Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio

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Las personas con
discapacidad y el
ejercicio del derecho de
sufragio
Estudio Cualitativo promovido por el CERMI
Estatal
Por Antonio Jiménez Lara, Agustín Huete García y María
Ángeles Huete García, sociólogos
Madrid, mayo de 2003
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Índice de Contenidos
Introducción ............................................................................................... 2
Agradecimientos......................................................................................... 3
Diseño metodológico de la investigación .................................................... 4
Marco analítico .......................................................................................... 4
Estrategia de investigación desarrollada........................................................ 6
Perfil de la población consultada .................................................................. 9
La participación de las personas con discapacidad en los procesos
electorales................................................................................................ 11
Perfil demográfico de los electores con discapacidad ..................................... 11
La actitud de las personas con discapacidad ante las elecciones...................... 13
Las limitaciones del derecho de sufragio...................................................... 14
El voto por correo .................................................................................... 16
La accesibilidad de la información electoral.................................................. 18
La accesibilidad de los colegios electorales .................................................. 18
La garantía de secreto en el voto ............................................................... 19
Estudio específico de determinados colectivos ......................................... 20
Personas con discapacidad física ................................................................ 20
Personas ciegas y con discapacidad visual ................................................... 24
Personas sordas y con discapacidad auditiva................................................ 28
Personas con discapacidad intelectual ......................................................... 32
Personas con enfermedad mental............................................................... 35
Anexo 1. Diseño de la Entrevista .............................................................. 42
Anexo 2. Guión de temas para el grupo de discusión ................................ 44
1
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Introducción
Las personas con discapacidad siguen enfrentándose a barreras, obstáculos y
discriminaciones incluso a la hora de ejercer el derecho y deber ciudadano del
sufragio, cuando participan como votantes en las elecciones generales,
autonómicas y municipales y en otros procesos consultivos (referendos, etc.).
La existencia de barreras arquitectónicas en una gran cantidad de colegios
electorales, que impiden que muchas personas con movilidad reducida puedan
llegar hasta las urnas; las barreras de transporte, que dificultan el desplazamiento
hasta los colegios electorales; la ausencia o insuficiencia de las medidas dirigidas a
hacer accesible a las personas con discapacidad visual y auditiva la comunicación
relativa al proceso electoral y el ejercicio del derecho de sufragio (desde la
información relativa a los diferentes programas y candidaturas hasta las propias
papeletas electorales, pasando por las informaciones relativas a los procedimientos
de votación presencial o por correo), e incluso ciertos comportamientos y actitudes
discriminatorias, son factores que hacen que muchas personas con discapacidad no
puedan ejercer el derecho de sufragio en igualdad de condiciones con el resto de
los ciudadanos.
En el CERMI Estatal se han venido recibiendo quejas y denuncias de distintas
personas con discapacidad acerca de las dificultades que suelen encontrarse a la
hora de ejercer el derecho al voto como consecuencia de la inadecuación e
inaccesibilidad de los colegios y procesos electorales. Ante la comprobación de esas
dificultades, se ha considerado oportuno por el CERMI Estatal abordar una
investigación de campo que permitiera obtener información acerca de la forma en
la que las personas con discapacidad se enfrentan al proceso electoral, e identificar
las barreras y obstáculos que encuentran para participar en ese proceso, como base
para formular con conocimiento de causa propuestas y acciones que resuelvan las
dificultades advertidas. Este informe recoge los principales resultados de esa
investigación, cuya fase de campo se ha desarrollado entre los meses de marzo y
abril de 2003.
2
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Agradecimientos
Para la elaboración de este estudio ha resultado decisiva la colaboración, amable y
desinteresada, de las siguientes personas e instituciones:
−
−
−
−
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−
−
−
Desiderio López Gómez. Unidad de Rehabilitación del Consorcio Hospitalario.
Salamanca.
Fernando García González. Fundación Abulense para el Empleo (FUNDABEM).
Julio Prenda Sánchez. Asociación Anima Vitae. Sevilla.
Loreto Hernández. Departamento de Imagen y Comunicación de la
Confederación Coordinadora Estatal de Minusválidos Físicos de España
(COCEMFE).
Asociación Cultural de Sordos de Sevilla.
Asociación de Allegados a Enfermos Esquizofrénicos de Sevilla (ASAENES).
Centro Cultural de Sordos de Salamanca.
Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE). Dirección Administrativa
de Salamanca.
3
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Diseño metodológico de la investigación
Marco analítico
El objetivo de esta investigación ha sido obtener información acerca de la forma en
la que las personas con discapacidad encaran los procesos electorales, e identificar
las barreras y obstáculos que encuentran para participar en esos procesos.
Entendemos por proceso electoral no solo el acto de emitir el voto, que lo culmina,
sino el conjunto de todos aquellos aspectos que son relevantes para la participación
en las elecciones y consultas como elector, como candidato o como emisor de una
opinión. Hemos tenido en cuenta en nuestra investigación, por ello, cuestiones
como el acceso a la información sobre los diferentes programas y candidaturas
electorales, la participación en las campañas, las facilidades o dificultades que las
personas con discapacidad encuentran para formar parte de las candidaturas, los
factores que inciden en la formación de la decisión de votar, los trámites necesarios
para la emisión del voto por correo, las condiciones de accesibilidad del transporte
y de los itinerarios peatonales que pueden incidir en el traslado hasta el colegio
electoral, la señalización y accesibilidad de los colegios electorales, el diseño,
tamaño, disposición y configuración de los espacios y mobiliario de los colegios
(mostradores o mesas en los que se encuentran las papeletas, cabinas, mesas de
votación, urnas, etc.) y la interacción con los miembros de las mesas, los
interventores, la policía, los funcionarios de correos y las demás personas con las
que los ciudadanos se relacionan al emitir su voto.
En este sentido, cabe estructurar los diferentes aspectos tenidos en cuenta según
un eje temporal (que nos permite diferenciar los aspectos relacionados con el antes
y los referidos al propio ejercicio del voto, o el durante del acto de votar) y según la
naturaleza de los factores que condicionan la participación en el proceso, lo que nos
lleva a una diferenciación entre los elementos que proceden del propio individuo o
endógenos (las propias limitaciones derivadas de la situación de discapacidad) y
otros que se encuentran en el propio sistema y que conforman lo que hemos
llamado aspectos exógenos.
De forma más concreta, dentro de los aspectos de tipo endógeno (relacionados con
las características de la persona) se han señalado como variables determinantes las
siguientes:
!
!
Dentro de las referidas a los momentos anteriores a la votación:
o
Situación legal con respecto al derecho de sufragio activo (con especial
referencia a la incapacidad para el ejercicio del sufragio).
o
Participación en las campañas electorales.
Durante el propio acto de votar:
o
Independencia o dependencia (necesidad de ayuda de una tercera persona
para trasladarse al colegio, seleccionar la papeleta y emitir el voto)
Dentro de los aspectos de tipo exógeno, es decir, los que se encuentran en el
sistema electoral, se han abordado los siguientes:
4
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Antes del ejercicio del voto:
!
Accesibilidad de la información electoral
Durante el propio acto de votar:
!
!
Accesibilidad de los trámites necesarios para emitir el voto por correo
Accesibilidad de los colegios electorales
Todos estos aspectos son considerados variables independientes, pues todos ellos
determinan la forma en la que los ciudadanos con discapacidad ejercen su derecho
al voto, considerado este resultado como nuestra variable dependiente. Tal como se
muestra en la siguiente ilustración:
Marco analítico
Factores endógenos
Factores exógenos
Obstáculos personales
Antes
Obstáculos
en
sistema electoral
el
Variables
independientes
Situación legal
Accesibilidad de la
información electoral
Participación en campañas
electorales
Ejercicio del voto
Accesibilidad de los colegios
electorales
Durante
Forma en la que las personas con discapacidad ejercen su
derecho al voto
5
Variable
dependiente
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Estrategia de investigación desarrollada
Para llevar a cabo el estudio se ha recurrido al análisis de información procedente
de fuentes secundarias y fuentes primarias.
Análisis de fuentes secundarias
Las fuentes secundarias se han utilizado en primer lugar para obtener información
de contexto acerca de la problemática que se iba a analizar. En este sentido, se ha
analizado la normativa existente acerca del derecho de sufragio, y en concreto la
relacionada con la capacidad o incapacidad legal para votar. Por otra parte, se han
utilizado datos procedentes de las diversas estadísticas sobre personas con
discapacidad con el objetivo de conocer el alcance de la población objeto de estudio
(la población con discapacidad en edad de votar).
En segundo lugar, se ha recurrido a otros documentos y publicaciones existentes
para profundizar en determinados aspectos señalados por los entrevistados a lo
largo del trabajo de campo.
Análisis de fuentes primarias
Para conocer los obstáculos a los que se enfrentan las personas con discapacidad a
la hora de votar, se ha procedido a consultar directamente a los concernidos. Para
ello se ha optado por una estrategia de investigación de tipo cualitativo.
Las técnicas cualitativas son llamadas también intensivas, ya que facilitan
información en profundidad, aunque procedente de un número limitado de casos.
Fueron varios los motivos por los que se optó por una estrategia cualitativa frente a
una de tipo cuantitativo:
!
Las características de la población objeto de estudio. Al tratarse de una
población muy heterogénea, se consideró que el diseño y aplicación de un
cuestionario estándar, basado fundamentalmente en preguntas cerradas,
podría hacer perder gran cantidad de información específica de cada colectivo.
!
El tema a tratar con los entrevistados. Consideramos que se trata de un tema
muy privado, que requiere de un mayor acercamiento al entrevistado que el
que permite un cuestionario administrado mediante encuesta. Dicho
acercamiento solo podía lograrse a través de la realización de una entrevista en
profundidad o de un grupo de discusión, situaciones ambas en las que los
entrevistados tienen tiempo suficiente para expresarse.
!
Criterios de eficiencia. Se consideró más eficiente en términos de tiempo y
recursos la utilización de una técnica cualitativa.
La primera y fundamental característica de las técnicas cualitativas consiste en que
son técnicas de observación directa en las que se crea una situación de
comunicación entre el investigador y el individuo o grupo entrevistado. Se trata de
una comunicación multidimensional, dialéctica y eventualmente contradictoria, en
la que los participantes pueden reformular las preguntas planteadas por el
investigador, poniéndolas a su vez en cuestión. Surge y se estructura así un
6
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
proceso informativo recíproco capaz de proporcionar una información altamente
significativa.
Las técnicas cualitativas utilizadas en esta investigación han sido el grupo de
discusión y la entrevista exhaustiva.
El grupo de discusión
El grupo de discusión es una técnica de investigación social que trabaja con el
habla, como sucede con la entrevista exhaustiva o con la historia de vida. Se
diferencia de la entrevista en que se trabaja con un grupo en lugar de hacerlo
individualmente con una persona. El investigador propone al grupo una serie de
temas de discusión o formula preguntas concretas, provocando una situación
discursiva en la que puedan aflorar los contenidos objeto de estudio.
La técnica del grupo de discusión se ha llevado a cabo de la siguiente forma:
!
Selección de los participantes: El criterio de selección de los participantes en
los grupos ha sido el de pertenencia a un determinado colectivo de personas
con discapacidad en edad de votar. Se ha tratado de incluir en el grupo a
personas que reprodujeran mediante su discurso relaciones relevantes. Por
ello, en el grupo de discusión se ha tratado de que estuvieran presentes
personas que pudieran aportar ideas significativas y generalizables.
!
La composición del grupo: Dentro de cada grupo de discusión se ha procurado
que hubiese un número similar de mujeres y de varones, y que estuvieran
representadas personas de diversos grupos de edad. Por otra parte, se ha
optado por un grupo no muy numeroso para que la comunicación fuese fluida
pero no confusa (entre 6 y 8 miembros).
!
La convocatoria de los grupos: Se ha realizado con el apoyo de las
organizaciones representativas del sector de la discapacidad.
La entrevista exhaustiva
La entrevista está basada en un acto común a todos los seres humanos que es la
conversación. Sin embargo, como procedimiento científico de recogida sistemática
de información, la entrevista supone la instrumentalización de la conversación al
servicio de un objetivo concreto, el de generar información sobre el tema objeto de
estudio.
Como técnica para la recogida de datos, la entrevista es un proceso de interacción
donde la información fluye de forma sistémica entre dos personas con roles bien
diferenciados: el entrevistador y el entrevistado.
Los pasos que se han seguido para la celebración de las entrevistas han sido los
siguientes:
!
Elaboración de la guía de entrevista
!
Fijación del día y la hora entre el entrevistado y el entrevistador
7
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
!
Antes de iniciar la entrevista, el procedimiento para los momentos iniciales ha
sido el siguiente:
o
El entrevistador se identifica personalmente y explica la naturaleza y
objetivos de la investigación que está realizando.
o
Explica el método que va a seguir y las razones por las que el entrevistado
ha sido elegido.
o
Trata el tema de la confidencialidad o no de la información.
En la fase inicial de la entrevista se han realizado consultas sobre aquellos aspectos
que no se prestaban a controversia y que se referían a comportamientos,
opiniones, actividades o experiencias del presente. Se evitaron preguntas que
pudieran ser contestadas con un simple sí o no. Lo que se trataba en la fase inicial
era de lograr un acercamiento entre el entrevistador y el entrevistado.
La fase intermedia de la entrevista se ha centrado en hacer aflorar las opiniones,
interpretaciones y comportamientos manifestados por el entrevistado. Se ha
estructurado tratando de ir de lo general a lo particular.
En la fase final, se formularon preguntas más concretas que pudieran ser
contestadas con un sí o un no y que permitieran obtener información adicional o
contrastar datos anteriormente mencionados (preguntas de control).
Las preguntas más comprometidas y difíciles se formularon en los momentos
intermedios y finales de la entrevista.
Diseño de los módulos y fijación de los temas objeto de estudio en las
entrevistas y grupos de discusión
Teniendo en cuenta los aspectos sobre los que se ha decidido obtener información,
tanto las entrevistas como los grupos se han homogeneizado proponiendo los
mismos temas para su tratamiento. El objetivo era obtener la misma información,
aunque se utilizaran herramientas diferentes.
Tanto las entrevistas como los grupos se han estructurado en torno a los siguientes
módulos:
!
Módulo 1. Situación legal del ejercicio del sufragio (referencia a los
casos de incapacidad legal).
!
Módulo 2. Participación en campañas electorales.
!
Módulo 3. Dificultades personales para el ejercicio del voto.
!
Módulo 4. Dificultades personales para el ejercicio del voto por correo.
!
Módulo 5. Accesibilidad de la información electoral de los partidos.
!
Módulo 6. Accesibilidad de los colegios electorales.
8
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
El ejercicio del sufragio
Factores endógenos
Obstáculos personales
Antes
Situación legal
Módulo 1
Situación legal
del sufragio
Participación
en campañas
electorales
Módulo 2
Participación en
campañas
electorales
Factores exógenos
Obstáculos en el sistema
Durante
Ejercicio del
voto
Módulo 3
Ejercicio del voto
Antes
Durante
Accesibilidad
de la
información
Accesibilidad
a los colegios
electorales
Módulo 5
Accesibilidad de
la información
electoral
Módulo 6
Accesibilidad
de los colegios
electorales
Módulo 4
Ejercicio del voto
por correo
Perfil de la población consultada
En la metodología cualitativa, la representatividad estadística de la muestra no es
un factor determinante. Por su propia naturaleza, las técnicas cualitativas no están
concebidas para su aplicación a muestras extensas, sino que basan su potencial en
la capacidad de “captar el sentido” del discurso humano y los matices que subyacen
en ese discurso. Por ello, al seleccionar la muestra, el criterio fundamental no es
que reproduzca la composición del universo objeto de estudio, sino garantizar la
presencia de una diversidad suficiente de situaciones representativas de ese
universo.
9
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
De acuerdo con ese planteamiento, se ha consultado a un total de 23 personas, de
los cuales 13 han sido varones y 10 mujeres. Sus edades están comprendidas entre
los 25 y los 70 años. Seis de las personas tenían discapacidad física, siete
discapacidad visual, tres discapacidad auditiva, cuatro discapacidad intelectual y
tres eran personas con enfermedad mental. El nivel cultural de las personas
consultadas es diverso, y comprende desde personas con una formación muy
básica hasta licenciados universitarios. La situación laboral de los consultados
también reproduce la diversidad de situaciones que se dan en el sector de la
discapacidad: estudiantes, trabajadores en activo, desempleados, pensionistas por
incapacidad, jubilados...
En el caso de las personas con discapacidad física y discapacidad visual, se ha
utilizado la técnica del grupo de discusión, con sendas reuniones celebradas,
respectivamente, en Madrid y Salamanca. La consulta a personas con discapacidad
auditiva, discapacidad intelectual y enfermedad mental ha tenido el formato de
entrevista individual. Las entrevistas se han realizado en Salamanca, Ávila y
Sevilla.
La distribución por tipo de discapacidad, técnica de consulta utilizada, sexo y edad
de las personas consultadas se presenta en el cuadro siguiente.
DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN CON DISCAPACIDAD CONSULTADA
Discapacidad
Técnica utilizada
Sexo
Física
Visual
Auditiva
Intelectual
Enfermedad Mental
Grupo de discusión
Grupo de discusión
Entrevista en profundidad
Entrevista en profundidad
Entrevista en profundidad
10
Edad
Mujer
31 años
Varón
31 años
Varón
45 años
Mujer
47 años
Varón
48 años
Mujer
62 años
Mujer
25 años
Varón
30 años
Mujer
44 años
Mujer
47 años
Varón
66 años
Varón
67 años
Varón
70 años
Varón
35 años
Mujer
45 años
Varón
45años
Mujer
30 años
Varón
32 años
Mujer
33 años
Varón
46 años
Mujer
33 años
Varón
35 años
Mujer
46 años
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
La participación de las personas con
discapacidad en los procesos electorales
Perfil demográfico de los electores con discapacidad
En la actualidad, en el censo electoral español hay inscritas algo más de 34
millones y medio de personas con derecho a voto. Alrededor del diez por ciento de
ellas (unos tres millones cuatrocientas mil) tienen discapacidades de diverso tipo.
COMPOSICIÓN DEL CENSO ELECTORAL Y ESTIMACIÓN DE ELECTORES CON
DISCAPACIDAD
Composición del Censo electoral en 2003
Residentes en España
Residentes ausentes
Extranjeros residentes (UE y Noruega)
Censo electoral total
33.340.089
1.063.876
143.405
34.547.370
Estimación de electores con discapacidad (*)
Estimación de electores con discapacidad (residentes en España)
Proporción sobre electores residentes en España
Proporción sobre censo electoral total
3.389.506
10,1%
9,8%
(*) Estimación realizada a partir de la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud
de 1999.
Dado que la prevalencia de la discapacidad aumenta con la edad, la composición
demográfica del electorado con discapacidad se caracteriza por el predominio de
personas de edad elevada (seis de cada diez tienen más de 65 años) y por la alta
proporción global de mujeres (el 58,7 por ciento).
ESTIMACIÓN DE ELECTORES CON DISCAPACIDAD POR SEXO Y EDAD (*).
Grupo de edad
Varones
Mujeres
Total
18 a 24 años
51.134
31.351
82.485
25 a 34 años
35 a 44 años
113.092
72.814
185.906
121.191
109.060
230.251
45 a 54 años
141.183
164.726
305.909
55 a 64 años
238.469
273.835
512.304
65 a 74 años
329.726
513.881
843.606
75 a 84 años
293.052
554.575
847.627
85 años y más
111.031
270.387
381.418
1.398.877
1.990.629
3.389.506
TOTAL
(*) Estimación realizada a partir de la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud
de 1999.
11
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Estructura por edad y sexo de la población con discapacidad mayor
de 18 años
95 a 99
90 a 94
85 a 89
80 a 84
75 a 79
70 a 74
65 a 69
60 a 64
55 a 59
Varones
50 a 54
Mujeres
45 a 49
40 a 44
35 a 39
30 a 34
25 a 29
20 a 24
18 a 19
200.000
100.000
0
100.000
200.000
300.000
400.000
Fuente: Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud, 1999 . Resultados detallados. INE, Madrid, 2002
ESTIMACIÓN DE ELECTORES CON DISCAPACIDAD POR SEXO Y
COMUNIDAD AUTÓNOMA
Comunidad Autónoma
Andalucía
Aragón
Asturias (Principado de)
Baleares (Islas)
Canarias
Cantabria
Castilla y León
Castilla-La Mancha
Cataluña
Comunidad Valenciana
Extremadura
Galicia
Madrid (Comunidad de)
Murcia (Región de)
Navarra (Comunidad Foral de)
País Vasco
Rioja (La)
Ceuta
Melilla
TOTAL
Varones
289.270
33.637
44.715
24.688
44.179
19.483
113.967
67.937
223.594
129.397
39.605
112.358
127.312
45.558
17.037
55.651
6.120
2.148
2.221
1.398.877
12
Mujeres
400.059
44.834
54.243
30.137
58.009
27.877
155.808
93.070
326.329
189.524
60.639
155.836
211.633
62.105
21.731
84.026
7.681
2.883
4.205
1.990.629
Total
689.329
78.471
98.958
54.825
102.188
47.360
269.775
161.007
549.923
318.921
100.244
268.194
338.945
107.663
38.768
139.677
13.801
5.031
6.426
3.389.506
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Más de la mitad de los potenciales electores con discapacidad tienen alguna
discapacidad física. Casi la cuarta parte (24 por ciento) una discapacidad visual, y
un porcentaje similar una discapacidad auditiva. El 3 por ciento tiene discapacidad
intelectual y el 11 por ciento enfermedad mental, demencia u otros trastornos
mentales. Estos porcentajes suman más de 100 debido a que algunas personas
presentan, simultáneamente, discapacidades de distinto tipo.
Porcentaje de personas con cada tipo de discapacidad
sobre el total de electores con discapacidad
0%
10%
20%
30%
40%
Discapacidad visual
24%
Discapacidad auditiva
24%
Enfermedad mental y
demencias
60%
52%
Discapacidad física
Discapacidad intelectual
50%
3%
11%
Elaboración propia a partir de la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud de 1999
La actitud de las personas con discapacidad ante las
elecciones
Las personas con discapacidad que han participado en las entrevistas y grupos de
discusión en los que se basa este estudio han manifestado, en su mayoría, un
cierto escepticismo ante los procesos electorales. La percepción más generalizada
es que ni el discurso de los partidos ni los programas electorales reflejan de forma
adecuada las necesidades de las personas con discapacidad, que se quejan de que
el “bombardeo” de mensajes electorales contrasta con el poco espacio que los
problemas de las personas con discapacidad tienen en esos mensajes.
En correspondencia con esa actitud escéptica, se detecta una creencia, bastante
arraigada, de que las personas con discapacidad participan menos que la población
general en las elecciones. Sin embargo, esa visión “pesimista” sobre los niveles de
participación de este grupo de población no se corresponde con la actitud personal
declarada por los encuestados, que en su mayoría han votado en las anteriores
elecciones y piensan hacerlo en las próximas.
13
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Además del grado en que el asunto de la discapacidad está presente (o ausente) en
las campañas, otro factor que influye de forma significativa en la actitud ante las
elecciones son las limitaciones que determinados segmentos (sobre todo el de las
personas con discapacidad auditiva) tienen para el acceso a la información sobre la
oferta electoral.
Se ha registrado un interés y un compromiso mayor en las elecciones más cercanas
(especialmente en las municipales). La razón parece ser que, en este caso, hay
mayor interacción con los candidatos y se siente que la permeabilidad a los
problemas del sector es mayor. A lo largo de las entrevistas y grupos de discusión
que hemos realizado hemos podido observar como la decisión del voto en el ámbito
más cercano está condicionada a la satisfacción de demandas propias, relacionadas
algunas de ellas con la condición de persona con discapacidad. Este hecho se
produce en el ámbito local, no solo con las personas con discapacidad, sino con el
común de la ciudadanía, que suele acudir a la instancia de gobierno más cercana
para satisfacer sus demandas más concretas.
Con respecto a este fenómeno, autores como Joan Subirats, señalan que el
gobierno local tiene mayor accesibilidad, dada la mayor fluidez de contactos entre
actores. Es más pluralista y más permeable a los intereses sociales, y su gestión se
caracteriza por la prestación de servicios de carácter diario, directo y de base
social1. En el ámbito local también hay más facilidades para el sufragio pasivo, y
más posibilidades de encontrar apoyo.
Por el contrario, en ámbitos territoriales más amplios, es frecuente que
determinados intereses sociales específicos no encuentren un eco adecuado, pues
los temas que se plantean y se debaten en las campañas son más generales, como
los relacionados con los resultados macroeconómicos, la presión fiscal, la política
exterior, la lucha contra el terrorismo o la política de extranjería, por citar sólo
algunos de los grandes debates de la política nacional e internacional.
Las limitaciones del derecho de sufragio
El derecho de sufragio (a elegir y ser elegido) que es contemplado por la
Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 21 y por el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su artículo 25, puede ser
legalmente restringido en caso de que se den determinadas condiciones
fundamentadas en criterios “objetivos y razonables” según ha sido señalado por el
Comité de Derechos Humanos2:
“El ejercicio de estos derechos por los ciudadanos no puede suspenderse ni
negarse, salvo por los motivos previstos en la legislación y que sean
razonables y objetivos. Por ejemplo, la incapacidad mental verificada
1
Subirats, Joan: “Gobierno local y políticas públicas. Apuntes en la España de los
noventa” en Alba, Carlos y Vanaclocha, Francisco J. (1997): El sistema político local: un
nuevo escenario de gobierno. Universidad Carlos III y Boletín Oficial del Estado.
2
Comité de Derechos Humanos. Observación General N° 25, Derecho a participar en los
asuntos públicos, derecho a votar y derecho al acceso, en condiciones de igualdad a las
funciones públicas (art. 25) 12/07/96, párrafo 4.
14
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
puede ser motivo para negar a una persona el derecho a votar o a ocupar
un cargo público”.
La Constitución Española, en su artículo 23, también prevé el derecho de sufragio
activo y pasivo con carácter libre y universal.
“Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos,
directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en
elecciones periódicas por sufragio universal”.
El derecho de sufragio activo (a elegir) y pasivo (a ser elegido) puede ser
legalmente restringido en caso de que se den determinadas condiciones
fundamentadas en criterios objetivos y razonables. De acuerdo con la Ley Electoral
General, las personas con discapacidad, al igual que el resto de los ciudadanos,
pueden ser incapacitadas legalmente para el voto si incurren en alguna de las
causas legales previstas para la privación de este derecho:
LEY ORGÁNICA 5/1985, DE 19 DE JUNIO, DEL RÉGIMEN ELECTORAL
GENERAL
TÍTULO I: DISPOSICIONES COMUNES
SUFRAGIO UNIVERSAL DIRECTO
PARA
LAS
ELECCIONES
POR
CAPÍTULO I: DERECHO DE SUFRAGIO ACTIVO
Artículo 2. 1. El derecho de sufragio corresponde a los españoles mayores de edad
que no estén comprendidos en ninguno de los supuestos previstos en el artículo
siguiente.
2. Para su ejercicio es indispensable la inscripción en el censo electoral vigente.
Artículo 3. 1. Carecen de derecho de sufragio:
a) Los condenados por sentencia judicial firme a la pena principal o accesoria de
privación del derecho de sufragio durante el tiempo de su cumplimiento.
b) Los declarados incapaces en virtud de sentencia judicial firme, siempre que la
misma declare expresamente la incapacidad para el ejercicio del derecho de
sufragio.
c) Los internados en un hospital psiquiátrico con autorización judicial, durante el
período que dure su internamiento siempre que en la autorización el Juez declare
expresamente la incapacidad para el ejercicio del derecho de sufragio.
2. A los efectos previstos en este artículo, los Jueces o Tribunales que entiendan de
los procedimientos de incapacitación o internamiento deberán pronunciarse
expresamente sobre la incapacidad para el ejercicio del sufragio. En el supuesto de
que ésta sea apreciada, lo comunicarán al Registro Civil para que se proceda a la
anotación correspondiente.
Estas disposiciones de la Ley Electoral General hay que ponerlas en relación con lo
previsto en los artículos 199 a 201 del Código Civil, relativos a la incapacitación:
15
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
CÓDIGO CIVIL
TÍTULO IX: DE LA INCAPACITACIÓN
Artículo 199. Nadie puede ser incapacitado sino por sentencia judicial en virtud de
las causas establecidas en la Ley.
Artículo 200. Son causas de incapacitación las enfermedades o deficiencias
persistentes de carácter físico o psíquico que impidan a la persona gobernarse por
sí misma.
Artículo 201. Los menores de edad podrán ser incapacitados cuando concurra en
ellos causa de incapacitación y se prevea razonablemente que la misma persistirá
después de la mayoría de edad.
De acuerdo con estos preceptos, los supuestos de incapacitación deben venir
determinados por factores objetivos (enfermedades psíquicas o mentales,
psicofísicas, deficiencias o alteraciones de carácter físico, siempre que sean
constantes, hecho que debe entenderse como de permanencia en el futuro) que
impiden a la persona gobernarse por si misma tanto en el aspecto personal como
en el patrimonial. Es importante destacar que la incapacitación sólo priva del
derecho de sufragio si la sentencia judicial así lo declara expresamente.
Esta investigación ha permitido detectar que la privación del derecho activo de
sufragio es un tema significativo y una potencial fuente de discriminación en el caso
de las personas con enfermedad mental.
El voto por correo
Las personas que, debido a una situación de enfermedad o discapacidad, no puedan
personarse en los colegios electorales, tienen la posibilidad de emitir su voto por
correo, regulado por la Ley Electoral General en su artículo 72.
LEY ORGÁNICA 5/1985, DE 19 DE JUNIO, DEL RÉGIMEN ELECTORAL
GENERAL
Artículo 72. Los electores que prevean que en la fecha de la votación no se hallarán
en la localidad donde les corresponde ejercer su derecho de voto, o que no puedan
personarse, pueden emitir su voto por correo, previa solicitud a la Delegación
Provincial de la Oficina del Censo Electoral, con los requisitos siguientes:
a) El elector solicitará de la correspondiente Delegación, a partir de la fecha de la
convocatoria y hasta el décimo día anterior al de la votación, un certificado de
inscripción en el Censo. Dicha solicitud se formulará ante cualquier oficina del
Servicio de Correos .
b) La solicitud deberá formularse personalmente. El funcionario de Correos
encargado de recibirla exigirá al interesado la exhibición de su documento nacional
de identidad y comprobará la coincidencia de la firma. En ningún caso se admitirá a
estos efectos fotocopia del documento nacional de identidad.
c) En caso de enfermedad o incapacidad que impida la formulación personal de la
solicitud, cuya existencia deberá acreditarse por medio de certificación médica
oficial y gratuita, aquélla podrá ser efectuada en nombre del elector por otra
persona autorizada notarial o consularmente mediante documento que se
16
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
extenderá individualmente en relación con cada elector y sin que en el mismo
pueda incluirse a varios electores. La Junta Electoral comprobará, en cada caso, la
concurrencia de las circunstancias a que se refiere este apartado .
d) Los servicios de Correos remitirán en el plazo de tres días toda la documentación
presentada ante los mismos a la Oficina del Censo Electoral correspondiente.
Aunque existe una regulación específica del voto por correo en el caso de
enfermedad o incapacidad que impida formularlo personalmente, la impresión que
se desprende de esta investigación es que esa posibilidad se utiliza poco por las
personas con discapacidad. Algunas de las personas con discapacidad que han
participado en las entrevistas y sesiones de grupo sobre las que se basa este
estudio consideran que la emisión del voto por correo puede ser un trámite más
complejo y difícil que ir a votar personalmente al Colegio Electoral el día de las
elecciones. También hemos detectado cierto desconocimiento de la mecánica del
voto por correo.
REAL DECRETO 605/1999, DE 16 DE ABRIL,
COMPLEMENTARIA DE LOS PROCESOS ELECTORALES.
DE
REGULACIÓN
Artículo 8. Solicitud de voto por correo en caso de enfermedad o incapacidad que
impida formularlo personalmente.
1. La solicitud por medio de representante del certificado de inscripción en el
Censo, a efectos del voto por correspondencia a que se refiere el párrafo c) del
artículo 72 de la Ley Orgánica 5/1985, del Régimen Electoral General, se dirigirá al
Delegado provincial de la Oficina del Censo Electoral y se presentará en cualquier
Oficina de Correos de España junto con la escritura pública de poder otorgada ante
Notario o Cónsul en los términos establecidos en el artículo 8 del anexo IV del
Reglamento Notarial, que incorporará el certificado médico oficial acreditativo de la
enfermedad o incapacidad que impida al elector la formulación personal de su
solicitud. El funcionario de Correos comprobará la coincidencia de la firma del
apoderado con la que figure en su documento nacional de identidad.
2. Las Delegaciones Provinciales de la Oficina del Censo Electoral han de remitir,
antes de tramitarlas, a la Junta Electoral Provincial, todas las solicitudes de voto
por correo y documentación aneja formulada por la persona autorizada.
3. Realizada por la Junta Electoral Provincial la comprobación y practicadas las
diligencias que considere oportunas, en el plazo máximo de cuarenta y ocho horas
habrá de devolver a la citada Delegación Provincial de la Oficina del Censo Electoral
las solicitudes de voto por correo y documentación aneja, con su decisión favorable
o contraria a la tramitación de cada una de ellas. En todo caso, la decisión de la
Junta Electoral Provincial deberá comunicarse a la Delegación Provincial de la
Oficina del Censo Electoral antes del sexto día anterior al de la votación.
4. Recibidas las solicitudes y documentación aneja, le Delegación Provincial de la
Oficina del Censo Electoral deberá remitir al elector la documentación para el voto
por correo o bien notificación de la decisión contraria de la tramitación de la
solicitud.
5. Las actuaciones de Notarios o Cónsules españoles, previstas en el apartado 1 de
este artículo, serán gratuitas, estando exentas del Impuesto sobre Actos Jurídicos
Documentados y de las Tasas Consulares y se extenderán en papel común,
conforme a lo dispuesto en el artículo 118.1.b) de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de
junio, del Régimen Electoral General.
17
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
La accesibilidad de la información electoral
Las personas con discapacidad auditiva o visual y las personas con retraso mental
tienen dificultades de diverso grado para acceder a la información electoral. Los
formatos y canales a través de los que se difunde esta información, y el propio
contenido de los mensajes, no siempre tienen en cuenta las características y
necesidades de estas personas, y el resultado es que, para muchas de ellas, es
difícil conocer cuáles son los temas en torno a los cuales se plantea el debate
electoral, cuáles son las propuestas de los diferentes partidos que concurren, o
incluso, cuál es el contenido del proceso electoral en si mismo. Todo ello
compromete de forma grave el derecho que tienen las personas con discapacidad a
ejercer de una forma libre e informada su derecho de sufragio y, como se ha
indicado en anterioridad, se traduce en unos menores índices de participación
electoral.
Los participantes en las entrevistas y en los grupos de discusión que han servido de
base a este estudio consideran que hay una falta de racionalidad en el gasto en
propaganda que hacen los partidos, pues, a pesar del enorme esfuerzo económico
que realizan, son, en la práctica, incapaces de “sintonizar” con las personas con
discapacidad. Esa falta de sintonía está motivada, en parte, por que el contenido
de los mensajes electorales no se relaciona con los intereses y expectativas de las
personas con discapacidad, pero también se debe a que no se utilizan los canales y
formatos adecuados para hacer accesible la información, algo que podría realizarse
sin un incremento significativo del coste global de las campañas.
En este aspecto, es significativa también la falta de condiciones de accesibilidad de
la propaganda institucional de información y estímulo del ejercicio del derecho al
voto que realizan las distintas Administraciones (campañas de publicidad en
televisión, etc.).
La accesibilidad de los colegios electorales
A pesar de que la regulación electoral establece de forma declarativa que los
lugares en los que se realice la votación habrán de ser accesibles a las personas
con limitaciones de movilidad, lo cierto es que la falta de accesibilidad de los
colegios electorales es uno de los factores que condicionan la participación de las
personas con discapacidad en los procesos electorales. Afecta, sobre todo, a las
personas con discapacidad física y a las personas ciegas o con deficiencia visual
grave.
REAL DECRETO 605/1999, DE 16 DE ABRIL,
COMPLEMENTARIA DE LOS PROCESOS ELECTORALES.
DE
REGULACIÓN
Artículo 1. Locales utilizables en los procesos electorales.
1. En todo proceso electoral, los locales donde se verifique la votación habrán de
reunir las condiciones necesarias para tal fin, deberán disponer de la adecuada
señalización de las Secciones y Mesas, serán preferentemente de titularidad pública
y de entre ellos los de carácter docente, cultural o recreativo, y deberán ser
accesibles a las personas con limitaciones de movilidad.
18
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
La garantía de secreto en el voto
La Ley electoral garantiza el secreto del voto, y establece que nadie puede ser
obligado a revelarlo. Sin embargo, determinados grupos de personas con
discapacidad, entre los que se encuentran las personas ciegas y las personas con
graves dificultades de movilidad en miembros superiores, no pueden ejercer por sí
mismos, con las adecuadas garantías de privacidad, ese derecho, pues dependen
de terceras personas a la hora de seleccionar la papeleta.
LEY ORGÁNICA 5/1985, DE 19 DE JUNIO, DEL RÉGIMEN ELECTORAL
GENERAL
TÍTULO I: DISPOSICIONES COMUNES
SUFRAGIO UNIVERSAL DIRECTO
PARA
LAS
ELECCIONES
POR
CAPÍTULO I: DERECHO DE SUFRAGIO ACTIVO
Artículo 5. Nadie puede ser obligado o coaccionado bajo ningún pretexto en el
ejercicio de su derecho de sufragio, ni a revelar su voto.
La mayoría de las personas consultadas cuya discapacidad impide, con el sistema
actual de votación, la garantía de secreto del sufragio, recurren a personas de su
entorno para que les ayuden en el proceso de votación. En general, las personas
consultadas han declarado que, aunque ello no les supone un problema, porque se
cuidan bien de elegir una persona de su entera confianza, preferirían no tener que
depender obligadamente de la ayuda de un tercero.
19
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Estudio específico de determinados colectivos
Personas con discapacidad física
Las personas con discapacidad física constituyen un colectivo especialmente diverso
y heterogéneo, tanto desde el punto de vista de las limitaciones funcionales o
actividades que, en cada caso, pudieran estar afectadas (movilidad y
desplazamiento; posibilidad de asir, levantar y trasladar objetos no excesivamente
pesados, utilizar utensilios y herramientas y manipular objetos pequeños; cuidar de
sí mismo; realizar las tareas domésticas, etc.) como desde la perspectiva de las
deficiencias que pueden haber dado origen a la discapacidad (entre las que no sólo
se encuentran las que afectan al aparato locomotor, como la carencia,
malformación, amputación, parálisis o distonía de extremidades, las lesiones
medulares o las artrosis; sino también las relacionadas con problemas endocrinometabólicos, circulatorios, respiratorios, digestivos, etc.). Como quiera que tal
diversidad hacía imposible lograr una representación adecuada de todas y cada una
de estas situaciones en el diseño de investigación, se decidió que en la
configuración del grupo de discusión en el que se ha basado este análisis se
tuvieran en cuenta fundamentalmente el tipo de discapacidades que, en principio,
más podrían condicionar la participación en los procesos electorales y, en concreto,
el acto de votar, es decir, aquéllas que implican restricciones de la movilidad y de la
capacidad para manipular objetos.
En el grupo de discusión, que se celebró en Madrid, participaron tres varones y tres
mujeres, de edades comprendidas entre los 31 y los 62 años. Cuatro de los
participantes usaban silla de ruedas, dos de ellos tenían dificultades graves de
movilidad en miembros superiores y uno tenía amputado un brazo.
Las principales cuestiones que se suscitaron en el grupo de discusión fueron las
siguientes:
Participación en las elecciones
Uno de los miembros del grupo señaló que, en su opinión, las personas con
discapacidad pueden tener un interés más directo, debido a su pensión, en que
resulte ganador un determinado partido, y que por eso participan más que los
demás ciudadanos en las elecciones. Esa opinión deja traslucir la percepción de que
las pensiones que reciben las personas con discapacidad pudieran estar sometidas
a una cierta discrecionalidad en su concesión.
La opinión de otros miembros del grupo es que las personas con discapacidad física
participan activamente en las elecciones por convicción democrática y como una
forma de legitimar sus reivindicaciones:
“Sí solemos votar en las elecciones”. Es una obligación ciudadana. Si no
votamos, luego no podemos exigir.
Sin embargo, no se trata de una posición de consenso. Otros creen que no se da un
mayor grado de participación, sino al contrario: creen que los partidos intentan
utilizar a las personas con discapacidad, y que esa sensación de sentirse utilizado
puede inhibir la participación.
20
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
“Sólo se acuerdan de las personas con discapacidad cuando llegan las
elecciones”.
“Servimos de arma política”.
“Creo que en general participamos muy poco. Cuando se aproximan las
elecciones es cuando nos recuerdan, pero continuamos siendo los grandes
olvidados”.
“Las personas con discapacidad somos los eternos ausentes. Los que nunca
estamos donde debemos estar. Estamos como objetos, se habla mucho, se
teoriza mucho sobre nosotros, se construyen muchas cosas sobre nosotros
pero siempre sin contar con nuestra opinión más directa.”
“Esperan que votemos pero no nos dan las facilidades necesarias para ir a
votar”.
Los participantes en el grupo creen que no se canalizan adecuadamente los
intereses de las personas con discapacidad a través de las elecciones. Ante la
pregunta de si los programas electorales recogen medidas para la discapacidad, se
muestran bastante escépticos, y resaltan el desconocimiento que de los asuntos de
la discapacidad tienen los políticos como una de las razones principales de ese
escepticismo:
“Cada vez que hablan de la discapacidad nos damos cuenta de que cada
vez desconocen más este campo. No tienen ni idea”.
“Hay muchas discapacidades y es difícil que una persona que no tiene
relación directa con este campo distinga y sepa cuales son las dificultades
en cada caso”.
“Con que supieran qué necesidades tenemos y cómo cubrirlas sería
suficiente”.
“Hay un gran desconocimiento entre los políticos. No saben cuantos
centros hay, de físicos ni de psíquicos. Dudo incluso que sepan distinguir
entre unos y otros”.
“Somos unos grandes desconocidos. Somos un simple número, un número
en una lista, y nada más. Nadie se acerca a conocerte, a saber qué
inquietudes tienes tú, o tengo yo, o tenemos cada uno de los que estamos
aquí”.
“El problema fundamental es que las personas con discapacidad no
ocupamos cargos importantes. No nos facilitan la entrada a su mundo, que
es el nuestro también. No nos apoyamos. Debería haber una mezcla más
variopinta, no sólo de nuestro colectivo, sino también de otros colectivos
en riesgo de exclusión. Eso genera complejidad, pero sería mucho más
enriquecedor.”
Frente a la percepción de ese desconocimiento, destaca el interés que las personas
con discapacidad se toman en conocer el contenido de los programas y, en
particular, todo aquello que tenga relación con la discapacidad, aunque no se tiene
21
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
muy claro que el contenido de los programas electorales sea un factor que influya
de forma significativa en la decisión de voto:
“Siempre he sido muy participativa. Es importante saber lo que ofrecen,
aunque luego no lo cumplen, por supuesto”.
“El programa debería de influir, pero yo creo que cada uno tiene ya su
tendencia y vota a uno u otro independientemente de lo que le ofrezcan”.
También se apunta que, además de las elecciones, hay otras formas de
participación política que pueden resultar eficaces para defender los intereses de las
personas con discapacidad. En concreto, se hace referencia al diálogo entre las
organizaciones de discapacitados y el poder político, y se cita específicamente el
reciente acuerdo MTAS-CERMI. Las organizaciones aparecen como el instrumento
más efectivo de participación, aunque tampoco se libran de las críticas hacia su
funcionamiento interno.
“Las federaciones y asociaciones grandes, que son los que nos podrían
ayudar y acercarnos más a los políticos, no lo hacen. Los dirigentes se
reúnen entre ellos y se preocupan de ellos, y no les importan las bases.
Cuentan muy poco con nosotros. Me parece muy bien que haya unos
representantes que nos representen, pero teniendo en cuenta nuestra
opinión. Desgraciadamente, siempre van los mismos a los mismos sitios.”
“Podrían facilitarnos más la participación. Hacernos llegar información y
facilitar que nosotros hagamos llegar información a los políticos”.
En relación con la participación de personas con discapacidad en las candidaturas,
una de las personas participantes aportó un testimonio directo:
“Participé como candidata en las elecciones municipales en un pueblo
pequeño y la verdad es que me lo facilitaron mucho. En los pueblos es más
fácil, porque te conocen. En las grandes ciudades debe ser diferente.”
Accesibilidad de los colegios electorales
Es opinión compartida de los participantes que los colegios tienen muchos
problemas de accesibilidad. En algunos las mesas están en pisos altos y los colegios
son antiguos y no hay ascensores. Sin embargo, se resalta la positiva disposición a
colaborar de la ciudadanía en general y de los funcionarios de policía y miembros
de las mesas en particular:
“Me ofrecieron bajar la urna si yo no podía subir. La policía y la gente nos
ayuda bastante, y en la mesa también”.
El problema no radica sólo en la falta de accesibilidad de los colegios, sino en las
dificultades para llegar hasta ellos.
“Debería haber un servicio público que te facilitara el transporte hasta el
colegio, con medios adaptados en función de tu necesidad, y que respetara
tu derecho al secreto”.
22
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Una de las dificultades más citadas es la relacionada con el aparcamiento en zonas
próximas al colegio. No se respetan los aparcamientos, los pasos de peatones...
“Lo de los aparcamientos es tremendo. No hay, y los que hay no los
respetan”.
“A la gente lo que le importa es dejar el coche lo más cerca posible de
donde va, y no respeta los pasos de cebra ni nada. La policía no los multa,
y menos el día de las elecciones, porque eso quita muchos votos”.
“Tuve que dejarles mi coche a dos policías. Les dije que, por favor, me
permitieran dejarlo allí, aunque estuviese mal aparcado, que eran mis
pies”.
Los colegios están bien señalizados. Las personas con discapacidad física no tienen,
en general, dificultades para encontrar la mesa en la que tienen que votar. Otra
cosa son las dificultades para poder mantener el secreto del voto:
“Yo no me puedo valer con las manos. Me busco una persona de confianza
que me ayude a meter la papeleta en el sobre, o me la llevo preparada de
casa...”.
“...Pero a casa no llegan todas las papeletas, sólo las de los dos o tres
partidos más importantes”.
También se subrayan las dificultades para determinados grupos, como las personas
de talla baja o las personas con graves dificultades de movilidad en miembros
superiores: Las papeletas están a veces en mostradores o mesas altas, y no es fácil
alcanzarlas.
“Yo no soy bajita, pero no puedo levantar los brazos, y si no están puestas
a una altura baja, tampoco puedo cogerlas”.
“....Si es que tenemos derecho a la intimidad, que yo ya lo dudo, que ni
para votar lo tenemos”.
Otras cuestiones
Ninguna de las personas con discapacidad física que han participado en el grupo de
discusión se encuentra incapacitado legalmente para votar. Tampoco tienen
constancia de casos de incapacitación para votar entre las personas de este grupo.
Las personas con discapacidad física no tienen dificultades especiales para acceder
a la información electoral.
“La propaganda electoral está en todas partes”.
Ninguna de las personas con discapacidad física participantes en el grupo de
discusión había votado nunca por correo. En general, la percepción es que el
procedimiento para hacerlo es un tanto complicado
“En algún caso es más difícil votar por correo que ir al colegio electoral”.
23
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Personas ciegas y con discapacidad visual
En el caso de las personas ciegas y con discapacidad visual también hemos utilizado
la técnica del grupo de discusión. En este caso la sesión se celebró en Salamanca y
contó con siete participantes, de los que cuatro eran varones y tres mujeres. Sus
edades estaban comprendidas entre los 25 y los 70 años de edad, y entre ellos
había personas que habían perdido la visión recientemente, personas que quedaron
ciegas hace tiempo y personas con restos visuales.
Los principales temas que se abordaron en el grupo fueron los siguientes:
Participación en las elecciones
Las personas con discapacidad visual creen que su grupo tiene un nivel de
participación en las elecciones similar al de la población general. Su actitud ante los
procesos electorales combina la convicción democrática de que son el medio por
excelencia de participación política, la conciencia de que el voto supone el ejercicio
de un derecho ciudadano y un cierto escepticismo ante las ofertas de los partidos,
que prometen mucho más de lo que después llegan a realizar.
“Me parecen muy bien las elecciones, porque soy demócrata. Las
elecciones son el único medio legal valido para expresar aquello que
pensamos y aquello que sentimos. Ojalá nunca se quiten”.
“Estoy de acuerdo en que existan las elecciones, si bien me gustaría que
nadie, ni los partidos ni sus representantes, digan y prometan lo que no
van a cumplir”.
“Yo voto porque es un derecho que quiero ejercer; no lo considero una
obligación, pero sí un derecho que quiero ejercer”.
“Las elecciones son la base del sistema democrático, siempre que seas
libre para elegir tu opción. Otra cosa es que la información llegue a todos o
sea de calidad, pero si eres libre para votar las elecciones son limpias”.
“Las elecciones están muy bien, pero luego no cumplen como debieran. No
somos todos lo mismo”.
“Votamos a la persona que creemos que nos van a gobernar como Dios
manda, pero luego a la hora de la verdad, la mayoría no cumplen lo
prometido”.
Tampoco hay diferencias significativas en cuanto a la participación en actos
electorales, Todos han ido alguna vez a mítines y declaran que no han encontrado
problemas para asistir a ellos. Sin embargo, hay otras formas de expresión cívica,
como las manifestaciones, en las que las especiales dificultades que provoca la
ceguera sí se dejan sentir, sobre todo cuando se percibe el peligro de que pueda
haber algún problema (el grupo de discusión se realizó unos días después de las
manifestaciones contra el conflicto de Irak de 2003, algunas de las cuales no fueron
autorizadas).
24
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
“Nos cohibimos de muchas cosas, yo misma estos días con las
manifestaciones, no me he atrevido mucho, por miedo. Te sientes
impotente, no todos podemos actuar como quisiéramos”.
“En el momento del voto si hay igualdad, pero en el resto estamos muy por
detrás”.
Las personas ciegas y con discapacidad visual consideran positivo que haya
presencia de personas con discapacidad en las candidaturas, porque ello constituye
un precedente normalizador y un estímulo para la autosuperación, aunque creen
que lo que realmente importa no es el que el candidato tenga o no una
discapacidad, sino su valía personal y su honradez. Con todo, alguna de las
intervenciones trasluce un cierto escepticismo ante lo que realmente pueda aportar
al sector de la discapacidad la presencia de personas con discapacidad en las
candidaturas.
“A nivel de imagen, que un minusválido sea representante de algo es
importante; a mi por lo menos me sirve para decir «fíjate, se puede llegar
lejos», puedes aspirar a tener más voz en la sociedad”.
“La discapacidad no influye para ese tipo de actividades. Lo importante es
la valía personal, su formación, su rectitud…”.
“También depende si esa persona esta vinculada a la política social o no,
para poder influir a favor de las personas con discapacidad. Lo principal es
la valía personal y no la condición de discapacidad”.
“Te puedo decir que un invidente en [cita una determinada provincia] ha
sido diputado a nivel nacional, pero ¿ha servido mucho para los
minusválidos?, pues no se que decirte…”
Accesibilidad de la información electoral
Aunque la información impresa es inaccesible para la mayor parte de las personas
con discapacidad visual, la existencia de canales alternativos, como la radio y la
televisión, compensa en gran medida esa dificultad. También se dispone de
facilidades para acceder a versiones en Braille de los programas de los principales
partidos. En el proceso de formación de su voluntad electoral, hablan mucho con la
gente de su entorno sobre las elecciones, pero tienen bastante claras sus
preferencias y su voto no cambia por ello.
“Yo me informo por la tele y al que me parece que lo va a hacer mejor, a
ése voto”.
“Lo que oímos por la televisión o la radio”.
“Los programas electorales no me han cambiado nunca. Me gusta saber lo
que dicen, pero no me influyen. Normalmente los de los grupos grandes los
tenemos todos en Braille”.
“La mayoría de la gente sí lo tiene decidido. Al menos tiene clara sus
preferencias”.
25
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Accesibilidad de los colegios electorales
Las personas ciegas o con discapacidad visual no tienen demasiados problemas
para orientarse en ambientes y espacios que ya conocen, pero sí en lugares que
son nuevos para ellos. Al ser la señalización de los colegios esencialmente visual,
necesitan ayuda para localizar la ubicación su mesa y encaminarse hacia ella.
“No tenemos problemas, porque como ya lo conocemos…”
“No se necesita ir acompañado a votar, a no ser que sea un sitio
desconocido; si es desconocido, no puedes acceder solo. Eres capaz de
moverte autónomamente por sitios conocidos, pero no por cualquier
lugar…”
Las mayores dificultades se dan a la hora de seleccionar la papeleta, pues es algo
que, si no disponen de resto visual, no pueden hacer sin ayuda.
“Sí tendría problemas si tuviera que elegir la papeleta en el colegio. Por eso
la llevo desde casa”.
“En el colegio tampoco tendrías problemas porque siempre hay una
persona a la puerta dispuesta a ayudarte y sin influenciar en ti”.
La ayuda de otra persona para seleccionar la papeleta implica la imposibilidad
material de mantener el voto secreto y la necesidad de confiar en la lealtad de la
persona que presta la ayuda. Sin embargo, eso no suele ser considerado como un
problema por las personas ciegas, que se cuidan de que sea alguien de su confianza
quien les preste apoyo.
“La persona que te ayuda (tu madre, tu hijo...) suele saber cuales son tus
preferencias”.
“...Si no te fías del que está junto a ti…”
“Si tienes que elegir la papeleta en el colegio, procuras ir acompañado de
alguien de confianza”.
“Los de casa nos conocemos todos y sabemos la tendencia de cada uno”.
“Yo creo que no es mucho problema”.
En cuanto a la adaptación de las papeletas para que puedan ser reconocidas al
tacto, los participantes en el grupo de discusión no consideraron que fuera
necesario, y tampoco tienen muy claro que editarlas en Braille fuera una solución
adecuada, pues no todas las personas ciegas conocen el Braille. Se inclinan más por
señalizar los lugares en los que se colocan las diferentes papeletas, para así poder
seleccionarlas.
“No es necesario, porque si nosotros pidiéramos las papeletas en Braille,
nos las harían rápidamente. Pero luego el recuento sería un lío y además,
para uno o ningún ciego que vota en cada colegio… es una barbaridad”.
26
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
“El problema es que la gran mayoría de los ciegos no conocen el sistema
Braille”.
“No haría falta adaptar todas las papeletas, sólo con localizar el lugar de
cada papeleta sería sencillo”.
Otras cuestiones
Dos de los participantes en el grupo habían votado alguna vez por correo. Las
experiencias fueron radicalmente diferentes:
“Una vez voté por correo pero me salió muy mal”.
“A mi me fue bien, sin problemas”.
27
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Personas sordas y con discapacidad auditiva
En el caso de las personas sordas y con discapacidad auditiva, se realizaron tres
entrevistas en profundidad, dos de ellas con apoyo de intérprete de Lengua de
Signos, que tuvieron lugar en las ciudades de Salamanca y Sevilla. Dos de los
entrevistados eran varones y una era mujer. Sus edades estaban comprendidas
entre los 35 y los 45 años. Dos de las personas entrevistadas eran sordas y una
hipoacúsica. Los principales temas tratados en las entrevistas fueron los siguientes:
Participación en las elecciones
En general, cualquier proceso electoral es considerado muy interesante por los
entrevistados; se esfuerzan por mantenerse al día en la información, seguir la
actualidad y hablar sobre ello con las personas de su entorno, aunque reconocen
que su conocimiento sobre el tema no llega a ser profundo:
“Las elecciones me interesan mucho pero la situación es que la información
realmente no me llega, me dicen que es mejor esto o lo otro... y por eso
tengo muchas dudas”.
“A veces pienso que cuando voto, lo hago sin enterarme realmente de las
cosas, sin saber a quién votamos”.
Existe otro factor que incide en esta visión que tienen los entrevistados de las
elecciones como un evento interesante aunque ciertamente inaccesible para las
personas sordas: la ausencia de candidatos con discapacidad en las listas de los
partidos, que se observa también en los puestos políticos de responsabilidad:
“Creo que debería haber candidatos con discapacidad.”
“...al frente de los servicios sociales (o que tienen que ver con las personas
con discapacidad) deben estar personas con discapacidad, igual que al
frente del Instituto de la Mujer está una mujer.”
En general, los entrevistados se han mostrado pesimistas sobre la disposición de
los representantes de los partidos para interesarse por la situación y necesidades
de las personas sordas y con discapacidad auditiva en España, y sienten cierta
discriminación en lo referido a sus posibilidades de participación en la campaña
electoral en igualdad de oportunidades con el resto de ciudadanos.
“...en las elecciones se realizan muchas promesas en cuanto a apoyar a los
discapacitados, y a la hora de la verdad no hay nada
“...el tema de las elecciones lo considero como negativo”. Me dan poco
beneficio; yo voto y sé que debo votar, pero habría que buscar una forma
de solucionar lo que va antes de la votación.”
Por otra parte, los entrevistados consideran otras formas de participación social e
influencia en la conformación de políticas públicas aparte de las elecciones, como
son las asociaciones y el contacto directo con las administraciones e instituciones
educativas, sociales, etc.
28
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Según las observaciones de los entrevistados, la campaña electoral no está
organizada de forma que resulte útil para las personas sordas y con discapacidad
auditiva, principalmente debido a que la información se distribuye a través de
canales que no son adecuados. Ello redunda en una participación menos intensa de
las personas sordas que del resto de los ciudadanos:
“...los intereses de los sordos apenas se canalizan a través de las
elecciones”
La mayoría de los mítines electorales carecen de traducción a la Lengua de Signos y
de subtitulación por medios electrónicos, por lo que se convierten en inaccesibles
para estas personas. No obstante, los entrevistados declaran haber asistido a
algunos mítines en anteriores campañas y están dispuestos a seguir haciéndolo
siempre y cuando puedan contar con el servicio facilitadores:
“...solo asisto a los mítines en los que hay interpretes, aunque eso no
significa que esté a favor del candidato o para apoyarle”
“Las personas sordas no participan en la campaña electoral. Están
completamente al margen.”
Con ser importante, el hecho de poder contar con información accesible no es
suficiente a juicio de los entrevistados. En los últimos tiempos han venido
aumentando los actos que cuentan con servicios para facilitar la información y ello
lo ven como muy positivo. Sin embargo, consideran que también tienen que venir
acompañados de propuestas y medidas dirigidas a las personas con discapacidad en
el discurso de los candidatos; de lo contrario, el hecho de incluir intérprete o
subtitulación en un mitin se convierte en un guiño de cara a la galería, sin el
respaldo de un compromiso cierto.
“...los políticos no hablan mucho de discapacitados, no les apoyan mucho.”
Accesibilidad de la información electoral
Sin ningún género de duda, el acceso a la información es la principal barrera que
las personas sordas y con discapacidades de la audición encuentran para ejercer su
derecho al sufragio. Existen grandes limitaciones para captar la información tanto
en época de elecciones como en cualquier otro momento, lo cual genera una
escasez de criterios para decidir el voto personal con las mismas oportunidades que
el resto de ciudadanos, además de cierta inseguridad y desconfianza.
A la luz de la información que hemos recibido de los entrevistados, las personas
sordas y con discapacidad auditiva comparten esta sensación de falta de
información para conformar su propia opinión y decidir así su voto, situación de la
que son plenamente conscientes:
“Yo escucho la opinión de las personas que me cuentan cosas y entonces
casi siempre mi opinión coincide con la del que me lo cuenta.”
“...no tengo una opinión formada, porque no puedo saber directamente los
mensajes de los políticos.”
29
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Las personas con discapacidades de la audición encuentran muchas limitaciones
para captar la información en la época de elecciones; la mayoría de las actividades
habituales para la difusión de la información carecen de subtítulos o intérpretes, lo
cual reduce las oportunidades para votar en igualdad de condiciones. De esta
forma, los entrevistados reconocen que los temas candentes en las elecciones, las
propuestas de los partidos, o incluso el contenido del proceso electoral en si mismo,
son para ellos prácticamente desconocidos o, en el mejor de los casos, objeto de un
conocimiento muy superficial.
Para comprender las implicaciones que para estas personas supone el acceso a la
información, debemos saber que muchas de ellas han adquirido el lenguaje a un
nivel formal, pero no han aprendido a aprovechar totalmente el potencial funcional
del mismo. Y así lo han explicado los propios entrevistados:
“La mayoría de las personas sordas pueden comunicarse, pero les falta
capacidad para comprender suficientemente, para pensar, para entender...
Y eso no sólo pasa con lo que te dicen, sino también con lo que te llega por
escrito, pues tienes dificultades en la lectura”.
Las dificultades para una utilización plenamente funcional del lenguaje implican, en
la mayoría de las ocasiones, un cierto grado de incapacidad para lograr una
interpretación adecuada de la información oral y escrita, también durante los
periodos electorales, como veremos más adelante.
Ejercicio del voto
Todos los entrevistados han votado habitualmente y desde su mayoría de edad.
Entre los motivos que les llevan a ejercer el derecho de sufragio, destacan varios:
por responder a las expectativas sociales y familiares, por cuestiones ideológicas o
por expresar un compromiso cívico:
“...para poder exigir, antes hay que comprometerse.”
“...lo hago por cumplir con la familia, pero a nivel personal me da igual...”
En cuanto a la información que utilizan para decidir su voto, la fuente fundamental
que utilizan los entrevistados es el dialogo con personas de su entorno
(normalmente otras personas sordas o con deficiencia auditiva, los familiares o
amigos). El resto de medios habituales de información (prensa, televisión)
presentan grandes dificultades de interpretación; como se ha mencionado
anteriormente, el conocimiento del idioma no es, en muchos casos, suficiente para
su uso funcional, cosa que se hace patente a la hora de ‘descifrar’ la información
expuesta en artículos de prensa, entrevistas o debates televisados aunque sean
subtitulados. Existe un problema de contextualización de la información para la
mayoría de las personas sordas, con lo que les resulta muy difícil acceder, más allá
de un nivel muy superficial, a este tipo medios de comunicación si no incorporan
servicios de facilitación, como la subtitulación o la traducción a la Lengua de
Signos:
“En las entrevistas en televisión que no tienen intérprete, es imposible
enterarse. La lectura labial es muy difícil y además el ambiente está muy
descontextualizado. No hay información suficiente para poder comprender
lo que se dice en la entrevista...”
30
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
En línea con la cuestión anterior, la información electoral de los partidos políticos es
igualmente poco accesible para las personas sordas y con discapacidades de la
audición. La información de que disponen siempre es menor y más fragmentada y
aunque captan las ideas generales, les resulta difícil profundizar en los mensajes.
Además, el estilo de elaboración de la información que utilizan los partidos contiene
dificultades añadidas:
“...las personas sordas no captan totalmente la información de los partidos.
Son frases muy breves, juegos de palabras muy bonitos, pero la
información no es completa.”
“...hay muchas personas sordas cuyo nivel de castellano no les permite
interpretarlos (los slogan); muchas veces los leo y creo que los entiendo,
pero luego le pregunto a otra persona y me doy cuenta de que realmente
no es lo que había entendido”
Aún así, los entrevistados se interesan por los programas y se preocupan por
leerlos y comparar sus propuestas aunque en general no les ayudan a decidir su
voto:
“...los leo con un poco de incertidumbre.”
“...me generan más dudas.”
“No me creo todo lo que dicen, más bien casi nada.”
“...cuando leemos algo, necesitamos tiempo para comprenderlo y podemos
cometer errores de interpretación.”
Accesibilidad a los colegios electorales
Los entrevistados no han detectado grandes problemas de accesibilidad en los
colegios electorales, excepto en materia de comunicación, por ejemplo cuando las
personas de la mesa se han dirigido a ellos. Las dificultades aumentan cuando son
citados para formar parte de una mesa.
Suelen acudir acompañados a votar, aunque más por costumbre que por necesidad
de apoyo en un momento dado:
“...ninguna dificultad para acceder al colegio electoral. Está todo muy
señalado con carteles y no he tenido dificultades...”
“A veces los carteles no están bien o se nombran a las personas de forma
oral y eso puede ser un problema para nosotros”.
“...una vez tuve que estar en una mesa electoral y tuve problemas porque
no entendía al interventor de un partido.”
31
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Personas con discapacidad intelectual
También en este caso hemos optado por la entrevista como técnica para recoger
información. Se han realizado cuatro entrevistas, en Ávila y Sevilla, dos a mujeres
y dos a varones, con edades comprendidas entre los 30 y los 46 años. A
continuación se describen los principales contenidos de estas entrevistas.
Participación en las elecciones
Como punto de partida, es muy importante señalar que las personas con
discapacidad intelectual entrevistadas tienen, en general, una opinión bastante
negativa de las elecciones. A lo largo de las entrevistas realizadas se detecta un
tema transversal: la falta de legitimidad que tienen las elecciones entre este grupo.
Este hecho, desde el punto de vista de la mayoría de los entrevistados, no es más
que el reflejo de lo que sucede en la mayor parte de los aspectos de su relación con
el resto de la sociedad. Las personas con discapacidad intelectual se sienten
discriminadas y esta sensación también se traslada a su posición con respecto a las
elecciones. Los entrevistados atribuyen esta actitud al hecho, entre otros, de que
su grupo no aparezca en ninguno de los programas de los partidos políticos, ni
tampoco en los discursos de los políticos. Este sentimiento compartido, es sin duda
una de las variables que determinan la baja participación de las personas con
discapacidad intelectual en las elecciones.
“...las personas con discapacidad no son un tema importante ni para los
políticos ni para los medios de comunicación. Es un tema que no les
interesa”.
“...las personas con discapacidad intelectual no entienden bien lo que se
dice en las elecciones (...) las personas con discapacidad deberían tener
más derechos para votar, para tener opinión, para expresarse de la forma
en que ellos puedan.”
En cualquier caso, se muestran interesados por cualquier proceso electoral, y
participan ejercitando su derecho al voto:
“...las personas con discapacidad participan igual que los demás en las
elecciones (así debe ser) porque tienen el mismo derecho que los demás.”
En cuanto a la participación activa en campañas electorales, las personas con
discapacidad intelectual entrevistadas afirman no ser demasiado activos. Todos
ellos conocen las actividades que se realizan a lo largo de las campañas electorales,
e incluso uno de ellos informó que durante un corto periodo de tiempo estuvo
afiliado a un partido, asistió a algún mitin e hizo pegada de carteles, pero en la
actualidad ninguno participa activamente en las campañas. Tampoco es frecuente
que las personas de su entorno hayan participado de forma activa en campañas
electorales.
El motivo fundamental que justifica esta poca participación es la baja legitimidad de
la que gozan tanto los políticos como las elecciones en el colectivo de las personas
con discapacidad intelectual.
“No acudo a mítines porque me parece que lo que dicen es papel
mojado...”
32
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
“...me afilié porque me convenció un amigo del pueblo. Lo dejé
rápidamente porque no me ayudaron en nada y además debía pagar
muchas cuotas...”
Capacidad legal para votar
Ninguno de los entrevistados se encuentra en situación de incapacidad legal para
votar, ni tiene información sobre otras personas con discapacidad que hayan sido
incapacitadas legalmente para el derecho de sufragio. Alguno de ellos ha expresado
su opinión al respecto:
“Las personas con discapacidad son personas iguales que las demás, y si
no votaran sería una discriminación...”
Ejercicio del voto
Con respecto al propio acto de votar, y a pesar de la baja confianza en las
elecciones que han manifestado las personas con discapacidad intelectual
consultadas, todas ellas votan, y lo hacen desde que tienen edad legal para ello.
Varios son los motivos por los que las personas con discapacidad intelectual votan
en las elecciones. Uno de ellos es porque lo consideran un derecho y como tal, el
mejor medio de defenderlo es ejercerlo. Otro de los motivos esgrimidos es porque
constituye el resultado de un acto que han visto realizar normalmente en el seno de
su familia; la familia como agente socializador influye por tanto en el
comportamiento electoral de este colectivo.
“...es una tradición familiar...”
Otro de los motivos que se apuntan para el ejercicio del derecho de sufragio es más
instrumental y tiene que ver con el interés de las ofertas de unos y otros
candidatos, aunque, más allá del contenido de estas ofertas, los entrevistados
inclinan su voto a personas que resulten creíbles o les inspiren confianza, más que
hacia partidos o mensajes concretos.
Tampoco falta quien declara su escepticismo radical:
“Todos los candidatos me parecen iguales y como hay que votar pues voto
a uno por votar a uno...”
Accesibilidad de la información electoral
Los canales de comunicación más utilizados por las personas con discapacidad
intelectual para obtener información sobre las elecciones son los medios de
comunicación y las personas de su entorno. Los entrevistados comparten mucha
información con familiares, amigos o compañeros de trabajo acerca de las
elecciones, aunque se consideran por lo general dueños de la orientación final de su
voto. Todos los entrevistados reivindican el voto como acto libre y personal. Todos
ellos manifiestan tener total libertad para decidir su opción electoral, de hecho,
algunos han asegurado que normalmente tienen claro a quien votar, incluso antes
del inicio de la campaña electoral.
33
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Ninguno de las personas con discapacidad intelectual entrevistadas ha manifestado
utilizar como herramienta informativa la información contenida en los programas
electorales, sobre la que han expresado en algunos casos ciertos problemas para
captar adecuadamente su sentido; en muchas ocasiones la información electoral les
resulta difícil de entender:
“...me cuesta cogerles el hilo (a los programas electorales); igual me pasa
cuando veo el telediario.”
“...le pregunto a los compañeros o a algún profesor cuando no entiendo
algo...”
A este respecto, todos han sugerido la puesta en marcha de mecanismos que
ayuden a entender mejor las propuestas de los partidos: programas más fáciles de
entender, apoyo de personas especializadas...
“...deberían poner algún sitio... algún psicólogo o algo así... me pasa
también cuando he ido al médico; me le hace algunas preguntas que no
entiendo.”
“...se podría dar la información en una cinta.”
Accesibilidad de los colegios electorales
La mayoría de las personas con discapacidad intelectual entrevistadas han
asegurado no tener problemas para acudir al colegio electoral, identificar su mesa y
ejercer de forma normalizada su derecho al voto; ello no significa sin embargo que
en algunos momentos no hayan tenido alguna pequeña dificultad, que se ha
subsanado normalmente consultando con alguien del propio colegio o por el hecho
de que mayoritariamente acuden a votar acompañados por alguien de su confianza,
no tanto por necesidad como por costumbre o deseo personal.
34
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Personas con enfermedad mental
Para recabar información sobre la forma en que las personas con enfermedad
mental participan en los procesos electorales y sobre las dificultades que
encuentran para hacer efectiva esa participación hemos utilizado la técnica de la
entrevista exhaustiva. Las entrevistas se han realizado a dos varones y una mujer,
de edades comprendidas entre los 33 y los 46 años, en las ciudades de Salamanca
y Sevilla. Los contenidos tratados en esas entrevistas se presentan a continuación.
Participación en las elecciones
Las personas con enfermedad mental consultadas tienen opiniones dispares con
respecto a las elecciones. Mientras que uno de lo entrevistados ha manifestado
tener una gran confianza en las elecciones como proceso por el cual mejorar la
situación de las personas con discapacidad, los otros dos han afirmado no otorgar
ninguna confianza a este proceso. El motivo aducido es, en uno de los casos, que
cree que las elecciones no sirven para solucionar los problemas de los enfermos
mentales. En el otro caso, esta falta de confianza viene dada por el hecho de que
ninguno de los partidos refleja los intereses del entrevistado.
“Las elecciones son el momento para que el pueblo opine sobre quien debe
legislar en los años siguientes”.
“Algunos partidos sí tienen en cuenta temas sociales como la discapacidad
para elaborar sus propuestas electorales. Pero estos partidos son muy
minoritarios y no significan nada en los resultados finales”.
“Nunca he visto nada relacionado con las personas con enfermedad metal
en un programa electoral. Los políticos no se dirigen a nosotros”.
Los entrevistados han destacado otros mecanismos de participación al margen de
las elecciones, como las asociaciones y los sindicatos. Otros mecanismos de
canalización de las demandas citados por los entrevistados han sido actos públicos
como manifestaciones, en las que alguno de ellos ha asegurado haber participado
en algún momento de su vida.
En cualquier caso, y al margen de los mecanismos de participación, se ha puesto de
manifiesto un alto interés por la política y las cuestiones sociales, especialmente en
el ámbito local o barrial.
No se ha advertido una gran participación de las personas con enfermedad mental
entrevistadas en las campañas electorales. Existen dos motivos fundamentales,
relacionados con la baja credibilidad de la que gozan en general las elecciones y
con la actividad de los políticos. Se considera, por una parte, que tanto las
campañas como los mítines están vacíos de contenido y que apenas aportan ideas
interesantes para la solución de los problemas del ciudadano. Por otra parte, se
considera que difícilmente lo que se ofrece a lo largo de la campaña se hará
realidad a lo largo de la legislatura. Por el contrario, uno de los entrevistados ha
manifestado participar con cierta asiduidad en actividades más cercanas, como
asambleas de barrio o actividades en centros cívicos.
“Las campañas son demasiado cargantes para los ciudadanos. Creo que
con siete días es tiempo suficiente para explicar un programa”.
35
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Solamente uno de los entrevistados ha declarado que tiene intención de asistir a
algún mitin a lo largo de la campaña.
“Mi enfermedad me ha impedido, cuando estaba convaleciente, acercarme
a un mitin, pero no ha sufrido ningún tipo de discriminación cuando he
podido asistir a ellos”.
Capacidad legal para votar
Uno de los entrevistados está legalmente incapacitado para votar, por una
resolución judicial reciente, y ha iniciado los trámites para intentar que se revoque
su incapacitación y recuperar su derecho al sufragio activo.
Entre los que no están incapacitados para votar, se considera que es razonable que
se incapacite a personas que no están en condiciones de ejercer su voto en plenas
facultades. La persona incapacitada para votar no está de acuerdo con esta
consideración.
“Las personas con discapacidad deben tener el mismo derecho a participar
en las elecciones como cualquier otro. Aunque tengamos problemas
mentales, no estamos locos, y tenemos una opinión, igual que otras
personas.
Ejercicio del voto
Solo una de las tres personas con enfermedad mental entrevistadas piensa ejercer
su derecho al voto en las elecciones de 2003. El motivo por el que va a hacerlo es
porque lo considera un derecho y un deber. Cree que solamente votando tendría
legitimidad para opinar acerca del trabajo de los políticos a lo largo de la
legislatura.
“Votaré porque lo considero un derecho y un deber. Si no votase, no podría
después opinar sobre lo que hacen los políticos”.
Las otras dos personas entrevistadas no van a ejercer su derecho al voto, aunque
por motivos muy diferentes. En un caso se debe, como ya se ha señalado, a una
situación legal de incapacidad. Aun así, la persona entrevistada ha asegurado que
en las anteriores elecciones ha votado siempre. El motivo que le ha llevado a votar
es que considera un derecho de los ciudadanos participar en la democracia.
“Voto porque me considero española, porque quiero ejercer ese derecho y
porque quiero dar mi opinión sobre quien gobierna y participar en la
democracia”.
En el otro caso, el motivo por el que no piensa votar es puramente ideológico. Sus
convicciones políticas no se identifican con las de ninguno de los partidos que
concurren, y por ello no va a participar en el proceso electoral.
Ninguna de las personas con enfermedad mental entrevistadas ha tenido que
ejercer el derecho al voto por correo. No obstante, aseguran conocer el proceso y
creen que no tendrían dificultad para llevarlo a cabo de forma normalizada si fuera
necesario.
36
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Accesibilidad de la información electoral
En todos los casos los entrevistados han asegurado recibir información electoral y
creen que lo mismo sucede con las personas de su grupo. Sin embargo, ninguno de
ellos asegura considerar los programas electorales como la herramienta decisiva a
la hora de decidir su comportamiento en las elecciones.
Ninguno de ellos manifiesta tampoco modificar su comportamiento a lo largo de las
elecciones en cuanto a la búsqueda de información de los partidos. Aseguran
obtener información sobre las elecciones de los medios de comunicación, que
también utilizan para informarse de otros temas de actualidad. Por otra parte,
algunos entrevistados han reconocido dialogar con familiares, amigos y personas de
su entorno acerca de este tema.
En cualquier caso, hay que señalar que los entrevistados no consideran que existan
dificultades en el acceso a la información electoral por motivos de discapacidad en
el caso de las personas con enfermedad mental.
“Las personas con discapacidad sí reciben información electoral, incluso por
exceso. Incluyendo los programas electorales. Aunque no es ese mi caso,
creo que la gente lee los programas y los utiliza para decidir su voto”.
Finalmente, es importante llamar la atención acerca de uno de los aspectos sobre el
que algunos de los entrevistados han señalado que es fundamental para decidir su
voto: la acción desarrollada por los partidos a lo largo de la legislatura. Más que las
promesas electorales, valoran los resultados de esa acción y, en concreto, la
atención que los diferentes grupos políticos han prestado a los temas que más
directamente afectan a los intereses personales de los entrevistados.
También es muy interesante constatar como el ámbito territorial influye a la hora
de decidir el voto. Si se trata de unas elecciones locales, los entrevistados aseguran
decidir su voto en función de sus demandas concretas. En este caso, sí parece
importar la variable discapacidad en tanto que sus demandas como miembro de
este grupo se hayan satisfecho. No ocurre lo mismo si se trata de unas elecciones
generales en las que importan más los grandes temas de la política nacional, no tan
relacionados con aspectos referentes a las personas con enfermedad mental.
“En las generales voto a quien mejor lo haya hecho; en las elecciones
locales, a quien más favores me ha hecho a mí”.
Accesibilidad de los colegios electorales
Ninguno de los entrevistados ha manifestado tener dificultad alguna para acceder el
colegio electoral y ejercer su derecho al voto. Por ello, ninguno de ellos ha
manifestado necesitar apoyo.
“Siempre he sido capaz de encontrar el colegio electoral y de ejercer mi
derecho al voto. La mayoría de las personas con enfermedad mental no
tienen problemas, salvo que se encuentren en una situación de crisis. Estas
personas necesitarían un apoyo para encontrar su papeleta y ejercer su
derecho al voto. Pero en general la gente de mi asociación no tiene
problemas para votar”.
37
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Solamente uno de ellos manifiesta acudir acompañado de un familiar. Sin embargo,
esta circunstancia se da solamente como producto de la casualidad y no por la
necesidad de un apoyo externo por el hecho de tener una discapacidad.
38
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Conclusiones
!
Alrededor del diez por ciento del censo electoral (unos tres millones
cuatrocientas mil personas) tienen discapacidades de diverso tipo. La
composición demográfica del electorado con discapacidad se caracteriza por
el predominio de personas de edad elevada (seis de cada diez tienen más de
65 años) y por la alta proporción global de mujeres (el 58,7 por ciento).
!
Entre las personas con discapacidad existe una percepción generalizada de
que ni el discurso de los partidos ni los programas electorales reflejan de
forma adecuada sus necesidades, y que no se canalizan adecuadamente los
intereses de las personas con discapacidad a través de las elecciones. En
correspondencia con esa percepción, se detecta una creencia, bastante
arraigada, de que las personas con discapacidad participan en los procesos
electorales menos que la población general. Sin embargo, la mayoría de las
personas con discapacidad consultadas en este estudio han votado en las
anteriores elecciones y piensa hacerlo en las próximas.
!
Por lo general, las personas con discapacidad tienen un interés y una
participación mayor en las elecciones más cercanas (especialmente en las
municipales), en las que hay mayor interacción con los candidatos y donde
se siente que la permeabilidad de éstos a los problemas del sector es mayor.
!
La presencia de personas con discapacidad en las candidaturas constituye un
precedente normalizador y un estímulo para la autosuperación. Las personas
con discapacidad valoran esta presencia, aunque creen que lo que realmente
importa no es el que el candidato tenga o no una discapacidad, sino su valía
personal y su honradez.
!
El derecho de sufragio activo (a elegir) y pasivo (a ser elegido) puede ser
legalmente restringido en caso de que se den determinadas condiciones
fundamentadas en criterios objetivos y razonables. De acuerdo con la Ley
Electoral General, las personas con discapacidad, al igual que el resto de los
ciudadanos, pueden ser incapacitadas legalmente para el voto si son
declaradas incapaces en virtud de sentencia judicial firme, siempre que
dicha resolución así lo declare expresamente. También pueden serlo los
internados en un hospital psiquiátrico con autorización judicial, durante el
período que dure su internamiento, si la autorización declara expresamente
la incapacidad para el ejercicio del derecho de sufragio. Los resultados de
esta investigación muestran que la privación del derecho activo de sufragio
es un tema significativo y una potencial fuente de discriminación en el caso
de las personas con enfermedad mental.
!
No parece haber un uso muy generalizado del voto por correo entre las
personas con discapacidad. Existe la percepción de que la emisión del voto
por correo puede ser un trámite más complejo y difícil que ir a votar
personalmente al Colegio Electoral el día de las elecciones. También se ha
detectado cierto desconocimiento entre las personas con discapacidad de la
mecánica del voto por correo.
!
A pesar de que la regulación electoral establece de forma declarativa que los
lugares en los que se realice la votación habrán de ser accesibles a las
39
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
personas con limitaciones de movilidad, lo cierto es que la falta de
accesibilidad de los colegios electorales y las dificultades para llegar hasta
ellos (debida a las deficientes condiciones de accesibilidad de los medios de
transporte, escasez de aparcamientos adaptados, etc.) son factores que
condicionan la participación de las personas con discapacidad en los
procesos electorales.
!
Un factor que influye de forma significativa en las posibilidades de
participación de personas con discapacidad en los procesos electorales en
condiciones de igualdad con el resto de los ciudadanos son las limitaciones
que determinados segmentos (sobre todo las personas con discapacidad
auditiva o visual y las personas con retraso mental) tienen para el acceso a
la información sobre la oferta electoral. Los formatos y canales a través de
los que se difunde esta información, y el propio contenido de los mensajes,
no suelen tener en cuenta las características y necesidades de estas
personas, y el resultado es que, para muchas de ellas, es difícil conocer
cuáles son los temas en torno a los cuales se plantea el debate electoral,
cuáles son las propuestas de los diferentes partidos que concurren, o
incluso, cuál es el contenido del proceso electoral en si mismo. En este
aspecto, también es significativa la falta de condiciones de accesibilidad de
la propaganda institucional de información y estímulo del ejercicio del
derecho al voto que realizan las distintas Administraciones. Todo ello
compromete de forma grave el derecho que tienen las personas con
discapacidad a ejercer de una forma libre e informada su derecho de
sufragio.
!
Determinados grupos de personas con discapacidad, entre los que se
encuentran las personas ciegas y las personas con graves dificultades de
movilidad en miembros superiores, no pueden ejercer por sí mismos, con las
adecuadas garantías de privacidad, el derecho al secreto del voto
garantizado por la Ley.
40
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Anexos
41
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Anexo 1. Diseño de la Entrevista
Apertura: aspectos introductorios y generales
-
Me gustaría conocer su opinión acerca de las elecciones en general.
-
En concreto, me gustaría saber su opinión acerca de la forma en la que las
personas con discapacidad participan en estos procesos. ¿Cree usted que su
colectivo participa de la misma forma que el resto de la población? ¿Y usted?
-
¿Hasta qué punto cree que los intereses de las personas con discapacidad se
canalizan a través de las elecciones? ¿Se reflejan los intereses de su colectivo
en los programas electorales? ¿Hay personas con discapacidad en las
candidaturas? ¿Considera que hay otros canales más efectivos para influir en la
conformación de políticas destinadas a canalizar los intereses de su colectivo?
¿Cuáles?
Módulo 1. Situación legal del ejercicio del sufragio en casos de incapacidad
legal
-
Actualmente, ¿Tiene usted capacidad legal para votar?
-
¿Hay en su colectivo personas incapacitadas legalmente para ejercer el
sufragio?
Módulo 2. Participación en campañas electorales.
-
Antes de las elecciones, se da un proceso de la misma o mayor importancia en
la que los partidos tratan de obtener el mayor apoyo posible de los ciudadanos:
la campaña electoral. Me gustaría saber hasta qué punto participan las
personas de su colectivo en estas campañas. (Pegada de carteles, asistencia a
mítines, cenas de apoyo al candidato...) ¿Y usted?
Módulo 3. Ejercicio del voto.
-
¿Cree que la mayoría de las personas de su colectivo ejercen su derecho al
voto?
-
¿Vota usted?
-
¿Desde cuándo lo hace?
-
Podría decirme ¿Cuál es el motivo fundamental por el que usted vota?
-
¿Qué información utiliza para votar?
-
¿Utiliza algún tipo de apoyo o asesoramiento para ello?
Módulo 4. Ejercicio del voto por correo.
-
¿Alguna vez ha tenido usted que votar por correo?
42
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
-
¿Ha encontrado alguna clase de obstáculos a la hora de seguir el procedimiento
requerido para ello?
Módulo 5. Accesibilidad de la información electoral de los partidos.
-
¿Cree usted que las personas de su colectivo reciben los programas
electorales? ¿Considera que utilizan los programas electorales como
herramienta para ejercer su derecho al voto de manera informada?
-
¿Tienen los miembros de su colectivo dificultades para acceder a la información
de los programas electorales? ¿Cuáles son esas dificultades? (Relevante en el
caso de personas con discapacidad sensorial, que necesiten formatos
especiales para acceder a la información, como braille, subtitulado, etc.)
-
¿Y a usted? ¿Le llegan los programas electorales?
-
¿Se interesa por leerlos?
-
¿Los utiliza como herramienta útil a la hora de decidirse por el voto?
Módulo 6. Accesibilidad de los colegios electorales.
-
¿Hasta qué punto las personas de su colectivo tienen accesibilidad completa a
los colegios electorales? ¿Qué clase de barreras cree usted que encuentran?
-
¿Le acompaña a usted alguien a votar? ¿Lo necesita? Si es así, ¿Por qué?
¿Qué problemas encuentra usted por los que necesite contar con ayuda para
votar?
-
¿Ha encontrado alguna vez dificultades a la hora de encontrar transporte que
le lleve al colegio electoral, aparcamiento u otros problemas de acceso al
colegio?
-
¿Le resulta fácil encontrar la mesa en la que debe usted votar? ¿Ha tenido en
alguna ocasión dificultades para acceder a la mesa en la que ha de depositar
su voto (escaleras, pasillos o puertas estrechos...)?
-
Por favor, dígame si alguna vez ha tenido dificultades a la hora de seleccionar
su papeleta preservando el derecho a que su voto sea secreto. (Formular
especialmente en el caso de las personas ciegas). Si alguna vez los encontró
¿Qué clase de problemas encontró? ¿Cómo logró solucionarlos?
Cierre
-
¿Hay alguna otra cosa que quisiera decir acerca de la participación de las
personas con discapacidad en las elecciones y del ejercicio del derecho al
sufragio como votantes o como candidatos?
43
Las personas con discapacidad y el ejercicio del derecho de sufragio
Anexo 2. Guión de temas para el grupo de
discusión
−
Aspectos introductorios y generales
−
Situación legal del ejercicio del sufragio en casos de incapacidad legal
−
Participación en campañas electorales.
−
Ejercicio del voto.
−
Ejercicio del voto por correo.
−
Accesibilidad de la información electoral de los partidos.
−
Accesibilidad de los colegios electorales.
−
Cierre
44
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