Cámara de Apelaciones del Trabajo y Minas de 4a Nominación de

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Tribunal: Cámara de Apelaciones del Trabajo y Minas de 4a Nominación
de Santiago del Estero
Autos: Medina, Ramón S. c. Crisar S.A. y/u otro
Fecha: 14/11/2005
Sumario:
Las faltas anteriores del trabajador pueden invocarse para justificar
la calificación como grave de un nuevo hecho injurioso, pero no
autorizan al despido, a falta de un nuevo hecho que sirva como
detonante. En otras palabras, sanciones anteriores pueden agravar una
falta posterior, pero nunca sanciones posteriores aplicarse a
infracciones o incumplimientos anteriores ya corregidos. Ello así por
cuanto el poder disciplinario caduca no sólo por su falta de uso
(principio de contemporaneidad), sino también por su ejercicio
respecto de un caso determinado, sin que el empleador pueda ampliar
sus alcances (la única variación permitida es la que beneficie al
trabajador, o sea que disminuya la pena impuesta, ver art. 67, LCT).
La doctrina y jurisprudencia han creado una serie de reglas prácticas
aplicables a la acreditación de la justa causa del distracto, carga
probatoria que recae en la parte que rompe el vínculo (en autos, la
patronal). Estos requisitos son: a) gravedad del acto injurioso; b)
proporcionalidad de la sanción; c) contemporaneidad entre el hecho y
la sanción y d) el principio "non bis in idem" que significa que no se
puede aplicar más de una sanción al mismo hecho generador de la
injuria, que constituye el eje de la discusión en esta instancia y del
cual se puede afirmar que: el empleador puede elegir ante un
incumplimiento de su dependiente entre distintas sanciones que pueden
oscilar desde un simple apercibimiento hasta el despido. En casos
graves podrá optar entre una suspensión por un período importante o la
rescisión contractual, pero nunca aplicar una doble sanción por un
mismo hecho.
Vocablos: CONTRATO DE TRABAJO - DESPIDO - FACULTAD DISCIPLINARIA DEL
EMPLEADOR - INJURIA LABORAL - PODER DISCIPLINARIO
- SANCION
DISCIPLINARIA
2ª Instancia.- Santiago del Estero, noviembre 14 de 2005.
Considerando: 1) Que reseñando brevemente los hechos antecedentes de
la presente causa se advierte que la parte demandante Medina, Ramón
Sotero inicia acción laboral contra Crisar S.A. y/u otro por el cobro
de varios rubros, aduciendo una relación laboral y su categoría de
"puestero". El sentenciante de grado admite parcialmente la demanda
incoada, lo cual causa los agravios de la parte demandada. 2) Que
luego de la breve reseña esbozada de los hechos antecedentes de la
presente causa y previamente al ingreso del tratamiento de la cuestión
de fondo, es menester recordar lo preceptuado por el art. 272 del C.
de P.C. y C. de aplicación supletoria en el fuero por imperio del art.
168 de la ley 3603 y en cuya virtud se destaca que constituye un
principio clásico de la doctrina, receptado unánimemente por la
jurisprudencia, que todos los puntos del fallo omitidos en el escrito
en que se funda el recurso de apelación deben estimarse consentidos
(C.S.J.N., 28/4/72, JA, 5-1972-178 begin_of_the_skype_highlighting 51972-178
end_of_the_skype_highlighting;
S.C.
Bs.
As.,
30/8/77,
D.J.B.A., 113-113). 3) Conviene recordar, que la expresión de
agravios, constituye un acto de alegación. Este tipo de actos
procesales tiene por objeto aportar al proceso datos de hecho y de
derecho involucrados en el conflicto determinante de la pretensión, ya
para introducirlos, ya para enjuiciar su valor. Esta última función la
cumplen las alegaciones críticas y de esta naturaleza participa la
expresión de agravios. Por ello, la fundamentación del recurso debe
contener, esencialmente, una crítica o censura de las motivaciones de
la sentencia apelada. La crítica debe ser concreta; esto es, precisa,
dirigida a las argumentaciones desarrolladas en el fallo impugnado.
Asimismo, la expresión de agravios debe ser razonada. No alcanza para
superar el vallado del juicio de admisibilidad enunciar los errores
que exhibe la sentencia impugnada; es necesario demostrarlos. En otras
palabras, la crítica debe instalarse en la propia expresión de
agravios. Por fin, el acto de alegación que analizamos, debe respetar
los principios de la lógica. El desarrollo argumental, para ser
aceptable desde esta óptica, debe exhibirse exento de contradicciones,
y ser atinente y coherente. Cabe destacar que las exigencias apuntadas
se extienden al memorial fundante de los recursos de apelación
concedidos en relación. 4) Expresado lo precedente se advierte que
llegan los autos a esta Alzada en virtud del recurso de apelación
interpuesto por la parte demandada contra la sentencia referida supra,
que admite parcialmente la demanda, agraviándose en razón de
considerar el apelante que el Vocal se equivocó en su razonamiento
sobre la causa del distracto y también alude en su extenso memorial
agraviativo a la tasa de interés aplicada. 5) Entrando al thema
decidendum, de las constancias del expediente que tengo a la vista,
surge nítido que el distracto se produce por despido directo de la
patronal por injuria grave "atento su reiterativa e irresponsable
actitud de realizar abandono a sus tareas, haciendo caso omisivo a las
acciones correctivas que se aplicaron a su gestión, hechos estos que
generan injuria grave ..." (sic fs. 23). Términos que inequívocamente
dan cuenta de una alusión a los antecedentes del ofensor. No debe
olvidarse que la doctrina y jurisprudencia han creado una serie de
reglas prácticas aplicables a la acreditación de la justa causa del
distracto, carga probatoria que recae en la parte que rompe el vínculo
(en autos, la patronal). Estos requisitos son: a) gravedad del acto
injurioso; b) proporcionalidad de la sanción; c) contemporaneidad
entre el hecho y la sanción y d) el principio "non bis in idem" que
significa que no se puede aplicar más de una sanción al mismo hecho
generador de la injuria, que constituye el eje de la discusión en esta
instancia y del cual se puede afirmar que: el empleador puede elegir
ante un incumplimiento de su dependiente entre distintas sanciones que
pueden oscilar desde un simple apercibimiento hasta el despido. En
casos graves podrá optar entre una suspensión por un período
importante o la rescisión contractual, pero nunca aplicar una doble
sanción por un mismo hecho. Las faltas anteriores del trabajador
pueden invocarse para justificar la calificación como grave de un
nuevo hecho injurioso, pero no autorizan al despido, a falta de un
nuevo hecho que sirva como detonante. En otras palabras, sanciones
anteriores pueden agravar una falta posterior, pero nunca sanciones
posteriores aplicarse a infracciones o incumplimientos anteriores ya
corregidos. Ello así por cuanto el poder disciplinario caduca no sólo
por su falta de uso (principio de contemporaneidad), sino también por
su ejercicio respecto de un caso determinado, sin que el empleador
pueda ampliar sus alcances (la única variación permitida es la que
beneficie al trabajador, o sea que disminuya la pena impuesta, ver
art. 67, LCT). En el sub exámine, de los términos utilizados para
producir el distracto, se advierte que no se produjo o no se invocó ni
menos demostró un nuevo hecho detonante o generador de la sanción más
severa: el despido. Además de conformidad a las constancias del
expediente, el último hecho ya había sido sancionado con una
suspensión de 15 días (v. fs. 29), no cabe otra conclusión más que la
de considerar que el despido fue la segunda sanción para el mismo
hecho por lo que procede desestimar la apelación intentada. En este
rumbo se tiene resuelto que: "cualquier despido, para ser válido, debe
reunir requisitos de proporcionalidad, oportunidad o contemporaneidad,
causalidad y respetar el principio non bis in idem, que significa que
no se pueden aplicar dos sanciones por un mismo hecho. Es decir que
para la validez del despido ha de merituarse la proporcionalidad y
oportunidad conforme a las pautas prudencialmente valoradas por el
Juez en cada caso concreto (Jaramillo González, Sergio c. Ghiglioni y
Galar s/ Despido - Mag.: García, Gigena Basombrio; 7/03/96). Ante
ello, no existiendo constancias en el expediente de la producción o
del acaecimiento de esa nueva circunstancia que justifique el despido,
sino que aparece el mismo hecho como sancionado dos veces, corresponde
rechazar el agravio referido a la admisión parcial de la demanda
incoada, y en su mérito confirmar el resolutorio venido en recurso en
lo que fue materia de agravios. 6) Respecto al agravio vertido sobre
la tasa de interés aplicable, es dable poner de relieve que si bien
este Tribunal estima que resultan elevadas, por imperio de los arts.
29 de la L.O.T. y 296 del C.P.C. y C. (de aplicación supletoria por
imperio del art. 168, ley 3603), que establecen la obligatoriedad de
los fallos para los Tribunales inferiores, corresponde desestimar el
agravio vertido y dejar sentado que a partir del 4/07/05 se aplica el
fallo del actual Superior Tribunal de Justicia in re: Ruiz Huidobro,
Ramón c. Telecom Stet France"- Casación - del 4/07/05, que deviene
aplicable también al subdiscussio. Por todo lo precedentemente
expuesto, doctrina y jurisprudencia consultada el Tribunal resuelve:
1) Rechazar la apelación intentada y en su mérito Confirmar el
resolutorio recurrido en lo que fue materia de agravios. 2) Costas en
esta instancia al recurrente vencido. Notifíquese, agréguese copia de
la presente, que se archivará por Secretaría y bajen. - María I.
Olmedo de Lupica. - María E. Sayavedra de Mitre. - Horacio A.
Lavaisse.
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