenta de la existencia de circunstancias objetivas que hicieran inferir que se trataba de un supuesto sumamente grave y urgente o que haya peligrado el orden público, únicos datos que permitirían demostrar que los funcionarios se encontraron compelidos a realizar el procedimiento en horas nocturnas (art. 225, 1er., párr., CPP). 6. Por lo demás, la orden de allanamiento habilitó a los funcionarios para allanar el domicilio desde las 16 horas.... La decisión del juez -según deriva de su contenido- permite aseverar que la medida no era de carácter urgente y, entonces, esa evaluación, de por sí constituye un obstáculo que impide validar el caso excepcional de la nocturnidad del procedimiento. Es más, en la hipótesis, la urgencia no pudo justificar la nocturnidad del registro, dado que la orden de allanamiento expresamente la descarta, puesto que ordenó que el mismo se ejecutara a partir de las 16 horas y en simultáneo con el resto de los procedimientos del día. 7. Ahora bien, sin perjuicio de los resuelto por este tribunal..-con relación a I. M. S.- el examen actual de las constancias de la causa conduce a observar algunas circunstancias que deben tenerse en cuenta para valorar el procedimiento de investigación seguido por funcionarios policiales. Por supuesto, comparados con normas de raigambre constitucional que rigen el caso y que en modo alguno pueden ser obviadas. 7.1. Por ejemplo, ningún elemento se agregó a las actuaciones que permitiera siquiera inferir que, en el domicilio de M. S., se realizaran actividades compatibles con la comercialización de estupefacientes en horas de la noche, supuesto en el cual podría hallarse fundamento a un allanamiento nocturno. Este, de por sí, constituye un dato de mayor importancia. 7.2. Las testificales de los funcionarios policiales que realizaron la investigación preliminar -siete allanamientos en la causa...- afirmaron que el domicilio en cuestión sería uno de los depósitos en donde se dejaría el estupefaciente que formaba parte del circuito de comercialización de la red sujeta a la investigación. La mentada afirmación, al menos en relación al domicilio en cuestión..., no aparece verificada con otros elementos recolectados en la causa. Es otro dato del que no se puede prescindir. 7.3. En los procedimientos realizados durante la sustanciación del presente proceso, se comprobaron, prima facie, actividades compatibles con la comercialización de Cannabis sativa linneo. Empero, también es cierto que, en la casa de M. S., sólo se encontraron hojas de coca y ningún elemento que permita sospechar su utilización en la producción de cocaína. 7.3.1. En este sentido y teniendo en cuenta las actividades llevadas a cabo hasta el momento, este tribunal entiende que resulta apresurado afirmar que el destino de la materia prima, en poder de M. S., era la de producir estupefacientes ligado a una red de comercialización. Ello es así porque, la red a la que se pretende vincular a M. S., comercializa otro tipo de sustancia que nada tiene que ver con las hojas de coca 7.3.2. Más bien adquiere verosimilitud lo expresado por el imputado en oportunidad de ampliar su declaración indagatoria, en cuanto a que tenía la sustancia con fines lícitos. Circunstancia esta que revela, en sana crítica racional, un alto grado de plausibilidad, pues se trata de una persona de origen boliviano, cuyas tradiciones antropológica-culturales promueven la utilización y consumo de hojas de coca (Erithroxylum novoganatense), como elemento nutricional, estimulante y de integración social, que es propio de los pueblos andinos. El aculli (o acción de masticar coca) es un rito ancestral y cotidiano al que, por un fenómeno de pertenencia, puede suponerse que no es ajeno M. S.. Hay que presumir que tiene el material -no procesado ni industrializado- para consumo. 8. Es indudable que los funcionarios policiales deben desempeñarse de conformidad a las leyes que reglamentan garantías constitucionales. Una actuación policial contraria a esas leyes -y que, por su función, les está obligado conocer y darles plena eficacia- no la puede validar el Poder Judicial, menos todavía ante la ausencia de motivos que permitan aseverar que, el actuar de esa manera, resultó indispensable. 8.1. Repárese que, en la causa sub examine, falta una situación que permita sostener y justificar que el proceder policial pudo frustrase de no ser llevado a cabo en horas de la noche. En verdad, no existen en el caso circunstancias de excepción que permitan el apartamiento de la regla en supuestos de intromisión del Estado en el domicilio particular, es decir, una desviación justificada legalmente de las normas que sólo autorizan pesquisas durante las horas de sol. 8.2. Los agentes de la prevención, además, se abstuvieron de señalar fundamentos mínimos de su arribo en horas de la noche pese a que poseían una orden judicial que los habilitaba para allanar desde las 16 horas. Si había razones, cualesquiera sean -de las comprendidas en la ley, se entiende- para realizar el allanamiento y secuestro en horas nocturnas, tenían que ser detalladas en el acta o constar en la orden de allanamiento que se haya autorizado, con motivos fundados, actuar en nocturnidad (conf., DONNA, Edgardo A., MAIZA, María C., Código Procesal Penal., Bs. As., 1994, p. 263). 8.3. Siendo así lo sucedido, no cabe otra opción que atenerse estrictamente a derechos y garantías constitucionales y aplicarlos para que sean efectivos. Ello significa, en la hipótesis examinada, la invalidez del acto. 8.3.1. En este contexto, cualquier invasión del domicilio a que refiera la ley procesal sólo trasunta un reglamento la cláusula de la inviolabilidad del domicilio del art. 18 de la Constitución, de suerte que esa invasión aunque la disponga una norma procesal o la autorice un juez, será justificada cuando sea razonable y no quebrante el espíritu y la letra de la garantía. 8.3.2. De modo que resulta irrelevante que una norma procesal sobre allanamiento de la morada establezca que debe ser realizada en horario diurno y, sin embargo, omita nulificar expresamente el acto ejecutado en nocturnidad (arts. 166 y 225, 1er. párr., CPP), puesto que, por graduación jerárquica y expansión de la mencionada garantía, una invasión nocturna de domicilio sin motivos razonables, fundados y explicados con claridad y suficiencia, constituye un supuesto de nulidad virtual o implícita, de los cuales la doctrina pone muchos ejemplos (conf., D´ALBORA, Francisco J., Código Procesal Penal de la Nación. Quinta edición., Bs. As., 2002, pp. 301-304). 9. Resta indicar, a mayor abundamiento, que tampoco se han dado fundamentos que permitan validar un procedimiento que no ha sido ratificado por los testigos en sede judicial, sea cual sea el impedimento. Menos todavía, ante dicha situación, procesar a M. S., lo cual revela el desenvolvimiento de la instrucción con un marcado sentido inquisitivo al imponerle, sin fundamento fáctico y normativo, la calidad de imputado cuando -por la arbitraria actividad de la prevención- el juez a quo debió advertir la circunstancia y "eliminarla inmediatamente" (art. 168, CPP), invalidando el allanamiento. IV. Conclusión. Del relato precedente este tribunal entiende que el allanamiento realizado en la vivienda habitaba por el imputado, junto a su familia, no se llevó a cabo en forma legal. Tampoco fueron acatadas las prescripciones que lo regulan (art. 224 del CPP), ni dado los motivos fácticos y jurídicos que hicieran plausibles los supuestos excepcionales que la ley contempla (art. 225 CPP). Por tales razones, el procedimiento resulta nulo, habida cuenta de que fueron vulnerados derechos constitucionalmente protegidos en la Constitución Nacional (art. 18 y 75 inc. 22, CN). Cabe señalar que este ha sido el temperamento adoptado por mayoría en esta Sala III, en supuestos sustancialmente análogos al presente (v. expte. 3892/III "Incidente de nulidad", resulta el 5 de diciembre de 2006). En función de la solución que se propicia, de conformidad a los argumentos expresados supra, no corresponde el tratamiento de los restantes agravios introducidos subsidiariamente por la defensa. Por ello, propongo al acuerdo: 1º Declarar nulo el procedimiento realizado a fs. 2 y 3 vta. del presente incidente y de todo lo obrado en su directa consecuencia; 2º Sobreseer a I. M. S. de los delitos por los que fuera imputado en la presente con la declaración de que no se ha afectado el buen nombre y honor del que hubiera gozado (art. 336, inc. 4°); 3º Ordenar la inmediata libertad del imputado de conformidad a lo pautado en el art. 338 del CPP. Así lo voto. El doctor Carlos A. Vallefín dijo: 1. Cabe señalar inicialmente que la revocación de un auto de procesamiento durante la etapa instructoria constituye una alternativa contemplada expresamente por el artículo 311 del Código Procesal Penal de la Nación. Esta posibilidad no encuentra obstáculo formal o sustancial en la circunstancia de que el auto de sometimiento a proceso haya sido confirmado por este Tribunal en su anterior intervención como sucede en la especie. Por cierto, el carácter provisional que el citado artículo asigna a los autos de procesamiento y de falta de mérito -que habilita a revocarlos y reformarlos de oficio durante la instrucción- se halla sujeto a la aparición de nuevos elementos de convicción que modifiquen la situación de hecho que condujo al dictado de la decisión. El principio de progresividad impide que el juicio se retrotraiga a etapas ya superadas pero, claro está, dicho principio no resulta desconocido cuando las propias disposiciones legales -el ya citado artículo 311 del ordenamiento procesal- autorizan a la revocación o modificación de un auto de procesamiento. Es que, como regla, su revocación con sustento en la existencia de nuevos elementos de convicción no retrotrae el proceso a etapas superadas. Esta es la situación que presenta el sub judice. 2. Sentado lo expuesto, sin perjuicio de lo resuelto por este Tribunal...con relación a I. M. S., no puede quedar a soslayo que las constancias agregadas con posterioridad a la causa autorizan a efectuar un nuevo examen sobre la responsabilidad del encartado en los hechos investigados. 2.1. En efecto,...se presentaron como amicus curiae el Secretario de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, el Procurador Penitenciario de la Nación y la Federación Argentina de Colectividades. En sendas presentaciones, los citados organismos brindaron un informe detallado de las costumbres ancestrales, antropológicas y culturales que promueven en las personas de nacionalidad boliviana -como el caso de Mora Sandi- el consumo de coca. Se recordó, asimismo, que según el art. 15 de la ley 23.737 "la tenencia y el consumo de hojas de coca en su estado natural, destinado a la práctica del coqueo o masticación, o a su empleo como infusión, no será considerada como tenencia o consumo de estupefacientes". 2.2. Pues bien, en esta inteligencia, merecen especial consideración las cifras proporcionadas por la Federación Argentina de Colectividades en el punto "3" de su escrito. Allí, sobre la base del informe pericial obtenido primigeniamente en autos que había determinado que la cantidad de hojas de coca secuestrada alcanzaba 5,400 kg., el representante de la mentada repartición brinda una información técnica que -a esta altura del proceso- no puede desatenderse. 2.3. En este sentido, según se infiere de la pieza..., apoyada en pautas técnicas que no han sido controvertidas por ninguna de las partes del juicio, de los 12 paquetes que conforman un total de 5,400 kg. se pueden extraer -luego del proceso químico de rigor- 13,48 gramos de coca pura, que no es equivalente a la cocaína. Si del mismo informe pericial surge que los adictos toleran más de 10 gramos diarios de coca, puede concluirse que con todo el material secuestrado puede extraerse una cantidad suficiente para sólo un día de consumo. 2.4. En la misma línea de ideas, no puede pasar por alto que en la finca de M. S. no fue hallado ningún elemento de los utilizados para la preparación de cocaína, por lo que cabe concluir razonablemente que las hojas de coca habidas bajo la custodia del nombrado tenían como destino su propio consumo. Así lo propicia, también, el señor juez doctor Nogueira en el punto 7.3. de su voto al que me adhiero en este aspecto. 3. Los nuevos elementos acercados a la causa por los sujetos mencionados supra 2.1. y con posterioridad a la decisión de este Tribunal...la nacionalidad boliviana del imputado que fue hallado con hojas de coca, la ínfima cantidad que representa el material secuestrado para transformarlo en cocaína, la ausencia en el domicilio allanado de los múltiples elementos necesarios para llevar adelante dicho procedimiento, la singular circunstancia de que el propio Procurador Penitenciario de la Nación acompañado por el Secretario de Derechos Humanos- reclame la liberación de I. M. S., constituyen un cuadro sobreviniente al valorado en la anterior intervención de la Sala que autoriza a revocar el procesamiento entonces dispuesto. 4. Voto, en consecuencia, como lo hace el señor juez doctor Nogueira y propicio, como él, sobreseer a I. M. S. del delito por el que fuera procesado, con la declaración de que no se ha afectado el buen nombre y honor del que hubiera gozado y ordenar su inmediata libertad (art. 15 de la ley 23.737, arts. 311, 338 y concordantes del Código Procesal Penal de la Nación). Por ello, SE RESUELVE: 1) Sobreseer a I. M. S. del delito previsto en el art. 5° inc. a), de la ley 23.737, con la declaración de que no se ha afectado el buen nombre y honor del que hubiera gozado (art. 336, inc. 3° y 4°). 2)Ordenar la inmediata libertad del imputado de conformidad a lo pautado en el art. 338 del CPP. Regístrese. Notifíquese. Devuélvase.fdo.Jueces Sala III, Dres.Carlos Alberto Vallefín y Carlos Alberto Nogueira. Nota:Se deja constancia que el Señor Juez Doctor Antonio Pacilio no suscribe la presente por hallarse en uso de licencia. Dra.María Alejandra Martín.Secretaria.