41 POBLACIÓN. convenientes, sino para resolver el problema, para conocer exactamente y poder apreciar las circunstancias de la experiencia hecha y los resultados numéricos que ha dado. El Dr. Manzini afirma, que del total de 2,477 inoculados en aquel año, solo fallecieron 67 por efecto de la fiebre amarilla; y aunque no abriga la convicción de que la inoculación del veneno preserve de un modo absoluto, opina que el Dr. Humboldt se había colocado en la viade un gran descubrimiento. Sentimos nó poder extendernos en referir la historia de esle ensayo, y mucho mas el no sernos dado hacerlo sobre la cuestión que tocamos de la fiebre amarilla en la Isla de Cuba : pero no es preciso repetir, que un artículo de una obra general, donde el dato médico de la mortandad solo forma una reducida parte del Capítulo población, excluye de su plan los numerosos datos, ya absolutos ya comparativos, que una obra especial exigiría. La historia de la fiebre amarilla de la Isla de Cuba, está aun para hacer, aunque existen ya algunos materiales para bosquejarla. La historia médica general déla Isla, se halla todavía mas atrasada; y en cuanto á la Higiene militar, los datos cubanos faltaban hasta ahora, en los interesantes estados que reunió en su obra, nuestro amigo el Dr. Boudin. Gracias á la oficina de Sanidad militar de la Habana, el rápido bosquejo que acabamos de trazar, podrá servir de algo para llenar tales vacíos. Las diversas cuestiones relativas á la demografía, que hemos indicado en el curso de este Capítulo, pueden dar una idea, á lo menos, del. modo como debe ser estudiada y expuesta, cuando se redacte una obra especial relativa á la Isla de Cuba. En cuanto á nosotros, sintiendo no sernos posible extendermas los límites de este difícil Capítulo, conservaremos todos los datos de que no hicimos uso, á la disposición de los hombres estudiosos que gusten utilizarlos para el interesante trabajo que recomendamos. Ahora terminamos nuestra exposición de las leyes numéricas relativas á la Población cubana, haciendo algunas reflexiones de otro género, sobre las circunstancias en que sus varias partes componentes se hallan. REFLEXIONES SOBRE LA. POBLACIÓN CUBANA. Después de las consideraciones numéricas, deben venir las reflexiones sociales sobre el estado presente y las consecuencias á que naturalmente conduce, una población compuesta de los elementos heterogéneos que acabamos de presentar. Hállanse, en efecto, hoy día en la Isla de Cuba, tres razas en contacto forzoso y natural, de origen, de hábitos, de intereses diferentes: á saber, I la raza latina, dueña del país, inteligente, laboriosa, y participando no solo de la civilización europea, sino aspirando y contribuyendo al gran porvenir económico, político é intelectual de la gran familia á que pertenece; 2 la raza africana, introducida por la precedente para servirla de auxiliar material para los trabajos que en la Isla emprendía, trabajos análogos á sus aspiraciones ambiciosas pero desproporcionados para sus fuerzas y hasta cierto punto incompatibles con el clima tropical. La raza africana, hija de él, posee en grado eminente aquélla cualidad material, que para ser mas fecunda solo le falta la participación de la voluntad, la comunidad de tendencias, la elevación de las aspiraciones, la identidad, en fin de intereses. Mas por desgracia su condición esclava, la mantiene privada de tan nobles y esenciales condiciones para el ejercicio del trabajo libre, cuyos atributos esenciales asociándole con la inteligencia, le darían las cualidades de que el forzado carece, y que no obstante son de todo punto indispensables para el progreso y la civilización de los pueblos modernos: 3° la raza asiática, procedente de la China, recientemente introducida para suplir la escasez de la africana, cuya introducción prohiben los tratados. Esta raza china, por sus cualidades naturales y las que debe á su civilización respectiva, está dotada de inteligencia, aptitud y destreza notable para el trabajo. Aunque no es tan vigorosa como la africana, suporta igualmente los rigores del clima y suple con su actividad la falta relativa de fuerza. Ademas, la condición libre da á su trabajo los atributos de que carece el de aquella, y si el contrato de su inmigración estuviera basado sobre bases mejor calculadas, adquiriría las que le faltan para ser asimilado completamente al de la raza latina. Pero hasta el dia no se ha pensado, ó no se ha podido pensar, en la inmigración de familias asiáticas, y de o o ii