ESCUELAS IDEOLOGICAS MATERIALISMO HISTORICO CURSO MEDIO - Cuadernillo N° 3: Las Clases Sociales [email protected] | www.mro.nuevaradio.org | [email protected] Escuelas ideológicas MATERIALISMO HISTORICO∗ CUADERNILLO 3 – LAS CLASES SOCIALES El concepto de clase social no pudo ser abordado por Marx en “El Capital”, pues se murió antes de haberlo profundizado. Varios autores marxistas intentaron, a partir de citas sueltas, armar el concepto de clases de Marx, pero utilizaron un camino por fuera del propio marxismo, un camino dogmático y mecanicista. Lenin utilizó un camino dialéctico, de estudio de la propia realidad, un análisis concreto de la situación concreta de Rusia y aportó para el análisis de clases. La definición marxista de clase social sería: “Las clases sociales son grupos sociales antagónicos, en que uno se apropia del trabajo del otro a causa del lugar diferente que ocupan en la estructura económica de un modo de producción determinado, lugar que está determinado fundamentalmente por la forma específica en que se relaciona con los medios de producción.” De acuerdo al lugar que ocupan los hombres con respecto a la tenencia y/o posesión efectiva de los medios de producción se es propietario efectivo o simplemente propietario y la posesión efectiva lo poseen otros. Propiedad efectiva es cuando el capitalista es dueño de la fábrica y sus máquinas. La única opción que le queda al asalariado es vender “voluntariamente” su fuerza de trabajo. Propiedad no efectiva es cuando un latifundista es dueño de la tierra y otros la trabajan con instrumento de trabajo propios y pagan renta en dinero o productos. Cuando se da este caso, la explotación del terrateniente para asegurarse la renta o ganancia dependerá de factores extraeconómicos (jurídicos, coerción del estado, etc.). En el modo de producción servil no coincidía la propiedad jurídica con la posesión efectiva y para regimentar a los siervos, los terratenientes debían apelar a la fuerza, a la religión, a la tradición, etc. En el modo de transición del capitalismo al socialismo, los medios de producción están en manos del proletariado en sentido genérico, pero el funcionamiento del aparato productivo queda en manos de ex capitalistas que pasaron a ser administradores, técnicos y nuevos técnicos con mentalidad anterior, por lo que se requiere factores extraeconómicos como la dictadura del proletariado. Para evitar confusiones es preciso aclarar que cuando Marx en “Contribución a la crítica de la economía política” y en algunos capítulos de “El Capital” determina tres clases (capitalistas, terratenientes y obreros), lo hace como integrantes de una formación social determinada (inglesa) y no como modo de producción capitalista. Los terratenientes – dice Marx- son un aborto parasitario y Lenin en “ La cuestión agraria y los “críticos de Marx” dice: “desde un punto de vista lógico podemos concebir plenamente una organización de la agricultura puramente capitalista sin terratenientes, sin propiedad privada territorial”. La burguesía puede apropiarse de la tierra en común y declararla estatal, pero su temor a todo ataque a la propiedad le hace aceptar el parasitismo terrateniente, en definitiva las propias multinacionales capitalistas se han convertido en propietarias de grandes extensiones de tierras en todo el mundo. “ En “Historia crítica de la teoría de la plusvalía” Marx establece: “... el capitalista y el obrero asalariado son los únicos agentes y factores de producción cuyas relaciones y cuyos antagonismos emanan de la esencia misma del régimen de producción capitalista”. 1) Surgimiento y esencia de las clases Los problemas del mundo contemporáneo, inmerso en multitud de fenómenos sociales, que en apariencia no guardan relación entre sí (guerras, crisis económicas, revoluciones sociales, intercambio desigual entre países capitalistas desarrollados y los pueblos del Tercer Mundo, deuda externa de los países subdesarrollados – verdadera forma moderna de esclavitud – desequilibrio ecológico, revolución científico-técnica, analfabetismo, insalubridad, etc.) deben analizarse – para guiarse acertadamente – con un enfoque clasista. El enfoque clasista es un principio de análisis fundamental, pues de una sociedad dividida en clases se deriva todo el sistema de relaciones sociales. Permite analizar científicamente la historia de los pueblos y la red compleja de contradicciones en una sociedad. Lenin estableció que los conceptos sistema social y formación social no son suficientemente concretos, sin los conceptos de clases y sociedad de clases. El enfoque clasista también permite conocer los verdaderos y objetivos de los individuos y los grupos y determinar el lugar de cada clase en la vida social, de ahí que Lenin expresara “Los hombres han sido siempre en política víctimas necias del engaño de los demás y del engaño propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a discernir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase...” El análisis clasista de la sociedad es la clave para elaborar la estrategia y la táctica de la lucha del proletariado y sus aliados contra el capitalismo, e instrumento indispensable de los partidos revolucionarios. La teoría de las clases es la base de la concepción marxista acerca de la diferenciación social. Las diferencias de sexo, religión, raza, edad, etc; no generan desigualdad si no están relacionadas por un modo de producción donde exista la explotación. En los regímenes anteriores al capitalismo se buscó la explicación de la diferenciación social mediante la naturaleza o la voluntad de los dioses. Con el capitalismo, se instaura la igualdad de todos los hombres ante la ley y sin embargo queda bien patente la división de la sociedad en clases y donde se agudizan la diferenciación y la desigualdad. Los economistas ingleses Smith y Ricardo al estudiar al capitalismo consideran que hay tres clases: los burgueses que reciben las ganancias, los terratenientes que reciben la renta y los obreros que reciben el salario. Hicieron un aporte basados en el estudio de la distribución, sin llegar a comprender que la distribución está sometida a la producción, por eso no llegaron a la verdadera esencia de las clases, con sus contradicciones antagónicas y legitimaron las diferencias sociales. Los historiadores franceses de la época de la restauración monárquica después de la caída de Napoleón, al estudiar la Revolución Francesa consideraban que el desarrollo de la revolución burguesa estaba signado por la lucha de clases en torno a la propiedad de la tierra, para las formas anteriores al capitalismo y no lo asimilaban a la lucha del proletariado con la burguesía. Marx y Engels sometieron a crítica estos descubrimientos y a partir de ellos descubrieron la verdadera esencia de las clases y sus causas. Marx en su carta a Weydemeyer el 5 de marzo de 1852 le resume sus aportes: “...y ahora, en lo que a mi respecta, no ostento el título de descubridor de la existencia de las clases en la sociedad moderna, ni tampoco de la lucha entre ellas. Mucho antes que yo, historiadores burgueses habían descrito el desarrollo histórico de esta lucha de clases, y los economistas burgueses la anatomía económica de las clases. Lo que yo he aportado de nuevo ha sido demostrar: 1) que la existencia de clases va solo unida a determinadas fases históricas de desarrollo de la producción: 2) que la lucha de clases conduce, necesariamente, a la dictadura del proletariado; 3) que esa misma dictadura no es de por sí más que el tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad sin clases...” La división de la sociedad en clases es resultado de causas económicas. Su origen está en el aumento de la productividad del trabajo y de la producción, que crean un excedente; en la división del trabajo, que presupone el aislamiento de los productores y el intercambio entre ellos; en la aparición de la propiedad privada, que sustituye la propiedad comunal y origina grupos sociales, que ocupan un lugar diferente en la producción social, la desigualdad social y la escisión de la sociedad en ricos y pobres, en explotados y explotadores, en poseedores y desposeídos. Según Engels, en su obra Anti-Düring: “...Dondequiera que surge la propiedad privada, brota como consecuencia de los cambios experimentados por las relaciones de producción y de intercambio, en interés del fomento de la producción y de la intensificación del tráfico, y responde por tanto a causas económicas...” Resumiendo: 1) Sin un crecimiento de la productividad del trabajo que permita obtener plusproducto y hacer ventajosa la explotación de otros hombres es imposible la aparición de las clases. 2) Que en el sentido social la división del trabajo trajo consigo la aparición de la propiedad privada, causa directa de la división de la sociedad en clases y de las desigualdades sociales. 3) La necesidad de la división de la sociedad en clases tuvo su base en que la producción había alcanzado un complejo desarrollo. La descomposición de la comunidad primitiva se basó en la capacidad del hombre de producir más que lo consumía, de ahí la esclavitud como instrumento de desarrollo de la producción. En la actualidad el imperialismo explota, para beneficio del gran capital, y utilizando la deuda externa, a los países subdesarrollados en su conjunto. Por medio de la guerra somete también a pueblos enteros y los convierte en esclavos del gran capital bajo la forma de neocolonias, estados libres asociados, etc. con ropaje democrático o sin él. Y algo más brutal: los países sojuzgados se ven obligados a financiar la carrera armamentista del imperialismo por lo que son doblemente explotados y sometidos, por la vía económica y por lo militar. La sustitución de una formación económica por otra, o sea el tránsito del esclavismo a la feudal y de esta a la capitalista implica no solamente la transformación de las clases existentes, sino la desaparición de algunas clases vieja y el surgimiento de nuevas. El concepto de reproducción del modo de producción capitalista integra la definición de clases sociales. Marx dice: “el proceso capitalista de producción, pues, reproduce por su propio desenvolvimiento la escisión entre fuerza de trabajo y condiciones de trabajo. Reproduce y perpetua, con ello, las condiciones de explotación del obrero. Lo obliga, de manera constante, a vender su fuerza de trabajo para vivir y constantemente pone al capitalista en condiciones de comprarla para enriquecerse. El proceso capitalista de producción, considerado en su interdependencia o como proceso de reproducción pues, no solo produce mercancías, no solo produce plusvalor, sino que produce y reproduce la relación capitalista misma: por un lado el capitalista y por otro el asalariado.” 2 – Definición leninista de clases sociales A partir de Marx y Engels que definieron el contenido teórico de las clases y la lucha de clases, Lenin desarrolló la teoría de las clases. En su obra “Una gran iniciativa”: Los cuatro rasgos leninistas de la definición de clase son: “... las clases son grandes grupos de hombres que se diferencian entre sí por el lugar que ocupan en un sistema de producción social históricamente determinado, por las relaciones que se encuentran con respecto a los medios de producción (relaciones que las leyes refrendan y formulan en gran parte), por el papel que desempeñan en la organización social del trabajo y, consiguientemente, por el modo y la proporción en que perciben la parte de la riqueza social de que disponen. Las clases son grupos humanos, uno de los cuales puede apropiarse del trabajo de otro por ocupar puestos diferentes en un régimen determinado de economía social” a) lugar que ocupan las clases en un sistema de producción históricamente determinado. En el esclavismo, amos y siervos, en el feudalismo, siervos y señores feudales, en el capitalismo obreros y burgueses. Estos grupos sociales se diferencian entre sí si son dominantes o dominados. Las causas de pertenecer a una clase dominante o dominada lo determina el siguiente rasgo: b) por la relación en que se encuentra cada clase con respecto a los medios fundamentales de producción. Es el rasgo más importante. Los explotadores, los dominantes son los dueños de los medios de producción. Los que están privados de esos medios son los dominados, los explotados. El capitalista se apropia del plus trabajo o pluvalía del obrero y vive a expensas de él. La propiedad privada de los medios de producción genera las clases sociales, los antagonismos de clase, la explotación. Todas las demás diferenciaciones de grupos sociales derivan de este rasgo. c) por el papel que desempeñan las clases en la organización del trabajo social. Las clases dominantes dirigen la producción, la economía, se encargan de los asuntos públicos y la gestión estatal y se dedican especialmente al trabajo intelectual. Por eso Marx señalaba: el capitalista no es el tal capitalista por ser director industrial, sino al revés es director industrial por ser capitalista. El alto mando es un atributo de ser capitalista, como en el feudalismo el tener tierras implicaba el mando de la guerra y el poder judicial. Cuando la clase dominante delega en gerentes, estos no son autónomos sino llevan adelante las políticas de la clase dominante. El socialismo implica la organización de la producción sin la clase parasitaria, está efectuada por los trabajadores. d) Por el modo y la proporción en que las clases perciben la parte de la riqueza social de que disponen. En la sociedad de clases antagónicas existen dos medios generales de obtención de la parte de la riqueza social: uno es el trabajo propiamente dicho y el otro es la explotación. En el esclavismo se percibía el producto excedente mediante la violencia. En el feudalismo se percibían los ingresos por la coerción extraeconómica en forma de renta feudal de variado tipo, y en el capitalismo la burguesía mantiene la ganancia de la plusvalía. Esta diferencia entre las clases es importante pero no determinante. Si se limita el análisis solamente al modo y la proporción en que se percibe la parte de la riqueza social, o sea, los ingresos, no podríamos definir acertadamente las clases y distinguirla de una serie de sectores y capa que pueden percibir sus ingresos de fuentes distintas (funcionarios del estado o profesionales). El análisis de los rasgos fundamentales es lo que permite comprender el antagonismo, los intereses de clase y la lucha de clases. Esta división de la sociedad en clases, que tiene su base en lo económico se filtra hacia la vida política y espiritual. La oposición entre burguesía y proletariado, que radica en las relaciones de producción, repercute en toda la vida social, en sus condiciones de existencia, en sus relaciones familiares y en la vida cotidiana. Además de las diferencias de clases, existen otras diferencias sobre el lugar, los bienes que poseen, la cultura, etc. Así existe una diferencia entre la ciudad y el campo, el trabajo manual y el trabajo intelectual. Existen sectores relativamente numerosos de individuos que no forman parte de una clase concreta, el lumpen-proletariado que carecen de una ocupación determinada y han perdido todo vínculo con la clase. Si bien en la sociedad existen muchos sectores sociales, las clases son los grupos más numerosos y poderosos. Sus relaciones y sus luchas ejercen una influencia decisiva en la historia, la vida social, la política y la ideología. 3 – Estructura clasista de la sociedad La estructura de clases es el conjunto de clases, sectores y grupos sociales y sus relaciones. La estructura de clases es el dato objetivo de la realidad, que en forma dinámica muestra la correlación de fuerzas entre ellas y sus contradicciones y conflictos. Es una guía para el estudio de la historia y un medio de orientación en las condiciones de la lucha de clases. Debe ser tenida en cuenta para fijar su política una organización revolucionaria en las diversas luchas concretas. La clase dominante debe para mantener su dominio: a) reproducir las relaciones de explotación (capitalista, proletariado) b) extender esa dominación a otras clases o capas de clase (capitalistas/capas medias, pequeño burguesía) c) impedir toda injerencia o hacer alianzas con la antigua clase dominante (capitalistas/terratenientes). Esta dominación se expresa en: a) nivel económico, por intermedio del mercado y el desarrollo de las fuerzas productivas arruina al artesanado y campesinado y los lleva a las filas del proletariado; b) a nivel político, utilizando el estado para “regular el salario” y comprimirlo para generar plusvalía; c) a nivel ideológico, utilizando la ideología para defender el orden social. Una estructura de clases integra clases fundamentales y no fundamentales: Son clases fundamentales las que resultan de un modo de producción concreto. Esclavismo (esclavo y esclavista) feudalismo (señor feudal y siervo de la gleba) y en el capitalismo (burguesía y obreros). Son los polos de la contradicción fundamental. Son clases no fundamentales las que constituyen vestigios de antiguas clases o gérmenes de clases nuevas. Son clases transitorias, porque ninguna forma socioeconómica es pura. Los campesinos en el capitalismo es una clase transitoria. Las clases están en continuo desarrollo y una no fundamental puede convertirse en fundamental, ejemplo, bajo el feudalismo la burguesía no era clase fundamental pero bajo el capitalismo se transformó en fundamental. Es necesario diferenciar a la clase y a las fracciones de clase, La fracción es el subgrupo en que se descompone una clase. Así la burguesía como clase se descompone en: burguesía industrial, burguesía comercial y burguesía financiera. Esta división nace del proceso de producción y el de circulación de los productos, pues existe una ganancia industrial, una ganancia comercial y un interés del sector financiero. De la misma manera, dentro del marxismo existe una diferenciación del proletariado: los que están directamente vinculados a la producción y los que están directamente vinculados a la realización (no productivo). Hay una corriente marxista que coloca a los trabajadores en sectores no productivos por fuera de la clase obrera, y los incorpora a los sectores medios. Esta concepción de colocar al trabajo productivo como definición de clase, parte el ciclo de reproducción capitalista integrado, no incluye la parte y el todo; el ciclo capitalista integra a las diferentes fracciones de la burguesía (industrial, comercial y financiera) en la burguesía toda y a los diferentes grupos de trabajadores(obreros industriales, trabajadores en comercios y financieras) en una sola clase. La clase trabajadora. Marx, en El Capital dice: “la pregunta ahora es la siguiente ¿cuál es la situación de los asalariados comerciales que ocupa el capitalista comercial, en este caso el comerciante de mercancías? En un aspecto, tal trabajador (obrero) de comercio es un asalariado como cualquier otro. En primer lugar, en la medida en lo que compra trabajo es el capital variable del comerciante, y no el dinero gastado como rédito, por lo cual se lo compra también no para adquirir un servicio privado, sino con el fin de la autovalorización del capital allí adelantado. Segundo, en la medida en que el valor de su fuerza de trabajo y por ende su salario está determinado, como en el caso de todos los restantes asalariados, por los costos de producción y reproducción de su fuerza de trabajo específica y no por el producto de su trabajo. Pero entre él y los obreros ocupados por el capital industrial debe existir la misma diferencia que existe entre el capital industrial y el capital comercial y por consiguiente entre el capitalista industrial y el comerciante. Puesto que el comerciante en cuanto mero agente de la circulación, no produce valor ni plusvalor (...) también es imposible que los trabajadores de comercio a los que ocupa en las mismas funciones puedan crear directamente plusvalor para él” Bajo el capitalismo, junto a la burguesía y los obreros, se desarrolla una clase no fundamental que llega a ser numerosa y que desempeña un papel de importancia en la vida política y social: la pequeño burguesía (campesinos, artesanos, pequeños comerciantes y pequeños propietarios) ocupan una posición intermedia entre la burguesía y el proletariado. Esta clase social intermedia está continuamente presionada por las contradicciones y crisis del capitalismo y derivan hacia las clases fundamentales; campesinos que se arruinan y pasan a las filas del proletariado; pequeños comerciantes que se arruinan pasando a ser propietarios dependientes, semiproletarios y proletarios; muy pocos se enriquecen y pasan a ser capitalistas. Este proceso está regido por la ley marxista de concentración y centralización de la riqueza. Estas clases intermedias no desaparecen sino el propio sistema capitalista las recrea continuamente, como complemento de la gran industria. Lukâcs sobre la pequeña burguesía dice: “Esta cuestión de la conciencia de clase puede manifestarse como forma de la posición de fines y de la acción, según ocurre, por ejemplo, en la pequeña burguesía, la cual, al vivir, por lo menos en parte, en la gran ciudad capitalista, directamente sometida en todas sus manifestaciones vitales a las influencias del capitalismo, no puede ignorar totalmente el hecho de la lucha de clases entre la burguesía y el proletariado. Pero “como clase de transición, en la cual se atenúan recíprocamente los intereses de dos clases”, se sentirá por encima de la contraposición de clases”. Consiguientemente, buscará algún camino, no para superar los dos extremos, el capital y el trabajo asalariado, sino para debilitar esa contraposición y transformarla en armonía” Por eso rehuirá todas las decisiones importantes de la sociedad y se verá obligada a luchar, siempre sin conciencia, por ambas tendencias de la lucha de clases, alternativamente” Un grupo menos numeroso pero no menos importante son los empleados y los intelectuales. Los intelectuales son trabajadores dedicados al trabajo intelectual, no son propietarios de los medios de producción ni creadores de bienes materiales (médicos, ingenieros, maestros, trabajadores de la literatura y el arte, etc.); ocupan un lugar intermedio teniendo funciones ligadas a la necesidades de la producción, de la sociedad y de la clase dominante. De ninguna manera forman una clase, pues están formados por elementos de distintas clases y sirven a distintas clases. La mayoría de los empleados son asalariados en la esfera del trabajo social, no se dedican directamente a la producción, están en establecimientos públicos, aparato administrativo, comercios, etc. El desarrollo científico-técnico y el incremento de la instrucción y la cultura a favor de las necesidades de capital, hace crecer el número de intelectuales y empleados, pero cambia su situación. Su situación de haber sido una capa privilegiada pasa a acercarse a la de la clase obrera. Hay una cúspide de la intelectualidad que se entrelaza con la clase dominante. Dentro de la estructura de clase existe una dinámica, pues las clases no están cerradas, sino que son permeables y hay personas y grupos que se pasan de un sector al otro. Dentro de cada clase existen diferencias. Dentro de la clase capitalista hay que distinguir la mediana burguesía, la burguesía no monopolista y la gran burguesía monopolista, este sector es el enemigo principal del progreso social. Dentro de la clase obrera se distinguen el destacamento de los viejos obreros templados en la lucha de clases, el destacamento de los nuevos obreros que provienen de otras capas y clases y que traen en mayor o menor medida la ideología de estas y la aristocracia obrera, que es un a parte de los obreros sobornada por el gran capital para dividir el movimiento obrero desde dentro y debe su existencia a la superganancia monopolista. La clase obrera en general se hace más culta e instruida, aumenta su influencia política al aumentar el grado de conciencia y organización en sus filas. La revolución científica técnica modifica la composición de la clase obrera, aumenta el porcentaje de los obreros calificados y disminuye la mano de obra no calificada. Hay una diferencia en la estructura de clases del mundo desarrollado y el mundo en desarrollo. En los países en desarrollo el colonialismo primero, el neocolonialismo después, la dominación imperialista, la dependencia y la distorsión económica se reflejan objetivamente en la estructura de clases. Una característica es la debilidad extrema de la burguesía nacional. La productividad está por debajo unos 15 o 20 veces de la de EEUU y el avance científico tecnológico agranda la brecha continuamente. El 9% del Producto Bruto Mundial lo efectúan los países del tercer mundo. Las empresas nacionales tienen un atraso tecnológico y están entrampadas por las multinacionales en las redes productivas, tecnológicas, financieras y comerciales. La característica de estas empresas nacionales es que: a) su participación en la industria nacional es marginal b) su participación en aquella ramas industrial-tecnológicas más complejas es ínfima. c) Su nivel de explotación y procesamiento de los recursos nacionales es muy primario d) La interrelación de sectores y ramas de producción es muy débil e) La industria funciona con materias importadas y no procesa recursos f) Su nivel en la producción de medios de producción – que garantiza la reproducción económica y tecnológica a partir de su propia producción – es muy bajo (esta es la situación más agravante) Estos rasgos de la producción nacional no permiten reproducir los modelos industriales de occidente. Como clase la burguesía nacional es débil e incapaz de liderar como fuerza social un proceso de desarrollo social, como lo hizo la burguesía de EEUU y Europa. El imperialismo en su modelo neocolonial no permite el desarrollo de burguesías fuera del marco de la dependencia. Junto a la burguesía de raíz productiva en el marco nacional existe una burguesía burocrática ligada al estado y al gobierno, donde sus intereses mezquinos se entrelazan con la política imperialista. La clase obrera sufre más que por el capitalismo por un capitalismo subdesarrollado, que no es por herencias de un pasado feudal sino por la dependencia imperialista. En América Latina la clase obrera es la mitad de la población activa, mientras que en los países desarrollados la concentración de obreros de trabajadores es mayor. Esta tendencia sigue desarrollándose. En América Latina la mitad del proletariado está ligado a las tareas agrícolas con capas de semiproletarios y desposeídas del campesinado. Una gran parte de los obreros están ocupados en el área de los servicios, el comercio y la producción artesanal, donde predomina la pequeña industria. “Dentro del campesinado latinoamericano se desarrolla un proceso de diferenciación social profundo, sobre todo en las dos últimas décadas. En la masa total de la población activa rural el campesinado no alcanza ni el 30%; se manifiesta una proletarización de la masa principal de los pequeños propietarios obligados a ampliar sus ingresos trabajando en forma asalariada. El rasgo distintivo de las capas pobres del campesinado es la venta de su fuerza de trabajo. La peculiaridad de la situación agraria en América Latina es que el capitalismo se desarrolla sobre la base del latifundio y la conservación de los rezagos precapitalistas. Las capas medias urbanas, compuestas fundamentalmente por empleados e intelectuales, tienen un incremento relativo sobre todo en estas últimas tres décadas. Los empleados están fundamentalmente en la esfera de los servicios, y en la intelectualidad existe la tendencia a convertirse en su mayoría en trabajadores asalariados, junto a una emigración constante hacia los países desarrollados sobre todo en EEUU, todo lo que representa una fuga del capital nacional. En las filas de las capas medias, al igual que en el estudiantado, se produce un proceso de diferenciación política, y una parte de esas capas lucha activamente contra la opresión y el imperialismo. La mayor parte del estudiantado latinoamericano proviene de un medio de pocos o medianos recursos por lo que se ve obligado a trabajar de forma permanente o la mayor parte de la semana. Esta masa estudiantil se concentra principalmente en los centros industriales más importantes, donde tienen lugar cruentas luchas entre el trabajo y el capital de las cuales ellos no están exentos... Las capas marginales de la ciudad y el lumpen-proletariado están compuestas en su mayor parte por individuos que provienen del campo. Como consecuencia de las casi nulas posibilidades de encontrar ocupación, aproximadamente la mitad de esta masa forma la población de desocupados crónicos o elementos desclasados. Los rezagos feudales y la dependencia extranjera crean un distanciamiento entre el ritmo de urbanización y el de la industrialización, por lo que la población urbana crece más rápidamente que el grado de ocupación no agrícola. En la sicología de esta masa se refleja de forma muy particular el hacinamiento, la miseria y la desocupación a que está sometida, posee por regla general un bajo nivel de conciencia política y de clase, y regularmente, dada su situación, es utilizada por la reacción para la lucha contra las fuerzas revolucionarias. Debemos tener en cuenta que de la misma manera que la clase obrera absorbe más elementos científicos y culturales para integrarse a la producción y depende menos de la incorporación de intelectuales para formar su propia ideología; lo mismo sucede con los sectores marginales donde se incorporan continuamente sectores sociales de trabajadores lanzados a la desocupación y a los asentamientos, trabajadores que llevan conciencia de clase y experiencia en la lucha de clases. En América Latina es particularmente la clase de los grandes terratenientes (Brasil con policías privadas que asesinan los ocupantes de los Sin Tierra), clase parasitaria que en muchos de estos países conserva aún un considerable poder, desempeña un papel no menos importante en la economía y en la política y actúa como una fuerza social en extremo conservadora. El aburguesamiento de este sector se hace utilizando el estado, como instrumento de incentivos, corrupción, créditos que no se pagan, sin que sufran expropiaciones de ninguna naturaleza. En procesos nacionalistas burgueses, castrenses o no, esta clase de terratenientes es afectada profundamente por las reformas agrarias de tipo capitalista. La composición clasista de la sociedad tiene una gran complejidad y dinámica: existen en ella además de las clases fundamentales, las no fundamentales y distintos sectores intermedios; pero sin un cuadro objetivo de ella es imposible un estudio y una generalización que sirva de guía en la lucha de clases. 4 - Interés de clase, conciencia de clase, instinto de clase y situación de clase Debemos distinguir en el interés de clase: los intereses inmediatos, espontáneos y los intereses estratégicos a largo plazo. Los intereses inmediatos espontáneos de clase son las aspiraciones que manifiestan las clases sociales o grupos motivados por problema actuales de subsistencia (aumento de salarios frente al alza de costo de vida). Se buscan soluciones a los efectos y no a las causas. Estas demandas están influenciadas por la clase dominante y no cuestionan el sistema. El proletariado abandonado a sus intereses espontáneos inmediatos no logra ir más allá de una lucha puramente reformista: luchas por mejoras salariales, mayor asignación familiar, más horas de descanso, etc. que no pueden transformarse en la meta final de la lucha de clases del proletariado. Es una clase en si. Lenin en “¿Qué hacer? Plantea: “la historia de todos los países demuestra que la clase obrera, exclusivamente con sus propias fuerzas, solo puede elaborar una conciencia sindical, es decir, la convicción de que es necesario agruparse en sindicatos, luchar contra los patronos, reclamar del gobierno la promulgación de tales o cuales leyes necesarias para los obreros, etc.” Por lo tanto, dice Lenin en ”Tareas urgentes de nuestro movimiento” “... todo lo que sea prosternarse ante la espontaneidad del movimiento obrero... equivale – con absoluta independencia de la voluntad de quien la hace – a fortalecer la influencia de la ideología burguesa sobre los obreros” Los intereses espontáneos inmediatos no pueden ser considerados, en sentido riguroso, como intereses de clase Marx en la Sagrada Familia dice: “no se trata de lo que se plantea ocasionalmente como objetivo este o aquel proletariado, o incluso el proletariado en su totalidad. Su objetivo y su acción histórica están manifiesta e irrevocablemente trazados por su propia situación vital, como por toda la organización de la sociedad burguesa actual.” El interés estratégico del proletariado es la destrucción del sistema de explotación capitalista. Por la influencia de la ideología de la clase dominante; la clase trabajadora debe aprender a conocer esos intereses. La lucha por el socialismo es la fusión del movimiento obrero con la ideología revolucionaria. Intereses espontáneos e intereses estratégicos son dos polos de una misma contradicción que no puede disociarse. Es necesario combatir dos errores: a) considerar como interés de clase las aspiraciones espontáneas inmediatas de una clase. b) Olvidar que es necesario partir de los intereses inmediatos de una clase para conducirla a comprender sus verdaderos intereses de clase. La conciencia de clase está directamente vinculada a interés de clase. La conciencia de clase existe cuando la clase es consciente de sus verdaderos intereses de clase (clase para si). Para saber si la conciencia de clase nace espontáneamente, debemos definir el instinto de clase. El instinto de clase es subjetivo y espontáneo de cada grupo social que tiende a reaccionar de una manera típica, la conciencia de clase es objetiva y racional.. La tarea fundamental del partido del proletariado es introducir la conciencia de clase en el proletariado. La situación de clase está determinada por el lugar que los individuos ocupan en la estructura social, determinado en última instancia por el papel que desempeña en el proceso de producción. No se debe confundir con origen de clase, que es la etapa de formación del individuo, por ejemplo la situación de clase de sus padres ni la de posición de clase, que es la toma de partido por una clase en una coyuntura política determinada. No basta ser de la clase obrera para defender en determinado momento histórico los intereses del proletariado. La aristocracia obrera de los países imperialistas, muchas veces toman partido por la burguesía. “Tomar partido” por una clase implica defender y luchar por los intereses de clase, adoptar “su punto de vista”, “ pasar a integrar sus filas”, “representar sus intereses”. Para que los intelectuales, pequeños burgueses, estudiantes tomen una posición de clase, deben “adoptar una posición de clase”, como sectores sociales intermedios no tienen instinto de clase, su instinto de clase debe ser revolucionario. Para que los obreros tomen una posición de clase basta que su instinto de clase sea educado en la defensa de sus propios intereses. Esta es la razón profunda de la importancia que da el marxismo a la constitución social del partido del proletariado. Mientras mayor sea la cantidad de miembros del partido que tenga una situación de clase proletaria, más fácilmente se evitarán las desviaciones izquierdistas o derechistas que surgen como expresión de la ideología pequeñoburguesa en las filas del proletariado. BIBLIOGRAFÍA Manual de Materialismo Histórico – colectivo – Cuba Fundamentos de conocimientos filosóficos – Afanasiev Los conceptos fundamentales del materialismo histórico – Marta Harnecker Materialismo Histórico - Academia de la URSS Fundamentos de Filosofía – Manual de la URSS Materialismo histórico – Chesnokov Fundamentos de materialismo dialéctico e histórico – Spirkin y Yajot ¿Qué es el materialismo histórico? – Sidorov Principios elementales de Filosofía – Politzer Fundamentos de Filosofía marxista – leninista – Materialismo histórico – Konstantinov y otros “Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo” Lenin “Carta a J. Weydemeyer” Carlos Marx Anti-Dühring- Engels “Una gran iniciativa” Lenin “La enfermedad infantil del “Izquierdismo” en el comunismo” Lenin ∗ Este documento fue elaborado por la Comisión de Escuelas Ideológicas del MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO ORIENTAL (Uruguay). Diagramado y publicado para web por la Comisión de Prensa y Propaganda (marzo 2007). Se autoriza la reproducción de este documento citando la fuente.