International IDEA: Serie Directrices ___________ Directrices para determinar la participación en misiones internacionales de observación electoral ___________ International Institute for Democracy and Electoral Assistance, Stockholm, Sweden, 2002. Copyright © International Institute for Democracy and Electoral Assistance. INDICE Visión de conjunto ........................................................................................................................7 PRIMERA PARTE - Importancia e implicaciones de la participación en Actividades de observación electoral ......................................9 Definición y naturaleza de observación electoral ..........................................9 Tipos de misiones de observación electoral internacional......................10 Importancia de las directrices sobre la participación en misiones de observación electoral ........................................................................11 SEGUNDA PARTE - Directrices para determinar la participación en la observación electoral ..................................................................14 Introducción ............................................................................................................................14 A. Acuerdo básico con el país anfitrión ......................................................................14 Entrega de una invitación oficial ..........................................................................14 Apoyo general a la observación por parte de los principales partidos y grupos políticos ......................................................................................15 Precondición de que los observadores puedan retirarse en determinadas circunstancias ....................................................................................16 © International Institute for Democracy and Electoral Assistance (International IDEA). 2002 Todos los derechos reservados. No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros medios sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright. La autorización para reproducir o traducir total o parcialmente esta publicación deberá dirigirse a: Publications Office, International IDEA, SE- 103 34 Stockholm, Sweden International IDEA favorece la divulgación de sus trabajos y responderá a las solicitudes a la mayor brevedad. AD & Diseño: Holmberg & Holmberg design AB Pre-press: B. Evaluación inicial sobre el carácter probable de las elecciones ..........16 Respeto a los derechos y libertades básicas ....................................................18 Respeto a la Constitución y la legislación electoral en el país anfitrión ......................................................................................................21 Credibilidad de las autoridades electorales del país anfitrión ............22 Circunstancias que afectan la capacidad para determinar los factores relevantes para la credibilidad de las elecciones ..................23 Garantía de los derechos de los observadores................................................24 C. Consideraciones prácticas al organizar una misión de observación ......................................................................................................................25 Marco temporal suficiente para la planificación de los preparativos ........................................................................................................26 Disponibilidad de la información básica para la planificación ............26 Disponibilidad de profesionales especializados ............................................26 Recursos económicos y otros ................................................................................28 Impresión y encuadernación: Impreso por [to be confirmed] 4 5 Cooperación con otras misiones de observadores, incluyendo observadores nacionales ............................................................................................29 Seguridad de los observadores ..............................................................................29 Misiones preliminares de evaluación ................................................................30 Lista de verificación ......................................................................................................31 Notas ....................................................................................................................................32 Acerca de International IDEA ................................................................cover 3 Visión de conjunto 1. Entre el 10 y el 12 de octubre de 1995 se celebró en Estocolmo una Mesa Redonda sobre Operaciones Internacionales de Observación Electoral, patrocinada conjuntamente por el Instituto para la Democracia y la Asistencia Electoral (International IDEA) y las Naciones Unidas. Los participantes de esta actividad observaron que “ la reciente ola de democratización y difusión del pluralismo político por todo el mundo en desarrollo, incluida Europa del Este, ha conllevado un importante aumento en el número de organizaciones que patrocinan misiones de observación electoral”.1 Concluyeron, inter alia, que la identificación de normas y directrices o prerequisitos acordados de consenso sobre los esfuerzos internacionales de observación electoral, constituiría una ayuda considerable para las organizaciones al momento de decidir su participación en una contienda en calidad de observadoras, así como argumentar tal decisión ante la autoridad que haga el ofrecimiento. Asimismo, los participantes acordaron dar prioridad, en conjunto con otras actividades, a la formulación de dichas directrices.2 2. Esta publicación busca abordar esa necesidad, identificando las directrices para que los interesados decidan si toman parte en esfuerzos de observación electoral. Es importante anotar que estas se centran exclusivamente en la observación electoral de carácter internacional; su propósito no es orientar a las organizaciones nacionales en cuanto a la observación o vigilancia de contiendas electorales en sus propios países. 3. Además de estas Directrices, International IDEA ha publicado un Código de conducta para la observación ética y profesional de elecciones,3 un Código de conducta para la administración ética y profesional de elecciones 4 y un Código de conducta para partidos políticos en campaña durante elecciones democráticas.5 4. El desarrollo de estas Directrices implicó una labor de recopilación, cotejo, análisis y síntesis de criterios utilizados por diferentes organizaciones involucradas en actividades de observación electoral. Fueron desarrolladas teniendo en cuenta el Código de conducta para la observación ética y profesional de elecciones de International IDEA, y su aplicación supone concretamente la aceptación y puesta en práctica de los valores y principios básicos plasmados en dicho Código de conducta por parte de quienes 6 7 contemplen la posibilidad de participar en actividades de observación electoral internacional. 5. Estas Directrices constan de dos partes: Primera Parte Importancia e implicaciones de la participación en actividades de observación electoral Esta sección comprende: una definición de lo que se entiende por observación electoral; esbozos de diferentes tipos de misiones de observación; y un análisis sobre la importancia de contar con directrices para decidir si se participa en misiones de observación. Segunda Parte Directrices sobre la participación en actividades de observación electoral En esta sección se plantean los criterios a tener en cuenta al momento de decidir si se participa en una misión observadora. P R I M E R A P A R T E Importancia e implicaciones de la participación en misiones de observación electoral Definición y naturaleza de la observación electoral 6. Los participantes la Mesa Redonda de 1995 sobre Observación Electoral Internacional coincidieron en que la conveniencia de que las evaluaciones llevadas a cabo por grupos de observadores abarquen la totalidad del proceso electoral y no sólo la fase final de la votación. Esto no demandará necesariamente una presencia permanente en el país a lo largo del periodo electoral, mas sí un análisis cuidadoso de la información y datos recopilados por los informantes clave (grupos de observadores nacionales e internacionales, partidos políticos, etc.) durante la inscripción, campaña, y demás fases preelectorales. La decisión sobre si se participa en un misión observadora, incluso si abarca sólo la votación y actividades de recuento, dependerá de que –a partir de la información sobre el proceso preelectoral– se considere que existe un ambiente electoral aceptable. 7. La definición y naturaleza de observación electoral se analiza con más detalle en el Código de conducta para la observación ética y profesional de elecciones de International IDEA, en el cual se define tal “observación” en los siguientes términos: “ La recopilación intencional de información relativa a un proceso electoral y la expresión de opiniones fundadas sobre la conducción de dicho proceso con base en la información reunida, por parte de personas que no están inherentemente facultadas para intervenir en el proceso, y cuya participación en actividades de mediación o asistencia técnica no debería comprometer su responsabilidades primordiales de observación.” 6 Para efectos de las presentes directrices esta será la definición adoptada. 8 9 Tipos de misiones internacionales de observación electoral 8. La organización de misiones internacionales de observación electoral puede estar a cargo de: • organismos no gubernamentales; • grupos de parlamentarios y otras personas de renombre; • instituciones estatales, entre ellas: Importancia de las directrices sobre la participación en misiones de observación electoral 11. La inmensa mayoría de las elecciones en que se busca la presencia de misiones de observación en gran escala, surgen de una combinación de circunstancias especiales a lo interno del país o región que incluyen, pero no se limitan a, las siguientes: • – órganos independientes del Poder Ejecutivo; y – órganos que formen parte de o estén subordinados al Poder Ejecutivo; • • organizaciones intergubernamentales; o una agrupación de varias organizaciones dentro de las categorías arriba mencionadas. 9. Dada la diversidad de las posibles fuentes y estructuras de una misión observadora, la decisión de emprender este esfuerzo tendrá dos dimensiones: • • • En todos los casos será necesario decidir sobre la conveniencia de enviar una misión a un determinado país. De igual manera, cabe la posibilidad de que una organización tenga que decidir si resulta apropiado participar en una misión en el marco de una propuesta particular. Por ejemplo, puede ser que una entidad administrativa electoral de carácter independiente reciba una invitación para participar en una misión en otro país, con la condición de que sus miembros no expresen una opinión independiente sobre la contienda, sino que queden sujetos a la opinión colectiva de todo el equipo de observadores. Esto plantearía interrogantes sobre la independencia del ente electoral, y quizás la comprometería. 10. Además, cabe anotar que existen diferentes tipos de actividades relacionadas con la observación, las cuales no se tratarán en estas directrices, pues se presentan y analizan en detalle en el Código de conducta para la observación ética y profesional de elecciones de International IDEA. 7 10 • • • Los casos en que las elecciones se convocan en un intento por resolver un conflicto (por ejemplo, Bosnia, Liberia). Los casos en que las elecciones se convocan como un primer paso hacia un gobierno legítimo representativo, incluyendo la elección de asambleas constituyentes, en situaciones de posguerra (Camboya, Mozambique, Namibia). Los casos de elecciones celebradas por primera vez tras un proceso de obtención de la independencia (por ejemplo, los países de la Comunidad de Estados Independientes, (CEI) tras la disolución de la Unión Soviética). Los casos de elecciones de transición en las que el sistema político se encuentra todavía en estado de cambio (por ejemplo Rusia en 1996); y Los casos donde las elecciones juegan un papel estabilizador, en sistemas políticos que se encuentran en una fase relativamente temprana de desarrollo (por ejemplo, Lituania 1996).8 12. En tales casos, las circunstancias subyacentes al proceso electoral suscitan un deseo generalizado y genuino en torno al éxito del proceso. Resulta por ello tentador considerar las actividades de observación electoral como favorables y concluir que, en términos generales, sólo pueden aportar beneficios relacionados con el registro y documentación objetivos sobre las fortalezas y debilidades del proceso electoral en un país determinado. No obstante, en contraposición a tales ventajas es necesario tener en cuenta los siguientes factores: • En todo país habrá una variedad de organismos y grupos interesados en la percepción que se tenga del proceso electoral, entre ellos el actual gobierno, los grupos políticos opositores, los votantes y la población en 11 general, así como la entidad encargada de la administración electoral. Es probable que algunos de estos grupos se beneficien de la presencia de una misión observadora, mientras que otros la perciban como contraria a sus intereses. • • • • • La decisión de las autoridades nacionales de invitar a un grupo de observadores puede tener un carácter sumamente político, al estar orientada a exaltar la percepción del proceso electoral y del régimen como legítimos. El hecho mismo de contar con una misión observadora puede ser interpretado por algunos como una señal de la legitimidad del proceso electoral, independientemente de las conclusiones de los observadores. En tal caso es posible que la sola actividad de observación constituya una forma de especie de afirmación política. Cuando detectan deficiencias serias en un proceso electoral, las posibilidades de los observadores sobre el terreno son con frecuencia limitadas. Rara vez ocurre que los observadores trabajen en una situación de vacío político, y pueden enfrentarse a fuertes presiones que les coarten de expresar sus verdaderas convicciones –en caso de ser críticas– sobre la conducción del proceso electoral. Este es el caso en particular cuando los comicios están ligados a algún tipo de proceso de paz y existe la percepción de que un fracaso del proceso electoral podría redundar en una vuelta al conflicto. Incluso cuando los observadores estén en posibilidad de expresar sus dudas en relación con el proceso electoral, la medida en la cual la comunidad nacional y la comunidad internacional tomadas en un sentido más amplio asimilen, tomen nota y tomen medidas con respecto a estas reservas, se encuentra más allá del control de los observadores. apropiadas en un momento en que las autoridades pertinentes busquen asegurar su participación en calidad de observadoras. • El costo de organizar una misión de observación electoral tiende a ser muy elevado, y en épocas de escasez de recursos es probable que el gasto de este tipo de actividad tenga que contrarrestarse reduciendo el presupuesto para otras actividades importantes. 13. Estos puntos sugieren que la decisión de emprender una misión observadora tendrá a menudo profundas implicaciones políticas y señalará en alguna medida que se ha llegado a un momento irreversible. Resulta indicado tomar la decisión con base en un análisis riguroso y sistemático de los aspectos relevantes. Una decisión apresurada puede legitimar inintencionadamente un proceso ilegítimo en perjuicio del pueblo y del país anfitrión, así como del nombre de la organización; o puede derivar en la pérdida de oportunidades de incidir de manera positiva en aspectos determinados del proceso electoral. 14. Los alcances de la decisión de participar en un proceso electoral en calidad de observador acentúan la necesidad de que diferentes organizaciones adopten un planteamiento coherente frente al asunto. Tal coherencia tenderá a fortalecer el mensaje que envíe la comunidad internacional mediante su decisión de participar o abstenerse de participar en una misión particular, y aumentará su efectividad en la búsqueda de los valores democráticos establecidos de común acuerdo. De igual forma, ayudará a las organizaciones en la toma de decisiones que a menudo se consideran potencialmente controversiales y delicadas desde el punto de vista político. Además, contribuirá a evitar las críticas de que tales decisiones se adoptan según se presenta la situación. De nuevo, existe el riesgo de que se ponga atención sólo a la presencia de la misión observadora, y no a sus conclusiones. En muchos casos, los observadores formarán parte o actuarán a nombre de organizaciones cuyo prestigio e influencia estarán de alguna manera relacionados a la conducción exitosa de las elecciones. Tales organizaciones estarán frente a una oportunidad óptima de ejercer una influencia beneficiosa en el proceso imponiendo condiciones 12 13 S E G U N D A P A R T E Directrices para determinar la participación en misiones internacionales de observación electoral Introducción 15. Es importante subrayar desde el principio que estas directrices deben verse, más que como un conjunto de reglas inmutables, como una lista de verificación sobre los temas que los encargados de formular políticas deben tener en cuenta al momento de decidir si participar en una misión observadora. Estas directrices no son exhaustivas; de hecho, ningún conjunto de directrices podría anticipar o dar respuesta a la diversidad de situaciones que puedan plantearse en la práctica. Resulta claro que las organizaciones involucradas en actividades de observación electoral querrán complementar estas directrices con prácticas y procedimientos concebidos a partir de su propia experiencia y circunstancias específicas. 16. Las Directrices están organizadas en tres categorías principales: a. las relativas con el establecimiento del Acuerdo básico con el país anfitrión, concernientes a las actividades de observación electoral; b. las relativas a la realización de una evaluación inicial sobre el carácter probable de las elecciones; y c. las relativas a los aspectos prácticos de organización de la misión. A. Acuerdo básico con el país anfitrión Entrega de una invitación oficial 17. Recibir una invitación oficial de parte de las autoridades del país en el que se celebrarán las elecciones se considera un prerrequisito generalmente aceptado para conformar una misión observadora. Tal requisito es una consecuencia directa de la obligación de los observadores de reconocer y respetar la soberanía del país anfitrión.9 Igualmente, refleja las dificultades 14 con las que observadores no invitados pueden topar para cumplir con sus objetivos. 18. En ocasiones excepcionales una organización puede formar una misión observadora sin haber recibido una solicitud formal. Empero, esta posibilidad deberá considerarse con sumo cuidado y abordarse con gran cautela teniendo en cuenta el aspecto de la soberanía nacional. Es importante destacar también que en el ámbito nacional en algunos casos la ley electoral ha delegado en las comisiones electorales la facultad de invitar a los observadores. 19. No cabe duda de que en la práctica, la formación de una misión observadora será factible sólo si el país anfitrión presta un grado mínimo de cooperación. Los observadores que no hayan sido invitados no podrán contar con tal colaboración, lo cual hará que la consecución de sus metas resulte problemática en el mejor de los casos. Apoyo general a las actividades de observación por parte de los principales partidos y grupos políticos 20. La posibilidad de que la decisión de asumir una misión observadora tenga el carácter –o sea vista como– una afirmación política, requiere de que en el país anfitrión se dé la debida consideración a la actitud de los partidos políticos opositores y otros grupos relevantes frente a la misión propuesta.10 21. Asimismo, los observadores cuya presencia en el país carezca del apoyo general, probablemente enfrentarán dificultades para obtener el acceso a la gama de información y puntos de vistas necesarios para cumplir con sus funciones de manera efectiva. En casos extremos, la llegada de observadores en contra de los deseos de un grupo político prominente en el país, podría poner en peligro la integridad física de los observadores. 22. La existencia de un consenso inicial sobre la legitimidad de una misión en particular probablemente refuerce la credibilidad de la misión y el peso que en última instancia tengan las conclusiones de los observadores, pues aquéllos que en otras circunstancias pudieran verse tentados a repudiarlas no estarán en una posición tan buena para hacerlo. 15 Precondición de que los observadores puedan retirarse en determinadas circunstancias 23. Puede ser muy útil incluir en un acuerdo con las autoridades del país anfitrión, una disposición explícita para que el organismo que patrocina la misión pueda, a su discreción, decidir poner fin a sus actividades de observación. Dependiendo de las circunstancias, esta medida podría justificarse en aspectos generales, o estar vinculada a acontecimientos específicos o al incumplimiento de hitos en el proceso electoral que resulten cruciales y que se identifiquen previamente y se establezcan de común acuerdo. B. Evaluación inicial sobre el carácter probable de las elecciones 24. La existencia de un “campo de actuación” razonablemente equiparado, en el cual las condiciones y el marco para la contienda electoral sean justos, es un aspecto importante que requerirá evaluarse al momento de determinar el carácter probable del proceso electoral. Los partidos políticos que se disputen la elección deben estar en condiciones de operar dentro de un marco político y legal y en un entorno de igualdad de facto para todos los partidos, y en el cual ninguno sea víctima de discriminación injusta. 25. Al contemplar la posibilidad de participar en actividades de observación electoral, una organización debe tener en cuenta una serie de aspectos que le permitan hacer una valoración inicial sobre la probable credibilidad de las elecciones. Esto le ayudará a determinar la conveniencia de organizar la misión observadora. Entre los aspectos a considerar en este sentido se encuentran los siguientes: • • • • • El respeto de los derechos y libertades básicas en el país anfitrión la existencia de una Constitución y de legislación electoral en el país anfitrión la credibilidad de las autoridades electorales en el país anfitrión las circunstancias que repercutan en la capacidad de los observadores de determinar los factores relevantes desde el punto de vista de la credibilidad de las elecciones y 26. Esta evaluación no puede realizarse de acuerdo a procedimientos mecánicos o fórmulas, ya que las prerrequisitos que resultan deseables para llevar a cabo una misión observadora, por su misma naturaleza, no calzan dentro de un esquema de “cumplimiento” o “incumplimiento”, sino que se mantienen en una oscilación continua entre estos dos extremos.11 Igualmente, en cada caso deberá evaluarse la importancia relativa de las diversas precondiciones. 27. En ciertos casos, a partir de la información disponible le resultará razonablemente claro a una organización invitada a organizar una misión de observación, que existen pocas o ninguna probabilidad de que los comicios cumplan con las normas internacionalmente aceptadas de libertad y justicia. En estas circunstancias podría resultar apropiado abstenerse de emprender la misión. Las ventajas de obtener información adicional en el campo y de tener la oportunidad de documentar las deficiencias del proceso podrían verse contrarrestadas por el riesgo de que el esfuerzo mismo de observación dé al proceso una legitimidad injustificada. 28. Es posible que sea necesario evaluar no sólo las condiciones en un momento determinado, sino también la dirección en que los acontecimientos se estén desarrollando. Así, diferentes respuestas pueden resultar apropiadas para una situación no satisfactoria que sin embargo está dando señales de avance, así como para una situación que no es satisfactoria y se encuentra en deterioro. 29. Resulta también de importancia realizar la evaluación desde una perspectiva holística: puede ser el caso que cada aspecto de la situación en un país, analizado de forma aislada, indique la posibilidad de unas elecciones libres y limpias, pero al ser considerado en conjunto, se manifieste la existencia de patrones que apunten hacia una conclusión diferente. 30. Mucho dependerá de una evaluación general que permita determinar si las autoridades del país anfitrión están comprometidas con la realización de los comicios de conformidad con las normas internacionalmente aceptadas. Es probable que esto a su vez demande valorar las intenciones de los actores clave y establecer si sus motivaciones expresas pueden aceptarse en un sentido literal. la garantía de que se respetarán los derechos de los observadores. 16 17 31. En este contexto, es importante tener en mente que las distintas autoridades del país anfitrión pueden tener a su vez motivaciones diferentes. Por ejemplo, es posible que las autoridades electorales estén comprometidas plenamente con la conducción de elecciones libres y limpias, pero que hallen sus esfuerzos frustrados por otras autoridades. En una situación así, podría considerarse como el elemento más significativo la necesidad de brindar apoyo moral a aquellos elementos en el país anfitrión que trabajen a favor de la celebración de elecciones libres y justas. Respeto a los derechos y libertades básicas 32. La observancia de ciertos derechos y libertades básicas en un país determinado constituye una precondición necesaria para la celebración de elecciones libres y limpias.12 En términos generales, entre los puntos que requieren atención se encuentran los siguientes: • • • • La libertad de movimiento, de reunión, de expresión y de organización política tanto de individuos como de grupos la libertad frente a amenazas e intimidaciones, incluyendo el acceso a una protección efectiva y el imperio de la ley la existencia de procedimientos para proporcionar un acceso igualitario a los medios de comunicación, en especial a los medios de comunicación controlados por las autoridades nacionales, y la existencia de procedimientos para impedir el uso de recursos estatales en beneficio del partido político en el poder. 33. En primera instancia, con frecuencia resultará útil identificar los instrumentos internacionales de derechos humanos –si los hubiera– a los que el país anfitrión se ha adherido. No obstante, el que un país se adhiera teóricamente a las obligaciones de derechos humanos nunca será suficiente por sí solo para garantizar la realización de elecciones libres y limpias: se requiere su observancia práctica. 34. Asimismo, cabe anotar que en contextos anteriormente represivos en que se han suavizado las condiciones, pasará un considerable antes de que este cambio se plasme en una mejor situación en el terreno. Por ejemplo, cabe la posibilidad de que las leyes que prevén la formación de partidos 18 políticos de oposición hayan sido revocadas, pero esto tendrá poca importancia en términos reales si se convoca a elecciones antes de que las fuerzas políticas opositoras tengan oportunidad de organizarse. 35. El respeto a la libertad de movimiento, de reunión, de expresión y de organización política, así como de vivir libre de amenazas e intimidaciones, no sólo apoyan la normalidad de la actividad política, sino que también deben ser un prerrequisito necesario para el ejercicio de cualquier control interno serio con respecto a la validez del proceso electoral. Adicionalmente, la ausencia de tales libertades puede coaccionar de manera importante a los observadores internacionales, hasta el punto de impedirles una actuación efectiva. En un clima de intimidación, los habitantes pueden verse disuadidos de comunicarse con los observadores y transmitirles información de interés. A su vez, los encargados de la fiscalización en el ámbito interno, quienes a menudo constituyen una valiosa fuente de información, rara vez existirán. 36. El acceso equitativo a los medios de comunicación por parte de todos los partidos políticos, ya sea la prensa gráfica o los medios electrónicos, es por lo común un factor determinante en las campañas electorales de hoy en día.13 Es necesario examinar con detenimiento las disposiciones legales e institucionales dirigidas a evitar una cobertura informativa excesiva sobre los programas y actividades del partido político en el poder o del candidato oficialista a la Presidencia, y posteriormente sacar las conclusiones necesarias. Los siguientes puntos en particular merecen un análisis minucioso antes de decidir involucrarse: • • • • si el partido político oficialista ejerce un monopolio sobre los medios informativos electrónicos si a otros partidos políticos se les asignan también y en igual medida horas de máxima audiencia, a fin de permitirles dar a conocer sus programas entre la población si los medios de comunicación oficiales ofrecen una cobertura imparcial para todos los partidos políticos, sobre los eventos y otras noticias relacionadas con los comicios si quienes controlan los medios de comunicación oficiales son independientes, desde el punto de vista profesional, del control del gobierno 19 • si existen disposiciones para efectos de reparaciones, en el caso de que se planteen quejas relativas a la cobertura que ofrecen los medios de comunicación durante las elecciones, y cuán efectivas son estas disposiciones. 37. También cabe la posibilidad de que la presencia de observadores en un país tenga un efecto disuasivo o pacificador; y de este modo sirva para mermar las violaciones de los derechos humanos y ayudar a establecer un ambiente viable durante las elecciones. 38. Hay una serie de aspectos específicos que es aconsejable abordar al momento de evaluar una situación marcada por problemas de derechos humanos, entre los cuales cabe mencionar los siguientes: • • • • • • • ¿Existen perspectivas razonables de que la voluntad del pueblo se exprese libremente en las elecciones? ¿Existe algún vínculo entre la “libertad de expresión” y una convicción bien fundamentada entre el pueblo de que se respetará el carácter secreto de su voto? ¿Existen dudas acerca de la buena fe de las autoridades, en el sentido de que estas buscaran la presencia internacional para lograr un respeto injustificado frente a una situación de violaciones graves de los derechos humanos? ¿Es la situación en el país pacífica en términos generales, o hay violencia política? En este último caso, ¿quién es responsable de tal violencia? ¿Se trata de grupos pequeños sin ninguna perspectiva realista en el contexto de unos comicios democráticos, o involucra el proceso a sectores importantes del espectro político? ¿Se limita la violencia a ciertas regiones del país, o se trata de un fenómeno extendido? ¿Darán espacio las medidas de seguridad impuestas por el gobierno a una campaña electoral libre, o existen restricciones sustanciales a la libertad de opinión y la libertad de reunión? ¿Puede la población permitirse participar en actividades políticas sin temor a ser intimidada o a ser víctima de represalias? 20 39. Al evaluar la situación de los derechos humanos en un país, es importante distinguir entre las violaciones motivadas o toleradas por las autoridades y aquellas perpetradas por grupos que se oponen al proceso democrático. Las que se encuentran dentro de la primera categoría en una medida considerable, podrían conducir a una reticencia a efectuar una misión de observación; en el segundo caso, la existencia de violaciones bien podría subrayar la importancia de respaldar el proceso democrático mediante una misión observadora. 40. Las violaciones perpetradas por grupos opositores muchas veces se limitarán a una zona específica del territorio nacional. En el peor de los casos, los problemas de derechos humanos pueden tener su arraigo en un conflicto civil que se esté desarrollando en un nivel exiguo o medio. En tal caso, la viabilidad de las elecciones y la seguridad de los observadores se verán seriamente comprometidas. Existencia de una Constitución y legislación electoral en el país anfitrión 41. Es necesario evaluar si la Constitución vigente en el país anfitrión y su legislación electoral están expresadas con suficiente claridad como para ser viables y permitir la celebración de comicios que cumplan con las normas internacionalmente aceptadas de libertad y justicia. Un examen detallado de estas normas y la forma de evaluar su cumplimiento en términos prácticos, están más allá del ámbito de estas Directrices.14 Al momento de proceder con la evaluación, es aconsejable contemplar factores preelectorales tales como la delimitación de las circunscripciones y el proceso de registro de los partidos políticos y de empadronamiento de los votantes. 42. Las invitaciones a participar en actividades de observación electoral podrían emitirse antes de que se finalice una ley electoral. En este caso, la incertidumbre en términos de la ley que en última instancia se adopte, debe tomarse en cuenta no sólo al momento de decidir si se participa en tales actividades, sino también –en el caso de que se decidiera tomar parte en el proceso– al considerar la posibilidad de imponer condiciones para que la misión continúe con sus funciones diarias. 21 43. Surgirán casos en que la legislación electoral contenga prescripciones detalladas para el funcionamiento de mecanismos de resolución de conflictos e identifique las medidas a tomar, por ejemplo el recuento de los votos, en caso de que salieran a la luz deficiencias serias en el proceso electoral. En otros casos, la ley electoral no se pronunciará a este respecto. Cuando los informes de los observadores indiquen la existencia de tales prácticas ilegales, es recomendable analizar seriamente si existe un compromiso real por parte de las autoridades del país anfitrión, de responder de forma positiva a los informes de los observadores. 44. En términos más generales, es necesario valorar hasta qué punto prevalece el imperio de la ley en el país anfitrión. Una legislación electoral y una Constitución que cumplan con las normas internacionalmente aceptadas serán de poco valor si su aplicación se acomoda a los deseos de las autoridades oficiales. Credibilidad de las autoridades electorales del país anfitrión 45. En todo país las autoridades electorales desempeñan un papel decisivo para determinar el carácter probable de los comicios. Si dichas autoridades no son imparciales o no están comprometidas con la realización de elecciones libres y justas, estarán en una posición única para ejercer una influencia indebida sobre el resultado. 46. Las percepciones resultan también de gran importancia. Incluso si las autoridades electorales están comprometidas con la celebración de elecciones libres y justas, la percepción extendida entre la opinión pública de que estas no son libres ni justas o que están asociadas a un determinado partido político, puede llevar al electorado a desconfiar de todo el proceso electoral. es el caso en particular cuando se ha designado una comisión electoral pero se prevé hacer uso de las estructuras administrativas existentes al nivel de las bases. 48. También es necesario determinar si el marco legal y operativo del proceso electoral confiere importancia a la autonomía de las autoridades. Si bien la existencia de una entidad administrativa independiente tiene a menudo gran relevancia, habrá ocasiones en que no resultará práctico nombrar una comisión electoral independiente. En tales circunstancias, sin embargo, con frecuencia se prevé la implementación de procedimientos transparentes, sujetos a fiscalización en todos los niveles. Circunstancias que afectan la capacidad para determinar los factores relevantes para la credibilidad de las elecciones 49. En circunstancias en que la conducción adecuada de las elecciones resulta problemática, es importante que un organismo que contemple formar una misión de observación esté preparado para valorar de manera objetiva y realista las posibilidades de que sus propios observadores detecten y documenten las deficiencias y violaciones en el proceso. 50. Si la calidad de las personas asignadas como observadores se encuentra fuera del control del órgano en cuestión, resulta aconsejable evaluar detenidamente las probabilidades de que el esfuerzo de observación proceda de forma adecuada. Incluso en los casos en que sea posible enviar un equipo de calidad, las circunstancias del país podrían impedir a los observadores una labor efectiva. Este podría ser el caso, por ejemplo, si es poco probable que los observadores estén familiarizados con el idioma y escritura del país, en cuyo caso dependerán de traductores e intérpretes. El envío de una misión en estas circunstancias podría redundar en un riesgo inaceptablemente elevado de legitimar un proceso viciado. 47. Al valorar el carácter de las autoridades electorales, un punto de referencia oportuno podría ser el Código de conducta para la administración ética y profesional de elecciones de International IDEA. Resulta importante dirigir la atención a todos los niveles de organización y no sólo a las estructuras centrales. La realización de un proceso electoral propiamente es siempre descentralizada y el carácter de las entidades administrativas locales –directamente responsables de organizar la mayoría de las actividades– es al menos tan importante como la naturaleza de las estructuras centrales. Este 51. Asimismo, es necesario analizar la magnitud global de las elecciones y la capacidad de la posible misión de cumplir con su obligación ética de realizar una evaluación exhaustiva, que tenga en cuenta todas las circunstancias relevantes.15 Si existen probabilidades de que la conducción adecuada de las elecciones resulte problemática y la posible misión observadora no esté en capacidad de abarcar el proceso en su totalidad, sería más adecuado que esta no procediese. 22 23 Garantía de los derechos de los observadores • 52. En palabras de un grupo de experimentados analistas: “ Si se encuentra en juego la credibilidad internacional de un país, siempre cabe la posibilidad de que su gobierno procure incidir en las condiciones en que operen los observadores electorales, [a fin de] facilitar la legitimación de su presencia, dificultando simultáneamente el registro de observaciones que resten legitimidad al proceso. Por lo tanto, en el interés de su propia credibilidad y del esfuerzo de observación electoral per se, la misión observadora debe insistir en la posibilidad de realizar su trabajo libre de obstáculos y con facilidades técnicas razonables.” 16 53. Con el fin de garantizar una labor efectiva, resulta fundamental que los observadores reciban una garantía previa de que se respetarán ciertos derechos, entre ellos los siguientes: • • • • • • • • el derecho general de realizar sus actividades observación sin impedimentos en apoyo a lo anterior, el derecho a una acreditación formal el derecho a importar libremente el equipamiento y materiales necesarios • • • • el derecho a entablar debates y conversaciones con la entidad administrativa electoral, y a obtener información relativa al proceso electoral de los funcionarios en todos los niveles de dicha entidad, apoyado por la garantía de las autoridades pertinentes de que tales funcionarios no serán objeto de represalias el derecho a tener acceso, de conformidad con los procedimientos apropiados, a toda la documentación relativa al proceso electoral el derecho a revisar los materiales que se utilizarán como parte del proceso electoral el derecho a obtener información relativa a las quejas formuladas por los observadores y otros organismos o individuos interesados, y las medidas tomadas en respuesta a tales quejas; y el derecho a divulgar los resultados de la misión observadora. 54. En el caso de que una organización contemple la posibilidad de participar en una misión que se halle bajo el control principal de otra organización, puede ser necesario o aconsejable asegurar que se garanticen algunos o todos los derechos enumerados en el párrafo anterior, no solo por parte de las autoridades del país anfitrión, sino también de la organización que ejercerá el control primordial de la misión. el derecho a determinar la escala en la cual la misión realizará sus actividades de observación el derecho a viajar y trasladarse por el territorio del país anfitrión, sin previa notificación, sujeto únicamente a consideraciones válidas de seguridad el derecho a asistir a mítines y concentraciones políticas el derecho a visitar todos los centros electorales y oficinas de escrutinio, incluso los situados en prisiones, hospitales y cuarteles militares el derecho a establecer contacto con cualquier persona u organización interesada en la conducción de las elecciones y a comunicar y recibir información de tales personas u organizaciones, apoyado en la garantía de las autoridades relevantes de que dichas personas u organizaciones no serán objeto de represalias 24 C. Consideraciones prácticas sobre la realización de una misión 55. Una misión de observación electoral tiende a ser una empresa de peso, que requerirá de amplias medidas en el campo práctico. Si por alguna razón tales planes no pudiesen concretarse de manera efectiva, entonces la capacidad de la misión de realizar su trabajo de conformidad con el Código de Conducta para la Observación Ética y Profesional de Elecciones se verá comprometida. Resulta por lo tanto fundamental evaluar si es posible solucionar de manera adecuada los aspectos prácticos relacionados con el desarrollo de la misión. 25 Tiempo suficiente para planificar los preparativos 56. La falta de tiempo suficiente para planificar la misión puede dificultar extremadamente el que se cubran todas las fases del proceso electoral o se hagan los arreglos necesarios para asegurar la presencia de los observadores por todo el territorio del país anfitrión. En el peor de los casos, puede redundar en la mala organización de la misión que respalde un proceso ilegítimo. 57. El tiempo real requerido para planificar la misión, variará en cada caso y dependerá también de las actividades de observación que se realicen. Por supuesto, el envío de un número significativo de observadores a un país lejano donde se anticipa un proceso electoral difícil requerirá probablemente de más tiempo de preparación que el envío de un equipo reducido a unos comicios que no plantean complicaciones y que se realizarán en un país vecino. • • • 58. En algunos aspectos, la planificación eficaz de una misión observadora dependerá de la información que proporcionen las autoridades del país anfitrión. La presencia de observadores en los centros de votación, por ejemplo, depende de que se conozcan los lugares previstos con ese fin. Lo ideal sería que dicha información sea facilitada antes que el equipo de observadores llegue al país. En los casos en que se espera que las votaciones enfrenten problemas logísticos o de seguridad, esta información podría no ser facilitada hasta después. Sin embargo, es aconsejable que las autoridades electorales en el menor de los casos cuenten con un itinerario donde se especifique cuándo se determinará finalmente el lugar de los centros de votación. Disponibilidad de profesionales especializados 59. Un elemento crucial al planificar cualquier misión es identificar el conjunto de cualidades que se requerirá de los observadores, así como evaluar la viabilidad de que las personas con tales cualidades puedan seleccionarse e integrar el equipo. Entre las cualidades que se ha comprobado en ocasiones anteriores son importantes cabe mencionar las siguientes: 26 Contar con una habilidad demostrada para expresar opiniones bien fundadas y mostrar el más alto nivel de discreción personal en entornos políticamente sensibles Ser una persona de renombre en áreas del Derecho, gobierno o en aspectos especializados del proceso electoral, tales como la educación pública • Tener conocimiento del idioma del país anfitrión • Tener conocimiento del país anfitrión y/o de la región donde se sitúa • • Disponibilidad de la información básica para la planificación Contar con conocimientos demostrados sobre los sistemas y procedimientos electorales Encontrarse en un estado óptimo de salud, capacidad física y resistencia y Cumplir con parámetros adecuados de salud, capacidad y resistencia físicas. 60. Por lo general se considera conveniente presentar un equipo de observadores con un balance étnico o de sexos adecuado. Lo común es que surja también la necesidad de contar con un equipo de apoyo con expertos en campos como gestión de proyectos, logística, capacitación, transporte y alojamiento, comunicaciones, seguridad y planes de emergencia, así como procesamiento de datos. 61. Es necesario aplicar un enfoque de flexibilidad ante la posibilidad de que un gobierno patrocine o participe en el reclutamiento de sus ciudadanos en calidad de observadores electorales en otro país. En algunos casos habrá mayor legitimidad si los observadores son completamente independientes del gobierno de sus países de origen; en otros, se logrará una mayor legitimidad si el gobierno del país de origen participa en la selección o patrocina la presencia de observadores electorales. 62. Debido a la necesidad de que una misión observadora opere de manera independiente y neutral y que esto sea percibido así, impone claramente la necesidad de que a las autoridades del país anfitrión no se les permita insistir en que se excluya del equipo a determinadas categorías de personas (por ejemplo, activistas de los derechos humanos), ni que vete la participación de ninguna persona en particular. 27 63. Podría plantearse el caso de que el país anfitrión llame la atención del organismo que envía la misión observadora con respecto a un posible integrante de la misma de quien anteriormente no tenía conocimiento y que ello llevase al organismo –si hubiese contado con la información antes– a concluir que dicha persona no resulta idónea para fungir como observadora. Este tipo de información requeriría la debida atención y, de ser confirmada, podría requerir que se excluyera a la persona del equipo. 64. Aparte de los miembros de la misión de observadores externos al país anfitrión, muy a menudo será también necesario contratar personal nacional de apoyo en dicho país, por ejemplo intérpretes y conductores. Una posible consecuencia de esto –en especial si el país anfitrión tiene una base limitada de personal técnico– sería que las personas competentes fueran desviadas de trabajar en los centros electorales o como supervisores electorales internos, ante la oportunidad de ganar salarios más altos como es normalmente el caso en las misiones internacionales de observadores. Esto podría tener repercusiones verdaderamente negativas en misiones en gran escala, por lo que en estos casos es conveniente que las organizaciones que contemplen la posibilidad de emprender una misión internacional de observación analicen detenidamente si su participación favorecería, en el largo plazo, el desarrollo democrático del país. Recursos económicos y otros 65. Es evidente que una misión estará en posibilidad de proceder con su trabajo sólo si dispone de la financiación adecuada. Si bien deben hacerse todos los intentos necesarios para que dicha misión se lleve a cabo al menor costo posible, será mejor no enviarla que hacerlo con tan pocos recursos que no estuviera en capacidad de cumplir con sus obligaciones éticas. Cooperación con otras misiones de observadores, incluyendo observadores nacionales 67. Los beneficios de un esfuerzo de cooperación entre los observadores internacionales y sus homólogos nacionales se reconocen cada vez más. Tal cooperación plantea el potencial de mejorar de manera muy significativa el volumen de información al que los observadores internacionales tienen acceso. De igual forma, la colaboración entre los diferentes grupos de observadores internacionales puede contribuir a garantizar un uso óptimo de los recursos y lograr una cobertura total del proceso electoral y una mayor coherencia en las evaluaciones posteriores a los comicios. 68. En ciertos casos, la viabilidad de una misión particular de observadores estará determinada por la posibilidad de establecer mecanismos de cooperación. En estas circunstancias, será necesario discutir el establecimiento de estos mecanismos antes de decidir si se envía la misión. Seguridad de los observadores 69. La seguridad y protección de los observadores debe considerarse siempre como un asunto de máxima prioridad. Las elecciones en las que se invita a observadores muchas veces dan lugar a preocupaciones inusuales con respecto a la seguridad, y aunque la mayoría de los observadores están dispuestos a aceptar que no se les pueda garantizar su seguridad en el mismo grado que en comicios “normales”, tienen derecho a esperar que se garanticen ciertos aspectos, a saber: • que se tomarán todas las medidas posibles para proteger su seguridad • que recibirán información detallada sobre los riesgos que enfrentarán • 66. Además, es importante garantizar que la misión reciba apoyo en la forma de recursos de importancia crítica como alojamiento, transporte y equipo de comunicaciones. Con mucha frecuencia los observadores competirán por estos recursos con otros observadores, periodistas y otras autoridades del país anfitrión. Experiencias anteriores parecen indicar que, durante este tiempo de pugna por los recursos, y tomando en cuenta la limitada capacidad para atender la demanda en estos casos, la imposición de tarifas más elevadas resulta ser la solución. 28 • que se tomarán las medidas de emergencia adecuadas para cubrir cualquier falla de seguridad; y los organismos que consideren la posibilidad de enviar observadores, tienen por su parte que evaluar si estarán en capacidad de cumplir adecuadamente con estas expectativas. 29 Misiones preliminares de evaluación Lista de verificación de aspectos importantes 70. Para efectos de la aplicación práctica de estas directrices, es mucho lo que hay que decir sobre la realización de una evaluación preliminar en el país anfitrión. El propósito de dicha misión sería obtener información que contribuya al análisis de los temas elaborados en estas directrices y, en casos donde la situación lo favorezca, hacer los arreglos prácticos iniciales para el envío final de los observadores. La decisión de enviar una misión con fines evaluativos por lo general no tendrá las mismas implicaciones políticas que podrían ser inherentes al desarrollo de una misión completa. Acuerdo básico con el país anfitrión 71. El envío de una misión preliminar será de especial importancia cuando existan grandes probabilidades de que la seguridad será un factor significativo, ya que desde el exterior del país valorar la situación del país en este sentido será difícil sino imposible. Además, elaborar sobre la naturaleza de una posible colaboración con observadores nacionales requerirá casi sin lugar a dudas del envío de una misión preliminar de evaluación. A su vez, una misión de este tipo puede también ayudar a afinar aspectos sobre las posibles modalidades de cooperación con otros observadores internacionales. 72. El potencial de que la participación de observadores internacionales incida de manera positiva en el carácter del proceso electoral se verá maximizado en el momento en que tal participación haya sido solicitada, pero no se haya confirmado. Una misión preliminar de evaluación bien puede constituir una forma eficaz de iniciar un diálogo en el que aspectos relativos a la credibilidad del proceso electoral puedan plantearse y a la vez remediar las posibles dificultades. c c c Apoyo general a las actividades a la observación por parte de los principales partidos y grupos políticos Precondición de que los observadores puedan retirarse en determinadas circunstancias Evaluación inicial sobre el carácter probable de las elecciones c c c c c Respeto a los derechos y libertades básicas Existencia de una Constitución y legislación electoral en el país anfitrión Credibilidad de las autoridades electorales del país anfitrión Circunstancias que afectan la capacidad de los observadores de determinar los factores relevantes para la credibilidad de las elecciones Garantía de los derechos de los observadores Consideraciones prácticas al organizar una Misión de Observación c Tiempo suficiente para los preparativos c Disponibilidad de la información básica para la planificación c Disponibilidad de profesionales especializados c Recursos económicos y otros c c 30 Entrega de una invitación oficial Colaboración con otras misiones de observadores, incluyendo los observadores nacionales Seguridad de los observadores 31 Notas 1 International IDEA y Naciones Unidas, Lessons learned: International Election Observation - Seventeen organizations share experiences on electoral observation. (Lecciones aprendidas: Observación Internacional de Elecciones. Diecisiete organizaciones comparten experiencias sobre las actividades de observación electoral). Mesa redonda organizada conjuntamente por la Unidad de Asistencia Electoral de las Naciones Unidas e International IDEA, del 10 al 12 de octubre de 1995 en Estocolmo), Estocolmo, 1995, International IDEA, pág. 5. 2 Ídem, pp.20-21 3 Código de Conducta para la Observación ética y profesional de elecciones de International IDEA, Código de Conducta Serie 1 de International IDEA. Estocolmo, 1997, International IDEA. 4 Código de conducta para la administración ética y profesional de elecciones de International IDEA, Código de Conducta, Serie 2 de International IDEA. Estocolmo, 1997, International IDEA. 5 Código de conducta para Partidos Políticos en Campaña durante las Elecciones de International IDEA, Código de Conducta Serie 3 de International IDEA, Estocolmo, 1999, International IDEA. 6 Código de conducta para la observación ética y profesional de elecciones de International IDEA, Código de Conducta Serie 1 de International IDEA (Estocolmo, International IDEA, 1997), pág. 10. 7 Ídem, paras 6-9, pp 8-10. 8 International Observation of the 1996 Russian Presidential Election: Lessons Learned to Facilitate Field Cooperation (Observación Internacional de las Elecciones para la Presidencia en Rusia, 1996: Aprendizajes para facilitar la cooperación en el campo). Estocolmo, 1997, International IDEA, pág. 2. 9 Código de conducta para la observación ética y profesional de elecciones de International IDEA, Código de Conducta Serie 1 de International IDEA. Estocolmo, 1997, International IDEA, paras 16 y 18, pp 13-14. En ocasiones excepcionales, la facultad de invitar un grupo de observadores electorales autorizados puede ser ejercida por autoridades distintas a las nacionales. Por ejemplo, en 1993 la Autoridad de Transición de las Naciones Unidas en Camboya (UNTAC), al acreditar a los observadores, ejerció una autoridad que en última instancia provenía del Acuerdo de 1991 para una Solución Política Integral al Conflicto de Camboya.. 10 Ídem, paras 20-21, pp 17-18. 11 Mair, Stephan. International election observation: One form of democratization assistance ( Observación Internacional de Elecciones: una forma de asistencia a la democratización). Ebenhausen/Isartal, Stiftung. Wissenschaft und Politik (Instituto de Investigaciones sobre Política y Seguridad Internacional, SWP), 1994, pág. 13. 12 Véase Goodwin-Gill, Guy S. Free and Fair Elections: International Law and Practice (Elecciones Libres y Justas: el Derecho Internacional y la práctica. Ginebra, 1994, Unión Interparlamentaria. 13 Este aspecto es de importancia crítica en las elecciones contemporáneas. En la actualidad, International IDEA analiza la sugerencia de un proyecto independiente para abordar en detalle unas “directrices para los medios de comunicación durante las elecciones”. 14 Para un análisis más detallado, véase la referencia en la Nota 11 anterior. 15 Código de conducta para la observación ética y profesional de elecciones de International IDEA, Código de Conducta Serie 1 de International IDEA, Estocolmo, 1997, International IDEA, paras 22-24, pp 19-22. 16 Hanf, Theodor, Maria R. Macchiaverna, Bernard Owen y Julián Santamaría, Observing Democratic Elections; A European Approach ( Observando elecciones democráticas: un enfoque europeo), Freiburg i.Br., Arnold-Bergstraesser-Institut, 1995, pág. 9. 32