Criterios para rehacer las rotaciones forrajeras: Siembras tardías en

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Criterios para rehacer las rotaciones forrajeras:
Siembras tardías en invierno
Ing. Agr. Rodrigo Zarza
Ing. Agr. Alejandro La Manna
INIA La Estanzuela
Introducción
Ante situaciones climáticas adversas durante el periodo otoño-invierno, la instalación
de pasturas se ve afectada principalmente por atrasos en la fecha de siembra. Esto no sólo
afecta el inicio del crecimiento y los días al primer pastoreo, sino que también se dan varias
condiciones que impactan de forma negativa a la cadena forrajera. Así por ejemplo, las
praderas sembradas en el otoño anterior ven comprometida su persistencia, y aquellas
sembradas en la primavera su implantación y establecimiento. Las de mayor edad son las que
presentan el único forraje verde, lo que habitualmente conduce a que sean sobrepastoreadas.
Si además se considera la frecuente reducción del área de pastoreo a principios del otoño las
disminuciones en la producción de forraje pueden ser muy importantes. En este contexto, nos
encontramos con un área importante del establecimiento que no ha sido sembrada o con
problemas de implantación, ya ingresando en el invierno. En esta situación, se sobrecargan las
pasturas ya instaladas, aumenta el consumo de reservas y concentrados y la falta de forraje
fresco se hace muy evidente, debiendo considerarse una serie de recomendaciones para la
recomposición de las rotaciones forrajeras.
Se entiende como rotación una sucesión en el tiempo de cultivos anuales (de grano ó
forrajeros) y de pasturas plurianuales, que busca maximizar y estabilizar la producción de
forraje para pastoreo directo y/ó para hacer reservas, combinando aspectos económicos y
ambientales para lograr una producción lechera sustentable. Bajo las condiciones actuales la
sucesión en el tiempo se ha visto interrumpida, y la maximización de la producción de forraje
no será posible por los atrasos en la época de siembra, por lo cual, este es un primer elemento
importante a considerar cuando se plantea esta recomposición.
SEMBRAR AHORA PERO PENSANDO EN LA ROTACIÓN
Por supuesto que ante la situación planteada, qué sembrar ahora es una decisión
importante, pero no menos importante es tener en cuenta cómo articular la siembra actual
con las necesidades de recomponer la rotación para los próximos años, buscando encadenar lo
mejor posible la secuencia de cultivos anuales y praderas para minimizar gastos y obtener la
mayor productividad.
Si bien hoy lo urgente es cómo hacer pasto, el tema de cómo y dónde vamos a hacer
las reservas en la primavera y verano próximo, o las praderas del próximo otoño no debe
quedar de lado a la hora de decidir la siembra. No necesariamente el lugar más adecuado para
reinstalar una pradera que se perdió, es sembrarla en el mismo potrero en dónde estaba.
Teniendo en cuenta esto y dependiendo de que el clima comience a normalizarse hay
que planificar la rotación considerando nuestro objetivo final, una vez que esté normalizada la
producción de pasto.
CRITERIOS A MANEJAR PARA ARMAR LA ROTACIÓN
Un punto de partida conveniente es dividir el área de rotación del tambo en cuatro
partes, considerando el grado de engramillamiento y/o la presencia de especies forrajeras
productivas, para encarar las acciones más apropiadas en cada lugar.
a) En la parte más limpia de gramilla y con pérdida de especies productivas
En potreros con poca gramilla, lo ideal sería usarlos para sembrar pradera, pero en las
circunstancias actuales el forraje inmediato se alcanza más fácilmente con algunas de las
opciones de verdeos de invierno disponibles. Estas gramíneas tienen un establecimiento
rápido y pueden extender su producción, dependiendo de los ciclos, hasta fines de primavera.
Dentro de los verdeos existen variedades precoces o de ciclo largo, más o menos tolerantes al
pastoreo, lo que permite producir forraje en distintos momentos y con manejos diferentes
según los sistemas de producción. Sin embargo, en las condiciones actuales, ya en pleno
invierno, la elección del material a sembrar es fundamental para no hacer esfuerzos inútiles.
Una alternativa que combina las dos opciones mencionadas es la siembra de praderas
consociadas, alternativa que bajo estas condiciones puede ser una herramienta útil.
La pradera sembrada tarde (junio-julio) no aportará forraje este invierno pero asociada
a trigo, en general, logra una buena implantación y además entrega muy buen forraje (en
volumen y calidad) para ensilar temprano, fines de octubre, y luego da pastoreos de alta
calidad en verano. En resumen, permite hacer una reserva temprana y ganar un año en la
instalación de praderas nuevas. Naturalmente que la pradera asociada a trigo también puede
ser pastoreada si fuera necesario.
b) En la parte más engramillada.
Hay que tener en cuenta que aunque actualmente no se vea mucha gramilla, por
efecto del sobrepastoreo, esta sobrevive bajo el suelo y volverá a infestar la superficie en el
corto plazo. Es por esto que en los potreros con más gramilla deberíamos tener dos objetivos:
producir forraje y hacer el mejor control posible de la gramilla. Los cultivos ideales para lograr
ambos objetivos son los verdeos anuales a base de avenas y/o raigrás. Es importante tener
presente que en una chacra engramillada siempre hay un gran volumen de yemas bajo el suelo
que escaparán a la acción de los herbicidas por estar inactivas, por lo tanto será necesario un
buen control en la primavera/verano siguiente, lo que nuevamente se debe combinar con el
cultivo adecuado.
La avena y el raigrás son dos de las opciones tradicionales que se manejan para este
tipo de situaciones, pero deben hacerse un par de consideraciones importantes. En lo que
refiere a las avenas (bizantinas, sativas o strigosa), las siembras tardías limitan la expresión de
su alto potencial de crecimiento otoñal; en estos casos el trigo puede ser una buena
alternativa con posibilidades de una utilización doble propósito. Lo que debería evitarse es la
siembra de avenas negras, ya que si bien tienen un rápido crecimiento, elongarán temprano
disminuyendo la posibilidad de un segundo pastoreo. Incluso en el caso que se buscara una
opción para reservas, el material a cosechar será en su mayoría de baja calidad, con una alta
proporción de tallos y muy pocas hojas.
En raigrás hay dos tipos productivos, los westerwoldicum (Lolium multiflorum var.
westerwoldicum) que no tienen requerimientos de frío y por tanto casi todos los macollos
florecen independientemente de la época de siembra y mueren en el verano, y los de tipo
multiflorum o italiano (Lolium multiflorum ssp italicum), con requerimientos de frío, en los que
los macollos formados a fin de invierno y primavera no florecen y por tanto pueden ingresar al
verano en estado vegetativo y tener un comportamiento bianual (Gutierrez; Calistro, 2013). En
base a esto, cuando la opción es sembrar raigrás en fechas muy tardías sería recomendable
aprovechar las características de los raigrases del tipo multiflorum, para extender la
producción de forraje hasta mediados de diciembre si las condiciones del verano lo permiten.
Si bien ambas especies responden a la fertilización nitrogenada, no es previsible que
después de una sequía haya falta de N en el suelo, por lo que sería conveniente esperar a
tener el cultivo instalado para tomar la decisión de si es necesario fertilizar, considerando
además que el período de crecimiento se reduce por los atrasos en la fecha de siembra.
Cualquiera sea la opción, cultivo puro ó mezcla, para la primavera/verano siguiente se
deberían mantener los dos objetivos: continuar con el control de gramilla para llegar con un
potrero en condiciones para la siembra de pradera en el otoño siguiente y producir forraje.
Esto se logra usando los tradicionales cultivos forrajeros de verano para pastoreo, ensilaje o
grano húmedo, de acuerdo a las necesidades y posibilidades de cada tambo.
c) Potreros con algún aporte de pasto y niveles intermedios de gramilla.
En estas áreas tampoco puede perderse de vista el control de gramilla y pueden servir de
puente, tanto en el corto plazo por el forraje que aún puedan aportar, como en el mediano
plazo hasta lograr estabilizar la rotación, si se destinan a especies bianuales.
Si estas áreas fueron quemadas y están bajo barbecho una alternativa podría ser la
inclusión de mezclas de Cebadilla y trébol rojo, de raigrás y trébol rojo que harán un aporte en
el invierno tardío que si bien no será mucho, nos garantizan calidad y un otoño siguiente con
una pradera ya instalada de altos rendimientos.
d) Praderas aún en buen estado.
En estos casos, además de racionar cuidadosamente los pastoreos para el lote de vacas
con mayor producción, el objetivo debería ser fortalecer las plantas existentes, realizando un
pastoreo racional con alambrado eléctrico, que permita acumular forraje hasta unos 15-30 cm
según las especies, antes de realizar pastoreos intensos. Si la población de leguminosas se ha
mantenido, se justifica ir previendo alguna refertilización al inicio de la primavera.
Puntos claves a considerar
Hay algunos puntos clave para lograr implantaciones con éxito: la calidad fisiológica y
sanitaria de las semillas, la fecha de siembra y la preparación de la cama de siembra. La semilla
es el insumo básico, y en estas situaciones muy probablemente se haya comprado a fines del
verano o temprano en el otoño, y han estado almacenadas en condiciones que pueden ser
muy diversas. Habría que considerar el tiempo de aplicación en el caso de haberse usado
curasemillas o inoculantes. El análisis de vigor y el sanitario de la semilla son muy importantes,
ya que las siembras no se realizarán en condiciones óptimas.
Otro factor a manejar es la densidad de siembra, que en estas circunstancias suele
incrementarse para cubrir los riesgos de implantación. En este caso también los análisis de
semilla contribuyen a determinar el aumento de densidad que hay que hacer.
Si bien con la siembra directa el problema del ingreso a las chacras se ha reducido, no
significa que no sea necesario cuidar los aspectos vinculados a humedad del suelo y calidad de
siembra. Los factores climáticos son muy importantes porque determinan las condiciones en
las cuales la semilla va a germinar y la plántula va a crecer. El momento de ingreso al primer
pastoreo también está ligado a las condiciones climáticas prevalentes, humedad y
temperatura, que definen las tasas de crecimiento diario. A nivel de suelo también es
importante ver el anclaje de las plantas y evitar el ingreso con suelos húmedos.
Figura 1 - Días al primer pastoreo según fecha de siembra.
El atraso en las fechas de siembra
determina un desarrollo más lento, lo que se
traduce en períodos más largos al momento
de la primera utilización (Figura 1). En estas
circunstancias, al final del ciclo se registra un
menor número de pastoreos y una menor
producción total de forraje. En evaluaciones
de ensayos de siembra temprana de verdeos
de invierno realizados en INIA La Estanzuela
(2009, 2010 y 2011) el promedio de cortes
alcanzados para las siembras de febrero fue
de 7, mientras que para las de marzo se
redujo a 5. La combinación de temperatura, humedad e intensidad de luz, determina la
velocidad y el desarrollo de las forrajeras, por ello en siembras tempranas se busca capitalizar
la mejor relación de esa triple combinación para maximizar la producción. En el Cuadro 1 se
presentan los valores de temperatura, número de heladas y precipitaciones de los meses de
marzo a julio, en base a la serie de promedios históricos (1965 - 2014) para INIA La Estanzuela.
Cuadro 1 - Promedios históricos (1965 - 2014) para INIA La Estanzuela.
Mes
Temperatura (°c)
Heladas
Mínima Máxima Promedio agrometeorológicas
Marzo 15,6
25,8
20,7
0,1
Abril
12,4
22,0
17,2
0,7
Mayo
9,5
18,5
14,0
3,6
Junio
6,8
15,2
11,0
7,4
Julio
6,3
14,8
10,5
8,6
Agosto
7,1
16,5
11,8
6,9
Precipitación
acumulada
(mm)
129
82
84
69
70
70
Fuente: Unidad de Agroclima y Sistemas de Información - GRAS
Figura 2 - Promedios históricos de temperatura (1965 - 2014) para INIA La Estanzuela.
Mediante el análisis gráfico de las
temperaturas (Figura 2), se ve como la
temperatura desciende, desde el mes de
marzo hasta julio, y luego comienza a
incrementarse hacia el mes de agosto. Al
mismo tiempo el número de heladas
aumenta, siendo el mes de julio el de
mayor cantidad de eventos. En lo que
refiere a las precipìtaciones, en promedio,
los meses de invierno presentan un valor
menor al de los meses de otoño para años
normales.
Algunas alternativas para siembras tardías
En el contexto que se ha descripto, se podrían identificar opciones para siembras
tardías de invierno para implantaciones exitosas.
En verdeos de invierno, una de las opciones más recomendable es la de raigrás tipo
multiflorum de ciclo largo, que mantiene un aporte de forraje verde hasta avanzado el
invierno. Cuando se dispone de semilla de avena, las del tipo sativa son más recomendables,
ya que podran ofrecer algún pastoreo y una reserva interesante. Las bizantinas si bien realizan
algún aporte de forraje en pastoreo, tienen menores rendimientos en cortes para reserva.
En pasturas perennes, donde lo que se busca es generar un buen stand de plantas que
persistan y produzcan por un período mayor a los 3 años, las siembras en estas condiciones no
serian las más favorables. Sería preferible implantar pasturas bianuales, que en el otoño
próximo puedan generar importantes aportes de forraje. Sin embargo, hay que considerar que
hasta fines de setiembre será difícil acceder al pastoreo. Entre las leguminosas, el trébol rojo
es la opción más recomendable para fechas tardias, la alfalfa se podrá sembrar aunque
dependiendo de las tempertauras y heladas. La opción de sembrar mezclas puede ser
interesante por la capacidad de compensación que se genera, y aquí el trébol rojo con
cebadilla o achicoria pueden ser alternativas disponibles. Una tercera opción podría ser la
siembra de raigrás de ciclo largo con trébol rojo.
Otra estrategia es la siembra asociada. La posibilidad se sembrar especies forrajeras
con algún cereal de invierno garantiza al menos un pastoreo de alta calidad o en su defecto
una reserva muy buena, que en el mes de noviembre podria estar alcanzando los 6 a 10
toneladas MS/ha. Luego, durante el verano si el agua no es limitante la pradera podrá ofrecer
forraje para pastoreo directo. En este tipo de siembra los trigos son el complemento ideal,
aunque también se dispone de materiales de triticale para ocupar ese lugar.
Las siembras de invierno determinan que se enlentezca la implantación y el desarrollo
de algunas gramíneas, como festuca o dactylis, y aumenta el riesgo de daño por frío en algunas
leguminosas, así como el retraso de la nodulación. A nivel experimental, la información sobre
siembra de pasturas con destino a pastoreo en el mes de julio es poca. Sin embargo, hay
algunas situaciones donde para determinar el comportamiento de las diferentes especies o
cultivares se ha sembrado en fechas tardías. Se presentan algunos resultados de ensayos
evaluados en INIA La Estanzuela de siembras tardías, extraídos de la Base de datos e-INIA
Archivos de Pasturas, que se encuentra en fase de desarrollo.
En el Cuadro 2 se presenta información sobre distintas fechas de siembra para raigrás
tipo multiflorum, INIA Matador (tetraploide), sembrado en forma convencional durante 1983,
en base a datos del Ing. Agr. Jaime Garcia. Durante esos años el atraso en las fechas de
siembra por dificultades en los labores hacía más frecuente este tipo de situaciones. Una de las
ventajas de la siembra directa es reducir ese tiempo y capitalizarlo en fechas de siembra más
tempranas. En este ensayo se evaluaron cinco fechas de siembra, que se correspondían con las
segundas quincenas de los meses de marzo, mayo, junio, julio y agosto.
Cuadro 2 - Rendimiento promedio (kgMS/ha) para raigrás INIA Matador (tetraploide) en diferentes
épocas de siembra.
Año 1983
Año 1
marzo
mayo
junio
Julio
agosto
3500
1775
750
0
0
Año 2
4402
2886
1801
1425
1196
Total acumulado
7902
4661
2551
1425
1196
Fuente: Adaptado de Jaime García (1983). Originales en Base e-INIA Archivos de Pasturas.
En la Figura 3 se muestran los rendimientos estacionales para raigrás INIA Titán y
festuloium INIA Merlín, sembrados en la segunda quincena de agosto de 1996.
Figura 3 - Rendimientos promedio estacionales para gramíneas en siembras tardías.
Fuente: Adaptado de Jaime García (1996). Originales en Base e-INIA Archivos de Pasturas.
También se sembraron ensayos de mezclas de gramíneas o gramíneas que incluyeron
trébol rojo (Figura 4) durante la segunda quincena de agosto.
Figura 4 - Rendimientos promedio estacionales para gramíneas en mezclas.
Fuente: Adaptado de Jaime García (1996). Originales en Base e-INIA Archivos de Pasturas.
También se generaron datos de leguminosas en siembras puras en la segunda
quincena de agosto (Cuadro 3), que muestran una mejor adaptación del trébol rojo en este
tipo de siembras.
Cuadro 3 - Rendimientos promedio estacionales y acumulados (kgMS/ha) para leguminosas puras en
siembra directa de agosto.
Rendimiento kgMS/ha
Cultivar
Año 1
Año 2
Ver
Total
acum .
Estanzuela 116
2381 4297 2940 2660 2940 954
16172
Estanzuela Chaná
1991 2778 2787 1755 2411 1041
12763
San Gabriel
2241 3901 2299 1808 2805 1260
14314
Prim
Ver
Ot
Inv
Prim
Fuente: Adaptado de Jaime García (2003). Originales en Base e-INIA Archivos de Pasturas.
En la Figura 5 se muestra el contraste entre siembras de abril y agosto para algunas
gramíneas sembradas en el mismo año (2003). Para cada una de las gramíneas se presenta la
producción estacional, y en el último gráfico la acumulada para cada una. En todas se aprecia
un mayor rendimiento de las siembras tempranas respecto a las tardías, donde la diferencia se
basa en la producción invernal de las siembras de abril.
Figura 5 - Rendimientos promedio estacionales para diferentes gramíneas en dos épocas de siembra,
temprana y tardía.
6000
5000
5000
4000
4000
3000
INIA Titán Agosto
2000
kgMS/ha
INIA Titán Abril
1000
INIA Leona Abril
INIA
Merlín
Prim
Ver
Abril
Agosto
Ver
Prim
Inv
Ot
Ver
Ot
Prim
INIA
Titán
KgMS/ha año 1 KgMS/ha año 2
Abril
INIA Merlín Abril
0
Inv
Ot
INIA Titán Abril
INIA Merlín Agosto
Agosto
INIA Merlín Abril
1000
INIA Titán Agosto
Agosto
INIA Merlín Agosto
16000
14000
12000
10000
8000
6000
4000
2000
0
Abril
4000
kgMS/Ha
kgMS/ha
5000
2000
Inv
KgMS/ha año 1 KgMS/ha año 2
6000
3000
Ver
Ot
KgMS/ha año 1 KgMS/ha año 2
Prim
0
Ver
Prim
Ot
Inv
Ver
Prim
Ot
INIA Leona Agosto
2000
1000
0
Inv
3000
Inv
kgMS/ha
6000
INIA Leona Agosto
INIA Leona Abril
INIA
Leona
Fuente: Adaptado de Jaime García (2003). Originales en Base e-INIA Archivos de Pasturas.
Durante estos últimos años se han registrado otoños complicados, por lo que también
se dispone de ensayos con fechas tardías. En el Cuadro 4 se presentan los datos de
rendimiento de forraje de leguminosas puras sembradas en INIA La Estanzuela en el año 2012,
en dos fechas de siembra (normal y tardía). Ambos ensayos se sembraron con igual densidad
(20 kg/ha para alfalfa y 15 para trébol rojo) y los resultados corresponden al forraje acumulado
hasta la primavera (noviembre) del primer año de instalación. El atraso en la fecha de siembra,
como se mencionó anteriormente, disminuye la utilización en el primer año de producción, y
consecuentemente la producción de forraje.
Cuadro 4 - Rendimientos promedio (kgMS/ha) para alfalfa y trébol rojo durante el año 2012 sembrado
en distintas fechas en INIA La Estanzuela.
Alfalfa
E. CHANÁ (Evaluación de
Cultivares)
E. CHANÁ (Ensayos
implantación)
Trébol rojo
ESTANZUELA 116 (Evaluación
de Cultivares)
Fecha Siembra
11/04/2012
03-Set
1591
10-oct 13-nov
1638
1519
kgMS/ha
4748
15-oct 29-nov
22/06/2012
--06-Set
11/04/2012
1784
1686
2039
11-oct 06-nov
1592
1592
3725
kgMS/ha
4968
18-oct 12-nov
ESTANZUELA 116 (Ensayos
implantación)
22/06/2012
---
1476
2179
3655
Fuente: datos adaptados del Programa Nacional de Evaluación de Cultivares INIA-INASE (Castro et al 2012) y
ensayos de implantación del Programa de Pasturas y Forrajes (Zarza, 2012)
Consideraciones finales
Los sistemas pastoriles se han enfrentado a cambios en las condiciones ambientales,
los otoños de los últimos años han sido muy difíciles. Para sobrellevar esta contingencia es
importante extremar las medidas de manejo, que resultan muy importantes cuando las cosas
se complican.
La principal es la fecha de siembra. A medida que nos alejamos de las fechas óptimas
se va perdiendo rendimiento, y eso hay que tomarlo en cuenta pues tiene que cubrirse con
otro tipo de alimentos. La calidad de semilla es otro factor que siempre nos va a dar un seguro
frente a situaciones adversas, por lo que se recomienda realizar los análisis de calidad y
sanitarios. La fertilización, si bien es una herramienta que permite corregir algo, no puede
recuperar la producción invernal que se pierde por atrasos en la siembra. El manejo de los
barbechos y el control de malezas ayudan mucho en situaciones en las que hay que sembrar
inmediatamente por atrasos. A su vez, el manejo del pastoreo es una decisión diaria en los
sistemas lecheros, por lo que es una variable que se debe ir ajustando en función del
desarrollo de las pasturas. Hay que tener en cuenta que en siembras tardías se puede dar un
escaso desarrollo radicular y el arrancado de plantas en el pastoreo puede ser importante. Hay
quienes piensan que el manejo de las pasturas es un arte, y como tal deber ser dinámico y
estar sujeto a la creación del artista. Desde la investigación se aportan herramientas y
conocimiento que sustentan las bases para la creación de cada de esas obras que a diario se
exponen en los establecimientos.
PD: Los autores agraden el apoyo y contribución para la redacción de este artículo de Mónica
Rebuffo, Adrián Cal, Félix Gutiérrez y Carlos Rossi.
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