María del Carmen Castaño Ramos 4ºB Publicidad y RR.PP Estrategia: pasado, presente y futuro del hombre Desde que el mundo es mundo y el hombre es hombre, todos los seres vivos en su lucha para la supervivencia se han visto obligados de forma consciente o inconscientemente (instintos) a llevar a cabo una línea de estrategia con respecto al entorno que les rodea (ya que éste no es siempre favorable al individuo). Ya en el paleolítico, los hombres primitivos llevaban a cabo estrategias para el desarrollo de su existencia ya que tenían lo básico (y a veces ni siquiera eso) para sobrevivir. Desde siempre el hombre ha sabido arreglárselas para evolucionar en el espacio y en el tiempo y, por supuesto, sin ninguna intervención divina que le ayudara a ello. Ya sin saberlo el ser humano estaba llevando a cabo tácticas para conseguir aquello que necesitaba primordialmente: alimento. Y no se trata de cualquier cosa que se podía coger y llevársela a la boca sino de luchar contra grandes bestias (como el mamut) para conseguir comer y frente a unas condiciones atmosféricas muy duras. Esto también tiene su estrategia. El desarrollo de todo lo básico que ha supuesto el desarrollo de las civilizaciones tuvo lugar hace miles de años y ni siquiera somos conscientes de ello; de lo importante que fue hace tanto tiempo que unas mentes llevadas por la necesidad inventaran la pesca, la caza, el cultivo más adelante, etc. Y es que tiene mucho sentido cuando Mª Luisa Pinar (Profesora de Historia de la Comunicación Publicitaria en la UCM, 2010/2011) dice que “pocas grandes cosas se han inventado después de la creación de la escritura”. Y es que, ¿qué hubiera pasado si aquellos hombres prehistóricos no hubieran desarrollado tales técnicas? ¿Cómo estaría el hombre en estos momentos? Quizás entonces no nos resultaran tan desfasadas aquellas culturas del corazón de África en donde aún las tribus van con taparrabos y danzan alrededor de un gran fuego rezando y haciendo sacrificios a algún gran dios. 1 María del Carmen Castaño Ramos 4ºB Publicidad y RR.PP El ser humano desde siempre ha sido un estratega y esto se ha visto reflejado en la historia, una y otra vez a su paso. Tenemos una mente inquieta por naturaleza y cualquier cosa que hagamos en el presente sabemos que repercutirá en uno de nuestros posibles futuros, por lo que procuramos que sea un camino hacia el mejor de ellos; aunque ahora nos desagrade lo que debamos hacer. Las personas son personas de futuro, incluso aquellos hombres del paleolítico que más adelante daría lugar al neolítico que a su vez daría paso a la Edad antigua, etc. Pero no es solo la forma de hacer del hombre lo que ha evolucionado sino que también el propio hombre; y no solo haciéndose cada vez más lo que hoy denominamos “civilizado” sino en cuanto a su fisionomía y su genoma. Desde la aparición de los primeros primates (hace 65 millones de años) a los homínidos, el australopithecus (cuya traducción es simio sudafricano; hace unos 4 millones de años) y que daría lugar al Homo habilis (que apareció hace unos 2.5 millones de años y primer espécimen del género humano), también ha habido un salto importante. El australopithecus venció su tendencia como especie a vivir en los árboles a comenzar a vivir en tierra firme en su estrategia evolutiva (instintiva, el cuerpo sabe lo que necesita y en muchas ocasiones nos manda señales y guía nuestros actos para saciar o cubrir carencias). De éste pasamos al homo erectus, sapiens y sapiens sapiens. Nuestro cerebro ha ido evolucionando así como nuestro cuerpo para adaptarnos al entorno. Hecho que no se ha dado lugar en un punto determinado sino que es fruto del esfuerzo del ser humano por evolucionar buscando aquello que le es más provechoso para sí mismo. Esto se ve claramente en cuanto a la adaptación al entorno del hombre, ya que, a diferencia de otros animales como el oso, no es provisto de una gruesa capa de piel que le proteja del frío; ni de un color de piel que le camufle de otros depredadores (como el tigre o el león); ni una armadura como la tortuga o el cangrejo; por lo que su adaptación y evolución a todos estos distintos entornos ha sido “forzada” pero lograda con éxito gracias a su cada vez más compleja capacidad cerebral. 2 María del Carmen Castaño Ramos 4ºB Publicidad y RR.PP Las diferentes especies de homo que han existido sobre la tierra contaron con cerebros de distintos tamaños que le proporcionaron al ser humano la inteligencia necesaria para construir sustitutos ante las carencias de defensa, como abrigos para el frío, armas para su defensa o cacería, lugares para resguardarse, etc. Pero el ser humano ha sabido enfrentarse no solo a esto sino que además ha sido capaz de evitar las catástrofes a través de la prudencia, previsión y la habilidad. Comenzó a funcionar una nueva fuerza en el proceso de selección (factor muy importante y que ha ayudado al desarrollo de la humanidad, la selección natural y la supervivencia de los más fuertes), algo muy semejante a lo que se denomina inteligencia humana. Prudencia, previsión… son palabras asociadas al campo semántico de la estrategia; visto ya que desde el primer momento ha sido algo empleado por las especies para su supervivencia y evolución en un mundo austero donde todo está en contra de la vida y de la adaptación. Pero todo esto no ha ocurrido solo en la raza humana, sino que otros seres vivos se han visto afectados por la estrategia de la madre evolución y se han metamorfoseado en criaturas capaces de engañar a todos nuestros sentidos para su supervivencia; desde plantas a insectos, mamíferos, aves, reptiles… pero ya pasamos a otra clase de estrategia que algunos denominan “la estrategia del engaño” (aplicable tanto al mundo evolutivo animal en cuanto a supervivencia natural o al mundo humano con respecto a una “supervivencia social”). Cambiando de tercio, en la evolución de la historia de la humanidad esa capacidad estratégica (llevada a cabo consciente o instintivamente) no siempre ha sido para el bien y el progreso del hombre sino que se ha visto inmersa en acciones que atentan también contra la vida. Igualmente que ha habido evolución, desde el primer paso del hombre sobre la faz de la tierra hasta nuestros días, ha habido destrucción. Entramos en el terreno de extrapolar la estrategia al mundo de la guerra. 3 María del Carmen Castaño Ramos 4ºB Publicidad y RR.PP Aunque inicialmente el término estrategia como tal se comenzó a emplear en este campo (proveniente del griego ΣΤΡΑΤΗΓΙΚΗΣ Stratos = Ejército y Agein = conductor, guía), ha existido desde siempre. También esto ha “ayudado” en cierta manera a que la mente se haga más hábil (pese a toda la carga negativa que conlleva). El hombre ha sido astuto (y estratega) no siempre para hacer el bien sino para su propio provecho dejándonos frases tan míticas como aquella de Maquiavelo de que “el fin justifica los medios”. Mucho se ha escrito sobre esto y no podemos dedicarnos aunque sea brevemente a este apartado sin mencionar a Sun Tzu y su libro Arte de la guerra. Se le sitúa entre el 544 a. C. y el 496 a.C. Fue un militar y estratega, a la par de filósofo y pensador, de la antigua China e influyente en el ámbito castrense en cuanto a estrategia militar. Su obra presenta todo un manual para la época en tanto a la gestión de conflictos y su cierta aplicación en el campo de batalla. Si leemos pequeños fragmentos del libro y lo intentamos extrapolar a nuestra situación actual, en 2012, vemos que hay tácticas o coincidencias entre aquello que era válido para la guerra en su significado primero como para la guerra comunicacional de hoy en día. Por ejemplo, en su expresión: “Por tanto os digo: Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo; en cien batallas, nunca saldrás derrotado. Si eres ignorante de tu enemigo pero te conoces a ti mismo, tus oportunidades de ganar o perder son las mismas. Si eres ignorante de tu enemigo y de ti mismo, puedes estar seguro de ser derrotado en cada batalla.” De este corto párrafo se pueden extraer grandes cosas y llevarlas al mundo de los negocios, al mundo empresarial. De nada sirve saber todo aquello que puedes hacer con tu empresa si no estás atento además de los movimientos y evolución del mercado, de tu entorno externo 4 María del Carmen Castaño Ramos 4ºB Publicidad y RR.PP (competencia, economía… factores macroeconómicos) como de tu entorno interno (empleados, socios, accionistas, microentorno). Así no ganarás ninguna batalla. Tienes que ser un depredador empresarial y estar al tanto no solo de lo actual sino ser estratega y prever el futuro, captar las tendencias del mercado. Conocerte a ti mismo y a tu competencia para así estar seguro de tus ventajas en el mercado así como de tus puntos débiles. Aunque hoy en día no tienes que mirar a tus rivales como enemigos sino como entidades de las que puedes extraer información para tu propio beneficio y aprender; aprender tanto de sus errores como de sus aciertos y aplicarlo de la forma más ventajosa. “Hay que comparar cuidadosamente el ejército opositor con el propio para saber dónde la fuerza es superabundante y dónde deficiente.” Es muy importante estar al día en un entorno en el que las cosas no cambian de un día para otro sino de minuto a minuto. En pocos años se ha producido un giro de 360º y ahora el poder no es de los empresarios sino que hemos pasado a la era del reinado del consumidor (el cual te puede hundir tu reputación en cuestión de segundos). 5 María del Carmen Castaño Ramos 4ºB Publicidad y RR.PP Bibliografía: Quesada López, José Manuel (2003) Modelos de asentamiento y estrategias de subsistencia en el Paleolítico Superior Cantábrico. Tesis Doctoral. La evolución del ser humano, http://redescolar.ilce.edu.mx Post: El engaño: una estrategia en evolución del comportamiento no limitada al ser humano¸ http://jmhernandez.wordpress.com Estrategia ofensiva: http://www.gorinkai.com/textos/suntzu4.htm Biografía de Sun Tzu: Wikipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Sun_Tzu 6