LOS INTERESES COLECTIVOS 1 Denise Tron Zuccher Jean Claude Tron Petit José Arturo Ramírez Becerra LOS INTERESES COLECTIVOS ................................................................................................................. 1 A. CONSIDERACIONES .......................................................................................................................... 2 B. INTERÉS JURÍDICO Y LEGITIMACIÓN AD CAUSAM .................................................................... 3 C. INTERÉS SIMPLE ............................................................................................................................... 4 D. INTERESES COLECTIVOS ................................................................................................................. 5 E. LEGITIMACIÓN COLECTIVA.......................................................................................................... 10 1. ADMISIÓN y PRE-CERTIFICACIÓN ........................................................................................ 13 2. EMPLAZAMIENTO..................................................................................................................... 13 3. CERTIFICACIÓN......................................................................................................................... 14 a) FIJACIÓN DE LITIS ............................................................................................................... 18 b) EXCEPCIÓN DE FALTA DE REPRESENTACIÓN ............................................................. 19 4. NOTIFICACIÓN .......................................................................................................................... 21 RÁMITE PROCESAL............................................................................................................................ 22 a) Pruebas o Discovery............................................................................................................. 22 b) Medidas precautorias .......................................................................................................... 23 c) Medios alternos, convenios y transacción ....................................................................... 25 d) Relación entre acciones colectivas y acciones individuales. (Litispendencia) ......... 27 e) Opt in y opt out ..................................................................................................................... 28 5. 6. 7. SENTENCIA................................................................................................................................. 28 Daños colectivos....................................................................................................................... 28 Daños individuales ................................................................................................................... 29 COSA JUZGADA......................................................................................................................... 30 GASTOS y COSTAS .................................................................................................................... 33 1. 2. 3. DEFENSA DE LOS INTERESES DE GRUPO EN MÉXICO ............................................................ 34 Protección al consumidor .............................................................................................................. 35 Equilibrio ecológico ...................................................................................................................... 39 Asentamientos humanos................................................................................................................ 39 a) b) F. G. 1 CONCLUSIÓN................................................................................................................................... 41 Bibliografía: ............................................................................................................................................ 42 Artículo publicado en: Homenaje a Vicente Aguinaco Alemán, Temas relevantes de Derecho Constitucional y Procesal Constitucional, Barra Mexicana, Colegio de Abogados, Colección Foro de la Barra Mexicana, Themis, 2009. A. CONSIDERACIONES La nueva realidad en que vivimos ha puesto en manifiesto la “incapacidad” del derecho para ajustarse a las necesidades que se presentan día a día. Esto no sólo sucede en el ámbito de los derechos sustantivos, sino también en lo que hace a las instituciones procesales, las cuales, finalmente, constituyen el medio a través del cual un particular puede defender y hacer efectivos sus derechos en caso de que éstos se vean violentados. La aparición de los derechos humanos de la tercera generación y de los derechos culturales, sociales y económicos 2 ha confrontado la teoría clásica, poniendo en duda, en primer término, si es que se trata de verdaderos derechos autónomos, pues al contrario de la noción de derecho que se había venido sosteniendo durante siglos, en el sentido de que el titular de éstos es el hombre, entendido como un ser individual, se presentan casos en donde el titular de tales derechos es la colectividad, concepto muchas veces difícil de determinar. Este tema se ha venido superando aunque aún queda mucho camino por recorrer, sin embargo, el problema central al que actualmente nos enfrentamos es el de la protección judicial de estos derechos o intereses, que se han denominado como intereses de grupo o transindividuales. Para la comprensión de los problemas que presenta la protección jurisdiccional de los intereses de grupo, es necesario esbozar diversos conceptos relacionados con el tema, entre ellos el interés jurídico y la legitimación ad causam; los intereses simples; y, los intereses de grupo que incluyen los intereses colectivos, los difusos y los individuales homogéneos, para finalmente señalar los avances que se han dado en nuestro país y los que aún faltan para la defensa de los intereses de grupo. 2 Eduardo Ferrer Mac-Gregor señala que: “El nacimiento de estos nuevos derechos es producto de la doctrina francesa en el año de 1972, y cuya paternidad se atribuye al jurista checo Karen Vasal que desarrolló sus ideas en París.” Al respecto, el autor hace referencia al trabajo de Vasal intitulado “Les diffrérents catégories de droits de l’hommen”, contenido en la obra colectiva Les dimensions universelles des droits de l’homme, Bruselas, Ed. Bruylant, 1990. Ferrer Mac-Gregor, Eduardo, Derecho Procesal Constitucional, Colegio de Secretarios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, A.C., Editorial Porrúa, México, 2001, p. 218. 2 B. INTERÉS JURÍDICO Y LEGITIMACIÓN AD CAUSAM El interés jurídico presupone, “según la doctrina tradicional, la existencia de un derecho subjetivo que se hace valer frente a un estado de hecho lesivo o contrario al derecho mismo, […] este término se reduce a la pretensión válida respecto a la aplicación de una norma substantiva en un caso concreto, precisamente a favor del promovente y a través de los órganos jurisdiccionales.” 3 El interés que haga valer una parte, será propio, cuando quien actúe en el juicio lo haga en su propio nombre y derecho, y será ajeno, cuando el promovente esté actuando a nombre de otra persona, que es quien tiene la titularidad del interés jurídico. En estos términos el artículo 1º del Código Federal de Procedimientos Civiles establece lo siguiente: “Sólo puede iniciar un procedimiento judicial o intervenir en él, quien tenga interés en que la autoridad judicial declare o constituya un derecho o imponga una condena, y quien tenga el interés contrario. Actuarán, en el juicio, los mismos interesados o sus representantes o apoderados, en los términos de la Ley. En cualquier caso, los efectos procesales serán los mismos, salvo prevención en contrario.” [Énfasis añadido] El interés jurídico está íntimamente relacionado con la legitimación de actuar en juicio en aras de hacer valer sus derechos. Así, en principio sólo podrá pedir la tutela jurisdiccional la persona que sea titular de un derecho sustantivo (o bien, su representante), lo que configura la legitimación ad causam. Por tanto, no habrá interés jurídico, cuando, a pesar de que la persona tenga un derecho, la ley no le otorgue la potestad de imponerse coercitivamente a otro sujeto, esto es, de defender tal derecho a través de los medios jurisdiccionales. 3 Becerra Bautista, José, El Proceso Civil en México, Décimo Séptima Edición, Editorial Porrúa, México, 2000, pp. 20 y 21. 3 C. INTERÉS SIMPLE Los intereses simples son aquellos que no tienen ninguna protección jurídica directa, esto es, se trata de derechos concedidos a los particulares pero éstos no cuentan con los medios para exigir su cumplimiento a través de mecanismos jurisdiccionales. Resulta interesante la tesis del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (en adelante SCJN) que a continuación se transcribe, en la que se analizan los alcances del interés simple: “INTERES SIMPLE. NO TIENE NINGUNA PROTECCION JURIDICA DIRECTA Y PARTICULAR. Entre los diversos intereses que puede tener una persona, o sean "situaciones favorables para la satisfacción de una necesidad", existen los llamados "intereses simples" que consisten en situaciones en las cuales los particulares reciben un beneficio del Estado cuando éste, en el ejercicio de sus atribuciones y buscando satisfacer las necesidades colectivas que tiene a su cargo, adopta una conducta que coincide con esos intereses particulares; y en cambio sufren un perjuicio cuando esa conducta no es adecuada a los propios intereses. En el primer caso reciben un beneficio y en el segundo se perjudican, pero no tienen ningún derecho para exigir que se mantenga esa situación privilegiada. Puede decirse que esos intereses no tienen ninguna protección jurídica directa y particular, sino tan sólo la que resulta como reflejo de una situación general, porque no se puede crear una defensa especial para intereses particulares indiferenciales para el Estado. 4” [Énfasis añadido] El tema sobre la defensa de los derechos de los individuos reviste una gran importancia en los criterios que ha venido emitiendo el PJF, así el Pleno de la SCJN ha distinguido el interés jurídico del interés simple en los términos que a continuación se transcriben: “INTERES JURIDICO. INTERES SIMPLE Y MERA FACULTAD. CUANDO EXISTEN. El interés jurídico, reputado como un derecho reconocido por la ley, no es sino lo que la doctrina jurídica conoce con el nombre de derecho subjetivo, es decir, como facultad o potestad de exigencia, cuya institución consigna la norma objetiva del derecho. En otras palabras, el derecho subjetivo supone la conjunción en su esencia de dos elementos inseparables, a saber: una facultad de exigir y una obligación correlativa traducida en el deber jurídico de cumplir dicha exigencia, y cuyo sujeto, desde el punto de vista de su índole, sirve de criterio de clasificación de los derechos subjetivos en privados (cuando el obligado sea un particular) y en 4 Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época, 37 Primera Parte, Página: 27, No. Registro: 233,517. Amparo en revisión 2747/69. Alejandro Guajardo y otros (acumulados). 18 de enero de 1972. Unanimidad de diecinueve votos. Ponente: Abel Huitrón. 4 públicos (en caso de que la mencionada obligación se impute a cualquier órgano del Estado). Por tanto, no existe derecho subjetivo ni por lo mismo interés jurídico, cuando la persona tiene sólo una mera facultad o potestad que se da cuando el orden jurídico objetivo solamente concede o regula una mera actuación particular, sin que ésta tenga la capacidad, otorgada por dicha orden, para imponerse coercitivamente a otro sujeto, es decir, cuando no haya un "poder de exigencia imperativa"; tampoco existe un derecho subjetivo ni por consiguiente interés jurídico, cuando el gobernado cuenta con un interés simple, lo que sucede cuando la norma jurídica objetiva no establezca en favor de persona alguna ninguna facultad de exigir, sino que consigne solamente una situación cualquiera que pueda aprovechar algún sujeto, o ser benéfica para éste, pero cuya observancia no puede ser reclamada por el favorecido o beneficiado, en vista de que el ordenamiento jurídico que establezca dicha situación no le otorgue facultad para obtener coactivamente su respeto. Tal sucede, por ejemplo, con las leyes o reglamentos administrativos que prohíben o regulan una actividad genérica, o que consagran una determinada situación abstracta en beneficio de la colectividad. Si el estatuto legal o reglamentario es contravenido por algún sujeto, porque su situación particular discrepa o no se ajusta a sus disposiciones, ninguno de los particulares que obtenga de aquél un beneficio o derive una protección que pueda hacer valer tal discrepancia o dicho desajuste por modo coactivo, a no ser que el poder de exigencia a la situación legal o reglamentaria se le conceda por el ordenamiento de que se trate. Por tanto, si cualquiera autoridad del Estado determina el nacimiento de una situación concreta, que sea contraria a la primera, desempeñando un acto opuesto o no acorde con la ley o el reglamento respectivo, es a esa misma autoridad o a su superior jerárquico a los que incumbe poner fin a dicha contrariedad o discordancia, revocando o nulificando, en su caso, el acto que las haya originado, pues el particular sólo puede obtener su revocación o invalidación cuando la ley o el reglamento de que se trate le concedan "el poder de exigencia" correspondiente. 5” [Énfasis añadido] D. INTERESES COLECTIVOS Los derechos e intereses colectivos —incluyen a los difusos y los pertenecientes a un grupo determinable—, devienen de circunstancias de hecho o de derecho, comunes al colectivo y de naturaleza indivisible, de ahí que se les denomine transindividuales y son indivisibles, no atribuibles a determinados sujetos, en particular. La peculiaridad es que estos derechos —tales como la pureza del aire, la limpieza de un río, la veracidad de un anuncio publicitario o la seguridad de los productos— 5 Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época, 37 Primera Parte, Página: 25, No. Registro: 233,516. Amparo en revisión 2747/69. Alejandro Guajardo y otros (acumulados). 18 de enero de 1972. Unanimidad de diecinueve votos. Ponente: Abel Huitrón. 5 pertenecen a la comunidad, de ahí su carácter erga omnes, como un bien público, no a individuos específicos, asociaciones o al gobierno. Es así que se inscriben como algo intermedio entre los derechos individuales y el interés público; los titulares son las masas siendo exigibles también a sujetos, en ocasiones, indeterminados, pudiendo ser particulares y entes públicos o combinaciones de ambos. La gran diferencia con los derechos tradicionales de corte individual es que el sujeto titular es irrelevante, pudiendo ser grupos indeterminados sin personalidad jurídica y, en cambio lo que si es significativo es el bien tutelado perteneciente al colectivo. 6 Como una institución y categoría intermedia entre estos y los derechos subjetivos individuales, existe el interés legítimo, facultad que se otorga a un grupo o sector cualificado de personas para exigir una actuación de la autoridad administrativa conforme a la legalidad, ya que de no ser así y causarle un perjuicio, se abre la puerta para reclamar la nulidad de actos e indemnizaciones por daños y perjuicios; lo crucial no es el agravio material causado o probable sino el comportamiento irregular de la autoridad. 7 Pero lo complejo del tema es que dentro del concepto de intereses colectivos se incluyen, tradicionalmente, tanto i) los intereses difusos como ii) los intereses colectivos (strictu sensu) y también iii) los individuales homogéneos que tienen su fuente en los primeros. 8 Todo esto dificulta entender el tema que, de por si, es complejo. La diferencia entre tales conceptos —difuso y colectivo o grupo— radica en que los miembros del conglomerado que tienen un interés difuso, son indeterminables o de muy difícil determinación; 9 en tanto que los miembros del grupo portador de 6 Gidi Antonio, Las acciones colectivas y la tutela de los derechos difusos, colectivos e individuales en Brasil, UNAM, México, 2004, p. 53 7 En este sentido los criterios jurisprudenciales: INTERÉS LEGÍTIMO. CONCEPTO. Tesis: I.4o.A.357 A; INTERÉS LEGÍTIMO. SU CONEXIÓN CON LAS NORMAS DE ACCIÓN. Tesis: I.4o.A.356 A; INTERÉS JURÍDICO EN MATERIA ADMINISTRATIVA. CONSTITUYE UN GÉNERO QUE COMPRENDE TANTO AL DERECHO SUBJETIVO COMO AL INTERÉS LEGÍTIMO, EN TANTO QUE AMBOS ESTÁN TUTELADOS POR NORMAS DE DERECHO. Tesis: I.13o.A.74 A. 8 Comúnmente, estos últimos, son de carácter indemnizatorio, preferentemente. 9 Vg. Varias poblaciones afectadas por la contaminación de un río que les suministra agua o los televidentes afectados por publicidad engañosa de una marca de automóviles al promocionar como seguro un vehículo, con defectos en el diseño, que puede provocar volcaduras, en ambos ejemplos el número de afectados es realmente indeterminable. 6 interés colectivo (strictu sensu) suelen ser determinables. 10 Esta distinción, sin embargo, a veces no resulta precisa, pero, en todo caso, lo esencial es que nadie es titular único o exclusivo y, al mismo tiempo, todos los miembros de un grupo o de una categoría determinada son sus titulares. 11 Los intereses colectivos atienden a colectividades o grupos limitados o circunscritos. 12 Dichos intereses corresponden tanto a grupos determinables por una relación jurídica, no organizados, tal como un grupo de, tarjeta-habientes a los que se cobraron comisiones excesivas, como a agrupaciones organizadas jurídicamente, siendo ejemplos el caso de los condóminos o los sindicatos, entre otros. En relación con los intereses difusos, Ferrer Mac-Gregor establece que: “Los intereses difusos se entienden referidos no al sujeto como individuo sino como miembro de un conglomerado más o menos amplio, creándose una pluralidad de situaciones comunes”. 13 Comenta Gidi en relación con esta pluralidad de sujetos y peculiaridades lo siguiente: “Derecho difuso es un derecho transindividual e indivisible, que pertenece a un grupo indeterminado de personas que previamente no estaban vinculadas, pero que están vinculadas únicamente por circunstancias de hecho en una situación específica. El derecho colectivo es también “transindividual” e “indivisible”, pero pertenece a un grupo más específico de personas relacionadas entre sí o con la contraparte debido a una relación jurídica. Los derechos individuales homogéneos son derechos individuales divisibles, que tienen un origen común. 14” 10 Vg. Grupo de personas que han comprado boletos para viajar en avión y la empresa sin previo aviso, ni razón, cancela los vuelos de todo el día, es determinado el volumen de boletos vendidos y los titulares de ellos puede reclamar colectivamente, para no presentar 7000 demandas, del mismo tipo, que probablemente no sean viables monetariamente por los gastos que representa un juicio. 11 Ferrer Mac-Gregor, Eduardo, op. cit., pp. 219 y 220. Satisfacer a un miembro implica satisfacer a todos y violar el derecho a un integrante implica violar los de todo el grupo, no se pueden escindir o segmentar. 12 Ferrer Mac-Gregor, Eduardo, op. cit., p. 219. 13 Ferrer Mac-Gregor, Eduardo, op. cit., p. 219. 14 Gidi Antonio, op. cit., p. 52. En lo esencial sigue las definiciones del Código del Consumidor Brasileño, artículo 81. 7 Estas ideas se expresan de manera conceptual en el cuadro y esquema siguientes: D. I. Difusos D. I. 15 Incidencia Colectiva o Grupo D. I. Colectivos D. Individuales homogéneos Difusos Las peculiaridades de los diversos intereses y sus titulares se compendian en el siguiente cuadro: Derecho Difuso Grupo o colectivo (stricto sensu) individuales homogéneos Naturaleza transindividual e indivisible Titular Colectividad grupo indeterminado 16 Status Vínculo debido a no estaban vinculadas, circunstancias de hecho en ahora si una situación específica transindividual e indivisible grupo más específico, determinado o determinable Relacionadas entre sí o con alguna parte. una relación jurídica Individuales divisibles Individuo Tienen un origen común una relación jurídica En ciertos casos los intereses afectados pueden ser sólo colectivos, sin embargo, en múltiples ocasiones se vinculan y combinan con otros de etiología individual y 15 16 Derechos e intereses En razón de un bien es que se da la comunidad de intereses 8 divisible pero con la particularidad de tener un origen común. Esto conduce a que en las acciones colectivas deban deducirse conjuntamente, unos y otros, con el resultado que las sentencias se ocupen y distingan lo pertinente a cada uno de ellos. En el derecho comparado, la legitimación para ejercer estas acciones se confiere, indistinta o exclusivamente, a determinadas personas, instituciones, órganos del Estado, asociaciones de particulares tales como ONG, 17 como es el caso de las class actions en Estados Unidos de América. Sin embargo, debe considerarse que, por regla general, la sentencia que resuelva tales medios de impugnación vincula —beneficia o perjudica— a todos los miembros del grupo, siempre y cuando no hayan sido excluidos de manera expresa del juicio. 18 Como lo señalamos al comienzo de este trabajo, el problema de estos intereses o derechos será el acceso a la justicia, lo cual se encuentra íntimamente relacionado con la legitimación ad causam, pues los intereses de grupo rompen con los esquemas tradicionales de la misma. La legitimación ad causam ha sido definida por el Poder Judicial Federal —en su contexto tradicional— de la siguiente manera: “LEGITIMACION AD CAUSAM. CONCEPTO. La legitimación "ad causam" es una condición para el ejercicio de la acción que implica la necesidad de que la demanda sea presentada por quien tenga la titularidad de derecho que se cuestione; esto es, que la acción sea entablada por aquella persona que la ley considera como particularmente idónea para estimular en el caso concreto la función jurisdiccional. 19 La legitimación ad causam es la adecuación entre el titular del derecho y quien ejercita la acción, pudiéndola resumir diciendo que para ejercitar un derecho primero hay que tenerlo y ello será materia de estudio en la sentencia definitiva pues constituye una excepción perentoria […]. 20” 17 organización no gubernamental La regla general es que una vez certificada la clase por el juez, cualquier potencial integrante queda incluido y para ser excluido debe existir una petición específica (opt out). Otra opción es que para ser partícipe del fallo, es indispensable que la persona del colectivo, expresamente solicite ser incluida como parte en el juicio (opt in). 19 No. Registro: 241,609 20 Tesis intitulada: “COMPRAVENTA, ACCION RESCISORIA POR INCUMPLIMIENTO DE PAGO; CUANDO LA OBLIGACION SE DOCUMENTA EN TITULOS DE CREDITO, DEBEN ANEXARSE A LA DEMANDA PARA ACREDITAR LA LEGITIMACION AD CAUSAM.”, No. Registro: 203,380. 18 9 Estos conceptos de legitimación ad causam son aplicables para el caso en que se actúe con base en la titularidad de un derecho subjetivo de naturaleza individual. Sin embargo, hipótesis distinta se presenta con los intereses de grupo, tal como lo señala Ferrer Mac-Gregor: “En los intereses de grupo encontramos una legitimación sui generis, en tanto que si bien se actúa afirmando la titularidad de un derecho o interés propio, éstos se encuentran confundidos con el resto del conglomerado o grupo, por lo que el reclamo en realidad se hace también a nombre de todos los posibles afectados por un determinado hecho o acto. De ahí la importancia de la acción derivada de este tipo de intereses, pues su actuación trasciende del propio interés para proyectarse en el interés de toda la colectividad o grupo que asume.” 21 El problema radica entonces en determinar quiénes son los sujetos legitimados para promover las acciones relativas a dichos intereses. E. LEGITIMACIÓN COLECTIVA Considerando que los derechos e intereses colectivos son de una pluralidad de personas y no pueden ser divididos, asignándose porciones a individuos o dividiendo las instancias, esta peculiaridad trasciende a las acciones judiciales donde no es posible tener a un titular, en concreto, deduciendo pretensiones, tal como sucede en derechos tradicionales, que son de corte individual. Pero además como el origen son intereses colectivos, de existir estos, se debe facilitar el concurso de los individuos que en lo individual son lesionados, precisamente, por ser parte de ese colectivo. Construir una estrategia e instrumentos procesales ad hoc no es algo simple. Un panorama general sobre el tema de la legitimación —ad causam y ad procesum— aparece en el siguiente cuadro: 21 Ferrer Mac-Gregor, Eduardo, op. cit., p. 221. 10 Difuso D I colectivo auténtico Conveniencia y eficiencia Acciones no espurias Razonabilidad del reclamo Clases y subclases Comunidad e individuo Colectivo o Grupo Ídem Grupo individuo Individual homogéneo Ídem Individuo Causa Legitimación Procesal 22 Difuso Asociación Entidad o miembro colectividad o grupo No conflicto de intereses Adecuada representación Representatividad Colectivo o Grupo Miembro grupo, asociación o entidad Ídem Individual homogéneo Miembro grupo, asociación o entidad Ídem Tipo Derecho o Interés Iniciar o promover Certificación Sentencia En países donde ahora están vigentes las acciones colectivas, en su momento, tropezaron con el problema de la legitimación procesal; lo que provocó que los sistemas evolucionaran y hoy nos acercan varias soluciones. Según Gidi, hay varias bases para identificar un representante adecuado para hacer valer los intereses del grupo. Es así que la Ley puede encomendar esta facultad a un individuo —sea o no miembro del grupo—, a una asociación privada —esté o no previamente autorizada por el gobierno, por el juez o por sus miembros—, o al gobierno —a través de órganos o funcionarios públicos, el ombudsman, o el Ministerio Público—. 23 Existen ventajas y desventajas con respecto a cada una de las alternativas aludidas. La experiencia muestra que en los casos de mayor liberalidad, esto es, cuando cualquier miembro del colectivo puede actuar sin condiciones y con plena representación, tal como sucede en el sistema estadounidense, permite que se den abusos, al grado que el abogado del grupo pueda asumir un papel tan 22 23 Iniciar o promover Gidi, Antonio, op. cit., p. 71 11 e protagónico que resulte ser, en la práctica, como un empresario y la acción colectiva devenga en un negocio, lo que ha valido el calificativo de «acciones espurias» o de chantaje que han prostituido y denigrado a la institución. Por esas razones, un sector de la doctrina se inclina a considerar que lo óptimo sería confiar la representación a una combinación de individuos, entidades públicas y asociaciones, lo cual, adicionado con otros instrumentos procesales como la certificación y la excepción de la indebida representación, resulten idóneos y funcionales. Es así que en las diversas legislaciones que existen, los sujetos legitimados para representar una acción colectiva pueden ser: I.- Los Estados II.- Municipios 24 III.- Distrito Federal 25 IV.- Entidades de la administración pública V.- Asociaciones. VI.- Ministerio Público VII.- Individuos. En últimas fechas, hay un auge en la participación de las asociaciones u organizaciones privadas, —especialmente las ONG— cuyos incentivos, especialmente la inmediatez con los conflictos e intereses de sus integrantes, son determinantes de la gran eficiencia que las caracteriza; funcionalidad y eficacia que contrasta al compararlas con las entidades gubernamentales. Efectivamente, éstas últimas carecen de incentivos y los recursos con que cuentan, en general, con limitados y se utilizan con esquemas de muy baja eficiencia. A cambio, se impone a las asociaciones privadas para que puedan resultar legitimadas, contar con un programa definido, orientado a defender intereses, esencialmente relacionados con los fines institucionales, previstos en sus estatutos. Obviamente, cada país adecua de manera diferente la regulación pertinente a la legitimación para organizaciones privadas. Un ejemplo es el caso de Brasil que impone reglas, como la autorización previa de la asamblea de miembros cuando una acción es promovida en contra del gobierno. En los Estados 24 25 Hipótesis regulada por legislación brasileña Idem 12 Unidos de América, se ha definido que las asociaciones deben argumentar que han sido lesionadas o bien, alguno de sus miembros, para resultar legitimadas. Algunas peculiaridades sui generis de las acciones colectivas en el aspecto procedimental son las siguientes: 1. ADMISIÓN y PRE-CERTIFICACIÓN Al momento de admitir a trámite la demanda, el juez hace un reconocimiento preliminar de que se trata, en efecto, de una contienda en la que se discuten derechos transindividuales e indivisibles de un colectivo; esto es de la naturaleza del derecho, así como de las condiciones esenciales de procedencia tales como: a) la existencia de una clase definible, cuando menos los parámetros de cualificación o vinculación y exclusión de los integrantes, 26 b) el representante debe ser miembro de la clase y c) la pretensión no ha de ser dudosa. Otro aspecto es que el juez se asoma en apreciar la debida representación que los ausentes puedan tener a partir de quién promueve. En algunos casos, equivale a evaluar que se trata de un derecho sustancial con grandes posibilidades de que se dicte una decisión favorable en el fondo y que se cuenta con elementos que parecen ser suficientes, guarda un cierto paralelismo con el «fumus boni iuris». 2. EMPLAZAMIENTO Una vez admitida y pre-certificada la acción colectiva, el juez debe ordenar el emplazamiento a la parte demandada y la notificación a los miembros del grupo a través de los medios que se consideren más idóneos, que pueden ser periódicos, publicaciones, Internet —en mucho dependerá de la acción—, siempre que dicha notificación sea económica, eficiente, y alcance o abarque al mayor número de miembros de la colectividad. 26 Los derechos o intereses colectivos pueden pertenecer a un amplio sector, incluso difícil de determinar pero, en abstracto, es una porción de la universalidad de personas y esa relación se da por cuestiones de hecho o de derecho comunes que pertenecen o son atribuibles al colectivo. Una acción en la que se deduzca el pago de daños basada en “opt out” requiere de una muy específica definición para darles a conocer y permitir opten por ser excluidos. En contraste una declaratoria de interdicto, inhibitoria o declarativa no requiere de esa precisión. 13 El objetivo es que se apersonen todas aquellas personas que puedan asumir el carácter de actores, demandados o terceros que, en mayor o menor medida coadyuven en la defensa de intereses variados o, tal vez oponiendo excepciones y defensas. Además en este momento procesal usualmente se abre una dilación probatoria sumaria y hay oportunidad que el juez pueda tener conocimiento de quién implique la mejor representación para deducir los derechos colectivos. La notificación que en esta etapa se practique debe contener, esencial y básicamente, lo siguiente: 27 • • • • • • • • • • Identidad de los actores, definición del grupo; Identificación de los demandados; Datos del tribunal o lugar indicado para obtener mayores informes, destacaría el representante y abogado del grupo; Descripción de controversia colectiva con breve alusión a la demanda y resumen de hechos; Pretensión colectiva y objeto del proceso; Opciones o peculiaridades a tomar en cuenta para los miembros de cada grupo; Derechos de los miembros del grupo, por ejemplo a comparecer, intervenir, coadyuvar etc.; Copia de la demanda, contestación y otros documentos relevantes seleccionados por el juez con la colaboración de las partes; y, Personas a las que concierne e incluye la notificación; Cualquier otra información relevante para el caso en concreto. 3. CERTIFICACIÓN Consiste en una evaluación y decisión preliminar 28 que asume el tribunal respecto de las condiciones esenciales de la acción colectiva deducida. 27 Ideas, en lo general tomadas de Gidi, op. cit., p 142-143. La aludida notificación en realidad incluye dos actuaciones una cuando se emplaza a las partes, derivado de la admisión de la demanda y otra ulterior, con mayor información que da a conocer la resolución sobre certificación. El siguiente listado comprende temas comunes aunque los destacados al final son más bien, propios de la segunda actuación. 28 Settlement en el caso de los Estados Unidos de Norteamérica 14 Esta decisión implica considerar que no se está solamente ante una acción individual, sino ante una auténtica acción de grupo y es la conclusión de un procedimiento incidental, que implica un examen de la legitimación. Conforme al apartado “a” de la Regla 23, 29 los requisitos que se deben examinar son: 9 Numerosity: Implica que el grupo actor, sea lo bastante grande —numeroso— para hacer inviable una acción “individual” —litisconsorcio—. 9 Commonality: Deben existir cuestiones comunes de hecho o de derecho dentro del grupo, con la finalidad que se pueda dictar una decisión uniforme y la acción colectiva no pierda fuerza y eficacia, además de evitar costos y desgastes en demasiados procedimientos que resulten ociosos e ineficientes; por ejemplo, diligencias probatorias que no vale la pena se repitan muchas veces, cuando es el caso de estar frente a circunstancias homogéneas. 9 Tipicality: La demanda debe ser muy similar y representativa con respecto a la que cada miembro pudiera presentar individualmente. En ocasiones puede ser necesario dividir en subclases 30 cuando la relación entre las peculiaridades del derecho o interés y los objetivos pretendidos, que pueden ser varios e incluso incompatibles, determinen que en el colectivo puedan darse conflictos de intereses, lo que justifica la separación. 9 Adequacy of representation: Es importante y se impone analizar minuciosamente si el representante será el idóneo para proteger equitativa y adecuadamente los derechos del grupo y de los ausentes al procedimiento. Puede compararse, guardando las proporciones, a un acuerdo de término constitucional de materia penal o a una sentencia que decide sobre la suspensión definitiva en el juicio de amparo, que es preliminar, provisional y no prejuzga sobre el análisis del fondo que, en su caso, será vinculatorio para todos los miembros del grupo; apenas tiene el carácter de un presupuesto procesal. 29 30 De las Reglas Federales de Procedimientos Civiles de los Estados Unidos de Norteamérica. Incluso pueden darse algunas híbridas. 15 Una acción colectiva puede ejercitarse si reúne los requisitos antes citados o si además de los mencionados, implica alguna de las hipótesis señaladas dentro de la misma Regla 23, tales como: 1. El ejercicio de acciones individuales separadas impliquen un riesgo de: a. Sentencias inconsistentes, contradictorias respecto a los miembros del grupo. b. Sentencias que perjudiquen a otros miembros que no han participado en el proceso individual. 2. Cuando la parte demandada se rehúse a dar un trato uniforme a todos los miembros del grupo y tal actitud amerite una sentencia respecto al grupo entendido como unidad. 3. El juez considere que la acción colectiva es superior a otros métodos disponibles para resolver la controversia. Una posibilidad para hacer valer derechos colectivos en México, de manera amplia y sin condiciones tan restrictivas como las que ahora se tienen, pudiera ser adicionar un título al Código Federal de Procedimientos Civiles —por lo que concierne al ámbito federal— a fin de reglamentar el pleno ejercicio y vigencia de los mismos. De ser así, pudiera idearse un período de preinstrucción a partir de un incidente con la secuela siguiente: Los MASC —medios alternos para la solución de controversias— pueden ser recomendables y, en su caso, hasta obligatorios, a partir de este momento procesal, siempre bajo la rectoría del juez de la causa. 16 Sería impropio que fueran exigibles antes del juicio, pues la SCJN ha interpretado que tal hipótesis violenta lo dispuesto en el artículo 17 constitucional. Pero además en la práctica, seguir esta secuela es improductivo y absurdo pues no hay razones o incentivos para que las partes acepten negociar, esa es la triste realidad que han tenido las buenas intenciones de PROFECO, por mencionar un ejemplo. En efecto, una condición básica para que los mercados y la economía funcionen es la información de los sujetos, pretender hacer negocios o alcanzar soluciones en juicios —transacciones— sin información y sin claridad e inminencia de una eventual y determinada condena —sea grande o reducida— es algo tan antinatural como pretender que un auto funcione sin aceite En ese sentido, debe haber también incentivos para “facilitar” y “promover” los arreglos y la negociación que siempre supone, más o menos, ceder y obtener. Por eso resultaría artificial y antinatural que los MASC se tramiten antes del juicio —cuando falta información—, tampoco después, porque ya no tendrían razón. Un punto de equilibrio es elegir que sea a partir de la certificación cuando las partes ya conocen las cartas del contendiente y pueden hacer un preliminar balance de costo beneficio. La práctica judicial, en varios países, ha determinado que al momento de certificar las acciones colectivas, se tomen medidas prudenciales para evitar abusos o evitar lo que se conoce como acciones espurias o de chantaje e implica asomarse al fondo, de manera preliminar para dirigir adecuadamente a los participantes y obtener la mejor opción que satisfaga los intereses en pugna. Por tanto la afectación de intereses privados debe de ponderarse en correlación con el interés social, las inversiones que promoverán desarrollo y empleo, I+D, etc.; siendo el objetivo una búsqueda de la mejor solución para los intereses generales con una medida de razonabilidad y proporcionalidad que de cuenta de todos los intereses en tensión. En ese orden de ideas parece sensato que en los casos de afectaciones por la construcción de obras públicas, planeación urbana o infraestructura en general, deben apreciarse bajo el contexto o entorno del desarrollo sustentable; esto significa que siempre habrá tensiones entre los que defiendan a toda costa el desarrollo y eficiencia empresarial y los que asuman roles también absolutos en 17 cuanto a defender entornos naturales. Es obvio que, en varios casos, algún interés deba de sacrificarse pero debe ser en la menor medida, en la indispensable y, a cambio, efectivamente se consigan los resultados más eficientes; es la búsqueda de lo óptimo para casos concretos. a) FIJACIÓN DE LITIS Tomando en cuenta que en la certificación definitiva, el juzgador realiza un estudio minucioso de los requisitos de la acción colectiva, puede ser que advierta: 9 Falta de uniformidad, diferencias o tensiones entre los intereses deducidos que, en la práctica, pueden resultar perjudiciales o contraproducentes para cierto sector; 9 Predominio de ciertas pretensiones comunes; 9 Conflictos entre el grupo, sus representantes o abogados (si es que hay pluralidad). En efecto pueden concurrir en el colectivo, sujetos con pretensiones o causas de pedir que estén en conflicto o tensión. En esos casos lo recomendable es separar en clases o grupos al colectivo en concordancia con los intereses que deduzcan. Por tanto, bajo el rubro de saneamiento, en el artículo 9 del Código de Proceso Civil Colectivo que propone Gidi 31 señala los elementos y aspectos que la decisión debe contener: “9. Concluida la fase de alegaciones, y previa audiencia de las partes y de los intervinientes, el juez, en decisión fundamentada: I. Decidirá si la acción cumple con las condiciones para proseguir en forma colectiva; II. Definirá de oficio el objeto del proceso colectivo de la forma más amplia posible, independientemente de lo solicitado por las partes (véase artículos 7o. y 16); III. Describirá, con toda la precisión posible y necesaria, la definición del grupo titular de la pretensión colectiva; IV. Seleccionará al representante más adecuado para representar los intereses del grupo en el juicio (véase artículo 2.2).” En este mismo sentido, los artículos 10.3 a 10.5 señalan: 31 32 32 Op. Cit. P. 145 Op. Cit. 146 18 “10.3. El juez podrá separar las pretensiones o las causas de pedir en distintas acciones colectivas, si dicha separación favorece la economía procesal o facilita la tramitación del proceso colectivo (véase artículo 7o.). 10.4. El juez podrá dividir el grupo en subgrupos con derechos o intereses semejantes para una mejor decisión y tramitación del proceso colectivo. Si hubiera conflictos o divergencias sustanciales de intereses entre los miembros del grupo, el juez podrá nombrar un representante y un abogado para cada subgrupo. 10.5. El juez podrá limitar el objeto de la acción colectiva a la parte de la controversia que pueda ser juzgada en forma colectiva, dejando las cuestiones que no sean comunes al grupo para que sean decididas mediante acciones individuales o en una fase posterior del propio proceso colectivo. En resolución motivada, el juez comunicará las cuestiones que serán parte del proceso colectivo y las que serán decididas en acciones individuales o en una fase posterior del proceso colectivo.” En conclusión, resulta que el juez puede, al momento de fijar la litis: separar pretensiones, redefinir el grupo, 33 limitar la controversia a los aspectos que reúnan los requisitos de tipicality y commonality, excluyendo situaciones individualizadas que podrán exigirse en otro tipo de acción, velar por el perfeccionamiento de la acción, plantear a miembros del grupo que satisfagan de mejor forma los requisitos; 34 o, incluso, no certificar la acción colectiva, lo que la convertiría en una acción individual. b) EXCEPCIÓN DE FALTA DE REPRESENTACIÓN Es pertinente mencionar, que si bien la certificación presume un análisis, prima facie, de la adecuada representación, no es óbice para deducir la excepción de falta de representación en otras etapas procesales a fin de solicitar al juez un estudio mucho más minucioso de la adequacy que, bajo ciertas condiciones, puede trascender en la nulidad del fallo. Gidi 35 propone un modelo de Código de Proceso Civil Colectivo para países de Derecho Civil en el que señala, a fin de posibilitar una adecuada representación, las peculiaridades y los factores a tomar en consideración que debe tener el representante o abogado del grupo, tales como la: • Competencia (efectividad, excelencia); 33 Puede ser dividiéndolo, creando subgrupos que sean más homogéneos, Puede ser el caso, incluso, de convocar a otros abogados a colaborar con el abogado del grupo o, en definitiva sustituirlo 35 Op. Cit. P. 141 34 19 • • • • • • • • Capacidad (compromiso y conocimiento del caso); Honestidad; Prestigio; Experiencia; Antecedentes en la tramitación judicial o extrajudicial de acciones colectivas; La conducta y participación en el proceso colectivo y en procesos anteriores; Capacidad financiera para hacer valer una acción colectiva; Antigüedad de la asociación —si es el caso por ejemplo de una ONG que deduzca los derechos— y su nivel de representatividad de los intereses del grupo. Estos aspectos pueden omitirse o ser mal apreciados por lo que deducir la excepción de falta de representación puede ser una herramienta procesal útil para conseguir que se defiendan, adecuadamente, los derechos colectivos. De presentarse la situación de una inadecuada representación, el juez difundirá que ese evento ha ocurrido con el fin de que otro legitimado sustituya e intervenga, representando al grupo. Si fuera el caso de que no haya otro legitimado idóneo, el juez concluirá el proceso colectivo sin entrar a conocer el fondo del asunto. Una alternativa pudiera ser, tal como sucede en materia penal, que el juzgador designe a un defensor público que satisfaga el perfil requerido. En el modelo norteamericano, 36 aunque en estricto sentido, la adequacy of representation, se refiere a la elección del representante idóneo para proteger los intereses y derechos del grupo, en el estudio de éste requisito, se ven entrelazados la tipicality y la commonality, aspectos, que son susceptibles de ser evaluados dentro de la excepción de falta de representación. La parte demandada, tiene primordialmente dos intereses al recurrir a la excepción de falta de representación, que realmente no exista un representante idóneo y no se llegue a certificar la acción como colectiva o, por extraño que parezca, que se considere hay una adecuada representación; esto último con la finalidad de que la 36 Ideas esenciales tomadas del artículo de GIDI, Antonio “las acciones colectivas en Estados Unidos” http://www.mp.pr.gov.br/ceaf/rev31at5.doc 20 sentencia tenga efectos vinculatorios a todo el grupo, una vez que alcance la categoría de cosa juzgada. En las acciones colectivas, la garantía constitucional del debido proceso legal — ser oído y vencido en juicio—, recae en la figura del representante, 37 similar a algunas acciones de derechos subjetivos, con la distinción que el representante no es nombrado por los representados, es más, en muchos de los casos, ni siquiera saben que él los representa; por ello, se busca garantizar, que el representante haga una conveniente o vigorosa tutela de los intereses de los miembros del grupo, en su mayoría ausentes, además de no tener conflictos de intereses con el mencionado grupo; ya que, en este último aspecto, existen dentro de una acción colectiva, los intereses individuales del representante, los intereses del grupo y en el caso de la legislación de Estados Unidos, los intereses del abogado del grupo, que como ya antes mencionamos, en ocasiones ve a estas acciones como un negocio. Por lo tanto, el juez al resolver la excepción de falta de representación, toma en cuenta no sólo la adequacy of representation, sino también la tipicality y la commonality, de tal forma que se sobreponen y confunden. 4. NOTIFICACIÓN La notificación que en esta etapa se practique, además que puede reproducir o ampliar aspectos ya contemplados al momento de emplazar a las partes, extenderse a lo siguiente: 38 • • • • Consecuencias del proceso colectivo para los actores y miembros individuales, especificando los tipos de recuperación que se pretenden; Carácter vinculante y alcance de la sentencia colectiva y condiciones para intentar acciones individuales; Establecer las respectivas divisiones y subdivisiones de grupos colectivos, si es que los hubiere; Aclarar qué personas, no califican para ser miembros de algún grupo; 37 La idea es que tanto los participantes en el juicio como los ausentes no sean privados de sus derechos o privilegios colectivos por la inadecuada o negligente gestión de sus intereses a través de una representación inadecuada. 38 Ideas, en lo general tomadas de Gidi, op. cit., p 142-143. La aludida notificación en realidad incluye dos actuaciones una cuando se emplaza a las partes, derivado de la admisión de la demanda y otra ulterior, con mayor información que da a conocer la resolución sobre certificación. El siguiente listado comprende temas comunes aunque los destacados al final son más bien, propios de la segunda actuación. 21 • • • • Expectativas información y opciones de los derechos con alternativas opt in y de opt out, dependiendo de la legislación del país; Límites de áreas geográficas, si es que deben ser tomadas en consideración; Especificar los términos y alcance de cómo ha sido certificada la acción colectiva, así como de los efectos de la certificación; Apercibimientos y prevenciones de responsabilidad —o no responsabilidad— por honorarios de abogados; TRÁMITE PROCESAL a) Pruebas o Discovery En el caso norteamericano es el Discovery, en otros modelos como los latinoamericanos o europeos es la etapa de instrucción ñeque se allega y desahoga el caudal probatorio y alegaciones que conforman la litis. El objetivo es ofrecer, recibir y desahogar pruebas para finalmente concluir en una audiencia donde se de cuenta a manera de conclusión. La fase probatoria preliminar es al inicio del juicio, se desahoga convencionalmente como un incidente y está limitada al material básico para certificar o negar que existe una acción colectiva. Después hay una posterior para definir: 9 Conducta irregular, ilícita o derivada de causas generadoras de responsabilidad objetiva o subjetiva; 9 Daño o perjuicio causado y potencial, así como su valoración; y, 9 Nexo causal. En el Discovery, seleccionadas las pruebas, la parte interesada pide la certificación de la class action, y una vez certificada, entonces el juez ordena notificar a todos los miembros del grupo, y éstos podrán ejercer su derecho de exclusión. Parecen más adecuados otros sistemas, como los casos brasileño y colombiano, donde se notifica a los miembros del grupo, inmediatamente después de la admisión, de esta manera, los derechos de la colectividad, no se ven restringidos a un simple opt in u opt out, sino que están en posibilidad de coadyuvar, inclusive aportando pruebas. 22 La prueba indiciaria debe ser utilizada y apreciada con especial cuidado pero también eficacia, una explicación adecuada, se encuentra en la tesis pendiente de publicar número TC014085.9AK5) J/72, sustentada por el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, que dice: “PRUEBA INDICIARIA. CONCEPTO Y ELEMENTOS QUE LA INTEGRAN. Una prueba es indirecta, cuando mediante uno o variados indicios se demuestra la existencia de un hecho diverso, que es el afirmado en la hipótesis del juicio o del procedimiento administrativo. La condición para que tenga el efecto de prueba estriba en que a partir de la demostración de la existencia de ese hecho secundario (hecho probado o indicio) sea posible extraer inferencias, que fundamenten la hipótesis del hecho principal (hecho por probar o presunto). La prueba indirecta ofrece elementos de confirmación de la hipótesis de existencia de un hecho principal, pero a través de un paso lógico que va de un hecho probado (el hecho secundario o indicio) al hecho principal que es inferido. El grado de apoyo de la hipótesis a probar dependerá de dos cosas: a) del nivel de aceptación de la existencia del hecho secundario, es decir, si la existencia del referido hecho secundario está suficientemente probada, y b) la demostración de la inferencia implica acudir a máximas de experiencia solventes y argumentos basados en la sana critica, conducentes a evidenciar la suficiencia del hecho secundario. En conclusión, para determinar el grado de aceptación de la inferencia, que parte del hecho secundario o indicio (hecho probado) hacia el hecho principal o inferido presuntivamente (hecho por probar) es necesario conocer el criterio en el que dicha inferencia se apoya, comúnmente son enunciados de carácter general que convencen de la pertinencia y suficiencia de los indicios para aseverar la hipótesis o conclusión; también se les conoce como máximas de experiencia. Así, mientras más preciso y seguro sea el criterio, mayor será el grado de aceptación de la inferencia.” La calificación de los hechos, de acuerdo con su naturaleza, funcionalidad y consecuencias, resultará esencial e indispensable en los casos complejos, sobre todo basados en pruebas indiciarias o indirectas que, en ocasiones, son las únicas posibles de obtener. b) Medidas precautorias Tanto en las acciones colectivas como en las individuales, no es posible dictar una sentencia de fondo de manera inmediata, porque ello, requiere tiempo para que las partes aleguen y se consiga el desahogo de pruebas, esto es, la fase de instrucción o discovery, en claro acatamiento al debido proceso legal. En ese contexto, el objetivo de las medidas precautorias es prevenir el daño o evitar se siga causando, el cambio de situaciones de hecho, máxime si puede llegar a ser irreversible y, en general, suspender actos u omisiones que erosionen, 23 deterioren o disminuyan determinados status; siempre con el fin de hacer posible, de la manera más fácil y plena, los efectos restitutorios o indemnizatorios de la sentencia definitiva. Las medidas tanto de aseguramiento como precautorias, se encuentran específicamente previstas en los artículos del 384 al 389 del CFPC. 39 El objeto esencial es: “mantener las cosas en el estado en que se encuentran, jurídica o materialmente, evitando que cambie la situación de hecho o derecho y ello impida la eficacia de las sentencias”. “ARTICULO 386.- Cuando la mantención de los hechos en el estado que guarden entrañe la suspensión de una obra, de la ejecución de un acto o de la celebración de un contrato, la demanda debe ser propuesta por la parte que solicitó la medida, dentro del plazo de cinco días, contados a partir de la fecha en que se haya ordenado la suspensión. El hecho de no interponer la demanda dentro del plazo indicado, deja sin efecto la medida. ARTICULO 387.- En todo caso en que la mantención de las cosas en el estado que guarden pueda causar daño o perjuicio a persona distinta de la que solicite la medida, se exigirá, previamente, garantía bastante para asegurar su pago, a juicio del tribunal que la decrete. ARTICULO 388.- La determinación que ordene que se mantengan las cosas en el estado que guarden al dictarse la medida, no prejuzga sobre la legalidad de la situación que se mantiene, ni sobre los derechos o responsabilidades del que la solicita. ARTICULO 389.- Dentro del juicio o antes de iniciarse éste, pueden decretarse, a solicitud de parte, las siguientes medidas precautorias: I.- Embargo de bienes suficientes para garantizar el resultado del juicio, y II.- Depósito o aseguramiento de las cosas, libros, documentos o papeles sobre que verse el pleito.” Además de las medidas precisadas en el código adjetivo federal, la legislación mexicana prevé otras como la inmovilización, suspensión de la comercialización de bienes, productos o servicios o de información o publicidad; colocación de sellos de advertencia (Ley Federal de Protección al Consumidor, artículos 25 bis, 26, fracción II, 97 quarter, 98 bis y 98 ter, entre otras). Aseguramiento en forma cautelar de los productos con los cuales, presumiblemente, se cometan infracciones administrativas o delitos (Ley de la Propiedad Industrial, artículo 211). Clausura temporal, parcial o total de las fuentes contaminantes o instalaciones, 39 Código Federal de Procedimientos Civiles 24 imposición de medidas de seguridad o neutralización (Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente artículos 170 y 170 bis). Todas estas medidas y las paralelas en otras legislaciones, son idóneas para salvaguardar los bienes tutelados mediante acciones colectivas. Concretamente en materia de acciones de grupo el artículo 26, fracción II, de la Ley Federal de Protección al Consumidor, establece la facultad de la Procuraduría para dictar mandamientos a fin de impedir, suspender o modificar la realización de conductas que ocasionen daños o perjuicios a consumidores o previsiblemente puedan ocasionarlos. Además, el numeral 98 bis del mismo ordenamiento establece la posibilidad de informar a los consumidores, individual o colectivamente, inclusive a través de medios de comunicación masiva, sobre las acciones u omisiones de los proveedores que afecten sus intereses o derechos, así como la forma en que los proveedores los retribuirán o compensarán. Las medidas precautorias previstas en la legislación mexicana son varias y de distinta naturaleza, todas ellas atinentes a evitar o suprimir conductas perjudiciales o dañinas para alguna de las partes involucradas en un procedimiento administrativo o jurisdiccional y hacer efectiva la resolución o sentencia que, en su momento, llegue a dictarse y ésta sea ejecutable. c) Medios alternos, convenios y transacción El juez debe cuidar que las transacciones, acuerdos y compromisos que asuma el representante de las partes resulten aceptables y adecuados para todos, sobre todo si versan sobre aspectos colectivos. Usualmente los acuerdos conseguidos antes de la certificación, solo vinculan a los actores promoventes y no a toda la potencial clase o colectivo. Al respecto el Código de Proceso Civil Colectivo que propone Gidi 40 menciona: “14. El representante del grupo podrá llegar a acuerdos con la contraparte del grupo. Si los términos del acuerdo fueran adecuados para tutelar los derechos e intereses del grupo y de sus miembros, el juez los homologará a través de sentencia motivada y el acuerdo vinculará a todos (véase artículos 18 y 20.1). 14.1. El acuerdo deberá tutelar los intereses del grupo en su conjunto y podrá incluir aspectos ajenos al objeto del proceso. En el acuerdo se incluirá una multa diaria a la parte que no cumpla con sus términos (véase artículo 15.2). 40 GIDI, Antonio, op. cit. Pp.146 a 148 25 14.2. Si el acuerdo fuese parcial, la acción colectiva continuará respecto de los aspectos restantes de la controversia colectiva (véase artículo 17). 14.3. El Ministerio Público y los intervinientes tendrán derecho a participar en todas las fases de la negociación del acuerdo colectivo. 14.4. Excepcionalmente, el acuerdo podrá establecer que el demandado indemnizará a los miembros del grupo a través de descuentos en la compra futura de piezas o productos de su fabricación. Los cupones de descuento deben, en lo posible, establecerse sin condiciones. Cualquier tipo de limitaciones deben encontrarse justificadas, ya que pueden obstaculizar el carácter adecuado de la propuesta del acuerdo. Siempre que sea posible, deberá ser concedida a los miembros del grupo la opción de recibir un valor en efectivo. A efectos del cálculo de los honorarios de los abogados, la ventaja obtenida para el grupo será calculada sobre la base de su valor en efectivo, y no en consideración a la suma del valor nominal de los cupones (véase artículo 21.4). 14.5. Las partes presentarán al juez la propuesta del acuerdo. La solicitud de aprobación de la propuesta de acuerdo deberá describirlo de forma neutra y completa, alertando al juez respecto de los aspectos positivos y negativos de la propuesta, incluyendo los eventuales perjuicios para el grupo y los motivos por los cuales el acuerdo debe ser considerado adecuado a pesar de dichas imperfecciones. La inadecuación del acuerdo o del representante podrá derivarse de omisiones sustanciales en la solicitud de aprobación. 14.6. Si el juez considera la propuesta de acuerdo satisfactoria, deberá notificar ampliamente al grupo y a sus miembros los términos y condiciones de la propuesta y promoverá una audiencia pública de aprobación, donde el juez oirá a los interesados (véase artículo 5o.). 14.7. La notificación de la propuesta de acuerdo deberá contener, entre otras, la siguiente información (véase artículo 5.4): 14.7.1. Una descripción neutra e imparcial de la propuesta de acuerdo, con información sobre los argumentos a favor y en contra para su aprobación; 14.7.2. El procedimiento y un plazo razonable para la impugnación de la propuesta; 14.7.3. La fecha y lugar de la audiencia pública de evaluación de la propuesta; 14.7.4. El valor líquido o la ventaja a ser recibida por cada miembro del grupo; 14.7.5. Instrucciones sobre cómo obtener más información sobre el acuerdo y el proceso; 14.7.6. Cualquier otra información relevante en el caso concreto. 14.8. Cualquier interesado podrá presentar, independientemente de contar con un abogado, sus razones a favor o en contra de la propuesta del acuerdo. El juez podrá atribuir a uno de los interesados o a una persona de su confianza la presentación de un documento único, con el resumen de todos los argumentos empleados. 14.9. Antes de promover la notificación amplia al grupo, el juez podrá promover una notificación limitada a los legitimados colectivos (véase artículo 2o.) más significativos y a los intervinientes que participaron más activamente en el proceso colectivo, exhortándolos a que se manifiesten sobre la propuesta del acuerdo (véase artículos 5.1 y 5.11). 26 14.10. El juez examinará cuidadosamente la propuesta de acuerdo, tomando en consideración factores como: 14.10.1. Los argumentos en favor y en contra de la propuesta de acuerdo; 14.10.2. Las cuestiones de hecho y de derecho contempladas en el litigio; 14.10.3. La probabilidad de procedencia o improcedencia de la pretensión colectiva; 14.10.4. Los riesgos presentes en el litigio; 14.10.5. La complejidad, el coste y la duración del proceso colectivo; 14.10.6. La suficiencia de las pruebas disponibles y la fundamentación jurídica de la pretensión del grupo en el momento de la realización del acuerdo y las probabilidades de que otras informaciones o pruebas puedan ser descubiertas durante el desarrollo del proceso; 14.10.7. La comparación entre una eventual sentencia estimatoria de la pretensión colectiva y la propuesta del acuerdo.” d) Relación entre acciones colectivas y acciones individuales. (Litispendencia) Es conveniente mencionar que existen diferencias en el punto de vista de países, con derecho civil, frente a los del sistema de common law. Es así que los jueces norteamericanos pueden suspender un proceso que se esté llevando a cabo ante ellos, si consideran que otro juez, que conoció con posterioridad, es más adecuado para resolver la litis. En contraste, países como Brasil, contienen dos tipos de litispendencia, en razón de que en su legislación, las acciones colectivas, son secundum eventus litis, y se otorga derecho a los miembros del colectivo, para presentar demandas individuales; producto de ello son la litispendencia entre dos acciones colectivas y entre una acción colectiva con una individual. Un punto intermedio que puede reconciliarse y acogerse en nuestro país, lo contempla el artículo 19 del Código de Proceso Civil Colectivo que propone Gidi: 41 “Artículo 19. Litispendencia 19. La primera acción colectiva que se ejercite prevalecerá sobre las demás acciones colectivas relacionadas con la misma controversia colectiva. Las acciones colectivas posteriores serán extinguidas; sin embargo, sus demandantes podrán intervenir en la primera acción colectiva (véase artículo 6o.). 19.1. El demandado deberá informar al juez y al representante del grupo sobre la existencia de otra acción colectiva relacionada con la misma controversia colectiva.” 41 GIDI, Antonio, Pág. 150 27 e) Opt in y opt out Cualquier sistema jurídico con acciones colectivas, debe contar con mecanismos, ya sea de opt out o de opt in, para determinar la conformación del colectivo. Opt out es, de facto, el mecanismo ideal para las acciones colectivas. Consiste en que una vez certificada la clase o varias clases por el juez, cualquier sujeto que satisfaga las condiciones queda incluido y vinculado a lo que se decida en la sentencia. Por tanto, si un miembro del grupo no quiere seguir la suerte de lo que se decida, se le permite presentar un escrito solicitando se le excluya de dicha acción y únicamente a él no le aplicarán los efectos de la sentencia. Opt in, exige que las personas que satisfagan las condiciones del colectivo se apersonen al procedimiento adhiriéndose a la acción intentada, ya que si no lo hacen, no son tomados en cuenta ni para beneficios o perjuicios en la cosa juzgada. Si un sistema jurídico no cuenta con opciones de inclusión o exclusión, puede incurrir en violaciones al debido proceso, como es el caso de España, donde la Ley de Enjuiciamiento Civil, en su artículo 15 contempla la figura de opt in, sin embargo, carece de opt out. Por tanto, quien haya decidido ser incluido en el grupo no tendrá manera posterior de excluirse de los efectos vinculatorios de lo decidido en una acción colectiva. Conviene recordar que la acción puede beneficiar o perjudicar luego, si no se da opción a ser excluido de dicha acción, se deja en estado de indefensión a aquellos que luego asumieran la intención de no participar. 5. SENTENCIA La modalidad de la acción y su correspondiente decisión puede ser: Declarativa, Constitutiva y de Condena, pudiendo incluir varias de estas opciones Las sentencias que ponen fin a las acciones colectivas tienen como contenido decidir sobre: a) Daños colectivos Su origen pueden ser conductas positivas u omisiones, entendidas como obligaciones de hacer o no hacer y el objetivo es que cesen las causas y las consecuencias, así como el evitar nuevas violaciones, que en muchos casos 28 requiere de la corrección o supresión de la práctica y sus efectos. Para conseguir este objetivo será menester ser creativo en implementar mecanismos de tutela, provisional y definitiva y, en general, cuantas medidas específicas con resultado práctico o efecto equivalente se requieran para actuar como incentivos adecuados y con efectos ejemplares. En este sentido pueden ser peculiares y necesarias multas diarias para conminar al cumplimiento, dentro de plazos prudentes. Fundamentalmente, se debe buscar la restitución al colectivo o, en su defecto, el pago de daños y perjuicios por daños colectivos, solo si el grupo así lo decide o sea imposible otra clase de tutela específica. El objetivo es que las decisiones asumidas, en concreto, la certificación, número y calidad de grupos en que hubiera podido dividirse el colectivo debe hacerse en congruencia con las pretensiones deducidas. b) Daños individuales En algunos casos si los derechos individuales son de carácter homogéneo derivados directa y exclusivamente de los colectivos, la sentencia puede versar y decidir plenamente respecto de las indemnizaciones individuales. Es así que la vertiente de la decisión puede ser el total de los derechos colectivos o transindividuales en disputa, una parte de ellos, en relación con los grupos o subgrupos en que se pueda haber dividido pero también ciertos derechos individuales. El tema de las costas y especialmente los honorarios de los abogados del representante, promovente de la acción, son la manzana de la discordia por las cantidades que pueden alcanzar en el caso de los Estados Unidos de América, tema del que existen toda clase de opiniones y cuestionamientos. Sobre todo destacan los casos de acciones espurias en que pueden ser usadas como elemento o causa de chantaje. En el caso de Brasil los efectos de las sentencias pueden ser: 9 Erga omnes. En los juicios donde se deduzcan acciones y emitan pronunciamientos que se refieran a la tutela de derechos difusos. 29 9 Ultra partes. Cuando la litis son derechos colectivos —strictu sensu— se limitará al grupo categoría o clase, incluido en la acción. 42 6. COSA JUZGADA Un problema peculiar y típico de las acciones colectivas son los alcances de la sentencia que, en su momento, sea emitida por el órgano jurisdiccional. De sostenerse la postura, que sus efectos sean erga omnes, esto es, con efectos generales, sería un obstáculo el sistema que en México rige, conforme al cuál, una sentencia sólo puede vincular e incidir con respecto a las personas que hayan sido parte en el juicio. En este sentido el artículo 349 del Código Federal de Procedimientos Civiles establece que: La sentencia se ocupará exclusivamente de las personas, cosas, acciones y excepciones que hayan sido materia del juicio En términos de la teoría tradicional, el ejercicio de alguna acción tendría que intentarse por la totalidad del grupo, planteando sus derechos subjetivos, ya sea en acciones individuales o a través de un representante legal bajo el régimen de litisconsorcio, para que la sentencia pudiese tener efectos sobre todos los miembros. Esta alternativa, para el caso tanto de los intereses de grupo como los derechos difusos, resulta prácticamente imposible e inviable, por la dificultad de identificar a priori a la totalidad de sus miembros y, asimismo, de lograr que todos ellos acudan al juicio en unidad. La solución ideada en otras latitudes consiste en reconocer al colectivo 43 el carácter de parte y, por esa razón, le resulta vinculante la sentencia a todos sus integrantes. Cabe mencionar, que existen diferencias, de acuerdo al país donde se regule la aplicación las acciones colectivas, en torno a los efectos de la cosa juzgada. Por ejemplo, en el modelo norteamericano, incluye las issue preclusion y claim preclusion, es decir cuestiones y pretensiones, esto se debe a que en sus 42 Para más información se puede consultar el texto de los artículos 16 y 17 del Código de Proceso Civil Colectivo que propone Gidi, Op. Cit., p 137-157 43 Indeterminado en el caso de los difusos o determinable en el supuesto de los colectivos o grupo 30 demandas, obligatoriamente, bajo pena de preclusión, los promoventes tienen que mencionar dentro de sus pretensiones, el objetivo principal de la acción ejercitada y cuestiones derivadas de ésta porque la cosa juzgada afectara, aquellas pretensiones, que se reclamaron en la acción y aún las que no se reclamaron pero resultan accesorias o son el objetivo y efectos que se pretende obtener. En el sistema brasileño, los efectos de la cosa juzgada en acciones colectivas es secundum eventus litis, si la acción colectiva se gana, beneficia a todo el grupo, si se pierde, deja a salvo los derechos subjetivos de los miembros de la colectividad, para ejercerlos en acciones individuales. Diferentes países consideran algunas excepciones a los efectos erga omnes de la cosa juzgada: 1. La representación inadecuada o deficiente. 2. Insuficiencia de pruebas 3. Inadecuada Notificación El Código Modelo propuesto por GIDI 44 en su artículo 18 menciona: “18. La cosa juzgada colectiva vinculará al grupo y a sus miembros independientemente del resultado de la demanda, excepto si la improcedencia fuese causada por: I. La representación inadecuada de los derechos y los intereses del grupo y de sus miembros (véase artículo 3o., II); II. Insuficiencia de pruebas. 18.1. Si la acción colectiva fuera declarada improcedente por insuficiencia de pruebas, cualquier legitimado colectivo (véase artículo 2o.) podrá proponer la misma acción colectiva, basándose en una nueva prueba que pudiera llegar a producir un resultado diferente” Luego entonces, resulta razonable que en el procedimiento de certificación de una acción de grupo, se analice de manera minuciosa, e incluso en varias etapas procesales u ocasiones, la adecuada representación. Estas ideas no son ajenas al orden jurídico mexicano, tomando como punto de comparación el artículo 53, párrafo 4° del CPCDF, 45 que menciona: 44 45 Op. Cit., p. 137-157 Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal. 31 “El representante común o el mandatario designado por los que conforman un litisconsorcio, son inmediata y directamente responsables por negligencia en su actuación y responderán de los daños y perjuicios que causen a sus poderdantes y representados.” Este principio que funda la responsabilidad del representante puede verse amplificado en las acciones colectivas, teniendo un referente paralelo en la legislación mexicana, concretamente, en el artículo 737 A del CPCDF al establecer que: “La acción de nulidad de juicio concluido procede en aquellos asuntos en los cuales se ha dictado sentencia o auto definitivo que ha causado ejecutoria y se actualiza alguna de las siguientes hipótesis: I. Si son producto del dolo de una de las partes en perjuicio de la otra; II. Si se falló en base a pruebas reconocidas o declaradas de cualquier modo falsas con posterioridad a la resolución, o que la parte vencida ignoraba que se habían reconocido o declarado como tales antes de la sentencia; o bien, que se declaren falsas en el mismo proceso en que se ejercite la presente acción; III. Si después de dictada la resolución se han encontrado uno o más documentos decisivos que la parte no pudo presentar por causa de fuerza mayor o por un hecho imputable al contrario; IV. Si la resolución adolece de error de hecho en el juzgador que resulta de los actos o documentos de juicio. Dicho error existe cuando el fallo se funda en la admisión de un hecho cuya exactitud debe excluirse por modo incontrastable o cuando se supone la inexistencia de un hecho cuya verdad queda establecida positivamente, y, en ambos casos, si el hecho no representaba un punto controvertido sobre el cual la sentencia debía expedirse; V. Si la resolución emitida en el juicio, cuya nulidad se pretende, es contraria a otra dictada con anterioridad y pasada también en autoridad de cosa juzgada respecto de las partes, siempre que no se haya decidido la relativa excepción de cosa juzgada; VI. Si la resolución es el producto del dolo del juez, comprobado con sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada. VII. Cuando existiere colusión u otra maniobra fraudulenta de las partes litigantes, en el juicio cuya nulidad se pide, en perjuicio del actor o del interés público; o bien, para defraudar la Ley.” No es óbice a lo anterior que la fracción VII del citado precepto, haya sido declarada inconstitucional, por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis número 93/2008, del rubro: “NULIDAD DE JUICIO CONCLUIDO. EL ARTÍCULO 737 A, FRACCIÓN VII, DEL CÓDIGO DE PROCEDIMEINTOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL VIOLA LA 32 GARANTÍA DE SEGURIDAD JURÍDICA (GACETA OFICIAL DE LA ENTIDAD DEL 27 DE ENERO DE 2004)” En relación con la inadecuada notificación, su trascendencia, en la cosa juzgada tiene, usualmente, en la mayoría de los sistemas, dos tratamientos: 9 Para grupos difícilmente determinables o indeterminables, que por su naturaleza, complican la notificación; basta con que el juez haya ordenado una notificación, lo más efectiva posible, suficiente para dar noticia a la mayoría del grupo que se trate, a fin de que surta efectos plenos la cosa juzgada, siendo irrelevante que algunos de ellos no se encuentren formalmente notificados. 9 En el caso que los miembros sean fácilmente determinables, la notificación tiene que ser personal, de lo contrario no les vincularía la cosa juzgada. 7. GASTOS y COSTAS Es una forma de sanción para lo cuál debe tomarse en cuenta: intención, grado de responsabilidad o imprevisión, conducta procesal y cuantía del juicio para llegar a parámetros razonables basados en elementos cuantitativos y cualitativos que se correlacionen e interactúen y no provoquen resultados inequitativos. Sobre la regulación del tema Gidi Colectivo que propone lo siguiente: 46 artículo 21 del Código de Proceso Civil “Artículo 21. Gastos y honorarios 21. En las acciones colectivas activas, el grupo no adelantará los costos o cualquier otro gasto. 21.1. La sentencia, de oficio, independientemente de lo solicitado por las partes, condenará al perdedor a pagar al ganador, los gastos y los honorarios de abogado. 21.2. En las acciones colectivas declaradas improcedentes, el representante del grupo y los intervinientes no serán condenados a pagar los honorarios de abogados, costas o gastos incurridos por la parte ganadora, salvo que la acción colectiva fuera propuesta o sostenida con mala fe, en cuyo caso el representante del grupo y los intervinientes y las personas directamente responsables serán solidariamente condenadas a pagar los honorarios de los abogados y hasta diez veces el valor de las costas y gastos, sin perjuicio de incurrir en responsabilidad por los daños y perjuicios. 46 Op. Cit., p. 137-157 33 21.3. El pago de los honorarios del abogado del grupo puede ser condicionado a lo obtenido en la acción colectiva; sin embargo, el abogado no podrá financiar el litigio (véase artículo 24.1). 21.4. En el cálculo de los honorarios, el juez deberá tomar en consideración, entre otros factores, la ventaja obtenida para el grupo, la cantidad y calidad del trabajo realizado por el abogado y la complejidad de la causa. 21.5. Como un estímulo a la presentación de acciones colectivas y al activo control del proceso por los legitimados colectivos (véase artículo 2o.), el juez podrá atribuir una gratificación financiera al representante o interviniente cuya actuación haya sido relevante en la tutela de los derechos, intereses y garantías del grupo y de sus miembros. Ese valor podrá ser detraído de la compensación debida al grupo o pagado por el demandado. En su valoración, el juez tomará en consideración la participación del legitimado en el descubrimiento de la lesión y en la resolución del conflicto y su adecuada actuación, entre otros factores que demuestren la utilidad de su participación y su conducta ejemplar. 21.6. El juez podrá retener parte del pago de los honorarios de los abogados o de la gratificación del legitimado colectivo hasta que se haya satisfecho totalmente la pretensión colectiva.” F. DEFENSA DE LOS INTERESES DE GRUPO EN MÉXICO A pesar de los problemas que presentan los intereses colectivos, la legislación mexicana ha abierto la posibilidad de otorgar ciertas defensas a dichos intereses en los casos de ciertos temas sustantivos, tales como: protección al consumidor, asentamientos humanos y equilibrio ecológico. Sin embargo el listado de aplicación puede ser mucho mayor, sólo a titulo indicativo el listado siguiente de temas: Materia Consumidores Publicidad engañosa Servicios financieros Ambiental Asentamientos humanos y urbanismo Culturales y tradiciones Economía nacional y desarrollo Seguridad pública Discriminación grupos étnicos, culturales o trabajadores Servicios públicos Accionistas minoritarios Controles gubernativos inadecuados o ineficientes 34 1. Protección al consumidor La Ley Federal de Protección al Consumidor atribuye a la Procuraduría Federal del Consumidor la legitimación para acudir a los tribunales en representación de los intereses de los consumidores. Se trata, entonces, de una tutela y legitimación pública —en contraposición a la legitimación privada— de los intereses de grupo, en tanto es un órgano del Estado quien se encuentra legitimado. En términos del artículo 26 de la referida Ley, la Procuraduría cuenta con dos acciones que podrá hacer valer, solicitando que: a) Se declare la realización de una conducta que ha ocasionado daños o perjuicios a consumidores y, en consecuencia, que se reparen a los interesados los daños y perjuicios; y, b) Las autoridades judiciales emitan mandamiento para impedir, suspender o modificar la realización de conductas que ocasionen daños o perjuicios a consumidores o que previsiblemente puedan ocasionarlos. El ejercicio de estas acciones queda a determinación de la Procuraduría. A pesar de que la Ley le establece a dicho organismo los lineamientos que deberá tomar en cuenta para disponer si inicia o no un procedimiento judicial, los consumidores, en principio, no tendrán como obligar a la Procuraduría a que ejercite las acciones pertinentes. A continuación se transcribe el precepto en mención: “Artículo 26. La Procuraduría tendrá legitimación procesal activa para ejercer ante los tribunales competentes acciones de grupo en representación de consumidores, para que dichos órganos, en su caso, dicten: I. Sentencia que declare que una o varias personas han realizado una conducta que ha ocasionado daños o perjuicios a consumidores y, en consecuencia, proceda la reparación por la vía incidental a los interesados que acrediten su calidad de perjudicados. La indemnización de daños y perjuicios que en su caso corresponda no podrá ser inferior al veinte por ciento de los mismos, o II. Mandamiento para impedir, suspender o modificar la realización de conductas que ocasionen daños o perjuicios a consumidores o previsiblemente puedan ocasionarlos. La Procuraduría en representación de los consumidores afectados podrá ejercer por la vía incidental la reclamación de los daños y perjuicios que correspondan, en base a la sentencia emitida por la autoridad judicial. 35 Las atribuciones que este artículo otorga a la Procuraduría se ejercitarán previo análisis de su procedencia, tomando en consideración la gravedad, el número de reclamaciones o denuncias que se hubieran presentado en contra del proveedor o la afectación general que pudiera causarse a los consumidores en su salud o en su patrimonio. La Procuraduría estará exenta de presentar garantía alguna ante las autoridades judiciales competentes, para el ejercicio de las acciones señaladas en las fracciones I y II.” Un caso especial es cuando se ha probado que hay prácticas anticompetitivas o monopólicas, sean absolutas o relativas, de un agente económico en términos de lo previsto en la Ley Federal de Competencia Económica En tales casos los consumidores afectados que logren demostrar la incidencia de daños o perjuicios por tales prácticas podrán reclamar las indemnizaciones pertinentes. (Analogía del artículo 38 de la Ley Federal de Competencia Económica con el caso previsto en el artículo 92 de la Ley Federal de Protección al Consumidor). En relación con la naturaleza, peculiaridades, funciones, objetivos y trámite de las acciones colectivas, el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, sostiene los criterios siguientes: “ACCIONES COLECTIVAS A FAVOR DE LOS CONSUMIDORES. LEGITIMACIÓN, COMPETENCIA Y OBJETO.- En los artículos 21 y 26 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, se advierte el reconocimiento de la existencia de intereses difusos o colectivos de los consumidores, tutelados a través de las acciones colectivas o de grupo, cuya legitimación corresponde, en el caso de los consumidores, a la Procuraduría Federal del Consumidor, las cuales deben ejercerse ante autoridad jurisdiccional del orden federal, previo análisis de su procedencia, tomando en consideración la gravedad, el número de reclamaciones o denuncias que se hubieran presentado en contra del proveedor o la afectación general que pudiera causarse a los consumidores en su salud o en su patrimonio, y cuyo objeto puede ser indemnizatorio, para resarcir de los daños y perjuicios causados, o preventivo, para impedir, suspender o modificar las conductas que puedan causarlos. 47” “INTERESES COLECTIVOS O DIFUSOS EN PROCESOS JURISDICCIONALES COLECTIVOS O INDIVIDUALES. CARACTERÍSTICAS INHERENTES.- El ejercicio de las acciones colectivas ante los órganos jurisdiccionales, exige al Juez adecuar el procedimiento, para adoptar los principios del proceso jurisdiccional social. En 47 No. Registro: 169,985 / Tesis aislada / Materia(s):Civil / Novena Época / Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito / Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta / Tomo: XXVII, Abril de 2008 / Tesis: I.4o.C.135 C / Página: 2284 36 principio, el juzgador debe despojarse de la idea tradicional de los límites impuestos para la defensa de los intereses individuales o el derecho subjetivo de cada individuo, para acudir a una interpretación jurídica avanzada, de vanguardia, en la cual potencialice las bases constitucionales con los criterios necesarios para preservar los valores protegidos y alcanzar los fines perseguidos, hacia una sociedad más justa. Sólo así se pueden tutelar los intereses colectivos o difusos, pues si su impacto es mucho mayor, se requiere el máximo esfuerzo y actividad de los tribunales y considerable flexibilidad en la aplicación de las normas sobre formalidades procesales, la carga de la prueba, allegamiento de elementos convictivos, su valoración, y el análisis mismo del caso. Asimismo, se requiere de una simplificación del proceso y su aceleración, para no hacer cansada o costosa la tutela de estos derechos, a fin de que los conflictos puedan tener solución pronta, que a su vez sirva de prevención respecto de nuevos males que puedan perjudicar a gran parte de la población. Estas directrices deben adoptarse, a su vez, en los procesos individuales donde se ventile esta clase de intereses, mutatis mutandi, porque ponen en juego los mismos valores, aunque en forma fragmentaria, mientras que las dificultades para sus protagonistas se multiplican. 48” “INTERESES COLECTIVOS O DIFUSOS. SUS CARACTERÍSTICAS Y ACCIONES PARA SU DEFENSA.- Los intereses colectivos o difusos son los pertenecientes a todos los miembros de una masa o grupo de la sociedad, sin posibilidad de fraccionarse en porciones para cada uno, ni de defensa mediante las acciones individuales tradicionales, ni de ejercerse aisladamente, o bien, que siendo factible su separación, la prosecución de procesos singulares, por una o más personas carece de incentivos reales, tanto por resultar más costosos los procedimientos empleados que la reparación que se pueda obtener, como por su falta de idoneidad para impedir a futuro los abusos denunciados, a favor de toda la comunidad de afectados. Esto tiene lugar generalmente, en relación a medidas o estrategias desplegadas contra grupos sin organización ni representación común, como la amplia gama de consumidores, o con las afectaciones al medio ambiente, con los que se perjudican los intereses de todos los ciudadanos en general. En atención a tal imposibilidad o dificultad, en la época contemporánea las leyes han venido creando mecanismos generadores de acciones que resultan idóneas a las peculiaridades de estos intereses, como la acción popular, o con la legitimación a grupos u organizaciones sociales que garanticen solvencia material y moral, y seriedad para dar seguimiento consistente y llevar hasta el final esta clase de acciones, como sucede en distintos ámbitos o naciones; en el derecho mexicano del consumidor, la legitimación se otorga a la Procuraduría Federal del Consumidor, para el ejercicio de las acciones tuitivas de intereses difusos de los consumidores. 49” “PROCURADURÍA FEDERAL DEL CONSUMIDOR. LAS AUTORIDADES TIENEN LA OBLIGACIÓN DE COMUNICARLE POSIBLES FALTAS DE SU 48 No. Registro: 169,862 / Tesis aislada / Materia(s):Civil / Colegiados de Circuito / Fuente: Semanario Judicial de la Abril de 2008 / Tesis: I.4o.C.136 C / Página: 2381 49 No. Registro: 169,861 / Tesis aislada / Materia(s):Civil / Colegiados de Circuito / Fuente: Semanario Judicial de la Abril de 2008 / Tesis: I.4o.C.137 C / Página: 2381 Novena Época / Instancia: / Tribunales Federación y su Gaceta / Tomo: XXVII, Novena Época / Instancia: / Tribunales Federación y su Gaceta / Tomo: XXVII, 37 INCUMBENCIA (APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE COLABORACIÓN CIUDADANA POR MAYORÍA DE RAZÓN).- Cuando una persona presenta demanda o denuncia con pretensiones resarcitorias o sancionatorias contra proveedores de mercancías o servicios, e invoca como base hechos susceptibles de configurar ilícitos afectatorios de derechos colectivos de los consumidores, la autoridad receptora, sin perjuicio de dictar lo que le incumba dentro de su competencia, debe dar vista a la Procuraduría Federal del Consumidor, con copia certificada de la demanda o denuncia y de las provisiones tomadas, con el fin de que dicha autoridad administrativa despliegue sus atribuciones de procuración mediante la asunción de las medidas necesarias para la satisfacción del interés colectivo que se dice vulnerado, ya sea mediante una investigación, con la imposición de la sanción conducente o inclusive con el ejercicio de la acción colectiva jurisdiccional prevista en el artículo 26 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, si se actualizan los supuestos legales. Esta vista encuentra sustento jurídico, primordialmente, en el principio general inherente a todo régimen democrático que reconoce como punto de partida la corresponsabilidad de toda la población de un Estado nacional, en la consecución de los fines de orden público e interés general perseguidos a través del Estado de derecho. De este principio resulta un derecho de participación y deber cívico a la vez, de cooperación o colaboración con las autoridades establecidas para la satisfacción óptima, eficaz y oportuna de las funciones encomendadas a dichas autoridades en beneficio del conglomerado social; y este interés confiere legitimación para poner en conocimiento de los órganos correspondientes los hechos u omisiones con los que se puedan ver transgredidos los preceptos legales aplicables o puesta en peligro la realización de los valores tutelados. Este principio encuentra pleno reconocimiento en la doctrina general y en el derecho positivo mexicano, particularmente en los artículos 1o. y 97 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, en donde se determina que dicha ley es de orden público e interés social, de observancia en toda la República, cuyas disposiciones son irrenunciables, y tiene por objeto promover y proteger los derechos y cultura del consumidor, así como procurar la equidad, certeza y seguridad jurídica en las relaciones entre proveedores y consumidores, y por esto faculta a cualquier persona para denunciar ante la procuraduría las violaciones a dicha ley, así como de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, las normas oficiales mexicanas y las demás disposiciones aplicables de protección al consumidor. Este derecho y deber cívico de solidaridad social resulta aplicable a las autoridades, por mayoría de razón, porque éstas se encuentran constituidas, reguladas y en funcionamiento con el objeto innegable de contribuir a la realización de los fines del Estado de derecho, organizados inicialmente con el principio de división del trabajo, pero unidos por la necesidad imprescindible de colaboración total, para la satisfacción de los fines generales de carácter común. 50” 50 No. Registro: 169,825 / Tesis aislada / Materia(s):Civil / Novena Época / Instancia: / Tribunales Colegiados de Circuito / Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta / Tomo: XXVII, Abril de 2008 / Tesis: I.4o.C.138 C / Página: 2405 38 2. Equilibrio ecológico En materia de equilibrio ecológico, la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente legitima a las personas físicas y morales de las comunidades que se vean afectadas por diversos actos o disposiciones normativas, para que exijan el cumplimiento de la regulación aplicable. Para poder ejercitar dichas acciones deberán demostrar que: “dichas obras o actividades originan o pueden originar un daño a los recursos naturales, la flora o la fauna silvestre, la salud pública o la calidad de vida”, en los siguientes términos: “Artículo 180. Tratándose de obras o actividades que contravengan las disposiciones de esta Ley, los programas de ordenamiento ecológico, las declaratorias de áreas naturales protegidas o los reglamentos y normas oficiales mexicanas derivadas de la misma, las personas físicas y morales de las comunidades afectadas tendrán derecho a impugnar los actos administrativos correspondientes, así como a exigir que se lleven a cabo las acciones necesarias para que sean observadas las disposiciones jurídicas aplicables, siempre que demuestren en el procedimiento que dichas obras o actividades originan o pueden originar un daño a los recursos naturales, la flora o la fauna silvestre, la salud pública o la calidad de vida. Para tal efecto, deberán interponer el recurso administrativo de revisión a que se refiere este capítulo.” El mecanismo procedimental a través del cual podrán defender tal interés es el recurso de revisión previsto en el Capítulo V del propio ordenamiento en comento, el cual deberá presentarse ante la autoridad que emitió la resolución o acto impugnado. En contra de la resolución que se dicte, podrán ejercer otras acciones legales como es el juicio contencioso administrativo ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa. 3. Asentamientos humanos La Ley General de Asentamientos Humanos reconoce un interés jurídico a los residentes del área que resulten directamente afectados por construcciones, fraccionamientos, condominios, cambios de uso o destino del suelo u otros aprovechamientos de inmuebles, que contravengan las disposiciones jurídicas de desarrollo urbano, los planes o programas en la materia. Así las cosas, los residentes o vecinos podrán exigir que se apliquen las medidas de seguridad y sanciones procedentes, ante las autoridades competentes en términos de los requisitos previstos en el artículo 57 de la mencionada Ley, que a continuación se transcribe: 39 “Artículo 57. Cuando se estén llevando a cabo construcciones, fraccionamientos, condominios, cambios de uso o destino del suelo u otros aprovechamientos de inmuebles que contravengan las disposiciones jurídicas de desarrollo urbano, así como los planes o programas en la materia, los residentes del área que resulten directamente afectados tendrán derecho a exigir que se apliquen las medidas de seguridad y sanciones procedentes. Dicho derecho se ejercerá ante las autoridades competentes, quienes oirán previamente a los interesados y en su caso a los afectados, y deberán resolver lo conducente en un término no mayor de treinta días naturales, contados a partir de la fecha de recepción del escrito correspondiente.” Sobre el tema y, en concreto, determinando el carácter erga omnes del derecho a un medio ambiente adecuado y al desarrollo sustentable, fundamento que habilita para ejercitar acciones diversas de carácter colectivo ante autoridades administrativas y judiciales, son aplicables las siguientes tesis del Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito: “DERECHO A UN MEDIO AMBIENTE ADECUADO PARA EL DESARROLLO Y BIENESTAR. ASPECTOS EN QUE SE DESARROLLA.- El derecho a un medio ambiente adecuado para el desarrollo y bienestar de las personas, que como derecho fundamental y garantía individual consagra el artículo 4o., párrafo quinto, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se desarrolla en dos aspectos: a) en un poder de exigencia y un deber de respeto erga omnes a preservar la sustentabilidad del entorno ambiental, que implica la no afectación ni lesión a éste (eficacia horizontal de los derechos fundamentales); y b) en la obligación correlativa de las autoridades de vigilancia, conservación y garantía de que sean atendidas las regulaciones pertinentes (eficacia vertical). 51” “INTERÉS JURÍDICO EN EL AMPARO. LO TIENE UNA ASOCIACIÓN DE COLONOS PARA RECLAMAR EL PERMISO OTORGADO PARA INSTALAR UNA ESTACIÓN DE DISTRIBUCIÓN DE GAS DENTRO DE SU COMUNIDAD.- El interés jurídico para la procedencia del juicio de garantías se identifica con el derecho subjetivo, que es el derivado de la norma objetiva que se concreta en alguna persona determinada otorgándole una facultad o potestad de exigencia oponible a la autoridad. En ese contexto, del artículo 4o., quinto párrafo, constitucional, que garantiza un medio ambiente adecuado para el desarrollo y bienestar de las personas como un derecho fundamental erga omnes, que implica una acción colectiva tanto en un aspecto sustantivo como en el de su protección, relacionado con 51 No. Registro: 173,049 / Tesis aislada / Materia(s): Administrativa / Novena Época / Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito / Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta / XXV, Marzo de 2007 / Tesis: I.4o.A.569 A / Página: 1665 40 el numeral 57 de la Ley General de Asentamientos Humanos, que otorga a los residentes del área que resulten directamente afectados con construcciones, fraccionamientos, condominios, cambios de uso o destino del suelo u otros aprovechamientos de inmuebles que contravengan las disposiciones jurídicas de desarrollo urbano, el derecho a exigir ante las autoridades competentes que se apliquen las medidas de seguridad y sanciones procedentes, deriva la exigencia de un derecho jurídicamente tutelado como es el de preservación del entorno residencial y, por ende, el interés jurídico de una asociación de colonos para promover un juicio de garantías en contra del permiso otorgado para instalar una estación de distribución de gas en un predio ubicado dentro de su comunidad, siempre y cuando aquélla acredite haber ejercido el derecho a que alude el citado artículo 57 ante la autoridad administrativa competente, sin que hubiese obtenido las resoluciones que atendieran de forma clara, congruente y categórica el fondo de lo solicitado. 52” “INTERÉS JURÍDICO EN EL AMPARO. SE TIENE PARA PROMOVER EL JUICIO DE GARANTÍAS CUANDO LA AUTORIDAD PRODUCE UNA AFECTACIÓN A LAS GARANTÍAS PRIMARIAS DEL GOBERNADO, CUYA PROTECCIÓN SE LOGRA A TRAVÉS DE LAS GARANTÍAS SECUNDARIAS.- Se tiene interés jurídico para promover un juicio de amparo cuando al gobernado le han sido violentados sus derechos fundamentales por omisión o insuficiencia de las prestaciones a las que tenga derecho o por actuaciones que impliquen una lesión a un bien jurídico tutelado. En ambos casos, la afectación ocurre cuando la autoridad desconoce u omite cumplir las garantías primarias, que hacen efectivos en la práctica los derechos fundamentales a través de las prevenciones que contienen las obligaciones de dar o hacer o las prohibiciones del actuar de las autoridades en relación con el derecho subjetivo del particular. En ese contexto y para el caso de que se actualice una lesión, la restitución al particular de su derecho subjetivo transgredido se obtiene a través de las garantías secundarias que otorgan una protección jurídica al establecer los órganos y procedimientos pertinentes. 53” G. CONCLUSIÓN La creación de nuevos derechos como una tendencia mundial, en donde los elementos del interés jurídico se han visto superados, ha dado lugar al concepto de intereses colectivos lo que incluye difusos y de grupo o colectivos strictu sensu. 52 No. Registro: 173,002 / Tesis aislada / Materia(s): Administrativa / Novena Época / Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito / Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta / XXV, Marzo de 2007 / Tesis: I.4o.A.568 A / Página: 1694 53 No. Registro: 173,001 / Tesis aislada / Materia(s): Común / Novena Época / Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito / Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta / XXV, Marzo de 2007 / Tesis: I.4o.A.75 K / Página: 1695 41 Los intereses colectivos no son defendibles a través de los mecanismos de defensa tradicionales en tanto no cumplen con los requisitos que éstos prevén. Lo anterior ha provocado la creación y el establecimiento de nuevos mecanismos de defensa, como es el caso de las class actions en Estados Unidos de América y en otros casos, la ampliación del interés jurídico en ciertos casos. En lo que hace a nuestro país, el avance en la protección de los intereses de grupo no ha sido el que muchos sectores de la sociedad demandan o esperan, sin embargo, los casos de protección al consumidor, equilibrio ecológico y asentamientos humanos nos muestra un primer paso en la definición de nuevos mecanismos para lograr la defensa de los intereses de grupo. Bibliografía: BECERRA BAUTISTA, José, (2000) El Proceso Civil en México, México Editorial Porrúa. CODIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS CIVILES, consultado en la página de la Cámara de Diputados http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/doc/6.doc CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL, consultado en la página de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, http://www.asambleadf.gob.mx/is52/010805000002.pdf FEDERAL RULES OF CIVIL PROCEDURE, consultado en la página de Cornell University Law School, http://www.law.cornell.edu/rules/frcp/Rule23.htm FERRERES COMELLA Alejandro, (2005), Las Acciones de Clase (Class Actions) en la Ley de Enjuiciamiento Civil, publicado en Actualidad Jurídica Uría Menéndez, nº 11. http://www.uria.com/esp/actualidad_juridica/n11/02art3.pdf FERRER MAC-GREGOR, Eduardo, (2001) Derecho Procesal Constitucional, Colegio de Secretarios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, A. C., México, Editorial Porrúa. GIDI,Antonio, (2004) Las acciones colectivas y la tutela de los derechos difusos, colectivos e individuales en Brasil, México, UNAM. GIDI, Antonio Las acciones colectivas en Estados Unidos, Publicado en Direito e Sociedade, Curitiba, p. 117-150, v. 3, n.1, jan./jun. 2004, http://www.mp.pr.gov.br/ceaf/rev31at5.doc Klonoff Robert H., (2007) Class actions and other Multi-Party Litigation, St. Paul, MN, Thomson West. LEY FEDERAL DE PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR, consultada en la página de la Cámara de Diputados, 42 http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/113.pdf LEY GENERAL DEL EQUILIBRIO ECOLÓGICO Y LA PROTECCIÓN AL AMBIENTE, consultada en la página de la Cámara de Diputados, http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/doc/148.doc LEY DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL, consultada en la página de la Cámara de Diputados, http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/doc/50.doc OVALLE FAVELA, José, (2008) Teoría General del Proceso, Editorial Oxford University Press. OVALLE FAVELA, José (coordinador) (2004), Las Acciones para la Tutela de los Intereses Colectivos y de Grupo, Editorial UNAM. 43