Envasado activo: actual marco reglamentario europeo

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Envasado activo: actual marco
reglamentario europeo
El envasado activo se basa en la interacción deliberada del
envase con el alimento o su entorno para la mejora de su
calidad y seguridad. La mejora puede ser reflejada en el
retardo de oxidaciones, inhibición microbiana, migraciones de
humedad, control de maduraciones, etc. Hasta el 2004 Europa
carecía de legislación para este tipo de envasado por lo que
su penetración en el mercado estaba restringida. La
publicación en el 2004 de la regulación 1935/2004/EC y en
concreto el nuevo Reglamento Europeo Nº 450/2009 sobre envases
activos, establece un marco legal que clarificará y afianzará
el uso de estos sistemas en futuras aplicaciones comerciales.
Idoia Olabarrieta · Área de Nuevas Tecnologías (AZTI-Tecnalia)
Las últimas tendencias de consumo se orientan a la demanda
de productos cada vez mas naturales, sin aditivos artificiales
(conservantes, estabilizantes, etc.) y con trasformaciones
mínimas, lo que impide aplicar cualquier tratamiento severo de
conservación. Esto hace que los sistemas de envasado y las
condiciones de almacenamiento sean cada vez factores más
determinantes y claves en la optimización de la conservación
de alimentos mínimamente procesados.
El envasado activo es una tecnología surgida hace unas décadas
la cual pretende que el envase desempeñe otra función además
de la de constituir una simple barrera física entre el
producto y su entorno. El objetivo es aprovechar las posibles
interacciones entre el envase y el alimento en beneficio de la
mejora de su calidad, aceptabilidad y conveniencia.
Existen diferentes tecnologías de envasado activo, las cuales
se pueden clasificar en función de diferentes parámetros. Una
clasificación habitual, dependiendo de la función que
realizan, es la de: absorbedores, los cuales eliminan
sustancias (oxígeno, humedad, exudados, etileno, olores, etc.)
del producto o su entorno; emisores o liberadores, que liberan
sustancias de interés (dióxido de carbono, aromas, etc.) al
producto
o
a
su
entorno;
sistemas
antimicrobianos/antioxidantes, sistemas con efecto térmico
(sistemas de auto-calentamiento, auto-enfriamiento y
susceptores de microondas) y otros sistemas.
Debido a que el concepto de envasado activo conlleva una
deliberada interacción del envase con el alimento, esta
tecnología presenta nuevos retos para la evaluación de
seguridad en comparación con el envasado tradicional, en el
cual el objetivo de seguridad es ser lo mas inerte posible
(migración mínima). La falta de una regulación clara en Europa
sobre este tipo de envasado, ha restringido su aplicación. El
envasado activo/inteligente se introdujo en Japón en la década
de los 70 y solo en los 90 llamó la atención en la industria
europea y USA. La regulación más adecuada y flexible de
estados como Japón, USA y Australia ha permitido, en estos
países, en los últimos años, avances más innovadores en este
sector.
La Unión Europea publicó en el 2004 la Regulación 1935/2004
ofreciendo por primera vez, la oportunidad del uso de este
tipo de envasado en Europa. Esta Regulación establece
provisiones generales y establece un marco para el proceso de
evaluación de la seguridad por parte de la European Food
Safety Agency (EFSA). La publicación en el 2009 de la nueva
Regulación 450/2009, se puede considerar como la medida que
establece reglas específicas para el uso seguro de materiales
activos e inteligentes y en arreglo a la 1935/2004. Estas
regulaciones presentan un avance para el asentamiento de este
tipo de envasado en Europa.
Legislación Europea
Inicialmente la legislación sobre contacto con alimentos se
regulaba y aplicaba individualmente en cada país europeo de
manera diferente. Con la formación de la Unión Europea, los
estados miembros decidieron armonizar la legislación con el
fin de crear un mercado único y superar las complicaciones y
barreras al comercio.
Se pueden distinguir diferentes tipos de regulaciones:
Directivas, las cuales deben ser implementadas a la
legislación nacional previamente para entrar en vigor.
Reglamentos, las cuales entran en vigor inmediatamente y
puede no tener que ser implementadas a nivel nacional.
Legislación nacional: los diferentes países pueden tener
establecido requerimientos adicionales.
La legislación europea para materiales en contacto con
alimentos ha protegido desde entonces la salud de los
consumidores asegurando que ningún material en contacto migre
al alimento y produzca cambios en él. La regulación 1935/2004
revoca esta legislación con el fin de posibilitar al envasado
de los beneficios tecnológicos. Es en esta regulación donde se
define por primera vez envasado activo como: “materiales y
objetos destinados a ampliar el tiempo de conservación, o a
mantener o mejorar el estado de los alimentos envasados, y que
están diseñados para incorporar deliberadamente componentes
que transmitan sustancias a los alimentos envasados o al
entorno de éstos o que absorban sustancias de los alimentos
envasados o del entorno de éstos”. Además, dicha regulación
definía su función y características y recogía las
consideraciones generales sobre materiales en contacto con
alimentos.
En mayo del 2009 se publicó el Reglamento (CE) 450/2009 de la
Comisión Europea sobre “materiales y objetos activos e
inteligentes destinados a entrar en contacto con alimentos” la
cual se debe aplicar acorde a los requerimientos generales
definidos en la regulación del 2004. La nueva regulación
establece requisitos específicos para el uso seguro de las
sustancias responsables de la función activa y/o inteligente
del material.
En este sentido, el
Reglamento (CE) 450/2009 confirma el
papel determinante de la EFSA, la cual será la que apruebe o
no el uso de las sustancias utilizadas en el envasado activo
tras evaluar su seguridad. Indica que las partes no activas
del material seguirán teniendo que cumplir las normas Europeas
y nacionales específicas de cada material (por ejemplo la de
plásticos 2002/72/CE, celulosa regenerada 93/10/CEE, etc.) tal
y como lo contemplaba el reglamento Nº 1935/2004. Además, en
su Artículo 5, presenta la lista comunitaria de sustancias que
pueden utilizarse en componentes activos e inteligentes
especificando lo siguiente:
•
Las sustancias/componentes activas deberán estar a partir
de ahora en una lista positiva de sustancias. En este sentido,
la EFSA publicó en julio del 2009 una guía de como realizar la
solicitud de admisión de sustancias activas en la lista
comunitaria. El plazo para la presentación de propuestas para
el registro de nuevas sustancias termina al cabo de 18 meses
de la publicación de dicha guía, según lo establecido en el
Artículo 8 del reglamento Nº 450/2009. En la solicitud se
deben presentar todos los datos y análisis realizados a los
compuestos activos, como datos de migración de la sustancia
activa
o
de
sus
productos
de
degradación/reacción/descomposición, así como sus propiedades
toxicológicas, para la comprobación de la seguridad del uso de
estos compuestos en el envase. Este dossier permitirá a la
EFSA contar con toda la información necesaria para evaluar y
comprobar la seguridad de su uso y permitir su
comercialización.
No obstante, según cita el reglamento nº 450/2009, las
siguientes sustancias podrán utilizarse sin estar incluidas en
la lista comunitaria siempre que cumplan lo siguiente:
•
Las sustancias activas liberadas al alimento o las
incorporadas en los materiales mediante técnicas tales como la
implantación o la inmovilización para tener un efecto
tecnológico en el alimento,
deberán utilizarse cumpliendo
plenamente las disposiciones comunitarias y nacionales
pertinentes aplicables a los alimentos y cumplir las
disposiciones del reglamento Nº 1935/2004.
•
También se autorizan las sustancias utilizadas en
componentes que no se encuentran en contacto directo con los
alimentos y se encuentran separadas del alimento mediante una
barrera funcional y que no sean clasificadas como “mutágenas”,
“carcinógenas” o “tóxicas para la reproducción” o que no sean
sustancias diseñadas intencionadamente con tamaño de partícula
que presenten propiedades funcionales físico y químicas muy
diferentes de las de las sustancias de tamaño mayor. Siempre
que la migración al alimento no exceda de 0,01 mg/kg
(expresado como concentración en alimento).
Para todos estos casos, el fabricante siempre tendrá que
verificar la estabilidad de los componentes bajo las
condiciones previstas de fabricación y procesado del envase y
tendrá que presentar un dossier con la evaluación de la
seguridad si existe la probabilidad de que ocurran reacciones
químicas y la degradación o descomposición de estas
sustancias. En algunos casos, la EFSA podrá proponer
restricciones relativas la utilización de un grupo de
sustancias, especialmente cuando la función activa o
inteligente implique interaccione entre diferentes sustancias.
En definitiva, el aumento de la demanda de productos frescos
mínimamente procesados, de conveniencia y de larga vida útil,
presagia un futuro prometedor para los envases activos. El
procedimiento de aprobación de nuevos sistemas de envasado
activo, en Europa, sigue suponiendo un gran esfuerzo económico
y de tiempo, pero se va clarificando y rellenando el vacío
legal que hasta este momento presentaban este tipo de sistemas
activos. Por esta razón, cabe esperar que vaya aumentando la
apuesta por parte de la industria alimentaria respecto a su
utilización e implantación en el mercado.
European legislation in Food Safety
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