Dido y Eneas Compositor: Henry Purcell (1659

Anuncio
Dido y Eneas
Compositor: Henry Purcell (1659-1695)
Estreno: Internado Josias Priest, Chelsea. 1689
“Dentro de la obra de Purcel, Rey Arturo y Dido y Eneas son tal vez las obras líricas mas
destacadas, quedando Dido como una joya de la obra operística inglesa. Recordemos que los
ingleses, tanto cuantitativa como cualitativamente estuvieron muy por debajo del resto de los países
que se dedicaron a la producción de ópera.
Sintesis Argumental (según Jorge Stornelli)
Acto I
Dido, reina de Cartago, padece por el amor despertado en ella por Eneas, principe de Troya,
quien se ha detenido en este país para aprovisionarse en su largo viaje a tierra italiana, donde se
dirige a fundar la nueva Troya por mandato de los dioses. Este también se ha enamorado de la reina
y demora su partida de Cartago.
Al comenzar el primer acto, Belinda y los cortesanos intentan distraer a Dido de su dolor,
pero, ésta los interrumpe hablándoles de su inconfesable pena. Belinda le dice que su amor es
correspondido por el héroe y habla de los beneficios que para ambos imperios traería su unión. Llega
Eneas y en tono heroico solicita a la reina que ceda a sus requerimientos amorosos por el bien de
ambos. La escena culmina con canticos al amor y sus dones.
Acto II
Escena 1
Aparece la Hechicera, poderoso ser del mal pero digna rival de la noble Dido, invocando a
sus brujas secuaces y a sus espíritus. Esta les dice que deben destruir a Dido y a su imperio antes de
que se ponga el sol, para esto enviará a su elfo quien tomando la forma de Mercurio le dirá a Eneas
que Júpiter le ordena seguir su viaje esa misma noche. Las brujas y los espíritus se retiran para
iniciar sus hechizos.
Escena 2
La corte ha salido de caza. Belinda agradece a los dioses por esos prados tan bellos y tan
propicios para el amor. Eneas ofrece a Dido un trofeo de caza cuando una tormenta interrumpe la
escena y obliga a todos a refugiarse en la ciudad, pero el principe es detenido por el espíritu enviado
por la Hechicera, que le ordena partir esa misma noche para no provocar la cólera de Júpiter. Eneas
apesadumbrado acepta la partida pero se lamenta por su amor por Dido a quien no sabe cómo decirle
que debe abandonarla.
Acto III
Un marinero llama a la partida a los hombres de Eneas; todos comienzan los preparativos
para la misma. Entra la Hechicera con sus dos brujas y disfrutan el éxito de su plan, la reina será
abandonada y Cartago quedará en ruinas. Llega Dido y sorprendida comprende lo que ocurre;
Belinda viendo que Eneas se acerca, trata de convencerla de su fidelidad. Este, con gran tristeza,
anuncia su partida. Dido lo llama mentiroso e hipócrita y Eneas desafiando a los dioses decide
quedarse, pero la reina lo echa dicéndole que es demasiado tarde, pues ya pensó una vez en
abandonarla. Eneas parte y Dido pidiéndole la mano a Belinda, muere solicitándole que la recuerde,
pero que olvide su destino.
Esta obra presenta el amor de la Reina Dido con quien los dioses le encomendaron la
fundación de Roma, Eneas. Amor truncado por el deber de Eneas de partir hacia su destino, postura
romántica que permite darle a la obra un trágico final.”
http://www.weblaopera.com/cronicas/cronicas71.htm
Descargar