Infromación Geográfica

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INFORMACIÓN GEOGRÁFICA
Información base
Instituto Geográfico Nacional
Servicio Cartográfico del Ejército.
Instituto Geológico y Minero.
Ministerio de Agricultura.
Catastro
Fuentes estadísticas.
Organismos internacionales: ONU, UNESCO, FAO, UE, OCDE
Organismos nacionales: ministerios, Administraciones públicas, institutos nacionales, INE.
Organismos privados: Cámara de Comercio o industria, Bancos, Gabinetes de estudios, Empresas, etc.
La fotografía aérea.
Es una técnica de trabajo de suma importancia, el 95% de los mapas han sido elaborados con ayuda de la
misma. Como fuente de información comporta algunas ventajas sobre otras más tradicionales, puesto que
da una visión integral (que no hay que confundir con visión completa, puesto que hay detalles que
escapan a la percepción fotográfica), mientras que las demás (cartografía, estadística, etc.) aportan una
información selectiva de los hechos concretos. Así, se ha calculado que cada fotografía aérea de 23 por 23
cm contiene hasta un millón de mensajes visuales.
Como método de trabajo, la fotografía aérea sirve para dos propósitos vitales: reconocimiento e
ilustración. El reconocimiento es un estudio preliminar para observar las características y elementos de la
zona de estudio, que nos permite buscar, hallar, localizar, contar, medir, e identificar objetos y
condiciones en el terreno.
La fotointerpretación permite identificar objetos individuales, áreas o zonas homogéneas. En Geografía
Humana, a partir de la fotointerpretación podremos conocer los tipos de poblamiento, la configuración del
catastro, el uso del suelo, estudiar diversos aspectos analíticos del paisaje urbano (morfología y
estructura), las características de las áreas residenciales, analizando la infraestructura, trazado y
características de las redes, detectar, estudiar y analizar los problemas medioambientales, etc.. La
fotografía aérea es, igualmente, de gran interés para estudiar los cambios experimentados en una zona.
La teledetección puede considerarse como una técnica auxiliar que proporciona a la Geografía materiales
para su estudio. Es la ciencia que permite obtener información de la superficie de la Tierra o de la
atmósfera, utilizando las propiedades de las ondas electromagnéticas que proceden de los objetos o
fenómenos observados.
La originalidad y ventaja de toda la información que proporciona la teledetección para el análisis
geográfico se resume en: riqueza de detalles, características macroespaciales y captación del dinamismo
(Vila Valentí, J. 1974).
La teledetección espacial ha sido empleada de toda la Geografía Humana, preferentemente en el estudio
del uso del suelo y en la elaboración de mapas temáticos de esa especialidad. Otra de las áreas donde más
impacto ha producido la teledetección es el estudio de fenómenos urbanos, considerándose que es la
fuente más apta para controlar la dinámica urbana. Otras aplicaciones interesantes en Geografía Humana
es la estimación de la población en zonas urbanas. Donde la teledetección es muy importante es en el
estudio de fenómenos urbanos en los que los distintos sistemas de detección no pueden informar sobre
contaminación, degradación del ambiente y pérdidas de energía. Los estudios de tráfico y la vigilancia del
estado de la red de comunicaciones se podrán mejorar con satélites de mayor o resolución.
Tipos de datos.
Información cualitativa: determina su representación en mapas temáticos puesto que los gráficos y
diagramas implican necesariamente unos valores cuantitativos. La representación de la información
cualitativa se efectúa, con mayor frecuencia, a partir de tramas cuando la información es difusa (dibujo de
líneas limítrofes de áreas específicas) y de símbolos en los casos en que la información es puntual.
La información cuantitativa, por el contrario, es aquella que cuenta con unos datos estadísticos
importantes, siendo su objetivo precisar la variación de distancia entre las distintas categorías.
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A su vez, dentro de cada una de ellas, pueden hacerse más subdivisiones; así, la teoría de los estadios de
medición (Shiegel, 1956) establece la existencia de cuatro escalas de propiedades distintas: nominal,
ordinal (en la información cualitativa), de intervalos y de relaciones (información cuantitativa).
Escala nominal o clasificatoria es aquella en la que se emplean números o símbolos para identificar la
variable. En el mapa nominal se establece una equivalencia de todas las variables diferenciándose sólo
por el signo empleado; el general, el mapa nominal no es más que un mosaico de áreas con colores otras
distintos, representando cada uno de ellos una clase definida.
La escala ordinal o jerárquica emplea los números y los símbolos para, al mismo tiempo, identificar
objetos y describir sus relaciones con otros objetos, estableciendo un orden de prioridad o de magnitud.
Por tanto, a la equivalencia establecida en el nivel nominal, se le suma la relación de mayor o menor que
(> ó <).
La escala de intervalos cuenta con una base estadística amplia; en su diferenciación, la relación entre dos
puntos de la depende de la unidad de medición. En esta escala no existe el cero absoluto. Con los
intervalos, a las características de equivalencia y de rango u orden de la información cualitativa, se añade
la de la relación conocida entre dos intervalos cualesquiera que sean.
La escala de relación añade una última característica a la a s anteriores: la relación conocida entre dos
valores cualesquiera de la escala.
Organización de la información
El geógrafo analiza una serie de hechos geográficos de un lugar (inventario o estructura local), o de
varios lugares, en un momento dado o en una serie temporal. Esto implica la necesidad de poder ordenar
varios hechos de un lugar o de varios lugares y uno o varios aspectos de un lugar o de varios lugares, en
una fecha concreta o un periodo de tiempo determinado.
Con una matriz de datos geográficos, podremos ordenar por filas y columnas los aspectos geográficos
(altitud, superficie, población, producción agraria, industrial, ciudades, etc.) de un lugar o de varios
lugares en un año determinado o en una serie temporal. Los datos quedan recogidos así en un cuadro de
doble entrada, en el que se suelen colocar los aspectos geográficos en filas y los lugares en columnas. La
intersección de filas y columnas, denominada celda, recogen datos geográficos cuantitativos de un lugar
determinado.
La matriz nos permite realizar las siguientes observaciones:
a).- Seguir los valores de las celdas a lo largo de una fila concreta o parte de la misma
b).- Seguir los valores de las celdas a lo largo de una columna completa o parte de la misma
c).- Compara dos filas o todas entre sí
d).- Compara dos columnas o todas entre sí
Filas
COLUMNAS
LUGARES
Columna.d
Fila c
submatriz
Celda
(c,d)
Análisis de la información
Tras organizar la información hay que analizarla detenidamente para determinar cuáles y cuántas son las
variables que componen la información, así como la amplitud de los valores y su nivel de organización.
El número de variables es un elemento importante puesto que la representación gráfica deberá constar de
igual número de variables visuales.
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La longitud de una variable hace referencia al número de divisiones que permite identificar.
Componentes cortos son aquellos cuya longitud no sea superior a cuatro (por ejemplo la edad, suelen
dividirse en tres grupos: jóvenes, adultos, viejos), por el contrario, componentes muy largos son aquellos
que superan 15 divisiones, como por ejemplo en el caso de las especies arbóreas.
Cuando el número de valores distintos de que consta la variable es muy grande, es necesario efectuar
agrupaciones para simplificar la información. Para ello se determina en primer lugar el "recorrido de la
variable", es decir, la diferencia entre el valor máximo y el valor mínimo dentro de un conjunto de datos.
Una vez que se conozca este recorrido se divide en grupos o intervalos, los cuales nos permitirán apreciar
una serie de características y tendencias que resulta difícil apreciar dentro de todo conjunto de datos.
Un problema inicial es determinar cuántos intervalos se van a tomar. Cuando la calidad de los datos es
poco fiable interesa simplificar al máximo para minimizar el error de la información, por lo tanto el
número de intervalos deberá ser muy reducido. No obstante existe una norma general según la cual el
número de intervalos no debe ser más de cinco veces el logaritmo del número de observaciones (por
ejemplo, si tenemos 100 observaciones, el logaritmo es 2, luego no deberán superarse los diez intervalos).
Finalmente, otro aspecto sumamente importante a considerar en el momento de seleccionar el número de
intervalos es la propia expresión gráfica. Debemos tener en cuenta que el ojo humano no aprecia bien más
de 7ú8 tonos, y lo mismo sucede con los colores y las tramas.
Los grupos que se forman deberán contener todos los valores existentes en el recorrido de la variable,
aunque en algún intervalo no exista ningún caso a representar. En la distribución de los intervalos es
mejor que todos ellos tengan igual amplitud, es decir que cada intervalo tenga el mismo recorrido. En este
caso se dice que los intervalos son regulares. En las ocasiones en que sea necesario, el primero y el último
intervalo pueden dejarse abiertos, sin el límite inferior o superior, pudiendo incluirse en esos casos que
excedan del recorrido normal de los intervalos intermedios, quedando expresados como "> que", o como
"< que".
En otros casos, los intervalos se establecen en función de distribuciones estadísticas. Se basan en calcular
la media y la desviación típica, estableciéndose los intervalos en función de esa relación.
Cuando se trata de unidades espaciales muy distintas, con datos de superficie, se utilizan los porcentajes
con respecto al total.
Hay ocasiones en que las necesidades de representación llevan a adoptar intervalos irregulares, en cuyo
caso deben seleccionarse subjetivamente. En estos casos suele hacerse previamente una tabla de
frecuencias a partir de la cual se tomarán las decisiones. En la elección de los intervalos irregulares
existen dos normas: a) los límites de clase se establecen en los lugares donde hay menos a casos, puesto
que así quedan agrupados valores homogéneos y representativos; y b) en los tramos donde hay más casos
se pueden hacer mayor número de divisiones.
Tratamiento de la información
Los índices o coeficientes son un método que reduce un gran número de datos a una sola cifra,
permitieron establecer comparaciones de las características geográficas objeto de estudio y en diferentes
periodos de tiempo.
Un índice o coeficiente es una proporción. En general un índice se apoya en un método estadístico tal
como un porcentaje, la desviación típica, etc. Todo índice debe variar entre unos valores fijos (0-1, 0-10,
0-100) quedando marcada la variabilidad del índice por estos límites; debe tener una norma o base que
sirva para referir y analizar los resultados (por ejemplo el valor 100 de un índice indicará la presencia
completa de una variable, y el 0 la ausencia total de dicha variable).
Los cocientes y las tasas son índices muy utilizados. Los cocientes son de dos tipos: en unos casos se
divide el hecho geográfico entre la superficie de la región analizada, el coeficiente obtenido recibe el
nombre de densidad. En otros casos se calculan cocientes entre dos variables, sin que ninguna de ellas sea
la superficie, obteniéndose así un valor relativo que permite efectuar comparaciones entre regiones de
significado y tamaño desigual.
Hay veces en que las magnitudes que se relacionan son muy desiguales, en estos casos, cuando el
dividendo es mucho menor que el divisor, para no tener cocientes decimales se puede multiplicar por 100,
por 1000 o por 10.000, hablándose en estos casos de tasas.
Este tipo de índices se emplea mucho en Geografía Agraria, relacionando la población con los núcleos
existentes en una unidad territorial con objeto de medir el grado de concentración y dispersión del hábitat.
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Otros índices muy utilizados para medir la desigualdad, concentración son los basados en el concepto de
varianza. La concentración relativa o la dispersión de un hecho geográfico puede medirse mediante el
índice de semejanza o coeficiente de asociación geográfica. Este permite comparar una característica
geográfica a escala nacional con su distribución a nivel de unidades territoriales menores, consideradas
conjuntamente,
I. S. = 1- Σ d
d = diferencias entre el porcentaje de una variable)
100
Cuanto más bajo sea el índice mayor será la diferencia entre los dos conjuntos de datos. El coeficiente de
semejanza oscila entre 1, que indica completa identidad entre los dos conjuntos de datos, y un valor 0
cuando diferencias muy elevada.
Otros métodos también muy utilizados son las medidas de tendencia central y de dispersión. Básicamente
son dos de los métodos que más se utilizan en la simplificación de la información para la cartografía
temática, los cuales permiten describir las principales características de la distribución de frecuencias: la
media aritmética, que estima un valor central en todo conjunto de datos, y la desviación típica y la
varianza, que miden la dispersión de los valores en el conjunto de los datos en torno a un valor central.
La media aritmética es el promedio de una serie de datos.
¯
x=Σx
n
Hay algunos casos en que la media aritmética puede conducir a resultados engañosos si no se introduce
ninguna modificación en los valores utilizados, por lo que entonces se emplea la media ponderada.
(w es el peso o ponderación utilizados del cálculo).
Xw = ∑ (xw)
∑w
Otras medidas de tendencia central muy sencillas son la moda y la mediana. La primera e más que el
valor que tiene una mayor frecuencia en un conjunto de datos, la segunda, la mediana, es el valor central
en una serie de datos ordenados de mayor a menor cuando número de casos es impar, en caso de que sea
par la mediana resulta de sumar los dos valores centrales y dividir el resultado entre dos.
La desviación típica se utiliza para analizar el grado de dispersión de unos valores en torno a un valor
central. La expresión se calcula normalmente midiendo la diferencia entre cada valor y la media del
conjunto de datos, denominándose desviación o dispersión de los datos a la suma de estas diferencias. En
la desviación típica los datos se elevan al cuadrado, de forma que éstos, siempre toman valores positivos.
Una vez elevadas las desviaciones al cuadrado, se suma, dividiéndose el resultado obtenido entre el
número total de observaciones. A este resultado se le llamaba varianza. La raíz cuadrada de la varianza es
la desviación típica. Su expresión matemática es:.
δ = √ ∑ (x - x)2
n
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