Capítulo 2 El SNIES y la producción de indicadores de internacionalización 2.2). Esto obliga a pensar que es necesario definir la obligatoriedad de nuevas variables de información solicitadas por el SNIES e incorporar también variables más dinámicas, por ejemplo, la renovación del registro de los programas académicos, la cual podría importarse desde un sistema como el SACES. Aún con las posibilidades de generación de indicadores arriba indicadas, debe reflexionarse sobre dos aspectos fundamentales que contribuirían a mejorar la calidad de la información del SNIES. El primero de ellos es definir si las variables de información que existen en la actualidad dan cuenta de la complejidad del proceso de internacionalización de las IES. Para ello es necesario contrastar los indicadores reseñados en la Tabla 2.2 con un referente global que permita identificar las entidades o variables que harían falta dentro de la arquitectura actual del sistema. El estudio realizado por MEN y CCYK ofrece un insumo importante para realizar esta tarea. El Anexo 7 de dicho estudio (MEN & CCYK, 2013a) diseñó una matriz en donde se puede apreciar una comparación entre: 1) las funciones sustantivas de las IES; 2) los grupos temáticos de una taxonomía de la internacionalización actualizada por la Universidad de La Sabana; 3) la batería de 489 indicadores sintetizada por el proyecto IMPI a nivel mundial; y 4) los indicadores que tiene la capacidad de producir el SNIES con su arquitectura actual y que en este capítulo han sido presentados en la Tabla 2.2. El segundo aspecto es más político que técnico. Se trata del nivel de consenso al que deben llegar el administrador del sistema (Ministerio de Educación Nacional) y las IES, con el fin de generar un glosario de términos que permita a las IES entender de la misma manera las diferentes variables de información que se solicitan. Este es un trabajo que requiere de la realización de talleres con los actores, y probablemente de la realización de algunos proyectos piloto que verifiquen si los reportes de las variables identificadas presentan realmente consistencia. Si se revisa el contexto en que se desarrollaron experiencias como la del CHE en Alemania, la de NVAO en Países Bajos, o la del mismo IMPI a nivel de la Unión Europea, se encuentra que antes de definir baterías de indicadores sobre el tema de la internacionalización de la educación superior, se realizaron trabajos de armonización o mínimos consensos en el entendimiento de términos, con el objetivo de garantizar la efectividad de la comparación y la generación de reportes19. 19Vale la pena anotar que en una experiencia tan compleja como la del Proyecto IMPI, la cual involucraba actores de los diferentes países de la Unión Europea, la armonización de términos sigue siendo un desafío. Al revisar el glosario generado por el proyecto (IMPI, 2011), se encuentra por ejemplo que un término tan importante para la definición de la movilidad internacional: estudiante internacional (international student), no logra ser definido de una manera unívoca, y se deja su interpretación al criterio de las instituciones que realicen ejercicios de comparación específicos. A pesar de ello, este es un término que aparece de manera constante en los cerca de 500 indicadores identificados por el Proyecto IMPI. Este es un aspecto que cobra una dimensión diferente cuando se extrapola a un sistema como el SNIES. Al tratarse de un sistema de información oficial, a nivel de país, y no de un ejercicio de comparación abierta entre instituciones, la armonización de términos o la construcción de mínimos consensos es un factor fundamental para su desarrollo. 63