TEMA 2 / EJERCICIO 2 /ANÁLISIS ARTÍCULO CIENTÍFICO / GRUPO A Este es el artículo que voy a proceder a analizar, lo podrá leer en la última página del ejercicio. “Los mismos genes hacen posible el habla humana y el canto de los pájaros” 1- Comenzaré hablando del objetivo de dicho artículo. Los estudios de la universidad de Massachusetts pretenden demostrar que hasta 55 genes, incluido el famoso gen FOXP2, muestran un patrón similar en la actividad cerebral humana y de las aves. El artículo comenta una aportación del conocido Darwin en “El origen del hombre” que decía: “los sonidos emitidos por las aves constituyen, en varios aspectos, la analogía más cercana del lenguaje”. Por lo que ya desde hacía unos años se planteaba tal supuesto. Lo que se ha conseguido ahora es una demostración genética, mediante el estudio del tejido cerebral de tres aves. 2- Este artículo lo clasificaría como de tipo ecológico, ya que el análisis no es de un solo individuo sino de un grupo determinado (los 55 genes). Dado que probablemente a nivel individual el estudio de un solo gen no determinaría nada característico, carecería de potencial necesario para establecer relación causa-efecto. 3- Podemos distinguir una serie de variables en base a los distintos genes como de tipo cualitativa dicotómica, ya que pueden ser por ejemplo mitocondrial o genoma humano. Del mismo modo podemos cuantitativa discreta, podemos establecer el número de genes que tienen en común los humanos con el canto de los pájaros. 4- Seguidamente voy a definir los siguientes conceptos en base al artículo científico: Individuo: Como definición es la mínima unidad que se estudia. En este caso cada uno de los genes de los humanos y de las aves, por lo que se denominaría observación. Población: Como definición es el conjunto de individuos (observaciones) homogéneo que queremos estudiar, en este caso los 55 genes descritos que hacen posible la relación cerebral de los humanos y de las aves. Sería finita ya que son únicamente un número determinado de individuos (observaciones) Marco muestral: Es de donde obtenemos las respectivas muestras, en este caso de la base de datos de un laboratorio. Muestra: En este estudio se han escogido los respectivos tejidos cerebrales de 3 aves (el pinzón cebra, el periquito y el colibrí de Ana), por lo que se consideran 3 muestras. 4- Por último, en cuanto a las técnicas básicas existe una variable cualitativa nominal ya que no existe orden alguno entre los distintos genes que se han estudiado. Una cuantitativa de escala en intervalo o razón, refiriéndonos que el estudio de un gen no es determinante, por lo que necesitará de los 54 restantes para poder calificar y afirmar el estudio de la relación entre la actividad cerebral del ser humano y de las aves. Estas dos, corresponden a la estadística descriptiva. También encontramos algunas variables de tipo estadística inferencial como puede ser: el análisis de regresión, ya que investiga y remodela la relación entre variables, entre los genes en este caso. Javier Lluna Peralta (A continuación se encuentra el artículo) “Los mismos genes hacen posible el habla humana y el canto de los pájaros” ¿Hay paralelismos entre la adquisición del lenguaje en los humanos y la aptitud para comunicarse mediante cantos en las aves? Según un estudio llevado a cabo el el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), tales parecidos existen incluso a nivel genético, pues hasta 55 genes –entre ellos, el FOXP2, conocido como “gen del lenguaje”– muestran un patrón similar en la actividad cerebral humana y la de las aves capaces de aprender nuevas vocalizaciones. Ya Darwin decía en El origen del hombre (1871) que los sonidos emitidos por las aves constituyen, en varios aspectos, la analogía más cercana al lenguaje. Asimismo, el profesor de lingüística del MIT Morris Halle afirmaba que "todas las lenguas humanas tienen un número finito de patrones de acentuación y rítmicos, al igual que sucede en el canto de los pájaros”. Pues bien, ahora un estudio reciente del MIT publicado en Science aporta otra similitud más, en este caso genética. Andreas Pfenning y sus colaboradores han comparado los mapas de actividad genética –transcriptomas– del tejido cerebral de tres aves capaces de aprender vocalizaciones: el pinzón cebra, el periquito y el colibrí de Ana (Calypte anna). Luego compararon también estos mapas genéticos con otros tomados de aves y primates que no pueden aprender nuevas vocalizaciones, y con los mapas genéticos de los cerebros de seis personas que donaron tejido al Allen Brain Institute de Seattle (EEUU). Con todo eso, los científicos comprobaron que el FOXP2 o gen del lenguaje es uno de los 55 genes que muestran un patrón similar en la actividad del cerebro de los seres humanos y de las aves capaces de vocalizar. Por el contario, dichos genes muestran diferentes patrones de actividad en los cerebros de animales incapaces del aprendizaje vocal. Estos resultados sugieren que los pájaros cantores pueden ser un modelo animal perfecto para el estudio de la genética que subyace a la producción del habla. La cuestión es interesante por sus potenciales aplicaciones médicas en trastornos como la enfermedad de Huntington, que afectan a la capacidad de hablar. Los experimentos con aves cantoras podrían desvelar los genes particulares implicados en esos trastornos. Y es que el lenguaje no es solo una construcción cultural, sino que está basado en parte en capacidades que los humanos compartimos con otras especies. De hecho, según otro estudio del MIT, el lenguaje humano habría surgido de una combinación entre las formas del canto de los pájaros y de la comunicación de otros primates. De las aves se derivaría la parte melódica de nuestra lengua; de los primates no humanos, la parte pragmática, portadora del contenido del discurso. En algún momento de los últimos 100.000 años, ambas capacidades se fundieron para dar lugar al lenguaje humano tal como lo conocemos.