CLASE DEL QUINTO DOMINGO ¿Por qué debo ser Autosuficiente? “La autosuficiencia es… un elemento esencial para nuestro bienestar espiritual tanto como para el temporal… porque no se obtiene la salvación por otro principio”. Mi camino a la autosuficiencia E n el manual de “Mi camino a la Autosuficiencia” publicado por la Iglesia el año pasado, se encuentra la siguiente carta dirigida a los miembros de la Iglesia: Estimados hermanos y hermanas: El Señor ha declarado “Es mi propósito abastecer a mis santos” (D. y C. 104:15). Esta revelación es una promesa del Señor de que Él le proveerá las bendiciones temporales y abrirá la puerta de la autosuficiencia, la cual es la capacidad de proporcionar las necesidades de la vida para nosotros mismos y para los miembros de nuestra familia. Este cuadernillo ha sido preparado para ayudar a los miembros de la Iglesia a aprender y a poner en práctica los principios de fe, educación, trabajo arduo y confianza en el Señor. El aceptar y vivir estos principios le permitirá recibir las bendiciones temporales prometidas por el Señor. Le invitamos a estudiar y a aplicar estos principios con diligencia y a enseñarlos a los miembros de su familia. Al hacerlo, su vida será bendecida. Usted aprenderá a actuar en su camino hacia una mayor autosuficiencia. Será bendecido con mayor paz, esperanza y progreso. Por favor tenga la seguridad de que usted es un hijo(a) de nuestro Padre Celestial. Él le ama y nunca le abandonará. Él le conoce y está dispuesto a brindarle las bendiciones temporales y espirituales que ofrece la autosuficiencia. Atentamente, La Primera Presidencia Analizar: Analice las siguientes preguntas con los miembros de la clase: ¿Cuáles son las promesas que se extienden en esta carta? ¿Qué debe hacer para obtener tales promesas? Meditar: Dedique unos minutos para meditar en cuanto a lo siguiente: ¿Por qué desea nuestro Padre Celestial que yo sea autosuficiente? Cuando llegamos a ser autosuficientes, ¿en qué manera estamos siendo como Él? Leer: “Para mí todas las cosas son espirituales; y en ninguna ocasión os he dado una ley que fuese temporal”. (D. y C. 29:34) Analizar: ¿Qué se aprende de D. y C. 29:34? en cuanto a: • Obtener educación • Conseguir un trabajo • Abrir un negocio ¿Por qué es tan importante que comprendamos esta verdad? Meditar: ¿Cómo se ha sentido al afrontar desafíos temporales y espirituales? Invitar: A los miembros a compartir sus sentimientos en cuanto al afrontar desafíos temporales y espirituales. “La autosuficiencia es… un elemento esencial para nuestro bienestar espiritual tanto como para el temporal… porque no se obtiene la salvación por otro principio”. 1 ¿Puede el Salvador ayudarme a ser autosuficiente? Meditar: ¿Qué significa la escritura “Jesucristo es poderoso para salvar”? (2 Nefi 31:19) ¿De qué manera Jesucristo puede ayudarnos a vencer los desafíos temporales y cuál es nuestra parte en esto? Leer: El Salvador tiene el poder para ayudarnos a ser autosuficientes. Al ejercer nuestra fe en Jesucristo, Él puede hacer milagros para ayudarnos a ser autosuficientes. Él puede lograr más a través de nuestros esfuerzos de lo que nosotros podemos lograr por nosotros mismos. Sugerencias: • Incrementar nuestra responsabilidad • Poner nuestra fe en acción • Actuar sobre nuestros desafíos, y no nuestros desafíos sobre nosotros ¿Cómo lo temporal y lo espiritual están inseparablemente unidos? Leer: Los dos grandes mandamientos, amar a Dios y a nuestro semejante, son la unión de lo temporal y lo espiritual. Es importante notar que esos mandamientos se denominan “grandes” porque de ellos dependen todos los demás mandamientos. En otras palabras, allí deben empezar nuestras prioridades personales, familiares y de la Iglesia. Todas las demás metas y acciones deben nacer de estos dos grandes mandamientos: El amor a Dios y a nuestros semejantes. Como las dos caras de una moneda, lo temporal y lo espiritual son inseparables. Preguntar: ¿Cómo aplica este principio en mi propia vida? Solicitar: Comentarios de los miembros en la clase. El Dador de toda vida Leer: “Para mí todas las cosas son espirituales; y en ninguna ocasión os he dado una ley que fuese temporal”. (D. y C. 29:34) Esto significa que “la vida espiritual es en primer término una vida. No es sólo algo para conocerse y estudiarse, sino que es algo para vivirse”. (Thomas Merten, Thoughts in Solitude.1956, pág. 46) 2 Clase del 5to. domingo Lamentablemente hay quienes pasan por alto lo “temporal” por considerarlo menos importante. Valoran lo espiritual y minimizan lo temporal. Aunque es importante que nuestros pensamientos se inclinen hacia el cielo, perdemos la esencia de la religión si no inclinamos también nuestras manos hacia nuestros semejantes. Preguntar: ¿Cómo el ayudar a mi prójimo me ayuda a llegar a ser más autosuficiente? ¿Cómo era el pueblo de Enoc? Leer: El profeta Enoc edificó una sociedad de Sion mediante el proceso espiritual de crear un pueblo de un solo corazón y una sola voluntad, y la obra temporal de asegurar que “no hubiera pobres entre ellos”. (Moisés 7:18) Preguntar: ¿Qué puedo hacer para contribuir de ser de un solo corazón y voluntad? Leer: El presidente J. Reuben Clark, Jr. enseñó: “Cuando el Salvador vino a la tierra, tenía dos grandes misiones; una era cumplir su papel de Mesías y efectuar la expiación de la caída y el cumplimiento de la ley; la otra era la obra que realizó entre Sus hermanos y hermanas en la carne al aliviar sus sufrimientos”. ( J. Ruben Clark, Jr. En Conference Report, abril de 1974, págs. 183,184) De manera similar, nuestro progreso espiritual está inseparablemente unido al servicio temporal que demos a los demás. Uno complementa al otro, sin uno, el otro es una falsificación del plan de felicidad de Dios. La mejor organización que hay sobre la tierra Durante la Gran Depresión, las Autoridades Generales le pidieron al apóstol Harold B. Lee encontrar la respuesta a la pobreza, pesar y hambre que eran tan comunes en el mundo de aquella época. Le costó mucho encontrar una solución y llevó el asunto ante el Señor y le preguntó: “¿Qué clase de organización deberíamos tener… para lograr esto?” Y fue como si el Señor [le] hubiera dicho: "Mira, hijo. No necesitas ninguna otra organización. Ya te di la mejor organización que existe sobre la faz de la tierra. Nada es más grande que la organización del sacerdocio. Lo único que tienes que hacer es poner el sacerdocio a trabajar. Eso es todo”. [Harold B. Lee, discurso pronunciado en una reunión agrícola de bienestar, 3 de octubre de 1970, pág. 20] Preguntar: ¿Cómo la organización de la Iglesia contribuye en el aliviar la pobreza, el pesar y el hambre en las estacas y los barrios? Solicitar comentarios de los miembros en la clase. Sugerencias: • Consejo de barrio • Maestros orientadores y maestras visitantes • Centros y grupos de autosuficiencia • Almacén del Señor 3 Las bendiciones de proveer conforme a la manera del Señor Leer: El presidente Dieter F. Uchtdorf, ha enseñado que las promesas y bendiciones proféticas de la autosuficiencia de la Iglesia, de proveer conforme a la manera del Señor son de las más magníficas y sublimes que el Señor ha dado a Sus hijos. Él dijo: “Si extiendes tu alma al hambriento y sacias al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía; y Jehová te guiará siempre”. (Isaías 58:9-10) Ya sea que seamos ricos o pobres, o vivamos donde vivamos, todos nos necesitamos mutuamente, porque al sacrificar nuestro tiempo, talentos y recursos, nuestro espíritu madura y se refina. Esta obra de ser autosuficientes y proveer conforme a la manera del Señor no es sólo otro artículo en el catálogo de los programas de la Iglesia. No se puede desatender ni dejar de lado. Es fundamental en nuestra doctrina; es la esencia de nuestra religión. Hermanos, tenemos el grande y especial privilegio de participar. No debemos apartar nuestro corazón ni nuestra mente de ser autosuficientes, del velar mejor por los necesitados y de dar servicio compasivo. Lo temporal y lo espiritual están entrelazados Dios nos ha dado esta experiencia terrenal, y los desafíos temporales que conlleva, como laboratorio en el que podemos crecer y llegar a ser lo que nuestro Padre Celestial desea que seamos. Es nuestra responsabilidad y de nadie más llegar ser autosuficientes, ya que el presidente Thomas S. Monson mencionó: “La autosuficiencia es… un elemento esencial para nuestro bienestar espiritual tanto como para el temporal… porque no se obtiene la salvación por otro principio”. (Thomas S. Monson, “Los principos de bienestar” Liahona, febrero de 1987, pág. 3) 4 Clase del 5to. domingo Es la esperanza de la Primera Presidencia que entendamos el gran deber y bendición que recibimos al llegar a ser autosuficientes y proveer conforme a la manera del Señor.