Mayo 2013 Actualización contable Deterioro: Aplicación práctica de la NIC 36 (II) Descripción La aplicación práctica de la NIC 36 sigue presentando un reto para las entidades. En este segundo artículo intentamos aclarar algunas de estas complejidades y ofrecer guías de resolución a los problemas más comunes. Deterioro: Aplicación práctica de la NIC 36 (II) Preparado por Hildur Eir Jónsdóttir Resumen ejecutivo La estimación del valor recuperable de un activo o de una UGE presenta un reto para las empresas. Este artículo pretende aclarar algunas de las complejidades de la aplicación práctica de la NIC 36 y ofrece guías de resolución a los problemas más comunes. En resumen, los principales aspectos que se tratan en detalle en este artículo son los siguientes: • El uso del método de flujos futuros de caja descontados para medir el valor razonable menos los costes necesarios para la venta. • Los flujos futuros de caja a incluir en la estimación del valor en uso y, en particular, el tratamiento de reestructuraciones previstas. • La determinación de la tasa de descuento más adecuada y consideraciones sobre el coste de la deuda y el coste de los recursos propios. • La polémica sobre el uso de una tasa de descuento antes o después de impuestos y la correlación con los flujos de caja estimados. el FVLCS aunque no tenga intención alguna de vender el activo o la UGE, ya que la NIC 36 asume circunstancias de absoluto racional económico, donde un inversor siempre tomará las decisiones económicas más racionales posibles. El valor en uso (“value in use” o VIU en sus siglas en inglés) representa el valor presente de los futuros flujos de caja que la entidad espera obtener a través del uso del activo y, en su caso, de su venta al finalizar la vida útil del mismo. Por tanto, el cálculo del VIU implica la estimación de los cobros y pagos futuros esperados del uso del activo o de la UGE, excluyendo los flujos de caja asociados a reestructuraciones futuras o mejoras a acometer para incrementar el rendimiento de los activos. Adicionalmente, si se esperan flujos de caja procedentes de la venta o destrucción final del activo o de la UGE, dichos flujos se incluirán en la estimación. Estos flujos de caja esperados se descontarán hasta su valor actual aplicando una tasa de descuento antes de impuestos que refleje la consideración actual del mercado sobre el valor temporal del dinero y los riesgos inherentes al activo o a la UGE en cuestión. Cuando no se pueden tomar directamente tasas de mercado que se ajusten a la naturaleza de los activos bajo valoración, la tasa de descuento se tiene que estimar en base a hipótesis razonables. Estimación del valor recuperable Introducción La Norma Internacional de Contabilidad (NIC) 36 Deterioro del valor de los activos requiere que el valor recuperable de un activo o de una unidad generadora de efectivo (UGE) sea el mayor entre su valor razonable menos los costes necesarios para su venta y su valor en uso. Si cualquiera de estos valores supera el valor en libros del activo o UGE en cuestión, no se habrá producido un deterioro. El valor razonable menos los costes necesarios para la venta (“fair value less cost to sell” o FVLCS en sus siglas en inglés) es el importe que se podría obtener en una teórica venta mediante una transacción realizada a precios de mercado entre dos partes interesadas en efectuar tal transacción. La empresa puede medir 10 Según la NIC 36, el valor recuperable de un activo o de una UGE se mide como el mayor entre su valor razonable menos los costes necesarios para su venta y su valor en uso. ¿Es necesario calcular el valor recuperable tanto en base al FVLCS y al VIU? La NIC 36 explica claramente que siempre y cuando uno de estos dos valores supere el valor en libros del activo o de la UGE, no existe deterioro y no será necesario estimar el segundo valor. Si bien se presume que siempre será posible calcular el VIU al basarse este valor en las proyecciones internas de cada empresa, no siempre se podrá disponer de una estimación fiable del FVLCS Actualización contable Mayo 2013 que toma como referencia valores externos a la propia empresa. En estos casos, el VIU será la referencia del valor recuperable del activo o de la UGE a efectos de compararse con el valor contable del mismo en el análisis de un potencial deterioro. Determinación del valor razonable menos los costes de la venta El FVLCS debe basarse en la siguiente escala de jerarquía de métodos de valoración: • El precio comprometido en un pre-acuerdo de venta. Es previsible que este indicador solo esté disponible cuando el activo esté mantenido para la venta. La decisión de venta de un activo es un supuesto que obliga al análisis del posible deterioro del mismo. • El valor de cotización en un mercado activo. • Si no se dispone de los anteriores indicadores de valor, se calcula el FVLCS en base a la mejor información disponible para reflejar el importe que podría obtenerse por la empresa en el caso de la venta del activo o de la UGE en una transacción con un tercero independiente. A la hora de estimar este valor, la empresa tiene que considerar el precio al que se han realizado transacciones recientes de activos similares en el mismo sector de actividad empresarial. Estas transacciones comparables deben cumplir los siguientes criterios: • Haberse producido dentro del mismo sector económico salvo que el activo sea de naturaleza genérica y su valor razonable no se vea alterado por la actividad empresarial del dueño. • La naturaleza y estado de los activos deben ser claramente comparables. • El entorno económico debe ser similar. Es decir, entre la fecha de las transacciones comparables hasta la fecha de análisis del deterioro no se deben haber producido cambios en el entorno económico general que pudieran afectar al valor de venta del activo. Sería inusual poder estimar el FVLCS en base a una única transacción comparable. Sin embargo, la NIC 36 también permite que, en el caso de activos que no cotizan en un mercado activo, se evalúe el valor de venta en base a reconocidas técnicas de valoración. Por ello, normalmente se emplean los valores observables en transacciones pasadas como un elemento más de juicio, conjuntamente con otros valores estimados mediante diferentes técnicas de valoración. ¿Se puede hallar el valor de venta en base al método de flujos descontados de caja? Los expertos de valoraciones disponen de técnicas que generalmente les permiten estimar un FVLCS. La cuestión principal es si el valor estimado de FVLCS supone realmente una medida fiable del importe al que la empresa podría vender el activo o la UGE a un tercero. Por ello, las valoraciones deben dar un peso considerable a variables observables en el mercado antes que a los juicios y estimaciones de la dirección de la empresa. Los modelos de valoración basados en el descuento de flujos de caja sólo se podrán emplear para estimar el FVLCS en aquellos sectores económicos en los que habitualmente se emplee esta técnica en la valoración de empresas. Los flujos de caja que se incorporarán al modelo deberán ser aquellos que consideraría cualquier agente en el mercado, tanto en importe como en naturaleza. Los modelos de valoración basados en el descuento de flujos de caja sólo se podrán emplear para estimar el valor razonable menos los costes necesarios para la venta en aquellos sectores económicos en los que habitualmente se emplee esta técnica en la valoración de empresas. Cabe destacar, a modo de ejemplo, que los flujos netos de caja asociados a futuras inversiones en activos fijos se incluirán solo hasta la cuantía que consideraría un agente cualquiera en el mercado (por ejemplo un competidor) a la hora de evaluar el potencial de la inversión en el activo o en la UGE. No sería apropiado incluir asunciones de flujos adicionales de caja que no estarían disponibles para otra empresa y que, por tanto, no consideraría a la hora de valorar el activo. La propia NIC 36 reconoce que no siempre se podrá disponer de una estimación fiable del FVLCS y que, en estos casos, el VIU será la referencia del valor recuperable del activo o de la CGU. VIU y las estimaciones de flujos de caja futuros Según la NIC 36, se tiene que analizar el potencial deterioro de un activo o de una UGE en su estado actual y no en base a la capacidad que espera la dirección de la empresa que pueda llegar a tener en el futuro. Por tanto, los flujos de caja que se consideran en el análisis son aquellos que podrá generar el activo en su estado Actualización contable Mayo 2013 11 actual durante la totalidad de la vida útil del mismo, excluyéndose cualquier plan que tenga la dirección para mejorar la capacidad de rendimiento. El efecto de los flujos de caja asociados a planes de reestructuración Cuando una empresa tiene previsto reestructurar significativamente su operativa, generalmente se incluyen estos planes en los presupuestos y en las previsiones futuras de negocio, incluso aunque aún no exista un compromiso oficial para acometer la reestructuración. La NIC 36 exige que las entradas y salidas de caja previstas en relación a proyectos de reestructuración se excluyan de las proyecciones de flujos a efectos del análisis de deterioro siempre y cuando la empresa aún no esté oficialmente comprometida con la misma. Esto quiere decir que sólo se podrán tener en cuenta estos flujos si los planes de reestructuración cumplen los criterios detallados en la NIC 37 Provisiones, pasivos contingentes y activos contingentes y se pueden registrar a la fecha las pertinentes provisiones relacionadas con la reestructuración. De manera similar, los flujos asociados a proyectos de mejora de la capacidad del activo solo se podrán contemplar en la estimación de flujos de caja futuros a partir del momento en que se incurran en los costes asociados a dichas mejoras. El valor en uso no incluye los flujos de caja asociados a reestructuraciones futuras o mejoras a acometer para incrementar el rendimiento del activo. Lo anterior lleva a situaciones en las que una empresa que tiene previsto acometer inversiones adicionales o iniciar un proceso de reestructuraciones de personal que permitan mejorar de manera sustancial la rentabilidad de sus activos, aún así se vea obligada a registrar una provisión por deterioro de activos. Hasta que no se acometan las inversiones o se cumplan los criterios para el registro de una provisión por la reestructuración prevista, no se podrán tener en cuenta ni las salidas de caja necesarias para materializar los proyectos ni las entradas de caja previstas por la mejora de rendimiento. A excepción del deterioro de un fondo de comercio, las provisiones por deterioro de activos se pueden revertir en ejercicios posteriores si se producen cambios en las circunstancias económicas. Por ello, posiblemente una provisión de deterioro registrada antes de acometer planes de inversión adicional o una reestructuración se pueda revertir a los pocos meses, una vez se inicien los proyectos previstos. Dado que las empresas suelen preparan un único presupuesto y plan de negocio en base a su dirección estratégica para los próximos años, no siempre es sencillo separar los flujos de 12 reestructuraciones y mejoras de capacidad (que no se pueden incluir en las proyecciones de flujos futuros a efectos del análisis de deterioro), los flujos resultantes de mejoras de eficiencia (que se pueden considerar) y los flujos de salidas de caja por mantenimiento de la capacidad del activo o de la UGE (que se tienen que incluir). Los flujos de caja deben incorporar los costes esperados de inversiones para mantener el activo o la UGE en su estado actual salvo que esté ya en su etapa de declive inevitable. Si la hipótesis de la valoración es que la UGE tiene un horizonte perpetuo de generación de caja, se deberán considerar las inversiones necesarias para mantener su base de activos e incluir las mismas en las estimaciones de flujos de caja. Adicionalmente, la empresa puede reflejar el efecto de mejoras de eficiencia en sus flujos de caja esperados. Estos aspectos son una parte normal de cualquier negocio y los efectos de mejoras continuas de eficiencia se deben tener en cuenta siempre que las mismas tengan una base razonable. La tasa de descuento más apropiada Como ya se ha comentado con anterioridad, los flujos de caja que se emplean en el test de deterioro son inherentes a los planes internos y propios de la empresa. Lo contrario ocurre con la tasa de descuento a emplear. La norma exige que se utilice una tasa de descuento que refleje las consideraciones actuales del mercado sobre el valor temporal del dinero y los riesgos específicos del activo o de la UGE bajo análisis. Generalmente no será posible obtener directamente del mercado un ratio específico para el activo y, en estos casos, se podrán utilizar como punto de partida tasas relacionadas con la empresa, tales como la WACC (“weighted avarage cost of capital”) que en la práctica es la más empleada. Sobre la mejor metodología de cálculo de la WACC hay mucho escrito pero poco consenso en la práctica sobre los componentes que alimentan su cálculo. La estimación de la tasa de descuento es una tarea crucial dentro del análisis de deterioro ya que variaciones relativamente pequeñas en la tasa pueden alterar significativamente el valor recuperable resultante del activo o de la UGE. Por ello, si bien no existe la tasa perfecta, es importante llegar a una tasa razonable y que se pueda justificar ante terceros. El coste de la deuda En aquellos sectores en los que las empresas habitualmente tengan deuda cotizada, se podrá obtener este indicador directamente del mercado. Para calcular el coste de la deuda bancaria y otras de manera más general, un método frecuentemente utilizado consiste en Actualización contable Mayo 2013 considerar el tipo de interés implícito de bonos gubernamentales a tipo de interés fijo o el tipo de interés al que los bancos se prestan dinero ente sí. Se tomarán como referencia aquellos bonos que tengan vencimiento en un periodo similar a la vida útil del activo bajo análisis por deterioro y al tipo de interés del bono se le sumará un margen bancario razonable. Es decir, la prima comercial que el banco sumaría a la tasa libre de riesgo a cambio de prestar dinero a una empresa hipotética con un perfil de riesgo similar al del activo o al de la UGE. La estructura de capital (ratio de deudarecursos propios) No conviene olvidar que la tasa base debe ser una que refleje de manera adecuada el valor temporal del dinero y no incorpore riesgos adicionales que no sean extrapolables al activo. En el contexto actual, el tipo de interés de ciertos bonos gubernamentales lleva implícita una consideración adicional por el propio riesgo de crédito del estado en cuestión y, por ello, puede no ser la referencia más adecuada para incorporar a los tests de deterioro de activos o UGEs de la empresa. La empresa debe considerar el coste adecuado de la deuda para un nivel concreto de ratio deuda-recursos propio que, sin duda, variará cuando se produzca un detrimento de valor de recursos propios como ha sido el caso en los últimos años en los que hemos vivido reducciones significativas en la cotización de las empresas. Bajo estas circunstancias, los expertos suelen opinar que es más apropiado tomar en consideración los ratios medios de deudarecursos propios a un horizonte temporal más largo e incorporar el cambio de riesgo directamente en el coste de la deuda. Determinar un margen bancario razonable requiere el uso de juicio y la facilidad crediticia de cada sector de actividad empresarial será un factor de influencia claro. Es previsible que los sectores que inviertan fuertemente en activos tangibles, tales como inmuebles que puedan servir de garantía de sus préstamos, apliquen un margen bancario más reducido que aquellos sectores que no dispongan de semejantes garantías. La prima de riesgo de los préstamos actuales de la propia empresa sólo se podrá utilizar como referencia cuando el perfil de riesgo del activo o de la UGE sea similar al de la empresa en su totalidad. En ocasiones, la prima de riesgo de los préstamos actuales de la propia empresa puede servir de referencia para estimar el margen bancario. Este será el caso cuando el perfil de riesgo del activo o de la UGE se asemeja al perfil de riesgo de la empresa en su totalidad. El coste de los recursos propios La estimación del coste de los recursos propios es el componente más difícil dentro de la WACC y ha sido objeto de gran debate entre expertos en la materia. Una de las preguntas que ha surgido recientemente y que sigue sin una respuesta clara, es si la crisis actual ha aumentado el riesgo asociado a los recursos propios. Conviene contar con la ayuda de expertos para estimar el coste de los recursos propios e intentar asegurar la consistencia del mismo con el resto de las asunciones que se tomen en el test de deterioro. La mejor manera de obtener la estructura “objetivo” o “tipo” de capital es mediante la observación del ratio medio de financiación de las entidades cotizadas que operen principalmente en el mismo sector de actividad que la UGE. Las entidades deben ser cotizadas para poder determinar de manera fiable el valor de mercado de sus recursos propios. La tasa de descuento antes y después de impuestos ¿Cómo se calcula una tasa de descuento antes de impuestos? El valor en uso definido por la NIC 36 es un concepto contable y no necesariamente refleja una valoración empresarial de un activo o de una UGE. A efectos de calcular el valor en uso, la NIC 36 exige que se empleen tanto flujos de caja como una tasa de descuento antes de impuestos. La NIC 36 exige que se empleen tanto flujos de caja como una tasa de descuento antes de impuestos. Sin embargo, tanto la WACC como otras tasas observables en el mercado son tasas de descuento después de impuestos. Debido a la dificultad de hallar una tasa antes de impuestos adecuada y dado que la WACC se ajusta más a la metodología normal de valoraciones de negocio, muchas empresas prefieren calcular el valor en uso aplicando tanto flujos de caja como una tasa de descuento después de impuestos. Es posible hacer que un cálculo del valor después de impuestos arroje el mismo resultado que un cálculo antes de impuestos. De hecho, las bases de conclusiones de la NIC 36 explican que, en teoría, ambos métodos deben dar el mismo resultado siempre que la tasa de descuento antes de impuestos se base en la tasa de descuento después de impuestos ajustada por el importe y Actualización contable Mayo 2013 13 ocurrencia de los futuros flujos fiscales. A su vez, esto significa que la tasa antes de impuestos no suele equivaler a la tasa después de impuestos elevada al integro por una tasa impositiva estándar aunque, en algunos casos, puede dar una aproximación razonable como se explica más adelante. • Flujos de caja después de impuestos que incorporan flujos fiscales reales ajustados por el efecto de los impuestos diferidos La tasa después de impuestos elevada al integro no suele equivaler a la tasa antes de impuestos. Ambos enfoques deben aplicarse con cautela y solo serán una aproximación aceptable si se puede demostrar que dan un resultado razonablemente parecido al cálculo del valor en uso siguiendo las directrices estrictas de la NIC 36 (basado en una metodología antes de impuestos). Los principios generales que rigen el cálculo de la tasa de descuento antes de impuestos son los siguientes: • No se tienen en cuenta las bases imponibles negativas disponibles (porque se registran de manera separada). • La base fiscal del activo (o de la UGE) coincide con su valor en uso y no hay diferencias temporales relacionadas con el mismo que afecten a las cuotas fiscales futuras de la empresa. Eso implica que, a efectos del test de deterioro, posiblemente haya que sustituir los flujos fiscales reales de la empresa por unos flujos fiscales nocionales que incorporen estas hipótesis. Igualmente será el caso si la empresa no paga impuestos porque tenga disponibles unas bases imponibles negativas, o las vaya a generar en el futuro. ¿Cómo realizar el test de deterioro aplicando una tasa de descuento después de impuestos? Muchas empresas prefieren calcular el valor en uso aplicando una tasa de descuento y unos flujos de caja después de impuestos. No obstante, para llegar a un valor en uso equivalente a aquel exigido por la NIC 36, probablemente será necesario ajustar la estimación de flujos fiscales futuros. En este caso, los valores contables de impuestos diferidos de activo y pasivo se incorporarán al valor de contraste del activo o UGE bajo análisis, una vez descontados de manera apropiada para asegurar la consistencia en el análisis. Finalmente, cuando se aplica una tasa de descuento después de impuestos, la empresa debe ser capaz de transformarla en la tasa de descuento antes de impuestos equivalente a efectos de cumplir con los requerimientos de desglose en los estados financieros. ¿Cuándo se puede elevar al íntegro la tasa de descuento después de impuestos aplicando una tasa fiscal estándar? Bajo ciertas circunstancias, se podrá hallar la adecuada tasa de descuento antes de impuestos mediante una simple elevación al íntegro de la tasa después de impuestos considerando una tasa fiscal estandarizada. Este será el caso cuando no hay crecimiento en los flujos de caja, el cálculo se hace a perpetuidad y los flujos fiscales son un porcentaje constante de los flujos de caja totales. Mientras que estas circunstancias se mantengan, será relativamente sencillo determinar la tasa de descuento adecuada para el análisis de deterioro tanto en una base antes como después de impuestos. En la práctica, hay dos maneras de hallar el valor en uso mediante un cálculo después de impuestos que de el mismo resultado que el cálculo antes de impuestos que exige la NIC 36: • Flujos de caja después de impuestos que incorporan flujos fiscales nocionales Las asunciones serán las mismas que para calcular una tasa de descuento antes de impuestos. Por tanto, no se tendrán en cuenta diferencias temporales asociadas al activo bajo análisis o, lo que es lo mismo, se supondrá que el valor fiscal del activo equivale a su valor en uso. Adicionalmente, se ignora el efecto de posibles bases imponibles negativas. 14 Actualización contable Mayo 2013 Ernst & Young Ernst & Young pone a su disposición esta publicación en la que informamos sobre las novedades contables habidas tanto en las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) como en la normativa española (PGC). Si necesita cualquier información adicional se puede poner en contacto con los profesionales de Ernst & Young encargados de la elaboración de esta publicación. Juan José Salas Herrera Socio Responsable del IFRS Desk de España Teléfono de contacto: 915 727 767 E-mail: [email protected] Hildur Eir Jónsdóttir Socia del IFRS Desk Teléfono de contacto: 915 727 714 E-mail: [email protected] Francisco de Asís Velilla Velasco Socio de FAAS Teléfono de contacto: 915 727 321 E-mail: [email protected] Assurance | Tax | Transactions | Advisory Acerca de Ernst & Young Ernst & Young es una firma líder mundial en servicios profesionales de auditoría, de asesoramiento fiscal y legal, transacciones y consultoría. Nuestros 167.000 profesionales comparten en todo el mundo una única escala de valores y un firme compromiso con la calidad. Contribuimos a afianzar el potencial de nuestra gente, nuestros clientes y otros grandes colectivos. Ernst & Young marca la diferencia. Ernst & Young es una organización mundial constituida por firmas miembros de Ernst & Young Global Limited, cada una de las cuales es una entidad legal independiente. 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