El peligroso fraude del “querer es poder”

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MIÉRCOLES 5 DE DICIEMBRE DE 2012 ●
Diario de Sevilla
Opinión
LA TRIBUNA
DE POCO UN TODO
El peligroso fraude del “querer es poder”
Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña
Business angel
N buen amigo, político –para
su desgracia– de profesión,
suele reprocharme que decir, como hago yo habitualmente, que no todo el mundo
sirve para emprender, puede llegar a sonar
“un poco nazi” (sic). Su discurso, por el contrario, es exactamente el opuesto. Según él,
cualquiera puede hacerlo si se esfuerza.
Quizá el mío sea un discurso políticamente incorrecto. Sin embargo, creo que, al contrario de lo que le ocurre a él, y en general a
los políticos, puedo decir lo que realmente
pienso sin necesidad de medir mis palabras.
Se ha instalado entre nosotros una especie de discurso del optimismo existencial
que nos repite cosas como que “si quieres,
todo lo puedes” o que cualquiera “puede
ser el nuevo Amancio Ortega”. A mí ese discurso me parece irresponsable. Y lo es porque lanza y anima a crear empresas e iniciar un recorrido laboral por cuenta ajena,
a personas que, o bien no tienen la formación necesaria para ello, o bien no tienen el
espíritu recomendable. Si fuera tan sencillo como “querer es poder”, yo mismo sería
jugador de la NBA, pero no es así.
El discurso irresponsablemente optimista tiene como resultado empresas quebradas, dinero perdido, inversores enfadados
y proyectos empresariales fallidos. Y, en
ocasiones, también con una dramática situación para el emprendedor, que se queda
sin su último cartucho: el capital necesario
tras haber capitalizado su paro o haber invertido ese “colchón familiar” para los próximos años. El libro Yo me arruiné emprendiendo, de Javier Echaleku, nos puede dar
una idea de lo que sucede.
En alguna ocasión he intentado razonar
sobre esto con responsables políticos, argumentando que no deben encender la máquina de generar falsas expectativas y crear emprendedores en cualquier circunstancia,
animando indiscriminadamente a cualquiera que quiera oírlo a montar su propia empresa. La respuesta ha sido siempre la mis-
U
El discurso irresponsablemente
optimista tiene como resultado
empresas quebradas, dinero
perdido, inversores enfadados,
proyectos empresariales fallidos
y, en ocasiones, una dramática
situación para el emprendedor
ma: “Deberíamos animar a la gente, porque
si no aquí no se lanza a emprender ni Dios, y
no hay más salidas en el futuro cercano”. En
algún caso, que por respeto y amistad creo
que no es necesario identificar, he presenciado un doble discurso terrible: en un acto
público se animaba a emprender y se alababa el espíritu emprendedor de la gente joven
de una comunidad concreta, y en el cóctel
posterior esa misma persona me decía:
“Qué quieres que les cuente, aquí quieren
ser todos funcionarios y tenerlo calentito, no
quiere hacer cosas ni Dios”.
Ese falso discurso del optimismo de la nada, ese mensaje que alguno quiere hacernos
creer de que si no eres como Picasso es por-
que no lo has deseado con todas tus fuerzas,
y el discurso político de animar a cualquiera
y en cualquier circunstancia a buscarse la
vida y montar su empresa propia, son poco
efectivos y generan fracasos y, en ocasiones,
dramas personales. Además genera un
enorme ruido. Son pocos los recursos para
autónomos y emprendedores, y deben
compartirlos los “animados sin sentido por
terceros” y “los que ya venían animados y
preparados desde casa”, con el evidente
perjuicio para estos últimos.
Actualmente intento compartir mi experiencia propia a través de mis libros, cursos,
conferencias y mi actividad diaria en blogs o
en Twitter. Para algunas personas quizá pueda resultarles inspirador, y les ayude a convertirse en empresarios algún día. Sin embargo, otros se darán cuenta que eso no está
hecho para ellos. Es precisamente de estos
últimos de los que me siento más orgulloso.
Si una persona siente la llamada de la selva, dará igual lo que yo pueda decir o escribir, dará el salto sin pensarlo. Pero cuando
una persona se pone en contacto conmigo y
me dice que, tras escucharme o leerme, se
ha dado cuenta de que emprender no es verdaderamente su meta, siento que he hecho
algo útil: he colaborado a que no cometa un
error que podría haberle costado caro.
Animar a emprender de forma indiscriminada, hacer recuento de proyectos emprendedores al peso, como hacen algunas administraciones sacando pecho en los medios de
comunicación con mensajes como “hemos
ayudado a crear X empresas”, tiene poco valor y está generando un largo reguero de fracasos. Debe emprender el que de verdad lo
desee,elqueciertamentesesientapreparado
para ello y el que considere que está capacitado, formado y que ha llegado su momento.
Debemos dejar que emprenda quien quiera,quienestépreparado,yensujustotiempo.
Así, tal vez algún politiquillo de medio pelo
no se pueda poner medallas en público comentando cifras concretas, si bien las vocaciones serán reales y los resultados mejores.
No consiste en lanzar a miles de personas
a la línea de salida de forma irresponsable.
En mi opinión, consiste en intentar que
aquellos que de verdad quieran ponerse en
la línea de salida acaben llegando a su destino. Y para eso no les está ayudando nadie.
EN TRÁNSITO
ÁRTELE la pierna! ¡Dale fuerte!
vir y a responsabilizarse de lo que hacen, y
¡Que no salga vivo! Esas frases las
conciben la esperanza de hacer algo mejor
Eduardo Jordá
ha oído cualquiera que haya estaen la vida de lo que han hecho hasta ahora.
do en un campo de fútbol para niTodos esos campos de fútbol son en
ños o aficionados. En campos de
realidad el sustituto real de un centro
albero de Tercera División, o en modestos
educativo para muchos jóvenes, y eso es
campos escolares donde las redes de las
lo que hace inadmisible la violencia que
porterías están remendadas y apenas se
se vive en ellos. Ya sabemos que los camven las líneas de cal, la violencia verbal de
pos de fútbol sirven de válvula de escape
los espectadores a veces alcanza los niveles
para la rabia acumulada en esta sociede un campo de entrenamiento de marines.
dad, pero esa explicación no es suficienMuchas veces me he preguntado qué clase
te. En muchos casos, la violencia se debe
de temple había que tener para ser árbitro
a que muchos padres quieren que sus hide regional o de juvenil. E incluso he llegajos triunfen a toda costa en el fútbol, y dedo a pensar que esos árbitros y jueces de lípositan en ellos tantas esperanzas irranea, que se jugaban el tipo por una paga muy modesta, parecían cionales de éxito y de riqueza que les exigen actuar de cualquier
protagonistas de un relato de Raymond Carver o Richard Ford, y es- modo, incluso con el máximo grado de violencia contra su rival.
condían una historia humana mucho más rica que la de muchos Y esas esperanzas descabelladas también se contagian a los juempresarios de éxito o artistas de cine o famosillos televisivos.
gadores, que a veces se creen en una final de la Champions
Yo no sé si alguien se ha parado a pensar en la importancia social de cuando sólo están jugando un campeonato regional.
esos árbitros del fútbol modesto, o en el admirable papel que desemAhora acabo de leer que unos jugadores de la liga juvenil holanpeñan en nuestra sociedad los preparadores de todos esos equipos de desa mataron de una paliza, el sábado pasado, a un juez de línea
juveniles y de aficionados. Gracias a esos árbitros y entrenadores, mi- que estaba arbitrando el partido. Los jugadores tenían entre 15 y
les de chavales sin expectativas laborales ni educativas se toman en 16 años. El juez de línea tenía 41, y su propio hijo estaba jugando
serio la disciplina y el esfuerzo, y aprenden que la vida es mucho más en el campo, sólo que en el equipo contrario al de los jugadores que
que un botellón y una discoteca. Chavales sin amigos y sin recursos, mataron a su padre. Ya lo he dicho antes: todo parece uno de esos
chavales que no han tenido una sola oportunidad, aprenden a convi- relatos tristísimos de Raymond Carver o Richard Ford.
P
Pártele
la pierna
Enrique
García-Máiquez
La libertad
asusta
MAGÍNENSE indignándose por la
subida del IVA o del IRPF. Quiero
decir, recuérdense indignados e
imagínense anunciando a bombo y
platillo que esas leyes a ustedes,
plin; que ni majaras las piensan cumplir.
Según como sea su imaginación, les puede
dar o el estupor o la risa. No cabe postura
más antidemocrática ni absurda, ¿verdad?
Pues es la que está tomando la Generalidad con respecto al borrador de la Ley
Wert de educación.
Para mayor surrealismo, la Generalitat
es un órgano del Estado, y uno que impone
sus leyes sobre todos los ciudadanos bajo su
Administración, y que les obliga a cumplirlas, gusten o no. La incoherencia es colosal.
Pero no acaben ustedes de rasgarse las
vestiduras, que queda mucha tela que
cortar. ¿Qué hace la Ley Wert? Trata de
garantizar la libertad de los padres de
elegir la lengua vehicular de la educación
de sus hijos, como exigen todas las normas internacionales y el sentido común.
La lengua en cuestión es, además, la oficial del Estado. O sea, que tanto llamamiento a echarse al monte es por una ley
que reconoce un derecho básico y que garantiza un ámbito de libertad.
Pero no terminen de enfadarse aún,
porque Wert no impone a la educación
pública catalana la escolarización en es-
I
Del Gobierno de Mariano
Rajoy, lo mejor eran sus
proyectos; lo más limpio
son sus borradores
pañol, como es su deber (de Ignacio Wert
y de la educación pública), sino que les
propone una salida: si ellos no quieren
cumplir la ley, que financien la educación
en un colegio privado. Volvamos al supuesto del inicio, y pensemos que el Gobierno nos permitiese, si nos negamos a
pagar impuestos, dar el dinero más o menos equivalente a alguna ONG. Resultaría realmente extravagante.
Mas ahorren indignación, porque el Ejecutivo, achantado como suele, ya va diciendo que es sólo un borrador y que irán
cambiando cosas. Del Gobierno, lo mejor
son sus proyectos. Lo más limpio, sus borradores. Éste, sin ir más lejos; o el de Gallardón de poner algo de coto al aborto,
que se le duerme entre los brazos con tanta
tasa como se trae entre manos; o el de ayuda a los emprendedores, que está siendo el
proyecto menos emprendedor del mundo.
De remate, también se protesta airadamente de que el Gobierno confirme y
consolide la legalidad de los conciertos a
la educación diferenciada. Hay que volver a recordar que ésta no será obligatoria para nadie en ningún caso, sino una
opción para los padres que la deseen. Padres que pagan impuestos y que sin concierto no podrán permitirse la educación
que quieren. Qué miedo más atroz a la libertad cunde por todas las esquinas de
España. Más éxito que la celebración de
la Constitución de Cádiz tendría aquí el
Bicentenario del “Vivan las caenas”.
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