www.telecardiologo.com Consejos para los pacientes con insuficiencia cardiaca. Autor: Dr. Pedro Serrano, MD, PhD, FESC. 2009 Basado en: www.americanheart.org/chf Es muy conveniente para los enfermos, que sean responsables de su propia salud y aprendan a cuidarse. La insuficiencia cardiaca: Es una enfermedad grave, que se produce cuando el corazón puede bombear menos sangre de la que uno necesita. Es la causa más frecuente de ingreso en ancianos. Las causas más frecuentes son la hipertensión arterial, la enfermedad coronaria, enfermedades de las válvulas, alcohol, drogas o infecciones víricas. Los síntomas son variables, pero son habituales: - Dificultad para respirar, especialmente durante el esfuerzo físico, o a veces también en reposo. Uñas ligeramente azuladas. - Despertarse por la noche y sentir de forma repentina falta de aire. - Tos seca y frecuente, especialmente cuando se está acostado. - Sentirse cansado o débil. - Notarse hinchazón de manos, pies, tobillos o piernas. - Náuseas, digestiones pesadas y sensación de hinchazón en el abdomen. - Aumento inexplicado de peso. - Disminución de la orina (pero a veces se orina mucho por la noche). Las pruebas diagnósticas necesarias incluyen generalmente: - Historial médico del paciente y su familia, así como exploración física. - Análisis de sangre y orina, electrocardiograma y radiografía de tórax. - Ecocardiografía: es una exploración básica. - A veces pueden realizarse otras pruebas, como el cateterismo coronario. Cambios en el estilo de vida El tratamiento de la insuficiencia cardiaca es de por vida, y con su correcto control se mejora la calidad de vida y se reduce mucho el riesgo de ingresar o morir. El apoyo de familiares y amigos puede ser de gran ayuda para realizar adecuadamente el ejercicio físico, la dieta y tomar adecuadamente la medicación. Los cambios en el estilo de vida son fundamentales y han de mantenerse: - Si tiene sobrepeso o está obeso: reduzca su peso. - Evite el alcohol, el café, té y las bebidas con cola. - Suprima radicalmente el tabaco y evite ambientes con humo de tabaco. - Evite los cambios bruscos de temperatura y estar con personas resfriadas. - Si tiene infecciones o anemia, su médico ha de tratarlas rápidamente. - Vacúnese regularmente contra la gripe y la enfermedad neumocócica. - Evite en lo posible las situaciones tensas y conflictivas. Aprenda a decir “no”. - Si viaja, vigile los cambios en las comidas, la temperatura y la humedad. - La mayoría de los pacientes pueden seguir manteniendo relaciones sexuales una vez estén estabilizados. Elija momentos relajados, que no sean después de las comidas y tómeselo con calma. Haga ejercicio: Mejora los síntomas y ayuda a perder peso. Se recomienda caminar (ej.- media o una hora diaria), andar en bicicleta y nadar, comenzando de forma gradual, mejor en días fijos y acompañado. Evite el ejercicio después de comer ni con frío o calor extremos, levantar pesos, los deportes de contacto y la competición. Si nota algún síntoma como dolor, mareo o ahogo, deténgase y descanse. Evite la sal: No eche sal a la comida, no use condimentos salados (ej.- cubitos de pollo, carne, etc), ni ponga salero en la mesa. Puede usar ajo, perejil, vinagre, limón, tomillo, romero… Tome el pan sin sal. Evite: bebidas gaseosas, agua con gas, bicarbonato, conservas, salazones, ahumados, enlatados, aceitunas, encurtidos, patatas fritas, embutidos, jamón, quesos, precocinados, frutos secos con sal, leche en polvo o condensada, salsas, mayonesa, mostaza, ketchup... Evite las grasas saturadas y descanse cómodamente 30-60 minutos después de la comida y la cena. - Coma frutas, verduras, legumbres y cereales (preferentemente integrales), y frecuente pescado azul (sardina, atún, trucha, salmón...). - Consuma aceite de oliva, evitando dulces, bollería (magdalenas, croisants...), fritos (rebozados, empanados, patatas fritas...), precocinados y embutidos (hamburguesas, salchichas, panceta, chorizo, morcilla, patés...). - Coma menos carnes rojas, huevos (máximo 2 huevos por semana) leche entera y derivados (como helados, natas, cremas, mantequilla, manteca, quesos, yogures enteros). Retire toda la grasa cruda visible de las carnes antes de cocinarlas. Evite las vísceras (hígado, riñones, molleja, sesos…), los fritos y los rebozados. Tome leche desnatada. Tratamiento con fármacos: La mayoría de los pacientes necesitan tomar cuatro o más fármacos. Siga el tratamiento prescrito por su médico. No lo interrumpa ni lo varíe sin consultar con él. Consulte y pregunte a su médico siempre que lo necesite. El uso de pastilleros con compartimentos para cada comida y para cada día de la semana puede ayudar a mejorar el cumplimiento del tratamiento. Evite los calmantes o analgésicos del tipo “antiinflamatorios” (ej.- Voltarén ®, Nolotil ®...), ya que pueden hacerle “retener líquidos” y subir su tensión arterial. Evite los comprimidos efervescentes (porque llevan sal). Los medicamentos más usuales en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca son: - IECA o ARA-II: son vasodilatadores. Permiten vivir mejor y más tiempo. Pueden bajar la tensión arterial. Elevan el potasio. A veces pueden producir tos. - Betabloqueantes: Permiten vivir mejor y más tiempo. Pueden bajar el pulso y la tensión arterial. A veces pueden producir debilidad o mareo. - Digital: Puede ayudar a realizar mayor esfuerzo físico. Si está tomando este medicamento y tiene mareos, falta de apetito, náuseas, vómitos, diarrea o alteraciones importantes del ritmo de su corazón, debe consultar con su médico. - Diuréticos: Hacen orinar, ayudan a eliminar líquidos y alivian el ahogo al respirar. Pueden bajar la tensión arterial. - Anticoagulantes: Previenen las embolias cerebrales en caso de alteraciones del ritmo cardiaco. Precisan análisis frecuentes para calcular la dosis diaria de esta pastilla. Si alguna vez sangra mucho o por la orina, heces o vómito, acuda cuanto antes al hospital. - Antiagregantes: El más frecuente es el ácido acetilsalicílico (aspirina) a dosis bajas. Si alguna vez sangra mucho o por la orina, heces o vómito, acuda cuanto antes al hospital. Si le molesta el estómago, consulte con su médico. En unos pocos casos, el tratamiento incluye un cateterismo cardiaco, la cirugía cardiaca (valvular o coronaria) o incluso raramente el transplante cardiaco. Consulte a su médico ante cualquier duda o signo de alarma: - Ganar más de 1 kilo en un día o más de 2,5 kilos en una semana. Mayor hinchazón de pies, tobillos o piernas. Mareos. Disminución de la cantidad total de orina. Dificultad para respirar con ejercicio leve, en reposo, o por la noche. Necesidad de aumentar el número de almohadas para dormir. Tos persistente sin expectoración. Tos al acostarse. Cansancio intenso, fiebre o arritmias. Pérdida de apetito. Náuseas. Si tiene dolor en el pecho, debe acudir a su médico de urgencias.